Voy a hacer que esta noche sea inolvidable... Para tí {Libre. +18}

por **Aloqua** Lun Feb 04, 2013 8:04 am

Mmm... Un gemido salió de mis labios mientras volvía a aquel burdel donde yo trabajaba. Amaba su olor, las vistas, los hombres, las mujeres... Todo cuanto había me hacía ser yo misma, no como en aquella casa en la que vivía. ¿Por qué motivo? Porque ahí, junto a aquel hermano de mi pasado, yo no era Aloqua... Por el contrario, en el burdel, Liese se escondía en el pequeño hueco que tenía mi corazón. Un corazón lleno de sangre.

Aquella noche llevaba mis mejores prendas; las más sensuales, sexuales y ardientes... Además de un tanto elegantes y todo. Sonreí lasciba, lamiéndome los labios mientras, en la habitación que era para mí, vislumbraba mi cuerpo en el espejo. Corset negro que alzaba y juntaba mis pechos, haciendo que fuera lo primero en verse de mi increible cuerpo. Ropa interior y ligas del mismo color, mostrando mis tersos y blanquicinos muslos, al igual que mis esbeltas y perfectas piernas. Mis pequeños pies, recubiertos por unos zapatos de tacón de aguja, estilizando un poco más mi figura llena de cuervas. Me amaba más que a nadie, no cabía duda. Mi reflejo en el espejo me mostraba lo hermoso y deliciosa que era... Cualquier hombre ansiaría probarme, aunque en mi cabeza había un ligero nombre más particular que no cohexsionaba bien en mi mente.

Al final, acabé saliendo del cuarto, contoneándome con cada paso que daba para que todos se fijaran en mi. Aquella noche tenía ganas de fiesta, de divertirme y pasarlo bien con alguien... Y bueno, ¿por qué no? Hacérselo pasar bien a otra persona también, aunque eso era lo que menos me importaba del asunto. Deseaba escuchar a alguien gemir por lo que hacía, que me hicieran gritar de placer o dolor y hacer una noche inolvidable para otra persona... Claro, yo me olvidaría, porque, ¿para que mentir? Todo el mundo era alguien cualquiera para mí. Pocos se merecían ser inolvidables.

por **Kiara Ridrick** Lun Feb 04, 2013 11:33 am

Kiara caminaba por las calles de París buscando algo con lo que divertirse, su ultimo juguete apenas le había durado unos días y ademas de la necesidad de sangre quería hacer sufrir a alguien, quien sabe, si se portara bien hasta puede que dejara que le dieran placer...
Esa tarde después de vestirse con uno de sus vestidos mas sugerentes y comprobar que llevaba en su bolsa todo aquel "material" que fuera a necesitar salió con un unico objetivo: el burdel. Le habían llegado rumores de nuevas chicas y estaba dispuesta a probarlas ya que la mayoría la seguían temiendo...
Ya solo la entrada al burdel hizo que el silencio reinara y que un pasillo se hiciera ante ella, su mirada y el usar un poco su poder de persuación hacía que el aroma de la habitación cambiase y todo oliera a miedo... Se dirigió a una pequeña chica, la única a la que no conocía y tras una sonrisa ladina le ofreció una mano, ¡cómo si le diera mas opciones!
-Ven conmigo, esta noche serás mi juguete.

por **Aloqua** Miér Feb 13, 2013 7:23 am

Fui directa a la barra, sonriendo divertida mientras miraba con perversión al camarero. Podía notar sus ojos posados en cada una de mi curvas, lo cual me exitaba y me hacía desear más tentar a aquel hombre. ¿Cuánto me costaría llevármelo a la cama? Mmm... Estaba realmente segura de que no mucho. Deseaba hacerlo, corromperle y llevarle al lado del placler. Y lo haría... Otro día, tenía tiempo.

Fue entonces cuando una mujer se acercó a mi, tendiéndome la mano mientras sus palabras me hicieron sonreír de manera lasciba. ¿Su juguete? Miré sus ropas, su atuendo provocativo mientras decidía si podía ser divertido. Llegué a la conclusión de que si, probablemente lo sería. Acepté su mano, posando la mía sobre la de ella mientras guiñaba el ojo al camarero. Ya le vería más adelante, en otro momento me encargaría de que acabara en mi cama, como todo aquel que iba al burdel.

-O tú el mío... Ya veremos como se dan las cosas.- Sonreí ladina y me la lleva con tranquilidad hacia una de las habitación, a la mía.- Le aviso que... Quizá no sea como el resto de mis compañeras.- Susurré de manera pervertida, mientras me acercaba a ella con paso lento y marcando mis curvas.

por Sweet Von Teese* Dom Feb 24, 2013 10:25 pm

Me despedí de mi cliente tempranero ya de noche y bajé hasta el salón principal donde estaba todo dentro de todo tranquilo, había gente pero nada que no se pudiera manejar con todas las que éramos allí. Había incluso algunas sirvientas limpiando tranquilamente las habitaciones sin contratiempos. El ambiente ideal para ellas. De pronto la tranquilidad se rompe cuando irrumpen un grupo de 4 hombres de gran porte, al parecer cazadores, obreros de fábrica, leñadores, inquisidores, vaya uno a saber qué eran. Los vi arremeter de repente con varias de mis compañeras apoyándolas contra la barra y las mesas y tratándolas como si estuvieran en la habitación. Generalmente estas cosas aquí pasaban dentro de las habitaciones y no fuera!

El espectáculo se estaba volviendo mas macabro cada vez. Tenía que dar aviso de esto teniendo en cuenta que estaba cerca de la oficina donde estaba el dueño. Me dí vuelta con el ruido de los canutillos de la falda cuando sentí un abrazo desde atrás y el frio contacto del cuero contra la piel desnuda. No pude omitir un gemido, pero no de placer.

-Donde vas muñeca, vamos a divertirnos-

Me intenté zafar pero era prácticamente imposible. El hombre me llevó hasta una de las habitaciones, cerró la puerta tras de sí y bajó sus pantalones mientras rompía el soutienne que llevaba lleno de canutillos como la falda y me arrojaba a la cama.

Como tenía su entrepierna cerca, aproveché un descuido de él para atinarle un golpe en la misma mientras salía de la habitación corriendo con una mano cubriéndome los pechos. Vi que sus compañeros estaban cerca así que me escabullí en una de las habitaciones, la cual estaba ocupada para mi mala fortuna... por dos mujeres, una de las cuales trabajaba aquí hace poco como yo.

-Oh disculpen! Lo siento pero no puedo salir de aquí aun...-

por **Kiara Ridrick** Vie Mar 01, 2013 2:57 pm

Kiara sonrió al notar como la cálida mano de la joven se posaba en su fría mano, dio un apretón suave para dejarle notar quien era la que mandaba y mientras iban caminando hasta la habitación su mente comenzó a maquinar...Ya sabía qué iba a hacer con la cortesana y solo necesitaba estar a solas con ella, ¿o no?

-Yo no soy el juguete de nadie-dijo mientras la empujaba contra una pared de uno de los pasillos. La mano que tenia agarrada aumentó su apretón mientras la otra buscaba un collar de perro y una cadena que delante de las demás compañeras y olvidando el murmullo de su alrededor se lo colocó en el cuello.-Si eres una buena perra dejaré que te corras, pero si no... a las perras se les castiga con latigazos.

Esto último lo había dicho a su oido dando un tirón de la cadena y dejando un mordisco en el lóbulo de la chica, estaba comenzando a excitarse y quería hacer sus fantasías sin esperar el tiempo.-Y ahora perra dime donde está tu habitación, pero ve a cuatro patas.

por **Aloqua** Jue Mar 07, 2013 9:54 am

La sensación que en esos momentos experiamenta no sabría del todo bien como definirla. Me gustaba, ella pagaba y yo obedecía, aunque claro, en otra circunstancias no habría tenido una sonrisa ladina y lasciva, al contrario, habría querido cargármela como a esas estúpidas del psiquiátrico en el que me habían encerrado. Pero tendría paciencia...

Dejé que me pusiera el collar mientras escuchaba sus palabras, moridéndome en labio inferior ante la sensación de humillación que aquella mujer intentaba inculcarme. Para que mentir, era algo que conseguía excitarme sino fuera por el hecho de que yo solía mandar... Pero bueno, por un día que la dejara a ella no ocurriría nada, ¿cierto? Sonríe ladina y, como mi habitación era justo la que teníamos detrás, no me importó ponerme de rodillas, entrando en esta como si fuera un perrito al que adriestrar.

-Que sepa usted, que los latigazos, más que castigarme, consiguen excitarme.- La miré con una sonrisa, mezcla de psicopatía y lascibía. Le encantaba ese juego y, de repente, una de sus compañeras entró, algo asustada al aprecer.- Pues... Si a la clienta no le importa, únete... Aunque tiene pinta de intentar ser dura.-Sí, quería provocarla, cabrearla para que me hiciera daño. Todo el que ella pudiera.

por Sweet Von Teese* Lun Mar 11, 2013 7:52 pm

Este tipo de situaciones eran de lo mas comunes, no era algo de lo que Sweet se sorprendiera. Por ello lo pensó dos veces, pocas veces tenia la posibilidad de presenciar este tipo de actividades y verlo en otras personas, por lo que contemplando las acciones, miró con cara de póquer a la anfitriona, la dama rubia y sexy. Tenia muy bellos atributos.

-Discúlpeme Madamme, le molestaría que me quede observándolas desde el sillón?- pregunto con una voz mezcla de lujuria y disculpas por la intromisión.
La realidad era que lo de ser voyeur no siempre se daba, dependía principalmente del tipo de cliente, fue por ello que se quedó a la espera de su contestación. Era una oportunidad que no podía perder pero que tampoco podía obligar a que pase.

Si se sentía cohibida posiblemente la respuesta seria no, si en cambio buscaba otro condimento a la noche posiblemente aceptaría la compañía de otra prostituta.

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