un refugio por ésta noche - Libre

por **Mi Young Wang** Lun Jun 19, 2017 5:17 pm

Por tres días, había recorrido diferentes zonas de la ciudad, intentando librarse de los marineros, y policías de aduana, que la seguían, desde el momento de desembarcar, en el puerto de París. Era una prófuga, un polizón, que había descubierto un secreto que los marinos y aduana, no querían llegase a conocerse. Por eso, la seguían, dispuestos a dar con ella, costara lo que costara, y callarle la boca, o mandarla de vuelta a Corea. Tres días, pasaron de su llegada a París, y desde poner sus pies en tierra, supo que no podría dormir, ni comer, o descansar, mientras que aquellos hombres no dieran por terminada la cacería. Rogaba, por su bien, que pronto se cansaran, y así poder moverse con mas tranquilidad, para pensar que era lo mas conveniente para su futuro. De algo estaba segura, jamás volvería a Corea.

En todos esos días que llevaba en la ciudad, se negó a dormir, a comer, permitiéndose solo, interactuar con las personas, cuando, desesperada por la sed, suplicaba por un poco de agua, o cuando pedía permiso para recoger algún fruto maduro, de los arboles, que por su ubicación, sus ramas caían sobre las aceras. Así pudo comer un par de frutas, pero no eran suficiente, el estomago comenzaba a pedir nuevamente comida, en especial cuando llegó a su nariz, el olor inconfundible de una comida bien sazonada.

Un sonido, como un gruñido, se escuchó, en el solitario callejón, que colindaba al albergue. Aunque nadie podía observarla, las mejillas de la joven, se ruborizaron, inconscientemente, llevó las manos a la altura de su vientre y se reprochó, por no ser lo bastante fuerte para soportar una prueba como esa. Debía, ser fuerte, primero, era necesario encontrar un refugio, un lugar donde poder pasar la noche y si era posible disfrutar de algún plato cliente.

Suspiró, debería superar sus miedos y pedir a los del albergue que la dejaran pasar la noche allí, a cambio de trabajar por unas horas o unos días en aquel lugar. Inspiró profundamente, buscando valor para enfrentar lo que podría venir. Caminó hacia la entrada del albergue y golpeó la puerta, ésta se abrió suavemente, pero nadie se asomó, Young Mi, dudó por un momento, pero luego entro, - Hola, disculpe, ¿hay alguien en éste lugar? - dijo, aún con miedo de que alguno de los delincuentes la estuviera buscando.

por **Andrei Chezhekov** Mar Jun 27, 2017 7:45 pm

Andrei había ido a Paris para poder dejar unas cosas en venta e irse a vivir a América con Abigeil que en breves habían acordado en poder ser marido y mujer algún día. Andrei estaba paseando por las calles de Paris cuando vio que necesitaban ayuda para trabajar por lo que como no tenía nada que hacer y le gustaba ayudar a la gente, se metió en el comedor para poder ayudar un poco a servir comida a la gente necesitada, pero mira por donde, cuando pretendía hacer una buena acción, una nueva misión de trabajo salió a la luz de repente.

En el comedor había algo que dejaba patas arriba cada noche, los baúles de frío estaban siempre abiertos y cubiertos de sangre de carne de animal, por lo que le dijo al que se encargaba del comedor que tomaría el turno de noche, protegería al menos una parte del negocio del comedor aunque fuera vigilando por la noche los suministros que ya de por si eran limitados en este comedor de beneficencia.

Sirviendo comida, Andrei estaba todo el rato vigilando a todos. Cualquiera que pudiera tener gestos extraños, o que no quisiera la comida pero que al menos acepta el plato aunque no lo vallase a tocar, eso sería sospechoso. Entonces cuando empezó pronto su turno en el comedor, organizo todo y con su fuerte constitución atlética no tenía apenas ningún problema, pero lo que le sorprendió es que la gente no fuera paciente. Había demasiada gente esa noche en el comedor y no era fácil servir con apenas dos camareros y además tampoco es que hubiera demasiada comida en los cuencos de comida.

Más tarde, cuando Andrei pudo tener su descanso, se encendió un cigarro y a lo lejos vio a una muchacha que parecía estar huyendo de alguien y enseguida vio que se escondió para despistar a sus perseguidores. Dichos hombres le preguntaron si vio a una muchacha con rasgos asiáticos y negó de lado a lado por lo que los perseguidores siguieron su camino. Fue entonces cuando Andrei escucho algo en el interior y entrando rápidamente encontró a quien supuestamente robaba los suministros de los baúles de frio. Era nada más y nada menos que un gato en busca de alimento, peor ¿Qué tendría que ver el rastro carmesí que le dijeron que encontraron?

Andrei se fue para coger al gato con experiencia y cuidado, lo dejo en el suelo y entonces vio que en el interior del baúl de frio había la cabeza cortada de un animal. Dios. Andrei por poco se desmaya si no fue porque una voz le distrajo de repente que llegaba desde la entrada.

por **Mi Young Wang** Jue Jul 20, 2017 5:59 pm

Observó al hombre que parecía estar revisando unos baules, desde donde estaba, no podía ver con claridad lo que aquel baúl entreabierto contenía, pero le pareció que se trataba de una cabeza, - ¿Humana? - se preguntó mentalmente, y sin saber porque, dio por sentado que de eso se trataba. Aterrada por lo que parecía, estaba pasando en aquel lugar, no pudo contener un grito. Rápidamente llevó sus manos a la boca e intentó ahogarlo, pero ya era demasiado tarde, aquel hombre se había girado y la contemplaba, con un gesto que, al estar entre penumbras, no podía distinguir si era de sorpresa o amenazador. Quiso huir, pero, el temor de encontrarse con sus perseguidores la hicieron dudar - ¿y si afuera se encuentran aún aquellos los hombres que venían a por mí? - se preguntó, temblando de miedo, ante la posibilidad de car en manos de aquellos delincuentes. No, no podía huir, pero mantenerse en aquel lugar, siendo testigo de vaya saber que, o peor aún, un testigo que el culpable de haber metido esa cabeza en aquel baúl, tal vez era un destino mucho peor que ser atrapada por contrabandistas.

Tragó saliva, antes de intentar volver a hablar, -Po...po...por favor, no... no... me mate - logró decir -naneun amu maldohaji anh-eul geos-ida, yagsog - dijo atropelladamente en hangul, pronto se dio cuenta que no había usado el francés y volvió a repetir - Prometo, que no diré nada -, llevó sus manos al pecho, las unió en forma de plegaria y comenzó a inclinarse una y otra vez, -naleul jug-iji maseyo jebal - dijo entre sollozos, suplicando que no la matara, y volviendo a usar u lengua natal para comunicarse. Estaba aterrada, y no sabía que podría ser de ella, solo esperaba que aquel hombre la dejara escapar, o que otro apareciera para salvarla, - porqué no me quedé en Seul - se dijo, mientras continuaba suplicando por su vida.

por **Andrei Chezhekov** Jue Jul 27, 2017 7:43 pm

Las palabras de la joven estaban confundiéndole un poco por no decir demasiado.

- Tranquila – puso las manos en alto – no voy a matarte – rio divertido y rascándose los rizos de su pelo - ¿decir? Ah, no tranquila. Es comida congelada del comedor, no es nada del otro mundo – dijo mintiendo un poco pero en parte era verdad - ¿Qué haces aquí? – entro en la sala, cerrando la puerta detrás de sí mismo y echando el pestillo – Creo que tú eres la joven que unos hombres hace poco estaban buscando – chasqueo la lengua – Tranquila, les he dicho que no había visto a nadie – movió su mano sobre la cabeza de la desconocida, removiéndole el pelo de manera amistosa y cuando se levantó para estar de pie, se la quedó mirando.

– aunque la verdad si tienes algo que ofrecerme para que no hable, estás en tu derecho de pensar en algo sustancioso – Dijo acercando una silla contra la puerta y sentándose en ella, espero a que la joven se le ocurriera algo que pudiera servirle al cazador – Lo mismo puedo darte trabajo de sirvienta o bueno, yo estoy aquí por unas noches para ayudar a un amigo pero en realidad no trabajo aquí – Ladeo el rostro – Pero tengo una casa o bueno, la iba a vender…- se quedó pensando – Acércate – Espeto a la desconocida con brazos cruzados sobre su pecho, seguía mirándola, pensando en cual podría ser la función de la muchacha.

– Tal vez puedes ser mi sirvienta…..-sonrió de lado – Sexual – rio divertido – cuando me toque venir aquí a Paris por supuesto en alguna que otra misión que tenga que hacer…- Sonriendo de manera socarrona, se abrió de piernas, apoyó sus codos sobre sus rodillas y sonriente se quedó con la mirada fija en la asiática – Que estés tu para quitarme el estrés acumulado del trabajo y para cuando a mí me plazca - Acariciaba su barba de manera tentado en aquella idea con la asiática.

– Pero como soy un tío legal, no voy a hacerte pasar por ese mal trago. Voy a casarme próximamente con una gran mujer y estoy hasta los rizos de mi cabello enamorada de ella y por nada me gustaría estropearlo todo estando tan cerca, pero sí que te puedo ofrecer esa tapadera. Trabajando como una amante mía, en mi mansión de París, adecentándola mientras me encuentre ausente y tomarte días libres para cuando yo la ocupe…o si gustas puedes quedarte en ella pero sin cruzarte conmigo por la casa – Con aquellas palabras estaba más adecuado a lo que era la personalidad y el deseo sincero de estar con su amada Abigeil. No había mujer más adecuada que la más dulce de las Wright para casarse con él. Andrei era tosco y a veces un bruto en sus palabras pero para ello estaba Abigeil. Un bálsamo de calma y tranquilidad que calmaba hasta el más horrible pensamiento del cazador.

por **Mi Young Wang** Lun Sep 25, 2017 9:01 pm

¿Como había llegado a ese momento? ¿estaba escuchando bien? le estaba ofreciendo el puesto de una esclava sexual, de una amante. ¿como pago para que él no llegara a delatar su presencia allí? ¿como podía pedirle algo así?- ¿eotteohge geugeol malhae jul su issni? - dijo irritada ante semejante proposición. Podía estar asustada, temer por su vida, pero prefería perderla antes de semejante bajeza.

Se fue moviendo lentamente, escudriñando algún lugar por el cual escapar, no pensaba dejar que el despreciable hombre pusiera sus manos en ella. ¿acaso era esa la forma que trataban a las mujeres en aquella ciudad? no, estaba segura de que podían existir mejores personas que aquella que se jactaba de estar a punto de casarse y pretendía mantenerla como amante y doncella. ¡acaso no se casaba enamorado? ¿como podía ser infiel aún con el pensamiento a esa mujer que él aseguraba era una gran mujer?

sentía desprecio, hacia ese tipo de hombres, que eran capaces de cualquier cosa con tal de obtener beneficios. Que distinto que era a su amigo, a su amado, ese que había preferido enfrentar a su propia familia, con tal de que no los separaran. Pero las costumbres, las diferencias de clases sociales y la obediencia a los mayores, habían conseguido separarlos. Un nudo en la garganta le impedía hablarle, decir que prefería la muerte a semejante proposición. ¿acaso solo sería una broma de mal gusto?

Su mirada se posó en los movimientos del desconocido, para luego fijarlos en una ventana entreabierta, que se encontraba mas cerca de ella que de él, solo necesitaba llegar a ella y saltar a donde fuera que ésta la llevara. Pero de algo estaba segura, no se quedaría encerrada con un hombre como aquel, tan peligroso o mas, que los marinos que la habían estado siguiendo hasta asía un momento.

por **Andrei Chezhekov** Jue Sep 28, 2017 1:27 am

Estando frente aquella joven de idioma raro, Andrei esperaba sentirse un poco mejor si la mujer lo hubiera tomado en broma - trsnquila, a pesar de que no se que dices, debo decirte que es una broma y desde aquí varios metros de altura en el que te podras morir. Dejame ayudarte con esos hombres que quieren capturarte, te lo pido por favor y que no me montes una pataleta en la que tengas que dsrme un dolor de cabeza.

Andrei dijo aquello Un poco en calma pero seguramente la chica que tenia delante no le hariabcaso por lo que se cruzo de brazos - pero de verdad necesito alguien que cuide mi casa…y te estoy ofreciendo una nueva vida, un nuevo nombre para que esos tipos no te lleven como una verdadera esclava. Aqui la gente es muy cruel y cuando la buena gente quiere ayudar a otros, la gente buena es rechazada. - dijo con energia - tienes que confiar en mi de verdad lo tienes que hacer. Cuando te des cuenta…sabras que cuando dije que no vi a nadie, fue porque de verdad quiero ayudarte.

Andrei se levanto de su silla en la que estaba sentado, se acerco hasta la joven y cerro la ventana - es demasiado arriesgado pero o lo tomas o lo dejas y eres la verdadera esclava de alguien que pueda apagar sus cigarros en tu piel - diciendo esto Andrei volvio a sentarse en la silla para poder bloquear la unica salida que habia que era por aquella puerta pero por aquella puerta estaban los hombres aun preguntando o buscando, pero en el momento que ayudaba a su amigo, se entero de mas salidas escondidas que las descubriría si ella acaba confiando en él. Y aun esperaba a una respuesta que proviniera de la muchacha de rasgos asiaticos.

- Bueno, ¿Que haras? ¿Dejaras que te atrapen o dejaras que yo mismo te eche una mano para asi tu poder una nueva vida, protegida de los mercantes de esclavos? - Andrei le dio a elegir y pronto porque no tendrian toda la noche para poder decidir y poder salvarla si esos hombres volvian a por ellos.

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