¿Cazados? (Privado)

por **Gemma Tanner** Lun Mar 04, 2013 8:00 pm

La sangre goteaba de su mano izquierda mientras que en la derecha cargaba la cabeza de aquella que había sido su presa de esa noche y un poco más delante yacía el resto del cuerpo de aquella criatura. Un cambiaformas que se había encontrado en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Con una sonrisa en el rostro y mirada vacía Gemma levanto la cabeza mirando fijamente aquello que no era humano pero a la vez lo era; soltó un suspiro al mismo tiempo que abría su mano para que la cabeza se estrellara en el suelo.

- Estúpidas criaturas - menciono dando la espalda a aquella escena que ella misma había creado, cual artista a un cuadro; solo que él cuadro de ella estaba repleto de sangre, destrucción y oscuridad. Camino con paso firme alejando su presencia de aquel lugar para dejar abandonada su obra de arte, de la que solo todo aquello que lo rodeaba, la luna y las estrellas serían testigos.
Si miro el brazo, que tenía un arañazo del cual brotaba sangre, al igual que la que brotaba de su mejilla derecha pero no le importaba aquello, de haber sido criada de manera diferente se preocuparía por las posibles cicatrices pero no podía hacerlo. Tampoco podía dedicarse simplemente a los negocios familiares de los que ahora era responsable, aquello de matar seres sobrenaturales era lo que más le llenaba, porque si no lo hacía se sentía más vacía de lo usual.

Sus pasos se alejaron cada vez más de aquel lugar, llevando por el mismo camino por el que antes había llegado hasta aquel sitio. Las zonas más alejadas de París le gustaban, eran de lo mejor para poder encontrarse con esos despreciables animalejos; cada vez que viajaba hasta ellos se iba con una nueva muerte a cuestas y con alguna que otra herida que la llenaba de orgullo.
De manera repentina sintió que no estaba sola pero permaneció impasible, deteniendo su andar.
- Vas a seguirme todo el camino de regreso o te mostraras ante mi de una para que pueda dejar tu cuerpo aquí - hablo con tono de burla y llevo sus manos hasta la cadera, donde tenía dos dagas, estaba dispuesta a atacar sin dudarlo - no me gustan esas jugarretas de chiquillos estúpidos - su voz cambio al mencionar eso volviendo fría y fuerte; no le gustaba sentirse presa de nada ni nadie.

La sangre de la cazadora seguía corriendo, pero esperaba en este nuevo lugar no solo quedara la suya si no también la de aquel que le estaba siguiendo.

por **Drach Stronghold** Miér Mar 06, 2013 2:18 pm

Me encuentro muy cómodamente sentando sobre la cama enfrente de mi hija, ella estaba dormido, la quiero tanto, es mi razón de vivir, como muchas veces lo he dicho, por ella y por mi hermana he de luchar para no morir, no pretendo hacerlo, tampoco que lo hagan; tengo una vida por delante, mucha vida diría yo, veré crecer a mi hija, veré casarse a mi hermana, de igual manera a mi hija que tenga familia seré abuelo, dios, tengo muchos sueños para ambas mujeres de mi vida, pero ¿Yo? No se lo que va ha pasar conmigo, mi difunta esposa ya tiene mucho tiempo muerta, tengo que superar este trauma pero no se, no se que voy hacer, no se si encontrare el amor, no se si me quedare solterón, digo viudo por el resto de mi vida, no se nada en este momento.

Pase mis dedos sobre la mejilla de ella, tan caliente que es ella, y yo tan frio, un fuerte gruñido se apodero de mi garganta y salió, mirando que se movía bruscamente mi hija, me aleje para dejarla descansar, hoy, como todas las noches iba a salir a pasear, un paseo nocturno como siempre. Tome mi chaqueta y suspire un poco mientras me la abrochaba aunque yo no necesitaba eso, quería darle a mi personalidad una buena pinta, a los cazadores confluirlos tan siquiera un poco de igual manera a los inquisidores; Salí de casa sin rumbo, estaba un poco distraído, no quería pelear con nadie, simplemente quería pasar la noche agradable ¿Podía tener eso? ¿No o si? No se, solo este día sabremos que pasa. -Vamos, no pongas esa cara, Camarada, ve, sal conmigo y vamos a cazar un rato-Encogí los hombres, Antoline, el Duque de Italia estaba parado enfrente de mi casa, él era mi amigo, mi único amigo, bueno contando con Frausto, que me identifico más, porque como yo, Frausto consume sangre de animal, mientras Antoline no, el si mata a las personas; asentí, pero el iba por un humano y yo por un animal, y comenzando la caminata, pero me separe de Antoline cuando el empezó atacar algunas mujeres.

Adentrarme a la zona alejadas y abandonadas de parís para poder cazar un animal note que alguien se encontraba aquí, la comencé a seguir con una sonrisa, era de una mujer, que no se, pero tiene algo que me llamo la atención, así que era una cazadora, creo que ,e siguen las cazadoras mujeres; después durante minutos que la seguí escuche su voz y solamente sonreí sin salir de donde estaba escondido.

por **Gemma Tanner** Jue Mar 07, 2013 1:28 pm

Un gruñido apenas audible brotó molesto de los labios de ella. Los sobrenaturales eran estúpidos pensando que las sombras eran siempre sus fieles aliadas, pero pocos de ellos conocían a cazadoras como ella; que ante la luz del sol aparentaba ser una mujer encargada solamente de los negocios familiares que se habían quedado a su cuidado pero la realidad era que la noche le traía libertad justo como a toda esa bandada de escoria.
- ¿No me has escuchado? Te he dicho que salgas y te muestres ante mi - llevo su mano derecha hasta su mejilla y retiro parte se la sangre que corría por ella y después la llevo de nuevo a su cadera - pero si quieres jugar un poco te concederé tu deseo, juguemos. - la voz de la cazadora seguía sonando de manera fuerte, ella estaba decidida a dejar ahí todo lo que fuera necesario con tal de llevarse la satisfacción a cuestas de la desaparición de aquel ser que aun no podía identificar.

Su mente repaso las enseñanzas que su padre le dio cuando la entrenaba, eso siempre le pasaba. Su cerebro pasaba de manera sistemática todos los pasos a seguir según lo que en esos años cazando había aprendido.
De manera veloz saco una daga, no de sus caderas si no de su corsé, la otras estaban destinadas a si era atacada de manera directa. Cuando sus dedos tocaron la daga realizo un rápido movimiento haciendo un lanzamiento de esta en dirección de donde sus sentidos le decían que se encontraba el enemigo. Aquel movimiento iba destinado únicamente para poder observarle si salía y darse cuenta de con que ser estaba tratando.

Una sonrisa complacida se dibujo en su rostro. Esperaba que aquello le ayudase de la forma que ella quería y no solo le provocara la perdida de una de sus valiosas dagas.
Aquella arma cruzo la distancia hasta que se perdió de su vista en le oscuridad. - Entonces, ¿Jugamos? - se mantuvo inmóvil y alerta en su sitio esperando algún movimiento o sonido.

por **Drach Stronghold** Sáb Abr 06, 2013 2:00 pm

¿Jugar? ¿Ella quería jugar conmigo? Es como jugar al gato y al rato, cada vez que estamos a punto de arrancarnos la cabeza algo pasa.

Salte del árbol donde estaba. Caminando hasta donde ella se encontraba, hace días que no la miraba cercas de este lugar, a decir verdad la extrañaba, mucho pero no se lo iba a decir, claro que no, ella me diría primero, antes que yo, eso esta claro desde el principio.

-¿Jugar conmigo? Sabes que vas a perder mi querida cazadora-Reí, cruzando mis brazos y yendo hacia ella. Empece a caminar a su alrededor, mirándola, era hermosa no lo negaré, por algo me he fijado en ella, tan mujer, tan ella- Pero sabes que vas a perder -Me burle, sí siempre le decía eso para sonreír un poco mas-Entonces, que el juego comience -Dije para ir tras ella.

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