AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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[Libre]Entre las tumbas [Libre]
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[Libre]Entre las tumbas [Libre]
Había pasado todo el día llevando cajas de un lado hacía otro, soportando las miradas subidas de tono del dueño del negocio al que debia llevar cada una de las mercancias que traía el carro de caballos. Pero era lo que me tocaba, al menos si queria ganar algo de dinero que me ayudase a aguantar otro día más. Por que en ello se basaba mi vida en sobrevivir y así algún día lograr encontrar a mis padres...
Sacudí la cabeza sacando esos pensamientos de esta. Ahora que por fin había acabado el trabajo, y habia recivido las pocas monedas de plata que con ello me ganaba, había ido a un pequeño descampado que habia en uno de los laterales de parís, no muy lejos del que sería mi destino. Salté las vallas que cercaban el lugar. Sabia que si me encontraban estaría muerta...bueno no sabia si literalmente pero no quería arriesgarme...Por ello debía darme prisa...Y era una suerte contar con la ropa que llevaba en estos momentos...es decir ropa de chico..pantalones comodos y aptos para correr.
Caminé por aquel lugar lleno de flores. Flores hermosas que serían vendidas luego a altos precios. Pero yo no podía permitirme el lujo de comprarlas y esto era todo lo que podía hacer. Sabia que robar no estaba bien pero pero no tenía otra alternativa...Suspiré agachandome entre las rosas blancas eran tan bonitas y transmitian esperanza...la que yo necesitaba. Cogí dos de esas rosas, no necesitaba más y sonreí saliendo de aquel lugar. Escuchando el ladrido de perros a lo lejos. Pero sabia que no llegarían a atraparme. No iban a soltar a los perros, por que no se arriesgarian a estropear las flores...aquellas hermosas flores.
Caminé un rato hasta que llegué a mi destino. El cementerio. Ni siquiera sabia por que venia aquí. No podían estar aquí pero esto era una forma de acercarme algo a ellos aunque siguiesen vivos, era todo lo que podía hacer de momento...Suspiré observando la puerta pero no me detuve. Me colqué la gorra y crucé la puerta. Aquel sitio me producía escalofrios...No miedo...pero...pero tenía malas bibraciones. Como si algo malo fuese a aparecer, casi sentía como si algo fantasmal estuviese cantando...tonterías...al menos eso esperaba...
Suspiré y paré frente a dos cruces mal hechas con un pequeño grabado...pero solo eran esos cruces...debajo suya no había enterrado nada. Por que mis padres no estaban muertos. Ellos se los habían llevado, los habían secuestrado. Pero los encontraría costase lo que costase no los abandonaría...Levanté mi mano y por un segundo dejé de escuchar todas las cosas del lugar solo centrada en las cruces y me quité la gorra que retenia mi espesa melena, la cual cayó lisa sobre mi espalda. Suspiré y me agaché dejando las rosas una en cada cruz.
Tras unos minutos me puse en pie y suspiré de nuevo, y fue solo en ese momento cuando aquella especie de sonido que había atribuido a un producto de mi imaginacion comenzó a tomar forma, es decir, le presté atención y lso pelos de mis brazos se pusieron de punta. Parecía tan real....Me giré nerviosa buscando de donde venía ese sonido. Estaba segura que no podía ser otra cosa que parte de mi imaginación...
Pd: Va vestida con ropas de chico.
Sacudí la cabeza sacando esos pensamientos de esta. Ahora que por fin había acabado el trabajo, y habia recivido las pocas monedas de plata que con ello me ganaba, había ido a un pequeño descampado que habia en uno de los laterales de parís, no muy lejos del que sería mi destino. Salté las vallas que cercaban el lugar. Sabia que si me encontraban estaría muerta...bueno no sabia si literalmente pero no quería arriesgarme...Por ello debía darme prisa...Y era una suerte contar con la ropa que llevaba en estos momentos...es decir ropa de chico..pantalones comodos y aptos para correr.
Caminé por aquel lugar lleno de flores. Flores hermosas que serían vendidas luego a altos precios. Pero yo no podía permitirme el lujo de comprarlas y esto era todo lo que podía hacer. Sabia que robar no estaba bien pero pero no tenía otra alternativa...Suspiré agachandome entre las rosas blancas eran tan bonitas y transmitian esperanza...la que yo necesitaba. Cogí dos de esas rosas, no necesitaba más y sonreí saliendo de aquel lugar. Escuchando el ladrido de perros a lo lejos. Pero sabia que no llegarían a atraparme. No iban a soltar a los perros, por que no se arriesgarian a estropear las flores...aquellas hermosas flores.
Caminé un rato hasta que llegué a mi destino. El cementerio. Ni siquiera sabia por que venia aquí. No podían estar aquí pero esto era una forma de acercarme algo a ellos aunque siguiesen vivos, era todo lo que podía hacer de momento...Suspiré observando la puerta pero no me detuve. Me colqué la gorra y crucé la puerta. Aquel sitio me producía escalofrios...No miedo...pero...pero tenía malas bibraciones. Como si algo malo fuese a aparecer, casi sentía como si algo fantasmal estuviese cantando...tonterías...al menos eso esperaba...
Suspiré y paré frente a dos cruces mal hechas con un pequeño grabado...pero solo eran esos cruces...debajo suya no había enterrado nada. Por que mis padres no estaban muertos. Ellos se los habían llevado, los habían secuestrado. Pero los encontraría costase lo que costase no los abandonaría...Levanté mi mano y por un segundo dejé de escuchar todas las cosas del lugar solo centrada en las cruces y me quité la gorra que retenia mi espesa melena, la cual cayó lisa sobre mi espalda. Suspiré y me agaché dejando las rosas una en cada cruz.
Tras unos minutos me puse en pie y suspiré de nuevo, y fue solo en ese momento cuando aquella especie de sonido que había atribuido a un producto de mi imaginacion comenzó a tomar forma, es decir, le presté atención y lso pelos de mis brazos se pusieron de punta. Parecía tan real....Me giré nerviosa buscando de donde venía ese sonido. Estaba segura que no podía ser otra cosa que parte de mi imaginación...
Pd: Va vestida con ropas de chico.
Ivy Angels- Humano Clase Baja
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Hoy era un día negro para mí, a parte de que el cielo estaba encapotado por las espesas nubes que lo cubrían, hoy era el aniversario de la muerte de mi padre, un año más. Ya ni siquiera llevaba la cuenta de los años que llevaba enterrado en la húmeda tierra, cuando lo pensaba, me ponía más antipático de lo habitual, llegando a apretar tanto la mandíbula que me dolía al día siguiente.
Meneé la cabeza hacía un lado, un gesto que solía realizar cuando quería disipar los malos pensamientos. Salí de mi casa, no le iba a llevar flores, por lo que tampoco cogí mucho dinero, lo suficientemente para comprar una barra de pan a la vuelta, o para tomar algo en cualquier taberna... El whisky era una opción muy tentadora cuando acabase de visitar la tumba.
Caminé durante un buen rato hasta llegar al cementerio, esta brisa me helaba por dentro, aunque tampoco había mucho que helar, pues llevaba muchos años vacío, sintiendo un dolor sordo que jamás había desaparecido. Atravesé la puerta despacio, mis pasos eran meticulosos, como si se tratasen de un ritual que tenía que repetir si me equivocaba en algún paso. Tras andar unos metros, llegué a las tumbas en las que ponía el apellido "Lutz" y las miré durante varios minutos. Papá, no se si podrás oírme, seguramente no, por eso prefiero pensarlo a decirlo en voz alta. Encontraré a quién te llevo al otro lado, no he dejado de buscarlo ni un solo día... Confía en mí.Cerré los ojos tras mi plegaria y me dispuse a marcharme, tenía la lengua seca.
Estaba dirigiéndome a la salida cuando una figura captó mi atención. Un chico con el pelo largo estaba mirando unas cruces un tanto cutres. Sin duda se trataba de alguien con no demasiados recursos, o quizás era un ladrón de los barrios bajos. Me acerqué por detrás, llevaba en el bolsillo de mi pantalón una navaja, por si se ponía feo el asunto. -¡Eh! ¿Quién sois? Este no es lugar para profanar. - Dije con voz seria. No era creyente, pero los muertos merecían descansar y no ser molestados por un muchacho así.
Meneé la cabeza hacía un lado, un gesto que solía realizar cuando quería disipar los malos pensamientos. Salí de mi casa, no le iba a llevar flores, por lo que tampoco cogí mucho dinero, lo suficientemente para comprar una barra de pan a la vuelta, o para tomar algo en cualquier taberna... El whisky era una opción muy tentadora cuando acabase de visitar la tumba.
Caminé durante un buen rato hasta llegar al cementerio, esta brisa me helaba por dentro, aunque tampoco había mucho que helar, pues llevaba muchos años vacío, sintiendo un dolor sordo que jamás había desaparecido. Atravesé la puerta despacio, mis pasos eran meticulosos, como si se tratasen de un ritual que tenía que repetir si me equivocaba en algún paso. Tras andar unos metros, llegué a las tumbas en las que ponía el apellido "Lutz" y las miré durante varios minutos. Papá, no se si podrás oírme, seguramente no, por eso prefiero pensarlo a decirlo en voz alta. Encontraré a quién te llevo al otro lado, no he dejado de buscarlo ni un solo día... Confía en mí.Cerré los ojos tras mi plegaria y me dispuse a marcharme, tenía la lengua seca.
Estaba dirigiéndome a la salida cuando una figura captó mi atención. Un chico con el pelo largo estaba mirando unas cruces un tanto cutres. Sin duda se trataba de alguien con no demasiados recursos, o quizás era un ladrón de los barrios bajos. Me acerqué por detrás, llevaba en el bolsillo de mi pantalón una navaja, por si se ponía feo el asunto. -¡Eh! ¿Quién sois? Este no es lugar para profanar. - Dije con voz seria. No era creyente, pero los muertos merecían descansar y no ser molestados por un muchacho así.
Gael Lutz- Cazador Clase Media
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Me continué girando con miedo, por que si, en mi sentía miedo. Quizás demasiads historias de pequeña, tal vez demasiada imaginación..podrían ser tantas cosas.. Y la vez algo dentro de mi me intentaba convencer de que no ocurría nada, de que todo ocurría unicamente en mi cabeza. Y lo peor de todo es que todo esto sucedía mientras me giraba.
Lo que encontré sin embargo era bastante dispar de lo que mi mente quería que fuese, y sin embargo, no hacía si no asustarme más. Un hombre me hablaba con voz sería y cara de pocos amigos. Tragué saliva dando algunos pasos hacia atrás mientras me colocaba corriendo la gorra encima del pelo, no me preocupé de recoger este pues ya lo había visto, pero si de tratar que la visera tapase mis ojos y parte de mi rostro. No estaba bien visto que una mujer vistiese como un hombre, menos en clases superiores y a juzgar por los ropajes del hombre no era alguien que mendigase por barrios como el que yo habitaba. Tal vez me equivocase, pero no quería ganarme problemas, no allí, a solas con un hombre.
Bajé el rostro sin responder por un momento, mi mente barajaba bastantes palabras que afloraban en mi mente sin ningún orden coherente, y por ende no sabía que decir, no más que balbucear palabras apenas audibles creando un silencio incomodo. No sabía por que estaba nerviosa. No estaba haciendo nada malo allí, tenía el mismo derecho que cualquiera. Además el hecho de no haberle oido llegar me tenía aún nerviosa, con los nervios alterados. Y en mi cabeza no dejaban de flotar palabras sin saber que decir. ¿Quien era? No sabía quien era. Era ella, era él. Profanar.. Yo nunca haría eso. No está bien. Pero que decir. Noté que el hombre se impacientaba por la respuesta. TRagué saliva y alcé ligeramente la voz intentando sonar menos afeminada de lo que la tenía.
- Solo vine.. a ver unas tumbas monsieur. - Cogí aire, no quería decir nada borde a este, pero no era de su incumbencia quien era. - Solo soy un pobre superviviente del cruel lugar que es parís. - Hice un pequeño gesto de reverencia con la cabeza volviendo a guardar silencio. No sabía que reacción tendría aquel hombre, pero algo dentro de mi quería correr, mientras que otra parte quería golpearle.
Lo que encontré sin embargo era bastante dispar de lo que mi mente quería que fuese, y sin embargo, no hacía si no asustarme más. Un hombre me hablaba con voz sería y cara de pocos amigos. Tragué saliva dando algunos pasos hacia atrás mientras me colocaba corriendo la gorra encima del pelo, no me preocupé de recoger este pues ya lo había visto, pero si de tratar que la visera tapase mis ojos y parte de mi rostro. No estaba bien visto que una mujer vistiese como un hombre, menos en clases superiores y a juzgar por los ropajes del hombre no era alguien que mendigase por barrios como el que yo habitaba. Tal vez me equivocase, pero no quería ganarme problemas, no allí, a solas con un hombre.
Bajé el rostro sin responder por un momento, mi mente barajaba bastantes palabras que afloraban en mi mente sin ningún orden coherente, y por ende no sabía que decir, no más que balbucear palabras apenas audibles creando un silencio incomodo. No sabía por que estaba nerviosa. No estaba haciendo nada malo allí, tenía el mismo derecho que cualquiera. Además el hecho de no haberle oido llegar me tenía aún nerviosa, con los nervios alterados. Y en mi cabeza no dejaban de flotar palabras sin saber que decir. ¿Quien era? No sabía quien era. Era ella, era él. Profanar.. Yo nunca haría eso. No está bien. Pero que decir. Noté que el hombre se impacientaba por la respuesta. TRagué saliva y alcé ligeramente la voz intentando sonar menos afeminada de lo que la tenía.
- Solo vine.. a ver unas tumbas monsieur. - Cogí aire, no quería decir nada borde a este, pero no era de su incumbencia quien era. - Solo soy un pobre superviviente del cruel lugar que es parís. - Hice un pequeño gesto de reverencia con la cabeza volviendo a guardar silencio. No sabía que reacción tendría aquel hombre, pero algo dentro de mi quería correr, mientras que otra parte quería golpearle.
Ivy Angels- Humano Clase Baja
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Continué mirando fijamente al muchacho, analizando sus movimientos, intentando escrutar su rostro, el cual lo tenía bajo y me impedía ver su cara y sus ojos. ¿Qué diablos hacía? Dio unos cuantos pasos hacía atrás, dejando un poco más de distancia entre nosotros, como si fuese a echar a correr en cuanto yo me distrajese un poco, cosa que no iba a suceder.
Su respuesta no llegaba y estaba empezando a impacientarme, si tardaba tanto en darme una respuesta a mi pregunta tan simple, era que algo malo estaba haciendo en este lugar, algo malo que él mismo estaba seguro de que no debería de estar haciendo, le había pillado con las manos en la masa. Mientras esperaba a su respuesta, volteé un poco mi cabeza hacía la entrada, quizás hubiera algún policía al que llamar y entregar a esta rata de alcantarilla.
Después de varios segundos los cuales se me hicieron eternos, el muchacho me contestó y lo hizo de una forma que me hizo fruncir el ceño. ¿Superviviente? Ahora sí que no quedaba ninguna duda sobre quién era este muchacho. Una rata de alcantarilla pobre el cual no tiene ningún lugar en el que caerse muerto. - ¿Sobrevivir? No se sobrevive en un cementerio, aquí no hay comida, tan solo objetos de gran valor que puedes robar, chico. - Me acerqué un poco a él, hasta alzar mi mano y sujetarlo por su brazo derecho, así no intentaría huir de mí y tampoco robar nada. Intenté mirarle a la cara, pero la gorra que llevaba puesta me impedía vérsela, algo que me resultaba frustrante. -Quítate esa gorra, si no estás haciendo nada malo, tan solo ver unas tumbas como tú dices, no tendrás ningún reparo en quitártela.- Dije mirándole, ocultando una media sonrisa, quería ver que hacía ahora. ¿Huiría? ¿Me pegaría para que le soltase del brazo? ¿Se quitaría la gorra? La expectación a su respuesta me hacía sonreír.
Su respuesta no llegaba y estaba empezando a impacientarme, si tardaba tanto en darme una respuesta a mi pregunta tan simple, era que algo malo estaba haciendo en este lugar, algo malo que él mismo estaba seguro de que no debería de estar haciendo, le había pillado con las manos en la masa. Mientras esperaba a su respuesta, volteé un poco mi cabeza hacía la entrada, quizás hubiera algún policía al que llamar y entregar a esta rata de alcantarilla.
Después de varios segundos los cuales se me hicieron eternos, el muchacho me contestó y lo hizo de una forma que me hizo fruncir el ceño. ¿Superviviente? Ahora sí que no quedaba ninguna duda sobre quién era este muchacho. Una rata de alcantarilla pobre el cual no tiene ningún lugar en el que caerse muerto. - ¿Sobrevivir? No se sobrevive en un cementerio, aquí no hay comida, tan solo objetos de gran valor que puedes robar, chico. - Me acerqué un poco a él, hasta alzar mi mano y sujetarlo por su brazo derecho, así no intentaría huir de mí y tampoco robar nada. Intenté mirarle a la cara, pero la gorra que llevaba puesta me impedía vérsela, algo que me resultaba frustrante. -Quítate esa gorra, si no estás haciendo nada malo, tan solo ver unas tumbas como tú dices, no tendrás ningún reparo en quitártela.- Dije mirándole, ocultando una media sonrisa, quería ver que hacía ahora. ¿Huiría? ¿Me pegaría para que le soltase del brazo? ¿Se quitaría la gorra? La expectación a su respuesta me hacía sonreír.
Gael Lutz- Cazador Clase Media
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Tragué saliva elevando muy suavemente la mirada, lo suficiente para observar pero sin llegar a mostrar nada más. El hombre no parecía demasiado satisfecho con su respuesta. Y aquello no hacía más que ponerme más nerviosa, si salia a correr...tal vez..pudiese escapar, perderme entre alguna tumba, saltar a algún lado. Tragué saliva al escucharle y elevé una mano ligeramente. - Yo no robé nada..ya le dije que vine a ver unas tumbas monsieur. - Esta vez intenté elevar un poco más la voz. Que notase que iba en serio. Al menos me había dicho chico, dicho de otra forma había conseguido ocultar mi rostro a tiempo. Ahora debía salir de aquí antes de que todo se pusiese más negro de lo que ya parecía.
Pero sin previo aviso, sin que me diese tiempo a reaccionar noté como su mano sujetaba mi brazo con cierta fuerza. Dejé escapar un quejido de sorpresa de mis labios y llevé mi otra mano hacia la del hombre, en un vano intento de liberarme. ¿Que estaba haciendo? Que mosca le había picado a aquel caballero, acaso no podría cada persona meterse en sus asuntos? Nos ahorrariamos grandes problemas. Como ahora mismo el que tenía yo aquí. Seguí intentando forcejear, sin embargo sus siguientes palabras hicieron que me quedase quieta. Quería que me quitase la gorra. No podía quitarmela. No pensaba quitarmela. Pero si no me la quitaba...
Me quedé nuevamente en silencio mirando al suelo. Mi mente volvía a ser un barullo de palabras, esta vez sin embargo debatían que hacer. ¿Responder? ¿Golpearle e intentar huir? ¿ Quitarme la gorra? Quizás esta última en un principio pareciese la más normal, sin embargo no estaba dispuesta a que descubriese mi pequeño "secreto". Me mordí el labio con fuerza intentando no demorar más aquello. Cogí aire y comencé a tirar hacia atrás, en un intento de liberarme. Forceje mientras mi otra mano intentaba hacer que la del hombre le soltase. - Monsieur, solo observaba unas tumbas, creo que es lo normal en un cementerio. Vos, no podeis... - Aguanta. - No voy a quitarme la gorra. No tiene nada que ver el hecho de que la lleve con aquello que estuviese haciendo. - No quería pasarme de lista, de igual modo que tampoco quería ceder a él. Sabía que mi posición no era nada favorable en aquellos instantes, pero un chico francés nunca perdería su dignidad. Dicho aquello intenté volver a tirar para liberarme. Pero el hombre claramente tenía más fuerza que yo y aquello no estaba funcionando demasiado bien.
Pero sin previo aviso, sin que me diese tiempo a reaccionar noté como su mano sujetaba mi brazo con cierta fuerza. Dejé escapar un quejido de sorpresa de mis labios y llevé mi otra mano hacia la del hombre, en un vano intento de liberarme. ¿Que estaba haciendo? Que mosca le había picado a aquel caballero, acaso no podría cada persona meterse en sus asuntos? Nos ahorrariamos grandes problemas. Como ahora mismo el que tenía yo aquí. Seguí intentando forcejear, sin embargo sus siguientes palabras hicieron que me quedase quieta. Quería que me quitase la gorra. No podía quitarmela. No pensaba quitarmela. Pero si no me la quitaba...
Me quedé nuevamente en silencio mirando al suelo. Mi mente volvía a ser un barullo de palabras, esta vez sin embargo debatían que hacer. ¿Responder? ¿Golpearle e intentar huir? ¿ Quitarme la gorra? Quizás esta última en un principio pareciese la más normal, sin embargo no estaba dispuesta a que descubriese mi pequeño "secreto". Me mordí el labio con fuerza intentando no demorar más aquello. Cogí aire y comencé a tirar hacia atrás, en un intento de liberarme. Forceje mientras mi otra mano intentaba hacer que la del hombre le soltase. - Monsieur, solo observaba unas tumbas, creo que es lo normal en un cementerio. Vos, no podeis... - Aguanta. - No voy a quitarme la gorra. No tiene nada que ver el hecho de que la lleve con aquello que estuviese haciendo. - No quería pasarme de lista, de igual modo que tampoco quería ceder a él. Sabía que mi posición no era nada favorable en aquellos instantes, pero un chico francés nunca perdería su dignidad. Dicho aquello intenté volver a tirar para liberarme. Pero el hombre claramente tenía más fuerza que yo y aquello no estaba funcionando demasiado bien.
Ivy Angels- Humano Clase Baja
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
El muchacho volvió a defenderse, diciendo que simplemente estaba visitando unas tumbas. Por su aspecto podría ser cierto, seguramente sus padres fuesen los que estaban allí enterrados al igual que los míos, pero el hecho de verlo tan nervioso me resultaba curioso... Una persona no se ponía tan nerviosa si no estaba haciendo nada malo y tampoco me había dicho que me fuese, que no molestase su luto, ni nada por el estilo, por lo que no me fiaba mucho de él, algo sin duda estaba queriendo esconder.
Intentó liberarse de mi atadura, cosa que le resultó imposible, estaba demasiado flaco ¿Cuántos años tendría? Yo a su edad ya tenía músculos en mi cuerpo a causa de trabajar en una herrería, pero este muchacho no tenía tanta suerte como la había tenido yo entonces. Comenzó a hablar y su voz sonó distinta, como si tuviese miedo a algo ¿Miedo de mí? No iba a matar a palos a aquel chico, por mucho que fuese un pequeño ladrón. En el momento en el que dijo que no se iba a quitar la gorra, lo solté, con suerte se caería hacía atrás, cayendo de espaldas al suelo y se le quitaría la gorra. -Está bien.- Dije sin más y me giré sobre mi espalda, dispuesto a buscar a algún policía o alguacil. -¡Policía!- Grité, aunque no demasiado alto, en verdad no quería llamarlos, si ellos venían me quitarían la diversión, sólo quería ver que volvía a hacer el muchacho. Seguro que está vez salía corriendo, por lo que observé de reojo y me preparé para perseguirlo si se daba la ocasión.
Miré un poco a nuestro al rededor, por suerte no había nadie que pudiese ver nuestra escena, seguramente si hubiese alguien, ya me hubieran llamado la atención por estar incordiando a un chico, eso si se trataba de alguien de clase baja, si la que se quejaba era alguien de clase alta, el chico ya estaría en los departamentos de la policía y yo con unos cuantos francos más en mi bolsa. -Mira chico, si de verdad no estás haciendo nada malo... Dime a quienes estás visitando. Me sé este cementerio como la palma de mi mano, llevo muchos años viniendo.- Suspiré, llevaba viniendo muchísimos, pero eso al muchacho no le importunaba. - Vamos, dime.- Ahora, hasta yo mismo consideraba que me estaba metiendo donde no me correspondía, pero quería ver de la pasta que estaba hecha el muchacho, si decidía mandarme a la mierda, lo hacía con razón.
Intentó liberarse de mi atadura, cosa que le resultó imposible, estaba demasiado flaco ¿Cuántos años tendría? Yo a su edad ya tenía músculos en mi cuerpo a causa de trabajar en una herrería, pero este muchacho no tenía tanta suerte como la había tenido yo entonces. Comenzó a hablar y su voz sonó distinta, como si tuviese miedo a algo ¿Miedo de mí? No iba a matar a palos a aquel chico, por mucho que fuese un pequeño ladrón. En el momento en el que dijo que no se iba a quitar la gorra, lo solté, con suerte se caería hacía atrás, cayendo de espaldas al suelo y se le quitaría la gorra. -Está bien.- Dije sin más y me giré sobre mi espalda, dispuesto a buscar a algún policía o alguacil. -¡Policía!- Grité, aunque no demasiado alto, en verdad no quería llamarlos, si ellos venían me quitarían la diversión, sólo quería ver que volvía a hacer el muchacho. Seguro que está vez salía corriendo, por lo que observé de reojo y me preparé para perseguirlo si se daba la ocasión.
Miré un poco a nuestro al rededor, por suerte no había nadie que pudiese ver nuestra escena, seguramente si hubiese alguien, ya me hubieran llamado la atención por estar incordiando a un chico, eso si se trataba de alguien de clase baja, si la que se quejaba era alguien de clase alta, el chico ya estaría en los departamentos de la policía y yo con unos cuantos francos más en mi bolsa. -Mira chico, si de verdad no estás haciendo nada malo... Dime a quienes estás visitando. Me sé este cementerio como la palma de mi mano, llevo muchos años viniendo.- Suspiré, llevaba viniendo muchísimos, pero eso al muchacho no le importunaba. - Vamos, dime.- Ahora, hasta yo mismo consideraba que me estaba metiendo donde no me correspondía, pero quería ver de la pasta que estaba hecha el muchacho, si decidía mandarme a la mierda, lo hacía con razón.
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Aunque no lo pareciese yo estaba intentando tirar con todas mis fuerzas, por ello en el momento en que me soltó de golpe caí al suelo de culo. Tal vez lo normal hubiese sido poner las manos para parar el golpe, pero yo nunca había sido normal, ni nunca se me había dado bien caer, de pequeña recordaba partirme el labio constantemente. Por eso mismo, en mi lugar, en vez de caer con las manos, estas fueron directas a la gorra impidiendo que se me quitase, pero como resultado me di un fuerte golpe en el culo y parte de la cadera. Ahogué un pequeño quejido de dolor pero tragué saliva mirando nerviosa como el hombre llamaba a la policia. ¿¡Que hacia?! Yo, yo no estaba haciendo nada, pero sabía que en la sociedad que nos encontrabamos mi palabra valia menos que la de una piedra. Y que si este hombre afirmaba que yo era un ladron lo sería a pesar de no haber robado más que dos miseras flores.
Cogí aire sobándome la cadera dolorida con una mano cuando el hombre volvió a pedir, no, a exigir nuevamente algo. Y esta vez tampoco iba a decirle nada. No era quien para meterse en mi vida, en ... lo que tenía, por qu eno podia llamarse vida. Pero no por ello era menos persona que él. Y hasta aquí había aguantado, no..no tenía por que soportar más aquello. Sabía que en una pelea no ganaría por ello, por que no correr, no huyendo, si no escapando de lo que quería.
Tragué saliva y sin pensarlo más me di la vuelta e intenté salir corriendo a la vez que me ponía en pie, todo al mismo tiempo. Sin contar con el golpe que acaba de pegarme, sin contar con que el hombre me observaba, sin contar que la torpeza y la mala suerte aparecen siempre en el mejor momento. No se muy bien que fue, no se si mis propios pies se trabaron y me hiceron tropezar, no se si fue que el hombre me alcanzó a tiempo y me cogió impidiendome salir a correr, no se si fue el golpe que me hizo resentirme y caer. El caso es que caí al suelo. Esta vez mis manos si pararon el golpe y mi gorra salió despedida hacia delante. Tenía el rostro algo sucio del trabajo y el sudor, tal vez como otras veces pudiese pasar por un chico afeminado, tal vez se viesen mis rasgos cada vez más notables y descubriese el "secreto" que guardaba. Nuevamente un quejido salió de mis labios. Tragué saliva sin elevar la cabeza, quedandome mirando el suelo, quizás el hombre me hiciese mirarle. Tal vez me cogiese de nuevo. No se. Yo solo señalé las dos tumbas que tenía cerca. - Esas son las tumbas que visitaba. Y esas las dos flores que robé. - Esas palabras salieron de mis labios con cierto miedo, cierta rabia, pero a la vez cierta timidez camuflada en mi intento de tener voz ronca. Me mordí el labio esperando la reacción del hombre mientras de reojo buscaba mi gorra, tal vez pudiese cogerla antes que él.
Cogí aire sobándome la cadera dolorida con una mano cuando el hombre volvió a pedir, no, a exigir nuevamente algo. Y esta vez tampoco iba a decirle nada. No era quien para meterse en mi vida, en ... lo que tenía, por qu eno podia llamarse vida. Pero no por ello era menos persona que él. Y hasta aquí había aguantado, no..no tenía por que soportar más aquello. Sabía que en una pelea no ganaría por ello, por que no correr, no huyendo, si no escapando de lo que quería.
Tragué saliva y sin pensarlo más me di la vuelta e intenté salir corriendo a la vez que me ponía en pie, todo al mismo tiempo. Sin contar con el golpe que acaba de pegarme, sin contar con que el hombre me observaba, sin contar que la torpeza y la mala suerte aparecen siempre en el mejor momento. No se muy bien que fue, no se si mis propios pies se trabaron y me hiceron tropezar, no se si fue que el hombre me alcanzó a tiempo y me cogió impidiendome salir a correr, no se si fue el golpe que me hizo resentirme y caer. El caso es que caí al suelo. Esta vez mis manos si pararon el golpe y mi gorra salió despedida hacia delante. Tenía el rostro algo sucio del trabajo y el sudor, tal vez como otras veces pudiese pasar por un chico afeminado, tal vez se viesen mis rasgos cada vez más notables y descubriese el "secreto" que guardaba. Nuevamente un quejido salió de mis labios. Tragué saliva sin elevar la cabeza, quedandome mirando el suelo, quizás el hombre me hiciese mirarle. Tal vez me cogiese de nuevo. No se. Yo solo señalé las dos tumbas que tenía cerca. - Esas son las tumbas que visitaba. Y esas las dos flores que robé. - Esas palabras salieron de mis labios con cierto miedo, cierta rabia, pero a la vez cierta timidez camuflada en mi intento de tener voz ronca. Me mordí el labio esperando la reacción del hombre mientras de reojo buscaba mi gorra, tal vez pudiese cogerla antes que él.
Ivy Angels- Humano Clase Baja
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Una gran sonrisa cruzó mis labios en cuanto el trasero del muchacho tocó la húmeda tierra. Sin duda, podía haber parado el golpe para que no fuese muy directo en su trasero usando las manos, las cuales estaban puestas en su gorra para que yo permaneciese sin conocer su identidad. ¿Porqué se empeñaba tanto en ocultarme quién era? ¿Sería un asesino en serie? ¿Un ladrón por el cual ofrecían recompensa? ¿Un famoso profanador de tumbas? Otra sonrisa volvió a aparecer en mis labios al imaginarme todos estos supuestos.
El muchacho continuaba en el suelo ante mi mirada expectante, sin duda estaba dolorido por la caída, pues se tocaba aquellas partes del cuerpo que habían tocado el suelo. Se levantó e intentó salir corriendo, pero estaba distraído o desorientado y sólo consiguió avanzar unos pocos pasos, antes de volver a caer y esta vez, se le cayó la gorra también. En el suelo, me respondió a quienes estaba visitando y el robo de dos flores para poner en las tumbas, cosa que me pareció algo tierno, yo en mis tiempos si hubiese sido alguien de clase baja, quizás también hubiera recurrido al hurto para adornar la tumba de mi padre.
Me acerqué a donde estaba él, cogí su gorra y se la dí, consideré que el muchacho ya había recibido suficiente lección por hoy, pese a que me había divertido bastante atemorizandolo. -Ten. Yo hubiese hecho lo mismo que vos si hubiese sido pobre a tu edad. ¿Cuántos años tienes?- Observé sus facciones, apenas visibles por la maraña de pelo que tenía al rededor del rostro, pero este "muchacho" o era afeminado o no era un muchacho. -Yo que tú... Recurriría a algún barbero para cortarme el cabello, lo llevas demasiado largo y te pueden confundir con una chica...- Dije alzando mi ceja izquierda, divertido, mientras le ofrecía mi mano, para que se levantase del suelo. Se le iba a ensuciar más aún esas ropas y ya necesitaban un buen lavado.
El muchacho continuaba en el suelo ante mi mirada expectante, sin duda estaba dolorido por la caída, pues se tocaba aquellas partes del cuerpo que habían tocado el suelo. Se levantó e intentó salir corriendo, pero estaba distraído o desorientado y sólo consiguió avanzar unos pocos pasos, antes de volver a caer y esta vez, se le cayó la gorra también. En el suelo, me respondió a quienes estaba visitando y el robo de dos flores para poner en las tumbas, cosa que me pareció algo tierno, yo en mis tiempos si hubiese sido alguien de clase baja, quizás también hubiera recurrido al hurto para adornar la tumba de mi padre.
Me acerqué a donde estaba él, cogí su gorra y se la dí, consideré que el muchacho ya había recibido suficiente lección por hoy, pese a que me había divertido bastante atemorizandolo. -Ten. Yo hubiese hecho lo mismo que vos si hubiese sido pobre a tu edad. ¿Cuántos años tienes?- Observé sus facciones, apenas visibles por la maraña de pelo que tenía al rededor del rostro, pero este "muchacho" o era afeminado o no era un muchacho. -Yo que tú... Recurriría a algún barbero para cortarme el cabello, lo llevas demasiado largo y te pueden confundir con una chica...- Dije alzando mi ceja izquierda, divertido, mientras le ofrecía mi mano, para que se levantase del suelo. Se le iba a ensuciar más aún esas ropas y ya necesitaban un buen lavado.
Gael Lutz- Cazador Clase Media
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Observé de reojo como el hombre se acercaba y me quedé quieta entrecerrando los ojos cuando le vi acercarse, sin embargo no pasó nada más que ver como me tendía la gorra. La cogí con cuidado y tragué saliva quedandome sentada en el suelo mientras observaba y escuchaba sus palabras. Desde allí abajo se veía mucho más grande y por un momento pensé que así era como nos veían todos aquellos con el suficiente capital como para llamarse de clase "media, o alta". Como si los demás no les llegasemos ni a las rodillas y tuviesemos que mirarles desde abajo.
Sacudí la cabeza ligeramente ante estos pensamientos mientras mantenía la gorra entre mis manos. Tragué saliva y volví a murmurar con voz suave. - Casi 18 años monsieur. - Me consideraba ya una mujer hecha y derecha, o bueno en este caso me consideraba un hombre.. el caso, es que creía tener la edad suficiente como para ser una persona adulta e independiente, y aunque no la tuviese no me había quedado otro remedio que serlo. Suspiré de nuevo con mis pensamientos mientras me alisaba ligeramente el pelo con las manos, colocandolo ligeramente. El hombre me había visto ya el rostro, ya daba igual supongo.
Carraspee ligeramente observando la mano que me tendía y escuchando sus palabras. Debía cogerla? O debía levantarme por mi cuenta. Era una dificil decisión. Me daba miedo que fuese un truco, que fuese a hacerme algo. Pero tal vez, sería demasiado descortes por mi parte no tomarle la mano al hombre. ¿Que debía hacer? Dejé la mano allí tendida un rato hasta que al final opte por tomarle la mano para dejar que me ayudase a ponerme en pie. Negué entonces a sus palabras. - No tengo dinero para un barbero monsieur, y aunque lo tuviese me gusta mi cabello largo. No creo que por llevarlo largo deba...parecer..una chica. - Dudé bastante en mis ultimas palabras sin saber muy bien como salir de aquel problema. Cortarme el pelo era una solución que había pensado bastantes veces, sin embargo cortarme el pelo me resultaba doloroso. Tantos años dejandolo crecer. Tantos años cuidandolo. El pelo solia ser algo importante para una mujer y aunque en este caso yo fuese vestida de chico, seguía gustandome mi largo cabello. Suspiré ligeramente colocandome la gorra de nuevo, sin embargo esta vez estaba levantada sin ocultar mi rostro más de lo necesario. Intuia que algo sabía, pero podría seguir haciendome la tonta, tal vez colase. Suspiré sacudiendome la ropa ligeramente para quitar la tierra. Ahora se me había ensuciado.
Sacudí la cabeza ligeramente ante estos pensamientos mientras mantenía la gorra entre mis manos. Tragué saliva y volví a murmurar con voz suave. - Casi 18 años monsieur. - Me consideraba ya una mujer hecha y derecha, o bueno en este caso me consideraba un hombre.. el caso, es que creía tener la edad suficiente como para ser una persona adulta e independiente, y aunque no la tuviese no me había quedado otro remedio que serlo. Suspiré de nuevo con mis pensamientos mientras me alisaba ligeramente el pelo con las manos, colocandolo ligeramente. El hombre me había visto ya el rostro, ya daba igual supongo.
Carraspee ligeramente observando la mano que me tendía y escuchando sus palabras. Debía cogerla? O debía levantarme por mi cuenta. Era una dificil decisión. Me daba miedo que fuese un truco, que fuese a hacerme algo. Pero tal vez, sería demasiado descortes por mi parte no tomarle la mano al hombre. ¿Que debía hacer? Dejé la mano allí tendida un rato hasta que al final opte por tomarle la mano para dejar que me ayudase a ponerme en pie. Negué entonces a sus palabras. - No tengo dinero para un barbero monsieur, y aunque lo tuviese me gusta mi cabello largo. No creo que por llevarlo largo deba...parecer..una chica. - Dudé bastante en mis ultimas palabras sin saber muy bien como salir de aquel problema. Cortarme el pelo era una solución que había pensado bastantes veces, sin embargo cortarme el pelo me resultaba doloroso. Tantos años dejandolo crecer. Tantos años cuidandolo. El pelo solia ser algo importante para una mujer y aunque en este caso yo fuese vestida de chico, seguía gustandome mi largo cabello. Suspiré ligeramente colocandome la gorra de nuevo, sin embargo esta vez estaba levantada sin ocultar mi rostro más de lo necesario. Intuia que algo sabía, pero podría seguir haciendome la tonta, tal vez colase. Suspiré sacudiendome la ropa ligeramente para quitar la tierra. Ahora se me había ensuciado.
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Dieciocho años. Cerré los ojos sumergiéndome en mis pensamientos, alejándome por completo del cementerio en el que llevaba un rato con un "chico ladrón" que al final había resultado que no era ni un ladrón, ni un chico. Me visualicé a mí mismo con esa edad, era alto, fuerte por el trabajo y tenaz en mis quehaceres y en el mantenimiento de mi hermana... Las palabras del muchacho me sacaron de ahí y pude verle por completo el rostro, solo un ciego no vería que lo que tenía delante era una mujer.
Sonreí estirando mi brazo hacía a mí, para ponerla de pie, me estaba comenzando a dar lástima, cosa que no solía ocurrirme a menudo, quizás por las fechas en las que estábamos. -Si te doy algo de dinero... ¿Lo cogerás? O... ¿Un trabajo? ¿Tienes uno?- Comencé a preguntar sin casi darle tiempo a responder. Quizás si íbamos al restaurante en el que estaba trabajando como cocinero pudiese conseguirle algo de comer y provisiones. -¿Tienes hambre?- Suspiré mirándola, sin duda estaría pensando que era un hombre algo extraño y loco, hace unos segundos estaba intentando detenerla y ahora intentando alimentarla y cuidar de ella. ¿Tanto echaba de menos a mi hermana? La respuesta era obvia...
Sonreí estirando mi brazo hacía a mí, para ponerla de pie, me estaba comenzando a dar lástima, cosa que no solía ocurrirme a menudo, quizás por las fechas en las que estábamos. -Si te doy algo de dinero... ¿Lo cogerás? O... ¿Un trabajo? ¿Tienes uno?- Comencé a preguntar sin casi darle tiempo a responder. Quizás si íbamos al restaurante en el que estaba trabajando como cocinero pudiese conseguirle algo de comer y provisiones. -¿Tienes hambre?- Suspiré mirándola, sin duda estaría pensando que era un hombre algo extraño y loco, hace unos segundos estaba intentando detenerla y ahora intentando alimentarla y cuidar de ella. ¿Tanto echaba de menos a mi hermana? La respuesta era obvia...
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
El hombre no dejaba de mirarme todo el rato, ya no estaba segura si era el efecto que había producido en él al darse cuenta que era una chica y no un "chico ladrón". O que por el contrario veía otras posibilidades que me hacían pensarme el salir corriendo. O que fuese a entregarme a la policia. Nuevamente tenía tantas cosas en mi cabeza que no pude evitar respirar algo agitada mientras me recolocaba la gorra nuevamente. Por que la sociedad era así, no podía entender el mundo en el que viviamos, con lo facil qie sería simplemente que todos nos llevasemos bien y fuesemos todos felices. Sin embargo y como pudo reflejarse en mi cara, al escuchar sus palabras la sorpresa inundó mi rostro ¿Por que ese cambio de pronto? Era tan poco común ver a gente con un poco de compasión que no podía dejar de sorprenderme.
-Yo...esto bueno. No tiene usted que darme nada monsieur...Yo ya me las apaño como puedo. - Hice un pequeño gesto con la cabeza para quitarle importancia, era verdad que no tenía apenas dinero, pero con esfuerzo lograba sobrevivir día a día y seguir adelante con la misión de encontrar a mims padres. - Si, bueno no oficialmente monsieur, mais consigo pequeños trabajos cada día, mejores o peores pero que me dan suficiente. - Sonreí orgullosa de mi misma. Mientras que muchas mujeres temen que su manicura se rompa, yo no dudaba en ponerme unos pantalones y carcar cajas el doble que yo o más pesadas, o hacer trabajos sucios. Quejarse era tontería. Yo no tenía tiempo para ello. - Yo.. no tengo hambre.- Comenté en respuesta a su ultima pregunta, pero mi estomago no estaba de acuerdo y sonó descubriendo que estaba mintiendo y bueno si tenía hambre, no comía nada desde el día anterior, pero una acababa acostumbrandose a ello. Me sonrojé sin poder evitarlo llevando las manos a mi estomago avergonzada.- Bueno, quizás un poco. - Esbocé un pequeño gesto con cierta gracia y disculpa.
-Yo...esto bueno. No tiene usted que darme nada monsieur...Yo ya me las apaño como puedo. - Hice un pequeño gesto con la cabeza para quitarle importancia, era verdad que no tenía apenas dinero, pero con esfuerzo lograba sobrevivir día a día y seguir adelante con la misión de encontrar a mims padres. - Si, bueno no oficialmente monsieur, mais consigo pequeños trabajos cada día, mejores o peores pero que me dan suficiente. - Sonreí orgullosa de mi misma. Mientras que muchas mujeres temen que su manicura se rompa, yo no dudaba en ponerme unos pantalones y carcar cajas el doble que yo o más pesadas, o hacer trabajos sucios. Quejarse era tontería. Yo no tenía tiempo para ello. - Yo.. no tengo hambre.- Comenté en respuesta a su ultima pregunta, pero mi estomago no estaba de acuerdo y sonó descubriendo que estaba mintiendo y bueno si tenía hambre, no comía nada desde el día anterior, pero una acababa acostumbrandose a ello. Me sonrojé sin poder evitarlo llevando las manos a mi estomago avergonzada.- Bueno, quizás un poco. - Esbocé un pequeño gesto con cierta gracia y disculpa.
Última edición por Ivy Angels el Miér Abr 27, 2016 9:42 am, editado 1 vez
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Dejé escapar un pequeño bufido, la gente a veces me ponía enfermo con sus actos. Le estaba ofreciendo dinero, quizás un puesto de trabajo, si la llevaba al restaurante, y mi jefe estaba de buen humor, quizás la contratase como mesera o como limpiadora, y ya podría vivir mejor y llevar mejores ropas, pero ella no quería nada. Ese tipo de actitud me hacía enfadar. ―Verás, puedo ofrecerte una entrevista de trabajo, pero deberás ir mejor vestida... ¿Te gustaría? Sería un trabajo fijo y no tendrías que ir buscando aquí o allá trabajos de mierda.― Me crucé de brazos, si decía que no, no pensaba insistirle más.
Sus tripas rugieron más fuerte que un león hambriento y me reí negando con la cabeza, quizás sí que era una buena idea llevarla al restaurante. ― Anda, no me mientas señorita. ¿Cómo te llamas? Yo me llamo Gael.― Sonreí ante su gesto de disculpa, y comencé a pensar en donde había conseguido esa ropa. ¿Dónde viviría? Seguramente fuese en un lugar pequeño, sucio... Me recorrió un escalofrío ¿Cómo alguien podía vivir en esas condiciones? ―Bueno, entonces ¿Qué? ¿Vamos a mi restaurante a que comas algo y luego hacer la entrevista? Quizás haya suerte.― Sonreí y esperé a que aceptase mi propuesta.
Sus tripas rugieron más fuerte que un león hambriento y me reí negando con la cabeza, quizás sí que era una buena idea llevarla al restaurante. ― Anda, no me mientas señorita. ¿Cómo te llamas? Yo me llamo Gael.― Sonreí ante su gesto de disculpa, y comencé a pensar en donde había conseguido esa ropa. ¿Dónde viviría? Seguramente fuese en un lugar pequeño, sucio... Me recorrió un escalofrío ¿Cómo alguien podía vivir en esas condiciones? ―Bueno, entonces ¿Qué? ¿Vamos a mi restaurante a que comas algo y luego hacer la entrevista? Quizás haya suerte.― Sonreí y esperé a que aceptase mi propuesta.
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Observé sopesando su oferta de trabajo...podría ser una buena oportunidad, pero no sabía a que oportunidad se refería. Tal vez fuese algún trabajo nada agradable para mi, si pensaba en ello era posible dado que le había dicho que debería ir mejor vestida. Aunque también era verdad que en aquellos momentos llevaba puesto aquella ropa de chico, tal se refería a llevar ropa de mujer. Pero eso le mosqueaba más. Los trabajos que reservaban a las mujeres muchas veces no eran nada agradables ni gratificantes. Creyéndose meros muñecos que podrían romperse, o meros juguetes que duraban su tiempo. Aún así no estaba muy segura de que decir por lo que débilmente mis hombros se encogieron en un gesto que no dejaba mucho que ver.
Me fijé que aún tenía las manos en el estomago al parecer aquel sonido se había escuchado bastante y no pude evitar que mis mejillas se sonrojasen aún más. Puede que fuese una rata d elos barrios bajos, pero aquellas cosas seguían dandome bastante vergüenza. Hice una pequeña y torpe reverencia aún sin acabar de quitar las manos del estomago al escuchar como se presentaba. - Yo soy Ivy monsieur. - Tragué saliva incorporandome de nuevo. No podía negarme a una buena comida, tenía bastante hambre y aquella oferta era tentadora, muy tentadora. Hacía cuanto que no comía algo de verdad..mucho tiempo. - Si no causa mucho problema que un pequeño ladronzuelo vaya con usted. - Dije con cierto tono de broma en referencia a lo ocurrido antes, pero ya sin ocultar mi voz dulce y suave. - Me gustaría comer algo, pero... - Busqué en mi bolsillo y saqué dos monedas. - Solo tengo esto monsieur, me temo que no alcanza para una comida. -Suspiré mordiendome el labio, la desilusión al ver que la comida se iba volando en mi mente era más que notable. Mientras volvía a guardar las monedas y le observaba. - Y aceptaré lo de la vista del trabajo aunque no prometo mucho. - Concluí haciendo otra reverencia, no acostumbraba a que se me tratase así, menos a tratar con gente que vestía de forma limpia y cara. Y menos gente que intentaba ayudarla y no quitarla del medio para sobrevivir.
Me fijé que aún tenía las manos en el estomago al parecer aquel sonido se había escuchado bastante y no pude evitar que mis mejillas se sonrojasen aún más. Puede que fuese una rata d elos barrios bajos, pero aquellas cosas seguían dandome bastante vergüenza. Hice una pequeña y torpe reverencia aún sin acabar de quitar las manos del estomago al escuchar como se presentaba. - Yo soy Ivy monsieur. - Tragué saliva incorporandome de nuevo. No podía negarme a una buena comida, tenía bastante hambre y aquella oferta era tentadora, muy tentadora. Hacía cuanto que no comía algo de verdad..mucho tiempo. - Si no causa mucho problema que un pequeño ladronzuelo vaya con usted. - Dije con cierto tono de broma en referencia a lo ocurrido antes, pero ya sin ocultar mi voz dulce y suave. - Me gustaría comer algo, pero... - Busqué en mi bolsillo y saqué dos monedas. - Solo tengo esto monsieur, me temo que no alcanza para una comida. -Suspiré mordiendome el labio, la desilusión al ver que la comida se iba volando en mi mente era más que notable. Mientras volvía a guardar las monedas y le observaba. - Y aceptaré lo de la vista del trabajo aunque no prometo mucho. - Concluí haciendo otra reverencia, no acostumbraba a que se me tratase así, menos a tratar con gente que vestía de forma limpia y cara. Y menos gente que intentaba ayudarla y no quitarla del medio para sobrevivir.
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Esta chiquilla en el restaurante quizás obtuviera una buena oportunidad de empleo, un empleo con el que poder alimentarse, cobijo, y quizás, con el paso del tiempo escalar los escalones del restaurante y poder estar en mejores puestos de trabajo. Era una oportunidad única que le estaba brindando, si acudía conmigo, el jefe pudiera hacer una excepción a su aspecto y comenzar desde lo más bajo, que sería de fregaplatos. Pero era mejor que seguir en la calle sin nada donde caerse muerta... A mí sin duda, me parecía una buenísima oportunidad.
Esperé a que sus tripas dejasen de hacer un ruido brutal, la pobre tenía más hambre que el perro de un ciego. Me dijo su nombre y sonreí, era un nombre bonito para una chica. ―¿Porqué vas vestida como si fueses un chico? ¿No tienes vestidos?― Pregunté por simple curiosidad, era una persona curiosa por naturaleza y esto era algo que me llamaba mucho la atención, no era muy bien visto que las mujeres se vistiesen con ropa de hombre. Negué con la cabeza cuando me sacó las dos monedas, con las cuales quería pagarse una comida. ―No vas a pagar, invita la casa.― Le guiñé un ojo, esta chica me estaba empezando a caer bien, se notaba que tenía buen corazón, pese a mis intentos previos de llamar a la policía para que la detuviesen por estar hurtando en el cementerio.
―Venga vamos.― Moví la cabeza en dirección a fuera del cementerio. Ya no tenía más ganas de ver las tumbas de mis padres. Comencé a caminar fuera del cementerio, con ella detrás. El restaurante no estaba lejos, pero teníamos unos quince o veinte minutos andando. ―¿Cuál es tu comida favorita?― Volví a preguntar, pero no me giré para mirarla, sabía que me estaba escuchando, el ruido de sus tripas al pensar en comida le delató.
Esperé a que sus tripas dejasen de hacer un ruido brutal, la pobre tenía más hambre que el perro de un ciego. Me dijo su nombre y sonreí, era un nombre bonito para una chica. ―¿Porqué vas vestida como si fueses un chico? ¿No tienes vestidos?― Pregunté por simple curiosidad, era una persona curiosa por naturaleza y esto era algo que me llamaba mucho la atención, no era muy bien visto que las mujeres se vistiesen con ropa de hombre. Negué con la cabeza cuando me sacó las dos monedas, con las cuales quería pagarse una comida. ―No vas a pagar, invita la casa.― Le guiñé un ojo, esta chica me estaba empezando a caer bien, se notaba que tenía buen corazón, pese a mis intentos previos de llamar a la policía para que la detuviesen por estar hurtando en el cementerio.
―Venga vamos.― Moví la cabeza en dirección a fuera del cementerio. Ya no tenía más ganas de ver las tumbas de mis padres. Comencé a caminar fuera del cementerio, con ella detrás. El restaurante no estaba lejos, pero teníamos unos quince o veinte minutos andando. ―¿Cuál es tu comida favorita?― Volví a preguntar, pero no me giré para mirarla, sabía que me estaba escuchando, el ruido de sus tripas al pensar en comida le delató.
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
La pregunta que me hizo el hombre me cogió un poco por sorpresa. Entendía que no era algo normal, entendía que la gente solía sorprenderse, o enfadarse, o repudiarme o simplemente pasar de mi. Pero no era normal que me preguntasen el hecho de que llevase pantalones. Normalmente solían pasar de ello. En los barrios bajos, los secretos de cada uno dependían solo de nosotros. Las formas de sobrevivrr eran todas validas y por ello nadie se metía en la vida de nadie. Nadie preguntaba. Y nadie te lo impedía. O al menos eso era normalmente. - Es más sencillo encontrar trabajos si me hago pasar por un chico.. - Me encogí de hombros. - A las mujeres solo se las quiere como putas o se les niega trabajo por ello. Es una forma de sobrevivir. - Señalé los pantalones tirando de una pernera. - Admito además que son más comodos de llevar que un vestido monsieur.- Sonreí tímidamente. Al final acabé acostumbrarme a llevar ropa masculina. Aunque también llevaba mi gastado vestido a veces. Pero para el día a día prefería ser Jean a Ivy. Jean sobrevivía, Ivy no lo haría.
Sonreí otro poco al decir que me invitaría a comer. No pude evitar sentir una alegría por dentro, aunque era claro que no estaba bien dejarme invitar..pero que más da..comer caliente, comer bien, eso era todo lo que nesitaba y no iba a negar algo que me vendría tan bien. Ya algún día le devolvería el favor. Mis tripas respondieron contentas con la invitación. Asentí a sus palabras y di un pequeño trote hasta acabar a su altura camino al misterioso restaurante en el que podría llenar mi estomago. Quizás no debería fiarme, pero no se le dice que no a una oportunidad de comer. Siempre podía salir corrienod si la cosa se torcía.
¿Mi comida favorita? ¿Cual era mi comida favorita? La verdad es que en ese momento no sabía que decir. No había probado apenas comidas, apenas cosas distintas. Asi que pensar en una comida que me gustase por encima de todo...DEbía probar más cosas antes de poder decir.. - El pan recien hecho. - sonreí. Tal vez a él le pareciese lo más simple y estupido pero era algo que me encantaba y no era dificil de conseguir. - Aunque la verdad no he comido demasiada variedad como para poder decirlo de forma segura monseiur. - Me encogí. - Algún día podré probar más cosas. -Sonreí acelerando incoscientemente un poco el paso, aunque volvía a aminorar al pensar que en realidad no sabía a donde iba.
Sonreí otro poco al decir que me invitaría a comer. No pude evitar sentir una alegría por dentro, aunque era claro que no estaba bien dejarme invitar..pero que más da..comer caliente, comer bien, eso era todo lo que nesitaba y no iba a negar algo que me vendría tan bien. Ya algún día le devolvería el favor. Mis tripas respondieron contentas con la invitación. Asentí a sus palabras y di un pequeño trote hasta acabar a su altura camino al misterioso restaurante en el que podría llenar mi estomago. Quizás no debería fiarme, pero no se le dice que no a una oportunidad de comer. Siempre podía salir corrienod si la cosa se torcía.
¿Mi comida favorita? ¿Cual era mi comida favorita? La verdad es que en ese momento no sabía que decir. No había probado apenas comidas, apenas cosas distintas. Asi que pensar en una comida que me gustase por encima de todo...DEbía probar más cosas antes de poder decir.. - El pan recien hecho. - sonreí. Tal vez a él le pareciese lo más simple y estupido pero era algo que me encantaba y no era dificil de conseguir. - Aunque la verdad no he comido demasiada variedad como para poder decirlo de forma segura monseiur. - Me encogí. - Algún día podré probar más cosas. -Sonreí acelerando incoscientemente un poco el paso, aunque volvía a aminorar al pensar que en realidad no sabía a donde iba.
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Continué caminando en dirección al restaurante mientras escuchaba sus explicaciones sobre la razón por la cual iba vestida como un chico. Tenía razón, los hombres siempre encontraban trabajo antes y mucho mejor remunerados que las mujeres y mucho más que una mujer de clase baja. Para ellas estaban reservados los peores puestos de trabajo, incluido el ser prostitutas y más si eran mujeres jóvenes que no tenían donde caerse muertas. Sonreí por sus palabras acerca de la comodidad de los pantalones contra los vestidos. La verdad que estos últimos, no se veían muy cómodos para correr o para hacer cualquier cosa. ―Te doy la razón con eso, Ivy. Con un vestido es más difícil correr y parece que tú estás acostumbrada a ello.― Me giré para que viera que le estaba sonriendo y proseguimos el camino.
¿El pan recién hecho? Era una comida favorita curiosa, pero que en el restaurante tendría hasta reventar, incluso le iba a permitir llevarse unos cuantos. ―Hoy podrás probar muchas cosas, te daré donde elegir.― Continuamos caminando hasta que llegamos al centro, y al restaurante. Le abrí la puerta para que pasase primero y le indiqué en que mesa debías de sentar. Mientras ella se acomodaba, hablé con Gerard, el jefe y le expliqué la situación. Tras mi explicación y una charla volví a donde estaba ella. ―Puedes elegir lo que quieras de la carta, un primer plato, un segundo y un postre. Te podrás llevar dos platos más en unas cajas para mañana que tengas desayuno y comida. Mañana deberás de venir a las cuatro de la tarde para la entrevista. ¿Vale? Vente aseada. ― Me senté en la silla delante de ella mientras esperaba a que me dijera los platos que había escogido. ―¿Tienes donde asearte?― Pregunté por curiosidad.
¿El pan recién hecho? Era una comida favorita curiosa, pero que en el restaurante tendría hasta reventar, incluso le iba a permitir llevarse unos cuantos. ―Hoy podrás probar muchas cosas, te daré donde elegir.― Continuamos caminando hasta que llegamos al centro, y al restaurante. Le abrí la puerta para que pasase primero y le indiqué en que mesa debías de sentar. Mientras ella se acomodaba, hablé con Gerard, el jefe y le expliqué la situación. Tras mi explicación y una charla volví a donde estaba ella. ―Puedes elegir lo que quieras de la carta, un primer plato, un segundo y un postre. Te podrás llevar dos platos más en unas cajas para mañana que tengas desayuno y comida. Mañana deberás de venir a las cuatro de la tarde para la entrevista. ¿Vale? Vente aseada. ― Me senté en la silla delante de ella mientras esperaba a que me dijera los platos que había escogido. ―¿Tienes donde asearte?― Pregunté por curiosidad.
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Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Sonreí ligeramente con su comentario, la verdad es que desde pequeña me había encantado subirme a todos lados. Mis padres decían que parecía una cabra, y que un día me caería y me quedaría tonta. Sonreí al recordar aquello y como a pesar de que me dijesen esas cosas yo seguía subiéndome a todos lados. No podía evitarlo y tener ahora pantalones…era mucho más sencillo el pode levantar las piernas sin que se te vea la ropa interior…
Aceleré ligeramente el paso al ver que me retrasaba mientras abría los ojos con sorpresa al escuchar sus palabras..Iba.. a ..poder comer mucho? Tragué saliva al sentir como se me hacía la boca agua, no mentía antes, hacia mucho que no comía en condiciones y eso empezaba a notarse, cuando pensaba en la gente que tiraba la comida… Y yo que me confomaba con un bollito o un pan recién hecho. –E..eso suena muy bien.
Cuando al fin llegamos al restaurante me entró algo de miedo. Recordé que iba vestida con ropa de chico, que llevaba el pelo por fuera y se veía claramente que era una chica. Lo cual me daba un poco de cosa y entrar en un restaurante que parecía con la suficiente clase como para que ratas de la calle como yo ni si quiera pudiésemos mirar el escaparate. Creo que me iba a sentir algo fuera de lugar…Pero Ivy! Te han invitado a comer, acéptalo por favor. Me asentí a mi misma y cogí aire mientras entraba y me dirigía al lugar donde me indicó. Sentí algunas miradas sobre mi pero intenté ignorarlas fijándome en otras cosas que llamaron mi atención. Eran curiosos estos sitios y la gente.
Cuando el chico llegó de nuevo esbocé una tímida y pequeña sonrisa, entre gratitud y alegría. No solía sonreir mucho y cuando lo hacía era de forma muy sincera. -¿Lo que quiera? – abrí los ojos aún más y cogí la carta observándola. Me iban a dar comida para llevarme y todo..era genial, podría ahorrar las monedas que gané hoy. Y encima me iba a llenar. Comer tanto…no sabría si podría con tanto..bueno si, si podría, no iba a dejar ni una gota. – Mañana? Bueno vale…intentaré venir lo mejor posible. – No sabía si venir con pantalones o vestido, quizás vestido mejor, pero no quería que me diesen puerta a un trabajo poco gratificante, para eso prefería seguir cargando cajas..pero no podía dejar pasar una oportunidad así, vendría a ver que ocurría.- Si. Bueno…el lago de las afueras del barrio. – Me encogí de hombros ligeramente, donde vivía no había forma de asearse y aquel lago era lo mejor que tenía. – El agua es muy limpia y buena. – Sonreí un poco y volví a bajar la vista a la especie de papel con el nombre de comidas. Me mordí el labio, había muchísimas, y a pesar de que sabía leer empecé a arrugar el rostro, había nombres de comidas muy raras que no tenía ni idea de que era. Bueno la mayoría. Era como si leyese árabe o algo así. – mmmm un…pasta con queso?, un entrecot? Y unas natillas? – Me mordí el labio, esas cosas sonaban bien, aunque no sabía que eran exactamente, pero seguro que era interesante. - ¿Eso está bueno? – Alcé la ceja observándole.- Creo que probaré eso.. – Sonreí, esperaba haber pedido algo rico, si no, igualmente no le haría ascos a la comida y me la comería sin pensarlo.
Aceleré ligeramente el paso al ver que me retrasaba mientras abría los ojos con sorpresa al escuchar sus palabras..Iba.. a ..poder comer mucho? Tragué saliva al sentir como se me hacía la boca agua, no mentía antes, hacia mucho que no comía en condiciones y eso empezaba a notarse, cuando pensaba en la gente que tiraba la comida… Y yo que me confomaba con un bollito o un pan recién hecho. –E..eso suena muy bien.
Cuando al fin llegamos al restaurante me entró algo de miedo. Recordé que iba vestida con ropa de chico, que llevaba el pelo por fuera y se veía claramente que era una chica. Lo cual me daba un poco de cosa y entrar en un restaurante que parecía con la suficiente clase como para que ratas de la calle como yo ni si quiera pudiésemos mirar el escaparate. Creo que me iba a sentir algo fuera de lugar…Pero Ivy! Te han invitado a comer, acéptalo por favor. Me asentí a mi misma y cogí aire mientras entraba y me dirigía al lugar donde me indicó. Sentí algunas miradas sobre mi pero intenté ignorarlas fijándome en otras cosas que llamaron mi atención. Eran curiosos estos sitios y la gente.
Cuando el chico llegó de nuevo esbocé una tímida y pequeña sonrisa, entre gratitud y alegría. No solía sonreir mucho y cuando lo hacía era de forma muy sincera. -¿Lo que quiera? – abrí los ojos aún más y cogí la carta observándola. Me iban a dar comida para llevarme y todo..era genial, podría ahorrar las monedas que gané hoy. Y encima me iba a llenar. Comer tanto…no sabría si podría con tanto..bueno si, si podría, no iba a dejar ni una gota. – Mañana? Bueno vale…intentaré venir lo mejor posible. – No sabía si venir con pantalones o vestido, quizás vestido mejor, pero no quería que me diesen puerta a un trabajo poco gratificante, para eso prefería seguir cargando cajas..pero no podía dejar pasar una oportunidad así, vendría a ver que ocurría.- Si. Bueno…el lago de las afueras del barrio. – Me encogí de hombros ligeramente, donde vivía no había forma de asearse y aquel lago era lo mejor que tenía. – El agua es muy limpia y buena. – Sonreí un poco y volví a bajar la vista a la especie de papel con el nombre de comidas. Me mordí el labio, había muchísimas, y a pesar de que sabía leer empecé a arrugar el rostro, había nombres de comidas muy raras que no tenía ni idea de que era. Bueno la mayoría. Era como si leyese árabe o algo así. – mmmm un…pasta con queso?, un entrecot? Y unas natillas? – Me mordí el labio, esas cosas sonaban bien, aunque no sabía que eran exactamente, pero seguro que era interesante. - ¿Eso está bueno? – Alcé la ceja observándole.- Creo que probaré eso.. – Sonreí, esperaba haber pedido algo rico, si no, igualmente no le haría ascos a la comida y me la comería sin pensarlo.
Ivy Angels- Humano Clase Baja
- Mensajes : 56
Fecha de inscripción : 03/03/2012
Localización : En los barrios bajos de París...
DATOS DEL PERSONAJE
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Datos de interés:
Re: [Libre]Entre las tumbas [Libre]
Una vez sentado delante de ella, pude ver como se le iluminaban los ojos de la emoción, al escuchar que podía comer tres platos y luego otros dos se los iba a poder llevar para tener mañana en el desayuno y en la comida. Gerard se había portado al concederle esta oferta, pero sabía que necesitaban una chica para que comenzase en las tareas de limpieza mientras le enseñaban como ser una camarera. ―El trabajo consiste en que estés en la cocina conmigo, limpiando la vajilla, pero luego podrás ser mesera, cuando te enseñen a llevar los platos correctamente a los clientes y eso. Te pagarán 950 francos al mes. Está bien a mi parecer. Te dará para ahorrar.― Esperaba que el trabajo, al decirle lo que le iban a pagar fuese de su agrado y viniese mañana con ganas a la entrevista.
No dije nada respecto a que se bañase en el lago, al menos tenía un lugar para hacerlo y podría venir limpia. Escuché lo que había elegido para comer en el día de hoy y le sonreí. ―Está muy rico todo eso, ahora mismo te lo traigo.― Me levanté, entré en la cocina donde estaba en estos momentos trabajando Vicent, la persona que venía cuando yo no estaba trabajando y le palmeé la espalda. Cogí el primer plato de Ivy, olía deliciosamente bien, tallarines con queso. Mis tripas rugieron y decidí coger otro plato igual, así ella no tendría que comer sola. Volví a la mesa y le di el suyo. ―Comeré lo mismo que tú, me has dado envidia, señorita.― Cogí el tenedor y enrollé unos pocos tallarines en él, me los llevé a la boca y suspiré, estaba delicioso. ―Um, que rico― Serví agua en las copas que había y le pasé el pan que una de las meseras nos acababa de traer. ―Toma, tu comida favorita... Pan.― Reí y seguí comiendo.
No dije nada respecto a que se bañase en el lago, al menos tenía un lugar para hacerlo y podría venir limpia. Escuché lo que había elegido para comer en el día de hoy y le sonreí. ―Está muy rico todo eso, ahora mismo te lo traigo.― Me levanté, entré en la cocina donde estaba en estos momentos trabajando Vicent, la persona que venía cuando yo no estaba trabajando y le palmeé la espalda. Cogí el primer plato de Ivy, olía deliciosamente bien, tallarines con queso. Mis tripas rugieron y decidí coger otro plato igual, así ella no tendría que comer sola. Volví a la mesa y le di el suyo. ―Comeré lo mismo que tú, me has dado envidia, señorita.― Cogí el tenedor y enrollé unos pocos tallarines en él, me los llevé a la boca y suspiré, estaba delicioso. ―Um, que rico― Serví agua en las copas que había y le pasé el pan que una de las meseras nos acababa de traer. ―Toma, tu comida favorita... Pan.― Reí y seguí comiendo.
Gael Lutz- Cazador Clase Media
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