Last view/Privado/

por **Adneris Da Nobrega** Mar Ago 06, 2013 11:21 pm

Hoy la joven se había despertado con un sentimiento de nostalgia luego de soñar con la playa en la que pasaba mucho tiempo cuando era niña, había sido algo confuso pero logró vislumbrar con claridad el suave movimiento de las olas cerca a la orilla y hasta podía asegurar que sintió el viento acariciar su rostro. Despertó con unas pocas lágrimas en los ojos que enjugó con el dorso de la mano, el sueño no fue malo solo le recordó lo mucho que extrañaba su casa. Echaba mucho de menos las mañanas en que solía sentarse solo a contemplar el mar, dejando que la salada brisa le revolviera los cabellos ayudándole a olvidar todo lo que pudiera causarle algún pesar, sobre todo en lo que se refería a mis padres. Eran días solitarios, y en lo personal jamás entendió como sus progenitores podían desentenderse así de alguien a quien habían dicho querer tanto, le parecía de lo más absurdo. Como si el hacer alarde de una hija como si fuera mercancía les hiciera ser mejores personas, claro sus padres lo pensaban de todas maneras y ella había permitido que la utilizaran para complementar su imagen hacía mucho.

Se revolvió inquieta entre las sábanas cubriendo su cabeza con una almohada, en un intento tonto de sofocar esos recuerdos. No era buena idea ponerse a pensar en aquello a menos que quisiera deprimirse por el resto de la semana. Luego de unos minutos se vió incapaz de conciliar el sueño de nuevo por lo que apartó las sábanas con una patada, dejando la almohada a un lado. Tras un suspiro se puse de pie y caminó hacia la ventana, apartando las cortinas observó que el día ya se abría paso, aunque algunas nubes cubrían el cielo con una leve amenaza de lluvia, decidió que saldría a dar un paseo y tenía muy claro cual sería su destino. Luego de un rápido baño, se vistió para salir.

No tenía ganas de pedir un coche, por lo que caminaría hasta el puerto que si bien estaba alejado, su estado de ánimo era apropiado para hacerlo. Al llegar, el frío aire le golpeó con suavidad el rostro, respiró profundamente la brisa marina...uhmmm...si cerraba los ojos, casi podía imaginarse en casa. Casi. Era demasiado consiente de la realidad como para dejarse llevar por su imaginación y añoranza. Caminó despacio hasta llegar a la orilla. Cualquiera pensaría que era una locura, pues no era el clima ideal como para pasarse por allí teniendo otros lugares a los que podía ir sin riesgo de congelarse, lo que lo hacía a su vez perfecto, ya que necesitaba la tranquilidad que emanaba el suave golpeteo de las olas contra la orilla para terminar con ese sentimiento de melancolía.

Un momento más tarde se quitó los zapatos para poder disfrutar de la sensación de la arena bajo sus pies. Anduvo un momento ensimismada en sus propios recuerdos, sin darse cuenta ya estaba mojando sus pies en las frías aguas, en un primer momento ello le causó un pequeño escalosfrío que luego de unos minutos desapareció al acostumbrarse a la baja temperatura del agua. Soltó sus cabellos -húmedos aún por el reciente baño- al viento, y los sacudió con una mano, uhmm...su ánimo no iba mejorando; por el contrario ya se encontraba imaginándose a sí misma internándose en lo profundo del agua. Ideas sombrías sobre una muerte solitaria pasaban por su mente.

por **Ostinh Mcdolz** Mar Ago 27, 2013 9:26 pm

Muchas veces mi paradero era el mismo; el puerto. Era siempre como si algo me arrastrara hacia el y no se si llamarle destino o simple casualidad, pero siempre me encontraba con algo o alguien que terminaba por entretenerme y esperaba que esta ocasion no fuera muy diferente.

Caminé a paso lento por el borde de la barandilla solo mirando ese marea tranquila que se dejaba aprecierar aún con la poca luz del amanecer; ciertamente la quietud era una de las mas grandes caracteristicas y si en algún momento algo rompía con ella, era detectado por mi visión de inmediato y así fue.

Capte una voluptuosa silueta que lentamente comenzaba acercarse a la orilla, era capaz de presenciar con bastante naturalidad todo este proceso; por lo que recargué mis antebrazos en la baranda solo atento a sus movimientos, una mujer sola tan temprano ¿que pretendía? ¿darse un baño? preguntas irracionales que me cruzaban haciendo que me distrajera por algunos minutos, en los que precisamente se vino un cambio.

La reconocí y me sentí como un imbécil al no hacerlo antes, Adneris; tan radiante y bella como siempre era como si los años no pasaran por ella y bueno, en mi simplemente era como nada.

Salte a la arena de forma sigilosa evitando así que captara mi accionar, mis pasos lentamente me acercaban a ella y solo ahí me dí cuenta que no se encontraba bien; era como si su aura estuviera bloqueada, y su mente al parecer confundiendola - Buen día, preciosa Adneris - saludé con voz ronca terminando de romper la distancia permitiendo a mis ojos llegar a dar con los de ella, al momento que mi voz le hizo levantar el rostro - Ha pasado tiempo ¿que haces por aquí? - tenía dudas respecto a esto, y a que su semblante no era el que recordaba; ciertamente eran situaciones diferentes pero no podía cambiar tanto.

Aguarde con suma paciencia sus respuestas debía también reponerse aquel tan inesperado "reencuentro" yo había desaparecido de un día para otro, dejando esa vida de locuras y placer descontrolado el cual muchas veces hallé en la mujer que ahora tenía frente a mi.

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