El poder del encanto [LIBRE]

por Invitado Jue Ago 12, 2010 9:22 pm

Recuerdo del primer mensaje :

El atardecer se hacía notorio mientras recorría el mercado de puesto en puesto. Me había pasado el día ayudando en el puesto de flores, al menos me había sacado unas propinas, también tenía el dinero que junté engañando a los compradores cerca de cada puesto con leerle la mano, ¡qué ingenua eran algunas personas!.
Pero cuanto odiaba trabajar en esto, si seguía así no saldría de mi pobreza jamás, aun que quien diría, ¿cuando se ha visto a un gitano con riqueza?, yo quería ser una gitana con bastante dinero, al menos para comprarme un puesto digno y no mendigar servicios de puesto en puesto, aun que admito que la gente con quien suelo toparme es muy bondadosa, pero no siempre es así, cuantas veces había escuchado que por el color de mi piel y mi belleza sería más útil en un burdel, "¡tonterías!" decía mi hermano cuando le comentaba aquello, "ninguna hermana mía necesitará vender su cuerpo mientras yo siga vivo", decía con enfado y tenía razón, nunca necesité nada más mientras él velaba por los dos, adoraba a mi hermano, aun que se lo demostrase poco.

Fui corriendo hasta el puesto de telas, allí estaba mi delicado y siempre enfadado Sasha, por alguna razón no se le daba bien ser muy amable y a mi me divertía verlo discutir con sus clientes, aun que no sé como siempre lograba persuadirlos y vender gran parte de su mercancía.
Llegué hasta él viendo que se disponía a cerrar el puesto, la noche estaba llegando y nosotros seguíamos trabajando, ¡miserable vida!.
- ¿Como te ha ido?, yo he sacado una buena cantidad de monedas- dije sonriendo mientras me sentaba sobre la tabla de madera donde estaban puestas las cajas de mercancía. Llevaba dos manzanas en el bolsillo, saqué una de ellas y se la lancé, él la cogió hábilmente y se la llevó a la boca sin contestarme y siguiendo con su trabajo. Me encogí de hombros, al fin y al cabo no esperaba más, tomé la otra manzana de un perfecto color carmesí y me la llevé a la boca, ¡jugosa, deliciosa!, adoraba ese sabor.

por Invitado Jue Ago 19, 2010 2:40 pm

¿Pueden decirme sus nombres?.- preguntó la joven denotando el profundo cansancio en sus palabras.
Vi reír algo irónico a Sasha, se daba cuenta que tenía práctica en embaucar a las personas. Sonreí ante ello, qué no ose en dudar de mi.

-Mi hermana se llama Nadezhda, yo soy Aleksandr.- respondió rápidamente mi hermano. Miré a la joven y me pregunté si le harían algo, tal vez le hubiesen robado o lastimado y no nos dábamos cuenta de ello.

-Creo que es por acá.- murmuró, señalando el camino a seguir.

Caminamos por la dirección que había marcado y mi hermano me miró algo confuso, supuse que se preguntaba lo mismo que yo y tampoco lo entendía.

-¿Como os llamáis vos?.- preguntó Sasha para sacarnos de la duda. Yo no esperé a que contestara la chica y me apresuré, odiaba las incertidumbres y era muy curiosa.

-¿Qué os ha sucedido madame?- pregunté al fin haciendo caso omiso de la mirada de mi hermano, sabía perfectamente que él deseaba conocer la respuesta tanto como yo.

por Invitado Dom Ago 22, 2010 5:24 pm

Escuche nos nombres de los jóvenes y asentí con una dulce sonrisa. Mas agradable que nada. Sus nombres nunca los había escuchado. Sin duda seria la primera vez que escuchaba articular esos nombres. Por lo tanto fue verdaderamente distinto a otros. Cuando el joven pregunto por mi nombre entre abrí la boca para mencionarlo. Pero fue imposible ya que la señorita había salido con otra pregunta. Por ningún momento me detuve. Coloque mis manos por el frente entrelazando mis propios dedos quedándome algo pensativa. Ni yo misma sabia que es lo que me sucedió.

-Catherina.. -murmure lo suficiente audible para los dos. Sonreí de lado mientras mi mirada paseaba por el suelo intentando recordar algo. Pero solo podía ver imágenes borrosas y ese odioso ardor.- no recuerdo bien -hice una mueca llevándome la mano a un costado del cuello. Sabia que la confusión que sentía en ese momento era desesperante. No sabia bien el porque, pero era un momento muy diferente. Solo la desesperación se juntaba en mi cabeza.- solo recuerdo que estaba en el bosque. Recuerdo que fue en ese lugar por que salí a pasear -eleve de nuevo la mirada intentando ver el camino

Por un instante vino a mi mente la intensa agonía que sentía. Fueron como miles de vidrios encajándose donde antes sentía el dolor. El cuello era algo que debía de cuidarme, y si me movía sabia que dolía aun mas. La piel se me crispo. Las recuerdos empezaban a regresar a mi mente. Pero no deseaba tenerlos en mi memoria. Menee la cabeza volviendo al mundo exterior fuera de mi mente. Me encogí de hombros intentando borrar la información.- es un placer conocerlos jovenes Nadezhda y Aleksandr..

off: perdon por la tardanza, estube ocupada con las clases y eso me cortaba la inspiracion .___________.

por Invitado Mar Ago 31, 2010 4:07 pm

-Catherina.. .- murmuró finalmente, y sonrió de lado buscando algo.- No recuerdo bien.- dijo contestando a la pregunta de Nad, haciendo una mueca llevandose la mano al cuello. Por su momento, una lucecita en mí se iluminó ¿la había atacado un vampiro? -Solo recuerdo que estaba en el bosque. Recuerdo que fue en ese lugar por que salí a pasear....- intentó buscar de nuevo el camino, estaba completamente perdida. Agitó de pronto la cabeza y se encogió de hombros, qué extraño actuaba.- Es un placer conocerlos jovenes Nadezhda y Aleksandr..

Me reí y no me molesté en contestar, ¿qué iba a decir? Suspiré disimuladamente y me dediqué a mirarla, esperando que encontrase algo que la hiciera recordar qué le pasaba, de dónde venía o quién demonios era. Aquello comenzaba a resultarme incómodo, ¿por qué tenía que ser amable con gente que no conocía si luego ellos no lo eran conmigo? Nosotros éramos simples gitanos a ojos de la gente de dinero, y ella lo era. Negué con la cabeza e intenté ayudarla a caminar, mirando a Nad con gesto aburrido. Me imaginé que ella estaría pensando lo mismo que yo...

Off: No importa. Perdona que te lo diga, pero esto se está volviendo un poquito aburrido, ¿no crees?

por Invitado Sáb Sep 04, 2010 12:13 pm

-El placer es nuestro señorita- dije con una amable sonrisa. -Dígame ¿falta mucho?- empezaba a preocuparme que la mujer se pusiese peor y nosotros no podamos ayudarla, pues no se veía muy bien y a decir verdad yo ansiaba llegar a casa y comer algo.

Había pasado el día correteando por el mercado y deseaba por fin descansar. Miré a mi hermano quien compartía la mirada de ligero aburrimiento, esperando por fin poder llegar a casa. Me encogí de hombros y seguí caminando.

Suspiré sonoramente y entrecerré los ojos, no sabía por donde nos dirigíamos ya y a decir verdad, empezaba a perderme ligeramente, el sueño y las ganas de descansar hacían que mis fuerzas flaquearan por momentos.

[TEMA CERRADO POR AUSENCIA DE POSTEADORES]

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