Entre tumbas y ancestros {Arthur&Ébano}

por **Ébano Dalaras** Lun Sep 10, 2012 4:31 pm

Ya llevaba unos días en París, contemplando la belleza de aquella nueva ciudad que en teoría había conocido años atrás, antes de haber perdido la memoria a los doce años. Para daba igual a donde me dirigiera, pues no había recuerdo alguno que volviera y empezaba a sentir una horrible angustia. Quizá era aquella tarde de tormenta que conseguía apacigüarme y entristecerme por igual, pero había algo que, por más que intentara averiguarlo, seguía sin coincidir en mi cabeza.

Ni siquiera sabí donde me llevaban mis pasos, solo pensaba en el lugar donde podría encontrar a mis supuestos padres y, cuando por fin me di cuenta, me encontraba en un cementerio un tanto antiguo. La gente solía temer a esos lugares, pero, para mí, significaban algo distinto; una mezcla entre añoranza y paz. Era como si tuviera que encontrar el cementerio perfecto, quizá, más bien el lugar perfecto. Aquel sitio idílico que siempre tenía en la mente, quizá por culpa de lectura en la que tanto me había estado centrando todos esos años. Ávalon. Eso era, quería encontrar mi Ávalon, mi reino perfecto. Ý quizá, aquella persona tan perfecta en ideales como aquel rey Arthur del que hablaban tanto mis novelas, aquel amor platónico que surgía de unas meras letras escritar en papel. ¿Acaso habría alguien así aparte de él y sus caballeros? Bien sabía que no, los humanos solían ser egoistas e hipócritas, en especial aquella gente de alta sociedad con la que querían juntarme. Nada que yo esperara con ansias.

´Cerré los ojos y respiré hondo, intentando quedar con aquella paz que aquel lugar traía, aunque sonara un tanto tétrico. Alcé la vista hacia el cielo tormentoso, con la seriedad que era característica en mí y simplemente me quedé ahí quieta. Esperando a algo que ni siquiera sabía. Quizá un milagro que me dijera la verdad de mi misma.

por **Arthur / Egyed** Lun Sep 10, 2012 4:56 pm

Esa noche el brujo que había hecho un pacto con ellos estaba en aquella mansión a la que ellos como fantasmas no podrían acceder. De algún modo eso les daba un tiempo a solas. Egyed con su impaciencia se había esfumado considerando un fastidio tener que mantenerse junto a él. Últimamente el carácter de éste parecía rayar en algo diferente a lo habitual. Pensaría que podría estarse volviendo loco como otros espíritus, pero la realidad era que por muy errática que pudiera llegar la energía de Alexis a ellos a veces, él brujo podía mantenerlos en este mundo sin el temor que algo así sucediera.

Algo que aún no había descubierto había traído a él los recuerdos de su pasado, y aunque ese no era el país que fue su hogar, se dirigió al lugar en el que los restos humanos descansan después de que la muerte los alcanza. Irónico como era estar ahí no le produjo nada en específico. Podía leer los nombres en las lápidas y ni un atisbo de reconocimiento nacería en al estar observando.

Fue al pasar de los minutos o las horas, para lo cual no importaba diferencia para alguien que no posee un cuerpo y no necesita descansar, que al parecer un ser humano en aquel sitio lúgubre y rodeado de muerte, apareció . Habría pensado una explicación de que estuviese ahí, pero lo que estaba pensando en ese justo instante era algo bastante diferente.

Los fantasmas, en una existencia totalmente diferente a la de alguien que vive, pueden ver a través de estas cosas que no se creen posibles. Y en ese justo instante al acercarse y observar a la joven que se movía entre las tumbas, pudo ver el atisbo de algo que le resultó demasiado familiar. Incluso cuando la apariencia cambiaba las almas, incluso a través del tiempo conservan una esencia primordial que las hace diferentes y reconocibles…

Se acercó, sin la intención de que le viese, manteniéndose a una distancia prudente, pues los fantasmas causan un efecto curioso al estar cerca de un vivo, pueden sentir el frío irreal que les rodea. Ahora creía tener una idea del porqué su pasado parecía querer resucitar, al verle allí, una parte de lo que fue si vida comenzó a cobrar fuerza.

por **Ébano Dalaras** Mar Sep 11, 2012 2:32 pm

Mis ojos contemplaban con admiración la hermosura de aquella tormenta que volvía el cielo de un tono grisáceo. En esos momentos el agua no caía aún del cielo, pero no tardaría en impregnar aquel lugar de lluvia y olor a hierba mojada. Olor a naturaleza, aquella naturaleza que tanto me gustaba disfrutar en mis tiempos libres. Quizá era una locura estar en un sitio tan triste para la gente normal, pero allí yacían tantas historias que no comprendía el motivo del miedo que podía acarrear en la gente. Es más, los cementerios eran los lugares donde menos entes había, pues los fantasmas decidían quedarse en lugares importantes para ellos, sus casas, el hogar de sus familias... Y aun era más normal el estar con aquellas personas que amaban. ¿Por qué iban a quedarse sus almas en aquel lúgubre sitio?

Cerré los ojos con calma, disfrutando un poco del ambiente que había cuando noté algo cercana. Mi expresión no varió ni un ápice, ya estaba acostumbrada a aquellas cosas raras que me ocurrían así que simplemente me giré hacia la dirección en la que estaba y ladeé levemente la cabeza. No veía nada. No podía contemplar su rosto si él no quería y, a veces, podía resultar bastante molesto. Sobre todo cuando empiezan a tocarte y molestarte, aunque aquel que estaba cercano, no parecía querer hacer nada de eso... No, sino ya lo habría hecho.

-¿Me permitís veros? -mi voz era suave y tranquila, no me asustaban ese tipo de cosas debido a la convivencia con ello día a día, pero tenía que admitir que si me daba un poco de respeto no poder verlos.- ¿Qué hacéis en un sitio como éste? Hay lugares mejores para pasar la eternidad.- parecía loca hablándole a la nada, pero incluso los muertos me parecían mejor que compañía que los vivos. Sobretodo en esos instantes.

por **Arthur / Egyed** Miér Sep 19, 2012 11:57 pm

No había razón para ocultarse, lo que una vez fue no tenía por qué repetirse. Además, el era solo esto, un fantasma en este mundo, no más y no menos que eso. Se hizo visible para ella, sabiendo que incluso si aquella esencia era de alguien a quien había conocido, no tenía ni sus recuerdos y posiblemente nada de ella. Era una persona diferente, una vida distinta, sin los recuerdos, sin los actos que había cometido en el pasado – Al igual que vos, estoy aquí solo como una visita, no pretendía pasar mi eternidad en un lugar que no significa nada para mí- Pero incluso el estar ahí era una cuestión que él no había decidido, si no hubiese sido su alma invocada, probablemente, igual que ella habría reencarnado en algún momento –Pero que hace una persona que aún posee un lazo como la vida hacia este mundo en el lugar que los muertos deben descansar? – Lo curioso probablemente no era verle a él ahí, sino a ella.

Observó cada una de sus facciones, como buscando un parecido o algo que le indicara si su vida tenía alguna similitud con lo que él recordaba. Pero de momento no vio nada, la expresión en su rostro y su voz cuando le habló parecía serena y tranquila. Le sonrió dejando de verle de esa manera en la que lo había hecho hasta el momento. No podía juzgar a alguien por lo que sucedió en otros tiempos.

(Off: perdón por lo corto y si lo hice un poco extraño @_@)

por **Ébano Dalaras** Jue Sep 20, 2012 12:06 pm

Mis ojos, en apariencia tranquilos, contemplaban el lugar donde creía que estaba aquel fantasma que tenía tan cerca... no me equivocaba. No tardó mucho en dejarse ver cuando se lo pedí y eso hizo que no pudiera evitar sonreír levemente. Aquel hombre tenía algo familiar, algo que hizo que diera un par de pasos al frente, mirándole con una honda curiosidad. Era la primera vez desde que no tenía memoria que había algo que me hacía sentir ligeramente así, pero, ¿qué podría tener que ver un fantasma? Quizá, simplemente, eran imaginaciones mías y era todo una tontería vana.

-Ya imaginaba...-Como había pensado momentos antes, los entes no solían quedarse en aquellos lugares, no había nada que les mantuviera unidos a aquellos tristes lugares, aunque sus otras palabras me hicieron sonreír y mirar al cielo, preguntándome que debía o no decir. De todas formas, ¿por qué no podía hablar con un muerto? No era un vivo, no era alguien que pudiera guardar mis palabras y después fastidiarme con ellas. No había motivo para tener cuidado con él.- Ah... No lo tengo del todo claro.-le miré, aún sonriendo.- Mis pasos me han traído hasta aquí; quizá para recordar algo de mi pasado; quizá simplemente para ver un lugar asi; o quizá para encontrar mi Ávalon.-desvíe mi mirada hacia las tumbas, contemplando nombres antiguos, preguntándome cuantas historias tendrían aquellas personas.- ¿Y usted? ¿Ha venido por algo en especial?

No podía comprender porque alguien como él podía venir aquí de visita. ¿Quizá tendría algún familiar al que visitar? Había muchas posibilidades de que no obtuviera respuesta. No me importaba, cada quien tenía derecho a decir lo que quisiera. Entonces me fijé un poco más en él y volví a sonreír al darme cuenta de que sería una buena descripción del rey Arthur físicamente hablando.

(Off; Nah, a mi me ha gustado^^)

por **Arthur / Egyed** Vie Sep 21, 2012 2:22 am

Como lo habría hecho en vida, un leve gesto con su cabeza al escuchar sus palabras, como afirmando que estaba escuchándole -Avalón - Eso le traía ciertos recuerdos -¿Qué significa para vos? - La forma en la que lo decía, encontrar una tierra mítica, como el busco un grial del que se escuhaban solo leyendas, o una representación de lo que para ella representaría un lugar como lo que era la isla mítica, a loa que muchos veían como una utopía y que sin embargo, en algún lugar del mapa existía.

Escucharle esa simple, pero representativa palabra para él. El lugar en el que su cuerpo se decía descansaba bajo la inscripción Hic iacet sepultus iclitus rex Arthurus in insula Avalonia. Los recuerdos de su muerte le venían a la mente, no había ensado en eso desde que su alma fuese traída de vuelta, no realmente. Cuando el chiquillo o su compañero le preguntaban sobre eso, no pensaba realmente en las escenas de ese día ni en la forma en la que se sintió mientras moría. Tampoco lo quería hacer ahora, pero los recuerdos simplemente surgieron, como si la presencia de ella trajera de vuelta las memorias sin darse cuenta.

Negó a la pregunta -No hay en estos parajes un recuerdo o los restos de alguien a quien en vida amara... no en estas tierras - Lo que había sido su hogar estaba un poco más lejos que esto, el destino le había traído de regreso a una époda diferente y bajo un concepto que no imaginó existiría -Al igual que vuestros pasos le han traído aquí, los míos han hecho lo mismo. He deambulado entre las calles antes de llegar aquí, como atraído por una melodía que no puede escucharse yq ue trae el porvenir - Le sonrió, ciertamente arecía que los engranes de algo que desconocía se movían incluso si él no era parte de la vida. Firmemente creía en que las cosas sucedían por una razón, encontrarse con ella era algo que debía suceder.

por **Ébano Dalaras** Vie Sep 21, 2012 5:15 pm

Mi sonrisa no desaparecía, al contrario, se hacía más notaria con el paso del tiempo. Era extraño, siendo franca. Normalmente me cuesta mantener aquel gesto en mi rostro, no suele gustar la gente aunque parecía ser que los muertos eran tema distinto a tratar. Ladeé levemente la cabeza, mirándole directamente a los ojos, sin saber bien que responder. ¿Qué era para mí Ávalon?

-Siendo sincera, creo que me costaría decírselo.- Volví a mirar las tumbas, pensando, recapitulando el mayor motivo... Ya no era por mis novelas, era algo más que no comprendía.- ¿Nunca ha sentido que necesita hallar algo? Para mí, Ávalon es aquello que necesito encontrar, algo que se que es esencial para mí... Pero ni se que es, ni se realmente existo o es que leo demasiado sobre Kamelot y el Rey Arthur.- suspiré y me paseé levemente por aquel lugar hasta acercarme más a él y poder contemplarle de cerca.

Los fantasmas eran seres curiosos a mi parecer. Las almas de las personas fallecidas que se quedaban en aquel mundo. Buscando, esperando que algo ocurriera... ¿Acaso yo misma podría evitar ese destino? ¿Cómo sería el morir? Había tantas preguntas y tan pocas respuestas claras que me moría de curiosidad, ¿pero cómo iba a preguntar aquello? A veces los recuerdos eran extremadamente dolorosos y no había que sacarlos a la luz. Y estaba completamente segura, que para aquellos entes que seguían en este mundo, era algo que no querían recordar.

-¿Qué es para usted Ávalon, señor?-Por el contrario, aquella pregunta era levemente más inocente. Si la gente sabía sobre aquella leyenda, podía tener muchas representaciones distintas.- No todas las melodías son hermosas... A veces llevan a destino extraño o doloroso.- sonreí, esa vez con tristeza, recordando que no tenía recuerdos a partir de los doce años y que, mis pasos dados, no siempre habían sido los correctos. Sensación extraña pues siempre había obrado como en teoría debería.

por **Arthur / Egyed** Sáb Sep 22, 2012 8:20 pm

Una ligera risa, que si bien no se escuchaba como la de ningún mortal al elevarse y desvanecerse en el aire, se escuchó al oír su pregunta -...lo que es para mi, tal vez demasiado para lo que fui, pero todo eso ya está lejos - Se acercó más, incluso si no podía tocarle en ese momento. No podía darle una respuesta clara y concisa incluso si tenía las palabras para ello - No todas lo son... pero no podrás evitar ciertos caminos, siempre habrá cosas extrañas o dolor en el camino de una persona, es algo necesario para templar el alma- Su sonrisa, le parecía hermosa en ese instante, incluso por un momento se olvidó de lo que había estado pensando un momento antes.

Esa mujer... su esencia estaba ahí, pero era como algo en lo profundo de esa persona. Tal vez la razón que le hacía notarlo era simplemente el vínculo que le había unido a ella. Un vínculo, que en un inicio, por su ignorancia y su ingenuidad intentó llevar por un sendero en el que los dos pudiesen quedar conformes, pero los sucesos se fueron desenvolviendo, las mentiras, la astucia, las lealtades, todo fue tomando su lugar y parte de la historia que se conocía yacía entre sus memorias. No, el ya no deseaba aquella que se creía tierra de ensueño y la que había sido su propia tumba.

-Espero que tu Ávalon sea muy diferente al mío, para mí ya no significa lo mismo que en aquellos tiempos - Había escuchado del brujo, que a veces, en contadas ocasiones, había algo en las almas al renacer que les hacía repetir ciertas tendencias en la vida. Era como cuando heredas características de tus padres, a veces lo hacías de tus vidas pasadas. Esperaba que esta muchacha de cálida sonrisa no tuviese esa suerte. Porque incluso si la convicción podía ser buena, a veces se enfocaba de malas maneras.

por **Ébano Dalaras** Dom Sep 23, 2012 4:24 pm

Ladeé la cabeza y seguía contemplándole con una sonrisa en el rostro mientras él ría. Era extraño pensar que era un fantasma y no un ser como yo, alguien con un cuerpo a mi lado... Pero los fantasmas podían tirar cosas y mostrar a los vivos que estaban presentes, ¿acaso podrían tocar? La curiosidad estaba por completo en mi mente mientras escuchaba sus palabras intentando no perder el hilo de éstas.

-El camino... ¿Usted cree en el destino? ¿Qué hay caminos los cuales estamos obligados a seguir? -le miré a los ojos intensamente, con aquella duda tan inmensa en la cabeza que alguna vez había pasado fugazmente por mi mente.- Yo creo que si, pero por más que lo intente, no descubro aun el mío...- Su rostro seguía haciéndoseme demasiado familiar aunque supiera que era probablemente imposible. No llevaba ropas de mi época, era de generaciones más antiguas que yo, estaba completamente segura, pero aun así...- ¿Sabéis? Vos tenéis algo familiar. Lo que no se es el que.- me reí un poco y fui a sentarme a un banco que teníamos justo al lado cuando noté la primera gota caer del cielo.

Cerré los ojos, disfrutando de aquella sensación extraña que el tiempo me causaba y le miré a él sin comprender. Ávalon podía significar muchas cosas para según que personas, dependiendo de como vieras la historia y los puntos de vista de todos los personajes. Para mí era algo positivo porque era lugar donde yacía el mayor rey de todos, alguien con unos ideales tan dignos de admirar que casi ni creía posibles de poseer... Y, sobretodo, por la devoción y el arrepentimiento de su hermana Morgana. Fue el lugar donde ella decidió enterrarle, un sitio donde era todo hermoso y merecía su reposo eterno, pero, ¿para él?

-Para quien significa una cosa, pero... Yo le veo muchas cosas buenas, aunque a veces pienso; ¿y Arthur? ¿Para él Ávalon, lugar donde yace su cuerpo, sería el lugar bueno y deseado? -alcé una ceja viendo el cielo y suspiré.- ¿Acaso, en el último momento, él vio el arrepentimiento de su hermana y pudo perdonarla? ¿Y cómo se sentiría ella al ver morir a su hijo y a la persona que amaba morir casi a la vez? -entonces volví a al tierra y le miré a él con una leve sonrisa de arrepentimiento, siempre me iba a mi mundo cuando pensaba en aquella historia.- Disculpa, esa historia consigue hacer que pierda la cabeza... Es una tontada, lo lamento.-le hice un gesto para que, si quisiera, se sentara a mi lado

por **Arthur / Egyed** Dom Sep 23, 2012 10:07 pm

Cuando lo decía de esa forma, en este punto de una existencia que no era una vida, y en un momento en el que su alma debía permanecer en el descanso o como la de ella, reencarnar y engendrar una nueva vida, Ávalon solo era lo que era, una tumba. Incluso si le traía recuerdos, acercarse a donde residían los restos de su cuerpo no le engendraba ningun apuro. Estaba muerto, las épocas cambiaban como las creencias que se tenían en su tiempo. Ávalon para él había significado algo aún las reminiscencias de su vida permanecían a pesar de su estado -Creo en el destino... sé que vuestra vida tiene un propósito, como lo tuvo la mía, y puede que no puedas vislumbrarlo ahora y tal vez nunca pueda saberse lo que te depara el futuro por completo- Se acercó a ella, si bien solo era un espectro y el frío de su presencia no era natural en un tiempo como ese -El momento en el que lo que ha sido tu vida está terminando, puede lograr que que comprendas, si bien no aprobais las acciones de otros, que seas capaz de vislumbrar en los últimos instantes los atisbos que les guiaron, así como los de vuestro propio ser, a actuar como lo habeis hecho...- Había varios factores en ello que solo decir palabras simples como respuesta, pero creyó que podría intentar decirle algo sobre ello -No tiene sentido llevarse a la tumba rencor, odio o reproches... - Ni siquiera había pensado en eso todo ese tiempo, pero ciertamente al morir, ciertas cosas cobraron un sentido diferente, sin importar la forma en la que sucedió, reconocía lo que había logrado, lo que había cumplido. No hubo nada como arrepentimientos o algún sentimiento que le hiciera quedarse como lo estaba ahora. No había sido su decisión regresar, sí el quedarse -No creo que sea una tontería - No sabía lo que había sentido su hermana por su muerte o la del hijo que ambos habían engendrado sin importar las circunstancias, esas cosas eran sobre las que le hubiese sido imposible decirle.

por **Ébano Dalaras** Lun Sep 24, 2012 7:03 am

No podía comprender del todo aquello del destino, pero algo me decía que debía creer en ello casi ciégamente. Estaba en el mundo por algo, algo tenía que hacer y encontrar pero... ¿El que? ¿Cómo iba yo a saberlo? Estaba dando siempre pasos de ciego o, en su antiguo momento antes de llegar a París, ni siquiera daba ningún tipo de pasos. Allí mis recuerdos no volvían, no hacía nada que no fuera ignorar a mi supuesta madre y cuidar de mi hermano. Y encima se me estaban ocultando cosas que por mucho que intentara sonsacar no se me revelaban.

-Quizá el destino tampoco quiera que sepa nada todavía... El saber no va con los vivos.- sonreí un poco mientras le miraba a los ojos. Había preguntas que empezaban a venir a mi mente como rayos, como: ¿Cuál fue tu destino? ¿Por que moriste tan joven? Pero me pareció que a él no le sentarían precisamente bien así que me calle todo y seguía pensando a la par que escuchando.- Habláis como todo un caballero... Y no de los que se ven ahora, que de caballeros tienen el apodo.- suspiré, recordando a algún que otro que me habían hecho conocer.

Si la muerte nos lleva, ¿por qué guardar odio justo en los últimos momentos de tu vida? Yo no pensaba como él, veía muchísimos motivos para haber rencor y odio en la muerte, sobretodo en aquel caso de aquella leyenda que no podía quitar de mi mente. Tanto por Arthur, como por Morgana, como su hijo... Había tanto caos en la historia, tantos sentimientos que, a mi parecer, no se dijeron en el propio momento... Pero también era cierto que, entonces, tampoco habría habido historia.

-¿No lo cree?-le sonríe dulcemente y miré como empezaba a caer más la lluvia. No me importaba mojarme, más bien al contrario, en parte me encantaba.- Creo que Morgana vivió siempre con esa culpa... Con el dolor de pensar que él jamás la perdonó.- por algún motivo ese pensamiento me puso triste. Siempre, pensar en las cosas de aquella mujer, en como serían sus pensamientos o el porque de sus actos conseguía cambiar mis estados anímicos. Lo que no conseguían los vivos lo hacían los seres de leyenda. Suspiré y me masajeé levemente los ojos con los dedos.- Que mal educada soy... Mi nombre es Ébano, ¿y el suyo?

por **Arthur / Egyed** Vie Sep 28, 2012 10:28 pm

Cuando la lluvia comenzó no le tomó importancia, aunque un momento después al verle, pensó que ella debía protegerse, pero le vio tan a gusto que fue incapaz de decirle algo sobre eso -Lo que vos necesitáis saber o lo que sea necesario conocer, se te abrirá al paso, no necesitas apresurarlo… La mayoría desconoce del todo el que será su camino, eso no impide que sus pasos, sabiéndolo o no les guiarán hasta ahí… Es mejor así… - Dijo con una expresión afable mientras le veía.

Había esa sensación extraña al estar cerca de ella, pero no notaba el carácter y esa forma en su mirada que había tenido en una vida pasada. Su mente se tranquilizó por alguna razón desconocida. Al morir, cualquier enojo se disipó, ese tipo de cosas a su parecer, debían quedarse ahí. Cuando la muerte te alcanzaba, si querías liberar tu alma, debías dejar todo atrás, a sabiendas que lo que fue tu vida ha terminado y no puedes dar vuelta atrás, así, incluso si sus acciones o las de otro le habían provocado algo, era cosa que no debía dejar que le dominara, no en ese plano.

-Sinceramente no sé cómo habrá sido su vida después de que él muriese – dijo ccon voz calma–Incluso si para los muertos, el pasado, presente y futuro se vuelve una sola visión, mi alma descansaba en paz hasta que fue invocada de regreso- dijo de modo que su voz se perdió un tanto en el ambiente. Le veía cuando hablaba de eso y veía ese cambio, que probablemente ella no notaba tan bien al ser su propia persona. Aquello latente en su interior –No te preocupes por la cortesía con alguien como yo, mi nombre es Arthur – Dijo casi en un susurro. Podría haberle mentido, pero no había razón para ello y tampoco era que quisiera hacerlo, mentir le había dicho muchas veces al muchacho al que protegía, no era bueno. ¿Qué clase de ejemplo sería si él lo hiciera en esos momentos.

por **Ébano Dalaras** Lun Oct 22, 2012 7:13 am

Miré a aquel hombre con una afable sonrisa. Parecía realmente sabio para los años que debía haber tenido a la edad de su muerte pero, ¿cuantos años llevaría en la tierra? Probablemente más de lo que yo pensaba, pero eso no cambiaba que yo necesitara saber que es lo que me deparaba el destino. Tenía miedo a él, pero lo deseaba fervientemente.

-Pero dar pasos en ciego suele ser molesto, ¿no cree?-suspiré y miré otra vez al cielo, contemplando como caía la lluvia y notando como me mojaba por completo. Estaba segura de que mi supuesto padre se enfadaría porque iba a pensar que podría resfriarme. Hacía mucho tiempo que yo jamás enfermaba.

Le miré con curiosidad mientras hablaba. ¿Quién podría saber como fue la vida de aquella mujer después de la muerte de aquel hombre tan grande? Yo lo sabía, tenía en mi mente imagenes, imaginaciones de como fue toda su vida en cada momento. Obviamente, solo podía imaginar, pues no eran ciertas, pero podía comprender los sentimientos de Morgana, a veces incluso como si yo misma los hubiera vivido.

-¿Fue invocado? Si descansaba en paz quiere decir que tuve una muerte tranquila, ¿no? Quiero decir, que no se llevo nada que hacer al otro mundo. Aunque poco se al respecto, no me haga caso.- Sabía lo justo para no tener miedo a aquellos seres, a costumbrarme a sus presencias en el mundo. Entonces le miré con curiosidad y con sorpresa al mismo tiempo, solo por la pronunciación de su nombre.- Vaya... Se llama igual que el Rey de la leyenda. Y claro que me preocupo de la cortesía.

por **Arthur / Egyed** Vie Oct 26, 2012 1:44 am

Se rió -Cómo sabeis que no es parte de tu destino el desconocerlo de momento? Por eso os digo, la paciencia es una virtud. A su momento todo saldrá a la luz si es necesario - Por algun arazónn empezaba a sentirse tranquilo en ese momento. Observarle, verle de esa forma, no sabía bien qué sentir al respecto.

Pero no iba a pensarlo demasiado tampoco. A veces, se le había dicho que llegaría a ser algo, sin importar que no le explocaran como lo lograría, tuvo que creer en que todo se aliaría para que en algún momento el llegara a lo que debía convertirse. Era como tener fe en ello, pero no era algoque pudiese explicarle. A veces desesperabas cuando no veías lo cierto del camino.

-Mi descanso había llegado... tan simple como eso. No cumplí con todos mis cometidos, pero ante la muerte en puerta solo había que aceptarla... - Hizo una ligera pausa - Fui invocado hace algunos años. Alguien que confió en que yo podía salvar a quienes le importaban, he permanecido aquí desde entonces- No había podido salvar a quien fue la razón de sacarlo de su letargo y lo que no le había permitido reencarnar, como había sucedido con ella. No se arrepentía de haber tomado la desición de quedarse ahí después.

-Justo el mismo- Sonrió con cierta melancolía. Justo el mismo, justo el alma de quien ella hablaba y al mismo tiempo se sentía ligeramente ajeno, pero no sabía la razón, probablemente porque era solo un espíritu, ya no la persona de carne y hueso.

por **Ébano Dalaras** Vie Oct 26, 2012 2:45 pm

Tenía razón en sus palabras, lo sabía a la perfección y yo era una persona realmente paciente, pero, a la vez, muy deseosa de que las cosas pasaran. Tenía miedo a lo que pudiera ocurrir, pues sabía que se avecinaría todo deprisa y de una forma inesperada. Pero, ¿cómo podía esperar algo si ni si quiera tenia una pequeña idea de nada? Me sentía insignificante en mundo de gigantes, pero a la vez poderosa y fuerte. Era extraño.

-Supongo que tenéis razón.- otra sonrisa se apoderó de mi rostro y cerré los ojos, disfrutando del agua cayendo sobre mi rostro e, inexplicablemente, de su presencia. Era como un soplo de paz, como si mi búsqueda, con aquel ente, se deteniera por completo.- Según lo que dice... debe ser alguien conocido en la historia, pues ser invocado para algo así debe ser importante y tener un motivo de peso.

La verdad me carcomía levemente la curiosidad, pero no asunto mío, así que intenté evitar mis pensamientos. Empecé a preguntarme como sería la muerte, los pensamientos que se poseén en esos momentos cuando sabes que tu vida y el camino que has hecho van a desaparecer. Suponía que todo dependía, pero, si me pasara ahora, lamentaría haber tardado tanto en descubrir mi verdad. ¿Quién era realmente? ¿Qué se me estaba ocultando? Suspiré y entonces le miré con incredulidad ante las palabras que había pronunciado.

-¿El mismo? ¿Cómo el que mismo? -me quedé mirándole hasta asumir sus palabras, poniendo los ojos como platos al no poder creérmelo- ¿Me estáis diciendo que sois el Rey Arthur? ¿Aquel gran Rey del que habló y cuenta la leyenda?

por **Arthur / Egyed** Jue Nov 15, 2012 12:43 am

Solo sonrió en lugar de responder a esa última pregunta –Quieres saber vuestro destino? Nunca lo sabrás del todo, incluso si nuestros caminos están marcados y hemos de tener un sendero establecido, habrá aquello que incluso no debas saber para que este mismo se cumpla- Su vida misma le había demostrado eso, incluso cuando fuese su destino, tal cual había dicho el hechicero, convertirse en el rey y llevar a su pueblo a una paz esperada, las decisiones aún habían sido tomadas y fue eso lo que decidió la duración, su búsqueda y su misma muerte.

Ella con su enorme curiosidad y con ese espíritu que demostraba, podría acelerar las cosas. Arthur estaba consciente, de que su interés por una vida pasada de forma tan marcada afectaría a la presente. El era parte de un pasado. Mientras estaban en un plano diferente, el tiempo, con su pasado, su presente y su futuro, eran una misma cosa, pero al estar sobre esta misma tierra, no podía saber los acontecimientos que se avecinaban ni como, incluso siendo un fantasma, podía acelerar o detener lo que sucedía con los vivos. Alexis le había demostrado que cambiar el curso que parece seguirá una persona no es tan difícil de cambiar, pero he ahí que creyendo en el destino, las posibilidades de que sucediera eligiendo un camino distinto eran igual de altas.

-No existe un solo futuro, incluso si llegaras al mismo resultado – Tal y como eso de estar predestinado a algo –El camino puede sufrir todo tipo de cambios – Si inevitablemente terminabas en ciertos lugares era algo que no podía explicarse. Era ahí donde el ser humano podía decir que no estaba atado a ser lo que debía, pues siempre podía desviarse, tomar caminos diferentes, retrasar lo que se creía inevitable. Era el poder de decidir sobre tus propios pasos. Cuando intentó recuperar a su consorte, el nunca pensó en lo que sucedería al regreso. Pero en ese entonces estaba rodeado de gente. Ahora que veía a esta mujer se daba cuenta, el resto de las personas que conoció, el no había esperado cruzarse con ninguna de ellas. Su consejero en aquellos tiempos, de algún modo se preguntaba dónde estaría. Quien le había llevado a lo más alto, el mago que había estado con él, que le había guiado durante aquellos años, sobre los cuales, su nombre se convertiría en leyenda.

No había que malentenderlo, el creía en que su camino y su vida estaban marcados de esa manera. Y había sido lo mejor para todos, eso creía y seguiría creyendo mientras tuviese esos recuerdos. El estaba predeterminado a ser el Rey de Gran Bretaña y llevarles aquella paz que esperaban, si bien no podía ser eterna, creía haber podido llevar la tarea y ese destino en sus manos durante su vida.

por **Ébano Dalaras** Mar Nov 27, 2012 6:11 am

El destino era algo complejo que cada vez estaba más segura de que me esperaba con ansia, pero quizá aquel hombre que tenia ante mis ojos tenía razón, quizá no debería intentar saber todo a tanta prisa, pero no podía dejar de pensar en mi vida, en mi pasado que no era capaz de recordar. ¿Cómo podía aprender a ser más paciente cuando todo lo que me rodeaba era un continuo recuerdo de mi falta de memoria?

Por otra parte, el futuro era demasiado de complejo como para saber si realmente había muchísimos caminos distintos dependiendo de mis decisiones. Realmente no lo pensaba del todo como él, pues era partidaria de ver que todo lleva a un mismo camino, que todo acaba en el mismo lugar hagas lo que hagas en la vida, así que, por ende, las elecciones eran las que estaban marcadas por algo mucho más grande que nosotros mismos.

-Como el río, por muchas bifurcaciones que tenga, siempre llega al mar. Acelere o no el proceso, y si lo logro, acabaré exactamente en el mismo lugar donde debería estar.- sonreí levemente y luego abracé mi cuerpo. El agua que caía del cielo empezaba a dejarme helada.- Cuénteme cosas de su vida... ¿la perdonó? -no me había respondido a mi antigua pregunta y me había percatado perfectamente, pero necesitaba saber esa respuesta.

Desde pequeña la vida de aquella mujer había conseguido envolverme por completo y aquel rey se había convertido en mi más ansiado héroe y amor platónico. ¿Acaso existían hombres como él? ¿Acaso esos valores que tanto admiraba existían en ese mundo? Ojalá pudiera saber que tenía el destino preparado, pero cada vez se ligaba más a cosas que ni siquiera podía imaginar.

por **Arthur / Egyed** Miér Dic 05, 2012 4:37 pm

-Lo que vayais a ser, será... No debería scorrer deprisa en busca de ellos, sucederá cuando deba hacerlo - Incluso diciendo eso, se daba cuenta, la admiración en ella, la curiosidad por un pasado que desconocía como suyo. Un alma que estaba marcada por un pasado que había compartido con él. en el tiempo que llevaba, nunca supo, como, encontrarse con alguien que había sido parte de su ciclo afectaría. Ella estaba ahí, curiosamente en el mismo lugar que él. La diferencia es que la mujer pertenecía al mundo de los vivos y el aún al de los espíritus. La historia no iba a repetirse, como muchos creían, fuerzas que no estaban en sus manos, sino en la de otros había provocado aquello. Era por eso que debía pensar que el destino estaba condicionado.

Decían, pues, que las almas estaban ligadas, el que alguna vez fue, probablemente debía reencarnar y cruzar su historia con la de ella, como sucedió antes. Había escuchado decir alguna vez que todo era un constante ciclo, así que la historia que alguna vez fue se repetiría. No de la misma forma, pero la unión estaba ahí. Pero al ser invocado y habiendo decidido permanecer con el hijo de quel brujo que lo había llevado de vuelta. Un pacto, que habí roto ese ciclo manteniéndole en este mundo. Tal vez no era cierto, lo que le intrigaba, era como le afectaría a ella el encuentro con su propio ser. A él no podía pasarle nada.

-Si no lo hubiese hecho, no estaría tranquilo ahora- Eso creía. Entre todo no sentía ningún arrepentimiento ni había nada que hiciera a su fantasma enlquecer con los recuerdos que estaban aún tan presentes en él. Sin embargo empezaba a parecerle algo realmente lejano. Había llegado a odiar a Morgana, y en algún tiempo sintió realmente un cariño por ella, pero todos los engaños y esas situaciones los habían dirigido a ese enfrentamiento tan extraño. Sabía que sin embargo, ella se había hecho cargo de su cuerpo cuando murió, pudo percibir el dolor que ella sintió en su pérdida, por eso es que había dicho que en su muerte había comprendido muchas cosas que cuando aún vivía le habían sido imposibles. Los vicios, la corrupción, las traiciones, el poder, todo se había confabulado para armar esa historia de la que ellos eran parte.

por **Ébano Dalaras** Lun Ene 21, 2013 8:32 am

Le mira con atención, era alguien sabía aun pareciendo más joven de lo que en mis pensamientos creía. Alguien tan grande, tan heroico no podía ser tan joven... Aunque, parecía ser que si. En esos momentos mi mente vagaba entre lo que sería cierto y lo que exageraban las novelas. ¿De verdad sería ese Rey que tenía ante mi el gran Arthur? Eso parecía y en mi corazón sentía una gran alegría por ello. Estaba hablando con aquel hombre que había marcado unos grandes ideales en mi corazón, aunque solo fuera su historia, aquellas letras narrando como era habían hecho que en mi memoria se crearan miles de imágenes increíbles.

-Siempre quise seguir mi vida con vuestros ideales... Es como si mi vida estuviera muy marcada por vos.- sonreí levemente y miré sus ojos, sintiendo un poco tonta por ella.- Jamás creí que llegaría a conoceros... ni siquiera que fuera algo ocurrido en realidad.

Había mil opiniones que trataban aquella leyenda como tal, una mísera historia que quería inculcar cierto valores y no en si como algo histórico. En mi cabeza siempre quise desear que fuera cierto, aunque Morgana en si me daba lastima. Vivir tantísimos años con la culpa de ambas muertes, de la su amor y su hijo, sin saber si él la perdonó. Aunque, parecía ser que si según sus palabras.

-Quien sabe... Quizá por eso eres un fantasma, ¿no? -miré otra vez al cielo, pensando seriamente en las palabras que decía.- Quizá, tu destino esté ligado al de ella y vuelvas a verla. ¿Qué harías en ese caso? ¿O que haría ella?-tenía mis dudas al respecto... Yo solo tenía conjeturas ante los sentimientos de ella, nada cierto a un cien por cien, pero esperaba acertar con ello. Había muchas dudas en mi cabeza y quería que fueran resueltas, pero me parecía de mala educación formularlas. Seguro que él no querría recordar su vida pasada.

por **Arthur / Egyed** Lun Feb 04, 2013 2:45 pm

Cuando morías y te convertías en un ente que vagaba entre los mundos, tu forma importaba poco, algunos decían que tomaban la apariencia en la que estuvieron en el auge de su vida. Decirlo era difícil, sobre todo siendo uno, pues no te concentrabas en lo que otros veían en ti. Y si tenía que hablar de él mismo, la verdad era que su historia, de la cual se decá tanto, fuese real o falso. En ese punto, él no quería decir si era algo verdadero o no un aspecto de lo que se decían en aquellas historias. No importaba, esos tiempos habían pasado.

Tuvo que sonreír, le halagaba escuchar eso y le hubiese gustado decirle algo que fuese a serle de utilidad en un futuro cercano. Si Egyed estuviese ahí se estaría riendo. No de ella, sino de lo que decía, el otro fantasma que solía estar cerca de él tenía justamente unas ideas bastante extrañas y no respetaba muchas cosas. Cuando tenía un cuerpo había quitado vidas sin arrepentirse, salvo en el último momento. Una vez le había dicho que en ese momento, le ocurrió algo extraño y que realmente había sentido arrepentimiento. Por eso es que su alma descansaba, por decirlo de alguna manera. Por su parte, cuando su vida llegó a su fin, aunque no fue de forma natural -eso era lo único que ese par tenía en común, en realidad, ninguno había llegado a la vejez ni se había acercado realmente-, no sintió algo que le atara a ese mundo en el que lo que debía hacer ya estaba hecho. Por un momento pensó que eso no podía ser todo, pero no podía cuestionar al destino, se dio cuenta, que probablemente, su muerte traería otras cosas, y probablemente era parte del propósito que había tenido, incluso si no lo sabía.

Negó con la cabeza -No es nada de ello lo que me mantiene en este mundo - Susuró acercándose a ella -No he sabido, tras mi muerte, lo que ha sucedido, he encontrado la paz en ese entonces - Hizo una pausa, seguramente eso no le explicaba a la muchacha lo que hacía entonces en esa forma -Si me reencontrase con ella ahora, las cosas no podrían ser iguales a entonces, si fuese un fantasma o si hubiese nacido nuevamente - su sonrisa se volvió cálida en ese momento, justo porque lo sabía -Tal vez estuviesemos destinados a encontrarnos de nuevo, pero otras circunstancias son las que se presentan- Pasó una de sus manos cerca de su rostro, concentrándose lo suficiente para que ella sintiese esa caricia en su mejilla.

Encontrarse con su pasado era algo que no había previsto, pero guardar rencores no era algo que fuese bueno, mucho menos como un espíritu. Siendo este tipo de energía, no debía perder de vista las razones que lo mantenían, estaba ahí, pues había tratado de guiar por el buen camino al sucesor del brujo que le había traído de regreso.

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