AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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A look at the past. {Danna Dianceht}
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A look at the past. {Danna Dianceht}
Faltaban pocas horas para el anochecer, aquel día en su mente solo divagaba una idea en concreto, una visita, una reseña de lo que había sido antes, su mayor goce en vida, esos simple placeres que alejaban su alma de lo físico, llevándola a un estado de trance difícil de ignorar, solo debía ser paciente.
Finalmente el sol cedió dando paso a la obscuridad, liberándola instantáneamente de aquella prisión resguardada bajo su propio hogar, salió estirando fervientemente el cuerpo, pero no molestándose en cambiarse o arreglar las simples ropas que llevaba, o cubrir sus pies, simplemente abandono el lugar descalza con un vestido liviano y suave al tacto, comenzó a recorrer el bosque sin buscar nada en especifico, disfrutaba de la frescura de la noche y y llevando la vista al cielo logro divisar una que otra estrella tintineante en la inmensidad del cielo nocturno.
Lentamente un recuerdo le embargó, dando un nuevo rumbo a sus pies, el sonido ligero de las suaves corrientes que se formaban en el lugar no hacían mas que llamarle, y no puso resistencia a ello; y sin darse cuenta ya se encontraba frente al lago, tan misterioso y tranquilo como lo estaba siempre en sus innumerables recuerdos de este. Se detuvo un momento caminando por la orilla, rodeándolo, mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa satisfecha, en serio estaba gozando de lo que veían sus ojos, los cuales lograban captar miles de detalles que antes le eran sencillamente invisibles.
Tomó una innecesaria bocanada de aire y poniendo los brazos estirados por sobre su cabeza, se lanzó graciosamente al agua, casi sin alterar los sonidos que le rodeaban en lo absoluto, dejo que su cuerpo se hiciera uno con el lago, manteniendo sus ojos cerrados despreocupándose por completo de su entorno, no era capaz de sentir la soledad, no ahora, y no ahí.
Soltó una risa, y se apresuro al fondo, quedando prácticamente recostada, en ese momento abrió los ojos levantando la vista, solo para percatarse de una silueta que se dejaba entrever justo en la orilla, de seguro ya la había notado, y quien sabe desde cuanto tiempo, pero se mantuvo tranquila, mientras comenzaba a emerger nuevamente a la superficie, para así recibir o alejarse definitivamente de su inesperada visita.
Finalmente el sol cedió dando paso a la obscuridad, liberándola instantáneamente de aquella prisión resguardada bajo su propio hogar, salió estirando fervientemente el cuerpo, pero no molestándose en cambiarse o arreglar las simples ropas que llevaba, o cubrir sus pies, simplemente abandono el lugar descalza con un vestido liviano y suave al tacto, comenzó a recorrer el bosque sin buscar nada en especifico, disfrutaba de la frescura de la noche y y llevando la vista al cielo logro divisar una que otra estrella tintineante en la inmensidad del cielo nocturno.
Lentamente un recuerdo le embargó, dando un nuevo rumbo a sus pies, el sonido ligero de las suaves corrientes que se formaban en el lugar no hacían mas que llamarle, y no puso resistencia a ello; y sin darse cuenta ya se encontraba frente al lago, tan misterioso y tranquilo como lo estaba siempre en sus innumerables recuerdos de este. Se detuvo un momento caminando por la orilla, rodeándolo, mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa satisfecha, en serio estaba gozando de lo que veían sus ojos, los cuales lograban captar miles de detalles que antes le eran sencillamente invisibles.
Tomó una innecesaria bocanada de aire y poniendo los brazos estirados por sobre su cabeza, se lanzó graciosamente al agua, casi sin alterar los sonidos que le rodeaban en lo absoluto, dejo que su cuerpo se hiciera uno con el lago, manteniendo sus ojos cerrados despreocupándose por completo de su entorno, no era capaz de sentir la soledad, no ahora, y no ahí.
Soltó una risa, y se apresuro al fondo, quedando prácticamente recostada, en ese momento abrió los ojos levantando la vista, solo para percatarse de una silueta que se dejaba entrever justo en la orilla, de seguro ya la había notado, y quien sabe desde cuanto tiempo, pero se mantuvo tranquila, mientras comenzaba a emerger nuevamente a la superficie, para así recibir o alejarse definitivamente de su inesperada visita.
Leonor Daxmins- Vampiro Clase Media
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
Una brillante luna se alzaba sobre mi cabeza, alumbrando el sinuoso camino del oscuro bosque en el que me encontraba en esa bonita noche. Recorría paseando el bosque, de un lado a otro sin rumbo fijo, solo me guiaba por intuición e imágenes de mi mente, donde tenía resquicios de aquel bosque y un inmenso lago, donde solo verlos había deseado tirarme y tranquilamente nadar en sus aguas.
Por mala suerte, el lago lo había encontrado cuando iba de bestia, en la anterior luna llena, solo hacia tres noches, y tras las vueltas que como bestia hacia por los bosques, recorriendo grandes distancias, se hacía difícil poder diferenciar el camino al lago, de los demás caminos que llegaban a ninguna parte, que solo seguían el propósito de perder a los desventurados incautos o valientes jóvenes que se aventuraban en aquel paraje indómito. A estas horas de la noche, la oscuridad ya no era total, pues quedaban pocas horas para el amanecer, para que el primer rayo solar impactara contra el suelo. Ahuyentando a todas las criaturas de la noche. Gracias a mi memoria y rastreo, del que me servía para rastrear el camino que seguí para llegar a mi destino, seguí internándome en el bosque, apartando de mi camino muchas ramas que me dificultaban el camino de los arboles caían. Salté por una pendiente rocosa y me encontré sorteando obstáculos por el bosque, concentrada en el rastreo y en las imágenes que acudían selectivamente a mi memoria.
Para la ocasión me había vestido con un sencillo vestido blanco, el que no impediría que me llegara a remojar hasta los muslos en el lago o hasta nadar en él, mojándome entera. Para no atraer la atención más de lo necesario, me había dispuesto por encima de mi una capa negra ocultando así mi identidad. Tras seguir caminando, lentamente la vegetación disminuía hasta que al final llegue a diferenciar el lago de aguas oscuras, al que acudí lo más acelerado que pude, ya que tras los primeros pasos, el olor de una vampira atrajo mi atención.
¿Quién sería? Me acerque cuidadosa hasta quedar cerca de la chica, la que salía del agua, dejando tras de sí unas aguas tranquilas, como si nunca se hubiera bañado en él, como si no estuviera saliendo de él en ese mismo instante. Llevaba limitación, por lo que mi olor seguía oculta, sin miedo a que me descubriera y decidiera terminar conmigo por ser loba. Los vampiros y licántropos no nos llevábamos, pero bien como mi experiencia me lo demostraba, eso eran otros tiempos, el odio entre especies ya no se encontraba tan arraigado en nosotros, por suerte, pero aún quedaban algunos especímenes que nos odiaban hasta la muerte por ser licántropos, simples perros o chuchos como ellos nos llamaban. Me fui acercando hacia ella con curiosidad, era muy tarde ya y el bosque lejos de la ciudad cualquier otro vampiro estaría de camino allí o escondido ya, no bañándose en un solitario lago.
-El sol saldrá en pocas horas- comente sonriéndole amistosamente bajo la negra capucha negra llegando finalmente a unos metros de ella- ¿Son frías estas aguas?- miré de soslayo el oscuro lago, y esperé que la joven vampira contestase.
Por mala suerte, el lago lo había encontrado cuando iba de bestia, en la anterior luna llena, solo hacia tres noches, y tras las vueltas que como bestia hacia por los bosques, recorriendo grandes distancias, se hacía difícil poder diferenciar el camino al lago, de los demás caminos que llegaban a ninguna parte, que solo seguían el propósito de perder a los desventurados incautos o valientes jóvenes que se aventuraban en aquel paraje indómito. A estas horas de la noche, la oscuridad ya no era total, pues quedaban pocas horas para el amanecer, para que el primer rayo solar impactara contra el suelo. Ahuyentando a todas las criaturas de la noche. Gracias a mi memoria y rastreo, del que me servía para rastrear el camino que seguí para llegar a mi destino, seguí internándome en el bosque, apartando de mi camino muchas ramas que me dificultaban el camino de los arboles caían. Salté por una pendiente rocosa y me encontré sorteando obstáculos por el bosque, concentrada en el rastreo y en las imágenes que acudían selectivamente a mi memoria.
Para la ocasión me había vestido con un sencillo vestido blanco, el que no impediría que me llegara a remojar hasta los muslos en el lago o hasta nadar en él, mojándome entera. Para no atraer la atención más de lo necesario, me había dispuesto por encima de mi una capa negra ocultando así mi identidad. Tras seguir caminando, lentamente la vegetación disminuía hasta que al final llegue a diferenciar el lago de aguas oscuras, al que acudí lo más acelerado que pude, ya que tras los primeros pasos, el olor de una vampira atrajo mi atención.
¿Quién sería? Me acerque cuidadosa hasta quedar cerca de la chica, la que salía del agua, dejando tras de sí unas aguas tranquilas, como si nunca se hubiera bañado en él, como si no estuviera saliendo de él en ese mismo instante. Llevaba limitación, por lo que mi olor seguía oculta, sin miedo a que me descubriera y decidiera terminar conmigo por ser loba. Los vampiros y licántropos no nos llevábamos, pero bien como mi experiencia me lo demostraba, eso eran otros tiempos, el odio entre especies ya no se encontraba tan arraigado en nosotros, por suerte, pero aún quedaban algunos especímenes que nos odiaban hasta la muerte por ser licántropos, simples perros o chuchos como ellos nos llamaban. Me fui acercando hacia ella con curiosidad, era muy tarde ya y el bosque lejos de la ciudad cualquier otro vampiro estaría de camino allí o escondido ya, no bañándose en un solitario lago.
-El sol saldrá en pocas horas- comente sonriéndole amistosamente bajo la negra capucha negra llegando finalmente a unos metros de ella- ¿Son frías estas aguas?- miré de soslayo el oscuro lago, y esperé que la joven vampira contestase.
Danna Dianceht- Licántropo/Realeza
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
Salió lentamente dejando asomar solo sus ojos por entre las aguas, pestañeando rápidamente, observando con suma determinación a la joven que se encontraba de pie justo frente al lago, no parecía una mala persona, pero como muchas cosas en París, las apariencias pueden engañar fácilmente, y sabía que su visión acerca de ella, podía ser tan errónea como traicionada, por lo mismo, decidió ser cautelosa.
Escucho con atención a la extraña..."El sol saldrá en pocas horas", esto solamente fue una forma de saber que ella, ya se había dado cuenta de que era Leonor con exactitud, dando paso a que ella notara que en la escencía de la muchacha también había una particularidad, y su aroma ya le era muy conocido, por obvias razones, conocía muy bien a los de su especie.
Se acercó lo mas posible a la orilla, observandole a los ojos antes de decir nada... - No... de echo, creo que casi puedo sentir su calidez - le dijo conservando un sosegado tono de voz, mientras sus palmas acariciaban las aguas con suma sutileza, como si le propiciara algo de cariño al lugar...
Dio unos cuantos pasos hacia atrás, sumergiéndose hasta los hombros, sin quitarle la atención a ella - Se que el sol saldrá pronto...pero aún me quedan un par de horas, se me hace muy difícil salir de aquí... - le confesó, de manera casual, casi sonando como si le hablara a cualquier persona un tanto mas cercana.
Dejo escapar un suspiro lleno de tranquilidad, mientras llevaba su vista al cielo que les cubría esa noche, podía sentir la arenilla bajo sus pies, era una sensación similar a un leve masaje, y frotando sus dedos en ella, volvió a levantar su mirada hasta la joven que le observaba de una forma un tanto particular - ¿Y que haces tu por aquí, no pensabas venir a darte un chapuzón o si? - sonrió con su rostro de costado, ya que no recordaba haberle visto antes, o quizás no era de las personas que paseaba de madrugada, o la noche en que Leonor se encontraba en el bosque, la chica estaba por ahí, pero no precisamente como humana... no de la manera tan serena en la cual se le había presentado en este momento... la vampiresa ahora sabía exactamente que clase se ser tenía justo frente a ella.
Escucho con atención a la extraña..."El sol saldrá en pocas horas", esto solamente fue una forma de saber que ella, ya se había dado cuenta de que era Leonor con exactitud, dando paso a que ella notara que en la escencía de la muchacha también había una particularidad, y su aroma ya le era muy conocido, por obvias razones, conocía muy bien a los de su especie.
Se acercó lo mas posible a la orilla, observandole a los ojos antes de decir nada... - No... de echo, creo que casi puedo sentir su calidez - le dijo conservando un sosegado tono de voz, mientras sus palmas acariciaban las aguas con suma sutileza, como si le propiciara algo de cariño al lugar...
Dio unos cuantos pasos hacia atrás, sumergiéndose hasta los hombros, sin quitarle la atención a ella - Se que el sol saldrá pronto...pero aún me quedan un par de horas, se me hace muy difícil salir de aquí... - le confesó, de manera casual, casi sonando como si le hablara a cualquier persona un tanto mas cercana.
Dejo escapar un suspiro lleno de tranquilidad, mientras llevaba su vista al cielo que les cubría esa noche, podía sentir la arenilla bajo sus pies, era una sensación similar a un leve masaje, y frotando sus dedos en ella, volvió a levantar su mirada hasta la joven que le observaba de una forma un tanto particular - ¿Y que haces tu por aquí, no pensabas venir a darte un chapuzón o si? - sonrió con su rostro de costado, ya que no recordaba haberle visto antes, o quizás no era de las personas que paseaba de madrugada, o la noche en que Leonor se encontraba en el bosque, la chica estaba por ahí, pero no precisamente como humana... no de la manera tan serena en la cual se le había presentado en este momento... la vampiresa ahora sabía exactamente que clase se ser tenía justo frente a ella.
Leonor Daxmins- Vampiro Clase Media
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
Sonreí ante sus palabras, el sol les quemaba, era su mayor enemigo. La joven parecía ser muy valiente por encontrarse a esa hora en el lago, como si estuviera esperando a que los rayos del sol la iluminasen y probarse a si misma en una carrera por proteger su vida. Me acerqué hacia la orilla, sin dejar de observarla… parecía inofensiva, pero así todos los vampiros lo podían hacer parecer y luego volverse los demonios que realmente eran.
En sus ojos vi. El conocimiento de mi condición, y si aún así no había echo nada hostil contra mi, solo querría decir que no me encontraba en peligro, no todavía, ya se vería. Sonreí a sus palabras, desviando la mirada hacia el hermoso y misterioso lago- Es comprensible, es como cuando eres pequeña y no querías salirte del agua, y cuando lo hacías echabas en falta la arena bajo tus pies. Ahora nos ocurre lo mismo, pero somos algo mas grandecitas- reí recordando los momentos en que de pequeña me escondía y me escapaba a uno de los lagos de Escocia donde me tiraba y disfrutaba del agua como una pequeña sirena. Ahora tenía más años, aún así el sentimiento era el mismo.
Viendo a la joven disfrutar en el agua, esperando no molestarla, me quite el sencillo calzado, cuando su voz irrumpió mis acciones.- Eh si…claro, si no os molesta mi presencia- contesté a su pregunta. Había venido expresamente a bañarme en el lago, para una lycan podía ser peligroso internarse en un bosque lleno de vampiros y aún así aquí estaba, lista para tirarme al lago donde había una vampira. Esperé por su contestación antes de quitarme el corsé del vestido.
– Si os molesta puedo irme a otro extremo del lago…sinceramente no quiero peleas- confesé mirándola, esperando que captara mi mensaje. No me encontraba de humor para pelearme con nadie, y menos hoy, en que me encontraba cansada y solo quería relajarme.
En sus ojos vi. El conocimiento de mi condición, y si aún así no había echo nada hostil contra mi, solo querría decir que no me encontraba en peligro, no todavía, ya se vería. Sonreí a sus palabras, desviando la mirada hacia el hermoso y misterioso lago- Es comprensible, es como cuando eres pequeña y no querías salirte del agua, y cuando lo hacías echabas en falta la arena bajo tus pies. Ahora nos ocurre lo mismo, pero somos algo mas grandecitas- reí recordando los momentos en que de pequeña me escondía y me escapaba a uno de los lagos de Escocia donde me tiraba y disfrutaba del agua como una pequeña sirena. Ahora tenía más años, aún así el sentimiento era el mismo.
Viendo a la joven disfrutar en el agua, esperando no molestarla, me quite el sencillo calzado, cuando su voz irrumpió mis acciones.- Eh si…claro, si no os molesta mi presencia- contesté a su pregunta. Había venido expresamente a bañarme en el lago, para una lycan podía ser peligroso internarse en un bosque lleno de vampiros y aún así aquí estaba, lista para tirarme al lago donde había una vampira. Esperé por su contestación antes de quitarme el corsé del vestido.
– Si os molesta puedo irme a otro extremo del lago…sinceramente no quiero peleas- confesé mirándola, esperando que captara mi mensaje. No me encontraba de humor para pelearme con nadie, y menos hoy, en que me encontraba cansada y solo quería relajarme.
Danna Dianceht- Licántropo/Realeza
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
La muchacha demostraba ser prudente, casi tanto como ella, pero el echo de sus diferentes condiciones o razas, simplemente era un detalle que Leonor podía pasar por alto sin ningún a, nunca se había caracterizado por criticar a las criaturas, y menos comenzaría a hacerlo ahora, ya siendo ella misma una mas de estos seres.
Le dedico una sonrisa a sus primeros comentarios, le recordaba también a su propia infancia, años en los cuales vivia, de no ser en los árboles era en el lago, allí su vida se sentía plena y valiosa, siempre disfrutaba de lo sencillo de la vida, de los pequeños regalos que esta entrega y que la gente desprecia o pasa por alto, y para ella eso era algo inaceptable, y ahora se hallaba nuevamente, después de varios meses, en un lugar que adoraba con su alma, y que lamentaba haberlo olvidado - Si somos mas grandes, pero no veo el por que ese gozo de vivir esto deba perderse ¿No lo crees así? - le pregunto mientras se adentraba un poco mas, ya con sus pies flotando, al igual que su inerte cuerpo.
Movió la cabeza en un gesto alentador, invitándole de esta forma, a entrar ahí con ella, su presencia no le molestaría, de ser así lo hubiera echo desde el momento en que la sintió cerca - No te preocupes, hay mucho espacio aquí, y sería bueno tener compañía...- comentó regalandole una sonrisa un poco mas amplia, mientras con su mano le lanzaba unas cuantas gotas de agua, en un gesto tierno y juguetón.
Todo volvía a hacerse tranquilo, el tenso ambiente que se creo hace unos minutos atrás, había desaparecido por completo, ahora solo existían dos jóvenes que disfrutarían de las tranquilas aguas del lugar - Por cierto, mi nombre es Leonor... - se presentó con ella, sin olvidar sus modales por supuesto, y esperó una respuesta por parte de la que ahora, se mantenía como una simple extraña.
Le dedico una sonrisa a sus primeros comentarios, le recordaba también a su propia infancia, años en los cuales vivia, de no ser en los árboles era en el lago, allí su vida se sentía plena y valiosa, siempre disfrutaba de lo sencillo de la vida, de los pequeños regalos que esta entrega y que la gente desprecia o pasa por alto, y para ella eso era algo inaceptable, y ahora se hallaba nuevamente, después de varios meses, en un lugar que adoraba con su alma, y que lamentaba haberlo olvidado - Si somos mas grandes, pero no veo el por que ese gozo de vivir esto deba perderse ¿No lo crees así? - le pregunto mientras se adentraba un poco mas, ya con sus pies flotando, al igual que su inerte cuerpo.
Movió la cabeza en un gesto alentador, invitándole de esta forma, a entrar ahí con ella, su presencia no le molestaría, de ser así lo hubiera echo desde el momento en que la sintió cerca - No te preocupes, hay mucho espacio aquí, y sería bueno tener compañía...- comentó regalandole una sonrisa un poco mas amplia, mientras con su mano le lanzaba unas cuantas gotas de agua, en un gesto tierno y juguetón.
Todo volvía a hacerse tranquilo, el tenso ambiente que se creo hace unos minutos atrás, había desaparecido por completo, ahora solo existían dos jóvenes que disfrutarían de las tranquilas aguas del lugar - Por cierto, mi nombre es Leonor... - se presentó con ella, sin olvidar sus modales por supuesto, y esperó una respuesta por parte de la que ahora, se mantenía como una simple extraña.
Leonor Daxmins- Vampiro Clase Media
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
Observé a la joven en el agua, tenía aquella sonrisa de estar recordando su infancia quizás, los juegos que de niñas jugábamos alrededor de los lagos y los que a todos los niños, nos gustaba el agua y ensuciarnos. Reí ante aquello, de pequeña llevaba a todos los siervos de cabeza por mi culpa, siempre me ensuciaba, a todas horas... no habia nada que una fiesta en el lago o por el bosque me alegrará más. Al poco tiempo asumieron que no tenía remedio, y se acostumbraron a limpiarme las ropas cada noche, por suerte ahora ya no era así. – Sin duda alguna, siempre nos quedan resquicios de quienes fuimos alguna vez- le sonreí – Y son las pequeñas cosas las que nos recuerdan que lo importante, reside en los pequeños placeres, en los pequeños detalles… -
La joven me dedicó con la cabeza un gesto alentador, invitándome al agua, tras asegurarme que no le importaba, que había mucho espacia. Es más, teníamos el lago para nosotras solas, teníamos espacio de más.- ¡Ya voy, ya voy! - Reí apartándome de las gotas que me tiraba. Estaba fría el agua, para ella al ser vampira, debía estar bien, pero mi temperatura de cuerpo era más elevada que un humano normal, por lo que al adentrarme en las aguas estaba seguro de encontrármela helada, hasta que me acostumbrara.
Me quite el vestido, resbalándolo hacia abajo por mi cuerpo. Pasé las piernas por encima, librándome de él finalmente, ahora solo me quedaba el corsé del vestido. Llevándome las manos hacia atrás, luchando con los cordones que sujetaban el corsé, desquitándolos lentamente, sonreí a la joven – Un placer Leonor. Yo soy Danna... - me presenté terminando de quitarme el corsé. Una vez lo conseguí, y la fría brisa de esa noche hizo estremecer mi piel, sonreí – Espero que no esté demasiado fría... Anda, allá voy! - decidida me interné en el lago. En cuanto el agua me llegó a las rodillas me lancé a nado. ¡Maldición! ¡Que fría!
- A veces odio ser de sangre caliente - reí. Me sumergí y volví a salir, esta vez más cerca de la vampiresa – Si alguien nos viera... - comenté ladeando la cabeza, y sin que se lo esperará le salpiqué con el agua, jugando. ¿Podíamos ser niñas a veces no?
La joven me dedicó con la cabeza un gesto alentador, invitándome al agua, tras asegurarme que no le importaba, que había mucho espacia. Es más, teníamos el lago para nosotras solas, teníamos espacio de más.- ¡Ya voy, ya voy! - Reí apartándome de las gotas que me tiraba. Estaba fría el agua, para ella al ser vampira, debía estar bien, pero mi temperatura de cuerpo era más elevada que un humano normal, por lo que al adentrarme en las aguas estaba seguro de encontrármela helada, hasta que me acostumbrara.
Me quite el vestido, resbalándolo hacia abajo por mi cuerpo. Pasé las piernas por encima, librándome de él finalmente, ahora solo me quedaba el corsé del vestido. Llevándome las manos hacia atrás, luchando con los cordones que sujetaban el corsé, desquitándolos lentamente, sonreí a la joven – Un placer Leonor. Yo soy Danna... - me presenté terminando de quitarme el corsé. Una vez lo conseguí, y la fría brisa de esa noche hizo estremecer mi piel, sonreí – Espero que no esté demasiado fría... Anda, allá voy! - decidida me interné en el lago. En cuanto el agua me llegó a las rodillas me lancé a nado. ¡Maldición! ¡Que fría!
- A veces odio ser de sangre caliente - reí. Me sumergí y volví a salir, esta vez más cerca de la vampiresa – Si alguien nos viera... - comenté ladeando la cabeza, y sin que se lo esperará le salpiqué con el agua, jugando. ¿Podíamos ser niñas a veces no?
Danna Dianceht- Licántropo/Realeza
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
La sonrisa se mantuvo a flor de sus labios en todo momento, la desconocida había dado un paso mas adelante, ahora era simplemente Danna, y no dejo de parecerle un tanto divertida como muy espontanea, se quedó observándole mientras caminaba con un tanto de recelo al agua, lógicamente ella la sentía mas fría y le costaría mas trabajo acostumbrarse, pero al parecer mientras mas rápido era mejor y rió cuando la vio zambullirse y salir junto a su lado.
Intentó inútilmente cubrirse del agua que le lanzaba y respondió de la misma forma, aquello ya se volvía un juego, y bastante agradable por lo demás.
- Siempre se puede ser niñas, creo que perder eso es lo mas malo que existe - le dijo con simpatía escuchando sus divertidos pensamientos, acercandose un poco mas a ella, buscando acostumbrarse a la compañia que le entregaba, y a su aroma que claramente era diferente a cualquier otro, aunque sabía sentirlo mas familiar.
- Si alguien nos viera... pensara que nos escapamos del psiquiatrico o algo parecido - comento Leonor riendo, mientras levantando su cuerpo por sobre el agua, dejando que este quedara flotando de espaldas cerca de la Lycan, manteniendo sus ojos fijos en ella.
Se mantuvo así unos minutos, los cuales uso para analizarla, seguía pareciendole extraña su presencia en el lugar, y deseaba saber mas, siempre se había considerado a si misma como muy curiosa.
- Acostumbras a venir? ...o simplemente hoy te desviaste de tu camino? - comenzó a preguntar, un tanto rapido, haciendo que sus pies la movieran lentamente alrededor del cuerpo ajeno, el cual demostraba como lentamente comenzaba a acostumbrarse a la temperatura del lugar.
- Sinceramente no te ves como alguien que viva cerca de aquí Danna...-le aseguró con tranquilidad, regalandole una sonrisa, esperando que sus dudas fueran contestadas, quizás podían llevarla a conocer un poco mas a la joven, y buscar así algo que pudieran compartir juntas.
Intentó inútilmente cubrirse del agua que le lanzaba y respondió de la misma forma, aquello ya se volvía un juego, y bastante agradable por lo demás.
- Siempre se puede ser niñas, creo que perder eso es lo mas malo que existe - le dijo con simpatía escuchando sus divertidos pensamientos, acercandose un poco mas a ella, buscando acostumbrarse a la compañia que le entregaba, y a su aroma que claramente era diferente a cualquier otro, aunque sabía sentirlo mas familiar.
- Si alguien nos viera... pensara que nos escapamos del psiquiatrico o algo parecido - comento Leonor riendo, mientras levantando su cuerpo por sobre el agua, dejando que este quedara flotando de espaldas cerca de la Lycan, manteniendo sus ojos fijos en ella.
Se mantuvo así unos minutos, los cuales uso para analizarla, seguía pareciendole extraña su presencia en el lugar, y deseaba saber mas, siempre se había considerado a si misma como muy curiosa.
- Acostumbras a venir? ...o simplemente hoy te desviaste de tu camino? - comenzó a preguntar, un tanto rapido, haciendo que sus pies la movieran lentamente alrededor del cuerpo ajeno, el cual demostraba como lentamente comenzaba a acostumbrarse a la temperatura del lugar.
- Sinceramente no te ves como alguien que viva cerca de aquí Danna...-le aseguró con tranquilidad, regalandole una sonrisa, esperando que sus dudas fueran contestadas, quizás podían llevarla a conocer un poco mas a la joven, y buscar así algo que pudieran compartir juntas.
Leonor Daxmins- Vampiro Clase Media
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
Tardaría en acostumbrarme debido a las aguas frías y a mi elevada temperatura corporal, aún así apenas fueron unos segundos de máxima tortura a mi cuerpo, hasta que acepté gloriosamente el cambio y choque de ambas temperaturas conflictivas. Reí al observar como la vampira se cubría del agua para cuando yo detenía los movimientos, ella me salpicaba a mí devolviéndome la jugada. Cerré los ojos riendo, volviendo a salpicarle, haciéndome ver como si en verdad fuéramos de niñas pequeñas, dos amigas, jugando en el agua, divirtiéndose.
Entretenidas en el inocente juego, me contestó a mi pensamientos sobresaltándome ligeramente.
- ¿Lees la mente? – Le pregunté sorprendida, aún sabiendas de la respuesta. Leer las mentes me parecía algo extraordinario y también sumamente complicado de llevar. Mi bloqueo de la mente como la mimetización para protegerme y camuflarme, me iban bien, no obstante no tenia razón de peso para usar esos poderes, no cuando no estaba en peligro... ¿No? Pregunté en mis pensamientos consciente de que Leonor, estaría escuchándome.
Sonriendo asentí a sus palabras, perder lo que quedaba de aquella juventud, aquella inocencia y bondad de niñas, era un grave error. De reojo observe a la vampira que se acercaba más hacia mí, rodeándome. No sentía ningún signo de hostilidad, si no todo lo contrario, por lo que me relajé y me dejé mecer por las aguas del lago. Yo también me acostumbraba a su olor como ella del mío, así si algún día volvía a encontrármela, por el olor sabría saber quién es. Sintiendo sus ojos fijos en mí, abrí los propios y la miré. En sus ojos ardía la curiosidad, y en cuanto las primeras preguntas salieron de sus labios, no me sorprendí.
- Ayer fue luna llena y esta misma mañana me encontré en la orilla, dormida. Me levanté y me fui pero quedé cegada por el hermoso lugar en el que estamos – Alcé los brazos abarcando simbólicamente todo el lago y sus alrededores – Me encandilé y decidí que por la noche volvería y me daría un baño en estas aguas – Dije en una sonrisa encogiéndome de hombros. Este lugar me había conmovido, atraído con solo haberme despertarme confundida.
–Esto fue todo... y sí, no soy de aquí – Confesé ante su mirada – Soy escocesa – añadí en una sonrisa con mi mirada fija en la ajena. – Leonor, y tú... ¿eres de por aquí? – Pregunté ahora también con curiosidad.
Poco a poco empezaba a sentirme más tranquila y cómoda a su lado. Me recordaba mucho a una de mis amigas de juventud, la que siempre preguntaba y no se paraba quieto nunca, un verdadero terremoto. Se llamaba Leonora, y hasta en el nombre eran parecidas, pensé sonriendo.
Entretenidas en el inocente juego, me contestó a mi pensamientos sobresaltándome ligeramente.
- ¿Lees la mente? – Le pregunté sorprendida, aún sabiendas de la respuesta. Leer las mentes me parecía algo extraordinario y también sumamente complicado de llevar. Mi bloqueo de la mente como la mimetización para protegerme y camuflarme, me iban bien, no obstante no tenia razón de peso para usar esos poderes, no cuando no estaba en peligro... ¿No? Pregunté en mis pensamientos consciente de que Leonor, estaría escuchándome.
Sonriendo asentí a sus palabras, perder lo que quedaba de aquella juventud, aquella inocencia y bondad de niñas, era un grave error. De reojo observe a la vampira que se acercaba más hacia mí, rodeándome. No sentía ningún signo de hostilidad, si no todo lo contrario, por lo que me relajé y me dejé mecer por las aguas del lago. Yo también me acostumbraba a su olor como ella del mío, así si algún día volvía a encontrármela, por el olor sabría saber quién es. Sintiendo sus ojos fijos en mí, abrí los propios y la miré. En sus ojos ardía la curiosidad, y en cuanto las primeras preguntas salieron de sus labios, no me sorprendí.
- Ayer fue luna llena y esta misma mañana me encontré en la orilla, dormida. Me levanté y me fui pero quedé cegada por el hermoso lugar en el que estamos – Alcé los brazos abarcando simbólicamente todo el lago y sus alrededores – Me encandilé y decidí que por la noche volvería y me daría un baño en estas aguas – Dije en una sonrisa encogiéndome de hombros. Este lugar me había conmovido, atraído con solo haberme despertarme confundida.
–Esto fue todo... y sí, no soy de aquí – Confesé ante su mirada – Soy escocesa – añadí en una sonrisa con mi mirada fija en la ajena. – Leonor, y tú... ¿eres de por aquí? – Pregunté ahora también con curiosidad.
Poco a poco empezaba a sentirme más tranquila y cómoda a su lado. Me recordaba mucho a una de mis amigas de juventud, la que siempre preguntaba y no se paraba quieto nunca, un verdadero terremoto. Se llamaba Leonora, y hasta en el nombre eran parecidas, pensé sonriendo.
Danna Dianceht- Licántropo/Realeza
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
El ambiente se había vuelto totalmente ameno y acogedor entre ambas jovenes, casi como si se hubieran conocido desde hace muco antes y este solo significara un reencuentro, o algo similar. De pronto escucho su pregunta, seguida de un acompañamiento en su mente, que la hizó sonreír abiertamente.
- Si, leo la mente, y afirmativo también, no estas en peligro conmigo Danna, nunca se me paso por la cabeza dañarte - le termino por responder a ambas interrogantes con su mirada fija en ella, sin borrar la sonrisa dibujada en sus labios, solo buscaba demostrarle cuanta verdad tenían sus palabras, solo podía hacerlo siendo capaz de sostener su mirada, regalandole una confortable estancia a su lado.
Escuchó con atención la pequeña reseña de lo que había sido su despertar, luego de una noche de conversión, y sus ojos solo denotaron mas curiosidad por eso, era extraño imaginar como sería para ellos, los Lycan, el echo de verse bien, y después, de un momento a otro despertar en cualquier lugar, desnudos y sin saber lo que hicieron y lo que no, aunque los conocía por su protectora, nunca hablaban de eso, por que claro, no era algo que ella pensará, como la mejor idea en la mente de la vampiresa, conociendo ese lado gustoso de información que la componía.
- Creo que llegaste a parar a un hermoso lugar, y si, yo soy de aquí, es mas siempre he vivido en este bosque, lo conozco como la palma de mi mano - le dijo hablando con tranquilidad, mientras peinaba con sus dedos, el húmedo cabello que caía por el costado de su hombro y continuó.
- Aunque solo luego de mi conversión, logré darme cuenta de absolutamente todas las maravillas que guarda tan minuciosamente este lugar, es como un... paraíso en la tierra, entiendes? - preguntó dando unos pequeños saltos, creando algunas olas con su cuerpo, que llegaban a chocar contra el ajeno.
Por un momento paso por la mente de Leonor, el llegar a convertirse en amigas, la joven era completamente agradable, y no la discriminó en ningún momento por ser, la raza a la que por estúpidas creencias siempre se debe odiar, he incluso ser enemigos, todo entre ellas se daba de forma natural, y esto solo demostraba que cada quien forja su camino, y escoge hacer lo mejor, sin importar las diferencias naturales.
- Si, leo la mente, y afirmativo también, no estas en peligro conmigo Danna, nunca se me paso por la cabeza dañarte - le termino por responder a ambas interrogantes con su mirada fija en ella, sin borrar la sonrisa dibujada en sus labios, solo buscaba demostrarle cuanta verdad tenían sus palabras, solo podía hacerlo siendo capaz de sostener su mirada, regalandole una confortable estancia a su lado.
Escuchó con atención la pequeña reseña de lo que había sido su despertar, luego de una noche de conversión, y sus ojos solo denotaron mas curiosidad por eso, era extraño imaginar como sería para ellos, los Lycan, el echo de verse bien, y después, de un momento a otro despertar en cualquier lugar, desnudos y sin saber lo que hicieron y lo que no, aunque los conocía por su protectora, nunca hablaban de eso, por que claro, no era algo que ella pensará, como la mejor idea en la mente de la vampiresa, conociendo ese lado gustoso de información que la componía.
- Creo que llegaste a parar a un hermoso lugar, y si, yo soy de aquí, es mas siempre he vivido en este bosque, lo conozco como la palma de mi mano - le dijo hablando con tranquilidad, mientras peinaba con sus dedos, el húmedo cabello que caía por el costado de su hombro y continuó.
- Aunque solo luego de mi conversión, logré darme cuenta de absolutamente todas las maravillas que guarda tan minuciosamente este lugar, es como un... paraíso en la tierra, entiendes? - preguntó dando unos pequeños saltos, creando algunas olas con su cuerpo, que llegaban a chocar contra el ajeno.
Por un momento paso por la mente de Leonor, el llegar a convertirse en amigas, la joven era completamente agradable, y no la discriminó en ningún momento por ser, la raza a la que por estúpidas creencias siempre se debe odiar, he incluso ser enemigos, todo entre ellas se daba de forma natural, y esto solo demostraba que cada quien forja su camino, y escoge hacer lo mejor, sin importar las diferencias naturales.
Leonor Daxmins- Vampiro Clase Media
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
El ambiente me invitaba a la tranquilidad y calma, mientras las frías aguas se volvían más amables con mi temperatura, escuché a la vampira la que asintió a mis pensamientos, que en efecto solo hubiera podido hacer aquello, en caso de leer la mente. Le miró y le sonrío pensando en lo interesante que debía ser aquello, el poder descubrir los pensamientos ajenos con la mente, y no tener que estar pendiente muchas veces de las palabras con doble sentido, si no simplemente de escuchar los pensamientos. Todo y que no siempre los pensamientos van acorde con las palabras.
Me tumbé sobre el agua, sintiendo a ratos los peces rozarme los pies, sacando risas de mis labios ante aquellos inesperados contactos. En todo momento observé a Leonor con una ligera sonrisa en mi rostro, tras sus palabras me sentía más segura y tranquila dejándome llevar por el agua y las pequeñas corrientes de aquel hermoso lago.
Escuché sus palabras con atención, estaba hablando de su vida pasado y aquello me hizo pensar en cuantos años podría tener. Parecíamos tener la misma edad, pero aquello solo era apariencias, la vampira podría tener más de dos mil años y aparentar los veinte años que aparentaba. A mí también me ocurría aquello, pero seguro que no tendría tantos como ellas o quizás sí. Pero no parecía ser una neófita, sin duda alguna una de ellas me habría atacado con solo oler el aroma a licántropo, por más mimetizado que lo tuviera.
- Un paraíso en la tierra...Si, te entiendo, en sí la naturaleza tiene este poder. Todo lo bello es un santuario para los animales que habitan en ellas…Y este lugar - miré los alrededores y volví mi mirada hacia ella, sonriéndole – Sin duda es un paraíso, con agua y vegetación, aquí crece la vida sin problema alguno - Coincidí con ella
Le miré con curiosidad – Vivías cerca de aquí cuando eras humana? - le pregunté en una sonrisa esperando no haber tocado un tema doloroso – Yo siempre he vivido en Escocia, y allí estos parajes naturales son comunes… también he crecido entre montañas y verdes lares – sonreí y recordé por un momento aquellos bosques verdes de abundante vegetación y cálidas tardes corriendo entre ellos. Era una niña muy alegre y aventurera, hasta que madre murió, tras aquello la vida me dio un giro de noventa grados y no fui la misma. Suspiré desquitándome aquellos pensamientos tristes y me centré de nuevo en la vampira, esperando que me contara su vida mortal.
Me tumbé sobre el agua, sintiendo a ratos los peces rozarme los pies, sacando risas de mis labios ante aquellos inesperados contactos. En todo momento observé a Leonor con una ligera sonrisa en mi rostro, tras sus palabras me sentía más segura y tranquila dejándome llevar por el agua y las pequeñas corrientes de aquel hermoso lago.
Escuché sus palabras con atención, estaba hablando de su vida pasado y aquello me hizo pensar en cuantos años podría tener. Parecíamos tener la misma edad, pero aquello solo era apariencias, la vampira podría tener más de dos mil años y aparentar los veinte años que aparentaba. A mí también me ocurría aquello, pero seguro que no tendría tantos como ellas o quizás sí. Pero no parecía ser una neófita, sin duda alguna una de ellas me habría atacado con solo oler el aroma a licántropo, por más mimetizado que lo tuviera.
- Un paraíso en la tierra...Si, te entiendo, en sí la naturaleza tiene este poder. Todo lo bello es un santuario para los animales que habitan en ellas…Y este lugar - miré los alrededores y volví mi mirada hacia ella, sonriéndole – Sin duda es un paraíso, con agua y vegetación, aquí crece la vida sin problema alguno - Coincidí con ella
Le miré con curiosidad – Vivías cerca de aquí cuando eras humana? - le pregunté en una sonrisa esperando no haber tocado un tema doloroso – Yo siempre he vivido en Escocia, y allí estos parajes naturales son comunes… también he crecido entre montañas y verdes lares – sonreí y recordé por un momento aquellos bosques verdes de abundante vegetación y cálidas tardes corriendo entre ellos. Era una niña muy alegre y aventurera, hasta que madre murió, tras aquello la vida me dio un giro de noventa grados y no fui la misma. Suspiré desquitándome aquellos pensamientos tristes y me centré de nuevo en la vampira, esperando que me contara su vida mortal.
Danna Dianceht- Licántropo/Realeza
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
Todo demostraba cuan similares eran ambas, el disfrutar de las mismas cosas, y a pesar de la palpables diferencias, solo por su clase social; lo cual era completamente ignorable en esta situación, las dos gozaban de las cosas mas simples, el echo de que la tranquilidad de un lago rodeado por el silencio que les obsequiaba el bosque, las hiciera sentirse bien, y plenas, no había mas ahí, ni grandes comodidades ni ruidos ensordecedores, solo armonía.
Volvió a concentrar sus ojos, así como su atención en su compañera, la comenzaba a entender su manera de pensar, y la compartía, o al menos eso parecía.
- La vida en este lugar es irremediablemente inmortal...-comento, dejando que su semblante se mostrara increíblemente relajado, mientras sus ojos cruzaban de par en par, la extensión del lugar que las cobijaba.
- Y espero, sinceramente, que eso jamas cambie, los humanos son destructivos por natulareza, y no valoran lo bello de la vida, ni aunque esta les pegara con un tronco en la cara. - agregó rodando loss ojos, haciendo ademan de sus palabras, y el como le molestaba que aquello fuera cierto.
Dejó que expresara sus dudas ahora ella, se había ado cuenta que su curiosidad había salido a flote muy pronto, privandole a ella de comenzar a conocerle mas también, por ende solo se mantuvo en un silencio expectante mientras de su boca empezaba a salir la interrogante.
- Mi casa esta a unos minutos de aquí. - le dijo señalando con su dedo, desde donde había venido, antes de que ella apareciera de sorpresa junto a a vampiresa.
- He vivido aquí siempre, tanto mi vida mortal como inmortal, jamas pude alejarme de este sitio, cada vez que estuve a punto de hacerlo, no se pudo... por algo habrá de ser no? - finalizó dejando la última pregunta en el aire, quizás solo era una confirmación mas a sus palabras.
Luego le toco escuchar los orígenes de la Lycan, realmente ella venía de un lugar mas apartado, pero no del todo diferente, lo cual capto de inmediato la atención de Leonor.
- Escocia...increíble, y si dices que los paisajes son similares, que ganas de conocer. - le comento, con una sonrisa sincera y vivaz en sus labios, mientras se acercaba a ella, jalandola suavemente de una mano, sintiendo realmente la diferencia de temperaturas, la de ella era bastante elevada y casi pudo sentir como si su mano se quemara, aunque esto solo consiguió hacerla reír.
- Ven Danna, vamos a dar una vuelta antes del amanecer, tienes mucho que ver por aquí, mientras me cuentas mas de ti. - diciendo esto, comenzó a caminar fuera del lago, arremangando con la mano libre su vestido, abandonando de esta forma las aguas.
Volvió a concentrar sus ojos, así como su atención en su compañera, la comenzaba a entender su manera de pensar, y la compartía, o al menos eso parecía.
- La vida en este lugar es irremediablemente inmortal...-comento, dejando que su semblante se mostrara increíblemente relajado, mientras sus ojos cruzaban de par en par, la extensión del lugar que las cobijaba.
- Y espero, sinceramente, que eso jamas cambie, los humanos son destructivos por natulareza, y no valoran lo bello de la vida, ni aunque esta les pegara con un tronco en la cara. - agregó rodando loss ojos, haciendo ademan de sus palabras, y el como le molestaba que aquello fuera cierto.
Dejó que expresara sus dudas ahora ella, se había ado cuenta que su curiosidad había salido a flote muy pronto, privandole a ella de comenzar a conocerle mas también, por ende solo se mantuvo en un silencio expectante mientras de su boca empezaba a salir la interrogante.
- Mi casa esta a unos minutos de aquí. - le dijo señalando con su dedo, desde donde había venido, antes de que ella apareciera de sorpresa junto a a vampiresa.
- He vivido aquí siempre, tanto mi vida mortal como inmortal, jamas pude alejarme de este sitio, cada vez que estuve a punto de hacerlo, no se pudo... por algo habrá de ser no? - finalizó dejando la última pregunta en el aire, quizás solo era una confirmación mas a sus palabras.
Luego le toco escuchar los orígenes de la Lycan, realmente ella venía de un lugar mas apartado, pero no del todo diferente, lo cual capto de inmediato la atención de Leonor.
- Escocia...increíble, y si dices que los paisajes son similares, que ganas de conocer. - le comento, con una sonrisa sincera y vivaz en sus labios, mientras se acercaba a ella, jalandola suavemente de una mano, sintiendo realmente la diferencia de temperaturas, la de ella era bastante elevada y casi pudo sentir como si su mano se quemara, aunque esto solo consiguió hacerla reír.
- Ven Danna, vamos a dar una vuelta antes del amanecer, tienes mucho que ver por aquí, mientras me cuentas mas de ti. - diciendo esto, comenzó a caminar fuera del lago, arremangando con la mano libre su vestido, abandonando de esta forma las aguas.
Leonor Daxmins- Vampiro Clase Media
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
Asentí con un rostro serio sus palabras en donde ponía de manifiesta que los humanos eran destructivos por naturaleza – También nosotros lo somos... Aún así, nosotros... tú, te alimentas por necesidad…la gente mata a unos y a otros por el poder y la riqueza. Ellos son el mal, el diablo… Y si eso es así, que le diferencia de ser como nosotros? O peores? - Di unas pequeñas vueltas por el agua sintiendo sus ligeras mareas que querían arrastrarme hasta el fondo, mientras pensaba en las palabras de la joven.
Como bien supuse la joven vampira, había vivido siempre en esa parte del bosque, aquello me hizo pensar en los rincones y maravillas que aquel lugar debía esconder y que ella tendría que saber y conocer como si de su palma de la mano se tratara. Escuche sus palabras esbozando una sonrisa – Supongo que a todos nos cuesta alejarnos de nuestras raíces. Yo también cada vez que intento alejarme más de lo que debería, me siento extraña y vuelvo a mis tierras. A mi Escocia amada. Para mí no hay mejor brisa, aire y verde que el de aquellos mágicos parajes - afirme sonriendo, observando con total confianza a la vampira.
– Supongo que para todos, nuestro lugar de origen es único e irremplazable en muchos casos - dije en una sonrisa – Y si...- me quedé callada al descubrirme siendo jalada por su mano, hacia el exterior del lago. Me estremecí al sentir su frialdad en la piel, aún así no dije nada y dejé que me llevara, tampoco resultaba desagradable... al menos calmaba mi piel y la refrescaba. Situación que agradecía todo y ahora no estar en invierno por las mañanas aún el sol era sofocante. – No pensé que pudiera parecerme tan normal tocar la piel fría de un vampiro, pero por extraño que parezca, hasta siento que alivias mi cabeza de tener siempre que tratar con mi alta temperatura- Dije riendo, también yo arremangando una parte de mi vestido.
La brisa había refrescado pero por suerte para ambas, con nuestras condiciones, aquel frio apenas era una leve bajada de las temperaturas.
-Espero que me lleves a algún rincón secreto... en este bosque, hasta podrían haber unicornios.- Mencioné sonriendo ante aquello. La verdad era que aquel bosque invitaba a soñar con unicornios, duendes y demás personajes de cuentos fantásticos. Parándonos junto donde había dejado mi vestido, ya que me había tirado al lago con el camisón de debajo y el corsé, con una mano lo tomé y sin preocuparme de aún encontrarme mojada me lo puse.
-Y que quieres saber de mi? - Le pregunté pensando en todo lo que podía contarle. No por nada era una duquesa, así que tenía toda mi vida por contarle... y 40 años para una licantropa, eran muchos años donde poder reunir información. Puedo contarte desde el principio de todo... hasta mis últimos días antes de encontrarnos hoy y aquí, pensé terminando de acicalarme y ponerme bien el ahora húmedo vestido y arreglándome como podía mi cabello.
Como bien supuse la joven vampira, había vivido siempre en esa parte del bosque, aquello me hizo pensar en los rincones y maravillas que aquel lugar debía esconder y que ella tendría que saber y conocer como si de su palma de la mano se tratara. Escuche sus palabras esbozando una sonrisa – Supongo que a todos nos cuesta alejarnos de nuestras raíces. Yo también cada vez que intento alejarme más de lo que debería, me siento extraña y vuelvo a mis tierras. A mi Escocia amada. Para mí no hay mejor brisa, aire y verde que el de aquellos mágicos parajes - afirme sonriendo, observando con total confianza a la vampira.
– Supongo que para todos, nuestro lugar de origen es único e irremplazable en muchos casos - dije en una sonrisa – Y si...- me quedé callada al descubrirme siendo jalada por su mano, hacia el exterior del lago. Me estremecí al sentir su frialdad en la piel, aún así no dije nada y dejé que me llevara, tampoco resultaba desagradable... al menos calmaba mi piel y la refrescaba. Situación que agradecía todo y ahora no estar en invierno por las mañanas aún el sol era sofocante. – No pensé que pudiera parecerme tan normal tocar la piel fría de un vampiro, pero por extraño que parezca, hasta siento que alivias mi cabeza de tener siempre que tratar con mi alta temperatura- Dije riendo, también yo arremangando una parte de mi vestido.
La brisa había refrescado pero por suerte para ambas, con nuestras condiciones, aquel frio apenas era una leve bajada de las temperaturas.
-Espero que me lleves a algún rincón secreto... en este bosque, hasta podrían haber unicornios.- Mencioné sonriendo ante aquello. La verdad era que aquel bosque invitaba a soñar con unicornios, duendes y demás personajes de cuentos fantásticos. Parándonos junto donde había dejado mi vestido, ya que me había tirado al lago con el camisón de debajo y el corsé, con una mano lo tomé y sin preocuparme de aún encontrarme mojada me lo puse.
-Y que quieres saber de mi? - Le pregunté pensando en todo lo que podía contarle. No por nada era una duquesa, así que tenía toda mi vida por contarle... y 40 años para una licantropa, eran muchos años donde poder reunir información. Puedo contarte desde el principio de todo... hasta mis últimos días antes de encontrarnos hoy y aquí, pensé terminando de acicalarme y ponerme bien el ahora húmedo vestido y arreglándome como podía mi cabello.
Danna Dianceht- Licántropo/Realeza
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
Un encuentro muy oportuno, eso había sido el de esta noche, solo tenía pensamientos amenos con ella a su lado, el ver que sus diferencias, incluso las mas básicas como era la de la temperatura no le era problema, la alegraba. Finalmente estrujo el agua de su cabello hacia un costado, viendo como ella terminaba de vestirse, usaba demasiada ropa para el gusto de la vampiresa, la cual siempre vestía de manera muy simple, quizás por el mismo echo de que gustaba de correr y trepar árboles, y en esas ocasiones la ropa era un estorbo monumental para ella y sus inquietas acciones.
Devolvió una risa al escuchar la voz de ella, se le veía totalmente relajada y dichosa de disfrutar ese intercambio de sensaciones, que significarse el compartir la noches que las albergaba.
- Yo solo conozco de manera muy intima a otra Lycan, pero nunca he podido comprender, como aguantan ese temperatura tan elevada, y es tal, que siento como el calor emana por tus poros, quemas. - le comentó sonriendo, haciendo un gesto con la mano, acercando su dedo indice hasta tocar la piel del hombro ajeno.
Terminó por sacudir la base de su vestido, el cual aún se pegaba a su menuda silueta, y ya al estar las dos en tierra firme, notó la diferencia de tamaños, la loba era un tanto mas alta que ella, y también tenía mas cuerpo, Leonor se sentía como una niña a su lado, y con este pensamiento en mente echo a reír, pero solo decidió contestar a las preguntas que le había formulado.
- ¿Unicornios? Eso ciertamente sería increíble, aunque tendré que decepcionarte, en todos mis años aquí, jamas he visto uno, ni nada fuera de lo común, solo algunos humanos que cambian sus formas en animales, y unos extraños seres que se alimentan de sangre. - se encogió de hombros conteniendo una nueva risa, intentado sonar casual dentro de su broma y continuó hablando mientras comenzaba a caminar junto a ella, su intención era llevarla a lugar un poco mas alejado de ahí, el cual a pesar de la estación conservaba su flora, realmente un precioso lugar para compartir con su nueva amiga.
Al llegar ahí, todo estaba justo como recordaba, un pequeño arroyo cruzaba al lugar, mientras que miles de flores multicolores adornaban justo donde Leonor tomo asiento, invitando a la joven a hacer lo mismo, siendo los sutiles rayos lunar que pasaban por entre las hojas, los encargados de darle luminosidad al paisaje de ensueño.
- Bienvenida a mi paraíso... - le dijo abriendo sus brazos, intentando abarcar con ellos sus palabras, deseando que los ojos de ella lograran captar la inmensidad del lugar que le acababa de mostrar.
- Ahora que estamos aquí, quisiera aclarar una duda. ¿Sabes? no luces como una persona cualquiera, eres demasiado educada, y usas ropa muy elegante...quiero saber ¿Quien eres en realidad, Danna? - le preguntó sosteniendo su mirada, ansiosa por conocer la respuesta a esa pregunta, mientras sus dedos tomaban una flor carmesí, muy similar a la tonalidad de la sangre, la mantuvo entre sus dedos, rozando con delicadeza los pétalos de esta.
Devolvió una risa al escuchar la voz de ella, se le veía totalmente relajada y dichosa de disfrutar ese intercambio de sensaciones, que significarse el compartir la noches que las albergaba.
- Yo solo conozco de manera muy intima a otra Lycan, pero nunca he podido comprender, como aguantan ese temperatura tan elevada, y es tal, que siento como el calor emana por tus poros, quemas. - le comentó sonriendo, haciendo un gesto con la mano, acercando su dedo indice hasta tocar la piel del hombro ajeno.
Terminó por sacudir la base de su vestido, el cual aún se pegaba a su menuda silueta, y ya al estar las dos en tierra firme, notó la diferencia de tamaños, la loba era un tanto mas alta que ella, y también tenía mas cuerpo, Leonor se sentía como una niña a su lado, y con este pensamiento en mente echo a reír, pero solo decidió contestar a las preguntas que le había formulado.
- ¿Unicornios? Eso ciertamente sería increíble, aunque tendré que decepcionarte, en todos mis años aquí, jamas he visto uno, ni nada fuera de lo común, solo algunos humanos que cambian sus formas en animales, y unos extraños seres que se alimentan de sangre. - se encogió de hombros conteniendo una nueva risa, intentado sonar casual dentro de su broma y continuó hablando mientras comenzaba a caminar junto a ella, su intención era llevarla a lugar un poco mas alejado de ahí, el cual a pesar de la estación conservaba su flora, realmente un precioso lugar para compartir con su nueva amiga.
Al llegar ahí, todo estaba justo como recordaba, un pequeño arroyo cruzaba al lugar, mientras que miles de flores multicolores adornaban justo donde Leonor tomo asiento, invitando a la joven a hacer lo mismo, siendo los sutiles rayos lunar que pasaban por entre las hojas, los encargados de darle luminosidad al paisaje de ensueño.
- Bienvenida a mi paraíso... - le dijo abriendo sus brazos, intentando abarcar con ellos sus palabras, deseando que los ojos de ella lograran captar la inmensidad del lugar que le acababa de mostrar.
- Ahora que estamos aquí, quisiera aclarar una duda. ¿Sabes? no luces como una persona cualquiera, eres demasiado educada, y usas ropa muy elegante...quiero saber ¿Quien eres en realidad, Danna? - le preguntó sosteniendo su mirada, ansiosa por conocer la respuesta a esa pregunta, mientras sus dedos tomaban una flor carmesí, muy similar a la tonalidad de la sangre, la mantuvo entre sus dedos, rozando con delicadeza los pétalos de esta.
Leonor Daxmins- Vampiro Clase Media
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
Terminé de arreglarme la ropa cuando sentí tras su risa, uno de los dedos de la vampira acariciando la piel de mi hombro, apenas un roce, en donde sentí su helada piel contra la mía. Sonreí ante sus palabras, era cierto que éramos más cálidos que los humanos, y muchos vampiros se rehusaban a cruzarse con nosotros a parte del odio natural – inexistente en mí- por nuestra elevada temperatura, la que a los humanos les agradaba y hasta preocupaba. Reí ante aquello – Y tú te encuentras helada –Dije también en una sonrisa.
Tras sacudirme el vestido, sin demora seguí a Leonor por el bosque. – Oh sí, yo escuché de ellos. Dicen que son seres feos, de colmillos y alas de murciélagos – Bromeé con ella, riéndome suavemente, dándole a entender que había descubierto su broma, por más que se contuviera encogiéndose de hombros. -¿Tu te crees? - Reí de nuevo y seguimos compartiendo impresiones hasta que llegamos a un claro, adornado de las más bellas flores, y un pequeño arroyo, que hacía de aquel lugar, aún mas mágico.
Me senté absorta en el bello paisaje, contemplando la mágica luminosidad que creaban los rayos lunares al incidir con las hojas de los árboles y en el pequeño arroyo cristalino. Al oír la voz de Leonor, de nuevo e volví hacia ella con una sonrisa risueña y alegre. – Es un bello lugar – Coincidí con ella – Un paraíso- Asentí dandole la razón.
Esperaba que me preguntara sobre mí, lo que menos esperaba era que fuera tan directa. ¿Que soy en realidad? Reí en mis adentros, podía ser tantas cosas – Empezando por un inicio, fui la única hija de los duques de Escocia - Fijé mis ojos en los ajenos, esperando que aquella explicación sirviera para disipar alguna de sus dudas – Y a mis dieciséis años, me quedé sin ninguno de mis dos padres, fallecieron...así que asumí el ducado por completo junto a mi ama de llaves, que fue para mí como una segunda madre y mi más respetada y querida consejera.- Aquello no tenía ninguna relevancia, pero ya que quería saber de mí, se lo contaría todo – Y también fue a mis dieciséis años cuando me convertí en Licantropa y superé mi primera transformación, matando aquella misma noche a quien me convirtió, mi propio padre – Me encogí de hombros, quitándole importancia a aquel dato, aún a sabiendas que había puesto en su mente ya muchas más preguntas.
- Así que... ¿Quien soy, en realidad?- sonreí desviando la mirada contemplando el paisaje, volviendo de nuevo la mirada a ella – La duquesa de Escocia, supongo -
Tras sacudirme el vestido, sin demora seguí a Leonor por el bosque. – Oh sí, yo escuché de ellos. Dicen que son seres feos, de colmillos y alas de murciélagos – Bromeé con ella, riéndome suavemente, dándole a entender que había descubierto su broma, por más que se contuviera encogiéndose de hombros. -¿Tu te crees? - Reí de nuevo y seguimos compartiendo impresiones hasta que llegamos a un claro, adornado de las más bellas flores, y un pequeño arroyo, que hacía de aquel lugar, aún mas mágico.
Me senté absorta en el bello paisaje, contemplando la mágica luminosidad que creaban los rayos lunares al incidir con las hojas de los árboles y en el pequeño arroyo cristalino. Al oír la voz de Leonor, de nuevo e volví hacia ella con una sonrisa risueña y alegre. – Es un bello lugar – Coincidí con ella – Un paraíso- Asentí dandole la razón.
Esperaba que me preguntara sobre mí, lo que menos esperaba era que fuera tan directa. ¿Que soy en realidad? Reí en mis adentros, podía ser tantas cosas – Empezando por un inicio, fui la única hija de los duques de Escocia - Fijé mis ojos en los ajenos, esperando que aquella explicación sirviera para disipar alguna de sus dudas – Y a mis dieciséis años, me quedé sin ninguno de mis dos padres, fallecieron...así que asumí el ducado por completo junto a mi ama de llaves, que fue para mí como una segunda madre y mi más respetada y querida consejera.- Aquello no tenía ninguna relevancia, pero ya que quería saber de mí, se lo contaría todo – Y también fue a mis dieciséis años cuando me convertí en Licantropa y superé mi primera transformación, matando aquella misma noche a quien me convirtió, mi propio padre – Me encogí de hombros, quitándole importancia a aquel dato, aún a sabiendas que había puesto en su mente ya muchas más preguntas.
- Así que... ¿Quien soy, en realidad?- sonreí desviando la mirada contemplando el paisaje, volviendo de nuevo la mirada a ella – La duquesa de Escocia, supongo -
Danna Dianceht- Licántropo/Realeza
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
La atención que había depositada en ella al momento de preguntarle aquello, jamás se devío; es mas, solo se hizo mas intensa al comenzar a escuchar su respuesta. La joven tenía una historia bastante particular, y también había sufrido la perdida de su familia, a lo que la vampiresa mostro un semblante de respeto hacía aquello, conocía el dolor de perder a las personas que amas, y no solo una vez, sentía que era capaz de entender a su compañera.
Aunque no fue precisamente eso lo que la sorprendió, si no la última declaración que salió de los labios ajenos, ¿La duquesa de Escocia? realmente lo hizo sonar de una manera tan casual, como si aquello no fue relevante en lo mas minímo, y ciertamente así lo demostro, tanto en sus gestos como su sutil tono de voz, siempre llena de tranquilidad, y marcando bien esa calida sonrisa en sus labios.
Leonor solo le sonrió, aunque era sencillo descifrar en su rostro la sorpresa que respresento aquello, y lentamente dejo que su cuerpo se desvaneciera hacia atrás, quedando recostada sobre el césped, mientras sus manos se dedicaban a rozarlo con calma.
Su vista nuevamente se posó en la Lycan y cuando su asombro se vió contenido, abrio la boca para hablar.
- ¿Duquesa?.. ¿Estas tratando de decirme que acabo de tener una guerra de agua en el lago, con la duquesa de Escocia? - preguntó, llevándose las manos al rostro, restregándolo rápidamente.
- Sabía que eras diferente, pero no imaginaba que tanto, Danna - continuó hablando, sin perder los ojos de ella, intentando ver algo mas allá.
- Realmente me tomaste por sorpresa, mas aún al ver que no fue problema en acercarte a alguien tan ...bueno - rió levemente.
- Como yo, tu estatus es bastante mas elevado...- comentó con seguridad. Independiente de todo, Leonor no se sentía incomoda con ella, se había acostumbrado por completo a su agradable compañia.
Exaló sonoramente el aire acumulado en sus pulmones, el cual estaba impregnado del dulce aroma de las flores silvestres. Una de sus manos se acercó hasta una preciosa rosa que estaba por sobre su cabeza, y rodeando el tallo con sus dedos, la cortó, enterrandose las espinas en su piel, sintiendo como brotaban pequeñas gotas de sangre, y suavemente la acercó a las manos de la joven, a la par que las heridas cerraban rapidamente.
- Un regalo, para una nueva amiga... - susurró en voz baja, no esperaba que ella sintiera lo mismo, pero para la vampiresa, el echo de no haber sido juzgada por su raza o su clase, y el verse correspondida con su compañía, le hacía verla de esa manera, y esperaba que esa noche, no fuera la última vez que se vieran.
Aunque no fue precisamente eso lo que la sorprendió, si no la última declaración que salió de los labios ajenos, ¿La duquesa de Escocia? realmente lo hizo sonar de una manera tan casual, como si aquello no fue relevante en lo mas minímo, y ciertamente así lo demostro, tanto en sus gestos como su sutil tono de voz, siempre llena de tranquilidad, y marcando bien esa calida sonrisa en sus labios.
Leonor solo le sonrió, aunque era sencillo descifrar en su rostro la sorpresa que respresento aquello, y lentamente dejo que su cuerpo se desvaneciera hacia atrás, quedando recostada sobre el césped, mientras sus manos se dedicaban a rozarlo con calma.
Su vista nuevamente se posó en la Lycan y cuando su asombro se vió contenido, abrio la boca para hablar.
- ¿Duquesa?.. ¿Estas tratando de decirme que acabo de tener una guerra de agua en el lago, con la duquesa de Escocia? - preguntó, llevándose las manos al rostro, restregándolo rápidamente.
- Sabía que eras diferente, pero no imaginaba que tanto, Danna - continuó hablando, sin perder los ojos de ella, intentando ver algo mas allá.
- Realmente me tomaste por sorpresa, mas aún al ver que no fue problema en acercarte a alguien tan ...bueno - rió levemente.
- Como yo, tu estatus es bastante mas elevado...- comentó con seguridad. Independiente de todo, Leonor no se sentía incomoda con ella, se había acostumbrado por completo a su agradable compañia.
Exaló sonoramente el aire acumulado en sus pulmones, el cual estaba impregnado del dulce aroma de las flores silvestres. Una de sus manos se acercó hasta una preciosa rosa que estaba por sobre su cabeza, y rodeando el tallo con sus dedos, la cortó, enterrandose las espinas en su piel, sintiendo como brotaban pequeñas gotas de sangre, y suavemente la acercó a las manos de la joven, a la par que las heridas cerraban rapidamente.
- Un regalo, para una nueva amiga... - susurró en voz baja, no esperaba que ella sintiera lo mismo, pero para la vampiresa, el echo de no haber sido juzgada por su raza o su clase, y el verse correspondida con su compañía, le hacía verla de esa manera, y esperaba que esa noche, no fuera la última vez que se vieran.
Leonor Daxmins- Vampiro Clase Media
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
Danna en ningún momento dejo de sonreír. Aquella sonrisa desde que asumió de pequeña el ducado de su madre no dejó de asistirla en los malos momentos y buenos, siendo en mucha de estas ocasiones su amuleto más preciado. Con una sonrisa siempre podías ver las penas menos penas y las alegrías aún más alegres ¿Y quien decía que no a la felicidad?
La joven a su lado había seguido cada de sus palabras atentamente, encontrándose sorprendida en cuando reveló su titulo. Aquel rostro sorprendido hizo reír suavemente a Danna. En ningún momento había querido impresionarla, solo había sido completamente sincera. Sin ser quien era, sin el titulo y sus deberes que le marcarían el resto de su existencia no sería la misma, a saber si aún seguiría viva, a saber si su destino habría sido convertirse en licantropa, como el maldito padre que la maldijo.
Cuando finalmente la joven habló, río aún más ante sus preguntas. – Si… supongo que se ve raro no? Una duquesa en una guerra de agua, en un lago en lo más oscuro de un bosque y en compañía de una vampira…- le sonrío – Escandalosamente un buen chisme para las damas de las cortes y habladurías del pueblo – comentó – Quizás así bien pensado, dejaran de molestarme con sus insistencias de mis aventuras amorosas con cada caballero que me saluda. De verdad que no imaginas que es que te sigan cada paso, cada mirada… todo les sirve a la hora de inventar la historia de tu vida- se encogió de hombros sonriendo- Yo les dejo hacer. La vida en Escocia no para todos es igual de buena, por lo que olviden un momento sus vidas y se centren en mí, les sirve para olvidar por unos segundos sus preocupaciones. Y aún a costa mía, de pequeña me enseñaron a respetar a la gente, a sentirme cercana a ellos, y estas enseñanzas supongo que ya son en lo más hondo de mí, formando parte de mí persona. No me importa el estatus, las dos hemos sido humanas en algún momento y sintiéndolo mucho, pero no pareces ser una vampira. Las dos tenemos algo de humanidad, cierto? – Sonrió observándola, cuando bajo la atenta mirada de Danna, tomó una rosa entre sus dedos y se la entregó.
Se quedó unos instantes en silencio, hasta que finalmente se acercó la rosa y el aroma de esta invadió sus sentidos.
-Muchas gracias por el detalle y considerarme tu amiga…Yo también te veo así Leonor - le dijo. A veces no hacía falta tener telepatía para saber que pensaba la otra persona y una de estas veces, era aquel preciso momento.
A lo lejos, la noche parecía dar a su fin, aún quedaban por eso quizás una hora…quizás menos. Danna suspiró – La noche termina y vuelve el ardiente sol. Para ti será hora de dormir, para mí disimular entre modales y conversar con gente de clase alta, con la que en ocasiones normales ni me acercaría… créeme. Prefiero antes dormir toda la mañana hasta las horas nocturnas, que aguantar las falsedades de aquellas gentes que se creen superiores – con la rosa en su mano, jugó con ella siempre intentando no dañarse con las pequeñas espinas – Antes de que salga el sol y nos tengamos que despedir, cuéntame más de ti. ¿Cómo llegaste a esta vida? ¿Qué te parece? ¿Cambiarias algo de tu vida? Yo siempre me paro a pensarlo, y por más que al principio diga que si, luego lo pienso y sin los sucesos que me han llevado a esta vida, a quien soy ahora mismo, quizás a estas alturas en este peligroso mundo que conocemos, ya ni existiría…-
La joven a su lado había seguido cada de sus palabras atentamente, encontrándose sorprendida en cuando reveló su titulo. Aquel rostro sorprendido hizo reír suavemente a Danna. En ningún momento había querido impresionarla, solo había sido completamente sincera. Sin ser quien era, sin el titulo y sus deberes que le marcarían el resto de su existencia no sería la misma, a saber si aún seguiría viva, a saber si su destino habría sido convertirse en licantropa, como el maldito padre que la maldijo.
Cuando finalmente la joven habló, río aún más ante sus preguntas. – Si… supongo que se ve raro no? Una duquesa en una guerra de agua, en un lago en lo más oscuro de un bosque y en compañía de una vampira…- le sonrío – Escandalosamente un buen chisme para las damas de las cortes y habladurías del pueblo – comentó – Quizás así bien pensado, dejaran de molestarme con sus insistencias de mis aventuras amorosas con cada caballero que me saluda. De verdad que no imaginas que es que te sigan cada paso, cada mirada… todo les sirve a la hora de inventar la historia de tu vida- se encogió de hombros sonriendo- Yo les dejo hacer. La vida en Escocia no para todos es igual de buena, por lo que olviden un momento sus vidas y se centren en mí, les sirve para olvidar por unos segundos sus preocupaciones. Y aún a costa mía, de pequeña me enseñaron a respetar a la gente, a sentirme cercana a ellos, y estas enseñanzas supongo que ya son en lo más hondo de mí, formando parte de mí persona. No me importa el estatus, las dos hemos sido humanas en algún momento y sintiéndolo mucho, pero no pareces ser una vampira. Las dos tenemos algo de humanidad, cierto? – Sonrió observándola, cuando bajo la atenta mirada de Danna, tomó una rosa entre sus dedos y se la entregó.
Se quedó unos instantes en silencio, hasta que finalmente se acercó la rosa y el aroma de esta invadió sus sentidos.
-Muchas gracias por el detalle y considerarme tu amiga…Yo también te veo así Leonor - le dijo. A veces no hacía falta tener telepatía para saber que pensaba la otra persona y una de estas veces, era aquel preciso momento.
A lo lejos, la noche parecía dar a su fin, aún quedaban por eso quizás una hora…quizás menos. Danna suspiró – La noche termina y vuelve el ardiente sol. Para ti será hora de dormir, para mí disimular entre modales y conversar con gente de clase alta, con la que en ocasiones normales ni me acercaría… créeme. Prefiero antes dormir toda la mañana hasta las horas nocturnas, que aguantar las falsedades de aquellas gentes que se creen superiores – con la rosa en su mano, jugó con ella siempre intentando no dañarse con las pequeñas espinas – Antes de que salga el sol y nos tengamos que despedir, cuéntame más de ti. ¿Cómo llegaste a esta vida? ¿Qué te parece? ¿Cambiarias algo de tu vida? Yo siempre me paro a pensarlo, y por más que al principio diga que si, luego lo pienso y sin los sucesos que me han llevado a esta vida, a quien soy ahora mismo, quizás a estas alturas en este peligroso mundo que conocemos, ya ni existiría…-
Danna Dianceht- Licántropo/Realeza
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
En sus años había conocido a muchas personas, unas mas cálidas que otras, algunas mas frías por el echo de protegerse así mismas, y otras un poco mas cordiales, pero siempre desconfiadas. Y la mujer que ahora se encontraba frente a ella era muy diferente a todas ellas, alguien totalmente agradable, cordial y vivaz.
Independiente de su condición, su estatus y el por que había llegado a parar ahí, siendo tan contradictorio a su lugar de residencia, demostraba que su naturaleza era mucho mas fuerte que eso, y fue justamente aquel, el que la llevo a reunirse con la inmortal en una noche que sin dudas quedaría en sus recuerdos.
La observó fijamente mientras recibía la flor, y acompaño su mirada con una tenue sonrisa, que lentamente se amplió al escuchar la respuesta a ese regalo.
- Me da mucho gusto saberlo, Danna - agregó, dejando caer nuevamente sus manos sobre los muslos, y aguardaba mientras su cuerpo comenzaba a sentir la señal que estaba llegando al limite, ese que la separaba de la mortalidad definitiva y lo que ahora la mantenía en pie; el amanecer.
El sol, que antes se convertía en su paso a salir a recorrer con mas seguridad el bosque, conocer, disfrutar de esas mañanas y días, ya sea frente al lago, o trepada en los árboles. Ahora la detenía, la frenaba y obligaba a ocultarse. Un precio alto, que al momento de elegir la inmortalidad tuvo muy presente,sabía lo que ganaba y lo que perdía, aunque siempre pensó que ganaría mucho mas, ahora ya no se encontraba tan segura de ello.
- Me imagino que debe ser un poco molesto todo eso. La verdad yo no me veo a mi, entre tanto lujo, me volvería loca - comentó, liberando una risa, recostándose sobre su espalda nuevamente, observando desde ese cómoda posición a la Lycan.
- Bueno yo... -no sabía como comenzar a explicarle, sin que el echo no se le volviera un tanto difícil.
- Esta "vida", fue un regalo, una elección tanto mía como del vampiro que accedió a dármela, aquel que considero como mi primer amor. Pero las cosas cambian, el desapareció, y tuve que aprender la mayoría de las cosas por mi misma, el sobrevivir y lograr controlar mi nueva y extraña naturaleza, nada sencillo a decir verdad, pero lo hice ¿y sabes? - suspiró y llevó su mano hasta las puntas del cabello ajeno, rozándole apenas.
-... Me siento orgullosa, y a pesar de lo que soy, aun conservo parte de mi humanidad, no me considero un ser muerto por completo, y eso es algo que me gustaría mantener siempre en mi. Y no, no puedo arrepentirme de las decisiones que tomé, por que sería arrepentirme también de mis sentimientos, y no acostumbro a hacer algo así. - finalizó, dejando que su ojos se perdieran un momento en la inmensidad y frondosidad del bosque.
Lentamente esa sensación cálida se volvió mas perceptible, y hasta un poco molesta, estaba jugando con los minutos, y eso podía costarle caro, por lo que debía emprender el regreso, antes de que le fuera imposible volver a tiempo.
Soltó los mechones de la joven, y se levantó velozmente, invitando a su acompañante con su mano, a hacer lo mismo para quedar frente a ella.
- Danna tengo que irme, solo me quedan unos minutos. Quiero que sepas que volviste esta noche mucho mas amena y agradable para mi y te lo agradezco. Pero antes de irme, quiero saber que podré volver a verte, yo vivo en una pequeña casa aquí en el bosque, dime que volverás a visitarme ¿Si? - preguntó, sosteniendo su mirada, permitiendo que sus frías manos sujetaran con suavidad las de ella, le estaba dejando la invitación a volver cuando lo deseara, Leonor siempre la recibiría con los brazos abiertos luego de este encuentro.
No había mas, la vampiresa esperaría la respuesta, y luego de esta la vería marchar, para comenzar con el sueño que ahora le correspondía por obligación.
Independiente de su condición, su estatus y el por que había llegado a parar ahí, siendo tan contradictorio a su lugar de residencia, demostraba que su naturaleza era mucho mas fuerte que eso, y fue justamente aquel, el que la llevo a reunirse con la inmortal en una noche que sin dudas quedaría en sus recuerdos.
La observó fijamente mientras recibía la flor, y acompaño su mirada con una tenue sonrisa, que lentamente se amplió al escuchar la respuesta a ese regalo.
- Me da mucho gusto saberlo, Danna - agregó, dejando caer nuevamente sus manos sobre los muslos, y aguardaba mientras su cuerpo comenzaba a sentir la señal que estaba llegando al limite, ese que la separaba de la mortalidad definitiva y lo que ahora la mantenía en pie; el amanecer.
El sol, que antes se convertía en su paso a salir a recorrer con mas seguridad el bosque, conocer, disfrutar de esas mañanas y días, ya sea frente al lago, o trepada en los árboles. Ahora la detenía, la frenaba y obligaba a ocultarse. Un precio alto, que al momento de elegir la inmortalidad tuvo muy presente,sabía lo que ganaba y lo que perdía, aunque siempre pensó que ganaría mucho mas, ahora ya no se encontraba tan segura de ello.
- Me imagino que debe ser un poco molesto todo eso. La verdad yo no me veo a mi, entre tanto lujo, me volvería loca - comentó, liberando una risa, recostándose sobre su espalda nuevamente, observando desde ese cómoda posición a la Lycan.
- Bueno yo... -no sabía como comenzar a explicarle, sin que el echo no se le volviera un tanto difícil.
- Esta "vida", fue un regalo, una elección tanto mía como del vampiro que accedió a dármela, aquel que considero como mi primer amor. Pero las cosas cambian, el desapareció, y tuve que aprender la mayoría de las cosas por mi misma, el sobrevivir y lograr controlar mi nueva y extraña naturaleza, nada sencillo a decir verdad, pero lo hice ¿y sabes? - suspiró y llevó su mano hasta las puntas del cabello ajeno, rozándole apenas.
-... Me siento orgullosa, y a pesar de lo que soy, aun conservo parte de mi humanidad, no me considero un ser muerto por completo, y eso es algo que me gustaría mantener siempre en mi. Y no, no puedo arrepentirme de las decisiones que tomé, por que sería arrepentirme también de mis sentimientos, y no acostumbro a hacer algo así. - finalizó, dejando que su ojos se perdieran un momento en la inmensidad y frondosidad del bosque.
Lentamente esa sensación cálida se volvió mas perceptible, y hasta un poco molesta, estaba jugando con los minutos, y eso podía costarle caro, por lo que debía emprender el regreso, antes de que le fuera imposible volver a tiempo.
Soltó los mechones de la joven, y se levantó velozmente, invitando a su acompañante con su mano, a hacer lo mismo para quedar frente a ella.
- Danna tengo que irme, solo me quedan unos minutos. Quiero que sepas que volviste esta noche mucho mas amena y agradable para mi y te lo agradezco. Pero antes de irme, quiero saber que podré volver a verte, yo vivo en una pequeña casa aquí en el bosque, dime que volverás a visitarme ¿Si? - preguntó, sosteniendo su mirada, permitiendo que sus frías manos sujetaran con suavidad las de ella, le estaba dejando la invitación a volver cuando lo deseara, Leonor siempre la recibiría con los brazos abiertos luego de este encuentro.
No había mas, la vampiresa esperaría la respuesta, y luego de esta la vería marchar, para comenzar con el sueño que ahora le correspondía por obligación.
Leonor Daxmins- Vampiro Clase Media
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Re: A look at the past. {Danna Dianceht}
Dejando de lado la rosa que contenía entre sus manos, miró a la joven vampira que bien podía ser una neófita apenas, pero su control era extraordinario. Había visto vampiros antiguos menos controlados que ella, lo que le hacía ver la clase de persona que tenía delante de sí. Aún mantenía su humanidad, como si misma, la que ser licantropa no le había impedido ser como siempre había sido, una alma pura y dulce. Si, quizás algo desconfiada tras averiguar el mundo que hay tras las sombras, del que de pequeña solo había oído hablar en cuentos terroríficos para dar miedo a inocentes niñas. No obstante en todo lo demás, seguía siendo la misma y así esperaba que fuera siempre, ya bastante tenía con soportar que en la luna llena no fuera más que una bestia y que su control se viera desterrado en lo más profundo de su consciencia.
- No es tanto problema. Yo nací supongo que privilegiada, desde pequeña supe a que debía de atenerme y que se esperaba de mí. Lo que sí que este mundo de lujos, nada es lo que parece. La gente entre ellos, se van haciendo injurias, traiciones y banales luchas que terminan empeorando la situación del reino. – le explicó – Yo de pequeña solía jugar con los que servían en nuestro castillo, por lo que siempre fui muy humilde, y aún sigo haciéndolo. No hay nada que me agrade más que pasar una mañana recorriendo los pueblos, siendo una jovencita más que paseo o hace sus compras. Estar junto al pueblo, me enriquece mucho... Y como duquesa siempre debo comprender a todos sin excepción, hasta mi ama de llaves a los comerciantes de telas.
Viendo la sonrisa de la joven, ella también le devolvió la sonrisa y como si hubiese leído sus pensamientos, tras sus palabras alzó la mirada hacia el cielo, observando que como había pensado, ya era muy tarde o temprano, depende de cómo se mirara y de que el sol estaba próximo a salir. Ella debía volver a sus quehaceres reales, tomando brevemente unas horas de descanso antes de enfrentarse al mundo de la realeza, que todo parecían ser injurias y traiciones, Un mundo en el que no podías, ni debías fiarte de nadie. Y Leonor debía de protegerse de los rayos del sol que pronto alumbrarían el bello paisaje en el que ahora mismo se encontraban sentadas.
- Debe de ser duro tener que huir siempre del sol – susurró volviendo la mirada hacia ella. – Para las que amamos la vida, y supongo que para ti el hecho de tener que huir del sol te debe de doler. Antes de pequeña me gustaba mucho contemplar la luna llena desde mi balcón o habitación, ahora en cambio hace muchos años que no la veo. Ni podré verla mientras una bestia siga morando en mí. – Se encogió de hombros, sonriéndole suavemente, escuchándole en cuanto empezó a relatarle como ha sido su vida.
Al principio parecía que no le saliesen las palabras, pero finalmente las encontró y empezó a relatar, sonsacando una dulce sonrisa en la licantropa, mientras los fríos dedos de Leonor jugaban a acariciar sus mechones de cabello.- Que alguien opine que esta “vida” es todo un regalo, es muy hermoso y más si todo fue por amor...todo y que luego terminara mal vuestra historia. –murmuró algo triste. Tristeza que se le pasó en cuanto la vampira se vino arriba. Danna río alegremente ante sus palabras – Así se habla. Tienes que sentirte muy orgullosa de poder conservar parte de tu humanidad, eso te hace ser tú y destacar entre los demás por ti misma. – La alabó sonriéndole, temiendo que se terminara el fin del encuentro, con la llegada de la inminente luz solar.
Y tal como temió el momento llegó ya que su joven acompañante se levantó velozmente y la invitó a hacer lo mismo. Danna tomó la mano de la joven y se levantó sonriéndole, sabiendo que era inevitable que sus caminos se volvieran a separar, por lo menos por el momento.
- Tú también volviste mi noche más amena y fascinante Leonor. Ve a resguardarte antes de que el sol salga ¡corre! y si tranquila, el próximo día que esté en Paris, vendré a visitarte, te buscaré y te rastrearé hasta dar con tu hogar. Tu también siempre que estés en Escocia, serás bienvenida al castillo de Dianceht. – mencionó sonriéndole, apretando sus manos contras las ajenas en un apretón amistoso – Serás recibida con los brazos abiertos no lo tengas en duda – añadió antes de acercarse y besarle la mejilla, terminando por separarse de sus manos y observando cómo lentamente retrocedía y se iba escapando del sol que estaba por salir, se giró y emprendió de nuevo el camino hacia Paris, donde una cómoda y mullida cama la esperaban y de seguro que un Víctor preocupado también.
- No es tanto problema. Yo nací supongo que privilegiada, desde pequeña supe a que debía de atenerme y que se esperaba de mí. Lo que sí que este mundo de lujos, nada es lo que parece. La gente entre ellos, se van haciendo injurias, traiciones y banales luchas que terminan empeorando la situación del reino. – le explicó – Yo de pequeña solía jugar con los que servían en nuestro castillo, por lo que siempre fui muy humilde, y aún sigo haciéndolo. No hay nada que me agrade más que pasar una mañana recorriendo los pueblos, siendo una jovencita más que paseo o hace sus compras. Estar junto al pueblo, me enriquece mucho... Y como duquesa siempre debo comprender a todos sin excepción, hasta mi ama de llaves a los comerciantes de telas.
Viendo la sonrisa de la joven, ella también le devolvió la sonrisa y como si hubiese leído sus pensamientos, tras sus palabras alzó la mirada hacia el cielo, observando que como había pensado, ya era muy tarde o temprano, depende de cómo se mirara y de que el sol estaba próximo a salir. Ella debía volver a sus quehaceres reales, tomando brevemente unas horas de descanso antes de enfrentarse al mundo de la realeza, que todo parecían ser injurias y traiciones, Un mundo en el que no podías, ni debías fiarte de nadie. Y Leonor debía de protegerse de los rayos del sol que pronto alumbrarían el bello paisaje en el que ahora mismo se encontraban sentadas.
- Debe de ser duro tener que huir siempre del sol – susurró volviendo la mirada hacia ella. – Para las que amamos la vida, y supongo que para ti el hecho de tener que huir del sol te debe de doler. Antes de pequeña me gustaba mucho contemplar la luna llena desde mi balcón o habitación, ahora en cambio hace muchos años que no la veo. Ni podré verla mientras una bestia siga morando en mí. – Se encogió de hombros, sonriéndole suavemente, escuchándole en cuanto empezó a relatarle como ha sido su vida.
Al principio parecía que no le saliesen las palabras, pero finalmente las encontró y empezó a relatar, sonsacando una dulce sonrisa en la licantropa, mientras los fríos dedos de Leonor jugaban a acariciar sus mechones de cabello.- Que alguien opine que esta “vida” es todo un regalo, es muy hermoso y más si todo fue por amor...todo y que luego terminara mal vuestra historia. –murmuró algo triste. Tristeza que se le pasó en cuanto la vampira se vino arriba. Danna río alegremente ante sus palabras – Así se habla. Tienes que sentirte muy orgullosa de poder conservar parte de tu humanidad, eso te hace ser tú y destacar entre los demás por ti misma. – La alabó sonriéndole, temiendo que se terminara el fin del encuentro, con la llegada de la inminente luz solar.
Y tal como temió el momento llegó ya que su joven acompañante se levantó velozmente y la invitó a hacer lo mismo. Danna tomó la mano de la joven y se levantó sonriéndole, sabiendo que era inevitable que sus caminos se volvieran a separar, por lo menos por el momento.
- Tú también volviste mi noche más amena y fascinante Leonor. Ve a resguardarte antes de que el sol salga ¡corre! y si tranquila, el próximo día que esté en Paris, vendré a visitarte, te buscaré y te rastrearé hasta dar con tu hogar. Tu también siempre que estés en Escocia, serás bienvenida al castillo de Dianceht. – mencionó sonriéndole, apretando sus manos contras las ajenas en un apretón amistoso – Serás recibida con los brazos abiertos no lo tengas en duda – añadió antes de acercarse y besarle la mejilla, terminando por separarse de sus manos y observando cómo lentamente retrocedía y se iba escapando del sol que estaba por salir, se giró y emprendió de nuevo el camino hacia Paris, donde una cómoda y mullida cama la esperaban y de seguro que un Víctor preocupado también.
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Danna Dianceht- Licántropo/Realeza
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