-Évelyne Courtois-

por **Évelyne/Darya Ivashkov** Vie Mar 15, 2013 1:27 pm

Cómo abandoné la profesión de cortesana.

La verdad es que necesito desahogarme, llevo pasando unos días bastante malos y no he encontrado otra mejor forma que escribir en el diario que mi madre me regaló por mi décimo cumpleaños, el cual tenía bastante olvidado pues la verdad nada interesante me había ocurrido recientemente. Siento como una bola en la garganta...y nadie parece estar dispuesto a escucharme. Quizás me di cuenta de que he estado sola todo este tiempo. Cuando miras atrás ¿qué es lo que ves? ¿qué has hecho realmente?

¿El por qué de haber dejado de ser una señorita de compañía? Aquí lo necesito explicar detalladamente, para no reprocharme nada a mí misma y tener muy claros mis motivos.

- Cómo comencé en esto-
Me remonto a Rouen, una pequeña zona de Francia donde viví hasta los 16 años. Convivía con mis tres hermanos mayores, mi padre y mi madre, pero en el momento que ésta murió la vida se convirtió en un infierno para mí. Incluso estando ella viva, sufría cada día tanto maltrato físico como psicológico y era discriminada por mis hermanos (quienes odian a las mujeres o solo las ven como objetos); a medida que pasaban los días mi cuerpo empezaba a sentirse más cansado, cada vez con más heridas. No estoy exagerando, y es que se creían que era su criada, que no podía hacer nada cuando en realidad soy mucho más fuerte e inteligente que ellos (sino miradme, ahora soy profesora). Amargada y cansada de todo, decidí abandonar mi hogar y dejarme llevar por el viento y mis instintos.

Llegué a París a punto de cumplir los 17, recuerdo que era un Enero bastante frío y que estuve enferma por no poder cuidarme bien. Era una ''niña'' sin nada de dinero (no es como si hubiera pasado 40 años..), sin techo donde resguardarse y sin comida. Y entonces, allí lo vi: el burdel; enseguida que pasé por la puerta una señora mayor (la que llevaba todo eso en ese momento) me paró y me miró de arriba a abajo, seguidamente me llevó a un cuarto donde conversamos durante un rato. Me preguntó acerca de mi vida y entonces, al ver mi situación decidió que lo mejor sería que me incorporase allí y trabajara regularmente... Para ser sinceros, la verdad es que en ese momento fue lo único que encontré y no sabía cuánto tiempo iba a tardar en encontrar un trabajo digno. Finalmente, empecé a trabajar allí.

Había un problema... era virgen, y no sabía lo que era tener relaciones, pero con la ayuda de mis ''compañeras'' y la experiencia conseguí ser una de las más solicitadas en el burdel. Los primeros días fueron horrorosos, sobre todo cuando llegaban hombres mayores, imaginaros: una chica de 17 años (ya los cumplió) que había sido siempre apartada de los placeres, no entendía nada. Poco a poco empecé a aceptar mi trabajo, incluso a gustarme. Conseguí una casa digna, comía y bebía bien todos los días y podía mantenerme pulcra.

Una de las cosas que odio acerca de mí misma fue el enamorarme de un vampiro apuesto... que frecuentaba mucho el burdel y siempre preguntaba por mí. Estuvimos un tiempo juntos, todo eran chispas, disfrutábamos de un gran sexo pero me di cuenta de que no me quería, solo le gustaba alimentarse de mí. Lo mandé lejos pero aún temo que esté muy cerca de mí. Desde entonces, ya intento no ser tan tonta como antes respecto a esos temas. (Hablaré pronto de cómo fue mi relación con él más extensamente)

Pues bien, siguiendo con el tema del burdel. El tiempo pasaba, y allí seguía. Me estaba engañando a mí misma, cada vez esa situación me llamaba menos, quería ser algo más; tenía y tengo ambiciones de ser alguien importante en esta vida, de dejar huella, de no ser reconocida solo por eso. Deseaba ayudar a la gente de otra forma, como por ejemplo siendo enfermera o profesora (tal y como soy ahora). Entonces, hará un mes decidí dejar ese trabajo y resulta que hay un par de personas que se lo tomaron mal, pero es mi futuro y no me veo toda la vida dando placer a personas que no conozco, no.

Actualmente, imparto clases de astronomía a mis alumnos (que parecen mostrar cierto interés por mi asignatura) y por las tardes voy al hospital. Tengo la noche para mí sola, para pensar o para saltarme las reglas un rato pues aunque ahora no trabaje en el burdel, eso no significa que no pueda divertirme de la manera que lo hacía antes; Évelyne no se ha ido a ninguna parte.

por **Évelyne/Darya Ivashkov** Dom Abr 14, 2013 3:06 pm

¿Soy yo la que provoca éste frío ambiente?

Hoy es un día más gélido de lo habitual, y no solo por la temperatura sino también por el ambiente. Parece como si la gente se hubiera metido corriendo en sus casas, que hubiera pasado una bandada de cuervos pregonando un mal augurio, pero ¿y qué? Yo estoy en la calle y de momento no he sido comida por nada. La verdad es que es mejor así, que abunde este silencio… lo único que puedo escuchar es el silbido del viento y el crujido de algunas hojas y ramas; se está bien en el bosque. Por primera vez en mucho tiempo me siento algo triste, y mira que es raro que me quiten mi vitalidad y felicidad pero esto de no verlo apenas me está matando. Le amo tanto… desearía poder estar con él todos los días, aunque ya sé que me esperaría algo parecido a esto, ambos sabemos que iba a ser complicado.

Creo que he crecido como persona y crezco aún más cuando estoy con él; siento que puedo con todo, que somos los amos del mundo y es que nunca me había sentido de esta forma con alguien. En apenas un año, he pasado de estar cada noche con un tío distinto a dar clases a niños y cuidar enfermos. Estos trabajos son los que me hacen darme cuenta de que hay cosas más importantes que otras. ¿Qué es mejor que transmitir tus conocimientos a otros y que los sepan gracias a ti?

No sé si habrá alguien cerca de mí ahora mismo, mientras estoy escribiendo esto, pero siento como si alguien me vigilara… ¿Será algún fantasma? Y, hablando de fantasmas… no quiero que los fantasmas de mi pasado se paseen por la vida que tengo ahora, pero sé que es imposible deshacerse de las cosas y personas tan rápido (si es que de verdad quiero deshacerme de ellas). Hay ciertas cosas que ya no puedo hacer y tengo que aprender a vivir con ello pero es que a veces me siento TAN confusa y sola…

-Hay un manchón de tinta corrida- ¿Y ahora por qué lloro? Digo que soy adulta y me encuentro llorando de nuevo.. ¿Pero qué mierda es esta? Y tampoco sé porqué escribo estos insultos, yo nunca los digo… ¿Es posible dejar todo tan de repente e intentar olvidarse de lo que eras antes? Creo que una persona no puede cambiar tan rápido sin sufrir las consecuencias de ello. ¡Espera! Creo que viene alguien…

-Évelyne Courtois-

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