Buscando, pero necesito ayuda [Privado ~ Monsieur Van Dort]

por **Bella / Mía Borja** Miér Oct 09, 2013 11:39 pm

Se encontraba cansada, bastante pero no sabía cuanto había dormido, simplemente lo notó cuando la luz del sol ya no le calentaba las sábanas, abrió los ojos y parpadeó un par de veces mientras se sentaba en la cama y acomodaba su cabello sobre su hombro diestro de forma suave, un bostezo salió de sus labios hasta que se acostumbró a estar despierta -¿Bella?- preguntó, aunque casi de inmediato vino a su cabeza la imagen de la gemela saliendo del cuarto, creía recordar que le había dicho que saldría, pero no lo recordaba del todo.

Se levantó y fue hacia la ducha, se sentía todavía cansada, dormida, un poco fuera de lugar, pero ese era su estado de ánimo habitual, pues siempre había pensado que nunca había encajaría en ningún sitio, tal vez tendría razón, pero no podía depender de Bella, además necesitaba estar sola, así podría investigar más acerca de "su secreto". El agua caliente hizo que sus pensamientos se acomodaran un poco mejor y que terminara de despertar por completo, se vistió rápidamente con un vestido largo pero sin demasiado volumen, le cubría las piernas y los brazos hasta las muñecas, además de no tenía escote, con un color nude que la hacía ver mucho más pálida de lo que era, dejó libre su cabello cayendo en suaves ondas por sus hombros, el maquillaje era demasiado claro, no se había puesto muy formal para ir a buscar a su hermana y algo de comida.

Salió del cuarto dejando atrás toda la pereza que pudo haber tenido hace unos minutos, se acercó a la recepción para preguntar si de casualidad su hermana había dicho a donde se dirigía, pero no, nadie tenía idea, sólo sabían que había salido muy temprano, pero no a donde, eso le preocupaba a Mía, ninguna de las dos conocía suficientemente París como para ir sin perderse, suspiró y salió del hotel mientras miraba de un lado a otro dela acera sopesando a donde se dirigiría -El centro... Siempre se visita el centro en cualquier ciudad ¿No?- la realidad es que ella no esperaba la respuesta de absolutamente nadie, pero... Estaba acostumbrada a que su hermana estaba ahí para contestar... Estaba muy acostumbrada a que existiera alguien como ella físicamente y con tanta conexión como con ella, pero sabía que habían diferencias enormes que no eran superadas con facilidad.

Sus pasos eran calmos mientras observaba de un lado a otro, un poco por buscar, otro poco por el miedo que le daba estar sola, en la noche y sobre todo en una ciudad que no conocía, suspiró y recargó la mano en una de las farolas mientras buscaba algún indicio, sólo que... Ella no pensaba como Bella, esa era una de sus principales diferencias y sobre todo la más molesta.

por **Mikelangelo Van Dort** Dom Nov 10, 2013 3:49 pm

La noche estaba calma y yo me había recién terminado de alimentar... como es costumbre, busqué un cuerpo virgen para manchar, en esta ocasión era la de una delicada dama de clase media, intentando parecer de clase alta. Me reí para mis adentros, por cuánto me mentía para hacer que me agrade más.. y lo cierto es .. que yo había conseguido entrar en sus pensamientos y que lo unico que me agradaba de ella, era el fuerte aroma de su sangre.

Caminaba a paso ligero, ya satisfecho de mi bocadillo y aunque en mi interior la adrenalina recorriese todo mi ser... la noche aparte, estaba pacífica... había poca gente a tan altas horas de la noche... yo había deseado darme un último paseo antes del amanecer, para luego, volver a mis aposentos deseando no salir nunca más de alli...

El dolor de una pérdida como la mía estaba completamente claro, lo había demostrado bastante ya en todos los ámbitos incluso en mi propia música... ¿En dónde más tendría que desahogarme para poder desechar de una vez por todas este dolor que punzaba en mi alma, y que tanto me gustaba?... De momento no lo sabía.

Entonces a la distancia, percibí aquel amargo sentimiento de miedo frente a mis narices.
Una mademoiselle algo solitaria, parecía buscar algo que no quisiera se encontrado.. entonces me recordé a mi mismo...
La obsevé desde mi posición, había llegado a sentarme en una banca de la acera y mi mirada no se despegaba de aquella dama de rubios cabellos, de movimientos tímidos y de desplante frustrado ante no hallar lo que buscaba...

Me levanté y me dirigí hasta ella con sigilo, ya que, no quería asustarla, parecía una mujer nerviosa...
No me detuve contemplar sus detalles, ya que.. era una mujer que parecía ocultarse de la mirada de los demás, alguien que gustaba pasar desapercibido tal vez...por lo que actué con cautela

-Mademoiselle... la veo algo preocupada...si no es mucha imprudencia de mi parte, ¿Necesita ayuda?- le pregunté con aquella dulce y pacífica voz que usaba como herramienta para darle más confianza a mis víctimas, en especial, cuando se trata de mujeres.

La observé un tanto más para intentar decifrar su mirada, pero de repente comenzó a costarme mucho más... ahora no sabía que reacción esperar de su parte, ni si saldría corriendo, o llamaría a algún guardia... pero dudo que hubiese uno a tan altas horas de la noche... ni menos vivo.
Intenté esperar su respuesta, mirando hacia mi alrededor con naturalidad, para evitar hacerla sentir observada. Aunque como había dicho anteriormente, era lo que realmente había estado haciendo en todo ese rato.

Le di una reverencia a la dama.
-Permítame presentarme... Mikelangelo Van Dort, mademoiselle... alma insomne de la noche, sombra de un hombre con atrevimiento, y dispuesto ayudarle si es necesario... pues presiento que se le ha perdido algo...-

Dije intentando no ser tan obvio ante mis sentidos, y solo esperé sosteniendo su mirada frente a mi.

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