Y asi fue como nos conocimos. (Privado Inma - Posible +18 )

por **Zirano Xanaddo** Vie Abr 26, 2013 8:29 am

El cielo nocturno de París esta nublado, tan solo de vez en cuando un pequeño rayo de luz lunar se cuela entre las nubes. Sopla un viento frio, las calles son iluminadas por faroles y la iluminación de las tiendas del lugar.
Son las 8 y 50 de la noche, y las tiendas comienzan a echar el cierre. La calle esta aun repleta de transeúntes, en mayoría mujeres de clase media y alta y algunos hombres, una noche en la zona comercial como cualquier otra. Nada indicaba que en una noche nublada, y de brisa invernal, nos conoceríamos.

Voy paseando por el centro de la acera, con la mano izquierda metida en mi bolsillo, dejando libre la derecha, para poder usar, si fuera necesario, el revolver. Mientras camino, dos mujeres jóvenes, humanas, y con apariencia de cortesanas, pasan ami lado y me sonríen provocativamente, les sonrió, saludándolas, tomando el sombrero por delante, y asintiendo con la cabeza, ella hacen una risita cuando pasan a mi lado. Yo continuo caminando, paso por delante de un escaparate, lo miro, viéndome reflejado en él. Me detengo, y observo mi reflejo, me quito el sombrero, y comienzo a retocarme el flequillo, me observo inclinando un poco la cabeza, sonrió, lanzándome un guiño a mi mismo y me coloco de nuevo el sombrero. Y como saliendo de un hechizo, centro de nuevo mi vista en la calle, una dama de tez morena, ojos oscuros y cabello ondulado y negro, por su vestimenta, es gitana, pero es realmente hermosa, con una mirada penetrante. -Hermosa mujer.- Pienso para mi, observando su cara con detalle, notando su aroma, cada vez mas cerca, dulce, exquisito, tan apetecible, pero lucho contra mis instintos.

Continuo caminando, pasando por su lado, mirándola a los ojos, mi instinto sigue en mi mirada, y ella estoy seguro que se da cuenta. Evito cruzar su mirada, y continuo hacia delante, dejándola a ella atrás. -Apunto estuviste de perder el control Zirano, que te ocurre?- Me pregunto pensando. Avanzo unos metros, y me vuelvo a observarla una ultima vez.

por **Inma Vargas** Vie Abr 26, 2013 10:39 am

Había decidido conocer mas París, se había adentrado por callejones y tras atravesar diversas calles dio con la zona comercial de alta cuna de aquella ciudad. Había tiendas de ropa, joyas, panaderías, ultramarinos, zapaterias y un innumerable número de tiendas. No estaba acostumbrada a esas tiendas tan lujosas que vendía los alimentos y otros enseres como si fuera algo del otro mundo. No entendía por que costaba todo tan caro si la mayoría de las cosas se podían conseguir casi gratis pues mucha de ellas lo hacia la naturaleza o en cualquier mercado de pueblo lo había mas barato. Suspiro mientras sus pasos se dirigían por aquella zona comercial mirando cada detalle del lugar.

La gente la miraba de reojo y más aquellas personas que eran de clase alta, pero ella estaba acostumbrada a ignorar aquellas miradas de desprecio. Iba con una la típica falda larga que llevaban su raza pero de color azul celeste, un tipo de cinturón hecho de tela y una camisa blanca. En sus orejas vestía unos pendientes y en sus muñecas había pulseras, todo lo había hecho ella. Para completar su vestimenta llevaba unos zapatos bajos pero cómodos algo gastados y una bandolera cruzada donde llevaba sus pocas pertenencias.

Cuando su vista volvió al frente comprobó que un hombre la miraba, le siguió un momento la mirada para darse cuenta de lo que parecía reflejar y más cuando distinguió su aura apretó el paso. Seguramente el vampiro la veía como un suculento alimento y hablando de alimento no había comido nada aquel día y la noche ya se cernía sobre la capital de Francia. Sus ojos pasaban por los diferentes escaparates hasta que vio una panadería con la puerta abierta. Por suerte parecía que no había nadie o estaban muy entretenidos haciendo caja.

Se sonrió,entró con cuidado de no hacer ruido y capto unos bollos a la mano. Lleno una bolsa de papel de bollos y se lo guardo en su bandolera para salir rápidamente de allí y caminar lejos de la panadería a algún banco para comer pues necesitaba comer algo, sino cuando intentara llegar al poblado gitano lo pasaría mal sino se caía antes por el camino. Corrió un poco por la calle hasta llegar a una calle en un lateral poco transitada y estrecha, para sentarse en un banzo alto para descansar y empezar a comer.

por **Zirano Xanaddo** Vie Abr 26, 2013 2:18 pm

Me giro a mirar de nuevo a la gitana, el aroma todavía me llegaba, tan dulce y exquisito, mezclado con los aromas de los perfumes y productos de las tiendas, me causaban una grata sensación al olerlo todo. Alzo mi cabeza, mirando hacia arriba, aspirando una gran bocanada de aire por mi nariz. Cierro los ojos, a la vez que bajo de nuevo mi mirada y exhalo el aire de mis pulmones, emitiendo un bufido insonoro. Una chica que pasaba por allí se me queda mirando algo extrañada por mi comportamiento anterior, tan solo le sonrió y miro hacia la gitana, dejando de prestar atención por la chica que paso a mi lado, veo como la muchacha morena, entra a una panadería.

No presto mucha atención, ya que no es nada sospechoso, una chica comprando pan, pero entonces la veo salir, con una bolsa de papel llena de panes, y correr hacia un callejón. Alzo una ceja, sorprendido, -Una ladronzuela- pienso al verla correr con el pan. Camino a paso ligero dirección al callejón, robar comida, no es un delito realmente, si tiene hambre tiene que comer, pero aun así, soy policía y mi trabajo es detener a estas personas. Continuo caminando hasta llegar a la entrada del callejón, parándome en un lado, miro y allí esta sentada en un banco, veo como abre la bolsa, saca un boyo y comienza a comer con gula. Realmente parece hambrienta pero no puedo dejarla ir así como así.

Sigo oculto en la esquina de la calle, no pasa casi nadie, y es bastante oscura, por la otras salida de la calle, aparecen tres hombres, uno bajito y con ropas de obrero, detrás ambos lados dos tipos mas altos, ambos con pantalones grises y una chaqueta negra. Tan solo entrar, se les ve borrachos, andan los tres abrazados, tambaleándose de lado alado de la calle, pareciendo que van a caer varias veces, pero no caen. Entonces llegan a la altura donde esta la gitana comiendo, la ven y el del medio dice. -Mirar amigos, que tenemos aquí?- su voz es de borracho. Los tres se ponen delante de la mujer, bloqueando cualquier escapatoria.

-Es muy hermosa amo. ¿Podemos jugar con ella?- Dice uno de los tipos altos, mirando a la chica, babeando y con una mano la agarra del brazo con fuerza, acercándose a su cara y dándole un lametazo en la cara. En ese momento el tipo bajito le da un puñetazo en la barriga. -Como os lo tengo que decir, solo sujetadla, jugare un rato con esta muñequita.- Dice con una sonrisa perversa. El otro coge a la gitana del otro brazo, entre los dos la mantienen sujeta. Y el bajito, posa sus dos manos en los pechos de ella, apretándolos y tocandolos, con cara de obseso, Coge su vestido y lo arranca de un tirón, dejándola en paños menores.

Uso mi velocidad sobrehumana, para ponerme tras el tipo bajito, los dos altos, me miran como si hubiesen visto un fantasma, puesto que con mi velocidad, tan solo me vio aparecer detrás de su amo. Con una mano lo agarro de la cabeza, apretando y levantándolo del suelo. Mantengo al tipo cogido, este grita de dolor por mi presión, ya que si apretó un poco mas le aplastaría el cráneo, miro a los dos tipos altos. -¡Largaos a vuestra casa!- Les ordeno usando mi persuasión. Estos como si de marionetas se trataran, sueltan a la mujer, y desaparecen por el callejón, tambaleándose sonámbulos.

Con mi otra mano agarro al hombre del cuello, para girarlo poniéndolo mirando hacia mi. -No mereces ni que te mate, eres escoria, pero me asegurare de que no puedas volver a violar a nadie.- Sonrió maquiavelico, le agarro de sus partes, apretando con fuerza, asegurandome de destrozarla entera. Dejándola aplastada y inerte. Lo dejo caer al suelo, esté cae de rodillas, y se desmaya quedando de lado en el suelo. Mi mirada se vuelve mas comprensiva y protectora. Me acerco a la mujer, cogiendo el vestido, y poniéndoselo encima. -Te encuentras bien?- Mi voz es segura y sincera, con un toque de preocupación. -Tranquila no va ocurrirte nada, no dejare que nadie mas te haga daño my lady.- Le dejo un poco espacio para que se reponga. Permanezco en silencio a su lado, -¿Me permite que la acompañe a su casa? no me quedaría tranquilo dejándola así.- Le pregunto tras dejarle un tiempo para tranquilizarse.

por **Inma Vargas** Vie Abr 26, 2013 4:09 pm

Ella comenzó a comer con hambre aquellos bollos que acababa de robar pero antes de darse cuenta la rodearon tres hombres borrachos. Ella se levantó pero antes de que pudiera irse la agarraron de la muñeca y la pusieron contra la pared. EL bolso se la cayó y al recibir el lamenton asqueroso del hombre le escupió en la cara Pero por desgracia eso hizo que el hombre mandara a uno de aquellos brutos borrachos que la agarraran el otro brazo para que no pudiera huir

Se puso nerviosa, no sabía por que la pasaba eso a ella, no había hecho nada malo. Empezó a patalear cuando sintió que la rompían su vestido favorito regalo de uno gitano de su caravana española mientras apretaba los dientes y se movia para resistirse. En ese momento la tomaron de sus senos lo que hizo enfadarla mas y llorar de la ira contenida. Maldijo en español a aquellos hombres cuando de repente apareció el hombre que había visto antes haciendo que los borrachos se dispersaran.

Con temor miró como le destrozaba sus partes al pequeño hombre que la había intentado violar. Sabía que era un vampiro y seguramente estaría esperando la sangre de ella. Después de que el violador se desmayara ella tomo el vestido que Zirano la tendía cubriendo y colocándoselo como podía para que se viera nada mientras sacaba algo del bolso para coserselo o poner algo para que resistiera para llegar a casa.

-Emmm gracias si estoy bien....-dijo titubeante- y no, no necesito que me acompañes a casa, además me las se arreglar solita-dijo sin atreverse a mirarle a la cara pues sabia que podía acabar con ella es un suspira. La otra verdad es que no tenía casa, vivía en una tienda de tela en el área de los gitanos, donde solo tenia un baúl para guardar su ropa,una cama y una silla con escritorio.

Se dió cuenta que los pocos bollos que había robado se habían caído al suelo por lo que se agachó a recogerlos, la verdad es que tenía ganas de llorar por lo ocurrido y por que no podía comer algo tranquilamente. Aquello con su familia no la pasaba estaban unidos y todos se protegían entre todos.

por **Zirano Xanaddo** Dom Abr 28, 2013 9:14 am

Inma se pone el vestido como puede, haciéndole un pequeño remiendo, y cuando le pregunto como esta, me contesta evitando cruzar su mirada conmigo, con temor, y no muestra interés en que la acompañe a su casa. Siendo gitana es normal que no confié en la policía, y entonces veo como mira a los bollos y se agacha a recogerlos. Me sorprendí al verlo, como tan bella flor puede estar mendigando y recogiendo unos bollos del suelo sucio. Mi sentido del deber me impide dejarla así, tengo que ayudarla, hacer que tenga una vida grata y mejor. Me sorprendo ami mismo con tal pensamiento, pero es cierto, es una muchacha que debería ser princesa.

Me dirijo hacia el tipo desmayado, me agacho, tomo su brazo, tirando de la manga de la chaqueta, hago rodar el cuerpo hacia delante, par liberar su otro brazo, que se encuentra atrapado bajo él, y le quito la chaqueta. Me levanto, chaqueta en mano, y me dirijo al lado de Inma. Coloco la chaqueta en los hombros de la chica, acariciando su brazo con suavidad, cariño y autoridad. Dejo mi mano derecha sujetando su brazo, con mi otra mano doy un manotazo a los bollos, que Inma porta en sus manos, tirándolos al suelo.

-¡No voy a dejar que comas eso! Me niego.- Le digo mientras comienzo a caminar, la mantengo sujeta, para que no se vaya, aun sabiendo que ella puede pensar que quiero hacerle algo malo, puede que ya conozca mi naturaleza. Pero esta chica hoy comerá lo que quiera. Salgo del callejón, sin soltarla, pero sin apretar fuerte, intentando tranquilizarla. -No voy ha hacerte daño, soy policía. Solo estoy ayudando a un ciudadano de París.- Le sonrió guiñándole un ojo. -Es mi trabajo.- Digo alzando los hombros. Y llegamos en frente de un restaurante. -Le apetece cenar algo señorita?- Le digo, diciendo “señorita” en español, con acento ingles. Y abro la puerta, quitándome el sombrero de cowboy, y haciéndole una cortes reverencia, invitándola a entrar.

por **Inma Vargas** Dom Abr 28, 2013 10:27 am

Antes de poder guardar sus bollos la puso una chaqueta por encima para luego tirar sus bollos al suelo que acababa de recoger. Le miró molesta por un momento pues aquella era la única comida que tenía para hoy y mañana ni siquiera sabía si iba a poder comer. Notó la mano de él que la agarraba el brazo, frunció el ceño sin entender nada mientras la dirigía hacia un restaurante. Intento zafarse del agarre del policía pero parecía imposible.

-De verdad esa era mi única comida.... y yo ni siquiera soy ciudadana de París....-dijo al policía aunque en verdad si decía aquello sabría que se metería en un buen lio.

Observó la puerta abierta que la dejaba pasar al interior aquel vampiro que la acababa de salvar. Pero ella con sus pintas no pensaba que podría pegar en aquel lugar por lo que dio un paso atrás. Tenía el vestido roto, una chaqueta cubriéndolos los hombros de hombre. Sería mejor irse a casa o bueno el cacho de tela donde dormía, no volvería a acercarse a los lugares de alta cuna y con dinero.

-Yo no pinto nada en este lugar, ni siquiera se que hago hablando contigo....me miraran mal y aunque este acostumbrada a que me miren asi no es de mucho gusto, ni siquiera tengo categoría-dijo en perfecto español todo eso sin mirarle a la cara solo de reojo de vez en cuando.

Quizás fuera todo aquello una trampa para meterla en la prisión, ella era una bulgar gitana, embaucadora y que robaba para comer, y robar era un delito. Suspiro, quizás hubiera sido mejor haberse quedado en el marcado ambulante donde solía trabajar y en los callejones donde los únicos dueños de esas calles eran suyos.

por **Zirano Xanaddo** Lun Abr 29, 2013 4:31 pm

Cuando invito a Inma para que entre en el restaurante, esta da un paso atrás, visiblemente cohibida, y dice unas palabras en español, el cual entiendo tan solo un poco, pero lo suficiente como para saber que no quiere que la miren mal. Evita mi mirada, pero me hecha miradas de vez en cuando. Yo la observo, tiene un hermoso rostro con piel canela, la cojo con mi mano del mentón, haciendo que me mire.

-Mi dama, no tienes que preocuparte, puesto que eres la mujer mas hermosa del lugar, y si te miran será por envidia.- Le digo mirándola a los ojos, con una pequeña sonrisa y usando levemente mi seducción. Quito mi mano de su cara, dándole una suave caricia y la tomo de la mano.

-Vamos, entremos.- Le digo de forma autoritaria, entrando al interior del restaurante, tirando de ella de su mano. Me paro frente al atril donde hay un camarero, este me mira, saludándome educadamente, y entonces mira a Inma con sorpresa. -Una mesa para dos, por favor.- Le digo serio. El me mira levantando una ceja. -Pero señor no es posi....- Me comienza a decir, pero antes de que acabe, lo interrumpo. -Le eh dicho que una mesa para dos, por favor.- Le digo usando mi persuasión. El camarero solo asiente como hipnotizado y nos acompaña a una mesa, y con una mano nos indica cual es. Yo me pongo tras una silla retirándola, ofreciéndole asiento a Inma, espero que se siente, empujando la silla con suavidad, acompañándola. Doy la vuelta a la mesa para sentarme en frente de ella.

-Tráiganos una botella de vino y la carta por favor.- Le digo al camarero, sin mirarlo, solo sonrío y miro a los ojos de Inma. Hay varias personas cenando en el restaurante, y se escuchan murmullos, a oído humano no se distingue lo que dicen, pero afino un poco mi oído, y escucho criticas, de como pueden dejar a alguien así aquí, que no volverán a este restaurante que se llena de escoria, y cosas peores. No presto atención a los comentarios, y viene el camarero con una botella de vino tinto, me la muestra, observo la etiqueta, 1742, un buen año. Con un gesto de mi mano indico al camarero que lo puede servir. Esté abre la botella, y nos lo sirve en una copa para cada uno, dejando la botella en el centro de la mesa, y entonces de debajo de su brazo, coge dos cartas y nos da una a cada uno. Abro la carta, puesta en una elegante carpeta de piel curtida, y empiezo a leer. -Para mi querré un solomillo poco hecho. Gracias.- Le digo devolviendo la carta. -Pida lo que deseé señorita.- Le digo sonriendo. Mientras observo a Inma elegir, tomo la copa de vino, agitándola un poco, haciendo girar el licor, observando las lagrimas oscuras que deja en el cristal, acerco la copa a mi nariz olfateando su aroma, es afrutado con un poco de olor a humedad y doy un sorbo. Sonrío ampliamente, al degustarlo, dulce, afrutado y cálido. Sin soltar la copa sigo observando a Inma.

por **Inma Vargas** Vie Mayo 03, 2013 4:49 pm

Aquel gesto que la hizo el vampiro hizo que se mordiera el labio inferior, no la gustaba el contacto físico muy a menudo y menos de gente acomodada. Pues parecía que por tener dinero podía comprar a las personas con poco recurso y la gitana no se fiaba de él ni un momento. Fue entonces que para su sorpresa la tomo de la mano para tirarla al interior de aquel restaurante, aquello no la parecía una buena idea, ella no pegaba para nada en ese ambiente estaría bien en uno de los callejones de su ambiente comiendo los bollos que había robado.

Fue entonces cuando si darse cuenta ya estaba dentro y sabía de sobra que el camarero les dejaría pasar pues había tenido una pequeña premonición acercándola ciertos rasgos del futuro, como por ejemplo las posibles criticas de los clientes de aquel restaurante. Les mostró una mesa después de que se quejara por su presencia el mesero, para luego ella sentarse en la silla que le disponía Zirano. Se sentó mientras se acariciaba los dedos nerviosas a la vez que escuchaba los murmullos de la gente.

El hombre pidió vino, el único vino que ella había tomado era el vino español de las orillas del rio Duero. Ella sin más prefería agua pero no pensaba ser pedigüeña y pedirle agua en vez de aquel liquido rojo, aunque era irónico el liquido que bebía era tan parecido a la sangre que corría, fue entonces cuando el camarero se la quedo mirando esperando que pidiera lo que quería comer. Se quedo pensativa pero hacia muçcho que no comía pescado.

-a mi me gustaría comer pescado¨-dijo sin saber muy bien si lo había pedido bien pero ella era inexperta en esos temas.

por **Zirano Xanaddo** Lun Mayo 06, 2013 11:25 am

Inma mira al camarero, con algo de inseguridad en su mirada. -A mi me gustaría tomar pescado. -Dice con su peculiar, y no lo negaré, atractivo acento español. El camarero la mira sonriente. -¿Que clase de pescado desea, mademoiselle?- Le dice con tono complaciente. -El mas fresco que tenga, sin duda alguna.- Respondo sin darle a Inma tiempo para pensar. El camarero me hace una cortes reverencia, toma las dos cartas, cerrándolas en el aire, y poniéndolas bajo su brazo, se gira y se dirige a la cocina.

La luz es tenue, y en el ambiente, un olor a flores y limpieza, nos envuelve, dotando al momento de un romanticismo especial. Miro a Inma, usando levemente mi seducción, doy un sorbo de vino. -Exquisito este vino, verdad my lady?- Le digo mientras dejo la copa sobre la mesa, sin dejar de mirarla a los ojos, con la seducción de forma débil. -¿Tiene algún hogar al que volver, señorita?- Le pregunto con voz tranquila. En apariencia es una chica que vive en la calle, una hermosa mujer, condenada a sufrimientos y humillaciones, simplemente por no ser de la ciudad. La debo salvar, sacarla de la pobreza, pienso para mi.

Mientras ella me habla aumento mas mi seducción, de forma sutil, mientras paso mi brazo sobre la mesa, para acariciar el dorso de su mano. Un simple roce con la punta de mis dedos, mirándote a los ojos con una sonrisa amable.

Sus ropas semirasgadas, la dotan de una sensualidad especial, con apariencia salvaje, y su busto, de gran escote, la hacen lucir realmente deseable. Sin duda un dulce bocado. Sonrió divertido.

por **Inma Vargas** Miér Mayo 15, 2013 7:13 am

El camarero recogió las cartas las cuales la gitana pensaba que era como una lista de la compra que cuando se acababa algo se tachaba. Mientras el mesero se marchaba ella se puso a divisar todo el lugar a la vez que la voz de Zirano volvía a resonar. Sus ojos marrones se posaron de nuevo en Zirano aunque ella se sentía algo incomoda por que no entendía nada sobre vinos que no fuera el típico vino español.

Tomó la copa del vino y bebió un poco para luego poner una cara de desagrado. Aquel vino no era como el que vivía en su patria y no le agradaba mucho, prefería beber agua que vino. Se quedo mirándole un momento cuando él parecía seducirla de alguna forma. Cuando la mano del hombre toco la suya la retiro inmediatamente, pues ella pensaba y pensaría que quería aprovecharse de ella por que él tenía dinero y ella no.

-si tengo como un tipo de casa....-contestó titubeante para retirar la mirada de él-enserio yo solo quiero comer e irme donde suelo dormir....ya se que fue un error venir por aquí pero si tardo un poco más se hará mas de noche...-dice mientras miraba buscando la cocina esperando que viniera rápido el camarero para que la llevaran la comida, pues de verdad tenía hambre.

También se estaba dando cuenta de que sus pintas para ir por las calles de París por la noche eran un poco inapropiadas. Y todo por internarse allí para comer y aunque el hombre que tenía delante era un policía también había que darse cuenta de que era un vampiro y los vampiros se alimentaban de humanos, de la sangre de humanos, simplemente se podría alimentar de ella.

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