Quillan Kingsley Porter Holmes

Nombre del Personaje: Quillan Kingsley Porter Holmes.

Edad: 37 años.

Especie: Homo sapiens sapiens Var. caza pollos.

Tipo, Clase Social o Cargo: Clase Alta.

Orientación Sexual: Heterosexual.

Lugar de Origen: Cruden Bay, Aberdeenshire, Escocia.

Habilidad/Poder: Posee un buen manejo con las armas de distancia, y le gusta experimentar con ellas. También tiene buena habilidad con las peleas cuerpo a cuerpo, pero se siente inseguro con las armas de filo.

Es un hombre alto y de apariencia fornida, pero más que apariencia también es un hecho. La cacería es su vida y pasión. A diario entrena por mantener la ventaja que ya se ha hecho con su propio cuerpo y agilidad. Saca partido de cada rincón de si mismo, cada fibra y flujo de su cuerpo es convertido en un arma o un escudo de defensa. Sin embargo, no es nada tosco y posee una destacada finura en sus dedos ideal para el manejo de las armas y otras artes, entre ellos el arco y también el piano.
Su cabello es castaño y arremolinado, por eso debe usarlo corto o perdería el aspecto bien cuidado que desea mantener. Vanidoso e incluso un poco pedante, se sabe atractivo ya sea por su reflejo o por el bolsillo. De piel ligeramente bronceada, con cejas gruesas y mirada expresiva, intensa, con una visión destacada dentro de los mismos humanos. Los labios gruesos y bien definidos, mandíbula fuerte y barbilla redondeada terminan por brindarle un aspecto bastante masculino y llamativo, reflejo de una persona que definitivamente sabe como imponerse y tomar posesión de un lugar por el que frecuentemente le gusta pelear.
Uno de sus orgullos es su bien formado y firme trasero, si no fuese porque el abrigo largo abriga bastante en invierno, prescindiría de él para siempre mostrar sus atributos. Posee una buena espalda, ancha y firme, aunque por supuesto también un par de cicatrices bien ocultas, pues su vanidad le impide el dejarlas a la vista a menos de que ya tenga a su “presa” asegurada. Su risa se decora de un par de hoyuelos, los que poco se ven en situaciones normales a menos que ya se encuentre en confianza o luchando contra un enemigo, pues suele ser bastante burlesco. Odia su cabello rebelde, por ello le maneja corto, pero —extrañamente— ama sus uñas, aún cuando tiene la manía de descuerar sus bordes y escupir el trozo de piel restante en momentos de estrés.

Su carácter es fuerte y bien marcado, parece no dudar en nada pero, como en todo el mundo, aquello no es más que apariencias. Ha dudado y ha temido como todos, pero cree que mostrar sus debilidades es entregarse en bandeja a la derrota. Aún así, no cabe duda de que si hubiese que clasificarle, acabaría metido de los primeros en la categoría de los valientes, y ¿por qué no? también un poco tonto y atrevido, osado como le llamarían los otros de su misma calaña.
Carismático y agradable cuando quiere, cuando sabe que le conviene hacerse de contactos o alargar los momentos de distracción, pero odioso y atrevido cuando se le da la gana. No duda en decir las verdades y no lo hace de la manera tan sutil como muchos preferirían, sino de la directa y sin tapujos, incluso con un poco de acidez innecesaria pues adora el sarcasmo.
Es desconfiado, tenaz y sumamente entregado cuando se lo propone, regala de sí sin reservas, pero también quita con demasiada facilidad. A veces peca de engreído y otras tantas de brutalidad en su más salvaje esencia. Le gustan las peleas, le gusta sudar la gota gorda hasta obtener la recompensa, no sólo se dedica a su trabajo por el buen dinero sino también por verdadero gusto, pues está seguro que si no se hubiese hecho cazador de seguro sería un luchador.
Ya la experiencia le ha hecho olvidarse de ser un caballero, vela primero por el mismo y luego por el resto, sabe que las hembras son tan malvadas y endemoniadas como el peor de los poseídos. Su mente tampoco está muy limpia, pero le deja dormir tranquilo. Probablemente a la única mujer que respeta con todas sus letras, es su santa madre, y no hay otra. A sus ojos, todos son iguales y no hay peor miedo que el que no se enfrenta.

Nació en las verdosas zonas costeras de Cruden Bay, hijo de un exitoso cazador y una abnegada dueña de casa, un matrimonio joven que no se casó hasta que la mujer dio a luz a dos varones, los primeros hijos hombres que tenía Jack Cornellius, pues a las hijas mujeres no las había reconocido ni tampoco se había casado con sus madres, siendo Coraline la única afortunada que pudo hacerse del apellido Porter y la buena fortuna del excéntrico guerrero proveniente de una familia de tradición cazadora, en la que se esperaba el nacimiento de cada varón para unirlo a la causa. Así fue como Jack tuvo dos gemelos de una misma camada, a quienes enseñó desde pequeños el arte de la cacería.
Primero comenzaron con animales, todo como un juego de niños, acampando aún antes de saber leer y escribir, ahí en medio de los bosques, junto a una enorme fogata de la cual se alejaban esperando tender la trampa perfecta para la presa perfecta; ciervos, venados, jabalíes e incluso algunos especímenes aún más salvajes. Desde niños que se alimentaron de su propia caza e incluso aprendieron a cocinar serpientes y otras carnes poco comunes, mientras su madre se quedaba sola en casa por semanas completas.
Los niños crecieron y a medida que pasaban los años fueron diferenciándose cada vez más en cuanto a personalidad, mas en lo físico continuaban tan iguales como dos gotas de agua, salvo que uno era diestro y el otro zurdo, y que si uno tenía un lunar a la derecha, el otro lo poseía a la izquierda. Fue así como cada uno se perfeccionó un tipo de arma y se sincronizaban tan bien que la cacería de seres sobrenaturales se les hacía un verdadero juego de niños. Mas sus intereses también eran distintos y Dante, el hermano gemelo de Quillian, parecía cada vez atraído por los endemoniados vampiros a quienes deseaba perseguir a solas, hasta que un día simplemente desapareció. Desde entonces que su familia le busca, pero Dante jamás regresó; nadie sabe que pasó con él, Quillan cree que aún está vivo y que fue secuestrado por un vampiro, aunque su madre afirma que se convirtió en uno de ellos.
Su padre, por tanto, siempre se mantuvo al margen de cualquier opinión que pudiese marcar la tradición de su apellido. Sin embargo, no alcanzó a opinar demasiado, pues poco después cayó en una extraña enfermedad que le dejó parapléjico y sin habla alguna. Actualmente, su madre continúa haciéndose cargo de su padre mientras Quillan trabaja para llevar el sustento al hogar, ya sea como cazador, mercenario o guardaespaldas, moviéndose siempre por aquello que mejor ganancia y reputación le generen. En otra palabras, sólo vela por sus propios intereses... hasta ahora.

# Tiene el corazón hacia el costado derecho y es zurdo. Esto producto de la división tardía del óvulo fecundado, el cual dio origen a lo que se llama como "gemelos espejo".
# Sabe tocar la gaita, la armonica y el piano.
# Carece de tacto, pues cada vez que intenta decir algo delicado resulta un verdadero desastre.
# Es amante de los berries, el chocolate y los tomates.
# Siempre lleva la ironía a flor de piel.
# Le gusta bailar, apostar y beber.
# Es muy amigo de las cortesanas, pero no le gusta pagar por sus servicios si tampoco usarlas en medio de sus misiones.
# Es sumamente dedicado a sus lavores.
# Es amante de los perros y posee una conexión especial con ellos.
# Tiene la costumbre de buscarle caries a cada uno de los vampiros que atrapa.
# A veces es un poco grosero.
# Le gustaría tener una familia, pero aún no se siente con tiempo para ello.
# Siempre lleva bajo su ropa, una cota de maya liviana llamada "Amanda".