Aura Núñez

Seamos sinceros, Aura no es fácil de tratar; la persona dispuesta a entablar relación con ella debe tener en mente desde un principio que no es una tarea sencilla. En primer lugar es muy manipuladora y astuta, sin apenas darte cuenta tendrá posesión sobre tus actos y pensamientos...y en los momentos en los que creas que está tranquila en realidad planea algo a corto plazo. También es reservada, cuando le preguntes algo acerca de su vida te explicará la biblia pero en realidad no te habrá contado nada. A pesar de ser muy extrovertida y aparentemente abierta con los demás es bastante insegura y débil; todo son apariencias...pocas personas podrán conocer la parte dulce y amable que hay dentro de ella. Es más inteligente de lo que parece.

Casi siempre la encontrarás sola, pues es muy independiente y autosuficiente; la mayoría de sus conocidos piensan que es una persona misteriosa y diferente a lo que estamos acostumbrados. Crítica consigo misma y con los demás, y a esto le añadimos el perfeccionismo que corre por sus venas. Ten cuidado, se acuerda de todo y es rencorosa.

Nos trasladamos a España, más concretamente a Aragón (un pequeño pueblo en lo que hoy sería Zaragoza), es la época de la expansión del Imperio y poco a poco los españoles van consiguiendo más territorios. El 24 de Octubre de 1784 nace la protagonista de esta historia, y lo hace en una pequeña casa de campo deteriorada; sus padres (Tobías e Irene) no tenían en mente tener hijos (pues la pobreza que vivían cada día los absorbía más y más), sin embargo no lo pudieron evitar y al final se tuvieron que adapatar a un nuevo estilo de vida; se acabó aquello de preocuparse sólo por sí mismo y de no tener responsabilidades. Los años de su infancia transcurrieron con normalidad, pero ya desde ese momento los padres supieron que su niña no quería jugar con muñecas...quería jugar con personas. No podemos decir que haya sido consentida y mimada todo el tiempo, pero sí podemos afirmar que todo lo que quiere lo acaba consiguiendo, ya sea por las buenas o por las malas. Desafortunadamente sólo pudo asistir a la escuela un año, aunque fueron suficientes para aprender a leer y a escribir; ¿por qué dejó de ir? el dinero era limitado y además su hermano (Marcos, 4 años menor que ella) también replicaba el querer ir a clases. Como mantener a dos era una tarea imposible los padres decidieron que ninguno estudiara.

Poco a poco Aura fue desarrollando cierta independencia y algo de autismo, aunque en realidad ésto último lo hacía a posta. No congeniaba con nadie, pero nunca admitía que se sentía sola; el no tener amigos ayudó a que su personalidad se volviera más crítica y perfeccionista. Entonces, un día de otoño (justo cuando empezaban a descender las primeras hojas secas), sucedió el recuerdo más agradable y preciado que la joven guarda en su memoria: cuando volvía de recoger agua se encontró a una preciosa mujer bailando en mitad de la calle, acompañada por la agradable música de un oboe; al ver la espléndida escena y cómo relucía la bailarina decidió que ella también quería brillar...y desde ese momento su sueño es ser bailarina profesional.

Sin embargo, a pesar de insistir desesperadamente para frecuentar las clases de danza clásica, nunca pudo ir...y se limitó a bailar a su manera. Estaba desmotivada y desganada, pensando que por culpa del dinero nunca podría hacer su sueño realidad. Entonces, una vez alguien le dijo: ''Las escuelas de danza más prestigiosas se encuentran en París, Francia''; cuando oyó esas palabras sus ojos se encendieron como dos velas candentes, pensó que quizás podría tener una oportunidad en aquella ciudad...que apreciarían su talento, y ese pasó a ser su nuevo objetivo.

Gradualmente su pueblo comenzaba a hacérsele pequeño...siempre los mismos paisajes, las mismas personas ; sentía que le habían cortado las alas. Con el paso de los años se dio cuenta de que no estaba hecha para morir en un simple campo apartado de la mano de Dios, que estaba hecha para ser reconocida por los demás; habiéndolo pensado detenidamente durante mucho tiempo llegó a la conclusión de que abandonaría su hogar, a la edad de 16 años recién cumplidos. Y eso hizo, pero no sin antes despedirse de su familia, quien creía firmemente que destinaría su vida al fracaso si hacía algo tan apresurado. A pesar de todas las advertencias no les hizo caso y una tarde de otoño cogió su pequeño equipaje y llegó a la capital.

Afortunadamente había ido en otras ocasiones y al poseer buena memoria fue capaz de memorizar los horarios de los vehículos de transporte. Así pues, con mucho cuidado se escondió en un gran carro lleno de fruta y carne para atravesar la frontera y llegar a Francia. Sin embargo éste no le dejó en París y estuvo cinco días intentando averiguar cómo llegar a su destino. Finalmente averiguó que había otro carro que sí se dirigía a la capital; no tardó nada en montarse y llegó en unas cuantas horas.

Por fin estaba en el ansiado París de sus sueños; iba allí con un propósito: conseguir clases de danza y tener una mejor calidad de vida. -Poooobre ilusa- Estaba asombrada por la gran cantidad de personas que habitaban en aquella región y por la diversidad existente. Los primeros días desde su llegada pudo alojarse en una humilde posada en las afueras de la ciudad; iba cada día al centro, buscando una oportunidad, indagando hasta encontrar las buenas academias. No obstante todo el esfuerzo no sirvió para nada, en ningún lugar la aceptaban y en otros le pedían cantidades monumentales de dinero.  ¿Qué haría ahora?

Asimiló aquel palo con madurez y templanza, por un lado lo comprendía (pues las clases no iban a salirle gratis), pero por otro no lo llegaba a aceptar. Así, preguntó en múltiples lugares si tenían algún puesto de trabajo para ella (como barrendera, niñera, camarera...etc) pero desafortunadamente no la aceptaron en ningún lugar por ser española y por ser tan joven. Eso sí que fue un golpe bajo para ella...entró en una depresión y dejó de ser ella misma, aunque sólo hasta aquel día....

Tras tres meses viviendo en la miseria y sin pisar la calle... un día, cuando iba a intentar robar algo, pasó al lado del burdel y la llamaron a acercarse. Así, un hombre mayor la miró de arriba a abajo y le ofreció una pequeña entrevista en la que tuvo que contar casi toda su vida (incluidos los últimos desastres).  No le importó, pues parecía ser que el hombre ponía mucho interés en ella, decía cosas como: ''A pesar de que seas joven tengo una corazonada de que nos serás muy útil aquí'' ''Eres muy guapa y enciendes a cualquiera..''. En realidad se sentía algo incómodo, el que un viejo le dijera burradas de ese tipo...pero se guardó las reprimendas.

Definitivamente comenzó a trabajar en el burdel y de momento no le va nada mal. Nunca pensó en que llegaría a trabajar en algo así...pero hasta que no dominara el idioma y tuviera el dinero suficiente no podría dejarlo.  En realidad, gracias a este trabajo ha recuperado su personalidad extrovertida, aunque en varias ocasiones se da pena a sí misma por tener que ser cortesana para poder cumplir un inocente sueño...

♥ No tiene nada que ver con el tópico de chica refinada y responsable que había en la época.
♥ Enferma demasiado por culpa de una mala alimentación. No se puede permitir manjares.
♥ Fuma gracias a los cigarrillos que sus clientes le regalan.
♥ Disfruta de su trabajo, para qué negarlo.
♥ Vive con una pareja en una casa de pésimas condiciones.
♥ Padece claustrofobia.
♥ Las expectativas que tenía de París era todo lo contrario a la realidad.
♥ Maduró a edad temprana.
♥ La existencia de otras razas es algo que le fascina y le llena de curiosidad.

gracias a αgusτınα• de sourcecode