AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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El poder del encanto [LIBRE]
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El poder del encanto [LIBRE]
El atardecer se hacía notorio mientras recorría el mercado de puesto en puesto. Me había pasado el día ayudando en el puesto de flores, al menos me había sacado unas propinas, también tenía el dinero que junté engañando a los compradores cerca de cada puesto con leerle la mano, ¡qué ingenua eran algunas personas!.
Pero cuanto odiaba trabajar en esto, si seguía así no saldría de mi pobreza jamás, aun que quien diría, ¿cuando se ha visto a un gitano con riqueza?, yo quería ser una gitana con bastante dinero, al menos para comprarme un puesto digno y no mendigar servicios de puesto en puesto, aun que admito que la gente con quien suelo toparme es muy bondadosa, pero no siempre es así, cuantas veces había escuchado que por el color de mi piel y mi belleza sería más útil en un burdel, "¡tonterías!" decía mi hermano cuando le comentaba aquello, "ninguna hermana mía necesitará vender su cuerpo mientras yo siga vivo", decía con enfado y tenía razón, nunca necesité nada más mientras él velaba por los dos, adoraba a mi hermano, aun que se lo demostrase poco.
Fui corriendo hasta el puesto de telas, allí estaba mi delicado y siempre enfadado Sasha, por alguna razón no se le daba bien ser muy amable y a mi me divertía verlo discutir con sus clientes, aun que no sé como siempre lograba persuadirlos y vender gran parte de su mercancía.
Llegué hasta él viendo que se disponía a cerrar el puesto, la noche estaba llegando y nosotros seguíamos trabajando, ¡miserable vida!.
- ¿Como te ha ido?, yo he sacado una buena cantidad de monedas- dije sonriendo mientras me sentaba sobre la tabla de madera donde estaban puestas las cajas de mercancía. Llevaba dos manzanas en el bolsillo, saqué una de ellas y se la lancé, él la cogió hábilmente y se la llevó a la boca sin contestarme y siguiendo con su trabajo. Me encogí de hombros, al fin y al cabo no esperaba más, tomé la otra manzana de un perfecto color carmesí y me la llevé a la boca, ¡jugosa, deliciosa!, adoraba ese sabor.
Pero cuanto odiaba trabajar en esto, si seguía así no saldría de mi pobreza jamás, aun que quien diría, ¿cuando se ha visto a un gitano con riqueza?, yo quería ser una gitana con bastante dinero, al menos para comprarme un puesto digno y no mendigar servicios de puesto en puesto, aun que admito que la gente con quien suelo toparme es muy bondadosa, pero no siempre es así, cuantas veces había escuchado que por el color de mi piel y mi belleza sería más útil en un burdel, "¡tonterías!" decía mi hermano cuando le comentaba aquello, "ninguna hermana mía necesitará vender su cuerpo mientras yo siga vivo", decía con enfado y tenía razón, nunca necesité nada más mientras él velaba por los dos, adoraba a mi hermano, aun que se lo demostrase poco.
Fui corriendo hasta el puesto de telas, allí estaba mi delicado y siempre enfadado Sasha, por alguna razón no se le daba bien ser muy amable y a mi me divertía verlo discutir con sus clientes, aun que no sé como siempre lograba persuadirlos y vender gran parte de su mercancía.
Llegué hasta él viendo que se disponía a cerrar el puesto, la noche estaba llegando y nosotros seguíamos trabajando, ¡miserable vida!.
- ¿Como te ha ido?, yo he sacado una buena cantidad de monedas- dije sonriendo mientras me sentaba sobre la tabla de madera donde estaban puestas las cajas de mercancía. Llevaba dos manzanas en el bolsillo, saqué una de ellas y se la lancé, él la cogió hábilmente y se la llevó a la boca sin contestarme y siguiendo con su trabajo. Me encogí de hombros, al fin y al cabo no esperaba más, tomé la otra manzana de un perfecto color carmesí y me la llevé a la boca, ¡jugosa, deliciosa!, adoraba ese sabor.
Invitado- Invitado
Re: El poder del encanto [LIBRE]
Temeraria. Asustadiza. Confundida. Nada realista.
No comprendía con exactitud donde me encontraba. Solo vagaba por las calles mirando a las personas pasar muy alegremente. Yo casi podía decir que me sentía perdida. No perdida de lugar, si no desconcertada. No había vuelto al castillo Salvatore ya hace tiempo. No comprendía aun bien.., comprendía. Todo era distinto, y casi me sentía acorralada. Me mareaba continuamente y una que otra persona se volteaba a verme sin reconocer mi rostro. Solo seguí andando. No me dejaría caer solo por que la comida no llegara a mi estomago. Sin olvidar ese estupido ardor en mi cuello. Sentía como si unas abejas me hubieran picado en esa zona.
Tambaleante y como pude, el mercado ambulante se lograba reconocer. Pues era bastante sencillo, claro por que los puestos estaban en continuo movimiento. La noche caía, y ese velo oscuro casi recorría el cielo. Los colores morados brillaban y yo mantenía esa terrible sonrisa en mi rostro. Casi parecía que estaba apunto de morir. Las punzadas en la cien eran fuertes, y no evitaba morderme la lengua para evitar dar algún quejido.
Mis andares eran como de un péndulo. De un lado a otro. El sueño se apoderaba de mi y no evite, o mas bien, no tuve conciencia de lo que hacia. Pose mi mano en una tabla para sostenerme. Alcance a ver una hermosa chica de cabellera café, casi como el chocolate. La imagen se fue nublando y solo sentía como mi cuerpo empezaba a caer. No fue tan mala la caída. Algo muy cómodo fue lo que me retuvo de un fuerte golpe. Era como una tela muy fina y de mucha suavidad. Pero no me sentía del todo conciente para decir algo.
No comprendía con exactitud donde me encontraba. Solo vagaba por las calles mirando a las personas pasar muy alegremente. Yo casi podía decir que me sentía perdida. No perdida de lugar, si no desconcertada. No había vuelto al castillo Salvatore ya hace tiempo. No comprendía aun bien.., comprendía. Todo era distinto, y casi me sentía acorralada. Me mareaba continuamente y una que otra persona se volteaba a verme sin reconocer mi rostro. Solo seguí andando. No me dejaría caer solo por que la comida no llegara a mi estomago. Sin olvidar ese estupido ardor en mi cuello. Sentía como si unas abejas me hubieran picado en esa zona.
Tambaleante y como pude, el mercado ambulante se lograba reconocer. Pues era bastante sencillo, claro por que los puestos estaban en continuo movimiento. La noche caía, y ese velo oscuro casi recorría el cielo. Los colores morados brillaban y yo mantenía esa terrible sonrisa en mi rostro. Casi parecía que estaba apunto de morir. Las punzadas en la cien eran fuertes, y no evitaba morderme la lengua para evitar dar algún quejido.
Mis andares eran como de un péndulo. De un lado a otro. El sueño se apoderaba de mi y no evite, o mas bien, no tuve conciencia de lo que hacia. Pose mi mano en una tabla para sostenerme. Alcance a ver una hermosa chica de cabellera café, casi como el chocolate. La imagen se fue nublando y solo sentía como mi cuerpo empezaba a caer. No fue tan mala la caída. Algo muy cómodo fue lo que me retuvo de un fuerte golpe. Era como una tela muy fina y de mucha suavidad. Pero no me sentía del todo conciente para decir algo.
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
Caía el atardecer cuando hice la última venta. Las telas y los bordados encantaban a las parisinas, supongo que porque eran fuera de lo común. Rusia tenía otra cultura y eso la hacía diferente en todo, hasta en la artesania. Me alegraba al menos, que pudiera vender lo suficiente para subsistir en aquel endiablado país. Cuanto lo odiaba.
Suspiré recogiendo las telas con sumo cuidado, cuando mi alocada hermana se acercó a mi corriendo, con una de sus enormes sonrisas en los labios. Me encantaba verla así aunque yo nunca fuera a devolverle las sonrisas.
-¿Como te ha ido?.- preguntó sonriendo cuando ya se hallaba a mi lado.- Yo he sacado una buena cantidad de monedas.-continuó sentándose en la tabla de madera donde tenía las cajas de mercancía.
Sacó dos manzanas de su bolsillo, me lanzó una y la cogí con habilidad, ¡me moría de hambre! Me la llevé a la boca sin contestarle y seguí recogiendo. Con hambre no podía ser yo. Me reí negando con la cabeza y la miré mientras se comía su manzana.
-No ha ido nada mal.- dije finalmente.- Pero sabes que no me gusta hablar de como me ha ido hasta que termine de recoger todo esto.- protesté, se me escapó una risita.- ¿Tú has engañado a muchos?.- la miré divertido, conocía a la perfección a mi hermana.
Justo cuando ella iba a contestarme, una joven apareció cerca del puesto tambaleándose. Fijó la vista en mi hermana unos segundos, y luego comenzó su caída. La agarré antes de que cayera y miré a Nadezhda asustado. ¿Quién era aquella joven?
Suspiré recogiendo las telas con sumo cuidado, cuando mi alocada hermana se acercó a mi corriendo, con una de sus enormes sonrisas en los labios. Me encantaba verla así aunque yo nunca fuera a devolverle las sonrisas.
-¿Como te ha ido?.- preguntó sonriendo cuando ya se hallaba a mi lado.- Yo he sacado una buena cantidad de monedas.-continuó sentándose en la tabla de madera donde tenía las cajas de mercancía.
Sacó dos manzanas de su bolsillo, me lanzó una y la cogí con habilidad, ¡me moría de hambre! Me la llevé a la boca sin contestarle y seguí recogiendo. Con hambre no podía ser yo. Me reí negando con la cabeza y la miré mientras se comía su manzana.
-No ha ido nada mal.- dije finalmente.- Pero sabes que no me gusta hablar de como me ha ido hasta que termine de recoger todo esto.- protesté, se me escapó una risita.- ¿Tú has engañado a muchos?.- la miré divertido, conocía a la perfección a mi hermana.
Justo cuando ella iba a contestarme, una joven apareció cerca del puesto tambaleándose. Fijó la vista en mi hermana unos segundos, y luego comenzó su caída. La agarré antes de que cayera y miré a Nadezhda asustado. ¿Quién era aquella joven?
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
-No ha ido nada mal. Pero sabes que no me gusta hablar de como me ha ido hasta que termine de recoger todo esto. ¿Tú has engañado a muchos?- dijo mi hermano y yo reí divertida, iba a contarle con qué tipo de gente me topé ese día hasta que una joven de oscuros cabellos y bue porte llegó a nosotros tambaleándose y cayendo finalmente entre las telas de mi hermano, él corrió rápidamente a sostenerla para que no se diese de lleno con el suelo. De un brinco bajé de la tabla y fui hasta ellos, la joven se había desmayado, miré asustada a mi hermano, nuestros ojos preguntaban lo mismo, ¿quién era aquella joven?.
Por sus ropas pude entender que se trataba de una mujer adinerada, probablemente de la nobleza, pero era raro que no estuviese acompañada por alguna sirvienta; la acomodamos lo mejor que pudimos en el suelo, cogí una jarra con agua y se la tiré al rostro, mi hermano me miró desconcertado y casi enfadado por lo que había hecho.
-¿Qué?, de alguna manera habría que despertarla, ¿no?- dije encogiéndome de hombros y abriendo los ojos como platos. Para mi un buen jarronazo de agua fría era la mejor forma de despertar a alguien y más si ese alguien estaba inconsciente.
Por sus ropas pude entender que se trataba de una mujer adinerada, probablemente de la nobleza, pero era raro que no estuviese acompañada por alguna sirvienta; la acomodamos lo mejor que pudimos en el suelo, cogí una jarra con agua y se la tiré al rostro, mi hermano me miró desconcertado y casi enfadado por lo que había hecho.
-¿Qué?, de alguna manera habría que despertarla, ¿no?- dije encogiéndome de hombros y abriendo los ojos como platos. Para mi un buen jarronazo de agua fría era la mejor forma de despertar a alguien y más si ese alguien estaba inconsciente.
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
Nadezhda saltó de la tabla en la que se sentaba y corrió a ayudarme. Nos miramos asustados, ¿quien demonios era? Parecía alguna joven de la nobleza, su cabello tan bien cuidado, su aroma, sus ropas... estaba claro que no era una cortesana o una gitana más.
La acomodamos en el suelo, intentando que no se golpeara la cabeza, y la miré desconcertado. ¿Qué le habría pasado?
Antes de que mi mente buscara alguna respuesta, Nadezhda arrojó un jarro de agua fría sobre la joven. La miré frunciendo el ceño, podíamos estar en un buen lío.
-¿Qué? De alguna manera habría que despertarla, ¿no?- dijo encogiéndose de hombros.
-¡Puedes habernos metido en un buen lío! ¡¿No ves sus ropas?! ¡Seguro es de la nobleza o algo por el estilo! ¡Como se enfade nos mandará encerrar!
Suspiré, lo de mi hermana era demasiado y no tenía solución, estaba claro. Negué con la cabeza molesto y le limpié la cara a la chica con una de mis telas, lo hice suavemente, no quería lastimarla. Esperé a ver si recibía alguna respuesta por su parte, pero parecía negarse a hacerlo... ¡que angustia!
La acomodamos en el suelo, intentando que no se golpeara la cabeza, y la miré desconcertado. ¿Qué le habría pasado?
Antes de que mi mente buscara alguna respuesta, Nadezhda arrojó un jarro de agua fría sobre la joven. La miré frunciendo el ceño, podíamos estar en un buen lío.
-¿Qué? De alguna manera habría que despertarla, ¿no?- dijo encogiéndose de hombros.
-¡Puedes habernos metido en un buen lío! ¡¿No ves sus ropas?! ¡Seguro es de la nobleza o algo por el estilo! ¡Como se enfade nos mandará encerrar!
Suspiré, lo de mi hermana era demasiado y no tenía solución, estaba claro. Negué con la cabeza molesto y le limpié la cara a la chica con una de mis telas, lo hice suavemente, no quería lastimarla. Esperé a ver si recibía alguna respuesta por su parte, pero parecía negarse a hacerlo... ¡que angustia!
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
Me sentía como han un sueño. Me gustaba sentirme tan bien de esta manera, que incluso ese ardor en el cuello no me molestaba. Era como un momento en el que el alrededor no importaba. Ni yo misma tenia un interés de saber donde había caído. O quienes se encontraban mirándome. Porque.. Lograba escuchar unas voces, pero era algo mínimo, no les prestaba atención por que quería seguir sintiéndome de esta manera. Era tan confuso. No tenia ninguna necesidad en el momento. Todo parecía que en un momento sucumbiría. Era mi perfecto edén.
Pero no todo duraba para siempre. Algo frió callo sobre mi rostro. Sin duda eso logro sacarme de donde me encontrara. Después algo tan suave empezó a acariciar mi rostro. Tosí un poco. Lentamente abrí los ojos mientras las imagen se volvía cada vez mas nítida. Parpadee varias veces y volví a toser.- ¿Qué paso? -alcance a decir con un hilo de voz. La garganta empezó a molestarme un poco. Fue entonces que me di cuenta que aquello fresco de mi rostro fue agua.
Trate de reincorporarme lentamente y coloque una de mis manos al lado de mi cuello. Ese ardor había vuelto. Mire algo desconcertada a los dos jóvenes que se encontraban ahí mirándome. Me encogí de hombros con algo de pena- disculpen si les eh causado problemas -musite con la garganta mas clara. Entonando ese acento ingles que sonaba dulce como siempre.
Pero no todo duraba para siempre. Algo frió callo sobre mi rostro. Sin duda eso logro sacarme de donde me encontrara. Después algo tan suave empezó a acariciar mi rostro. Tosí un poco. Lentamente abrí los ojos mientras las imagen se volvía cada vez mas nítida. Parpadee varias veces y volví a toser.- ¿Qué paso? -alcance a decir con un hilo de voz. La garganta empezó a molestarme un poco. Fue entonces que me di cuenta que aquello fresco de mi rostro fue agua.
Trate de reincorporarme lentamente y coloque una de mis manos al lado de mi cuello. Ese ardor había vuelto. Mire algo desconcertada a los dos jóvenes que se encontraban ahí mirándome. Me encogí de hombros con algo de pena- disculpen si les eh causado problemas -musite con la garganta mas clara. Entonando ese acento ingles que sonaba dulce como siempre.
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
El agua parecía lograr el efecto que Nadezhda deseaba, puesto que la joven parecía despertarse. Tosió levemente y le llevó unos segundos abrir los ojos por completo. Parpadeó repetidas veces y volvió a toser.
-¿Qué pasó?.- dijo en un hilo de voz.
-Disculpe el agua sobre su rostro... - intenté disculparme, y de paso, a mi hermano.- No sabíamos que hacer para despertarla...
Trató de incorporarse con lentitud y colocó una de sus manos a un lado de su cuello. Parecía dolerle. Luego nos miró algo perdida. Se encogió de hombros, me asusté.
-Disculpen si les he causado problemas.- susurró con la voz más clara.
Puso un acento inglés que pareció chirriar en mis oídos, si no soportaba el francés, el inglés era aún peor. Intenté disimular la tensión de mi mandíbula y la ayudé a reincorporarse. Le costó ponerse en pie e incluso se tambaleó un poco.
-¿Os encontráis bien?.- mi acento no era para nada como el suyo, mi voz sonaba muy tosca en francés.- ¿Puedo hacer algo por vos? ¿Acompañaros? Lo que sea, mi señora...
-¿Qué pasó?.- dijo en un hilo de voz.
-Disculpe el agua sobre su rostro... - intenté disculparme, y de paso, a mi hermano.- No sabíamos que hacer para despertarla...
Trató de incorporarse con lentitud y colocó una de sus manos a un lado de su cuello. Parecía dolerle. Luego nos miró algo perdida. Se encogió de hombros, me asusté.
-Disculpen si les he causado problemas.- susurró con la voz más clara.
Puso un acento inglés que pareció chirriar en mis oídos, si no soportaba el francés, el inglés era aún peor. Intenté disimular la tensión de mi mandíbula y la ayudé a reincorporarse. Le costó ponerse en pie e incluso se tambaleó un poco.
-¿Os encontráis bien?.- mi acento no era para nada como el suyo, mi voz sonaba muy tosca en francés.- ¿Puedo hacer algo por vos? ¿Acompañaros? Lo que sea, mi señora...
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
- ¿Puedo hacer algo por vos? ¿Acompañaros? Lo que sea, mi señora... las palabras de mi hermano me resultaron cómicas, la chica había despertado y se había disculpado y mi hermano también, no pude evitar poner los ojos en blanco, al fin y al cabo el agua hizo el efecto que pretendí. Sonreí levemente e intenté ayudar a la joven a que se pusiera de pie.
-Perdona por el agua, pero no sabía como despertarla...- me disculpé, supuse que era lo que mi hermano deseaba ya que dijo que podíamos haber estado en problemas si se tratase de una persona de la nobleza, me encogí de hombros, mi intención solo fue ayudar no causar daño, y hasta ahora lo había logrado. No podía apartar la sonrisa de mi cara, mi hermano había tratado de "mi señora" a una persona, él quien decía que el mundo era de los pobres y no de la alta nobleza, lo miré aun que sus ojos seguían clavados en la señorita.
Off: siento tardar, no estoy en casa *snif...
-Perdona por el agua, pero no sabía como despertarla...- me disculpé, supuse que era lo que mi hermano deseaba ya que dijo que podíamos haber estado en problemas si se tratase de una persona de la nobleza, me encogí de hombros, mi intención solo fue ayudar no causar daño, y hasta ahora lo había logrado. No podía apartar la sonrisa de mi cara, mi hermano había tratado de "mi señora" a una persona, él quien decía que el mundo era de los pobres y no de la alta nobleza, lo miré aun que sus ojos seguían clavados en la señorita.
Off: siento tardar, no estoy en casa *snif...
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
Finalmente Nadezhda se había acercado para ayudar a la joven conmigo.
-Perdona por el agua, pero no sabía como despertarla....- se disculpó, resoplé ligeramente y se me escapó una risita mirándola de reojo.
Luego se quedó mirándome, supongo que había notado mi torpeza al tratar a aquella chica, no tenía ni idea de como tratar a los nobles, yo siempre tuteaba a la gente con toda confianza, hasta a mis clientes. La miré con aquella dificil sonrisa que tenía en los labios, la tensión por aquel acento inglés no había desaparecido.
Ella pareció notarlo y se le escapó una risita. Puse los ojos en blanco ligeramente, al menos yo hacía el amago de ser amable, ¡ella ni lo intentaba la mayoría de las veces! Resoplé para mis adentros y apoyé a la joven sobre mis brazos, aún parecía tambalearse.
-Perdona por el agua, pero no sabía como despertarla....- se disculpó, resoplé ligeramente y se me escapó una risita mirándola de reojo.
Luego se quedó mirándome, supongo que había notado mi torpeza al tratar a aquella chica, no tenía ni idea de como tratar a los nobles, yo siempre tuteaba a la gente con toda confianza, hasta a mis clientes. La miré con aquella dificil sonrisa que tenía en los labios, la tensión por aquel acento inglés no había desaparecido.
Ella pareció notarlo y se le escapó una risita. Puse los ojos en blanco ligeramente, al menos yo hacía el amago de ser amable, ¡ella ni lo intentaba la mayoría de las veces! Resoplé para mis adentros y apoyé a la joven sobre mis brazos, aún parecía tambalearse.
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
-No creo que sea un problema lo del agua -musite- solo es eso y dudo que logre un poco de agua asesinarme -explique con un tono tranquilo y decidido. Pues muchas veces solo me centraba en hablar mas de la cuenta, claro siempre y cuando que tuviera sentido alguno. Pues en este momento lo tendría si no hubiera quedado inconciente.. Por razones que aun no lograba recordar, pero que fácilmente sabia que me causaban un fuerte latido del corazón.- eso fue lo mas prudente de hacer -conteste de nuevo y me encogí de hombros
Cuando el joven hablo no puede evitar soltar un risita, era tan mínima y casi inaudible. No sabia la razón de que cada termina honorífico hacia mi eran muchos, y aun no me acostumbraba a escucharlos. Para su pregunta no hice mas que negar con la cabeza. ¿Como podría ayudarme? Si regresaba al castillo tendría un terrible cuestionario sobre lo que me había pasado. Observe a la chica que de apresuro a disculparse, y le dedique una sonrisa tranquilizadora.- no se preocupe, yo hubiera echo lo mismo si fuese sucedido -le dije con un deje de agradecimiento
Observe a los dos jóvenes y de nuevo pensé que era algo cómico. Un mas recordé aquel honorífico.- ah, por cierto -dije- no es necesario usar el “mi señora” -trate de imitar la voz del chico, pero no fue para nada agradable. Por lo que otra risita se me escapo. Esa forma de ser muchos pensarían que no era nada amable, pero para mi era lo contrario, después de todo yo era la que trataba de ser la excepción.
Cuando el joven hablo no puede evitar soltar un risita, era tan mínima y casi inaudible. No sabia la razón de que cada termina honorífico hacia mi eran muchos, y aun no me acostumbraba a escucharlos. Para su pregunta no hice mas que negar con la cabeza. ¿Como podría ayudarme? Si regresaba al castillo tendría un terrible cuestionario sobre lo que me había pasado. Observe a la chica que de apresuro a disculparse, y le dedique una sonrisa tranquilizadora.- no se preocupe, yo hubiera echo lo mismo si fuese sucedido -le dije con un deje de agradecimiento
Observe a los dos jóvenes y de nuevo pensé que era algo cómico. Un mas recordé aquel honorífico.- ah, por cierto -dije- no es necesario usar el “mi señora” -trate de imitar la voz del chico, pero no fue para nada agradable. Por lo que otra risita se me escapo. Esa forma de ser muchos pensarían que no era nada amable, pero para mi era lo contrario, después de todo yo era la que trataba de ser la excepción.
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
-No creo que sea un problema lo del agua.- musitó al fin.- Solo es eso y dudo que logre un poco de agua asesinarme.-explicó, en tono calmado. Eso hizo que suspirase aliviado y la presión que sentía en todo el cuerpo se liberase.- Eso fue lo mas prudente de hacer.-continuó, y se encogió de hombros
Mis palabras le hicieron reír, apesar de que ella pensase que no lo había oído. Parecía hacerle gracia mi forma de hablarle. Estuve a punto de suspirar y poner los ojos en blanco, pero intenté evitarlo.
Dirigió una mirada a Nadezdha y le sonrió tranquilamente.
-No se preocupe, yo hubiera hecho lo mismo si fuese sucedido.- le dijo, creí entender en su voz que estaba agradecida.
De pronto nos miró con gesto gracioso.
-Ah, por cierto, no es necesario usar el “mi señora”.- dijo tratando de imitar mi voz, al no lograrlo, una risita se escapó de su boca. Intenté fingir una risa, pero salió más molesta de lo que pretendía.
-Sois de clase más alta que nosotros, debemos trataros como tal...- a mí más que a nadie me costaba hablar así, pero no me quedaba otra.- Dejad que os acompañe a vuestro hogar o al menos, pueda acompañaros hasta un lugar donde estéis segura...- coloqué sus ropajes y la miré, la veía muy aturdida y no creo que fuera prudente dejar que se fuera sola, cualquier ladrón podría atacarla.
Mis palabras le hicieron reír, apesar de que ella pensase que no lo había oído. Parecía hacerle gracia mi forma de hablarle. Estuve a punto de suspirar y poner los ojos en blanco, pero intenté evitarlo.
Dirigió una mirada a Nadezdha y le sonrió tranquilamente.
-No se preocupe, yo hubiera hecho lo mismo si fuese sucedido.- le dijo, creí entender en su voz que estaba agradecida.
De pronto nos miró con gesto gracioso.
-Ah, por cierto, no es necesario usar el “mi señora”.- dijo tratando de imitar mi voz, al no lograrlo, una risita se escapó de su boca. Intenté fingir una risa, pero salió más molesta de lo que pretendía.
-Sois de clase más alta que nosotros, debemos trataros como tal...- a mí más que a nadie me costaba hablar así, pero no me quedaba otra.- Dejad que os acompañe a vuestro hogar o al menos, pueda acompañaros hasta un lugar donde estéis segura...- coloqué sus ropajes y la miré, la veía muy aturdida y no creo que fuera prudente dejar que se fuera sola, cualquier ladrón podría atacarla.
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
-Sois de clase más alta que nosotros, debemos trataros como tal...Dejad que os acompañe a vuestro hogar o al menos, pueda acompañaros hasta un lugar donde estéis segura...- Las palabras de Sasha volvieron a sorprenderme, "debemos trataros como tal". Se me escapó una risita por lo bajo, ayudé a la chica a que se levantase y la miré con una agradable sonrisa, me parecía una chica bastante normal a pesar de ser de la nobleza, esa gente siempre me había parecido muy estirada y no era mucho de mi agrado lidiar con ellos, aun que siempre que podía los estafaba, de eso se trataba mi trabajo.
-Dejenos ayudarla señorita, es lo menos que podemos hacer por usted- dije con una cálida sonrisa, sabía que mis palabras dejarían atónito a Sasha, él siempre decía que yo no sería capaz de ser totalmente amable con una persona, pero aquella chica me agradaba, su imitación de Sasha había sido muy buena que tube que morderme la lengua para no soltar una carcajada y la cara de mi hermano era todo un dilema, me encantaba verlo así entre molesto y amable, solté otra risita y sus ojos se clavaron en mi, no pude evitar taparme la boca con una mano.
-Dejenos ayudarla señorita, es lo menos que podemos hacer por usted- dije con una cálida sonrisa, sabía que mis palabras dejarían atónito a Sasha, él siempre decía que yo no sería capaz de ser totalmente amable con una persona, pero aquella chica me agradaba, su imitación de Sasha había sido muy buena que tube que morderme la lengua para no soltar una carcajada y la cara de mi hermano era todo un dilema, me encantaba verlo así entre molesto y amable, solté otra risita y sus ojos se clavaron en mi, no pude evitar taparme la boca con una mano.
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
Bueno, aquí algo estaba mal. Y no era básicamente el que allá caído inconciente sobre unas telas. Acerca de las clases sociales, para mi no éramos mas que personas por iguales. Claro unos tenían mas beneficios que otros, pero no por eso tenemos que llevar cierta trato especial o diferente. Fruncí ligeramente el ceño y carraspee aclarándome la garganta- no creo que las clases impliquen en esto -dije- creo que ambos se merecen un trato mejor que al mió -los observe
Suspire tratando de encontrar un poco de alivio. Ya me bastaba con que no me alterara por lo que allá sucedido, incluso todo lo que estaba pasando. Aunque desde el punto de otros seria algo normal, en mi vida era completamente distinto.- bueno supongo que si pueden acompañarme.. -relaje mi rostro y sonreí.- pero no quiero molestarlos -les comente algo tambaleante cuando trate de ponerme de pie.
Para mi fortuna ellos ya estaban ahí para ayudarme. Logre establecer firmemente mis pies sobre la tierra, y casi logro dar una sonrisa triunfadora por el echo. Era una errónea mentira que fuera lo poco que podían hacer. Para mi eso ya era mucho, mas que nada para molestarlos, y aparte por que no me gustaba mucho recibir ayuda de los demas, yo prefiero ayudar a otros a que se preocupen por mi. Era casi como una norma, una norma muy estupida por que eso me hacia meterme en problemas.
Suspire tratando de encontrar un poco de alivio. Ya me bastaba con que no me alterara por lo que allá sucedido, incluso todo lo que estaba pasando. Aunque desde el punto de otros seria algo normal, en mi vida era completamente distinto.- bueno supongo que si pueden acompañarme.. -relaje mi rostro y sonreí.- pero no quiero molestarlos -les comente algo tambaleante cuando trate de ponerme de pie.
Para mi fortuna ellos ya estaban ahí para ayudarme. Logre establecer firmemente mis pies sobre la tierra, y casi logro dar una sonrisa triunfadora por el echo. Era una errónea mentira que fuera lo poco que podían hacer. Para mi eso ya era mucho, mas que nada para molestarlos, y aparte por que no me gustaba mucho recibir ayuda de los demas, yo prefiero ayudar a otros a que se preocupen por mi. Era casi como una norma, una norma muy estupida por que eso me hacia meterme en problemas.
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
Nadezhda parecía sorprendida ante mis palabras, no dejaba de mirarme con cara excéptica, lo cual me extrañó, porque ella soportaba aún menos que yo. Se aprovechaba de ellos cada vez que podía y los quería cuanto más lejos, mejor.
-Dejenos ayudarla señorita, es lo menos que podemos hacer por usted- dijo ella entonces, con una cálida sonrisa en los labios. Sabía perfectamente que lo hacía para reírse de mí, la imitación le había hecho gracia y ahora aprovechaba para ponerle la guinda al pastel.
Cuando miré de nuevo a la joven, tenía el ceño ligeramente fruncido. Carraspeó para aclararse la garganta y finalmente habló.
-No creo que las clases impliquen en esto, creo que ambos se merecen un trato mejor que al mío.- dijo mirándonos. No comprendí bien que quiso decir con eso, tampoco pensaba darle importancia. Suspiró y guardó silencio unos segundos, parecía intentar buscar la calma que le faltaba.-Bueno supongo que si pueden acompañarme.. -se relajó y sonrió, tenía una bonita sonrisa.- Pero no quiero molestarlos.- repitió, intentando ponerse en pie.
No tardamos en sujetarla hasta que logró ponerse completamente en pie. Parecía complemente cerrada en su idea de que no la ayudaramos, pero estaba claro que no podría llegar muy lejos así. Miré a Nadezhda, esperaba que como mujer que era, lograra convencerla... ¡para algo tenía tanta facilidad para la palabrería! Yo era mil veces más seco.
-Déjenos ayudarla, nuestro único propósito es que lleguéis sana y salva a vuestro hogar...
-Dejenos ayudarla señorita, es lo menos que podemos hacer por usted- dijo ella entonces, con una cálida sonrisa en los labios. Sabía perfectamente que lo hacía para reírse de mí, la imitación le había hecho gracia y ahora aprovechaba para ponerle la guinda al pastel.
Cuando miré de nuevo a la joven, tenía el ceño ligeramente fruncido. Carraspeó para aclararse la garganta y finalmente habló.
-No creo que las clases impliquen en esto, creo que ambos se merecen un trato mejor que al mío.- dijo mirándonos. No comprendí bien que quiso decir con eso, tampoco pensaba darle importancia. Suspiró y guardó silencio unos segundos, parecía intentar buscar la calma que le faltaba.-Bueno supongo que si pueden acompañarme.. -se relajó y sonrió, tenía una bonita sonrisa.- Pero no quiero molestarlos.- repitió, intentando ponerse en pie.
No tardamos en sujetarla hasta que logró ponerse completamente en pie. Parecía complemente cerrada en su idea de que no la ayudaramos, pero estaba claro que no podría llegar muy lejos así. Miré a Nadezhda, esperaba que como mujer que era, lograra convencerla... ¡para algo tenía tanta facilidad para la palabrería! Yo era mil veces más seco.
-Déjenos ayudarla, nuestro único propósito es que lleguéis sana y salva a vuestro hogar...
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
Sabía perfectamente que pretendía Sasha con su mirada, le costaba articular las palabras en intento de convencer a la joven.
-Déjenos ayudarla, nuestro único propósito es que lleguéis sana y salva a vuestro hogar - yo asentí torpemente y con tal rapidez que me sentí ligeramente boba al hacerlo, sonreí para la mujer y volví los ojos hacia mi hermano.
- Por favor, no es molestia para nosotros ayudarla, es mejor que vuelva a casa sana y salva que se vuelva a caer, además si no quiere nuestra ayuda tendrá que quedarse con nosotros, porque cayó en nuestro puesto y es ley gitana que todo lo que uno encuentra en su propio lugar se quede para él- bromee y se me escapó una risilla, al ver el ceño fruncido de mi hermano y la mirada de interrogación de la joven que mi sonrisa se convirtió en una mueca de pena - lo siento...- me disculpé bajando la cabeza aun que en mis labios se percibían una sonrisa de lado.
No podía evitarlo, estaba de tan buen humor ese día que me daba igual todo lo demás...
-Déjenos ayudarla, nuestro único propósito es que lleguéis sana y salva a vuestro hogar - yo asentí torpemente y con tal rapidez que me sentí ligeramente boba al hacerlo, sonreí para la mujer y volví los ojos hacia mi hermano.
- Por favor, no es molestia para nosotros ayudarla, es mejor que vuelva a casa sana y salva que se vuelva a caer, además si no quiere nuestra ayuda tendrá que quedarse con nosotros, porque cayó en nuestro puesto y es ley gitana que todo lo que uno encuentra en su propio lugar se quede para él- bromee y se me escapó una risilla, al ver el ceño fruncido de mi hermano y la mirada de interrogación de la joven que mi sonrisa se convirtió en una mueca de pena - lo siento...- me disculpé bajando la cabeza aun que en mis labios se percibían una sonrisa de lado.
No podía evitarlo, estaba de tan buen humor ese día que me daba igual todo lo demás...
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
Me sentí muy agradecida por ofrecerme su ayuda. No quería parecer mal educada pero tampoco quería aprovecharme de una oportunidad así. Pero estaba claro que nunca me aprovecharía, pero para mi ya era aprovecharme. Aun así sabia que seria un cuento de nunca acabar y aun a si que mi terquedad fuera muy grande, pequeñas punzadas de dolor en la cabeza empezaban a aparecer. También ese ardor en el cuello. Y eso era suficiente para mi como para aceptarlo. Pero después escuche las palabras de la joven y sonreí abiertamente.
-En ese caso, pueden acompañarme si gustan -dije aun sin dejar mi tono de no darme por vencida. Me encontraba de pie y al dar un paso tambalee un poco de nuevo. Hice una mueca de decepción y decidí quedarme mejor como estaba, quieta sin que un pelo se moviera de su lugar.- dudo que lo sienta.. Pero.. No puedo hacerlo -dije bajando la mirada en dirección a mis pies.
Estos tambaleaban poco como si un escalofríos le siguiera todo el cuerpo. Pero no lo era. Algo raro del trayecto del bosque a este lugar causo que quedara en esta manera. Mientras mas trataba de recordar, mas las punzadas eran mas fuertes, y el ardor estaba desigual. Procure dejar de recordar eso, y deseaba estar en casa, obvio no era algo de vida o muerte, pero necesitaba descansar mas que nada.
-En ese caso, pueden acompañarme si gustan -dije aun sin dejar mi tono de no darme por vencida. Me encontraba de pie y al dar un paso tambalee un poco de nuevo. Hice una mueca de decepción y decidí quedarme mejor como estaba, quieta sin que un pelo se moviera de su lugar.- dudo que lo sienta.. Pero.. No puedo hacerlo -dije bajando la mirada en dirección a mis pies.
Estos tambaleaban poco como si un escalofríos le siguiera todo el cuerpo. Pero no lo era. Algo raro del trayecto del bosque a este lugar causo que quedara en esta manera. Mientras mas trataba de recordar, mas las punzadas eran mas fuertes, y el ardor estaba desigual. Procure dejar de recordar eso, y deseaba estar en casa, obvio no era algo de vida o muerte, pero necesitaba descansar mas que nada.
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
Nadezhda comprendió finalmente la súplica de mi mirada.
-Por favor, no es molestia para nosotros ayudarla, es mejor que vuelva a casa sana y salva que se vuelva a caer, además si no quiere nuestra ayuda tendrá que quedarse con nosotros, porque cayó en nuestro puesto y es ley gitana que todo lo que uno encuentra en su propio lugar se quede para él.- bromeó, y se le escapó una risita a la que respondí frunciendo el ceño, no estaba ayudando demasiado así. La joven nos miraba interrogante y la expresión divertida de Nadezhda cambió hasta volverse una triste mueca. -Lo siento....- se disculpó bajando la cabeza, pero sabía que sonreía, este era su teatrillo para intentar convencer a la joven. ¡No lo habría visto yo bien veces!
Los dos observamos a la joven, esperando su respuesta. Parecía estar en una especie de debate interior en el que se preguntaba si aceptar o no nuestra ayuda. Al escuchar las palabras de Nadezhda, sonrió abiertamente mirándonos.
-En ese caso, pueden acompañarme si gustan-dijo, pero aún no parecía convencida. Intentó caminar y volvió a tambalear, parecía decepcionada y permaneció quieta.-Dudo que lo sienta.. Pero.. No puedo hacerlo.- concluyó bajando la mirada hacia sus pies. Parecía no dejar de tambalearse, de temblar, como si tuviera frío.
-Me temo que nos veremos obligados a acompañarla... apenas se puede mover sola... por favor, déjenos ayudarla, no buscamos nada a cambio
-Por favor, no es molestia para nosotros ayudarla, es mejor que vuelva a casa sana y salva que se vuelva a caer, además si no quiere nuestra ayuda tendrá que quedarse con nosotros, porque cayó en nuestro puesto y es ley gitana que todo lo que uno encuentra en su propio lugar se quede para él.- bromeó, y se le escapó una risita a la que respondí frunciendo el ceño, no estaba ayudando demasiado así. La joven nos miraba interrogante y la expresión divertida de Nadezhda cambió hasta volverse una triste mueca. -Lo siento....- se disculpó bajando la cabeza, pero sabía que sonreía, este era su teatrillo para intentar convencer a la joven. ¡No lo habría visto yo bien veces!
Los dos observamos a la joven, esperando su respuesta. Parecía estar en una especie de debate interior en el que se preguntaba si aceptar o no nuestra ayuda. Al escuchar las palabras de Nadezhda, sonrió abiertamente mirándonos.
-En ese caso, pueden acompañarme si gustan-dijo, pero aún no parecía convencida. Intentó caminar y volvió a tambalear, parecía decepcionada y permaneció quieta.-Dudo que lo sienta.. Pero.. No puedo hacerlo.- concluyó bajando la mirada hacia sus pies. Parecía no dejar de tambalearse, de temblar, como si tuviera frío.
-Me temo que nos veremos obligados a acompañarla... apenas se puede mover sola... por favor, déjenos ayudarla, no buscamos nada a cambio
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
La joven se tambaleó ligeramente y la sujeté mejor del brazo, no se encontraba muy bien a decir verdad, mi hermano volvió su mirada de nuevo a ella y añadió tras las palabras de esta:
-Me temo que nos veremos obligados a acompañarla... apenas se puede mover sola... por favor, déjenos ayudarla, no buscamos nada a cambio- yo asentí tontamente ante sus palabras. Coloqué las cajas debajo de la mesa y pedí Martina, la del puesto de flores que las cuidara, no tardaríamos en ir a por ellas.
Empezamos a caminar los tres, Sasha y yo sosteniendo a la joven por los brazos, ella apenas daba caminado sola, era como si se encontrara en una especie de trance o desfallecimiento, negué con la cabeza y sonreí.
-Usted dirige y nosotros seguimos- dije con una amplia sonrisa, no se me daba bien ser muy amable, eso era verdad, pero tampoco era tosca o malhumorada como mi hermano, cuya seriedad asustaba a muchas personas. Pero yo lo quería así.
-Me temo que nos veremos obligados a acompañarla... apenas se puede mover sola... por favor, déjenos ayudarla, no buscamos nada a cambio- yo asentí tontamente ante sus palabras. Coloqué las cajas debajo de la mesa y pedí Martina, la del puesto de flores que las cuidara, no tardaríamos en ir a por ellas.
Empezamos a caminar los tres, Sasha y yo sosteniendo a la joven por los brazos, ella apenas daba caminado sola, era como si se encontrara en una especie de trance o desfallecimiento, negué con la cabeza y sonreí.
-Usted dirige y nosotros seguimos- dije con una amplia sonrisa, no se me daba bien ser muy amable, eso era verdad, pero tampoco era tosca o malhumorada como mi hermano, cuya seriedad asustaba a muchas personas. Pero yo lo quería así.
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
Lo que me gusto es que ellos estuvieran ahí para sostenerme. Pero.. Tanta amabilidad y ni siquiera los conocía por el nombre. Para mi era extraño eso, pues se me dificultaba diríjame a una persona sin reconocerlo por algún nombre.- ¿Pueden decirme sus nombres? -pregunte tranquila, como si fuera algo confidencial. Por ahora estaba bastante claro que aceptaría su ayuda. Tanto de los dos como si fuera la de uno. Lo importante es que la necesitaba. Por que aun así recibiría un tremendo regaño en casa, y debería de aguardar a eso.
Busque con la mirada algo que mi mente lograra reconocer. Los puestos cambiaban constantemente, que era igual de difícil dejarse llevar por uno solo. Mientras tanto eleve la mirada y como si fuera un dejabu, logre de reconocer un poco del camino. Sonreí victoriosamente por dentro. Mi mirada se encontraba mas curiosa que nuca observando cada rincón que quedaba libre de mi alcance.
-Creo que es por acá -murmure bajo, pero perfectamente audible mientras empezábamos a caminar -un poco menos tambaleante gracias a que ellos me sostenían- en dirección de donde yo había apuntado con la mirada fugazmente
Busque con la mirada algo que mi mente lograra reconocer. Los puestos cambiaban constantemente, que era igual de difícil dejarse llevar por uno solo. Mientras tanto eleve la mirada y como si fuera un dejabu, logre de reconocer un poco del camino. Sonreí victoriosamente por dentro. Mi mirada se encontraba mas curiosa que nuca observando cada rincón que quedaba libre de mi alcance.
-Creo que es por acá -murmure bajo, pero perfectamente audible mientras empezábamos a caminar -un poco menos tambaleante gracias a que ellos me sostenían- en dirección de donde yo había apuntado con la mirada fugazmente
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Re: El poder del encanto [LIBRE]
Nad asintió ante mis palabras y guardó las cajas rápidamente, pidiéndole a la joven del puesto de flores que se encargase de vigilarlas, prometiéndole que no tardaríamos en volver.
En un gran esfuerzo por su parte, ya que le es dificil ser amable, sonrió ampliamente hacia la joven y dijo:
-Usted dirige y nosotros seguimos.- y ayudándome a cargar con la joven, comenzamos a caminar.
-¿Pueden decirme sus nombres?.- preguntó la chica, que parecía darse por vencida.-
Me reí, algo irónico, parecía que nadie se resistía a la amabilidad de Nadezhda... supongo que tenía práctica en embaucar a las personas.
-Mi hermana se llama Nadezhda.- se me escapó una risita al notar el profundo y tosco acento que me había salido al pronunciar el nombre de mi hermana.- Yo soy Aleksandr.- concluí, sin más.
Continuamos caminando, no entendía como podía estar así, tan desfallecida. ¿Le habrían hecho algo? Porque no creo que fuera simplemente una enfermedad o se encontrase bajo los efectos del alcohol...
-Creo que es por acá.- murmuró, finalmente, sacándome de mis hipótesis mentales y señalando el camino con la mirada.
Caminamos por la dirección que había marcado y miré a Nad, confuso, aún no entendía bien como nos habíamos metido en esto.
-¿Como os llamáis vos?.- pregunté, intentando buscar respuestas.
En un gran esfuerzo por su parte, ya que le es dificil ser amable, sonrió ampliamente hacia la joven y dijo:
-Usted dirige y nosotros seguimos.- y ayudándome a cargar con la joven, comenzamos a caminar.
-¿Pueden decirme sus nombres?.- preguntó la chica, que parecía darse por vencida.-
Me reí, algo irónico, parecía que nadie se resistía a la amabilidad de Nadezhda... supongo que tenía práctica en embaucar a las personas.
-Mi hermana se llama Nadezhda.- se me escapó una risita al notar el profundo y tosco acento que me había salido al pronunciar el nombre de mi hermana.- Yo soy Aleksandr.- concluí, sin más.
Continuamos caminando, no entendía como podía estar así, tan desfallecida. ¿Le habrían hecho algo? Porque no creo que fuera simplemente una enfermedad o se encontrase bajo los efectos del alcohol...
-Creo que es por acá.- murmuró, finalmente, sacándome de mis hipótesis mentales y señalando el camino con la mirada.
Caminamos por la dirección que había marcado y miré a Nad, confuso, aún no entendía bien como nos habíamos metido en esto.
-¿Como os llamáis vos?.- pregunté, intentando buscar respuestas.
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