AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Cuando te encuentre | Henry
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Cuando te encuentre | Henry
La sensación de estar muerto y poder ver todo es extraña, demasiado como para que fuera algo que pudiera explicarse, por ese motivo Neve jamás intentaba explicarle las cosas a quienes pudieran verle porque las preguntas siempre eran las mismas pero ella no tenía respuesta alguna. ¿Qué se siente? ¿Cómo sabes las cosas? ¿Sabes lo que debes hacer? Las mismas preguntas y las mismas respuestas. No lo sé, solo las sé y solo hago lo que puedo.
El tiempo transcurría lento y sin novedad alguna, sin importar además cuanto tiempo transcurriera se seguía viendo de la misma manera que cuando murió y eso solo le hacía recordar a sus padres y la tristeza con la que los vio llorando sobre su cadáver esa fría noche hacía ya años atrás.
Lo único extraño era que a pesar de todos aquellos años pasados en ningún momento había encontrado a quien creía era la razón de su presencia, Alaric Bowlby. Vagaba por París como quien vaga por un mar sin rumbo fijo ni hogar alguno, volviendo corpórea cada cierto tiempo solo para sentirse nuevamente parte de los vivos por unos instantes que tenían de dolorosos lo que les volvía gloriosos.
Fue de esa manera, andando entre los vivos como si fuera una más que escucho aquel nombre que le llenaba de recuerdos… Henry. Lo escucho de unos pequeños niños que decían a sus padres sobre ir a ver a aquel mago y ella no pudo evitar pensar en él hermano de Alaric que conoció en vida; aquel que le contó todas las atrocidades que había cometido en contra de la persona que ella más amaba en esos momentos, por eso fue que no podía perdonarle. Recordarle solo traía a su memoria la manera en la que le gritaba que se alejara, que no deseaba verle más, que era un monstruo y le odiaba; palabras tristes que no había querido pronunciar realmente y que le habían hecho perder de su cercanía al segundo de los Bowlby que conoció.
Sin más por hacer y solo por el hecho de querer recordar el pasado, siguió a esa familia hasta el circo donde se llevaría a cabo el espectáculo. Se mezclo entre la gente como si fuera parte de ellos, a pesar de que todos le atravesaban diciendo que hacía frío o que sentían algo extraño. La vida de los fantasmas era triste, pero en lugares como aquel hasta la tristeza del pasado era fácilmente ignorable.
Neve siguió a la familia quedar cerca de una tarima, en la cual al parecer se exhibiría el espectáculo. Lentamente la gente llegó y se aglomero, llegando el punto en el que estaba simplemente ahí ocupando un espacio que pertenecía a otros.
Los aplausos llegaron cuando una bella chica salió a dar el anuncio del inicio de aquel maravilloso espectáculo, pero lo que en ningún momento imagino ella fue que cuando el mago aquel hizo acto de presencia fuera Henry Bowlby. De haber tenido la capacidad de desmayarse, lo hubiera hecho pero para los fantasmas no existía eso así que no tuvo más remedio que observar el espectáculo, verle con aquella sonrisa tan única y esa galantería que provocaba suspiros entre las asistentes al show; a pesar de que en algunos momentos pensó en irse, molesta por la forma en la que todo se desarrollaba, se quedo ahí con el simple pretexto de verlo más tiempo.
Cuando se anunció el final del show, sonrió a pesar de que nadie le viera y se alejo entre la multitud pero no se fue del lugar, sino que continuo mirando a Henry y todo lo que hacía durante mucho más tiempo, deseosa de poder hablar con él pero a la vez temerosa de lo que pudiera suceder si se encontraban nuevamente después de tanto tiempo.
Le siguió incluso cuando él volvió a lo que parecía ser la carpa donde se quedaba y armada de valor tomo su forma corpórea, diciendo a si misma que le pediría disculpas y entonces jamás volvería a buscarle nuevamente. Además tenía algunas dudas, ¿Había encontrado a Alaric? y de ser así ¿Podría decirle a ella donde verle una ultima vez?
Miro sus ropas, las mismas que llevaba desde su muerte y con pasos dudosos llego hasta la entrada de la carpa, ingresando sin llamar antes o anunciarse; solo una vez dentro fue que le llamó. - Henry… - habló con voz temerosa y tenue, observando a un lado y otro en busca de él.
El tiempo transcurría lento y sin novedad alguna, sin importar además cuanto tiempo transcurriera se seguía viendo de la misma manera que cuando murió y eso solo le hacía recordar a sus padres y la tristeza con la que los vio llorando sobre su cadáver esa fría noche hacía ya años atrás.
Lo único extraño era que a pesar de todos aquellos años pasados en ningún momento había encontrado a quien creía era la razón de su presencia, Alaric Bowlby. Vagaba por París como quien vaga por un mar sin rumbo fijo ni hogar alguno, volviendo corpórea cada cierto tiempo solo para sentirse nuevamente parte de los vivos por unos instantes que tenían de dolorosos lo que les volvía gloriosos.
Fue de esa manera, andando entre los vivos como si fuera una más que escucho aquel nombre que le llenaba de recuerdos… Henry. Lo escucho de unos pequeños niños que decían a sus padres sobre ir a ver a aquel mago y ella no pudo evitar pensar en él hermano de Alaric que conoció en vida; aquel que le contó todas las atrocidades que había cometido en contra de la persona que ella más amaba en esos momentos, por eso fue que no podía perdonarle. Recordarle solo traía a su memoria la manera en la que le gritaba que se alejara, que no deseaba verle más, que era un monstruo y le odiaba; palabras tristes que no había querido pronunciar realmente y que le habían hecho perder de su cercanía al segundo de los Bowlby que conoció.
Sin más por hacer y solo por el hecho de querer recordar el pasado, siguió a esa familia hasta el circo donde se llevaría a cabo el espectáculo. Se mezclo entre la gente como si fuera parte de ellos, a pesar de que todos le atravesaban diciendo que hacía frío o que sentían algo extraño. La vida de los fantasmas era triste, pero en lugares como aquel hasta la tristeza del pasado era fácilmente ignorable.
Neve siguió a la familia quedar cerca de una tarima, en la cual al parecer se exhibiría el espectáculo. Lentamente la gente llegó y se aglomero, llegando el punto en el que estaba simplemente ahí ocupando un espacio que pertenecía a otros.
Los aplausos llegaron cuando una bella chica salió a dar el anuncio del inicio de aquel maravilloso espectáculo, pero lo que en ningún momento imagino ella fue que cuando el mago aquel hizo acto de presencia fuera Henry Bowlby. De haber tenido la capacidad de desmayarse, lo hubiera hecho pero para los fantasmas no existía eso así que no tuvo más remedio que observar el espectáculo, verle con aquella sonrisa tan única y esa galantería que provocaba suspiros entre las asistentes al show; a pesar de que en algunos momentos pensó en irse, molesta por la forma en la que todo se desarrollaba, se quedo ahí con el simple pretexto de verlo más tiempo.
Cuando se anunció el final del show, sonrió a pesar de que nadie le viera y se alejo entre la multitud pero no se fue del lugar, sino que continuo mirando a Henry y todo lo que hacía durante mucho más tiempo, deseosa de poder hablar con él pero a la vez temerosa de lo que pudiera suceder si se encontraban nuevamente después de tanto tiempo.
Le siguió incluso cuando él volvió a lo que parecía ser la carpa donde se quedaba y armada de valor tomo su forma corpórea, diciendo a si misma que le pediría disculpas y entonces jamás volvería a buscarle nuevamente. Además tenía algunas dudas, ¿Había encontrado a Alaric? y de ser así ¿Podría decirle a ella donde verle una ultima vez?
Miro sus ropas, las mismas que llevaba desde su muerte y con pasos dudosos llego hasta la entrada de la carpa, ingresando sin llamar antes o anunciarse; solo una vez dentro fue que le llamó. - Henry… - habló con voz temerosa y tenue, observando a un lado y otro en busca de él.
Envy- Fantasma
- Mensajes : 26
Fecha de inscripción : 20/10/2013
Re: Cuando te encuentre | Henry
¿Cuánto tiempo hacía de aquello? Quizás demasiado. Su asistente le preparo todo para al día siguiente. Tenía la tarde libre. Escucho una voz que le llevo años atrás en sus recuerdos, en aquellos que tenía bien encerrados. Aquellos los ocupaba su único anhelo, una única persona se había quedado ahí solamente hasta que aquella voz sonó de nuevo en el interior de su tienda…pero tendría que ser cosa de su imaginación. No podría ser cierto que ella hubiera vuelto después de tantos años.
Él tenía 18-19 años cuando la vio por última vez. Habían pasado 10 años desde aquello. No, no le cabía en la cabeza que pudiera ser ella. Un jarrón que contenía agua fresca, se había roto en el pasto, haciendo que el interior fuera succionado por la tierra a sus pies. Él seguía estupefacto, negando en su mente, paralizado a vistas de otros. A esta no había que regalarle una caja de música.
Solamente, dos personas le conocían por ese nombre. Luna Bosh y Neve. Pensó en que podría ser alguna persona que tuviera un pariente que también se llamara como él, pero, no sabía los nombres de todos los parisinos de Paris.
Estaba en su “alcoba” un pequeño cuadrilátero enfundado con una apariencia exótica, telas a tonos marrones, lilas, ocres y verdes, sus bolsas con especias guardadas en cajas de madera catalogadas por tipos, ordenadas por orden alfabético. Le gustaba tenerlo todo ordenado, pero sus recuerdos no lo estaban, se estaban descomponiendo poco a poco, sus manos acariciaban su cabeza enredándose entre sus rizos, intentando reprimir aquellas visiones que aparecían de sus recuerdos, intentando ignorar los gritos de ira de Neve cuando le confeso lo que hizo aquella noche con su familia. Hubiera permitido, hubiera dado una vida feliz a Alaric si aquellas dos personas no se hubieran adelantado a sacarle del accidente. Ahora no sabía si debía ir o no a socorrer esa llamada que estaba llena de miedo. Y descarto la posibilidad de que pudiera ser Luna simplemente porque sabía que Luna entraba sin modales o más bien se abalanzaba dentro de la tienda.
Quizás fuera su oportunidad si aún estaba dispuesto a conquistarla. Debería de ser un monumento, una mujer hecha y derecha, con un cuerpo…Ay, se estaba poniendo bruto con tal de imaginársela así, ya era hermosa de por si cuando se separó de ella a temprana edad, pero algunas mujeres saben cómo cuidarse. ¡Vamos! –pensó- Tendría que envalentonarse algún día, pero para cuando se había dado cuenta, estaba huyendo de la tienda, gritando, riéndose por lo cobarde que era, alejándose del pasado
–¡¡¡Nooooo!!!-
Su sonido de guerra había sido algo parecido a lo que todos llaman “huida por la puerta grande” Seguramente la vio, no se fijó bien en una rubia que estaba a las puertas de su carpa, huyó y cuando creyó que estaba a salvo, se escondió tras la corteza de un gran árbol, su bolsa de mago –que más bien era para aparentar- cayo de sus manos, rodando hacia unos pasos más de los que Henry anduvo, cayo de rodillas, le costaba respirar, su mano en el pecho justo sobre su corazón, le decía que no estaba para trotes bruscos –Maldita sea…-suspiro profundamente, intentando respirar. No lo consiguió hasta cinco minutos después. Pero cuando supo que se habia recuperado un poco, bien tomo su bolsa-...Nadie me pillaraaaaa!!!!-Dijo saliendo de nuevo corriendo, saco de su bolsa un brebaje que tomaba para poder seguir en forma, para evitar cualquier malestar, ¡SI! Se recupero un poco, no, ¡bastante! Corrio a traves de la senda del bosque, siguio y siguio pero de nuevo se adentro dentro de aquel circo gitano, sabiendo que alguno le bloquearia el paso, ay como le pillaran, pero eso si, mientras corria, no supo detenerse, pero si saludo a un par de bellezones, diciendole con gestos con la mano "luego te veo" a otras dos muchachas lo mismo. Estaba corriendo, pero eso si, sin dejar en ningun momento su porte de Casanova con las trapecistas.....hasta que finalmente llego a ella.
Neve.
-Uhm...¿Ne-neve? ¿Co-como que tu por aqui? -Se quedo mirandola asombrado-...Estas geniaal!-Sonrio galán-....Disculpa...tengo prisa...-le dio un saludo con la mano para despues pasar rapidamente a su lado, desviando el rostro para poder pasar desapercibido, intentando no afrontar la verdad, pero sabia que tarde o temprano tendria que hacerlo. Se paró en seco. No supo porque lo hizo.
-¿Como te va?-Pregunto sin mirarla, sujetando la bolsa en su mano.
Él tenía 18-19 años cuando la vio por última vez. Habían pasado 10 años desde aquello. No, no le cabía en la cabeza que pudiera ser ella. Un jarrón que contenía agua fresca, se había roto en el pasto, haciendo que el interior fuera succionado por la tierra a sus pies. Él seguía estupefacto, negando en su mente, paralizado a vistas de otros. A esta no había que regalarle una caja de música.
Solamente, dos personas le conocían por ese nombre. Luna Bosh y Neve. Pensó en que podría ser alguna persona que tuviera un pariente que también se llamara como él, pero, no sabía los nombres de todos los parisinos de Paris.
Estaba en su “alcoba” un pequeño cuadrilátero enfundado con una apariencia exótica, telas a tonos marrones, lilas, ocres y verdes, sus bolsas con especias guardadas en cajas de madera catalogadas por tipos, ordenadas por orden alfabético. Le gustaba tenerlo todo ordenado, pero sus recuerdos no lo estaban, se estaban descomponiendo poco a poco, sus manos acariciaban su cabeza enredándose entre sus rizos, intentando reprimir aquellas visiones que aparecían de sus recuerdos, intentando ignorar los gritos de ira de Neve cuando le confeso lo que hizo aquella noche con su familia. Hubiera permitido, hubiera dado una vida feliz a Alaric si aquellas dos personas no se hubieran adelantado a sacarle del accidente. Ahora no sabía si debía ir o no a socorrer esa llamada que estaba llena de miedo. Y descarto la posibilidad de que pudiera ser Luna simplemente porque sabía que Luna entraba sin modales o más bien se abalanzaba dentro de la tienda.
Quizás fuera su oportunidad si aún estaba dispuesto a conquistarla. Debería de ser un monumento, una mujer hecha y derecha, con un cuerpo…Ay, se estaba poniendo bruto con tal de imaginársela así, ya era hermosa de por si cuando se separó de ella a temprana edad, pero algunas mujeres saben cómo cuidarse. ¡Vamos! –pensó- Tendría que envalentonarse algún día, pero para cuando se había dado cuenta, estaba huyendo de la tienda, gritando, riéndose por lo cobarde que era, alejándose del pasado
–¡¡¡Nooooo!!!-
Su sonido de guerra había sido algo parecido a lo que todos llaman “huida por la puerta grande” Seguramente la vio, no se fijó bien en una rubia que estaba a las puertas de su carpa, huyó y cuando creyó que estaba a salvo, se escondió tras la corteza de un gran árbol, su bolsa de mago –que más bien era para aparentar- cayo de sus manos, rodando hacia unos pasos más de los que Henry anduvo, cayo de rodillas, le costaba respirar, su mano en el pecho justo sobre su corazón, le decía que no estaba para trotes bruscos –Maldita sea…-suspiro profundamente, intentando respirar. No lo consiguió hasta cinco minutos después. Pero cuando supo que se habia recuperado un poco, bien tomo su bolsa-...Nadie me pillaraaaaa!!!!-Dijo saliendo de nuevo corriendo, saco de su bolsa un brebaje que tomaba para poder seguir en forma, para evitar cualquier malestar, ¡SI! Se recupero un poco, no, ¡bastante! Corrio a traves de la senda del bosque, siguio y siguio pero de nuevo se adentro dentro de aquel circo gitano, sabiendo que alguno le bloquearia el paso, ay como le pillaran, pero eso si, mientras corria, no supo detenerse, pero si saludo a un par de bellezones, diciendole con gestos con la mano "luego te veo" a otras dos muchachas lo mismo. Estaba corriendo, pero eso si, sin dejar en ningun momento su porte de Casanova con las trapecistas.....hasta que finalmente llego a ella.
Neve.
-Uhm...¿Ne-neve? ¿Co-como que tu por aqui? -Se quedo mirandola asombrado-...Estas geniaal!-Sonrio galán-....Disculpa...tengo prisa...-le dio un saludo con la mano para despues pasar rapidamente a su lado, desviando el rostro para poder pasar desapercibido, intentando no afrontar la verdad, pero sabia que tarde o temprano tendria que hacerlo. Se paró en seco. No supo porque lo hizo.
-¿Como te va?-Pregunto sin mirarla, sujetando la bolsa en su mano.
Henry Bowlby- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 22
Fecha de inscripción : 12/10/2013
Re: Cuando te encuentre | Henry
Sin respuesta. Su llamado no recibió palabras de respuesta, escucho en cambio como al parecer algo se volvía añicos y su cuerpo se estremeció ante ese sonido como si verdaderamente estuviera viva. Sonrío tristemente ante eso; para los que le veían de esa manera pasaba desapercibido que estaba muerta y era mejor de esa manera sobre todo si con quien pensaba encontrarse era alguien importante en su historia tal y como lo era Henry.
Desde su ubicación le era imposible ver a ese hombre y motivo de su desesperación ante la ausencia de palabras, decidió jugar con sus manos. Debía ser que Henry le reconoció y no deseaba verle más, no le parecía extraño si ese era el caso sobre todo después de que ella fuera la que se negó a verle más en primera instancia. No tenía forma o motivos para reclamarle, sin embargo solo deseaba verle una vez más, con eso se sentiría conforme.
Dio unos cuantos pasos más dentro, temerosos justo como el primero cuando más ruidos se escucharon en el interior de aquella carpa, solo para revelar la figura de Henry que con paso presuroso -por no decir que corría - se alejaba de aquel lugar. Al verlo no pudo evitar sonreír, hubiese llorado pero no le era posible; además de que él no se detuvo en ningún instante, la paso de largo dejando que su sonrisa se desvaneciera y una terrible molestia comenzara a surgir dentro de ella. No tenía el mínimo derecho y lo sabía, ya le había visto ¿no era eso lo que buscaba? al parecer solo mirarle no le era suficiente y tal vez tampoco lo fuera el que él le perdonase.
La furia interna ante aquel cobarde acto provoco que perdiera su corporeidad y le siguiera por el sitio. Corría como si la vida se le fuese a ir en ello y Neve era incapaz de darse cuenta del ¿por qué?. Ella fue la que le dijo que se alejara, Henry nunca había hecho algo malo, así que quien debía salir huyendo era ella misma no aquel que pasaba casi chocando con todo lo que se le atravesaba en el camino. Observo como se alejaba por la senda del bosque y con más molestia se percato como a ella no había tenido la mínima decencia de saludarle pero a aquellas mujeres les sonreía y saludaban cortésmente; la muerte debía de haberle sentado fatal para que no se dignara siquiera a dedicarle una sonrisa. Ese fue el punto en el que no resistió más y se adelanto a los pasos de él, para volverse nuevamente corpórea a la mitad de la senda manteniendo los brazos cruzados y la mirada al frente por donde sabía que él aparecería.
Una vez que Henry llegó hasta ella se detuvo en seco, diciendo su nombre como si fuera un espejismo - que en parte era - y solo siguió ahí, mirando a ese hombre, escuchando sus palabras, sintiendo como que era una estúpida por haber creído que él sería como antes. En algunos aspectos seguía siendo el mismo Henry, solo que este no le abrazaba y poco le miraba.
Miro su mano cuando él le saludo de esa forma que se le antojo tan fría. ¿Para eso había ido? Debía merecerse peores cosas pero aún así podía jurara que aquello le dolía; dolía tanto que no dijo nada y le dejo seguir avanzando hasta que esos pasos se detuvieron y la voz del brujo se escucho por la senda. Se giro, buscando mirarle y sonriendo, aunque su sonrisa no demostrara nada de felicidad, por el contrario mostraba un inmenso dolor. - Me va bien, Henry. Gracias por preguntar - era una cobarde. Una fantasma demasiado cobarde que si no iba a hacer nada era mejor que permitiera que él siguiera su camino y se olvidara de ella dejando su existencia como un sueño efímero.
No supo la razón, pero sus pies se movieron generando al parecer el único sonido en aquella senda y solo se detuvo hasta quedar muy cerca de él, tanto que con el mero hecho de estirar su mano podría tocarle, más no lo hizo. - ¿Eso es todo? No vas a gritar, a decir que me vaya, que me odias. No dirás nada más, Henry - su mano temblorosa se estiro, pero se detuvo a centímetros de la espalda del brujo - Voltea a verme, deja que te vea una ultima vez por favor - no lo merecía, pero aún así no podía evitar implorar por aquello.
Desde su ubicación le era imposible ver a ese hombre y motivo de su desesperación ante la ausencia de palabras, decidió jugar con sus manos. Debía ser que Henry le reconoció y no deseaba verle más, no le parecía extraño si ese era el caso sobre todo después de que ella fuera la que se negó a verle más en primera instancia. No tenía forma o motivos para reclamarle, sin embargo solo deseaba verle una vez más, con eso se sentiría conforme.
Dio unos cuantos pasos más dentro, temerosos justo como el primero cuando más ruidos se escucharon en el interior de aquella carpa, solo para revelar la figura de Henry que con paso presuroso -por no decir que corría - se alejaba de aquel lugar. Al verlo no pudo evitar sonreír, hubiese llorado pero no le era posible; además de que él no se detuvo en ningún instante, la paso de largo dejando que su sonrisa se desvaneciera y una terrible molestia comenzara a surgir dentro de ella. No tenía el mínimo derecho y lo sabía, ya le había visto ¿no era eso lo que buscaba? al parecer solo mirarle no le era suficiente y tal vez tampoco lo fuera el que él le perdonase.
La furia interna ante aquel cobarde acto provoco que perdiera su corporeidad y le siguiera por el sitio. Corría como si la vida se le fuese a ir en ello y Neve era incapaz de darse cuenta del ¿por qué?. Ella fue la que le dijo que se alejara, Henry nunca había hecho algo malo, así que quien debía salir huyendo era ella misma no aquel que pasaba casi chocando con todo lo que se le atravesaba en el camino. Observo como se alejaba por la senda del bosque y con más molestia se percato como a ella no había tenido la mínima decencia de saludarle pero a aquellas mujeres les sonreía y saludaban cortésmente; la muerte debía de haberle sentado fatal para que no se dignara siquiera a dedicarle una sonrisa. Ese fue el punto en el que no resistió más y se adelanto a los pasos de él, para volverse nuevamente corpórea a la mitad de la senda manteniendo los brazos cruzados y la mirada al frente por donde sabía que él aparecería.
Una vez que Henry llegó hasta ella se detuvo en seco, diciendo su nombre como si fuera un espejismo - que en parte era - y solo siguió ahí, mirando a ese hombre, escuchando sus palabras, sintiendo como que era una estúpida por haber creído que él sería como antes. En algunos aspectos seguía siendo el mismo Henry, solo que este no le abrazaba y poco le miraba.
Miro su mano cuando él le saludo de esa forma que se le antojo tan fría. ¿Para eso había ido? Debía merecerse peores cosas pero aún así podía jurara que aquello le dolía; dolía tanto que no dijo nada y le dejo seguir avanzando hasta que esos pasos se detuvieron y la voz del brujo se escucho por la senda. Se giro, buscando mirarle y sonriendo, aunque su sonrisa no demostrara nada de felicidad, por el contrario mostraba un inmenso dolor. - Me va bien, Henry. Gracias por preguntar - era una cobarde. Una fantasma demasiado cobarde que si no iba a hacer nada era mejor que permitiera que él siguiera su camino y se olvidara de ella dejando su existencia como un sueño efímero.
No supo la razón, pero sus pies se movieron generando al parecer el único sonido en aquella senda y solo se detuvo hasta quedar muy cerca de él, tanto que con el mero hecho de estirar su mano podría tocarle, más no lo hizo. - ¿Eso es todo? No vas a gritar, a decir que me vaya, que me odias. No dirás nada más, Henry - su mano temblorosa se estiro, pero se detuvo a centímetros de la espalda del brujo - Voltea a verme, deja que te vea una ultima vez por favor - no lo merecía, pero aún así no podía evitar implorar por aquello.
Envy- Fantasma
- Mensajes : 26
Fecha de inscripción : 20/10/2013
Re: Cuando te encuentre | Henry
-Solamente una oportunidad….Neve…-murmura para sí mismo o también para ella, ya como se lo hubiera querido tomar, pero ¿Qué haría el ahora? ¿Girarse y mirarla como si nada hubiera pasado? ¿Qué paso? ¿Por qué no le dijo que ella amaba a Alaric? ¿Por qué huyo? Ella fue la primera. –Solamente una oportunidad tuviste para decirme que te gustaba mi hermano…-se queda mirando al frente, se dio la vuelta-…¿Sabes que se va a casar? –La miro sin emoción alguna, como si un alma endiablada se hubiera cobijado en su interior, observando al ente-….Si…Es atractivo como esperábamos que fuera, ¿Qué quieres? Ha salido a los Bowlby…pero lo que me pregunto... ¿Porque a él? ¡DIME! –A primeras pensaba sacarle todo la información que pudiera, sabía que su hermano se casaría con una fulana de clase alta, como todas, pero no se quedaría de brazos cruzados, deseaba pasárselo en grande sacando primero información a Neve como se llamaba…ahora que la observaba detenidamente, echo cuentas.
-….¿Cómo es que no eres mayor? –Murmuro fijándose en sus ojos, aquellos ojos marrones con los que siempre había soñado o con los que había querido volver a ver de nuevo – Ósea se, no lo entiendo, deberías tener un cuerpo más…de mujer, han pasado varios años, aun tienes cuerpo de niñita…-levanto una ceja, aunque la verdad, por su valentía, levanto las manos y comenzó a arrastrarla de su cintura hacia él, la tocaba por su espalda, su cintura y su sonrisa socarrona había pasado a una más amplia sobre su rostro-….Ah…Bueno, al menos lo tienes todo en tu sitio…-susurro con sensualidad sobre su oído, al que después beso lentamente, pero la aparto de el con cierta brusquedad, sin importarle demasiado.
¿Qué era ese humo alrededor de ella? Alzo una ceja observando como su cuerpo se recomponía, o algo parecido, la observaba y vio como sus pies se iban coloreando un poco más opacos, parpadeo un par de veces, sentía su cuerpo tensándose mientras se rascaba los ojos, la miro y entonces la tomo de un brazo, acercándola a él y se quedó observándola a la cara-….Oye..-Tenía aquellos labios que le hubiera gustado besar alguna vez, los tenía tan cerca que por poco no los beso por pura postura orgullosa que ocupaba en esos momentos. Sintiéndose ahora mismo poseedor de tal pieza, de tal mujer frente a él, no quería estropear el momento, pero no pudo, beso aquellos labios y fue lo mejor que hizo en el día.
Se separó de Neve para poder coger un poco de aire. La soltó. Se separó de ella para poder darse cuenta de lo que hizo. Al fin la había besado.
-Neve…desde ahora te llamo así…-suspiro-….pero…solamente decirte que, eres la mujer más hermosa que he conocido, jamás te hubiera dejado sola…si es que te deje, sabes que fui yo, que te conté lo que le hice a mi familia, pero por ello no quiero que te alejes, eso está en pasado ¿Entiendes? Ahora mismo estoy confundido, porque las cuentas y tu belleza no me cuadran, somos…te veo como si…te veo como la última vez que tenía 18 años….-alza una ceja-…y ahora vienes aquí, exigiéndome que….¿Una última vez? ¿Pero de qué vas? No!-Volvió a acercarse a ella para cogerla a peso como si fuera una bolsa de patatas de campo, la metió en su tienda, la sello con magia y tumbo sobre su cama el cuerpo de Neve.
-¡Te amo, Neve! ¡ES QUE NO LO ENTIENDES! –Su alma había sido poseída por su necesidad de expresión. Al final lo había dicho, si, se lo dijo. ¡Lo había hecho! Después de tantos años, lo había dicho a la mujer que había amado. Parecería un poco cursi para él, pero no aguantaba más. Así que finalmente se lo dijo en el interior de su tienda – Puedo darte más que ese al que tengo por sangre, al que tengo por hermano, menos mal que no me conoce…-había comenzando hablando con ella, pero las últimas palabras las había ido escondiendo mientras giraba el rostro, dando finalidad a una pose a espaldas de Neve – Puedo…-Seguiría hablando pero cayo de repente en la cuenta de cuando pensaba en un vestuario nuevo para ella, había comenzado con los zapatos pero de los zapatos le llevo a la imagen de aquel humo de antes.
Se giró en el sitio muy lentamente-….¿Es…-trago lentamente-….¿Estas ….muerta? –Susurro pero audible dentro de la tienda. Henry se temía lo peor.
Por favor, que no fuese cierto.
-….¿Cómo es que no eres mayor? –Murmuro fijándose en sus ojos, aquellos ojos marrones con los que siempre había soñado o con los que había querido volver a ver de nuevo – Ósea se, no lo entiendo, deberías tener un cuerpo más…de mujer, han pasado varios años, aun tienes cuerpo de niñita…-levanto una ceja, aunque la verdad, por su valentía, levanto las manos y comenzó a arrastrarla de su cintura hacia él, la tocaba por su espalda, su cintura y su sonrisa socarrona había pasado a una más amplia sobre su rostro-….Ah…Bueno, al menos lo tienes todo en tu sitio…-susurro con sensualidad sobre su oído, al que después beso lentamente, pero la aparto de el con cierta brusquedad, sin importarle demasiado.
¿Qué era ese humo alrededor de ella? Alzo una ceja observando como su cuerpo se recomponía, o algo parecido, la observaba y vio como sus pies se iban coloreando un poco más opacos, parpadeo un par de veces, sentía su cuerpo tensándose mientras se rascaba los ojos, la miro y entonces la tomo de un brazo, acercándola a él y se quedó observándola a la cara-….Oye..-Tenía aquellos labios que le hubiera gustado besar alguna vez, los tenía tan cerca que por poco no los beso por pura postura orgullosa que ocupaba en esos momentos. Sintiéndose ahora mismo poseedor de tal pieza, de tal mujer frente a él, no quería estropear el momento, pero no pudo, beso aquellos labios y fue lo mejor que hizo en el día.
Se separó de Neve para poder coger un poco de aire. La soltó. Se separó de ella para poder darse cuenta de lo que hizo. Al fin la había besado.
-Neve…desde ahora te llamo así…-suspiro-….pero…solamente decirte que, eres la mujer más hermosa que he conocido, jamás te hubiera dejado sola…si es que te deje, sabes que fui yo, que te conté lo que le hice a mi familia, pero por ello no quiero que te alejes, eso está en pasado ¿Entiendes? Ahora mismo estoy confundido, porque las cuentas y tu belleza no me cuadran, somos…te veo como si…te veo como la última vez que tenía 18 años….-alza una ceja-…y ahora vienes aquí, exigiéndome que….¿Una última vez? ¿Pero de qué vas? No!-Volvió a acercarse a ella para cogerla a peso como si fuera una bolsa de patatas de campo, la metió en su tienda, la sello con magia y tumbo sobre su cama el cuerpo de Neve.
-¡Te amo, Neve! ¡ES QUE NO LO ENTIENDES! –Su alma había sido poseída por su necesidad de expresión. Al final lo había dicho, si, se lo dijo. ¡Lo había hecho! Después de tantos años, lo había dicho a la mujer que había amado. Parecería un poco cursi para él, pero no aguantaba más. Así que finalmente se lo dijo en el interior de su tienda – Puedo darte más que ese al que tengo por sangre, al que tengo por hermano, menos mal que no me conoce…-había comenzando hablando con ella, pero las últimas palabras las había ido escondiendo mientras giraba el rostro, dando finalidad a una pose a espaldas de Neve – Puedo…-Seguiría hablando pero cayo de repente en la cuenta de cuando pensaba en un vestuario nuevo para ella, había comenzado con los zapatos pero de los zapatos le llevo a la imagen de aquel humo de antes.
Se giró en el sitio muy lentamente-….¿Es…-trago lentamente-….¿Estas ….muerta? –Susurro pero audible dentro de la tienda. Henry se temía lo peor.
Por favor, que no fuese cierto.
Henry Bowlby- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/10/2013
Re: Cuando te encuentre | Henry
Era cierto, completa y absolutamente cierto que le gustaba Alaric en eso tenía razón Henry. No tenía ningún sentido en que ella dijese eso de nuevo, se lo dejó más que claro la ultima vez que se habían encontrado y eso termino por separarles hasta ese momento además Neve no iba a hacerle sufrir, no más de lo que ya se lastimaban con solo esa cercanía y ninguna buena palabra aún o mirada que se dirigieran. -No lo sabía. - Era triste escuchar eso que le decía, Alaric estaba pos casarse pero era algo que era obvio, no podía hacer nada más que desearle suerte y esperar verlo ser feliz porque ella, ya no tenía nada que ofrecer a nadie.
Los ojos de ambos se encontraron, carentes de cualquier emoción, hasta que lentamente la tristeza existente en cada fantasma amenazo con fluir de sus ojos y dejar que él la sintiera, pero no tenía caso. - Siempre fue atractivo para mi al igual que tu, no por nada son hermanos - Se limito a permanecer silente y guardar la respuesta que Henry esperaba que le diera solo para ella. La verdad del por qué eligió al menos de los Bowlby para ofrecerle sus afectos era meramente que se encontraba ciega de amor pero la muerte se había encargado de regalarle algo de claridad, le dejaba en claro día a día que él jamás sería de ella porque ya no existía más como humana.
Que doloroso era el mundo de las preguntas, más cuando las preguntabas dirigían a las direcciones que no se deseaban. Una sonrisa bañada de una extraña melancolía apareció en el rostro de la fantasma; era mayor, claro que si pero su cuerpo se encontraba congelado en el tiempo recordándole que estaba muerta. -Yo…- pensar en decirle “Henry, estoy muerta” era inconcebible por eso dejo que él hablara, le tocara suavemente con sus manos calidas y susurrara aquellas palabras pero la manera en que deposito un beso y después le alejo dejaron nuevamente su realmente inexistente cuerpo frío. - Debe ser que no como adecuadamente o que mi cuerpo será así siempre- solo se atrevió a decir aquella mentira.
Estaba ahí para disculparse y dejarle nuevamente, desaparecer y nunca más acercarse a él. De sobra se daba cuenta que estar juntos les provocaba daño, más del que en un inicio había creído que llegaría a provocar. Aún así se dejo guiar por la luz que sentía irradiar de él y de nueva cuenta acabo cerca de su calidez. Se quedaron en silencio, mirándose mutuamente hasta que el brujo le beso.
Una misteriosa onda calida le recorrió entera cuando sus labios se tocaron era tan maravilloso que creyó haber encontrado lo que se denominaba la luz al final del túnel y deseo no alejarse más de su lado, pensó entonces que quizás era un fantasma no por encontrar nuevamente a Alaric, sino para ver de nuevo a Henry, solo que eso se desvaneció cuando se alejo y los ojos de la fantasma vieron nuevamente al brujo frente a ella.
Confusión, eso era lo que estaba pasando por ambos. - No digas esas cosas, acabas de decir que sigo teniendo el cuerpo de niña y eso no es hermoso. Las cosas pasaron como pasaron Henry y si, será mejor que sea la ultima vez que tu y yo nos vemos porque solo lograremos salir peor si seguimos en contacto. Yo solo he venido a decirte algo que necesito y es todo…- antes de que pudiese decir cualquier otra cosa fue llevada de regreso hasta la tienda de él. No opuso resistencia alguna ya que debido a su naturaleza de fantasma sería capaz de desvanecerse y escapar en el momento que creyera conveniente pero por aquellos breves momentos aún necesitaba sentirle cerca.
De camino a la tienda tuvo la idea más ridícula jamás pensada por alguien. ¿Era realmente fantasma por Alaric o por Henry? Deseaba aún ver a Alaric o le guió desde siempre la luz de Henry, nunca antes se los había encontrado pero era extraño ver primero al mayor de los Bowlby, era probable que su ceguera de amor se hubiese desvanecido con su muerte o la desaparición de su vida del mayor de los hermanos y solo entonces se diese cuenta de que siempre le había amado a Henry.
Tirada en aquella cama se sintió enormemente miserable, el brujo le daba su corazón en aquella tienda que era nada más que su hogar, le ofrecía lo que tenía y ella no podía darle nada. ¿Qué podía ofrecerle cuando su cuerpo yacía bajo tierra?
Observó el rostro de Henry y de un momento a otro después de que le preguntara si es que estaba muerta le pareció verle envejecer de manera repentina. Con lentitud se dispuso a sentarse en la cama, sin dejar de mirar los ojos del brujo.
- Que triste…- estiró su mano y toco la mejilla de Henry con suavidad, le acariciaba solo para que el calor que despedía le diese la fortaleza para continuar hablando - me es imposible llorar externamente pero que todo se quede dentro es terrible, debieron permitir que los fantasmas fuésemos capaces de llorar nuestras penas y tristezas- su mano se mantuvo estática en aquella mejilla - te fuiste Henry… poco tiempo después enferme y… morí - la mano que permanecía en el rostro del brujo le abandono pero no así la mirada - no puedo estar por siempre en este mundo y es por eso que deseaba pedirte perdón, nunca quise decirte que te odiaba porque la verdad no te odio estoy creyendo ahora que te veo nuevamente que yo te…- el silencio se hizo presente en la tienda. No estaba segura de amarlo y de hacerlo nada le garantizaba que no desaparecería así que solo se guardo aquello para si misma.
-No puedo darte nada Henry, de todo lo que me ofreces yo no te daría nada porque no tengo nada- dejo de mirarlo- es por eso que no envejezco y por lo que será la ultima vez que nos veamos, creo que es lo justo para ti porque siempre te hago lo mismo… siempre te lastimo y no puedo hacerlo más, no te lo mereces- él al igual que Alaric se merecía la felicidad no estar preocupado por una fantasma.
Los ojos de ambos se encontraron, carentes de cualquier emoción, hasta que lentamente la tristeza existente en cada fantasma amenazo con fluir de sus ojos y dejar que él la sintiera, pero no tenía caso. - Siempre fue atractivo para mi al igual que tu, no por nada son hermanos - Se limito a permanecer silente y guardar la respuesta que Henry esperaba que le diera solo para ella. La verdad del por qué eligió al menos de los Bowlby para ofrecerle sus afectos era meramente que se encontraba ciega de amor pero la muerte se había encargado de regalarle algo de claridad, le dejaba en claro día a día que él jamás sería de ella porque ya no existía más como humana.
Que doloroso era el mundo de las preguntas, más cuando las preguntabas dirigían a las direcciones que no se deseaban. Una sonrisa bañada de una extraña melancolía apareció en el rostro de la fantasma; era mayor, claro que si pero su cuerpo se encontraba congelado en el tiempo recordándole que estaba muerta. -Yo…- pensar en decirle “Henry, estoy muerta” era inconcebible por eso dejo que él hablara, le tocara suavemente con sus manos calidas y susurrara aquellas palabras pero la manera en que deposito un beso y después le alejo dejaron nuevamente su realmente inexistente cuerpo frío. - Debe ser que no como adecuadamente o que mi cuerpo será así siempre- solo se atrevió a decir aquella mentira.
Estaba ahí para disculparse y dejarle nuevamente, desaparecer y nunca más acercarse a él. De sobra se daba cuenta que estar juntos les provocaba daño, más del que en un inicio había creído que llegaría a provocar. Aún así se dejo guiar por la luz que sentía irradiar de él y de nueva cuenta acabo cerca de su calidez. Se quedaron en silencio, mirándose mutuamente hasta que el brujo le beso.
Una misteriosa onda calida le recorrió entera cuando sus labios se tocaron era tan maravilloso que creyó haber encontrado lo que se denominaba la luz al final del túnel y deseo no alejarse más de su lado, pensó entonces que quizás era un fantasma no por encontrar nuevamente a Alaric, sino para ver de nuevo a Henry, solo que eso se desvaneció cuando se alejo y los ojos de la fantasma vieron nuevamente al brujo frente a ella.
Confusión, eso era lo que estaba pasando por ambos. - No digas esas cosas, acabas de decir que sigo teniendo el cuerpo de niña y eso no es hermoso. Las cosas pasaron como pasaron Henry y si, será mejor que sea la ultima vez que tu y yo nos vemos porque solo lograremos salir peor si seguimos en contacto. Yo solo he venido a decirte algo que necesito y es todo…- antes de que pudiese decir cualquier otra cosa fue llevada de regreso hasta la tienda de él. No opuso resistencia alguna ya que debido a su naturaleza de fantasma sería capaz de desvanecerse y escapar en el momento que creyera conveniente pero por aquellos breves momentos aún necesitaba sentirle cerca.
De camino a la tienda tuvo la idea más ridícula jamás pensada por alguien. ¿Era realmente fantasma por Alaric o por Henry? Deseaba aún ver a Alaric o le guió desde siempre la luz de Henry, nunca antes se los había encontrado pero era extraño ver primero al mayor de los Bowlby, era probable que su ceguera de amor se hubiese desvanecido con su muerte o la desaparición de su vida del mayor de los hermanos y solo entonces se diese cuenta de que siempre le había amado a Henry.
Tirada en aquella cama se sintió enormemente miserable, el brujo le daba su corazón en aquella tienda que era nada más que su hogar, le ofrecía lo que tenía y ella no podía darle nada. ¿Qué podía ofrecerle cuando su cuerpo yacía bajo tierra?
Observó el rostro de Henry y de un momento a otro después de que le preguntara si es que estaba muerta le pareció verle envejecer de manera repentina. Con lentitud se dispuso a sentarse en la cama, sin dejar de mirar los ojos del brujo.
- Que triste…- estiró su mano y toco la mejilla de Henry con suavidad, le acariciaba solo para que el calor que despedía le diese la fortaleza para continuar hablando - me es imposible llorar externamente pero que todo se quede dentro es terrible, debieron permitir que los fantasmas fuésemos capaces de llorar nuestras penas y tristezas- su mano se mantuvo estática en aquella mejilla - te fuiste Henry… poco tiempo después enferme y… morí - la mano que permanecía en el rostro del brujo le abandono pero no así la mirada - no puedo estar por siempre en este mundo y es por eso que deseaba pedirte perdón, nunca quise decirte que te odiaba porque la verdad no te odio estoy creyendo ahora que te veo nuevamente que yo te…- el silencio se hizo presente en la tienda. No estaba segura de amarlo y de hacerlo nada le garantizaba que no desaparecería así que solo se guardo aquello para si misma.
-No puedo darte nada Henry, de todo lo que me ofreces yo no te daría nada porque no tengo nada- dejo de mirarlo- es por eso que no envejezco y por lo que será la ultima vez que nos veamos, creo que es lo justo para ti porque siempre te hago lo mismo… siempre te lastimo y no puedo hacerlo más, no te lo mereces- él al igual que Alaric se merecía la felicidad no estar preocupado por una fantasma.
Envy- Fantasma
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Re: Cuando te encuentre | Henry
Henry cogió de uno de los cajones que había traído a su tienda una pulsera que servía en la magia negra y en utilidades de alto contenido. Era una tobillera de plata, con algunas cuentas rojas alrededor y enteramente elegante. Le había costado bastantes actuaciones para poder comprarla y algún que otro polvo solamente para hacer un favor a quien se lo compro. Acercándose con la pulsera miraba a Neve fijamente a esos ojos marrones, se arrodillo delante de ella y le coloco la tobillera sin decir palabra hasta que la atrapo de nuevo en la cama.
- ….Esta pulsera que te he puesto hace que no estés lejos de mi…-Alza su mano derecha para mostrarle un anillo con una gema roja, iguales a las de la tobillera-…y este anillo me dirá si estas cerca o lejos, cuando esta así, sin mostrar brillo alguno, significa que estas cerca de mí, como ahora lo estas….pero si se te ocurre ir a ver a alguien en particular….lo sabré….-Se separó de ella de una manera un poco brusca, fue a cerrar lo que era la tienda para que nadie supiera que estaba dentro, ni quería ser molestado. Los puños de su camisa se estaban desabrochando, para después dar paso a la hilera de botones de su camisa, su corbata que fue desanudada lentamente, con el siseo de una serpiente.
Su cuerpo se descubrió ante Neve mostrando así el lado derecho de la espalda aun algo sonrojada por la explosión que causo el mismo al haber matado a sus padres. Aquel parecía ser un castigo que siempre llevaría con él por haber hecho lo que hizo, porque él pensó que así sería mejor pero se llevo también una pequeña parte de aquella noche. Aquella quemadura que aun intentaba sanar con cremas que estaban a su límite, aun escocia tanto en cuerpo como en alma.
-Por cierto…-se giró a verla mientras se colocaba una camisa que usaba para dormir, una andrajosa y decorada con ilustraciones en tinta de historias del inframundo y similares. Se quedó en el sitio y después de varios segundos se acercó a la mesita de noche en donde tenía un regalo para ella. Se arrodillo ante ella y esperanzado por una respuesta.
-¿Te casas conmigo? – Y ahí lo dijo todo con una sonrisa y la poca sinceridad que le quedaba que lo reservaba para Neve, quien era para él su otra mitad…aun a pesar de estar muerta y atrapada en la otra vida. A sus metas, se añadió una nueva y era encontrar la forma de tener atrapada el alma de Neve dentro del mundo en el que vivían, que una vez hubiera completado su “objetivo” de lo que tuviera que hacer Neve aquí, que se quedara con él, o si no…el iría detrás de ella.
- ….Esta pulsera que te he puesto hace que no estés lejos de mi…-Alza su mano derecha para mostrarle un anillo con una gema roja, iguales a las de la tobillera-…y este anillo me dirá si estas cerca o lejos, cuando esta así, sin mostrar brillo alguno, significa que estas cerca de mí, como ahora lo estas….pero si se te ocurre ir a ver a alguien en particular….lo sabré….-Se separó de ella de una manera un poco brusca, fue a cerrar lo que era la tienda para que nadie supiera que estaba dentro, ni quería ser molestado. Los puños de su camisa se estaban desabrochando, para después dar paso a la hilera de botones de su camisa, su corbata que fue desanudada lentamente, con el siseo de una serpiente.
Su cuerpo se descubrió ante Neve mostrando así el lado derecho de la espalda aun algo sonrojada por la explosión que causo el mismo al haber matado a sus padres. Aquel parecía ser un castigo que siempre llevaría con él por haber hecho lo que hizo, porque él pensó que así sería mejor pero se llevo también una pequeña parte de aquella noche. Aquella quemadura que aun intentaba sanar con cremas que estaban a su límite, aun escocia tanto en cuerpo como en alma.
-Por cierto…-se giró a verla mientras se colocaba una camisa que usaba para dormir, una andrajosa y decorada con ilustraciones en tinta de historias del inframundo y similares. Se quedó en el sitio y después de varios segundos se acercó a la mesita de noche en donde tenía un regalo para ella. Se arrodillo ante ella y esperanzado por una respuesta.
-¿Te casas conmigo? – Y ahí lo dijo todo con una sonrisa y la poca sinceridad que le quedaba que lo reservaba para Neve, quien era para él su otra mitad…aun a pesar de estar muerta y atrapada en la otra vida. A sus metas, se añadió una nueva y era encontrar la forma de tener atrapada el alma de Neve dentro del mundo en el que vivían, que una vez hubiera completado su “objetivo” de lo que tuviera que hacer Neve aquí, que se quedara con él, o si no…el iría detrás de ella.
Henry Bowlby- Hechicero Clase Alta
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Re: Cuando te encuentre | Henry
El brujo se alejo, esa debió ser su oportunidad para escapar de todo aquello pero no quería hacerlo sin escuchar que él le dejaba partir. Las ideas se le volvían más ridículas cuando estaba al lado de Henry. Neve no necesitaba que él le dijera que podía irse en paz, pero una parte de ella sabía que si Henry se lo decía entonces todo para ella habría terminado en aquella tierra y el miedo le embargo. No quería irse, no quería dejar de verlo y deseaba ver aquella hermosa sonrisa suya por siempre.
Antes de darse cuenta realmente fue que le escucho dirigir palabra en su dirección. Habían estado mirándose y ella no se dio cuenta de lo que había hecho hasta que se miro el tobillo y vio la pulsera aquella. - Henry, no - Intento entonces cambiar su corporeidad y se dio cuenta de que la pulsera seguía ahí, en su tobillo, aquella magia que contenía se había vuelto una sola con la fantasma. Si ella se desvanecía lo haría también aquella pulsera. - ¿Qué estas diciendo? Escuchate Henry, piensas mantenerme presa en contra de mi voluntad a tu lado - negó suavemente - No puedo entonces siquiera hablar con quienes yo quiera sin tu permiso, esto es una tontería, he venido aquí a disculparme y… - sus ojos llegaron entonces al brujo que se alejaba nuevamente de ella y que comenzaba a sacarse la ropa de encima. No existió algo que pudiera decir, de haber sido humana estaría completamente sonrojada pero en su condición le era imposible estar de esa manera, así que solo le observo y con tristeza pudo contemplar la cicatriz en su espalda. No necesitaba que le dijera lo que era porque ella podía adivinarlo a la perfección; aquella marca era la señal que siempre perseguiría a Henry, recordándole que él había asesinado a su propia familia.
La mirada triste de ella le siguió, planear escapar ya no sería una buena idea, no considerando que ahora no sería capaz de estar muy lejos de él y de su alcance. Desvió ligeramente su mirada cuando se giro en dirección a ella, pero ya que la estuvo cubierto con lo que parecía ser su ropa de dormir le miro nuevamente, sin comprender que era lo que tenía planeado hacer ahora con aquella cajita que le mostraba. No lo supo ni siquiera cuando se arrodillo frente a ella, que se mantenía aún inmóvil. - ¿Qué locura estas diciendo? - se bajo de donde estaba y se puso frente a él, con la mirada cargada de la tristeza que no podía llorar - Henry, estoy muerta… ¿Qué quieres que te de? No puedo darte una vida feliz Henry, no voy a envejecer y seguramente algún día desapareceré y entonces ¿Qué harás? decir que estabas casado con una mujer que un día se desvaneció - sostuvo entonces una piedra pequeña que estaba por ahí y la puso frente a Henry solo para después dejar que la piedra atravesara su mano y terminara cayendo al piso - No puedo tener un anillo, no puedo casarme contigo.
Se levanto y le dio la espalda, comenzando a avanzar por aquella tienda y después de permanecer un buen rato en silencio, pensando sobre su situación fue que encaro al brujo. - No tengo ningún sitio al cual ir, ya no se a donde pertenezco - se decía que era la soledad la que le llevaba a decir aquellas palabras, pero en realidad todo era mucho más que eso, porque desde que Henry apareció en su vida su destino había estado escrito - Si estas bien con tener una esposa que esta muerta y que no podrá darte todo cuanto deseas entonces… me casare contigo pero… - le miro fijamente - deberás llevarme a ver a Alaric y dejarme habla con él una ultima vez - las condiciones habían sido lanzadas y aunque lo que decía le dolería a Henry, ahora solo buscaba despedirse de Alaric para entonces nunca más separarse del brujo.
Antes de darse cuenta realmente fue que le escucho dirigir palabra en su dirección. Habían estado mirándose y ella no se dio cuenta de lo que había hecho hasta que se miro el tobillo y vio la pulsera aquella. - Henry, no - Intento entonces cambiar su corporeidad y se dio cuenta de que la pulsera seguía ahí, en su tobillo, aquella magia que contenía se había vuelto una sola con la fantasma. Si ella se desvanecía lo haría también aquella pulsera. - ¿Qué estas diciendo? Escuchate Henry, piensas mantenerme presa en contra de mi voluntad a tu lado - negó suavemente - No puedo entonces siquiera hablar con quienes yo quiera sin tu permiso, esto es una tontería, he venido aquí a disculparme y… - sus ojos llegaron entonces al brujo que se alejaba nuevamente de ella y que comenzaba a sacarse la ropa de encima. No existió algo que pudiera decir, de haber sido humana estaría completamente sonrojada pero en su condición le era imposible estar de esa manera, así que solo le observo y con tristeza pudo contemplar la cicatriz en su espalda. No necesitaba que le dijera lo que era porque ella podía adivinarlo a la perfección; aquella marca era la señal que siempre perseguiría a Henry, recordándole que él había asesinado a su propia familia.
La mirada triste de ella le siguió, planear escapar ya no sería una buena idea, no considerando que ahora no sería capaz de estar muy lejos de él y de su alcance. Desvió ligeramente su mirada cuando se giro en dirección a ella, pero ya que la estuvo cubierto con lo que parecía ser su ropa de dormir le miro nuevamente, sin comprender que era lo que tenía planeado hacer ahora con aquella cajita que le mostraba. No lo supo ni siquiera cuando se arrodillo frente a ella, que se mantenía aún inmóvil. - ¿Qué locura estas diciendo? - se bajo de donde estaba y se puso frente a él, con la mirada cargada de la tristeza que no podía llorar - Henry, estoy muerta… ¿Qué quieres que te de? No puedo darte una vida feliz Henry, no voy a envejecer y seguramente algún día desapareceré y entonces ¿Qué harás? decir que estabas casado con una mujer que un día se desvaneció - sostuvo entonces una piedra pequeña que estaba por ahí y la puso frente a Henry solo para después dejar que la piedra atravesara su mano y terminara cayendo al piso - No puedo tener un anillo, no puedo casarme contigo.
Se levanto y le dio la espalda, comenzando a avanzar por aquella tienda y después de permanecer un buen rato en silencio, pensando sobre su situación fue que encaro al brujo. - No tengo ningún sitio al cual ir, ya no se a donde pertenezco - se decía que era la soledad la que le llevaba a decir aquellas palabras, pero en realidad todo era mucho más que eso, porque desde que Henry apareció en su vida su destino había estado escrito - Si estas bien con tener una esposa que esta muerta y que no podrá darte todo cuanto deseas entonces… me casare contigo pero… - le miro fijamente - deberás llevarme a ver a Alaric y dejarme habla con él una ultima vez - las condiciones habían sido lanzadas y aunque lo que decía le dolería a Henry, ahora solo buscaba despedirse de Alaric para entonces nunca más separarse del brujo.
Envy- Fantasma
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Re: Cuando te encuentre | Henry
No, no le gustaba esa idea para nada de nada….pero tenía que verla como su esposa, tenía que ser de él y no de su hermano. Se había pasado toda su maldita vida en busca de la venganza contra los que una vez fueron sus padres y decididamente le quitaron el derecho de vivir bajo el mismo techo. Sinceramente, estaba casi de conseguirlo cuando le vino con esos remilgos de mujer-…Dime que no son ese tipo de remilgos que las mujeres tienen antes de casarse o cosas así…-suspiro comenzando a andar por la tienda, pensando en sí debería dejarla ver a su hermano, eso sí estaba vivo.
Tenía en mente también dejarla engañada, decirle que irían a ver a su hermano si estaba vivo y coleando antes de la boda, como pre-regalo de bodas por así decirlo, o no engañarla y ser bueno con ella pues Neve había sido la única persona que había convencido a Henry de que el amor existía en forma de mujer y que no había que desaprovechar cierta oportunidad de estar con una mujer como ella. En tal caso, la amaba desde siempre y no querría que se fuera de su lado.
Pero Henry, volvió al lado de su amada y comenzó a acariciarle los hombros lentamente con las manos, se acercó a besarla lentamente-…Esta bien…será como digas…-Acto seguido, le acaricio la mejilla con el pulgar para después volver a probar el cáliz de esos labios que tanto le gustaba gustar, no se separaba de ellos, seguía besándola mientras sus manos iban, una por sus hebras doradas y la que estaba libre se dirigió hacia la cintura de esta que aun siendo como era, la alzo de la cintura para acomodarla cerca de él, acomodarla en medio de la cama y él yéndose con ella automáticamente.
Cerca, los dos, nadie más y las estrellas como testigos, las sombras de ellos reflectadas por la luz de las velas que alumbraban aquel cubículo de telas exóticas y de decoración zíngara. Henry se había situado cerca de Neve, entre sus piernas y lentamente, con ella debajo comenzó a observar su belleza-…No recuerdo si eres virgen…-alzo una de sus cejas, aquello le había parecido tierno por su parte, sacudió la cabeza en busca de volver a concentrarse en lo que quería hacer con ella esa noche.
-Neve…Neve meus eris hodie omnimodo.... memoriis oblitaque Alaricum (Neve, esta noche, serás mía en todos los sentidos, olvidando a Alaric y todos sus recuerdos con el....)…-Recitó Henry al oído de su amada quien la tenía debajo de su fornido cuerpo y acto seguido, beso su escote que poco le dejaba ver ese vestido, y finalmente, tomo su tobillo para besar la gema carmesí con el que comenzó a ejecutarse aquel hechizo sobre Neve y acto seguido, sin esperar nada a cambio volvió a besarla con cierto desenfreno mientras ahora sus manos se dedicaban a acariciar su pierna lentamente, desde la rodilla hasta que la iba metiendo lentamente por el interior de aquella falda, llegando a sus nalgas, masajeándolas, sintiendo escalofríos al notar la tersidad de aquella piel y en donde apretó acercándola a su cuerpo para que ambos centros hicieran cierta fricción.
Tenía en mente también dejarla engañada, decirle que irían a ver a su hermano si estaba vivo y coleando antes de la boda, como pre-regalo de bodas por así decirlo, o no engañarla y ser bueno con ella pues Neve había sido la única persona que había convencido a Henry de que el amor existía en forma de mujer y que no había que desaprovechar cierta oportunidad de estar con una mujer como ella. En tal caso, la amaba desde siempre y no querría que se fuera de su lado.
Pero Henry, volvió al lado de su amada y comenzó a acariciarle los hombros lentamente con las manos, se acercó a besarla lentamente-…Esta bien…será como digas…-Acto seguido, le acaricio la mejilla con el pulgar para después volver a probar el cáliz de esos labios que tanto le gustaba gustar, no se separaba de ellos, seguía besándola mientras sus manos iban, una por sus hebras doradas y la que estaba libre se dirigió hacia la cintura de esta que aun siendo como era, la alzo de la cintura para acomodarla cerca de él, acomodarla en medio de la cama y él yéndose con ella automáticamente.
Cerca, los dos, nadie más y las estrellas como testigos, las sombras de ellos reflectadas por la luz de las velas que alumbraban aquel cubículo de telas exóticas y de decoración zíngara. Henry se había situado cerca de Neve, entre sus piernas y lentamente, con ella debajo comenzó a observar su belleza-…No recuerdo si eres virgen…-alzo una de sus cejas, aquello le había parecido tierno por su parte, sacudió la cabeza en busca de volver a concentrarse en lo que quería hacer con ella esa noche.
-Neve…Neve meus eris hodie omnimodo.... memoriis oblitaque Alaricum (Neve, esta noche, serás mía en todos los sentidos, olvidando a Alaric y todos sus recuerdos con el....)…-Recitó Henry al oído de su amada quien la tenía debajo de su fornido cuerpo y acto seguido, beso su escote que poco le dejaba ver ese vestido, y finalmente, tomo su tobillo para besar la gema carmesí con el que comenzó a ejecutarse aquel hechizo sobre Neve y acto seguido, sin esperar nada a cambio volvió a besarla con cierto desenfreno mientras ahora sus manos se dedicaban a acariciar su pierna lentamente, desde la rodilla hasta que la iba metiendo lentamente por el interior de aquella falda, llegando a sus nalgas, masajeándolas, sintiendo escalofríos al notar la tersidad de aquella piel y en donde apretó acercándola a su cuerpo para que ambos centros hicieran cierta fricción.
Henry Bowlby- Hechicero Clase Alta
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Re: Cuando te encuentre | Henry
Si a Henry no le importaba tenerla de esa manera entonces ella aprovecharía aquella petición para poder ver al menor de los Bowlby y decirle que le había querido mucho, que siempre espero haber podido ser su esposa pero que las circunstancias eran diferentes; que deseaba que fuera sumamente feliz y que ella protegería a Henry, eternamente. Le miro firme y cruzo los brazos frente a si, como si fuera realmente una mujer a la cual le han pedido matrimonio y podrá casarse y ser feliz. Neve siempre había deseado en vida casarse con Alaric, ahora que estaba muerta terminaría quizás casada con Henry. - Pues si, es un remilgo de mujer antes de casarme contigo así que si lo aceptas entonces nos casaremos, cuando tu digas y donde tu digas - el tiempo era muy diferente cuando se estaba muerto y por eso, respecto al día, era indiferente - pero si no aceptas, entonces encontrare la forma de librarme de la tobillera y no volverás a verme - estaba decidida a que las cosas fueran de la manera más adecuada, aunque eso terminara por lastimar nuevamente al brujo.
Le miro acercarse de nueva cuenta hasta donde se encontraba, no estaba segura de que sus palabras hicieran algún cambio en la forma en que Henry veía las cosas, aún así cuando se acerco a besarla le respondió. Sonrió para el brujo al escuchar que accedía a sus peticiones, solo para ser nuevamente arrastrada por el calor de sus labios, esa onda que le hacía sentir viva de nuevo, algo que había creído perdido por siempre. Notando aquellos pequeños detalles es que se pregunto ¿Qué sería capaz de sentir al lado de Henry? Sería él capaz de despertar algo en ella parecido a esa calidez o mejor aún, le el amor que profesaba el brujo por ella le llevaría a sentirle. Nada más existía para la fantasma estando cerca del brujo, o no lo fue hasta que se dio cuenta de que ya no estaban parados sino que de nuevo estaban en la cama aquella y que sobre su cuerpo se encontraba Henry.
Rió ante su pregunta, le parecía tierna la manera en la que le cuestionaba esa clase de cosas después de haberle pedido que fuera su esposa. - Debiste preguntar eso antes, ahora solo debería importarte que me casare contigo y nada más que eso - le sonrío, pasando sus dedos por la mejilla de aquel que se convertiría en su esposo - pero si tranquiliza tu espíritu. Nunca bese a nadie Henry y claro que soy virgen - rió amargamente - estuve reservándome para cuando me casara y nunca me imagine que moriría antes de eso.
Era fascinante para Neve escuchar la manera en la que Henry pronunciaba su nombre. No pudo evitar que unos inútiles celos le inundaran la mantee al preguntarse a cuantas más habría llamado con esa voz, cuantos nombres habría susurrado en las noches en las que no deseaba estar a solas. Todas esas mujeres que podían darle lo que el esperaba, ella… no era más que un espíritu sin un cuerpo que pudiera sentir realmente placer o dolor, todo estaba concentrado en su espíritu. Aquello le fue confirmado cuando le beso el escote, solo la calidez hacía acto de presencia y nada más que eso. Era incapaz de sentir cualquier cosa o hasta aquellos momentos así había sido. El mayor de los Bowlby beso la gema que usaba en la tobillera que le puso para que no escapara de él y algo raro paso; había sido como una descarga que le recorrió en su forma corpórea - ¿Qué fue eso? - pregunto a Henry, que solo sonreía para nuevamente devorar sus labios. Fue cuando lo sintió, algo que sino se equivocaba llamaba escalofrío cuando estaba viva; esa sensación provenía de su pierna, donde se encontraba la mano del brujo.
Estaba segura de que aquella tobillera tenia algo que ver con todo eso, lo que sentía eran cosas humanas, cosas que su cuerpo alguna vez experimento de cierta manera pero que había olvidado exactamente como es que se llamaban. Con lo que fuera que había hecho, era incluso como que necesitaba aire… ¿O era algo más? - ¿Qué hiciste? ¿Qué pasa? - pregunto entre susurros dando un respingo cuando el brujo tocaba sus nalgas. Algo parecido a un jadeo humana o fue liberado de entre sus labios cuando él se rozo contra ella y sumida en el pánico de eso que era “nuevo” le empujo - ¡NO!
Henry solo termino al lado de ella y Neve se miro las manos. - Fue mi imaginación… - susurro para si, pero deseando comprobar aquello y de un movimiento termino a horcajadas sobre las caderas del brujo - Es todo una mentira ¿verdad? - sin pensar mucho más tomo las manos de Henry y las llevo a donde estaba su escote, pero la sensación era de nuevo muy clara y no pudo más que mirarle - es raro esto, juraría que siento pero es imposible.
Le miro acercarse de nueva cuenta hasta donde se encontraba, no estaba segura de que sus palabras hicieran algún cambio en la forma en que Henry veía las cosas, aún así cuando se acerco a besarla le respondió. Sonrió para el brujo al escuchar que accedía a sus peticiones, solo para ser nuevamente arrastrada por el calor de sus labios, esa onda que le hacía sentir viva de nuevo, algo que había creído perdido por siempre. Notando aquellos pequeños detalles es que se pregunto ¿Qué sería capaz de sentir al lado de Henry? Sería él capaz de despertar algo en ella parecido a esa calidez o mejor aún, le el amor que profesaba el brujo por ella le llevaría a sentirle. Nada más existía para la fantasma estando cerca del brujo, o no lo fue hasta que se dio cuenta de que ya no estaban parados sino que de nuevo estaban en la cama aquella y que sobre su cuerpo se encontraba Henry.
Rió ante su pregunta, le parecía tierna la manera en la que le cuestionaba esa clase de cosas después de haberle pedido que fuera su esposa. - Debiste preguntar eso antes, ahora solo debería importarte que me casare contigo y nada más que eso - le sonrío, pasando sus dedos por la mejilla de aquel que se convertiría en su esposo - pero si tranquiliza tu espíritu. Nunca bese a nadie Henry y claro que soy virgen - rió amargamente - estuve reservándome para cuando me casara y nunca me imagine que moriría antes de eso.
Era fascinante para Neve escuchar la manera en la que Henry pronunciaba su nombre. No pudo evitar que unos inútiles celos le inundaran la mantee al preguntarse a cuantas más habría llamado con esa voz, cuantos nombres habría susurrado en las noches en las que no deseaba estar a solas. Todas esas mujeres que podían darle lo que el esperaba, ella… no era más que un espíritu sin un cuerpo que pudiera sentir realmente placer o dolor, todo estaba concentrado en su espíritu. Aquello le fue confirmado cuando le beso el escote, solo la calidez hacía acto de presencia y nada más que eso. Era incapaz de sentir cualquier cosa o hasta aquellos momentos así había sido. El mayor de los Bowlby beso la gema que usaba en la tobillera que le puso para que no escapara de él y algo raro paso; había sido como una descarga que le recorrió en su forma corpórea - ¿Qué fue eso? - pregunto a Henry, que solo sonreía para nuevamente devorar sus labios. Fue cuando lo sintió, algo que sino se equivocaba llamaba escalofrío cuando estaba viva; esa sensación provenía de su pierna, donde se encontraba la mano del brujo.
Estaba segura de que aquella tobillera tenia algo que ver con todo eso, lo que sentía eran cosas humanas, cosas que su cuerpo alguna vez experimento de cierta manera pero que había olvidado exactamente como es que se llamaban. Con lo que fuera que había hecho, era incluso como que necesitaba aire… ¿O era algo más? - ¿Qué hiciste? ¿Qué pasa? - pregunto entre susurros dando un respingo cuando el brujo tocaba sus nalgas. Algo parecido a un jadeo humana o fue liberado de entre sus labios cuando él se rozo contra ella y sumida en el pánico de eso que era “nuevo” le empujo - ¡NO!
Henry solo termino al lado de ella y Neve se miro las manos. - Fue mi imaginación… - susurro para si, pero deseando comprobar aquello y de un movimiento termino a horcajadas sobre las caderas del brujo - Es todo una mentira ¿verdad? - sin pensar mucho más tomo las manos de Henry y las llevo a donde estaba su escote, pero la sensación era de nuevo muy clara y no pudo más que mirarle - es raro esto, juraría que siento pero es imposible.
Envy- Fantasma
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Fecha de inscripción : 20/10/2013
Re: Cuando te encuentre | Henry
Le había hecho que sintiera mucho más deseo de estar con el que con Alaric, aunque el solamente asintió con la cabeza -….Solamente la pulsera te hace ser un poco más…humana…-intentaba explicárselo-…Simplemente, hace que compartamos el placer de cada uno….-Sus manos entonces fueron a sus nalgas, estrujándolas nuevamente mientras giraba por la cama hasta quedarse sobre ella, sus manos fueron hasta aquel escote entreabierto por unos lazos mal atados, tiro de ellos y después de su escote para abrírselo y ver por fin sus senos a los que cuando los vio, no pudo sentir que su “amiguito” se estiraba a favor de aquella esplendorosa vista.
-..A pesar de estar muerta….tienes un cuerpo precioso…-sus manos cubrieron aquella piel pálida, donde unas aureolas rosadas se tensaban junto con los pezones que Henry comenzó a pellizcar mientras iba acercando sus labios a los ajenos, sus caderas arremetiendo con cierta picardía contra las ajenas-….¿lo notas? ¿Notas este deseo que siento hacia ti, Neve? –movía una y otra vez sus caderas de tal modo que ella le notara, quería verla húmeda y con el artefacto que construyo, le sería para ambos más fácil poder sentir placer. No habría interrupciones de ningún tipo si nadie les gritara o les dijera algo. Ahora era tiempo para él y para su amada Neve, Envy, como quisiera llamarse en estos días.
Su odio solo lo tenía hacia su hermano y hacia aquella familia que no quería brujos en su familia, que le echaron de casa, llevándolo a un orfanato, a un sitio donde nunca le gusto vivir hasta que tomo las riendas y se fue para planear su venganza. Lo consiguió y -…Los mate…-Dijo sin saber que lo dijo en voz alta -…maté…a una persona solo porque…me dijo que habías muerto, no me lo creía…pero nadie sabe….-Murmura rápidamente para evadir lo que era verdad, sus palabras habían salido creíbles a su buena fortuna…y no le había dicho sobre su crimen…aunque intuía de que ella era su cómplice. Sacudió su cabeza, mirando a los lados algo aturdido, distraído de repente -….Neve…-De repente había perdido el libido del placer. Estaba sobre Neve de una manera posesiva, asegurándole buenos roces de placer pero estaba ahí sin hacer nada-…Yo…yo…-Comenzaba a tartamudear y solo le pasaba cuando comenzaba a pasarlo demasiado mal, cuando le entraban los nervios en el cuerpo y la palabra se le atascaba.
-No…perdí la concentración…-sus manos las puso sobre sus piernas para apoyar en ellas su cabeza, arrastrando sus dedos por sus hebras castañas, se las agarro por varios segundos mostrando algo de desesperación en volver a encontrar las ganas de hacer suya a Neve, a su amada, pero el recuerdo le reclamaba en esos momentos-….Iré a traerte algunas flores….eso me relaja….-Sinceramente, si, le relajaba por que se ponía a contar y a hacer el diseño del ramo que segundos después le daría en mano.
-..A pesar de estar muerta….tienes un cuerpo precioso…-sus manos cubrieron aquella piel pálida, donde unas aureolas rosadas se tensaban junto con los pezones que Henry comenzó a pellizcar mientras iba acercando sus labios a los ajenos, sus caderas arremetiendo con cierta picardía contra las ajenas-….¿lo notas? ¿Notas este deseo que siento hacia ti, Neve? –movía una y otra vez sus caderas de tal modo que ella le notara, quería verla húmeda y con el artefacto que construyo, le sería para ambos más fácil poder sentir placer. No habría interrupciones de ningún tipo si nadie les gritara o les dijera algo. Ahora era tiempo para él y para su amada Neve, Envy, como quisiera llamarse en estos días.
Su odio solo lo tenía hacia su hermano y hacia aquella familia que no quería brujos en su familia, que le echaron de casa, llevándolo a un orfanato, a un sitio donde nunca le gusto vivir hasta que tomo las riendas y se fue para planear su venganza. Lo consiguió y -…Los mate…-Dijo sin saber que lo dijo en voz alta -…maté…a una persona solo porque…me dijo que habías muerto, no me lo creía…pero nadie sabe….-Murmura rápidamente para evadir lo que era verdad, sus palabras habían salido creíbles a su buena fortuna…y no le había dicho sobre su crimen…aunque intuía de que ella era su cómplice. Sacudió su cabeza, mirando a los lados algo aturdido, distraído de repente -….Neve…-De repente había perdido el libido del placer. Estaba sobre Neve de una manera posesiva, asegurándole buenos roces de placer pero estaba ahí sin hacer nada-…Yo…yo…-Comenzaba a tartamudear y solo le pasaba cuando comenzaba a pasarlo demasiado mal, cuando le entraban los nervios en el cuerpo y la palabra se le atascaba.
-No…perdí la concentración…-sus manos las puso sobre sus piernas para apoyar en ellas su cabeza, arrastrando sus dedos por sus hebras castañas, se las agarro por varios segundos mostrando algo de desesperación en volver a encontrar las ganas de hacer suya a Neve, a su amada, pero el recuerdo le reclamaba en esos momentos-….Iré a traerte algunas flores….eso me relaja….-Sinceramente, si, le relajaba por que se ponía a contar y a hacer el diseño del ramo que segundos después le daría en mano.
Henry Bowlby- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/10/2013
Re: Cuando te encuentre | Henry
Humana. Eso que ya no era se lo regalaba Henry, quizás fuera meramente un hechizo que tarde o temprano terminaría pero podía sentirle cerca de ella, el calor ajeno estaba presente en ella también y además del regalo de aquellas sensaciones le era regalado ese momento que siempre espero llegar a tener y del cual se vio privada una vez que su cuerpo humano no le fue más útil. - Pero Henry, ¿eso es posible?… - la pregunta estaba de sobra, porque su cuerpo le estaba dando todas las respuestas que necesitaba en esos instantes. Jadeo y se sujeto firme de los hombros del brujo que ahora estaban sobre ella y por extraño que le pareciera el poder desprenderse de lo que eran ropas que creía usaría siempre era bastante relajante aunque al mismo tiempo temía que todo aquello llegara a su fin y el hechizo de su falsa humanidad momentánea desapareciera.
- Es el mismo cuerpo que tenia al morir, no soy más que una niña Henry, aún tengo en parte un cuerpo infantil - a pesar de que él deslizo sus manos por parte de su cuerpo y eso le daba una sensación sumamente agradable y novedosa le miro con pesar. Una vez más venia a su mente la idea de ver otras mujeres en su lecho, mujeres de verdad n0 solamente una que intentaba serlo - Debes de haber tenido a tu lado cuerpos mejores - susurro, tratando de aferrarse a todas esas ideas y temores que lentamente eran alejadas de su mente conforme Henry se movía contra su cuerpo y exploraba el cuerpo que ningún hombre nunca llego a tocar. Enredo sus dedos en los cabellos del brujo, le gustaba eso. Tenerle tan cerca y notar como aquella masculinidad era rozada contra ella - Henry… - jadeo su nombre - sí, lo noto… - imposible que no le sintiera o que dijera que ella no le deseaba. Alaric había pasado a un segundo plano, como siempre sucedió desde que conociera a Henry, porque desde ese momento ella le había amado a él por más que hubiese tratado de aferrarse al menor de los Bowlby.
Busco aquellos labios para impedir que siguiera hablando y pensara en cosas que le provocaban una expresión sombría. No deseaba verle de esa manera, quería que sonriera para ella y que se enfocara solo en que estaban ambos ahí, que notara que estaba dispuesta a ser suya y a olvidar absolutamente a Alaric. - Tranquilo Henry - le beso el cuello hasta que se percato que se alejaba de ella - Yo… - se quedo mirándole sin comprender del todo el por qué se alejaba de ella. Envy no pudo más que sentarse en aquella cama y cubrirse los senos; sus pensamientos estaban enfocados en hacerle creer que lo que le había quitado la concentración y el deseo a Henry era solamente su infantil cuerpo - no te vayas… no me dejes…lamento que mi cuerpo no sea lo que esperas pero si quieres relajarte y estar a solas… yo soy la que me iré - esas incontrolables pero inútiles ganas de llorar volvían a ella y cuidadosamente se levanto, cubriendo aquellas partes desnudas.
Estaba por irse de aquel lugar, pero algo se lo impedía. No sabía si era ella misma o aquella tobillera que usaba pero termino por mirar a Henry con dolor - Me…mejor ve por las flores si quieres, yo te esperare - se sentía inútil, incapaz de lograr alejarse de él, sino se iba el brujo en los siguientes segundos se creía capaz de implorarle que le hiciera suya aunque no le deseara realmente.
- Es el mismo cuerpo que tenia al morir, no soy más que una niña Henry, aún tengo en parte un cuerpo infantil - a pesar de que él deslizo sus manos por parte de su cuerpo y eso le daba una sensación sumamente agradable y novedosa le miro con pesar. Una vez más venia a su mente la idea de ver otras mujeres en su lecho, mujeres de verdad n0 solamente una que intentaba serlo - Debes de haber tenido a tu lado cuerpos mejores - susurro, tratando de aferrarse a todas esas ideas y temores que lentamente eran alejadas de su mente conforme Henry se movía contra su cuerpo y exploraba el cuerpo que ningún hombre nunca llego a tocar. Enredo sus dedos en los cabellos del brujo, le gustaba eso. Tenerle tan cerca y notar como aquella masculinidad era rozada contra ella - Henry… - jadeo su nombre - sí, lo noto… - imposible que no le sintiera o que dijera que ella no le deseaba. Alaric había pasado a un segundo plano, como siempre sucedió desde que conociera a Henry, porque desde ese momento ella le había amado a él por más que hubiese tratado de aferrarse al menor de los Bowlby.
Busco aquellos labios para impedir que siguiera hablando y pensara en cosas que le provocaban una expresión sombría. No deseaba verle de esa manera, quería que sonriera para ella y que se enfocara solo en que estaban ambos ahí, que notara que estaba dispuesta a ser suya y a olvidar absolutamente a Alaric. - Tranquilo Henry - le beso el cuello hasta que se percato que se alejaba de ella - Yo… - se quedo mirándole sin comprender del todo el por qué se alejaba de ella. Envy no pudo más que sentarse en aquella cama y cubrirse los senos; sus pensamientos estaban enfocados en hacerle creer que lo que le había quitado la concentración y el deseo a Henry era solamente su infantil cuerpo - no te vayas… no me dejes…lamento que mi cuerpo no sea lo que esperas pero si quieres relajarte y estar a solas… yo soy la que me iré - esas incontrolables pero inútiles ganas de llorar volvían a ella y cuidadosamente se levanto, cubriendo aquellas partes desnudas.
Estaba por irse de aquel lugar, pero algo se lo impedía. No sabía si era ella misma o aquella tobillera que usaba pero termino por mirar a Henry con dolor - Me…mejor ve por las flores si quieres, yo te esperare - se sentía inútil, incapaz de lograr alejarse de él, sino se iba el brujo en los siguientes segundos se creía capaz de implorarle que le hiciera suya aunque no le deseara realmente.
Envy- Fantasma
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Fecha de inscripción : 20/10/2013
Re: Cuando te encuentre | Henry
Henry solo se quedó contemplando a Neve con los ojos fijos en ella y un ceño fruncido -….-Pensó que se iría pero cuando vio que se quedaba quieta, suspiro-….Quiero darte un baño antes de hacerte mía…por eso fui…o iba a por unas flores que sé que sirven para hacer relajantes….-Sonrió con poca intensidad, mostrándose quizás algo….dolido por lo que escucho que se iba a ir de su lado. No quería que aquello pasara ni que se fuera detrás de Alaric como siempre pensaba que haría. Con dos zancadas hacia Neve terminaba por encontrarse cara a cara, observando aquellos ojos marrones que eran igual de profundos aunque un poco más oscuros
-….Neve…no permitas que la tristeza obstaculice toda la luz que transmites con tu jovialidad…-una mano fue directa hacia el rostro ajeno de su amada para acariciarle con lentitud su rostro para que también mantuviera fija su mirada en él -….Querida Neve, quiero hacerte sentir como una reina….-De repente, tras decir aquellas palabras con suavidad, la tomo de la cintura a lo que la acerco de un solo movimiento. Tras pensarlo demasiado se lanzó a sus labios para saborearlos de nuevo, ensañándose con el licor del cáliz de sus labios, demostrando lo que había procesado desde la primera vez que la conoció.
-Voy a…hacerte sentir bien antes de que todo se vuelva subidito de tono….-Un apretujón a ambas nalgas le dio con sus grandes y ásperas manos -….¿Me esperas en la carpa, reina mía? –Le pregunto con una sonrisa entre tímida e inocente, podría decirse que era sincera y que de verdad quería hacerla sentir mejor. Sentía como la noche los abrazaba en sus sombras, alejándolos de las tintineantes luces de las estrellas, llevándoles a un estado de soledad producida por la longitud de la distancia entre ambos, pero que finalmente, ese lazo que se había deshilachado por circunstancias varias, por fin podrían estar uniéndose al fin. Ambos ahora tendrían que esforzarse para que otras variables no emergieran en forma de sorpresas, pero la vida estaba atada a un destino escrito que o bien podría ser cambiado o solo se dejaba a merced de Cronos y su malvado reloj de arena que desperdiciaba los segundos.
Henry estaba separándose de Neve, pero no la veía moverse -….Esta bien…ven conmigo…-Entrelazo sus dedos con los de Neve, acariciaba con el pulgar parte de aquella suave mano que parecía ponerle cachondo con tan solo el mero roce de esto -….Dios…-murmuro para sí mismo sin poder evitarlo, en verdad se excitaba ya que el aroma de Neve le llegaba a sus fosas nasales -….aunque confieso que aún me gusta mucho…el darte sorpresas y aun así hacerte feliz….-Dijo mientras miraba aun por donde ponía los pies. Estos días había estado viendo a cazadores ir por doquier, de un lado a otro y había escuchado de que habían puesto trampas – Cazadores estos días han puesto trampas…ten cuidado…y yo también…-rio con ironía pues él era el vivo y su amada la muerta.
-….Neve…no permitas que la tristeza obstaculice toda la luz que transmites con tu jovialidad…-una mano fue directa hacia el rostro ajeno de su amada para acariciarle con lentitud su rostro para que también mantuviera fija su mirada en él -….Querida Neve, quiero hacerte sentir como una reina….-De repente, tras decir aquellas palabras con suavidad, la tomo de la cintura a lo que la acerco de un solo movimiento. Tras pensarlo demasiado se lanzó a sus labios para saborearlos de nuevo, ensañándose con el licor del cáliz de sus labios, demostrando lo que había procesado desde la primera vez que la conoció.
-Voy a…hacerte sentir bien antes de que todo se vuelva subidito de tono….-Un apretujón a ambas nalgas le dio con sus grandes y ásperas manos -….¿Me esperas en la carpa, reina mía? –Le pregunto con una sonrisa entre tímida e inocente, podría decirse que era sincera y que de verdad quería hacerla sentir mejor. Sentía como la noche los abrazaba en sus sombras, alejándolos de las tintineantes luces de las estrellas, llevándoles a un estado de soledad producida por la longitud de la distancia entre ambos, pero que finalmente, ese lazo que se había deshilachado por circunstancias varias, por fin podrían estar uniéndose al fin. Ambos ahora tendrían que esforzarse para que otras variables no emergieran en forma de sorpresas, pero la vida estaba atada a un destino escrito que o bien podría ser cambiado o solo se dejaba a merced de Cronos y su malvado reloj de arena que desperdiciaba los segundos.
Henry estaba separándose de Neve, pero no la veía moverse -….Esta bien…ven conmigo…-Entrelazo sus dedos con los de Neve, acariciaba con el pulgar parte de aquella suave mano que parecía ponerle cachondo con tan solo el mero roce de esto -….Dios…-murmuro para sí mismo sin poder evitarlo, en verdad se excitaba ya que el aroma de Neve le llegaba a sus fosas nasales -….aunque confieso que aún me gusta mucho…el darte sorpresas y aun así hacerte feliz….-Dijo mientras miraba aun por donde ponía los pies. Estos días había estado viendo a cazadores ir por doquier, de un lado a otro y había escuchado de que habían puesto trampas – Cazadores estos días han puesto trampas…ten cuidado…y yo también…-rio con ironía pues él era el vivo y su amada la muerta.
Henry Bowlby- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/10/2013
Re: Cuando te encuentre | Henry
No era capaz de mirar a Henry, estaba avergonzada de si misma y no poder mantenerle ahí a su lado. Su cuerpo no era lo suficiente para aquel hombre y no era de extrañarse, no tenia senos grades o el cuerpo de una mujer, aún así, había esperado ser capaz de satisfacer los deseos de aquel brujo por lo menos una vez en su vida, por irónico que fuera pensar de esa manera ya que estaba muerta. No podía creer que realmente fuera a ir por flores para algo como aquello; levanto su mirada para encontrarse con la de Henry y de esa manera saber que realmente no estaba mintiendo y que pensaba regresar a su lado. Los ojos tristes de la fantasma se enfocaron en él, la cercanía de Henry podía matarla una vez más, estaba segura de eso pero le daba poca importancia - No quieres verme triste, entonces no te alejes de mi lado - recargo su mejilla en aquella mano que le transmitía paz, deseaba a esa mano sobre su piel, sobre cada fragmento de ella. La fantasma se dejo arrastrar por aquel beso, deseando que fuera eterno y que nunca más aquel hombre se separara de su lado pese a que el pensamiento de tenerle atado a su existencia muerta era un acto demasiado egoísta.
Jadeo cerca del oído del brujo, era la primera vez que le había tocado de esa manera y más alguien que le importaba más que todo lo demás en el mundo - No quiero esperarte, deja que vaya contigo por favor. Creo que si no vamos juntos entonces no vas a regresar a esta carpa y de no hacerlo entonces pienso que podré ser capaz de morir nuevamente - Si es que Henry se lo pedía ella sería su sombra, estaría a su lado hasta el fin de los tiempos. Envy sería la compañera de Henry por lo que le quedara de vida al brujo.
Se quedo viéndole cuando estaba por salir de la carpa y dejarle aguardando por él, pero una sonrisa fue lo que le dedico a aquel hombre y se sujeto firme de la mano masculina que tanto le agradaba sentir. La mirada de Envy estaba sobre las manos de ambos y la manera en que él le acariciaba a lo que ella comenzó a hacer lo mismo, deslizando su pulgar por la piel del brujo, todo con la intención de grabarse en sus recuerdos la sensación de la piel de Henry y la manera en que la hacía sentir - Aún me gustan las sorpresas pero me gusta mucho más estar contigo como antes, así aún siento que estoy viva - una risita se le escapo de los labios y se acerco más al brujo, lo suficiente como con la otra mano hacer que le miraba y ser ella quien besara aquellos labios - Tú deberías tener cuidado, a mi no va a pasarme nada malo y me preocupo más por ti de lo que te imaginas - caminando como iban, se detuvo para evitar que Henry pisara una de las trampas - esto es demasiado peligroso, no deberías arriesgarte así solo por flores - ningún sacrificio de él, valía tanto la pena como para perderlo una vez más.
Jadeo cerca del oído del brujo, era la primera vez que le había tocado de esa manera y más alguien que le importaba más que todo lo demás en el mundo - No quiero esperarte, deja que vaya contigo por favor. Creo que si no vamos juntos entonces no vas a regresar a esta carpa y de no hacerlo entonces pienso que podré ser capaz de morir nuevamente - Si es que Henry se lo pedía ella sería su sombra, estaría a su lado hasta el fin de los tiempos. Envy sería la compañera de Henry por lo que le quedara de vida al brujo.
Se quedo viéndole cuando estaba por salir de la carpa y dejarle aguardando por él, pero una sonrisa fue lo que le dedico a aquel hombre y se sujeto firme de la mano masculina que tanto le agradaba sentir. La mirada de Envy estaba sobre las manos de ambos y la manera en que él le acariciaba a lo que ella comenzó a hacer lo mismo, deslizando su pulgar por la piel del brujo, todo con la intención de grabarse en sus recuerdos la sensación de la piel de Henry y la manera en que la hacía sentir - Aún me gustan las sorpresas pero me gusta mucho más estar contigo como antes, así aún siento que estoy viva - una risita se le escapo de los labios y se acerco más al brujo, lo suficiente como con la otra mano hacer que le miraba y ser ella quien besara aquellos labios - Tú deberías tener cuidado, a mi no va a pasarme nada malo y me preocupo más por ti de lo que te imaginas - caminando como iban, se detuvo para evitar que Henry pisara una de las trampas - esto es demasiado peligroso, no deberías arriesgarte así solo por flores - ningún sacrificio de él, valía tanto la pena como para perderlo una vez más.
Envy- Fantasma
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Re: Cuando te encuentre | Henry
Henry casi se tropieza al ser echado hacia atrás por Envy, por Neve, su amada. Se rasco un poco la nuca en lo que siguió el camino aún más atento por donde andaba. De un lado a otro miraba sin parar, buscando plantas, las flores de su amada y las trampas que pudiera haber -…Estoy con la mejor de las personas…-Chasqueo los dedos y vio como la tobillera en la pierna de Neve brillaba. Entonces sonrió para cogerla en brazos y así ambos poder ir juntos por el bosque, encontrándose con un hermoso paisaje escondido en lo profundo del bosque.
Una laguna en donde sus aguas se reflejaban el brillo de la luna y las nubes que la tapaban a posta por si el astro lunar se sentía tímido. Entonces dejo de nuevo en el suelo a Neve, fue acercándose estando aun asombrado por la belleza del paisaje nocturno -…Es hermoso…-Sonrió hacia delante, dando unos pasos más y entonces se giró un poco en el sitio para mirar a Neve, alzar la mano -…Ven Neve….amada mía….-murmuro con voz aterciopelada, esperando al momento en que su amada le tomara de la mano -…¿te pasa algo? –Se quedó finalmente preocupado por ella. ¿No le gustaba el sitio? O ¿temía algo mucho más peor? –Estamos solos…-Termino acercándose a ella, poniendo las manos sobre sus hombros y acabo por abrazarla con suavidad, acariciando esas hebras doradas que estaban siempre suaves y sedosas.
No supo cuánto tiempo pasó, pero termino por separarse de ella y entonces se le ocurrió una idea. Saco de nuevo la venda que se guardó en el bolsillo sin que fuera visto y la ato alrededor de los ojos de Neve. Sabía que era un fantasma, pero eso no arruinaría el juego -….Vamos a ir…a un sitio….-susurro en el oído de Envy, con suavidad mientras se ponía detrás de ella, la tomo de las manos y empezó a caminar con ella de la mano -…Vamos a hacer una cosa….-siguió susurrando en su oído, llevándola por la senda que había delante al mismo tiempo que aprovechaba para separar una mano y rodearla por la cintura de ella, la acerco contra su cuerpo cálido y se fue yendo con ella, ambos hacia las orillas de aquella laguna hasta que paró con ella antes de toparse con el agua.
-Vamos a darnos un baño….¿Te parece? –Sus manos no se detuvieron en su trayectoria de quitarse la ropa de pies a cabeza excepto la ropa interior y después dejarlo escondido entre los arbustos –Vamos…¿te apunt-t-ta-tas? –Henry a pesar de que hacia una temperatura afable, su temperatura corporal no era el que se dice regular. Sentía frio cuando a veces había unos grados de más o notaba calor cuando entraba el invierno tras el otoño. Dio un par de saltos de conejo por la hierba alrededor de Envy para poder coger un poco de calor y posiblemente valor para meterse en el agua -….¡Él último es un nenaza….!- Dijo para ver quien desafiaba a quien para meterse en el agua, pero antes, dio una palmada para que ella pudiera sentir falsamente las sensaciones de cuando era humana -…vamos…no durara mucho el hechizo! –Dijo para después correr hacia la laguna y saltar para caer dentro del agua.
Una laguna en donde sus aguas se reflejaban el brillo de la luna y las nubes que la tapaban a posta por si el astro lunar se sentía tímido. Entonces dejo de nuevo en el suelo a Neve, fue acercándose estando aun asombrado por la belleza del paisaje nocturno -…Es hermoso…-Sonrió hacia delante, dando unos pasos más y entonces se giró un poco en el sitio para mirar a Neve, alzar la mano -…Ven Neve….amada mía….-murmuro con voz aterciopelada, esperando al momento en que su amada le tomara de la mano -…¿te pasa algo? –Se quedó finalmente preocupado por ella. ¿No le gustaba el sitio? O ¿temía algo mucho más peor? –Estamos solos…-Termino acercándose a ella, poniendo las manos sobre sus hombros y acabo por abrazarla con suavidad, acariciando esas hebras doradas que estaban siempre suaves y sedosas.
No supo cuánto tiempo pasó, pero termino por separarse de ella y entonces se le ocurrió una idea. Saco de nuevo la venda que se guardó en el bolsillo sin que fuera visto y la ato alrededor de los ojos de Neve. Sabía que era un fantasma, pero eso no arruinaría el juego -….Vamos a ir…a un sitio….-susurro en el oído de Envy, con suavidad mientras se ponía detrás de ella, la tomo de las manos y empezó a caminar con ella de la mano -…Vamos a hacer una cosa….-siguió susurrando en su oído, llevándola por la senda que había delante al mismo tiempo que aprovechaba para separar una mano y rodearla por la cintura de ella, la acerco contra su cuerpo cálido y se fue yendo con ella, ambos hacia las orillas de aquella laguna hasta que paró con ella antes de toparse con el agua.
-Vamos a darnos un baño….¿Te parece? –Sus manos no se detuvieron en su trayectoria de quitarse la ropa de pies a cabeza excepto la ropa interior y después dejarlo escondido entre los arbustos –Vamos…¿te apunt-t-ta-tas? –Henry a pesar de que hacia una temperatura afable, su temperatura corporal no era el que se dice regular. Sentía frio cuando a veces había unos grados de más o notaba calor cuando entraba el invierno tras el otoño. Dio un par de saltos de conejo por la hierba alrededor de Envy para poder coger un poco de calor y posiblemente valor para meterse en el agua -….¡Él último es un nenaza….!- Dijo para ver quien desafiaba a quien para meterse en el agua, pero antes, dio una palmada para que ella pudiera sentir falsamente las sensaciones de cuando era humana -…vamos…no durara mucho el hechizo! –Dijo para después correr hacia la laguna y saltar para caer dentro del agua.
Henry Bowlby- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/10/2013
Re: Cuando te encuentre | Henry
-No necesitas cargarme de esta manera Henry, puedo andar por mi cuenta. Yo no me canso, no duermo y no tengo hambre- sonrió para que él no pensara en lo triste que era la existencia de los fantasmas, trataba de hacer que viera lo positivo del asunto -Tampoco puedo llorar y nada me duele, ya no hay nada que me haga sangrar- nada le dañaba de manera física porque carecía de un cuerpo, únicamente poseía un alma que aún era capaz de sentir y de sufrir por aquel hombre que le regalaba nuevamente sensaciones y que le llevaba como a una princesa entre el bosque pese a todo lo que Envy pudiera decirle.
-No me pasa nada, solo veía lo bello que es todo- miraba a Henry que era lo que más le gustaba de aquella vista que le regalaba; el brujo podía volver cualquier paisaje hermoso al igual que antes cuando ella aún estaba viva y ambos eran más jóvenes. Siempre que se encontraba cerca de Henry las cosas parecían volverse simples y todo parecía brillar, en aquellos tiempos no existía la muerte y la separación de ambos era solo un mal sueño que se convirtió en realidad y que ahora terminaba para llevar a ambos a un sueño hermoso -Me gusta que estemos solos- cerro los ojos, tratando de relajarse más y disfrutar de lo que invitaban a realizar.
Henry le ató la venda y la fantasma no se negó a nada. La incertidumbre era una magia poco valorada en la vida humana, pero en la existencia fantasmal esas cosas eran demasiado valoradas -Vayamos a donde quieras, te seguiré a cualquier parte- sonrió pese a que no sabía que seguiría a continuación. Las manos del brujo le brindaron seguridad y sus susurros le emocionaron los sentidos, la calidez que ahora podía sentir levemente le gustaba y deseaba más que nada en el mundo que se quedaran así para siempre pero pronto se dio cuenta de que el calor se alejaba de ella -¿Un baño? Pero será inútil para mi- la venda continuaba en sus ojos y solo cuando la palmada toco su piel se saco la venda para ver como Henry daba un salto y entraba al agua. Rió divertida y se saco con rapidez el sencillo vestido que llevaba puesto y que era el mismo que usaría probablemente siempre. Su cuerpo quedo cubierto por ropas interiores que eran más de una niña que de una mujer, eso era lo que tenía.
Observo en dirección al lago, el viento de la noche le acaricio los cabellos y el cuerpo provocando que se estremeciera, los hechizos de Henry le hacían sentir realmente cada vez más y no pensaba perder oportunidad de vivir nuevamente, por más momentáneo que fuera. Sin pensar más, corrió en dirección al lago y salto, siendo recibida por las aguas -¡HENRY! -grito en cuanto pudo salir a la superficie del lago -puedo sentir perfectamente- nado hasta donde se encontraba el brujo y le rodeo con los brazos, besándole los labios y acariciendole los húmedos cabellos - gracias, esto significa mucho para mi- recordó entonces la casi nula ropa que ambos llevaban y se alejo de golpe, con la vergüenza de su impulsividad escrita en el rostro -perdona...- desvió la mirada, enfocando en el reflejo de la luna.
-No me pasa nada, solo veía lo bello que es todo- miraba a Henry que era lo que más le gustaba de aquella vista que le regalaba; el brujo podía volver cualquier paisaje hermoso al igual que antes cuando ella aún estaba viva y ambos eran más jóvenes. Siempre que se encontraba cerca de Henry las cosas parecían volverse simples y todo parecía brillar, en aquellos tiempos no existía la muerte y la separación de ambos era solo un mal sueño que se convirtió en realidad y que ahora terminaba para llevar a ambos a un sueño hermoso -Me gusta que estemos solos- cerro los ojos, tratando de relajarse más y disfrutar de lo que invitaban a realizar.
Henry le ató la venda y la fantasma no se negó a nada. La incertidumbre era una magia poco valorada en la vida humana, pero en la existencia fantasmal esas cosas eran demasiado valoradas -Vayamos a donde quieras, te seguiré a cualquier parte- sonrió pese a que no sabía que seguiría a continuación. Las manos del brujo le brindaron seguridad y sus susurros le emocionaron los sentidos, la calidez que ahora podía sentir levemente le gustaba y deseaba más que nada en el mundo que se quedaran así para siempre pero pronto se dio cuenta de que el calor se alejaba de ella -¿Un baño? Pero será inútil para mi- la venda continuaba en sus ojos y solo cuando la palmada toco su piel se saco la venda para ver como Henry daba un salto y entraba al agua. Rió divertida y se saco con rapidez el sencillo vestido que llevaba puesto y que era el mismo que usaría probablemente siempre. Su cuerpo quedo cubierto por ropas interiores que eran más de una niña que de una mujer, eso era lo que tenía.
Observo en dirección al lago, el viento de la noche le acaricio los cabellos y el cuerpo provocando que se estremeciera, los hechizos de Henry le hacían sentir realmente cada vez más y no pensaba perder oportunidad de vivir nuevamente, por más momentáneo que fuera. Sin pensar más, corrió en dirección al lago y salto, siendo recibida por las aguas -¡HENRY! -grito en cuanto pudo salir a la superficie del lago -puedo sentir perfectamente- nado hasta donde se encontraba el brujo y le rodeo con los brazos, besándole los labios y acariciendole los húmedos cabellos - gracias, esto significa mucho para mi- recordó entonces la casi nula ropa que ambos llevaban y se alejo de golpe, con la vergüenza de su impulsividad escrita en el rostro -perdona...- desvió la mirada, enfocando en el reflejo de la luna.
Envy- Fantasma
- Mensajes : 26
Fecha de inscripción : 20/10/2013
Re: Cuando te encuentre | Henry
Henry no pudo evitar reírse por lo bajo cuando Neve se alejó de él al notar que no estaban con las ropas de siempre sobre sus cuerpos, pero él se acercó a ella para demostrarle que no pasaba nada, que estaban en confianza. Él para no alarmarla se colocó por detrás de ella, abrazándola con sus brazos anchos y fuertes, cubriéndola de la frialdad de la noche ahora que ella tenía alguna que otra forma de sentir el frio. El brazalete o la pulsera que le dio la ayudaban a controlar su corporeidad, pero al escucharla que funcionaba y que podía volver a sentir como si fuera humano no dijo nada, acallando la verdad para así poder aprovechar ver a Neve sonriente. Adoraba que estuviera sonriendo, sonriendo para él y con él. Aún tenía que ir a ver a Alaric. Si podía ir a solas y sin Neve delante, las cosas se harían mucho más rápido.
En lo que había estado viajando por el mundo y quedando finalmente en Paris, se enteró de que su hermano de sangre menor se había comprometido con una muchacha de clase alta, que por fin darían el sí quiero dentro de muy poco pues parecía que los negocios entre ambas familias necesitaban cerrarse inmediatamente y la boda seria el punto y cierre del negocio. Lo que heredara su hermano le importaba poco aunque podría aprovechar parte de sus beneficios. Lo único que quería de su hermano era la parte de la venganza sobre él y sus padres. Despechado por el amor de unos padres, desterrado o más bien él se escapó de casa para así poder tener una vida en la que si sentirse aceptado. Sus padres, quienes le vieron como un monstruo, él porque tenía que verse de esa manera. Era hiriente sentirse así, más cuando todo cuanto hizo por sobrevivir lo hizo solo con el objetivo de poder tener entre sus brazos a Alaric y así haberle lavado la mente de pequeño, hacerle creer lo que en verdad habían hecho sus padres con él, pero no, una familia recogió a su hermano pequeño y lo mandaron al orfanato.
De lejos siempre lo había vigilado. Siempre le había sacado de cualquier problema de forma anónima, siempre le había estado cuidando, incluso él fue quien le dijo a Delay que se fiara del joven jardinero que trabajaba en el jardín. Entonces él fue moviendo los hilos para que por fin él pudiera enfrentarlo en un duelo cara a cara por lo que más quería en el mundo aparte de Neve. El amor de sus padres. Siempre había querido una familia pero jamás la tuvo ya que Alaric fue el elegido para representar a la humilde familia de los Bowlby.
- Estás muy hermosa esta noche mi amada Neve…-murmuro con suavidad sobre el hombro pálido de su amada. Lo beso con pasividad y termino por apartarle el cabello, comenzar a deleitarse con esa piel curvada de su cuello, subiendo hasta quedarse por detrás de su oreja, llegar a sus labios y volver a besarla nuevamente desde atrás, llevando una mano una vez más hasta el centro de su intimidad, llevando la mano a través de esas escuetas ropas y conseguir llegar de nuevo por dentro de las ropas femeninas, acariciando el centro del placer femenino mientras seguía besándola una y otra vez -….No te asustes mi amada….cuando te encuentre, ambos llegaremos al centro del universo con el placer…-Susurro sobre sus labios, susurro palabras que esperaba que la dejaran esperanzada de que podía volver a sentirse como una mujer. Él mismo le daría todo aquello que ella hubiera deseado y que aún pudiera desear.
En lo que había estado viajando por el mundo y quedando finalmente en Paris, se enteró de que su hermano de sangre menor se había comprometido con una muchacha de clase alta, que por fin darían el sí quiero dentro de muy poco pues parecía que los negocios entre ambas familias necesitaban cerrarse inmediatamente y la boda seria el punto y cierre del negocio. Lo que heredara su hermano le importaba poco aunque podría aprovechar parte de sus beneficios. Lo único que quería de su hermano era la parte de la venganza sobre él y sus padres. Despechado por el amor de unos padres, desterrado o más bien él se escapó de casa para así poder tener una vida en la que si sentirse aceptado. Sus padres, quienes le vieron como un monstruo, él porque tenía que verse de esa manera. Era hiriente sentirse así, más cuando todo cuanto hizo por sobrevivir lo hizo solo con el objetivo de poder tener entre sus brazos a Alaric y así haberle lavado la mente de pequeño, hacerle creer lo que en verdad habían hecho sus padres con él, pero no, una familia recogió a su hermano pequeño y lo mandaron al orfanato.
De lejos siempre lo había vigilado. Siempre le había sacado de cualquier problema de forma anónima, siempre le había estado cuidando, incluso él fue quien le dijo a Delay que se fiara del joven jardinero que trabajaba en el jardín. Entonces él fue moviendo los hilos para que por fin él pudiera enfrentarlo en un duelo cara a cara por lo que más quería en el mundo aparte de Neve. El amor de sus padres. Siempre había querido una familia pero jamás la tuvo ya que Alaric fue el elegido para representar a la humilde familia de los Bowlby.
- Estás muy hermosa esta noche mi amada Neve…-murmuro con suavidad sobre el hombro pálido de su amada. Lo beso con pasividad y termino por apartarle el cabello, comenzar a deleitarse con esa piel curvada de su cuello, subiendo hasta quedarse por detrás de su oreja, llegar a sus labios y volver a besarla nuevamente desde atrás, llevando una mano una vez más hasta el centro de su intimidad, llevando la mano a través de esas escuetas ropas y conseguir llegar de nuevo por dentro de las ropas femeninas, acariciando el centro del placer femenino mientras seguía besándola una y otra vez -….No te asustes mi amada….cuando te encuentre, ambos llegaremos al centro del universo con el placer…-Susurro sobre sus labios, susurro palabras que esperaba que la dejaran esperanzada de que podía volver a sentirse como una mujer. Él mismo le daría todo aquello que ella hubiera deseado y que aún pudiera desear.
Henry Bowlby- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/10/2013
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