El caballo y La torre [Privado]

por **Soun** Mar Oct 08, 2013 8:56 pm

“Cada experiencia lleva en sí misma su lección.”
Frank Herbert

Que satisfacción sentía al momento de tener en sus manos el cuerpo muerto de una impura, la culpa no estaba dentro de el, no podía sentirla. Había creado un sistema, en donde el primer paso era investigar a la mujer, podría ser alguien que llegue a ser vista a altas horas de la noche, nunca una buena mujer debía estar tan tarde en la noche, las sospechas aumentaban y en Soun nacía una necesidad de encontrarla culpable, vigilar su vida y encontrar algo que le indicara que siempre había tenido razón, o importara que fuera, debía haber algo incorrecto en aquel ser. Encontrarlo era mejor que cualquier droga, la adrenalina de sentir que podría estrangularla mientras verificaba su virginidad, sin sentirse culpable de que pudiera estar eliminando a una buena esposa.

Pero para él, todas eran iguales, pecadoras de nacimiento, sin poder ratificarse fácilmente, el era algo natural de la vida, una selección que eliminaba a las malas opciones, dejando solamente a las buenas esposas. Que tristeza le daba que muy pocas habían entendido el mensaje que estaba tratando de dar, de la lección que les había dado, posiblemente luego de su reencarnación, encontrarían útil la enseñanza de aquel semi-dios en la tierra.

Bella mujer que dormía plácidamente en la tierra, por ser tan buena le había dado una buena tumba, en un lugar apropiado. Aquella catatumba de cadáveres olvidados, había echado el cuerpo sangriento, con el vientre abierto de par en par, los ojos cosidos y los labios quitados, y depositados cada uno dentro de su interior destruido. Quedo abrazada, con un viejo saco de huesos, la introdujo para cerrar aquella pesada tumba de mármol. Tenía su máscara, que ayudaba a mantener la hediondez del lugar fuera de el, su cabello ocultaba aun mas su rostro, dejando ver apenas los rasgos asiáticos del hombre.

Salió como Pedro por su casa de aquel lugar, su ropa desecha y manchada, lo rebelaba, pero pronto dejaría de existir, saco sus guantes de cada una de sus manos, mientras, su cuerpo disfrutaba la ausencia de un cuerpo muerto, que tuvo que arrastrar desde su lugar de tortura. Camino por las lapidas, mirando detenidamente cada nombre que se encontraban en ellas, algunas ilegibles y otras fácilmente se podrían inducir. A lo lejos encontró una sombra extraña, frunció el seño, certificando que su máscara estuviera en el lugar correcto, su altura y concepción le indicaba que era alguien fuerte, pero él no era cualquier hombre, sus habilidades de pelea eran buenas, si aquel hombre deseaba pelear, aunque Soun no lo haría, si no tenía un buen motivo…

¿Que terminaría sucediendo en aquella noche aparentemente tranquila?

por **Rorschach** Miér Oct 09, 2013 9:57 pm

Diario de Rorschach
10 de diciembre de 1800

Odio este lugar, detesto la muerte que hay debajo de cada lápida... la injusticia y la demencia del hombre vertida en sacos de huesos, desechos humanos que el mismo hombre ha convertido en algo sagrado... así es la humanidad ilógica y retorcida y... también lo repudió.
¿Pero quiénes son los culpables de la monstruosidad humana?... ¿Serán los malditos dementes o la sociedad que se hunde cada vez más en la podredumbre del materialismo y la jerarquía social?, la respuesta es simple... para mí son ambos, ratas que me dedico a pisar como la basura que son, esta noche persigo una bastante sucia, empapada de sangre, una sanguijuela que merece una muerte mucho peor que la proporcionada por su propia mano y yo se la daré placenteramente.
Más de una vez he dicho que yo soy el hombre solitario que acecha al ejecutor y noches atrás he seguido la pista de este bastardo, mientras los demás caminaban por las calles despreocupadamente, yo evitaba el contacto visual con todos, siendo una escuálida sombra en cada cera y en cada esquina, contemplando en silencio a la dama que sin saber tendría la cabeza baja y la posición perfecta para la navaja de su futuro ejecutor, la que para mí sería la guía que me llevaría hasta él aunque para ella ya no hubiera salvación, solo diré que "el fin justifica los medios".
Detrás de los ornamentos de unos viejos y olvidados mausoleos espero, como el lobo o el león que espera entre los pastizales el paso desapercibido de su presa, contemplo la atrocidad que le dicta su distorsionada mente, debajo de la máscara estos ojos pueden apreciar el deleite del sujeto, no necesita decirme nada... su silencio y su cuerpo lo dicen todo, concluyo que es otra basura que hay que quitar del camino, a nadie le importa.
Una máscara no evita que el contrario sienta mi mirada, el reflejo de la brillante luna que se alzaba sobre el lugar me traiciona, esta le avisa que hay alguien además de él, para su mala suerte no soy una mujer y él lo nota, el joven prepara su retaguardia, el miserable cree que busco pelea -Si tan solo supieras que lo que busco es tu muerte- pienso seriamente.
Me muevo solo un poco, confió en las manchas móviles de la tela que protege mi rostro, confió en la máscara de Rorschach -¿Te diviertes?- pregunto rompiendo mi estrategia silenciosa -Me pregunto ¿si los dementes como tu pueden distinguir esa sensación cada vez que hacen sus porquerías?- una de mis manos forrada con un guante de cuero se dirige despacio a mi cadera, toma el mango del arma que allí reposa, el metal despierta, sabe que será utilizada para defender a su amo, el enmascarado que tampoco se fía y toma sus precauciones, el que ahora entabla una conversación con él, solo para confirmar el veredicto del juez y que el verdugo aparezca para cumplir con el castigo, al no obtener respuesta del que también se oculta detrás de telas extra, el arma sale de su escondite, firme y sin titubeos la mano que la sostiene se acerca al gatillo -Créeme eres la basura más aburrida con la que he tratado y me temo que mi tiempo es demasiado valioso para desperdiciarlo contigo- debajo de la tela una sonrisa retorcida se asoma -Quizás debas pensar que soy un tonto, un idiota que te puso alerta de lo que realmente quiero, pero soy directo... no ando al acecho como otros, simplemente tomo la vida de quién no la merece de forma rápida, así es que- dejo lo ultimo salir en medio de una risa burlona -Esa guardia que mantienes no te servirá contra Rorschach- el silencio se hace tenso, solo el sonido de la bala puede romperlo, sin embargo ¿Porque sospecho que esta vez no será tan fácil?.

por **Soun** Mar Oct 15, 2013 9:56 am

Allí estaban dos seres que cubrían su identidad con mascaras, Soun no parecía preocupado, aunque si algo irritado de que hubieran buitres esperándolo, para molestarlo. Su cuerpo tensado, esperaba un mal movimiento de el contrario, le parecía interesante aquella mascara de poseía, blanca, que tenía manchas negras y no permitían ver muy bien entre ella, solamente vía los movimientos abstractos que ella provocaba. Sus ojos se movían, junto con la mano del enmascarado, aunque estaba inmóvil, apreciaba cada movimiento extraño del hombre. No era persona de mucho hablar, menos en momentos de tensión, ya veía el metal brillar peligrosamente, amenazando su vida e integridad.

—Si es tan valioso… ¿entonces por lo desperdicias? — dijo el chasqueando su lengua burlándose de lo que el mismo hombre decía, pues aun se escondiera entre tanta tela negra y mascara, era un hombre, común y corriente, que se defendía como cobarde, con las armas de fuego. Lo escuchaba y simplemente alzo los hombros, como si le restara importancia a lo que este tanto refunfuñaba.

—Necesito saber a que me enfrento para poder saber cómo reacciono— explico tranquilamente. La guardia era una un buen comienzo, para mantenerse alerta de cualquier golpe anticipado. La forma de juego de cada uno era diferente, pero eso no quería decir que no fueran eficaces. Rorschach, como había dicho llamarse, el susodicho, era un atacante directo, que no buscaba rodeos, pero aun así, mantenía también cierta distancia. ¿Por qué no atacaba y ya? Sabía que no seria así de fácil, que el hombre al frente de el, tendría como contraatacar y así era, cuando Soun busco detrás de su caderas, un pedazo de madera, que se veía dividida en tres partes, parecía un bastón partido en tres, unido por unas cadenas.

—No me gusta las armas de fuego, sería tan fáciles ejecutarlas— dijo dejando salir un suspiro de lamentación. Las armas blancas contra la de fuego, era algo que ya había visto y por su experiencia las de fuego tiene la ventaja, si se deja, utilizar de su enemigo, así que no lo pensó dos veces cuando mando el bastón de tres piezas, hacia su contrincante, específicamente a donde tenía en posesión la arma de fuego, para que esta saliera del juego y pudieran hacer las cosas un poco más justas. Estiro el arma, como si fuera otra extensión de su brazo, de su cuerpo y de todo su ser, poniendo la suficiente energía para que este llegara a su destino y cumpliera su objetivo.

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