Sobreviviendo en París(privado)

por **Inma Vargas** Mar Mar 26, 2013 7:30 pm

Necesitaba dinero para comer y no se la ocurrió otra cosa que alejarse un momento de los callejones que solo gente como ella solía regentar para intentar conseguir algo de dinero o para comer. Nada más salir de aquel callejón se encontró una calle repleta de gente que iba y venía apurada. Su fiel acompañante un lince Ibérico la seguía de cerca pues no se alejaba de ella ni un momento. Mientras tanto Inma intentaba marcarse un objetivo al que embaucar y parecía que ya había marcado uno de sus objetivos.

Un hombre regordete que parecía poco inteligente pero que al nacer en una familia acomodada tenía todo lo que necesitaba. Llevaba un pequeño maletín consigo, seguramente iría a algún sitio importante y por su apariencia podría llevar hasta comida en aquella maleta pequeña de mano que llevaba consigo. Miró a Sacai que este captó el mensaje y se alejó de ella quedándose la gitana sola mientras desabrochaba los primeros botones de la camisa que llevaba para poder enseñar un poco más su escote.

Camino de forma seductora hasta el hombre que este sudaba ante los andares rápidos que llevaba y que no podía con su peso. La Vargas al acercarse notó como el parisino de grandes dimensiones empezaba a disminuir el paso y se la quedaba mirando, cosa que aprovechó la morena para lanzarle una calida sonrisa que hizo que el varón se sonrojara, ahora era el momento en que la española aprovecharía.

- Buenas caballero, seguro que le gustaría saber que tal le ira el día....venga hermoso si quieres te leo la mano para ver que tal te irá hoy....-dijo de forma extrovertida y con el salero natural de los de su raza.

Sabía que al piropearle una joven atractiva como ella ganaría su confianza y es que entre muchas cosas que sabía hacer embaucar a los demás era una de ellas. Al principio parecía dudar pero al final el caballero acepto mientras dejaba el maletín en el suelo e Inma le sonreía calidamente. El regordete le enseño la mano algo sonrojado mientras la morena empezaba a leerle la mano. En verdad es que no había nada interesante tan solo el disgusto que iba a tener en unos momentos.

-Oh veo que vas a tener un buen día y que todo lo que te propongas te saldrá bien...-comento mientras dejaba caer el peso de su cuerpo en una pierna ladeando la cintura a un lado.

Esa fue la justa señal para que su lince,Sacai, llegará por atrás, le quitara el maletín y se marchará corriendo por el callejón. Ella siguió mirándole la mano un rato más sin sacar ninguna conclusión hasta que por fin la Vargas supo que era el momento de irse de allí ya que su mascota la estaría esperando guardando lo que había robado apenas un rato.

-Bueno iré a por las cartas, por que me parece un hombre interesante su mano dice mucho de usted-comento la española-ahora mismo vengo quédese aquí, no se mueva ¿eh?-le advirtió marchándose por uno de los callejones que nunca frecuentaría una persona como él.

El señor que acababa de ser robado se seguía mirando la mano tontamente intentando saber que había leído la Vargas en su mano, pero cuando se quiso dar cuenta del robo, Inma ya estaba demasiado lejos y en uno de los callejones donde había delincuentes,pobres y gitanos como ella. Se sentó en el suelo de un lugar apartado donde solía ponerse ella con otros gitanos que ya la eran conocidos mientras veía llegar a su mascota con la recompensa.Acarició a Sacai la Cabeza mientras tomaba el maletín y rebuscaba que había conseguido aquella vez y si tendría algo para comer.

por **Richard Valerius** Sáb Abr 06, 2013 10:00 am

Pase el dorso de mi brazo por mi rostro, estaba un poco cansando, tenía ganas de echarme en mi caja de cartón y no salir, junto con mi mascota, que ella me ha acompañado casi toda mi vida, aunque temo perder a mi mascota por cosas que suelen pasar en parís; no, que haría sin perrita, estoy solo en el mundo, pero hace días miré alguien parecido a mí, no lo podía creer, fue de noche, era igual a mí, pero él era un poco más viejo, dos años mayor que yo o tres, no conté mucho, apenas cumplí mis diecisiete años de edad y no se mucho de la vida, no sé leer ni escribir, tengo una carta de mi mamá que nunca la he leído, aunque tengo muchas ganas de leerla pero no sé, y no sé quien me enseñe a leer, asi que no puedo, sin ponerme triste seguí caminando, tenía mucho calor, la ropa parecía quemarme, pero tenía que ser el esfuerzo de no quitarme la maldita ropa a la mitad de la calle. Llegue a mi casa, que era aquella caja de cartón, adentro tenía muchas cosas valiosas, como un periódico que decía algo de ese hombre que se parecía a mí, se llama Frausto Alexandrei Figueroa, era idéntico a mí, no comprendí pero no tenía la cara para ir a su casa y presentarme como algo de él, que pensaría él, no, él es grande, él es importante que hasta los periódicos sale, de ese modo mejor me aleje de él para que no me encontrara ni yo a él porque iba a tener más curiosidad de saber porque nos parecemos mucho, mejor así lo dejo que el destino haga su jugada como siempre lo ha hecho.

Seguía mirando mis cosas en aquella caja, que me dormía, era mi cama, mi sala, mi comedor, todo, claro, menos el baño. Mire después una fotografía, era mi madre tan hermosa es señora, después un anillo, es la única cosa que no he venido, es hermoso, de oro y me gusta para mí pero me queda grande espero crecer un poco y que me quede en mi medida, tiene unas iniciales “F.A.F” no sé qué es y tampoco me interesa-Pero es mío-Dije, mirando el anillo a la luz del sol, pero lo guarde rápido para que nadie me lo viera si no me lo iba a creer quitar y es lo único valioso que tengo, claro, aparte de la foto de mi madre y carta pero eso no se vende y el anillo sí. Me recosté en mi casita, esperando, nada, no estaba esperando, así que cerre mis ojos descansando un poco.

por **Inma Vargas** Sáb Abr 06, 2013 12:39 pm

Tras analizar el interior sonrió, aquel señor gordo tenía mucha comida en su maletín junto a un periódico, un mapa de la ciudad parisina y unas cuantas monedas. Todo aquello resolvería la vida de la gitana por un tiempo. Se levantó pues muchas miradas reposaban en ella fisgoneando aquella maleta que acababa de robar y no la gustaba que ojos indiscretos la analizaran para ver como robarla el botín que ella misma había robado.

Se llevó el maletín entre sus brazos mientras su mascota la seguía por los callejones hasta que se adentró por un callejón que la española nunca había entrado. Se asomo por ahí, no parecía haber nadie hasta que vio a Sacai junto a un perro mientras su Lince miraba curioso al otro animal. Entornó los ojos mientras se acercaba por aquel callejón dejando atrás los otros lugares. Observó una caja grande que debería ser la casa de alguien por lo que se sentó enfrente de ella hasta que a su lince le apeteciera volver con ella.

-Sacai, un ratito, saluda al perro y nos vamos-le avisó en francés con su acento calé español mientras volvía a abrir el maletín.

Sacó el periódico y empezó a mirarlo pues había aprendido a leer y escribir con su familia, aunque escribía perfectamente en español en Francés cometía alguna que otra falta. Ojeó las hojas hasta observar una noticia sobre su país lo que la hizo sonreír un poco para luego comenzar a leer la noticia colocando en el suelo el periódico mientras se abrazaba las piernas sin apartar la vista de su lectura.

-Parece que sigue la guerra en España.....-dijo en español esta vez, en tono triste pensando que no había nadie mas allí.

Suspiró mientras seguía leyendo la noticia, en verdad esque echaba de menos su hogar y a su familia. Familia que no sabía si estaba muerta o viva, tan solo sabía que uno de su caravana donde pertenecía ella y su familia la dijo que huyera para seguir siendo libre. Después se quedo sin mas mirando el periódico pensativa mientras pensaba que hacer.

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