Breathe Me (+18) [Privado]

por **Karen Nygard** Sáb Sep 21, 2013 7:34 pm

¿De dónde procede este amor? No lo sé.
Vino a mí de noche, como un ladrón…
Philip Pullman - El catalejo lacado

Salto del carruaje ignorando por completo lo que el cochero le gritaba, pues no le interesaba nada de eso en esos instantes. Levanto su vestido y comenzó a correr para llegar a la entrada de aquel sitio, con el clima frío del invierno rodeando todo y gente que iba y venia.
- Volveré pronto… - fue lo único capaz de decirle al cochero, después de todo no quería llegar tarde y esperaba que ella estuviera ahí.

Las cosas habían comenzado a cambiar sin que ella misma lo notara, seguía temiendo a la oscuridad pero no tanto como antes. Si bien le ocurrieron cosas que le hicieron despertar de aquel mundo en el que todo lo que pedía lo obtenía no todo eso había sido tan malo y para prueba de eso estaba Reika. Esa mujer que apareció de manera repentina en su vida y que aunque era parte de aquel mundo de oscuridad, calmaba su corazón y muchas veces le hacía dudar de todo lo que creía ser ella.
Era extraño para si misma el buscar compañía de otros pero ya nada podía sorprenderle en esos tiempos.

Había perdido el interés por asistir a fiestas, que le compraran todo cuanto quería e incluso ya no buscaba salir con hombres a jugar como antes, ahora todo su tiempo libre deseaba pasarlo con aquella que le calmaba un poco, pero claro el clima invernal impedía en varias ocasiones que saliera en su búsqueda, pero no esa noche; porque ese día todo estaba bien y no tenía nada más que hacer solo esperar a ver si es que a quien tanto deseaba ver aparecía.
Por un ligero instante creyó que su invitación pudo haber llegado más tarde de lo esperado, pero confiaba en que no fuera de esa manera, sino le tocaría pasar una velada un tanto aburrida en aquel lugar.

Si bien en Luna Park solía exigir una gran concurrencia por las noches, todo mundo se aglomeraba entre las diversiones y los pequeños lugares en los que se vendía comida, lo que dejaba otras zonas del parque abandonadas, entre ellas un viejo juego que tenía algunos años descompuesto y que lentamente estaba siendo devorado nuevamente por la vegetación que provenía del bosque al cual estaba pegada esa zona de Luna Park.

Ya que cruzo la entrada que anunciaba con alegría el lugar donde se encontraba, el sonido de la gente y los juegos se hizo notar… era imposible no sentirse ligeramente alegre en un lugar como aquel. Nerissa paso de largo todos los juegos, los puestos de comida y las personas; lentamente se alejo de todo eso hasta que su mirada pudo enfocarse en el juego al que esperaba llegar y en el cual no existían aún rastros de Reika. Suspiro caminando de manera más lenta hasta situarse frente al viejo juego; terminando por darle la espalda y ver por donde había llegado, el sonido de las personas llegaba hasta ella, creía escuchar las voces de manera clara pero aún así no escuchaba aquella que en realidad estaba esperando.

por **Reika Roux** Sáb Sep 28, 2013 10:43 pm

A pesar de que mi corazón no latía científicamente hablando, yo parecía delirar con que éste latía con entusiasmo cada vez que pensaba en aquel cabello negro y aquellos ojos claros, imaginándome su calor contrastando contra mi frialdad y sus labios contra los míos, sintiendo su tacto sobre mi piel haciéndome estremecer y jugando con mis dedos a recrear en el aire y en mi cuerpo lo que dictaban mis más oscuras intenciones. Increíblemente no era Laisha en quién estaba pensando, aunque costara creerlo.

Su nombre era Nerissa, y aunque le había conocido apenas hace poco más de un mes tras salvarle de unos ladrones desalmados en un callejón, parecía que nos conocíamos de toda la vida. Era una chica muy agradable en la conversación y muy tierna en sus actitudes, además de extremadamente hermosa. Puede que me recordase a Laisha, pero mi atracción por ella no tenía que ver con ella. Nerissa parecía no estar dispuesta a abandonarme como lo había hecho Laisha, pero aquello no me preocupaba demasiado. ¿O quizás debía preguntárselo? Más bien, ¿Por qué debía preguntar algo así?

Al final concluí que el tiempo me daría las respuestas que buscaba, sin presionarle; igual como había sucedido todo esto. Esto claramente era una segunda oportunidad, una revancha que se me había otorgado, y no estaba dispuesta a desaprovecharla en absoluto. Y la invitación que llegó a mis manos ni bien anocheció me lo confirmó. Me alisté con un vestido simple y un abrigo para fingir la resistencia a las bajas temperaturas –o más bien para entregárselo a Nerissa en caso de se viera afectada por éstas- y salí en dirección al lugar asignado para la “reunión” con una amplia sonrisa llena de motivación en el rostro.

Gracias a mis condiciones no tardé en llegar ni tampoco en encontrarle gracias a mi olfato, encontrando rápidamente su aroma y su esencia, los que conocía con exactitud. Sonreí ampliamente y la encontré junto a uno de los juegos más viejos del parque, y que de hecho había conocido cuando todavía funcionaba, hace unos cinco años. Parecía ser una cosa del destino, y ya le estaba comenzando a tomar el gusto a ese tipo de manifestaciones que parecían hechas con magia. Utilicé mi sigilo propio de mi naturaleza y rodeé la zona hasta llegar detrás de ella en una exhalación, haciéndome notar a propósito con el sonido de las hojas del árbol más cercano al llegar al punto de encuentro.- ¿Te hice esperar mucho? Me quedé enredada en las sábanas soñando contigo. – Le dije abrazándole por detrás, besándole la mejilla suavemente para luego mirarle con una amplia sonrisa. Y es que tener su rostro tan cerca me enamoraba a cada segundo…

por **Karen Nygard** Mar Oct 01, 2013 10:36 pm

Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo.
Anais Nin

No había pasado mucho tiempo en realidad, pero la espera se le antojaba eterna cuando se trataba de asuntos relacionados con Reika, sus dedos no paraban de moverse al igual que su mirada, que iba de un sitio a otro intentando encontrar aquel rostro tan fascinante para ella.
Si bien toda su vida había creído que terminaría casada con un hombre rico y siendo consentida, en alguna casa de alta sociedad y con hijos; todas esas creencias se habían desvanecido como el humo cuando sus ojos azules se posaron por primera vez en aquella mujer. No había un cómo o un por qué, simplemente había sucedido y todo había tomado sentido en un abrir y cerrar de ojos.

Un suspiro salió de sus labios, pues si bien ella no tenía dudas al respecto sobre lo que significaba estar cerca de aquella mujer, no podía estar segura completamente de que Reika permanecería siempre a su lado o al menos el tiempo en que viviría. Ese era otro aspecto que le pesaba un poco, saber que tarde o temprano debería abandonarla, pero mientras tuviera un poco de vida no pensaba hacerlo jamás. Y en momentos como aquel, cuando no sabía si sería capaz de verla o no, era cuando algunas dudas comenzaban a surgir y el miedo le volvía su presa.

El sonido de las hojas le alerto un poco, pero ese sonido fue seguido por la voz que tanto había estado esperando durante ese tiempo y desde hacía días antes, así que no pudo más que sonreír y sentir esos labios fríos que tanto le fascinaban en su mejilla.
– Descuida que yo he llegado al parecer más temprano de lo que debía – su corazón comenzaba a latir agitado, todo por tenerla cerca y sus manos se posaron sobre aquellas le abrazaban – pero no deberías estar soñando conmigo – hizo una mueca y giro el rostro para verla – para que hacerlo si puedes estar conmigo en lugar de solo soñarme – una sonrisa se dibujo en sus labios y acercó un poco más sus labios hasta rozarlos con los de Reika; le gustaba la sensación de esos labios contra los suyos, el olor de ella, la manera en la que miraba, simplemente la había hechizado desde el primer momento en que se encontraron.

Volvió la vista al frente, a donde se encontraban todos los visitantes de aquel parque de diversiones pues no quería verla mucho, siempre que se quedaba mirandola demasiado tiempo un montón de cosas comenzaban a formularse en su mente y esas cosas, solo hacían que terminara sonrojada, justo como lo estaba en esos momentos.
– Lamento haberte enviado la carta de manera tan repentina, pero es que deseaba tanto verte que decidí correr el riesgo de enviarla – uno de sus dedos acaricio con delicadeza el brazo que le rodéaba – ¿Qué tal has estado estos días? Quiero saber que has hecho mientras no he podido verte – No importaba que fuera lo que le dijera o hicieran mientras estuvieran en aquel lugar pues lo único que Nerissa deseaba era que aquella de quien estaba enamorada no se fuera nunca de su lado.

por **Reika Roux** Vie Oct 11, 2013 10:35 pm

Cuando estoy contigo crece mi esperanza
vas alimentando el amor de mi alma
Y sin pensarlo el tiempo me robó el aliento,
¿Qué será de mí si no te tengo?

El sólo mirarle y escucharle era un privilegio que a veces creía no merecer como criatura de las tinieblas. Tener aquel rostro al frente, tener la oportunidad de acariciar e inspirar el aroma de su cabello, y de embriagarme con su mirada era algo que me costaba asumir como cierto aunque lo conversase una y mil veces con el techo y las cortinas cerradas, mis únicas compañías durante el día. Quizás era demasiado premio para mí; pero independiente de lo que pensara siempre disfrutaba el momento en que le sentía a lo lejos y en la cercanía, como ahora.

Su roce me encadenaba un poco más a su cuerpo, incrementando el deseo que a veces superaba mi cuerpo y era liberado en soledad. Lo que me quedaba de corazón me gritó que la besara, pero la tensión del posible descontrol me hizo quedarme en el lugar, suspirando internamente por la idea que finalmente no fue concretada. Sonreí al verla sonrojada y presioné ligeramente el abrazo como para asegurarme de que no se alejara de mí, aunque estaba claro que no lo iba a hacer. Cerré los ojos y me apoyé en su hombro, concentrándome en no irme directo a su cuello sin avisarle.

Negué con la cabeza con una sonrisa ante su intento de disculpa y le respondí así mismo, quieta como estaba porque no quería separarme de ella en un buen rato, aprovechando que la noche era aún muy joven.- No se puede hacer mucho por las noches considerando que está casi todo cerrado…así que simplemente esperaba verte, haciendo vampiradas…ya sabes. – Reí ligeramente y me acerqué a besarle la mejilla, pasando luego mi nariz por su piel.- La vida del vampiro es ingrata a pesar de ser inmortal…no puedes ver lo último en decoración o en ropa porque el sólo acercarte a la vitrina te deja seco. – Bromeé y terminé por acercarme a su oído, lamiendo con cuidadoso cariño.

por **Karen Nygard** Dom Oct 20, 2013 11:41 pm

Me acosan unos pensamientos tan extraños
y unas sensaciones tan lúgubres.
Se agolpan en mi cabeza unas preguntas tan confusas
que no me siento ni con fuerzas ni con deseos de contestarlas.
No seré yo quien ha de resolver todo esto.
Fiódor Mijáilovich Dostoyevski

No pudo evitar reír cuando le dijo de las vampiradas, sabía que no podía salir de día pero seguramente que por las noches existía otras cosas que pudiera hacer. Ciertamente ella no era quien para saberlo, pues de no haber sido en un principio por la mujer que le abrazaba jamás se habría animado a enfrentarse como ahora a la oscuridad de la noche, pero por Reika bien valía correr riesgos e ignorar toda sensatez que antes existía en ella.
– Esperabas verme… si tanto lo deseabas pudiste haber ido a mi casa ya te dije donde esta y no creo que te sea complicado encontrar mi aroma… ¿o si? – sonrió volviendo a mirarla, invitandole a que una siguiente ocasión se acercara hasta ella, pues nada le haría más feliz que verla de manera repentina en su hogar.

Recordar que ella era inmortal le dolía, no era que olvidara eso alguna vez pero existían momentos como ese en el que pensar que en algún punto deberían separarse le carcomía por dentro y otros que simplemente le resultaba algo natural.
– No bromees con eso – un escalofrío le ataco cuando le lamí o y se giro entre sus brazos para quedar de frente a ella – además siempre hay formas de ver las cosas que uno quiere – no creía que fuera realmente importante que viera la decoración o la moda, al parecer esas cosas que antes realmente le quitaban horas de vida carecían de sentido real en esos momentos.

Con cuidado rodeo el cuello de Reika y sonrió, olvidandose por completo del lugar donde estaban o la gente que existía en aquel lugar; para Nerissa solo existían ambas y nadie más.
– Reika, yo… – mirando aquel par de ojos entraba en un trance desconocido, uno del que no quería despertar jamás y estaba a punto de cuestionarle sobre lo que ella pensaba de la situación en la que se veían sumergidas cuando una brisa de aire le saco del trance y solo sonrío – Olvide lo que iba a decirte… – mintió y temerosa a que su mentira fuera descubierta se soltó de ese abrazo y le dio la espalda – Es una linda noche, deberíamos ir a ver lo que existe en el parque ¿no crees? – deseo que no le cuestionara nada y solo le siguiera, pero quizás había sido demasiado obvia con sus acciones.

por **Reika Roux** Jue Oct 31, 2013 3:30 pm

- No, no es complicado encontrar tu aroma, para nada. – Le respondí con una amplia sonrisa. Supuse que al ser humana ponía en duda ese tipo de cosas, pero lo cierto era que su aroma estaba completamente identificado y grabado en mi sentido del olfato como si lo hubieran dejado establecido allí con martillo y cincel. Negué con la cabeza luego para reforzar lo que diría después – Sé que tengo ventajas con respecto al resto, pero no me gusta…entrar en moradas ajenas así como así. – Me excusé aunque pareciera que no tuviera mucho valor, viéndome visiblemente más “humana” a los ojos de quien se volteaba y me rodeaba del cuello, correspondiéndole yo con mis manos rodeándole la cintura.

Cerré y abrí los ojos apoyando sus últimas palabras antes de que ambas nos quedásemos en silencio como si éste nos hubiera arrancado las lenguas. Nos miramos a los ojos, y no tengo el recuerdo de haber usado alguna de mis habilidades vampíricas, pero Nerissa pareció completamente en trance por algunos segundos. – Dime… - Susurré presionando un poco sus caderas, intentando mitigar en algo mi deseo de ella, pero una brisa de aire arruinó lo que yo quería, haciendo que viera de un momento a otro la espalda de mi chica, a la que volví a abrazar de manera posesiva cuando dejó aquella invitación hecha. Yo ya conocía el parque completo, y aunque no lo conociera hubiera privilegiado cien veces el estar con ella. El parque no tenía tanto valor para mí como Nerissa sí lo tenía.

No le respondí con palabras, precisamente. Le ladeé la cabeza con una mano, y presa de esa impulsividad de antaño junté mis labios con los de ella en un beso profundo, de esos que robaban el aire y la cordura. Con el brazo libre la pegué más a mi cuerpo, apretando y soltando mi mano en rápidas secuencias para controlar mis impulsos de desgarrarle la ropa y poseerla en ese mismo lugar. Me separé de ella tras largos segundos, pudiendo haber tenido el rostro rojo de haber podido hacerlo biológicamente; pero la realidad era otra. Sonreí acariciando su mejilla con la misma mano que había permanecido sobre su piel, y no pude controlar el juntar mis labios con los suyos nuevamente.

por **Karen Nygard** Lun Nov 04, 2013 8:11 pm

Yo nunca he querido más, hasta que te conocí a ti.
Erika Leonard

– Pero eres mi invitada… mi invitada nocturna – menciono al escuchar que no le gustaba entrar en casas de esa manera, pero bueno no era como si Reika fuera una ladrona o una desconocida – Además hay días en los que no puedo salir y que llegaras sería tan magnifico que bien podría resistir encerrada en esa casa por siempre – Mentía, claro, pero en cierto sentido si tenía a Reika a su lado todo aquello le parecía posible.

En momentos como aquel, en el que estaba por decirle las cosas realmente importantes terminaba por huir y solo lograba maldecirse a si misma. ¿Algún día dejaría de ser así completamente? Deseaba que si. Detesto dejar a Reika con aquella palabra cruzando su mente y la confesión que no llegaría atorada en su garganta; quizás fuera lo mejor, para que unirla a su mortalidad con sentimentalismos que serian meramente pasajeros para la inmortal.
– No es nada, olvida que he dicho algo… de verdad – sonreía aunque no le viera y se alejo apenas un poco antes de ser rodeada nuevamente por aquellos brazos que tenían mucha más fuerza que ella – Reika… ¿pasa algo? – no podía girarse, le era imposible en aquellas circunstancias pero no fue necesario que ella intentara más.

Aquel beso fue completamente inesperado, pero no habría podido decir que no lo deseaba, por eso se entrego enteramente. Se giro para poder rodearle el cuello con las manos, olvidando por completo que se encontraba en un lugar público y que quizás hubiese alguien que le conociera mirando ¿Qué mas daba? No podía resistir y no quería que la inmortal se separara de su lado.
Tomo aire cuando se separaron y se relamió los labios, sonriendo a Reika que volvió a besarle. Si su mera cercanía la sumía en trance, aquellos labios le hacían creer que estaba en un sueño del que no quería despertar aunque se tornara la más horrible de sus pesadillas todo por estar al lado de aquella mujer que había apresado no solo su mente, si no también su corazón.

– Reika… – susurró sobre aquellos labios, apartando un poco su rostro para mirarle, sumiendo su mirada en aquella que tampoco se alejaba – Creo… creo que estoy completa y perdidamente enamorada de ti… – río – no tengo remedio, me es simplemente imposible pensar en estar lejos de ti – llevó entonces una de sus manos hasta sus labios, como si aquello que había dicho fuera lo ultimo que esperaba decir.

por **Reika Roux** Vie Nov 08, 2013 9:00 pm

El contacto con sus labios era ir al cielo –irónicamente para mí- y volver en cada segundo de la unión. Era algo tan mágico que me hacía creer que era humana de nuevo, y que el calor que sentía junto a mi cuerpo no era sólo el de Nerissa, y que no era sólo ella la que me provocaba con su esencia sino que yo también a ella con la mía. De hecho, la provocación inconsciente se hizo tan fuerte en cierto momento que me tuve que reprimir. Sus latidos estaban tan acelerados que mi hambre instintiva hizo aparición, y el mirarle fijamente por unos momentos menguó en algo aquel deseo que todavía me era bastante complejo controlar cuando era algo impulsivo. Eso hasta que se me declaró.

No pude no sonreír. ¿Cómo no hacerlo? Se confirmaba lo que ya era un hecho para mí, pero el escuchar aquellas palabras directamente de sus labios le daba un significado aún más grande, como a cualquiera le sucedería, sin distinción. Le miré con ternura por aquel gesto, dándome una idea de vulnerabilidad que remeció mi interior. Me mordí el labio inferior, intentando retomar el control. No pude hacerlo.

Le sonreí, y tras un “perdóname” que no le dio tiempo a reaccionar hice uso de mi velocidad y delicadeza para ponerla contra el árbol más cercano, volviendo a drogarme con sus labios, buscando acrecentar la adicción deslizando las manos por su cuerpo, aprovechando la soledad y la oscuridad del lugar para no ser vistas. La abracé con fuerza apretándole contra mí y me fui de cabeza a su cuello, lamiendo y besando ya con los ojos enrojecidos. Sin embargo en el último momento, cuando mis colmillos estuvieron a punto de desgarrar esa piel inmaculada que me parecía hasta injusta de disfrutar por su pureza, me detuve. Me volteé para tomar distancia y tranquilizarme, pero ni el ponerme la mano en el cuello y respirar profundo para detener esos impulsos fue suficiente. – P-perdóname…agh… -Me aparté otro poco, desafiando mis deseos más bajos.- Lo siento mucho. –Terminé diciéndole, volteándome un poco para mirarle de reojo. Mis ojos seguían rojos, y mis colmillos estaban a la vista. Entrecerré los ojos y volví a darle la espalda, sintiéndome incluso indigna.

por **Karen Nygard** Sáb Nov 16, 2013 11:30 pm

Era capaz de sentir los latidos de su corazón aumentar y el color en sus mejillas llegar de improviso, agradecía entonces estar a oscuras ya y que la luz fuese poca porque sentía el rostro arder no solo por los besos sino también por las palabras que casi acababa de pronunciar y que no sabía como serían tomadas por Reika. La sonrisa en los labios ajenos le tranquilizo un poco, le hacía saber que no estaba siendo rechazada pero tampoco había alguna palabra que le indicara que lo que ella sentía era lo mismo que la inmortal sentía y eso le provoco cierta decepción.

Se mordió el labio y desvío la mirada confundida en lo que estaba pasando. Quizás lo mejor era que se fuera de ese lugar y despejara su mente, así como inmortal la suya.
Se sentía tonta por haber dicho aquello, se había confesado y en esta ocasión parecía que las cosas no serían como se las había esperado. Comenzaba a alejar su cuerpo del ajeno cuando un tenue “Perdóname” salió de los labios que acababa de probar y si bien su mente se dirigió primero a pensar en el rechazo que eso podía significar no reacciono del todo bien hasta que sintió su cuerpo pegado a un árbol.

Su corazón se desboco nuevamente cuando los labios que tanto deseaba le besaron nuevamente y aunque aún no estaba segura de lo que estaba pasando del todo se dejo llevar no solo por aquello labios que devoraban los suyos, sino también por esas manos que se deslizaban por su cuerpo y que dejaban una sensación tanto de cosquilleo como de un intenso calor en cuanto se alejaban.
– Reika… – susurró una vez que sus labios fueron libres y estaba por decir algo más cuando solamente fue un jadeo lo que logro escapar de ella.
De un momento a otro la ausencia de aquel cuerpo se hizo notar y Nerissa no pudo más que mirarle. La vampiro parecía sufrir y se sintió terriblemente culpable por eso. Llevó su mano hasta su pecho, aún siendo humana podía sentir la manera en que su corazón latía y como ese corazón llamaba a Reika.

– No… no hay porque debas pedir perdón – suspiro – Todo es mi culpa – Podían decirle otros lo que quisieran pero sabía que era su culpa, si su corazón no latiera más no existirían problemas de aquella índole entre ellas, pero a la vez sabía que su corazón latía de esa manera solo por la vampiro y estaba dispuesta a ofrecer su sangre a esa mujer las veces que se la pidiera. Comenzó a respirar lento y pausado, buscando callar a su corazón para que ambas pudiesen estar en paz. – Mirame… – susurró una vez que noto que le daban la espalda – No debes pedir perdón, fue mi corazón el que se salió de control y aún así… yo te daría toda la sangre que tengo en el cuerpo. Lo sabes ¿verdad? Si yo lo haría gustosa, tu no tienes porque decir que lo sientes yo lo único que quiero es que no te separes de mi – río – Soy una tonta, lo sé… pero no puedo evitarlo, soy débil ante ti – termino por bajar la mano de su pecho y solamente mirar en dirección a Reika.

por **Reika Roux** Miér Nov 27, 2013 6:57 pm

Me sentía mal, incómoda. Tenía esa desagradable sensación de que sobraba, o de que estaba arruinando algo y no debía estar allí. Y no sólo en ese sentido: el deseo mutuo y el percibirla tan cerca había alzado a mis instintos al punto de desear su sangre, afortunadamente en un grado insuficiente como para ir en contra de la voluntad de ambas. Me presionaba el pecho como si el hacerlo me diera la solución al asunto, sin caer en cuenta en el momento de que aquel órgano estaba allí ahora más que nada como decoración corporal; pero por alguna razón, dolía.

¿Cómo era posible que dijera que no era su culpa? Ella no era la que debía luchar permanentemente contra sus bajos instintos vampíricos, suprimiendo temporalmente las ganas de sacarle toda la sangre a tu ser más amado y desquitarse con ladrones o mendigos cada madrugada. Podía sentir su corazón aún acelerado estando lejos, y mis puños apretados eran la prueba de que estaba resistiendo bien. No me volteé completamente, pero sí lo suficiente para poder verle de reojo, aún con mis ojos enrojecidos por el hambre, y entrecerrar los ojos progresivamente con lo que escuchaba.

Negué en cuanto calló, y en un nuevo impulso fui hasta ella, cogiéndole de los hombros, cuidando de no herirle la piel con mis uñas.- No, Nerissa. La culpa es mía. Es obvio que un corazón se va a acelerar con lo que estábamos haciendo. – Dije lo más neutral posible, redoblando y triplicando esfuerzos para no fijarme en sus latidos o en su cuello – Mira… -le tomé las manos, queriendo sentir su calidez contrastando mi frialdad – No eres tonta, solamente sentiste, y eso no tiene nada de malo. De hecho, me alegra saber que me amas, porque yo también te amo. – Sonreí, aunque me puse seria segundos después – No me voy a separar de ti, eso ni loca…pero no vuelvas a decir que me darías toda tu sangre. No soportaría dejar de sentir el calor que emana tu cuerpo. Me recuerdas a cuando era humana, Nerissa. – Confesé con un nudo en la garganta. – Y no quiero que dejes de serlo.

por **Karen Nygard** Dom Dic 01, 2013 5:39 pm

– No intentes hacerme sentir mejor, sé que mi corazón iba a acelerarse pero no debía hacerlo de esa manera, debo aprender a contener y tranquilizar mi propio cuerpo para que puedas estar cerca de mi – Si no deseaba que le diera parte de su sangre para calmarla entonces era lo menos que podía hacer, callar su corazón de alguna manera para que la inmortal permaneciera siempre a su lado. Escuchar que le amaba no era algo que precisamente pudiera disminuir la intensidad de los latidos de su corazón, de hecho sus mejillas se sonrojaron y una enorme sonrisa se dibujo en sus labios además ya estaba de nueva cuenta Reika cerca de ella.

– Algunas veces me pregunto ¿Cómo eras humana?, ¿Qué cosas hacías?… pero sobre todo me pregunto si nos hubiésemos conocido si es que eras humana – dudaba seriamente que pudiesen conocerse si Reika no hubiese sido inmortal y por eso aunque sonara bastante egoísta y cruel es que Nerissa agradecía que la inmortal hubiese llamado la atención de quien fuese su creador o creadora – se que no tiene mucho sentido que me pregunte esa clase de cosas pero es imposible que no me haga preguntas sobre ti de humana… aunque de lo único que estoy segura sobre eso es que siempre has sido igual de hermosa – sus ojos estaban fijos en aquellos frente a ella, no podía alejarlos nada de los ajenos.

Estaba esperando perderse en aquel par de ojos y efectivamente lentamente se fue abandonando a lo que le trasmitían los ajenos hasta que poco a poco volvió a juntar sus labios con los de la vampiro y le rodeo el cuello con sus brazos en una manera típicamente humana de evitar que se alejara en esa ocasión de ella.
Se alejo en un jadeo y beso suavemente el cuello de Reika, ese que se sentía frío cuando sus labios le recorrían.
– No puedo evitar desear estar así… – susurró cerca del oído ajeno y soltandole el cuello por fin tomo las manos ajenas y las hizo recorrer su cuerpo por sobre aquel vestido de telas caras que no tenía importancia en aquel instante – Lo siento – era una desconsiderada, acaban de pasar una situación al parecer complicada y ahora su cuerpo estaba pidiendo nuevamente la cercanía de aquella persona y su tacto.

por **Reika Roux** Jue Ene 09, 2014 7:59 pm

Tal y como yo, Nerissa era terca. Y viéndola a ella podía entender cuando el resto se quejaba años atrás por mi manía de ser tan insistente, porfiada y luchadora cuando las cosas me perjudicaban a mí o a Laisha, aunque eso contrastaba con el nivel de sumisión que llegaba a manifestar cuando la situación –y el cliente- lo ameritasen. Ahora no tenía esas preocupaciones al ser la dueña de mi propio destino, y a causa de él me crucé con la mujer que ahora tenía en frente, provocándome inconscientemente de tal forma que era un milagro –de los que no creía- que aún no estuviéramos haciendo lo que la abrumadora mayoría consideraba un pecado digno de asesinato en plaza pública. Pero aquello nos daba igual tanto a ella como a mí, aunque me robase el sueño por algunas horas la idea de que algo le pudiera pasar por mi causa. Terminaba sonriendo tal y como ahora al escucharle y pensando decidida en que la iba a proteger.

Mis manos estaban fijas en sus hombros aunque ligeras como plumas, y nuestros ojos hacían un contacto tan fuerte que se podía construir un puente y éste no se caería por nada. No la estaba hipnotizando ni mucho menos, pero pronto pareció caer “en trance” nuevamente.- No creo que nos hubiéramos conocido más allá de vernos en algún encuentro aleatorio en las calles. – Confesé tranquila, acariciando una de las mejillas de mi chica – Yo frecuentaba las calles para ir de mi casa al burdel y viceversa, y la única vez en que iba a casas de millonarios era para reemplazar a la esposa – Bromeé con esa sonrisa moldeada típicamente junto con un recuerdo divertido, y en verdad era algo divertido aunque para otros fuera una aberración. Era extraño pensar en mis tiempos de cortesana y concluir que mi libido no había cambiado en nada. Nerissa fue testigo de ello.

Junté mis labios con ella una vez más, y en medio de ese lento y delicioso contacto me rodeó del cuello, con una intención más que clara. Yo le rodeé de la cintura y terminé jadeando por esos besos que me causaban pequeñas descargas eléctricas. Si hubiera sido hombre, seguramente mi miembro ya hubiera empezado a despertar. Negué con la cabeza para que no se sintiera culpable de los deseos que yo también tenía y aproveché el recorrido que había comenzado ella para continuarlo contra el árbol una vez más, comiéndole esta vez la boca, el lóbulo y el cuello a besos alternada y aleatoriamente a la vez que metía las manos decididamente bajo su vestido, tocando su piel con autoridad. Pude sentir el calor y los latidos de ella aumentar, y deteniéndome dolorosamente de darle besos le pregunté – ¿Quieres…hacerlo aquí?...pero tendrías que…gemir en mi boca para que no te escuchen…- con una sonrisa pervertida en el rostro, anteponiendo una pierna entre las de ella para incrementar los estímulos y presionando su trasero con mis manos. Mi “respiración” empezó a agitarse también, igual que mis reacciones vampíricas. Mis ganas de ella se incrementaban cada vez más a medida que pasaban los segundos.

por **Karen Nygard** Jue Ene 09, 2014 9:37 pm

Ella también creía que solo se hubieran visto desde lejos, siendo dos perfectas desconocidas que nunca en la vida hubiesen tenido la oportunidad de intercambiar palabras. Nerissa sabía perfectamente que la gente pensaba que ella era solo una chica interesada y ciertamente lo era, pero estaba tratando de cambiar; ser diferente a lo que había sido toda una vida era realmente complicado pero las cosas eran mucho más sencillas cuando tenía a su lado a aquella mujer.

Una mueca de disgusto apareció en su rostro. Sabía el pasado de Reika y lo aceptaba. Le costo bastante esfuerzo lograr verla como alguien que verdad le interesaba y no en que cada vez que la viera se la imaginara en un lugar de aquellos de los cuales solo sabía historias y nada de la realidad, para empeorar las cosas saber parte del pasado de la inmortal le ponía celosa. ¿Con cuantas personas había estado antes? ¿Se había enamorado de alguien?… todas esas cuestiones le taladraban la mente y no podía dejarles de lado; por ese motivo cuando aquellas palabras que no eran más que una especie de broma, le causaron molestia y dejo de besarle el cuello para mirarle.
– No me gusta cuando hablas de ese lugar y de las cosas que hacías o a donde ibas… quiero saber de ti siempre pero existen cosas que creo que es mejor que algunas veces no me lo recuerdes – ahora, en el estado actual de Reika, ella quería ser la única a la que tocara y que pudiera tocarle.

Un jadeo escapo de sus labios, sus latidos de nueva cuenta aumentaban de intensidad. Había pedido disculpas por su manera de actuar pero en respuesta había recibido solo un acercamiento mayor al anterior y los roces de las manos frías por su cuerpo, esos que solo lograron provocar en ella un estremecimiento. Generalmente no se sentía de esa manera, pero le era imposible resistir cuando se trataba de ella.
Una sonrisa divertida escapo de sus labios y permaneció en silencio unos instantes solo para mirar a Reika y pensar en lo bueno y lo malo de terminar haciendolo en aquel lugar. La verdad era que el lugar le daba igual y resultaba demasiado tentador tener que ver cuando es que podía realmente contenerse para que no terminaran descubiertas.
– Si quiero. No me interesa lo que tenga que hacer pero no creo conveniente que nos detengamos ahora… además no quiero detenerme ahora – Se conocía demasiado bien y conocía aquella sonrisa que su acompañante le dedicaba.

Sus brazos dejaron de rodear aquel cuello y con una sonrisa se acercó a morder el labio inferior de quien segundos antes le besaba de manera intensa. Sus manos entonces comenzaron a deslizarse por la figura de Reika, quería sentir su piel contra la suya con todo y que no fuera nada conveniente considerando el lugar, pero ¿A quién le interesaba eso? obviamente a ellas, ya no.

por **Reika Roux** Jue Ene 23, 2014 10:50 pm

Mi sonrisa se hizo tan ancha tras su respuesta –esperable, por cierto- que pensé que el rostro se me iba a partir en dos. Nos habíamos limitado a hacerlo en mi mansión un par de veces, y otro par en la suya, aunque con cautela nocturna y felina para que los mayordomos no me descubrieran con la cabeza hundida entre las piernas de Nerissa, o a ella con su cuerpo encima del mío simulando una cabalgata heterosexual. En mi mansión no había problema ya que mis sirvientes sabían de mis andanzas ya fuera a las buenas o a las malas, pero lo complicado era burlar a la familia de mi chica inventando excusas y utilizando estrategias de hipnosis para tener todo bajo control. De todas formas, todas esas dificultades hacían que cada ocasión fuera más especial aún.

En este caso, no teníamos dificultades precisamente ya que estábamos en una zona abandonada del parque, que solía ser utilizada por gente como nosotras que no podía controlar sus impulsos sexuales hasta llegar a un espacio rodeado por cuatro paredes; cuya oscuridad y lejanía respecto a las atracciones que sí funcionaban le hacían un lugar estratégico perfecto. Y yo al tener mis sentidos aumentados y mi habilidad de persuasión era el obstáculo ideal para curiosos que quisieran interrumpirnos de buena o mala forma. El escenario estaba, faltaba que las actrices empezaran el show, y me tocaba a mí comenzar…no sin antes hacer de las mías.

Aún con las manos bajo el vestido ajeno bajé esas molestas enaguas propias de la ropa de alta costura y alcurnia, siendo la siguiente la prenda que ocultaba lo que mis dedos y mi boca querían alcanzar, todo esto impulsado por la motivación de sus manos que me estremecían ni bien sus yemas tocaban mi piel – No pienses en mi pasado…sólo en nuestro presente y en lo que te voy a hacer ahora…- Uno de mis dedos alcanzó su entrada, rozándola por fuera insistentemente – Lo que importa es que ahora estoy contigo…- se acercó a su oído – y que quiero hacerte mía esta noche…- murmuré lamiendo su lóbulo terminando por introducir ese dedo sin dudarlo, moviéndolo con rapidez para brindarle todo el placer posible. No hubo necesidad de preparación gracias a lo efectivo de la “previa”, pero sí tuve la necesidad de acudir a sus labios una vez más, devorándolos como quien necesita aire para respirar. No era mi caso…pero ustedes entienden.

por **Karen Nygard** Vie Ene 31, 2014 10:27 pm

No era la primera vez que se le antojaba hacer esas cosas fuera de su casa o de la mansión de Reika. Aunque ambos lugares le agradaban, algunas veces se imaginaba a si misma en los lugares menos apropiados con aquella inmortal. Las primeras ocasiones que aquellas ideas transitaban sus pensamientos no podía evitar que un sonrojo se apoderara de sus mejillas, pero con el pasar de las ocasiones y con el mayor deseo que sentía por aquella mujer frente a si, las ideas fluían más y más, además de que la pena de imaginarse en situaciones comprometedoras ya no le apenaba.

A Nerissa le divertida bastante todo aquello, en especial cuando estaban en su casa. Por algún motivo tener que cuidarse de los empleados y hasta de su padre era algo que la llevaba a excitar mucho más de lo común, lo cual se traducía en un mayor deseo por Reika. Estando ahora en aquel lugar se sentía mucho más deseosa y necesitada de la cercanía de la inmortal, efecto quizás por todas las ocasiones en
las que planeo hacerlo de esa manera.

La voz de Reika era como un afrodisiaco para ella, le encantaba la manera en la que solía decirle que le pertenecía y eso era algo que no podía negar. Una sonrisa juguetona apareció en sus labios cuando las prendas que usaba debajo cayeron por sus pies y sin pensarlo mucho solo saco los pies para hacerlas a un lado, no quería que nada de aquello le estorbara al estar con la inmortal.
– Es fácil olvidar cuando comienzas a tocarme – admitió aquello, ladeando el cuello de manera ligera ante las caricias que recibía su sexo. Sus manos se posaron entonces sobre las ropas ajenas en el lugar donde se encontraban los senos.
Termino por pegar el cuerpo al tronco del árbol en el que se encontraban, un jadeo salió de sus labios al tiempo que aquel dedo se movía dentro de ella. Los labios ajenos llegaron entonces para acallar aquellas respiraciones aceleradas, realmente estaba demasiado excitada al estar en aquel sitio con la única que estaba dispuesta a hacer esa clase de cosas.

Una de sus piernas se levanto para atraer más cerca de ella a la vampiro y le sujeto del trasero justo antes de dar una mordida a aquellos labios.
– Soy tuya siempre – susurro contra aquellos fríos labios y sus manos comenzaron a subir la falda de Reika, sintiendo aún como movía con intensidad su dedo dentro de ella. Una vez que sus manos sintieron la piel fría por debajo de aquellas telas y sin desear retirar nada de ropa aún, una de sus manos fue directamente a entrar, tocando como Reika le había hecho antes con ella.

por **Reika Roux** Jue Feb 06, 2014 7:19 pm

Aunque había aceptado y adoptado el sexo como mi estilo de vida hace ya muchos años atrás, siempre estaba el pensamiento y el cuestionamiento al respecto. Aunque yo ya lo había asumido –y no lo iba a cambiar por lo que me dijeran algunos- y apoyaba a los que tomaban el mismo camino por una u otra razón, era inevitable que se paseara por mi cabeza el si era correcto o no, considerando a la estricta sociedad que nos regía. Era como una pulga en la oreja o una mosca que no te deja dormir, pero en mi caso yo seguía haciendo lo que me diera la gana. Y teniendo poderes de persuasión y hemokinesis, tenía una gran ventaja para lograrlo.

Mientras le comía la boca para no permitir que ningún sonido de placer se escapara de mi control, sentí paradójicamente que éste empezaba a disminuir. Nerissa no se iba a dejar dominar tan fácilmente como algunas veces sucedía y eso lo demostró en aquellas manos que me recorrieron cual serpiente subiéndome la falda y aprovechando de acariciar mi piel, llegando hasta la zona que yo estaba trabajando en ella. – Ah…- dejé escapar un gemido y abrí un poco las piernas para recibirla mejor a la par que introducía un segundo dedo en castigo. – Eres mala…- bromeé y me fui a su oreja, jugando un rato con su lóbulo para enloquecerla. – Te voy a castigar…- murmuré pícara y bajé lamiendo por su mejilla hasta su cuello, tomando una bocanada profunda debido a la fortísima atracción que me causaba aquella zona.- ¿Puedo?...-pregunté en un susurro que se notó hambriento no sólo por mi tono de voz más siseante, sino que también por el par de filosos marfiles que rozaban su piel con insistencia, como lobos ansiosos por la cacería.

por **Karen Nygard** Dom Mar 09, 2014 1:11 am

Todo en Reika le creaba una fascinación increíble, le era imposible no estremecerse cada vez que la inmortal le tocaba y no era siempre precisamente por lo fría que solía estar, sino por el hecho de que cualquier roce por parte de ella le provocaba una reacción instantánea. Había caído en las redes de aquella mujer y estaba más feliz que nunca de haber caído ante alguien.
Siempre escuché que el amor cambiaba la manera en la que se veían las cosas o en que el mundo giraba y solo en instantes como aquel, en los que los besos de Reika le hacían sacudir todo a su alrededor, era cuando se daba cuenta de que todo lo que se decía sobre el amor, era real.

Su experiencia no era nada comparada con la de la inmortal, después de todo había aprendido de ella todo. En las primeras ocasiones se había dejado guiar por ella como las hojas que caen de los árboles permiten que el viento les meza, pero con las ocasiones pasando las cosas habían cambiado y paso a tornarse algo más activa en la relación. Le era complicado no desear a Reika en todos los lugares en los que estuvieran como en aquel parque en el cual se entregaba nuevamente.
– Anda, hazlo – susurro suave ante aquella petición, sin saber que ese encuentro sería el ultimo que se llevara a cabo entre ella y aquella inmortal que sintió le demostró tanto que jamás podría olvidarla.

Solo hasta que la noche termino de transcurrir y Nerissa se encontró nuevamente en la gran habitación de su mansión fue que el vació se hizo presente en su pecho, como si desde ese momento su ser supiera que no habría mas de aquello. Aún así lo único que hizo fue ignorar aquella corazonada y esperar por nuevamente ver a aquella vampiro que amaba.

TERMINADO

por Contenido patrocinado

Breathe Me (+18) [Privado]

Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]

Re: Breathe Me (+18) [Privado]