Observando a través de las manos (Mikael)

por **Soren Kaarkarogf** Lun Mayo 20, 2013 11:11 pm

El museo era mucho más activo de día, la escultura y la pintura habían adquirido mucha fama desde el renacimiento, pero era en ese siglo en el que se encontraban en pleno apogeo. La sociedad Parisina era bastante hipócrita reflexionaba Soren cada que veía a los altivos señores de la clase alta y sus distinguidas damas caminar por el museo hablando de arte como si tuvieran algo de idea. Fingían apreciar las esculturas y los cuadros, cuando en realidad sus pensamientos eran banales y superficiales. El vampiro había notado como la moda enloquecía al público Parisino y devaluaba el verdadero significado de cada pieza.

De noche el museo era un lugar mucho más ameno, tranquilo y mucho más solitario, habían exposiciones nocturnas pero nunca duraban más allá de las 8 de la noche, por lo que esa era una buena hora para visitar el lugar. Debido a su reciente pérdida de trabajo y casa, Soren no poseía elegantes ropas sino más bien unas viejas y mustias, el mismo parecía un objeto de museo más que los mismos cuadros que allí se exhibían, por lo que era natural que el guardia principal no le dejase pasar de la puerta.

Aquella noche había una exhibición de un reconocido escultor español, se decía que las esculturas habían sido traídas desde Madrid. Soren moría por verlas, pero más aún por tocarlas. En su opinión una escultura no se podía apreciar sólo con el sentido de la vista, sino con el tacto pues eso le daba más vida al objeto.

- Señor me temo que no puedo dejarle entrar - Comentó el guardia, un señor de pasados los 40, con gran bigote tupido de canas - Usted sabe como son las regla aquí, la gente se fija en las apariencias y todas esas mierdas que se han inventado los burgueses - Parecía un hombre sensato pensó el vampiro, quien sólo quería hacer su trabajo. Soren suspiró abatido ¿Debía usar sus poderes mentales para persuadir al hombre? ¿O podría esperar la oportunidad de entrar junto a una persona que luciera mucho más presentable que él?

por **Alam Lestrange** Mar Mayo 21, 2013 12:03 am

Mikael mismo se preguntaba el porqué de su decisión a asistir a aquella presentación nocturna en el museo parisino. Debido a su falta de visión, le era imposible deleitarse con aquellas piezas que se exhibían dentro del mismo y que tuviesen restricción. Sin embargo, el vampiro había decidido recordar aquellos años en los que, al lado de su padre, acostumbrara visitar ese tipo de lugares en su país natal.

Un intento era un intento, y el vampiro había decido asistir así que, vistiendo un traje color negro bajo una capa del mismo color, caminó por la calle en dirección al lugar guiándose con su bastón, aquél que utilizara desde hacía cuatro largos años. Los comentarios de la gente con respecto a la exposición no se hicieron esperar, por lo que el vampiro estuvo seguro de que no había errado su camino.

Las presentaciones nocturnas eran realmente inusuales, por lo que Mikael había decidido no perder la oportunidad ya que, a pesar de su condición vampírica, el hombre aún conservaba dentro de sí aquella esencia que poseyera desde sus años como humano. A pesar de su total aislamiento temporal, su gusto por ese tipo de lugares no había decaído ni una décima cuando logró recuperarse de aquella experiencia fatal.

―Buenas noches caballero ―saludó al recepcionista con cortesía ―¿Sucede algo? ―preguntó con extrañeza.

En ese momento se había percatado de una presencia cuya esencia le era bastante conocida. No era realmente el saber quién era la persona exactamente, sino el hecho de que compartiera su estado inmortal. Mikael se había percatado de la negativa del guardia ante el deseo de acceso de aquél vampiro y, no teniendo otra idea en mente, se le ocurrió agregar sin más.

―Pido se le permita pasar señor, él viene conmigo ―pidió simplemente, esperando una respuesta afirmativa del hombre, simplemente con la intención de hacer un favor, como era su costumbre.

por **Soren Kaarkarogf** Mar Mayo 21, 2013 1:09 am

La presencia de aquel hombre no pasó desapercibida para Soren, últimamente andaba con los nervios de punta debido a encuentros no deseados con criaturas de la noche. A veces era más seguro estar con humanos que con los de su misma especie (una triste verdad para ser más exacto), Soren observó al recién llegado, notando inmediatamente su bastón. Parpadeó sorprendido ante aquella inusual condición para un ser sobre natural. El hombre lucía joven, pero un poco más adulto que el mismo y tenía un semblante tranquilo y porque no, sabio. Pero Soren sabía muy bien que las apariencias siempre engañaban cuando se trataba de vampiros.

Podían lucir como niños cuando llevaban siglos existiendo en ese mundo o viceversa. Las palabras del hombre hicieron que el recepcionista dudara un poco, pero ¿Que había de malo en que un hombre de clase alta quisiera llevar a su sirviente a un museo? Probablemente el distinguido señor necesitaba de su sirviente para guiarlo al caminar, aquello tenía sentido.

- Por supuesto Monsieur - comentó el guardia, dándole paso a los dos. El vampiro de apariencia más joven se apresuró a hacerse a un lado del otro, se sintió algo torpe de no poder resolver las cosas por si mismo.

- Gracias - Le murmuró una vez estuvieron más alejados de la entrada - Realmente quería venir a la exhibición, pero me temo que con esta ropa, no soy bienvenido en ninguna parte - Se preguntó si aquel sujeto sería el típico vampiro de clase alta, altivo, pretencioso y arrogante. Soren esperaba que no fuera este el caso o no podría aguantarlo ni un minuto y esa noche no estaba de humor para problemas.

por **Alam Lestrange** Mar Mayo 21, 2013 2:05 am

―Le agradezco, señor ―respondió Mikael al guardia que había decidido dejarle pasar ―con su permiso ―se disculpó para alejarse luego.

Mikael sonrió complacido ante la respuesta del guardia luego de realizada su petición. El vampiro se dirigía al interior del museo sintiendo la presencia del desconocido quien caminaba a su lado. En su andar, el ser de la noche se dedicó a escuchar al joven mientras éste se decidía a continuar su camino con tranquilidad, mientras que experimentaba una extraña sensación al encontrarse con un ser que compartía su mismo "don".

―Ha sido todo un placer, no es necesario agradecer caballero ―respondió Mikael a las palabras de agradecimiento del desconocido ―es terrible darse cuenta de la decadencia del mundo debido a la superficialidad ―mencionó.

El vampiro era incapaz de darse cuenta del atuendo de su interlocutor, mas sin embargo intentaba imaginarle gracias al comentario de éste con respecto de la misma. Fue en ese momento que sus labios dibujaron una sonrisa sutil al recordar cómo, en los inicios de su transformación, él mismo había sufrido el desprecio de las clases más altas debido a su aspecto exterior.

―Me alegra el que vea cumplido su deseo ―continuó el vampiro al tiempo que recorría los pasillos guiado por su bastón ―debo confesarle que, aunque era mi deseo asistir a este lugar el día de hoy, no tengo gran idea de lo que habré de encontrar. La curiosidad me ha guiado en esta ocasión ―afirmó y luego calló. El establecer conversaciones no eran una fuerte cualidad del vampiro, lo cual esperaba no se tomara como una actitud grosera de su parte.

por **Soren Kaarkarogf** Mar Mayo 21, 2013 9:49 am

Existían criaturas que se empeñaban en ocultar su presencia para pasar desapercibidas aún entre su misma especie, Soren era una de ellas, prefería siempre que le tomaran por un humano a revelar lo que realmente era, pero este hombre le había tomado con la guardia baja, se preguntaba si se habría dado cuenta ya de que no estaba vivo como el resto. Nunca había conocido a un vampiro que no tuviese el sentido de la vista, no sabía si gracias a sus poderes extrasensoriales esta no le hiciese falta, de repente se llenó de curiosidad.

- Bueno si - Comentó caminando a su lado mientras se alzaba de hombros - La gente se fija en la ropa más que en la persona que la lleva puesta, la ropa habla de tu posición social y tu posición social te da más derechos sobre otros seres humanos, como si de alguna manera el dinero costara más que la persona misma ¿No cree Monsieur? -

Ante lo que dijo a continuación, Soren se detuvo, era cierto que el hombre no podía ver ¿Que hacía entonces en un museo de arte? pensaría la gente. La ironía casi le hizo sonreír, pero Soren no veía las cosas de la misma forma que la gente común lo haría, no se podía dejar llevar por las 'apariencias' cuando la experiencia le había enseñado la complejidad que se escondía tras cada persona.

- Si gusta puedo ser su guía - Dijo con amabilidad, por el momento se sentía tranquilo, aquel hombre no representaba ninguna amenaza y por primera vez en mucho tiempo decidió relajarse y olvidar las precauciones y las paranoias - Mi nombre es Soren Kaarkarogf, solía ser profesor de historia del arte en la Universidad - Se presentó con una venia - Tengo 298 años... - Finalizó.

por **Alam Lestrange** Mar Mayo 21, 2013 3:26 pm

Mikael no solía encontrar seres que viviesen bajo su misma condición, por lo que conocer a uno de ellos precisamente a la puerta de un museo le pareció algo un tanto divertido. El vampiro notaba en el mismo algo que difería bastante de la última con la que hubiese tenido contacto hacía cuatro años, cuando fue transformado, por lo que por un momento la duda acerca de un posible error llegó a su mente.

―Es lamentable, pero así es caballero ―respondió Mikael a las palabras del desconocido ―logro notar tal injusticia por supuesto ―continuó para posteriormente agregar ―y desafortunadamente lo he vivido también.

Mikael detuvo su camino un momento para quedar frente a aquél hombre, en un intento por entablar una conversación amena sin que se le estudiase como un ente sobrenatural y maligno. Sin embargo, sus labios dibujaron una sonrisa apenas perceptible al escuchar un par de comentarios con respecto a su ceguera por parte de otros asistentes. Conocer aquella exposición sería una tarea bastante difícil.

―¿Mi guía? ―preguntó no sin cierto asombro difícil de visualizar en aquél semblante de expresión casi inalterable ―sería demasiado pedir, no podría aceptar tal ofrecimiento ―mencionó, mientras reanudaba su marcha al lado de aquél que amablemente se ofreciese a ayudarle.

Posteriormente el desconocido se presentó. Y efectivamente se trataba de un vampiro como pudo deducirlo al escuchar la edad con la que contaba el mismo. Mikael simplemente sonrió de forma un poco más evidente y, sin mucho cambio en la expresión de su rostro ni en su postura erguida tampoco, inhaló profundo para detener su camino de nuevo, frente a aquél vampiro.

―Mikael Boulanger, es un placer ―respondió a la presentación con una leve inclinación acostumbrada por él al saludar, no sin cierto asombro al escuchar la edad de aquél vampiro cuya voz se le escuchaba como alguien bastante joven aún ― tengo treinta y tres años ―agregó―¿Profesor de historia? Su interés por este tipo de lugares está más que claro ahora pero ¿Qué le llevó a dejar de serlo?

por **Soren Kaarkarogf** Mar Mayo 21, 2013 11:10 pm

El vampiro más viejo notó los comentarios de la gente, no había mucha pero los pocos que habían lanzaban miradas inescrupulosas a ambos hombres, seguramente a Mikael por su condición de invidente y a Soren por sus desgastadas y polvorientas ropas. Más parecía un mendigo que un profesor, pero para ser francos a Soren eso le tenía sin cuidado, una persona que no podía valorar el interior antes de tener prejuicios sobre la apariencia no merecía que el tan siquiera le prestara atención a sus opiniones.

Mikael era un nombre bonito, le gustó como sonó en la voz del hombre y notó un leve acento extranjero, el apellido tampoco sonaba muy Frances, pero lo que le llamó más la atención fue la edad. ¡Era el vampiro más joven que conocía en Francia!. Le miró con más atención, aquella situación era curiosa, pues el hombre lucía más maduro que el mismo, pero no tenía ni la tercera parte de su edad.

- Eres el... vampiro - Murmuró la palabra vampiro lo más bajo posible (lo último que deseaba era un alboroto en el museo por su imprudencia) - más joven que he conocido en toda mi vida - Tampoco es que conociera centenares de ellos, la verdad era que Soren evitaba a toda costa meterse en asuntos vampíricos.

Tras haber pasado el corredor de la entrada, finalmente llegaron a la sala de la galería, era enorme y sendas estatuas de diferentes formas habitaban el lugar con sus silenciosas miradas y estáticas figuras. Habían formas antropomorfas, otras más abstractas y algunas que se semejaban tanto a la realidad que casi parecían vivas, Soren se encaminó hacía la primera a su derecha, esperando que su interlocutor lo siguiera.

- Perdí mi trabajo porque tuve que ausentarme de París por un año - Le explicó con tranquilidad, omitiendo los detalles del porqué - Abandonar un trabajo sin avisar no es buena idea y por supuesto a mi regreso las cosas habían cambiado bastante - De hecho había perdido mucho más que el trabajo - También perdí mi tienda - Agregó con nostalgia - Tenía una tienda de antiguedades, pero fue saqueada - Dejó escapar un largo suspiro - Y mi casa -

Ahora si que debía parecer un mendigo. No tenía nada.

por **Alam Lestrange** Miér Mayo 22, 2013 3:09 am

El vampiro notó la reacción de sorpresa de Soren de inmediato. Inicialmente Mikael no comprendió el motivo, sin embargo, todo se aclaró al escuchar las palabras de su acompañante. Palabras que fueron interrumpidas por su propia distracción ante los comentarios de algunos visitantes del museo. El hombre, acostumbrado a todo aquello, hizo caso omiso sin que le afectase lo más mínimo para seguir con la conversación.

―Es sorprendente saberlo caballero ―respondió al vampiro cuando éste hacía el comentario con respecto a su edad ―¿por lo regular suelen ser mucho mayores entonces? Debo confesar que no suelo convivir con éstos a pesar de compartir la misma condición... ―admitió.

Era bastante interesante aquél intercambio de palabras con el vampiro y, a pesar de no tener vastos conocimientos acerca de los mismos, sentía en Soren algo diferente que no compartían los pocos a los que desafortunadamente terminaba por conocer. Era posible que dicha sensación fuese la que le infundiese la confianza para dejar de lado el hermetismo extremo que poseía Mikael.

―Jamás había visitado este lugar ―mencionó de pronto, mientras que continuaba su camino en compañía del recién conocido caballero.

Dentro de la sala a la que llegó por consecuencia, Mikael podía escuchar los murmullos del resto de visitantes que admiraban con interés las piezas exhibidas. Tal evento provocó el deseo del vampiro a conocerlas, que extendió su brazo libre en un intento por tocar una de ellas, lo cual evitó el mismo luego de una honda inhalación. Pronto sus ansias fueron disipadas con las últimas palabras expresadas por Soren.

―Comprendo, debió ser un asunto de suma importancia para haber tomado tan drástica decisión ―mencionó Mikael ante el relato del vampiro ―¿Tu tienda y casa dices? ―preguntó con asombro y cierta sensación de molestia ante el evento desafortunado del hombre. Se lamentó ante semejante suceso ―me pregunto... ―dijo luego de meditar un momento ―...si existirá forma de recuperarlas ―finalizó.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Mayo 23, 2013 1:15 am

Soren se encogió de hombros, al parecer su interlocutor tampoco era muy dado a las reuniones sociales o eventos públicos, aunque sin duda lucía como alguien con mucho dinero, tal parecía que no asistía a muchos actos de ese tipo, de lo contrario conocería más vampiros, de eso estaba seguro.

- Es que no conozco a muchos tampoco - Comentó con tranquilidad - No se porque pero... prefiero la compañía de los humanos, los vampiros se comportan de maneras tan ridículas y molestas que a veces... es mejor no tener mucho contacto - Explicó, sin mencionar el hecho de que eran peligrosos por lo general y que la mayoría andaban sólo buscando sangre o sexo. - Lo peor de todo es que muchos lo único que buscan es saciar su sed de sangre y sexo -

Soren no era un santo, (si es que se podía considerar tener una relación sexual como un pecado cuando no se creía en la iglesia) había tenido sus momentos de pasión con la persona que amaba, pero no iba por ahí acostándose con cuanta prostituta se le cruzara. Dejó escapar otro largo suspiro, entonces observó que su acompañante deseaba tocar las esculturas, la que tenían en frente tenia forma de felino. Los demás visitantes encontrarían inapropiado que se tocaran las obras así que comenzó a buscar con su mirada y se percató de una sala continua que estaba menos concurrida.

- Vamos a la otra sala - Comento para que Mikael le siguiera - Sobre las razones digamos que fue más por obligación que por gusto propio - Le explicó mientras se dirigían a la otra sala - Espero poder recuperar mi trabajo, la verdad no es que necesite el dinero del pago - Se encogió de hombros, le daba igual ser pobre o no - Pero amo enseñar y de alguna manera siento que así hago algo bueno por el mundo... quiero decir - Se quedó en silencio de repente ¿Porqué estaba revelándole cosas tan personales a una persona que acababa de conocer? No lo sabía, pero había algo en ese vampiro joven que le inspiraba confianza y le daba tranquilidad.

por **Alam Lestrange** Jue Mayo 23, 2013 2:28 pm

Mikael escuchó con agrado las palabras de Soren cuando se refería a su poco trato con aquellos de su misma condición. Tal mención provocó una apenas perceptible sonrisa dibujada en los labios del vampiro, ya que tal costumbre era compartida por el mismo, además de su creencia con respecto a la actitud de muchos de ellos quienes se conducían como auténticas máquinas de matar.

―Estoy de acuerdo con tu opinión con respecto a la violencia que algunos de ellos manifiestan ―mencionó Mikael al recordar a aquella mujer que le había impuesto su condición a él mismo ―lo que me sorprende es escuchar sobre su tendencia a la búsqueda de relacionessexuales ―afirmó con cierta sorpresa que no se manifestaba en el tono de su voz.

Mikael acababa de enterarse de algo realmente novedoso, que le hizo permanecer meditando durante algunos segundos. Si bien aquellas tendencias solían ser naturales en ese tipo de seres, el destino había jugado una mala pasada con la condición del casi recién convertido vampiro, ya que éste carecía de la misma. Fue en ese momento que su meditación se interrumpió al escuchar las palabras de su acompañante.

―Lo sigo ―mencionó Mikael guiándose a su lado ―desconocía que ciertas cualidades fuesen comunes en... nosotros... ―continuó. La idea de considerarse un ser nocturno sí que pesaba sobre la mente del vampiro, pero había que asumirlo de una vez ―en ese caso Soren ― agradeció el cambio de tema, era mejor así por el momento ―espero consiga lo que tanto desea, y que recupere todo lo que por mala fortuna le ha sido arrebatado.

Mikael se había percatado del silencio del otro vampiro y continuó su camino con calma, sin decir nada más ya que no deseaba incomodarle. Luego se colocó frente a la primera de las esculturas exhibidas en esta nueva sala a la que acababa de ingresar. Deteniendo su andar un momento, luego de escuchar las pocas voces alejadas de los asistentes, extendió su mano con la intención de tocarla mas sin embargo, volvió a interrumpir su movimiento. Se encontraba dudando un tanto incómodo.

por **Soren Kaarkarogf** Vie Mayo 24, 2013 9:42 am

Habían llegado ya a la otra sala y afortunadamente esta no estaba tan concurrida, habían al rededor de 5 esculturas no muy grandes y todas montadas sobre unos pedestales de un metro de alto, puesto que las esculturas no eran de más de 70cm, había una en particular que atrajo la atención del vampiro más viejo, era como una especie de mujer de cabellos largos con una tristeza absoluta en su rostro de marfil, tenía las manos juntas como en una especie de plegaria silenciosa y de alguna forma le recordaba a las estatuas religiosas que alguna vez había visto en las iglesias.

- Perdone que pueda ser... indiscreto con la pregunta - Comentó Soren una vez llegaron frente a la estatua de la mujer - Pero... ¿Su mentor no le enseñó todas esas cosas sobre la condición vampirica? - Para Soren la pregunta no estaba fuera de contexto y habló de manera muy natural, Erkki el mentor de Soren se había encargado de guiarle en su proceso de cambio entre humano y ser de la noche, por lo que ciertos cambios habían sido mucho más fáciles gracias a él.

- El trabajo es lo que más me preocupa ahora para ser sincero - Dejó escapar en un suspiro - Porque es lo que me mueve a seguir aquí, enseñar es un placer para mi, las demás cosas materiales pueden esperar - Volvió su vista a la estatua y notó que Mikail no se atrevía a tocar la estatua, Soren arrugó la nariz y confesó - Yo también quiero tocar las esculturas, creo que si sólo se mira con los ojos no se logra apreciar por completo, sentir la forma a través de los dedos te ayuda a comprender la obra mucho mejor -

Estiró su mano y la posó en la cabeza de la mujer detenida en el tiempo, cerró los ojos, bordeó su rostro, la larga nariz fría, los pómulos y delineó los labios muertos, de repente su belleza era mucho más atronadora y Soren se preguntaba cual sería la historia tras esa mujer que estaría mirando al vacío para toda la eternidad.

por **Alam Lestrange** Lun Mayo 27, 2013 6:32 pm

La sensación al cambiar a la sala contigua fue bastante notoria. Aquella tranquilidad al disminuir la intensidad de murmullos y conversaciones del resto de los asistentes dio más confianza a Mikael, quien permanecía a la escucha de las palabras de Soren con atención. Palabras que hacían un interesante eco gracias a la sonoridad de la gran sala del museo, cuyo vacío permitía sentir a Mikael una sensación diferente.

―Yo... ―comenzó el vampiro sintiendo un poco de extrañeza y sorpresa al escucharle ―no tuve la oportunidad de contar con un mentor, caballero ―respondió manteniendo aquél rostro sin expresión, aún a pesar de los sentimientos que causaban el simple recuerdo de su casi reciente transformación ―debo confesarle que desconozco gran parte de lo referente a mi condición.

La sorpresa del vampiro se acrecentaba cada vez más, su mente vagaba entre aquellos recuerdos de hacía cuatro años, cuando su brutal transformación se dio lugar. Era verdad que su desinformación e inexperiencia no eran una novedad, y aquél descubrimiento lo hacían más evidente todavía.

―Comprendo el asunto de su trabajo, seguramente correrá con suerte, caballero ―mencionó con sinceridad ―y pronto se encontrará desempeñándose en la docencia ―finalizó.

Los labios de Mikael dibujaban una sonrisa sutil al escuchar hablar a Soren acerca de su deseo de tocar las esculturas al sentir desaparecer la vergüenza a causa de su deseo de hacerlo también. El vampiro se colocó frente a la primer escultura que encontró a su paso y, sosteniendo el bastón con una de sus manos, extendió su brazo libre con la intención de conocer aquella obra de arte.

por **Soren Kaarkarogf** Lun Mayo 27, 2013 11:14 pm

Las palabras de Mikail lo sorprendieron ¿No tenía mentor? se preguntó que le habría pasado a su creador, no pudo evitar sentir lástima, porque para Soren tener a Erkki cerca siempre había sido un gran alivio, aún cuando al comienzo discutieran y pelearan por cualquier cosa, la convivencia había mejorado bastante en los primeros 50 años y luego se habían convertido en algo más que amigos, un mentor era como un padre, alguien que de alguna forma te hacía sentir protegido y a quien siempre podías acudir.

- Siento mucho escuchar eso - Comentó apesadumbrado - Mi mentor es muchísimo más viejo que yo, tiene casi 400 años, es un hombre sabio en muchos aspectos... un tanto peculiar en otros, pero definitivamente alguien en quien puedo confiar - Comentó sin sonreír, pero con una voz amable, a Soren siempre se le dificultaba sonreír, no estaba en su personalidad introvertida. Pero el tono de su voz denotaba felicidad al referirse a ese hombre que hacía un par de años no veía.

Asintió con la cabeza cuando el vampiro más joven le deseó suerte en su trabajo. Era un gran alivio poder estar con alguien de su misma raza sin estár a toda hora a la defensiva pensando que en cualquier momento podría atacarle o traicionarle. Así era la mayoría de vampiros, pero el destino se encargaba de demostrarle que, habían todavía seres sobre naturales con sentido común.

- Esta escultura - Comentó mientras la acariciaba sin sus guantes (se los había quitado previamente) - Es de un artista español, últimamente ha adquirido fama por el realismo de sus obras, inclusive a veces da la impresión de que estuvieran vivas - Explicó deslizando sus dedos por el cuerpo de la mujer semidesnuda, ataviada apenas con una túnica que parecía de los tiempos de la Grecia antigua - Dicen que el artista esculpe a todas las mujeres a imagen de su primer esposa ¿Que opina usted de ella? -

por **Alam Lestrange** Mar Mayo 28, 2013 12:43 am

Mikael había permanecido en silencio durante un largo rato agradeciendo internamente el haber tenido la oportunidad de conversar en un sitio casi privado, lejos de ojos y oídos que se enterasen de aquello que el vampiro se empeñara en ocultar. Una honda inhalación ante la sensación experimentada al recordar aquél desafortunado evento precedió a la explicación que daría a continuación.

―Me alegra saber su aprecio hacia su mentor, caballero ―comentó Mikael con sinceridad ―mi caso es un tanto particular... ―permaneció pensativo un momento, luego continuó ―la mujer que decidió transformarme lo hizo sin intención de brindarme enseñanzas... o al menos esa es mi creencia ya que no he sabido más de ella luego de aquél día. Ella no se quedó conmigo y desconozco si era o no su deseo.

Mencionó luego de que Soren hubiese terminado. El contar con un guía que ayudase a cada vampiro nuevo era muy importante por lo que pudo saber y de pronto se preguntó, no sin cierta amargura que pasaba desapercibida como siempre, qué habría sido de él mismo de haber contado con la ayuda de uno. Afortunadamente Soren comenzó a hablar sobre la escultura que tenía frente a sí y el tema se hizo menos pesado de recordar.

―Interesante, caballero. Realmente esta obra parece bastante real ―mencionó Mikael mientras una de sus manos repasaba su acabado y se formaba una imagen mental del cómo podría observarle de ser capaz de utilizar el sentido de su vista ―confieso Soren ―comenzó el vampiro al escuchar la pregunta que le hacía su interlocutor ―que el conocimiento del arte no es un fuerte mío por lo que mi opinión podrá parecerle poco brillante... al parecer el autor intentaba plasmar de la forma más real posible lo que sus ojos eran capaces de captar en la belleza de su señora.

por **Soren Kaarkarogf** Miér Mayo 29, 2013 1:11 am

En la sala había un total de cuatro esculturas, todas eran figuras femeninas en diferentes posiciones, había una bastante sensual y provocativa, con una mano en la cintura, acentuando sus curvas, casi desafiante, otra estaba llena de gozo, con un rostro radiante, sonrisa alegre y las manos extendidas como si esperara por un amante imaginario que llegara a abrazarla, la tercera se encontraba acurrucada, ocultando su rostro entre una maraña de pelo esculpido hábilmente y la última que era la que actualmente se encontraban tocando.

- Me parece muy extraño - Comentó dejándo te tocar la estatua para dirigirse a la otra, la sensual - Si he de convertir a alguien en un ser de la noche, si he de arrastrarlo a este mundo de pecado y dolor... tendría una buena razón - Comentó imaginándose bajo que circunstancias el mismo convertiría a un humano en vampiro - No le abandonaría así sin más... sin un propósito - Continuó, cerrando los ojos de nuevo para disfrutar de la sensación que le transmitían sus dedos que se deslizaban delicadamente por la escultura.

- Oh... no se necesita ser un experto en arte para apreciarlo - Meneó la cabeza con una media sonrisa, la punta de uno de sus colmillos se dejó ver entre la mueca que acababa de hacer - El arte existe para ser contemplado por la gente, sin importar quienes sean - Concluyó y volvió a abrir sus ojos para dejar de tocar la escultura.

- Así como cada ser tiene un propósito en este mundo - Dijo al fin, girándose hacía el vampiro más joven - ¿No cree usted Monsieur? -

por **Alam Lestrange** Miér Mayo 29, 2013 3:57 am

Mikael podía advertir la tranquilidad de aquella sala de inmediato y agradeció internamente el que Soren le haya conducido hacia ella. Ahora el vampiro tocaba una de las esculturas con mucho cuidado prestando atención a cada uno de sus detalles. Sus conocimientos en este arte eran casi nulos, simplemente solía disfrutar conociendo aquellas como un simple espectador más.

―Confieso que no he encontrado tal motivo, caballero ―las palabras de aquél vampiro no carecían de razón. Algún motivo, por más despiadado que éste pudiese parecer, era suficiente para haberle hecho tomar la decisión de llevar una nueva alma a semejante martirio eterno ―soy capaz de imaginar un poco, simplemente ―confesó Mikael ante el recuerdo jamás confesado que rondaba en el interior de su mente torturada.

En ese momento su cabeza logró distraerse, el vampiro se había alejado a tocar otra de las esculturas mientras sonreía sin que Mikael lograra advertir tal gesto sin embargo, continuó recorriendo la primera escultura ahora con ambas manos para hacerse una mejor imagen mental de la misma. Realizar aquella acción, sin proponérselo, le arrancó al vampiro una sonrisa sutil.

―Estoy de acuerdo con usted. Soy simplemente un espectador más ―aceptó mientras retrocedía un par de pasos de la estatua que hubiese tocado por completo ―sin embargo, me es mucho más sencillo disfrutar de las notas creadas por la música en un buen concierto ―prosiguió, luego calló para escuchar durante algunos segundos, así se dispuso a responder ―y sí señor, cada criatura tiene un objetivo definido dentro de esta caótica vida...

por **Soren Kaarkarogf** Miér Mayo 29, 2013 11:10 pm

El vampiro más viejo prosiguió a tocar la siguiente estatua, la cual era la última de la sala, paseó los dedos por el rostro, dibujando la nariz y los labios, su imaginación volaba a parajes insospechados de esa forma, privado de la vista se abrían otras posibilidades y su cabeza podía crear imágenes, recrear lugares e historias basadas en esa sensación táctil. Le gustaba más así cuando se trataba de esculturas, las sentía mucho más reales.

Mikael no parecía en lo absoluto perturbado por haber sido convertido en lo que era, más parecía alguien ajeno a esa realidad, indiferente hacía su mentor y su condición. Soren no supo como interpretar eso, pero algo en su interior se encendió, como una especie de alarma. No era normal que un vampiro tan jóven tuviera esa actitud, era inusual estar tan tranquilo e indiferente cuando se tenía que asesinar a humanos inocentes para poder permanecer con vida. La sóla existencia de los vampiros era una abominación de la naturaleza ¿Y Mikael se lo tomaba tan a la ligera?

Bueno, cabía la posibilidad de que estuviese mintiendo o fingiendo estar tranquilo. Soren dejó escapar un suspiro cuando terminó de 'observar' la última escultura - A mi también me encanta la música - Comentó volviéndose hacía unos pasos que resonaban en la sala, alguien se acercaba hacía ellos.

- Buenas noches caballeros - Dijo la voz de uno de los guardias, era más bajo que Mikael y llevaba el bigote bien afeitado - Pero ya vamos a cerrar el museo, son casi las 9 de la noche- Explicó mostrando con su brazo extendido la salida de la sala. Las 9 era muy temprano para un Vampiro, pero no para los humanos de ña época, muchos inclusive se iban a dormir recién se escondía el sol.

- En seguida salimos - Exclamó Soren en respuesta, había sido una corta velada pero estaba satisfecho con lo que había visto y conocido - Después de usted Monsieur Mikail - Comentó esperando a que el otro avanzara hacía la salida, el guardia se alejó hacía otro grupo de gente que aún quedaba rezagada en la sala continua para indicarles lo mismo.

por **Alam Lestrange** Jue Mayo 30, 2013 5:17 am

El vampiro prestaba especial atención a cada uno de las sensaciones recibidas a través de sus sentidos, había terminado de conocer una de las esculturas que se presentaban dentro del museo y se disponía a buscar la siguiente. Tomando su bastón con firmeza, sus pasos se dirigían hacia otro extremo de la sala teniendo especial cuidado de no tropezar contra nada ni nadie, acción que no le fue difícil debido a lo desalojado de la misma.

Estando frente a otra de las esculturas, había sentido la presencia de alguien a pocos pasos de sí, lo cual confirmó a los pocos segundos cuando, con bastante delicadeza, fue jalado un extremo de su saco por una pequeña mano. El vampiro se giraría un poco para descubrir la causa de aquello, y sonrió levemente al escuchar la voz de una niña que no tendría más de ocho años, a quien la curiosidad le había llevado a acercarse a observar al ser de las sombras.

Mikael no tendría oportunidad de emitir una palabra cuando la voz de una mujer, la cual quizá se tratase de la madre de la pequeña, se escuchó resonar casi susurrante dentro del área del recinto, provocando la rápida retirada de la niña. Pronto la atención del vampiro se posaría en la presentación del museo, mientras que permanecía atento también a la conversación que aún mantuviese con su recién conocido acompañante.

―Practicar en el piano fue una afición mía muy arraigada en el pasado ―confesó al hombre, ya con mayor confianza ―lamentablemente la habilidad que adquiriera en ese entonces fue sesgada debido a mi posterior pérdida de la visión. ―finalizó Mikael, interrumpiéndose de pronto con las palabras de un hombre que se acercaba y que, al parecer, se trataba del cuidador del museo ―por supuesto caballero, nos retiramos de inmediato.

Luego de la retirada del guardia, el ser nocturno realiza una leve inclinación como reverencia a Soren, para posteriormente dirigirse a la salida de la sala guiándose con su bastón. A pesar de ser poco el tiempo que hubiese durado la interesante conversación, a criterio de Mikael, la hora de la retirada se había llegado ya. La existencia de aquél hombre le parecía de lo más interesante, la capacidad de sobrevivir a pesar de no compartir las actitudes de sus pares, característica que él mismo poseía.

―Le agradezco bastante, señor. La visita ha sido verdaderamente amena para mí ―expresó sin más, mientras continuaba su camino hacia la salida del museo.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Mayo 30, 2013 11:13 pm

Soren sentía pena por tener que dejar el museo tan rápido, los museos eran sus lugares favoritos al igual que las bibliotecas, eran silenciosos por naturaleza y la gente normalmente se comportaba bien, esos lugares tenían un aire misterioso tras la sabiduría que escondían en cada rincón además de darle una sensación de nostalgia al poseer antigüedades que databan quizás hasta de más de 1000 años. Soren se sentía como una de esas antigüedades a veces, empolvadas y mustias por los años, inherentes a todo cambio y aún tan llenas de vida.

Acompañó a Mikael hasta la salida del museo, las personas que quedaban fueron saliendo rápidamente gracias a la insistencia de los guardias, Soren supuso que también querían irse a descargar y era hora de terminar el turno. Una vez estuvieron en la salida, notó varios carruajes que se encontraban paqueados frente al museo, esperando a las damas y caballeros de la alta sociedad que habían acudido esa noche a visitar el mismo. Un caballo relinchó en la lejanía.

- Para mi también fue un noche amena - Comentó girándose hacía su interlocutor - Por cierto, muchas gracias por permitirme entrar, no estaba con muchos ánimos de usar mis 'habilidades' para forzar mi entrada - Agregó, porque de no ser por Mikael habría tenido que entrar a la fuerza, usando sus poderes mentales para engañar a los guardias.

Una señora que pasó por su lado le miró de arriba a abajo y soltó un 'jmm!' despreciativo al reparar en las viejas ropas de Soren.

- Entonces, fue un placer conocerlo Monsieur y hasta la próxima - Finalizó con una inclinación de cortesía para así despedirse y volver a la oscuridad de la noche. ¿A donde iría? No lo sabía, quizás buscaría algo que comer antes de regresar al bosque.

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Observando a través de las manos (Mikael)

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