No todo son apariencias... {M. Esprit}

por Invitado Lun Ago 02, 2010 8:34 pm

Nuevamente estabá hablando la estúpida de Cherr, según mi padre devería agradecer todo lo que ella me ha dado, pero... ¿Que me ha dado esa bruja?, nada definitivamente nada, no llegó a comprender ¿Qué le vio mi padre?...

Hoy tenía que ser la dama ejemplo, si no estabá claro que mi padre me castigaría de por vida, me encontraba mirando a la gente bailar, clasico bailes aburridos, ¿Quien los invento?, suspire, me quedé mirando a la gente y comenzé a imaginar... ¿Como sería si las mujeres usaramos pantalones?, seguro sería más comodó que usar estos calurosos y grandes saunas a los cuales le decimos "vestidos", miraba que mi padre no dejaba de platicar con sus socio y bueno Cherr seguía pertubando mi aura, cuando por fin se calló... "gracias dios" pensé, me limté a sonreir, me levante de la mesa y salí del salón del Palacio.

Camine hacía los jardínes, y entre al Laberinto, comenzé a caminar sin rumbo, hastá que llegé a una grna fuente, la mire mientras veía como caía en el agua, me mordí el labio inferior lo cual significaba que tenía alguna travesura en mente, mire que no hubiera nada al rededor, y me quité los lastimosos tacones que traía, me senté en el borde de la fuente, y bueno... salté a ella, sentí como el agua caía en mi vestido, sonreí, estabá ahogandome de calor, como dije solo a mí se me ocurrian idea chifladas.

por **M. Esprit Blorktenkwrock** Lun Ago 02, 2010 9:08 pm

Realmente no había mucho allí. La mujer hablaba y los humanos bailaban. Lo único que le deleitaba a Esprit, era el sonido de la orquesta. Distinguió allí cada instrumento, y con un poco de picardía, se entrometió en los pensamientos de todos. No se sorprendió al escuchar que todos estaban completamente aburridos. A uno de ellos, le picaba muchísimo su pie. Esprit no pudo evitar sonreír y en su pequeño descuido, una dama le tomó de la mano. “¡Bastante atrevida!” pensó él, mientras que su cara mentirosa, esbozaba una linda sonrisa. La danza de la muchacha era casi perfecta, al contrario que la de él; los bailes no eran algo de él. La sonata duró unos cuatro minutos, pero la paciencia de Esprit solo duró dos. Soltó a la muchacha y con una reverencia, le saludó. Tomó a un muchacho y lo llevó hacia ella, la cual con una sonrisa le agradeció. Después de todo, ella estaba bailando con Esprit, solo porque su padre le estaba observando.

Tomó una copa de vino blanco, y salió hacia los jardines. Los perfumes que se encontraban en aquel salón le estaban ya dando asco. “¡Cuánta impureza!” protestaba en su mente mientras bebía de aquel vino, que refrescó su garganta ya seca. La poca brisa que había removió los cabellos rebeldes que le molestaban en su frente. Terminó su vino y dejó caer la copa en la grama, encaminándose hacia el laberinto. Desabrochó los botones de su blazer, dejando que se note su camisa de seda con un volado fruncido, con vetas de un color carmesí. Incrustado en el traje, se encontraban pequeños rubíes, toda una elegancia.

Sintió, o intuyó que algo sucedía. Caminó siguiendo sus instintos y se sorprendió un poco al notar como una pequeña, jugaba dentro de la fuente, mojando su vestido que parecía ser bastante elegante. Negó con su cabeza, y su rostro serio, se tornó en uno amistoso. Se acercó a la fuente, procurando no mojarse. -¿Qué hace aquí? Pescará una gripe-

por Invitado Lun Ago 02, 2010 9:33 pm

Me gire al escuchar una voz; mientras sentía como el agua caía sobre mi cabeza, alze amabas cejas mientras caminaba y para salir del gran chorro que caía en mi cabeza y me sentaba en la orrilla de la fuente, "¿Desde cuando llegó esté hombre?" pensé.
-¿Pues que está ciego?, es logicó que estoy dentró de una fuente- Dije divertida mientras sonreía de lado, con mis dos manos tomes mi cabellera la cual exprimí con mis dos manos, "Por dios ¿Cree que soy una chiquilla para no saber que pescaré un refriado?" pensé mientras alzaba una ceja.

-Más bien ¿Que hace usted aquí? se supone creo yo devería estar en la fiesta no hablando con una desconocida como yo-Saqué mis piernas con mucho cuidado de la fuente mientras seguía sentada, seguró a mi padre le daría un infarto al verme así; perfecto, así se arruina su noche y tal vez podría arruinarle la velada a Cherr mojando su ropa, claro que podría hacerla desaparecer de mí vida llevandola a una horca para que muera feliz mente. Sonreía para mi misma mientras pensaba una muerte perfecta para Cherr.

por **M. Esprit Blorktenkwrock** Miér Ago 04, 2010 8:32 am

Los gestos de la pequeña no le fueron indiferentes y sin esperar mucho y prestar muy poca atención a lo que ella decía, agregó con certeza; - Recién he llegado, si te preguntas – sonrió de forma amable y alejándose un poco más de la fuente, observó a la muchacha, dándose su propio tiempo para contestar de la mejor manera. – Pues, las muchachas son más inmunes a los resfríos, pero aun en verano, tu protección puede ser menor – No quiso agregar más, puesto a que se transvasaría sus palabras, dejando en luz, la real imagen del apuesto y elegante Esprit. Observó con ambas cejas elevadas a la muchacha, y con una media sonrisa procedió a alejarse aún más, encaminándose a una banca, color blanco que se encontraba allí. Había unas seis bancas en total, acompañadas por lindos faroles, de tenue luz “Cómo a mí me gustan” y todas ellas, rodeaban a fuente dónde se encontraba la pequeña.

-Cabe mencionar que no me agrada el baile, y debido a la cordialidad he venido hasta aquí. Espero no sea de molestia mi presencia y por ello, pido disculpas – su voz detonaba suavidad. Había vivido 314 años en Francia, y por consecuente, su francés era perfecto. Manejaba las jergas y jugaba con el acento, pero siempre servía, aquel francés con un acento británico, que distraía a las personas, dejando en cuenta que él no era más que un visitante y por lo tanto, el trato sería más cordial. Los pensamientos de la muchacha le fascinaron. “Inocentemente asesina” pensó, y se manifestó tal maravilla en una diminuta curva en sus labios, que hacía que su cicatriz se acentuara y parecía que estaba sonriendo. Era adorable.

- ¿Se encuentra bien? – preguntó, con suma cordialidad, levantándose de su silla y haciendo una pequeña reverencia, ya que antes lo había salteado.

por Invitado Miér Ago 04, 2010 1:22 pm

¿Habrá sido tan evidente lo que pensé sobre la llegá de esté... hombre? continúe mirando al señor...? hombre..? caballero?, bueno a él; inconsientemente fruncí el ceño.
-En estos momento no me importa mi protección-Dije con cierta descortes en el tono de voz.

Escuche lo que decía sobre el baile y en cierta razón de igual modo no me agradaba el baila, más bien quería salir de ahí lo antés posible, era un infierno, solo escuchaba a la gente halando de estupideces... "Mediocres" pensé. Es más ya erá un infierno tener que estar junto a mi padre y mi madrastra.
-No, no es molestía su presencía-Me econgí de hombros dandole a enter que me daba igual su estancía aquí.

-Si estoy bien; ¿Por que la pregunta?-Me levante de dondé estaba mire su reverencía a la cual solo sonreí de lado. Sentía algó pesado el vestido debido al agua. "Dios desearia estar todo el día en camison ó en ropa interior que estar soportando estó" Hize una mueca.

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