Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros {Donatien Tautou}

Si en el mundo existe una persona que cree de forma ciega en la humanidad pese a haberse tropezado miles de veces con la malicia ajena, ese es Donatien. Su alma inocente y desinteresada le lleva a ese ideal de que no existe el verdadero mal en las personas, sino una momentánea confusión que les hace mal obrar quien sabe por qué. A veces las más incomprendidas acciones tienen un trasfondo que seguramente es necesario comprender para así vislumbrar los hechos de forma más clara, sin tantos juicios de por medio.

Siempre con una contagiosa sonrisa para todo aquel que lo necesite, trata de enfocarse en aquellas cosas que le parecen positivas, beneficiosas. Esos pequeños detalles de los que el joven cree, se alimenta el alma.
“Dar bien, para recibir bien” lleva como lema quien a pesar de haber sido victima de numerosos infortunios, desea todo menos opacarse por aquellos recuerdos que aun permanecen en su mente. Después de todo, algún día nublado también debe existir.

Una inocencia palpable, abre la puerta de una inquieta curiosidad típica en alguien de su edad, que en el día a día va añadiendo experiencias nuevas y fascinantes, de las cuales siempre se busca sacar algo provechoso.

Deseoso de comprender el porqué de ciertas reacciones ajenas (sobre todo la de sus padres) se refleja como un dedicado estudiante, siempre acompañado por libros y apuntes que relee en cada momento disponible. Gusta de destacar en el ambiente estudiantil, donde jamás olvida tender una mano auxiliadora a aquellos que la necesiten para estar al tanto de las enseñanzas.

Desde su infancia, Donatien ha reflejado tener un gran respeto hacia el cómo se presentan las personas. Respeta mucho la esencia de todo ser. De ese respeto nace el apego y aceptación de su condición sexual -la que pese a no revelar desmedidamente dadas las razones impuestas tanto por la sociedad y la religión con la que coexiste- la que nunca vio como una desgracia, sin embargo, desea ahondar más en estudios psicológicos que puedan darle indicio de porque ciertas personas ven la homosexualidad como una enfermedad.

Tiene una inmedible afectividad hacia aquellos que aprecia y no teme demostrarlo. Donatien hará todo por aquellos que llenan su corazón, pues ve a sus amistades como las piezas conformantes del motor de su optimismo, de su esperanza a alcanzar todo lo que realmente desea y que sin duda, compartirá con éstos que tanto aprecia.

En contraparte a una dulce extroversión, jamás reflejara aquellas cosas que le apenan, que nublan su visión. Ve a la soledad como su mayor enemiga, a la que trata de rehuir siempre que pueda, consciente de que esta siempre estará tras sus espaldas para abrazarle. Un joven que no sabe estar solo, por un cosechado temor que reside en su interior desde el desalojo de su propio hogar.

Donatien no busca el amor, porque realmente siente que no puede buscar aquello que no conoce. Adora la compañía y se siente cómodo con ella. Una sincera y brillante sonrisa siempre presente será el humilde obsequio en son de gratitud a quien le acompañe.