AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Espejismo del pasado [Ben]
2 participantes
Página 1 de 1.
Espejismo del pasado [Ben]
No podían simplemente darle la información que necesitaba, debían mandarle a las calles en busca del espía que le entregaría lo necesario para la misión que iba a llevar a cabo. Había exigido que le llevaran a aquel lugar lo que necesitaba, pero todos se negaron diciendo que lo que tenia por hacer era importante y que lo mejor era que estuviera fuera cuando recibiera la información, de esa manera estaría preparada para lo que haría.
Solo le dijeron la ubicación y el nombre del espía Benvolio. Le había observado unas cuantas veces y en otras de su mano recibió una que otra misión; la verdad era que jamás le había tratado demasiado tiempo pues no creía aquello conveniente, se limitaba a hacer lo que le pedían y nada más que eso. Pero en esa ocasión necesitaba hablar con él, conocer más de la misión y entonces llevarle a cabo. En aquel lugar oscuro en el que se encontraba cruzo los brazos y soltó un suspiro, aguardando a que llegara.
Sombra estaba tirado a un lado de ella, vigilando todo a su alrededor y Scarlett solo pudo acariciarle un poco antes de que el animal se levantara, mirando de un lado a otro detectando que algo se acercaba hasta la ubicación de ellos.
– Es hora, Sombra – Le palmeo la cabeza al animal y se coloco en medio de la calle, aguardando a que apareciera el inquisidor. Una sombra apareció a la distancia y en seguida su perro gruño por lo bajo – Tranquilo Sombra, es de los nuestros – volvió a acariciar al perro para que se tranquilizara, conforme la figura de quien se acercaba se volvía más y más clara. – ¿Benvolio? – sin hacer algún movimiento brusco y aguardando una respuesta, lleva su mano hasta sus pantalones de montar, donde un arma se encontraba oculta por cualquier cosa que pudiese suceder – ¿Eres tú? – Sombra ladró, exigiendo que aquel hombre respondiera a las respuestas de su dueña.
Scarlett Duchannes- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 24/10/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
Gracias a él, gracias a su sublime destreza a lo largo de sus años de inmortal, estaba vivo. No suponía que su alma estaba maldita para siempre, simplemente sentía que su corazón estaba a dos pasos de la muerte. ¿Cuántas personas habían pasado por sus ojos?¿Cuántos olores más habían acudido a sus fosas nasales para ser expuestos como simples villanos al arder de las llamas de las hogueras?¿Cuántas veces había visto el azufre surgir de las telas de cada brujo que había visto arder a lo largo de su vida. ¿Cuántos gritos entonces habían sufrido sus orejas de escucharlos una y otra vez? ¿Por qué la luna seguía con esa belleza eterna? Una belleza que se mantenía joven y sin ninguna imperfección, era casi cruel el sentirse inferior cuando alguien la observaba y ella se reflejaba tan hermosa.
Temía hacer algo que le hiciera sentir en ridículo frente a ella, pero ¿Qué vio? Entonces recordó que tenía una cita con aquella muchacha, una inquisidora a la que mandaron a varias misiones. Nadie los sabía, ni siquiera ella. Benvolio D’argouges digamos que le había echado el ojo desde hace mucho tiempo. Él había permanecido mucho más tiempo que ella dentro de lo que era la inquisición, llevaba décadas sirviendo a la Iglesia con sus propósitos de poner paz entre los herejes ¿El acaso no lo era? Sí, pero era católico desde que pudo comenzar a caminar. Podría ser un muchacho que cuidaba de las cuadras, que después paso a ser alguien más importante, tuvo una mujer, una prometida que le amaba, pero que en realidad por culpa de la espera y la espera, termino siendo víctima, ambos de la soledad y del amor no correspondido.
¿Qué paso con ella? ¿Con su “Marie”?
Ella se había casado con un hombre que la maltrataba, cada noche Benvolio iba a verla a su nueva residencia, y entre las sombras, Benvolio se removía de la ira y de la frustración de no poder llevársela consigo y poder hacerla como él era. Un vampiro, pero una noche, el tomo el valor necesario para enfrentarse al rechazo, cuando su Marie le vio, ella comenzó a gritar y a gritar de la sorpresa y a la vez del miedo al ver en lo que se había convertido Benvolio….y desde entonces, se fue de aquella ventana de la que nunca volvió jamás. No volvió a saber de ella, algo escucho que al dar a luz, ella murió pero no en el parto, solamente porque había dado una hija…Su hija, y entonces aquella mujer a la que amó, fue asfixiada, asesinada solamente porque en el seno de esa familia no había sido un varón, sino un hermoso bebé, una hermosa niña la cual tenía su sangre. Volvió a esa residencia para que no fuera demasiado tarde, para que pudiera salvar al bebé y solamente pensar que al volver para salvar una vida, iba a ver morir al bebe, iba a verlo morir de una muerte cruel siendo arropado en demasía por las sabanas que habían cubierto los fluidos maternales de su madre muerta, asfixiando al bebe hasta dejarlo sin un simple soplo de vida.
Había escuchado que su mujer se había prometido, pero que no había llegado tan lejos, había escuchado que Jaques Folien estaba en la milicia pero que en realidad había sido atravesado con varias dagas a través de su cuerpo. Los detalles del lugar le sobraban para recordarlos. Vidas y vidas antes sus ojos pasarían mientras él no se expusiera al sol, la única razón que ahora le mantenía en pie era seguir adelante y ahora había una nueva mujer con él. Aquella mujer, aunque de un tamaño portátil le resultaba lo mejor de su vida, lo mejor que le había pasado en mucho tiempo. Mara se llamaba, aún estaba con él y ahora mismo la observaba dormir o al menos intentándolo. No se había separado del cabecero de la cama donde descansaba Mara.
Él había terminado de leerle un maravilloso cuento sobre vampiros, lo único que le tranquilizaba aunque Benvolio solamente adornaba algunas palabras, con su don de la ilusión ponía de protagonista a su pequeña, sabía que ella era consciente de que no iba a crecer, entonces él la transformaba en una hermosa princesa, que vestía un hermoso vestido blanco, holgado y de un suave blanco satén que bailaba con la suave brisa. Le hacía ver que en sus sueños era el lugar en donde estaría más segura, le acariciaba sus largos y rubios cabellos, Benvolio se quedaba a su vez hipnotizado por la suavidad de las hebras doradas, casi adormecido, pero cuando vio que ya la pequeña se había dormido, él lentamente la arropaba y le besaba en su frente-Duerme amor…-susurro con dulzura, mirándola por última vez hasta que ya se fue yendo a su habitación, a prepararse para la cita acordada con aquella inquisidora.
Fíjate en donde estar
Amándose a uno mismo solo
Muerde una ilusión que es
Antigua, deteriorada.
Centro de Paris.
12:00pm
Los escalofríos sobre el cuerpo de una mujer es lo mismo que si caminas por la noche. Benvolio, solamente sentía como las hebras casi doradas de su cabello se revolvían en el aire de la noche, no había aparecido ser tan drástico el temporal, pensó que solamente serían suaves brisas invisibles en donde él vería su apariencia ser distorsionada, ser simplemente humo envolviéndose además con el pasado -….-Solamente pensaba que era pronto para una cita, le faltaban los adornos de Navidad, sarcásticamente pensando obviamente, aunque de hecho la Navidad estaba a la vuelta de la esquina, tenía que ir pensando en innovar algún presente para su querida princesa.
Llego a la plaza central y vio a Scarlett si era así como se llamaba. Para nombres era penoso excepto para cuando se trataba de una venganza, de una llamada de venganza en limpiar su alma…aunque ahora estaba desentrenado en ese campo, pensando en que no le vendría mal hacer alguna que otra venganza, solamente habría que buscar. Él era vampiro, Jaques Folien podría haberlo sido o mismamente lo era y él no lo sabía. Bien la información que le habían dado podría haber sido falsa, bien podría haber dejado descendencia y él mismo haberse pasado a la oscuridad cuando él no tuvo elección de hacerlo. Eso y después buscar al creador. Bien, ya se había encontrado una meta que seguir.
Solo había que buscar a la puta madre que le parió y entonces podrían hablar.
Temía hacer algo que le hiciera sentir en ridículo frente a ella, pero ¿Qué vio? Entonces recordó que tenía una cita con aquella muchacha, una inquisidora a la que mandaron a varias misiones. Nadie los sabía, ni siquiera ella. Benvolio D’argouges digamos que le había echado el ojo desde hace mucho tiempo. Él había permanecido mucho más tiempo que ella dentro de lo que era la inquisición, llevaba décadas sirviendo a la Iglesia con sus propósitos de poner paz entre los herejes ¿El acaso no lo era? Sí, pero era católico desde que pudo comenzar a caminar. Podría ser un muchacho que cuidaba de las cuadras, que después paso a ser alguien más importante, tuvo una mujer, una prometida que le amaba, pero que en realidad por culpa de la espera y la espera, termino siendo víctima, ambos de la soledad y del amor no correspondido.
¿Qué paso con ella? ¿Con su “Marie”?
Ella se había casado con un hombre que la maltrataba, cada noche Benvolio iba a verla a su nueva residencia, y entre las sombras, Benvolio se removía de la ira y de la frustración de no poder llevársela consigo y poder hacerla como él era. Un vampiro, pero una noche, el tomo el valor necesario para enfrentarse al rechazo, cuando su Marie le vio, ella comenzó a gritar y a gritar de la sorpresa y a la vez del miedo al ver en lo que se había convertido Benvolio….y desde entonces, se fue de aquella ventana de la que nunca volvió jamás. No volvió a saber de ella, algo escucho que al dar a luz, ella murió pero no en el parto, solamente porque había dado una hija…Su hija, y entonces aquella mujer a la que amó, fue asfixiada, asesinada solamente porque en el seno de esa familia no había sido un varón, sino un hermoso bebé, una hermosa niña la cual tenía su sangre. Volvió a esa residencia para que no fuera demasiado tarde, para que pudiera salvar al bebé y solamente pensar que al volver para salvar una vida, iba a ver morir al bebe, iba a verlo morir de una muerte cruel siendo arropado en demasía por las sabanas que habían cubierto los fluidos maternales de su madre muerta, asfixiando al bebe hasta dejarlo sin un simple soplo de vida.
Había escuchado que su mujer se había prometido, pero que no había llegado tan lejos, había escuchado que Jaques Folien estaba en la milicia pero que en realidad había sido atravesado con varias dagas a través de su cuerpo. Los detalles del lugar le sobraban para recordarlos. Vidas y vidas antes sus ojos pasarían mientras él no se expusiera al sol, la única razón que ahora le mantenía en pie era seguir adelante y ahora había una nueva mujer con él. Aquella mujer, aunque de un tamaño portátil le resultaba lo mejor de su vida, lo mejor que le había pasado en mucho tiempo. Mara se llamaba, aún estaba con él y ahora mismo la observaba dormir o al menos intentándolo. No se había separado del cabecero de la cama donde descansaba Mara.
Él había terminado de leerle un maravilloso cuento sobre vampiros, lo único que le tranquilizaba aunque Benvolio solamente adornaba algunas palabras, con su don de la ilusión ponía de protagonista a su pequeña, sabía que ella era consciente de que no iba a crecer, entonces él la transformaba en una hermosa princesa, que vestía un hermoso vestido blanco, holgado y de un suave blanco satén que bailaba con la suave brisa. Le hacía ver que en sus sueños era el lugar en donde estaría más segura, le acariciaba sus largos y rubios cabellos, Benvolio se quedaba a su vez hipnotizado por la suavidad de las hebras doradas, casi adormecido, pero cuando vio que ya la pequeña se había dormido, él lentamente la arropaba y le besaba en su frente-Duerme amor…-susurro con dulzura, mirándola por última vez hasta que ya se fue yendo a su habitación, a prepararse para la cita acordada con aquella inquisidora.
Fíjate en donde estar
Amándose a uno mismo solo
Muerde una ilusión que es
Antigua, deteriorada.
Centro de Paris.
12:00pm
Los escalofríos sobre el cuerpo de una mujer es lo mismo que si caminas por la noche. Benvolio, solamente sentía como las hebras casi doradas de su cabello se revolvían en el aire de la noche, no había aparecido ser tan drástico el temporal, pensó que solamente serían suaves brisas invisibles en donde él vería su apariencia ser distorsionada, ser simplemente humo envolviéndose además con el pasado -….-Solamente pensaba que era pronto para una cita, le faltaban los adornos de Navidad, sarcásticamente pensando obviamente, aunque de hecho la Navidad estaba a la vuelta de la esquina, tenía que ir pensando en innovar algún presente para su querida princesa.
Llego a la plaza central y vio a Scarlett si era así como se llamaba. Para nombres era penoso excepto para cuando se trataba de una venganza, de una llamada de venganza en limpiar su alma…aunque ahora estaba desentrenado en ese campo, pensando en que no le vendría mal hacer alguna que otra venganza, solamente habría que buscar. Él era vampiro, Jaques Folien podría haberlo sido o mismamente lo era y él no lo sabía. Bien la información que le habían dado podría haber sido falsa, bien podría haber dejado descendencia y él mismo haberse pasado a la oscuridad cuando él no tuvo elección de hacerlo. Eso y después buscar al creador. Bien, ya se había encontrado una meta que seguir.
Solo había que buscar a la puta madre que le parió y entonces podrían hablar.
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 149
Fecha de inscripción : 11/11/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
No recibió respuesta alguna, por eso mismo detestaba tener que trabajar con sobre naturales o recibir información de ellos, porque siempre hacían las cosas como se les venía en gana y ella no estaba para juegos tontos de poder. Scarlett tenia mejores cosas que hacer como descubrir quién había sido el asesino de su madre, que maldito ser le había arrebatado a la única persona que le comprendía y que siempre había estado a su lado; parada ahí en la oscuridad de la noche como un juguete para un condenado, en lugar de estar allá podía estar buscando aún al asesino de su madre.
– ¿Acaso no me has escuchado? – Menciono molesta, mientras su fiel Sombra seguía alerta a los movimientos del desconocido que aún no podían tomar como aliado o enemigo.
Si bien la inquisidores creía que efectivamente aquel sujeto era Benvolio, no estaba de más asegurarse del todo porque en la oscuridad de la noche, todos los gatos eran pardos y existía el peligro de caer en manos de quien no debía; eso era lo ultimo que la joven deseaba que le pasara, pues aún tenía una venganza que llevar a cabo y nada alimentaba más el espíritu humano que la esperanza… o la venganza.
– Sombra… – Susurró al animal que enseguida mostró los dientes y comenzó a gruñir al aún desconocido y comenzó a avanzar lentamente en dirección a lo que fuera que se acercara. Los pasos de Scarlett siguieron al animal pero su mano se mantenía aún sosteniendo aquella arma que sería su única defensa si aquella misteriosa sombra desidia atacarle.
Había dado cerca de cinco pasos cuando volvió a detenerse.
– Identificate o no dudare en matarte – Su voz sobo firme y su pose solo confirmaba la seguridad con la que se encontraba. Verdaderamente si aquel no era a quien estaba esperando no dudaría ni un instante en eliminarle.
Llegó sin embargo el punto en el que pudo apreciarle mejor y entonces se relajo. Recordaba aquel rostro de la inquisición y entonces estuvo cien por ciento segura de que ese era Benvolio. Retiro su mano del arma y suspiro. – Eres un idiota, si no respondías verdaderamente iba a matarte ¿Por qué demonios son así? – La pregunta le había salido en voz alta aunque no había sido su intención original hacerla pero ya daba igual lo había hecho.
Se cruzó de brazos, creyendo aún que era un desperdicio y una molestia completa que los condenados trabajaran para la inquisición, servían para algunas cosas pero ella sencillamente les odiaba, trabajaba a su lado por el mero motivo de que así eran las cosas y no tenía el poder de cambiarlas.
– Dime… ¿Qué es lo que debo hacer? y habla pronto que quiero volver a casa o llevar a cabo esta misión lo más pronto posible – su mano se dirigió nuevamente al perro que permanecía ahora sentado y tranquilo a su lado.
– ¿Acaso no me has escuchado? – Menciono molesta, mientras su fiel Sombra seguía alerta a los movimientos del desconocido que aún no podían tomar como aliado o enemigo.
Si bien la inquisidores creía que efectivamente aquel sujeto era Benvolio, no estaba de más asegurarse del todo porque en la oscuridad de la noche, todos los gatos eran pardos y existía el peligro de caer en manos de quien no debía; eso era lo ultimo que la joven deseaba que le pasara, pues aún tenía una venganza que llevar a cabo y nada alimentaba más el espíritu humano que la esperanza… o la venganza.
– Sombra… – Susurró al animal que enseguida mostró los dientes y comenzó a gruñir al aún desconocido y comenzó a avanzar lentamente en dirección a lo que fuera que se acercara. Los pasos de Scarlett siguieron al animal pero su mano se mantenía aún sosteniendo aquella arma que sería su única defensa si aquella misteriosa sombra desidia atacarle.
Había dado cerca de cinco pasos cuando volvió a detenerse.
– Identificate o no dudare en matarte – Su voz sobo firme y su pose solo confirmaba la seguridad con la que se encontraba. Verdaderamente si aquel no era a quien estaba esperando no dudaría ni un instante en eliminarle.
Llegó sin embargo el punto en el que pudo apreciarle mejor y entonces se relajo. Recordaba aquel rostro de la inquisición y entonces estuvo cien por ciento segura de que ese era Benvolio. Retiro su mano del arma y suspiro. – Eres un idiota, si no respondías verdaderamente iba a matarte ¿Por qué demonios son así? – La pregunta le había salido en voz alta aunque no había sido su intención original hacerla pero ya daba igual lo había hecho.
Se cruzó de brazos, creyendo aún que era un desperdicio y una molestia completa que los condenados trabajaran para la inquisición, servían para algunas cosas pero ella sencillamente les odiaba, trabajaba a su lado por el mero motivo de que así eran las cosas y no tenía el poder de cambiarlas.
– Dime… ¿Qué es lo que debo hacer? y habla pronto que quiero volver a casa o llevar a cabo esta misión lo más pronto posible – su mano se dirigió nuevamente al perro que permanecía ahora sentado y tranquilo a su lado.
Scarlett Duchannes- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 24/10/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
Divertido por aquella situación termina por abrir los brazos a la par, mostrándose inocente e indefenso a la arma ajena-…Dispárame si estas tan dispuesta, dispárame pues puede que los demonios puedan llevarte antes a ti que a mi…y…-se quedó a dos pies de ella-….Ya estoy muerto…imposible que pueda morir…a causa de una insignificante bala…-Dijo con arrogancia que ya era común en él. La observo guardar el arma, no del todo, la escucho y solamente suspiro-….Debemos…-la corrigió, tomo la mano de ella, la derecha para ser más exactos y termina por besarle el dorso, lentamente sin apenas prisas por el momento.
Tenían toda la noche y el no esperaría a más- Siempre recuerda, que quien corre, siempre se tropieza…-saco un pergamino que estaba enrollado de su chaqueta de cuero, su vestimenta de inquisidor – Esta noche tenemos que hacer patrulla e ir en busca de un vampiro…creen…-suspira, saco su cigarrillo envuelto en papel de arroz, poniéndoselo en la boca, sobre la superficie de esos labios suaves que él tenía-…Un vampiro, que ha sobrevivido desde las cruzadas, desde….-soltó el aire, dejo salir el humo del cigarro el cual se disipo cuando salió al vacío, camuflándose con la nada. Algo había en esta misión que no le olía nada bien.
Como si sintiera que el pasado se iba acercando a él por la espalda, temía aquello que de verdad sucediera-…Creo que no nos han presentado aún…-Dijo, observando a la mujer que estaba a su lado. Hizo una leve reverencia cortes frente aquella dama que parecía aun desconfiar de él, se mantuvo así por unos segundos-…Benvolio Madame, Benvolio D’Argouges…-Terminando para incorporarse erguido y frente a ella, escucho al perro que llevaba consigo, sonrió, no le hizo apenas ninguna carantoña y se sentó en uno de los bancos que había cerca de donde estaban de pie, esperando a que algo ocurriera. De momento lo único que podían hacer era esperar y esperar, en un lugar que era de noche y en el que estaban en completo silencio. Solo estaban ellos dos y seguramente algún que otro beodo deambulando por las calles, hablando cosas que no tenían nada de sentido.
-¿Conoces la historia del fantasma enamorado? –Pregunto, como el que no quería la cosa en ese preciso momento, no había mucho movimiento en la noche, estaba dispuesto a pelearse con alguien, con una mujer no lo haría, obviamente no, se sentó en ese banco, en uno de piedra y en el que se sentó bien erguido, situándose con educación, continuando con su pequeño descanso sobre sus labios-…Siéntate…no creo que vaya a morderte…-rio-…Aun…claro…-desvió su mirada un tanto burlona, quedándose con ella, pensando en que debería de hacer. Las cosas con Marie habían sido fáciles, pero ahora eran tiempos difíciles para todos.
Tenían toda la noche y el no esperaría a más- Siempre recuerda, que quien corre, siempre se tropieza…-saco un pergamino que estaba enrollado de su chaqueta de cuero, su vestimenta de inquisidor – Esta noche tenemos que hacer patrulla e ir en busca de un vampiro…creen…-suspira, saco su cigarrillo envuelto en papel de arroz, poniéndoselo en la boca, sobre la superficie de esos labios suaves que él tenía-…Un vampiro, que ha sobrevivido desde las cruzadas, desde….-soltó el aire, dejo salir el humo del cigarro el cual se disipo cuando salió al vacío, camuflándose con la nada. Algo había en esta misión que no le olía nada bien.
Como si sintiera que el pasado se iba acercando a él por la espalda, temía aquello que de verdad sucediera-…Creo que no nos han presentado aún…-Dijo, observando a la mujer que estaba a su lado. Hizo una leve reverencia cortes frente aquella dama que parecía aun desconfiar de él, se mantuvo así por unos segundos-…Benvolio Madame, Benvolio D’Argouges…-Terminando para incorporarse erguido y frente a ella, escucho al perro que llevaba consigo, sonrió, no le hizo apenas ninguna carantoña y se sentó en uno de los bancos que había cerca de donde estaban de pie, esperando a que algo ocurriera. De momento lo único que podían hacer era esperar y esperar, en un lugar que era de noche y en el que estaban en completo silencio. Solo estaban ellos dos y seguramente algún que otro beodo deambulando por las calles, hablando cosas que no tenían nada de sentido.
-¿Conoces la historia del fantasma enamorado? –Pregunto, como el que no quería la cosa en ese preciso momento, no había mucho movimiento en la noche, estaba dispuesto a pelearse con alguien, con una mujer no lo haría, obviamente no, se sentó en ese banco, en uno de piedra y en el que se sentó bien erguido, situándose con educación, continuando con su pequeño descanso sobre sus labios-…Siéntate…no creo que vaya a morderte…-rio-…Aun…claro…-desvió su mirada un tanto burlona, quedándose con ella, pensando en que debería de hacer. Las cosas con Marie habían sido fáciles, pero ahora eran tiempos difíciles para todos.
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 149
Fecha de inscripción : 11/11/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
Por un segundo al ver aquella sonrisa y la manera en la que le abría los brazos a manera de invitación pensó que lo más acertado habría sido haberle disparado, pero no podía hacer semejante acto y menos con un “compañero”, eso si, ganas de hacerlo no le faltaban para nada.
– Bien sabes que las balas que llevamos no son tan insignificantes así que no cometas semejantes imprudencias cuando se trata de mi, con otros podrás jugar y hacerte el decidido pero si a mi vuelves a hacerme algo así, te disparare – le miro y todo los ojos al escuchar su corrección y solo por hacerle ver que estaba dispuesta a trabajar con él aunque en el interior le pesara repitió – Debemos… si…
Esperaba que hablara de algo más, de la misión específicamente en cambio recibió la advertencia de que terminaría por tropezar si es que seguía a las prisas. Cruzo los brazos después de haber guardado de manera completa el arma, mientras que ahora Sombra se había tirado a esperar que algo pasara. Scarlett creía que para alguien que vivía siglos el hablar del tiempo era más sencillo que para los humanos que poseían un tiempo determinado de vida, pero discutir algo de esa naturaleza con él le parecía un desperdicio, sin mencionar claro que no le agradaban mucho los vampiros después de lo que habían hecho son su madre y el que perteneciera a la inquisición no generaba mucha diferencia.
Le observo fijamente e hizo una mueca cuando de manera despreocupada saco el cigarrillo, pero no le dijo nada del vampiro que buscaban, nada que pudiera considerarse realmente importante.
– ¿Eso es todo?… – dudaba de que fuera lo único que tenía para decir y negó – tu sabes más de lo que dices… lo noto, así que dime que sabes – le dijo firme, aunque algo le decía que no obtendría lo que estaba buscando, al menos no de momento.
Termino por suspirar y le vió hacer aquella leve reverencia, ahora que lo notaba, los movimientos del vampiro eran finos y elegantes, casi hipnóticos para cualquiera que se centrara en la belleza además de que claro, como todos aquellos depredadores, era sumamente atractivo.
– Scarlett Seligman – dijo haciendo esta vez ella una ligera reverencia para él, nadie decía que porque detestara a los vampiros debía ser absolutamente descortés con él; analizando la situación más fríamente y considerando que debería estar a su lado un buen tiempo, opto además por fingir que no existía nada extraño en él y que no debía sentir odio por la raza a la que pertenecía aunque supiera que no era de esa manera.
Le siguió con la mirada y después fue ella hasta el banco para terminar parada frente a él, mientras que Sombra le seguía para de nueva cuenta tirarse a un lado, no tenía de que cuidar a su dueña o al menos eso parecía creer ella al verle tan relajado a pesar de que desconocía a Benvolio.
– Es extraño… siempre esta a la defensiva… – susurró para si, antes de que la voz masculina le cuestionara – ¿El fantasma enamorado?… No, nunca le he oído… mmmm… dado que no hay que hacer al parecer, ¿podrías contarmela? – esa era una buena forma de pasar el tiempo solo que aguardaba porque la historia fuese realmente buena. La inquisidora tenía otro lado un poco más sencillo y más real; por eso es que aguardaba que le regalara una historia, ella adoraba las historias.
– Te siente muy gracioso verdad… – entrecerró los ojos y sintiendo aquello como un reto, se sentó a su lado y le miro, aguardado porque aquellos ojos volvieran a enfocarse en los suyos – Tampoco es como que sea buena idea que intentaras morderme porque las cosas se pondrían feas entre nosotros pero creo que eso ya lo sabias así que… – repentinamente una idea extraña cruzo a su mente. Algo le decía que como la mayoría de los vampiros Benvolio creería que en algún determinado momento Scarlett le ofrecería su sangre y ante esa idea hizo una mueca – Hombre debías de ser… – dijo en tono suave, sin dejar de mirar en dirección a él por el simple motivo de que ella no poseía nada que debiera ocultar.
– Bien sabes que las balas que llevamos no son tan insignificantes así que no cometas semejantes imprudencias cuando se trata de mi, con otros podrás jugar y hacerte el decidido pero si a mi vuelves a hacerme algo así, te disparare – le miro y todo los ojos al escuchar su corrección y solo por hacerle ver que estaba dispuesta a trabajar con él aunque en el interior le pesara repitió – Debemos… si…
Esperaba que hablara de algo más, de la misión específicamente en cambio recibió la advertencia de que terminaría por tropezar si es que seguía a las prisas. Cruzo los brazos después de haber guardado de manera completa el arma, mientras que ahora Sombra se había tirado a esperar que algo pasara. Scarlett creía que para alguien que vivía siglos el hablar del tiempo era más sencillo que para los humanos que poseían un tiempo determinado de vida, pero discutir algo de esa naturaleza con él le parecía un desperdicio, sin mencionar claro que no le agradaban mucho los vampiros después de lo que habían hecho son su madre y el que perteneciera a la inquisición no generaba mucha diferencia.
Le observo fijamente e hizo una mueca cuando de manera despreocupada saco el cigarrillo, pero no le dijo nada del vampiro que buscaban, nada que pudiera considerarse realmente importante.
– ¿Eso es todo?… – dudaba de que fuera lo único que tenía para decir y negó – tu sabes más de lo que dices… lo noto, así que dime que sabes – le dijo firme, aunque algo le decía que no obtendría lo que estaba buscando, al menos no de momento.
Termino por suspirar y le vió hacer aquella leve reverencia, ahora que lo notaba, los movimientos del vampiro eran finos y elegantes, casi hipnóticos para cualquiera que se centrara en la belleza además de que claro, como todos aquellos depredadores, era sumamente atractivo.
– Scarlett Seligman – dijo haciendo esta vez ella una ligera reverencia para él, nadie decía que porque detestara a los vampiros debía ser absolutamente descortés con él; analizando la situación más fríamente y considerando que debería estar a su lado un buen tiempo, opto además por fingir que no existía nada extraño en él y que no debía sentir odio por la raza a la que pertenecía aunque supiera que no era de esa manera.
Le siguió con la mirada y después fue ella hasta el banco para terminar parada frente a él, mientras que Sombra le seguía para de nueva cuenta tirarse a un lado, no tenía de que cuidar a su dueña o al menos eso parecía creer ella al verle tan relajado a pesar de que desconocía a Benvolio.
– Es extraño… siempre esta a la defensiva… – susurró para si, antes de que la voz masculina le cuestionara – ¿El fantasma enamorado?… No, nunca le he oído… mmmm… dado que no hay que hacer al parecer, ¿podrías contarmela? – esa era una buena forma de pasar el tiempo solo que aguardaba porque la historia fuese realmente buena. La inquisidora tenía otro lado un poco más sencillo y más real; por eso es que aguardaba que le regalara una historia, ella adoraba las historias.
– Te siente muy gracioso verdad… – entrecerró los ojos y sintiendo aquello como un reto, se sentó a su lado y le miro, aguardado porque aquellos ojos volvieran a enfocarse en los suyos – Tampoco es como que sea buena idea que intentaras morderme porque las cosas se pondrían feas entre nosotros pero creo que eso ya lo sabias así que… – repentinamente una idea extraña cruzo a su mente. Algo le decía que como la mayoría de los vampiros Benvolio creería que en algún determinado momento Scarlett le ofrecería su sangre y ante esa idea hizo una mueca – Hombre debías de ser… – dijo en tono suave, sin dejar de mirar en dirección a él por el simple motivo de que ella no poseía nada que debiera ocultar.
Scarlett Duchannes- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 24/10/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
-Los perros cuando huelen el peligro o se sienten amenazados ladran, es un mecanismo de defensa…-sonríe-…como una raza tiberina, son pequeños, blancos y su carácter los define como perros guardianes…-se quedo mirando para después continuar-….en su personalidad esta ladrar por que si a cualquier cosa que noten que no son de fiar o que puedan ser peligrosos, asi han sido amaestrados anteriormente y por herencia seguramente suelen comportarse asi…-sonríe, con una mano acaricio tranquilamente la cabeza de Sombra, aunque noto que le gruño un poco-…aunque siempre hay excepciones como celos u otra cosa…por ejemplo ahora…le roce la cabeza y me gruño…-rio un poco sonoro-…puede que se calle para que estés contenta con el pero seguro que ni me aguanta….-Guiño con un ojo al perro, para después seguir a su aire, observando el cielo estrellado y perlado de estrellas que apenas estaban brillando. Aquello le entristeció un poco.
-Las estrellas en cambio…son las que nos guardan…-bajo la mirada a sus pies elevados por el estado de sus piernas entrelazadas unas entre si, estaba quieto y comenzando a filosofar, llego a la conclusión de que a veces podrían ser ilusiones o… Negó. No sabia con que comparar las estrellas - ¿sabes con que comparar a las estrellas? –Mirando fijamente a Scarlett, este aguardaba su respuesta. Tenían que buscar a un vampiro o eso le habían mandado, pero estaba a gusto. Pensó en querer conocer un poco mas a su compañera de juegos nocturnos con la que le tocaría “bailar” entre palabras una media hora o el tiempo que hiciera falta para poder esperar sin llegar a la muerte por el aburrimiento.
-Seguro que usted, Seligman, tiene buenas ideas….-suspiro recostándose aun mas sobre aquel banco con respaldo, pero era tan resbaladizo que por poco se cae de culo sobre el suelo, se re-sienta mejor sobre la madera del banco un poco torpe, como si hubiera hecho un numero de teatro - ….-no dijo nada. Tenia la sensación del ridículo por las nubes, pero mantuvo su…actitud fría y firme con lo que no podría ser burlado por mas de cinco segundos por su acompañante y sus únicos ojos ajenos ante lo que paso antes de caerse al suelo.
-Benvolio! –Benvolio miraba a Selligman y escucho su nombre cerca. Aquello le despisto tanto que le puso en alerta. No podría haber sido su Marie, aunque había sonado a ella, o ¿se lo estaba imaginando? Inmediatamente, acerco a Scarlett hacia él mientras le rodeaba los hombros con un brazo, acercándola hacia el y acurrucándola en su hombro-…Shh…sígueme el hilo….-sus ojos claros ahora eran avizores, vigilantes por si el peligro estuviera cerca de ellos. Sentía que algo que él conocía estaba bien cerca. Pero, ¿Qué demonios era? Estaba sin saber demasiado, pues aquello que pudiera estar cerca, amenazándoles entre las sombras, podría estar a punto de empezar una batalla.
-Las estrellas en cambio…son las que nos guardan…-bajo la mirada a sus pies elevados por el estado de sus piernas entrelazadas unas entre si, estaba quieto y comenzando a filosofar, llego a la conclusión de que a veces podrían ser ilusiones o… Negó. No sabia con que comparar las estrellas - ¿sabes con que comparar a las estrellas? –Mirando fijamente a Scarlett, este aguardaba su respuesta. Tenían que buscar a un vampiro o eso le habían mandado, pero estaba a gusto. Pensó en querer conocer un poco mas a su compañera de juegos nocturnos con la que le tocaría “bailar” entre palabras una media hora o el tiempo que hiciera falta para poder esperar sin llegar a la muerte por el aburrimiento.
-Seguro que usted, Seligman, tiene buenas ideas….-suspiro recostándose aun mas sobre aquel banco con respaldo, pero era tan resbaladizo que por poco se cae de culo sobre el suelo, se re-sienta mejor sobre la madera del banco un poco torpe, como si hubiera hecho un numero de teatro - ….-no dijo nada. Tenia la sensación del ridículo por las nubes, pero mantuvo su…actitud fría y firme con lo que no podría ser burlado por mas de cinco segundos por su acompañante y sus únicos ojos ajenos ante lo que paso antes de caerse al suelo.
-Benvolio! –Benvolio miraba a Selligman y escucho su nombre cerca. Aquello le despisto tanto que le puso en alerta. No podría haber sido su Marie, aunque había sonado a ella, o ¿se lo estaba imaginando? Inmediatamente, acerco a Scarlett hacia él mientras le rodeaba los hombros con un brazo, acercándola hacia el y acurrucándola en su hombro-…Shh…sígueme el hilo….-sus ojos claros ahora eran avizores, vigilantes por si el peligro estuviera cerca de ellos. Sentía que algo que él conocía estaba bien cerca. Pero, ¿Qué demonios era? Estaba sin saber demasiado, pues aquello que pudiera estar cerca, amenazándoles entre las sombras, podría estar a punto de empezar una batalla.
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 149
Fecha de inscripción : 11/11/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
– ¿Celos? – su mirada viajo a Sombra y una sonrisa apareció en sus labios – No tendría porque estarlo, Sombra es la única familia que tengo que me importa y eso no cambiaría así que la idea de los celos esta completamente fuera de lugar – escucho perfectamente el gruñido del perro, pero se percato perfectamente de que no era un gruñido normal, sino algo más tranquilo a lo usual – No se callaría para que yo este contenta, no fue educado de esa manera así que… – suspiro – quizás solo quiere irse a casa porque todo esto parece ser una mera perdida de tiempo, no tendremos nada que hacer esta noche así que lo mejor sería que nos fuéramos ya – sus ojos fueron hasta toparse con el vampiro, que seguía de una manera demasiado relajada para gusto de ella.
Ella había pedido una historia y el vampiro le preguntaba entonces sobre las estrellas. No existía forma de cambiarles, los inmortales eran sencillamente dementes, como si el tiempo les hubiera robado toda la cordura el como seguir una conversación decente; aún así, la inquisidora permaneció en aquel lugar a pesar de que sus pensamientos le decían que era el momento de alejarse de aquel lugar y dejar a aquel demente vampiro sumido en sus divagaciones.
– Las estrellas pueden compararse con muchas cosas creo yo… todo dependería del momento en que nos encontremos y la visión que exista del mundo en nosotros en esos momentos – la mirada de ella viajo entonces al cielo nocturno que se encontraba plagado de estrellas – pueden ser cualquier cosa que queramos… una luciérnaga, una luz que guía nuestro camino, la mirada del universo… – suspiro antes de sentir como era observada y terminan bajando sus ojos a los ajenos – no creo que sean buenas ideas o no las mejores más bien, pero son mías y me convencen.
No necesitaba que nadie aceptara sus cosas, con que a ella le parecieran bien era suficiente. Por apenas unos segundos, en la respuesta que había dado una parte de la joven que era realmente había salido, pero al darse cuenta de eso intento nuevamente ocultarla tras su rostro serio que no duro más que unos segundos al ver como Benvolio se resbalaba para casi caer de aquel banco en el que permanecían sentados.
Una sonrisa apareció en sus labios y se contuvo de haber estallado en una sonora carcajada por aquella torpeza un tanto insólita, un vampiro lo suficientemente torpe como para resbalar.
El nombre del vampiro se escucho fuerte y claro; la inquisidora creyó en un inicio que debía ser alguien que llevaba información sobre la misión que debían cumplía y parte de ella de verdad que ansiaba que fuera de esa forma, pero esas expectativas se desvanecieron en el instante que el inmortal le rodeo los hombros y le acerco a su frío cuerpo.
– ¿Qué pasa? – susurró sin entender el por qué de su manera de actuar; el verle escrutar la oscuridad con cuidado y apretar ligeramente su hombro de una manera más notoria le alerto, junto con la visión de Sombra levantándose de donde antes había permanecido cómodo para avanzar hasta un lado de ella, dejando escapar un gruñido de advertencia. Sin necesidad de que se dijera más llevo la mano a su cintura, donde permanecía un arma; no sabía que era lo que les estaba hablando desde la oscuridad pero fuera lo que fuera más le valía no hacer ningún movimiento en falso.
Permaneció alerta, sin separarse de Benvolio, no había captado a que iba lo de seguirle el hilo y no le agradaba tener que seguirle el hilo a aquel hombre pero si era algo que necesitaba hacer entonces usaría toda su fuerza de voluntad para hacerlo y que aquella misión saliera bien.
Ella había pedido una historia y el vampiro le preguntaba entonces sobre las estrellas. No existía forma de cambiarles, los inmortales eran sencillamente dementes, como si el tiempo les hubiera robado toda la cordura el como seguir una conversación decente; aún así, la inquisidora permaneció en aquel lugar a pesar de que sus pensamientos le decían que era el momento de alejarse de aquel lugar y dejar a aquel demente vampiro sumido en sus divagaciones.
– Las estrellas pueden compararse con muchas cosas creo yo… todo dependería del momento en que nos encontremos y la visión que exista del mundo en nosotros en esos momentos – la mirada de ella viajo entonces al cielo nocturno que se encontraba plagado de estrellas – pueden ser cualquier cosa que queramos… una luciérnaga, una luz que guía nuestro camino, la mirada del universo… – suspiro antes de sentir como era observada y terminan bajando sus ojos a los ajenos – no creo que sean buenas ideas o no las mejores más bien, pero son mías y me convencen.
No necesitaba que nadie aceptara sus cosas, con que a ella le parecieran bien era suficiente. Por apenas unos segundos, en la respuesta que había dado una parte de la joven que era realmente había salido, pero al darse cuenta de eso intento nuevamente ocultarla tras su rostro serio que no duro más que unos segundos al ver como Benvolio se resbalaba para casi caer de aquel banco en el que permanecían sentados.
Una sonrisa apareció en sus labios y se contuvo de haber estallado en una sonora carcajada por aquella torpeza un tanto insólita, un vampiro lo suficientemente torpe como para resbalar.
El nombre del vampiro se escucho fuerte y claro; la inquisidora creyó en un inicio que debía ser alguien que llevaba información sobre la misión que debían cumplía y parte de ella de verdad que ansiaba que fuera de esa forma, pero esas expectativas se desvanecieron en el instante que el inmortal le rodeo los hombros y le acerco a su frío cuerpo.
– ¿Qué pasa? – susurró sin entender el por qué de su manera de actuar; el verle escrutar la oscuridad con cuidado y apretar ligeramente su hombro de una manera más notoria le alerto, junto con la visión de Sombra levantándose de donde antes había permanecido cómodo para avanzar hasta un lado de ella, dejando escapar un gruñido de advertencia. Sin necesidad de que se dijera más llevo la mano a su cintura, donde permanecía un arma; no sabía que era lo que les estaba hablando desde la oscuridad pero fuera lo que fuera más le valía no hacer ningún movimiento en falso.
Permaneció alerta, sin separarse de Benvolio, no había captado a que iba lo de seguirle el hilo y no le agradaba tener que seguirle el hilo a aquel hombre pero si era algo que necesitaba hacer entonces usaría toda su fuerza de voluntad para hacerlo y que aquella misión saliera bien.
Scarlett Duchannes- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 24/10/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
Eran más de tres seres vivos en esa noche de Paris. Alguien conocía a Benvolio y le había llamado. No olía como alguien de la inquisición, no olía a azufre, ni a un mago siquiera.
-Aquí no estamos seguros…debemos ir a otra parte…-Suspira lentamente, tomando la mano de Scarlett por la suya, pero el mordisco del perro de Scarlett le mordió, soltó la mano de su acompañante esa noche y comenzaba a maldecir demonios por su boca -¡AHG!¡Maldito perro! –Murmuro con rebeldía del dolor que le causo ese profundo mordisco en su parida mano. Bien sabía que se regeneraba por sus dotes de sanación, pero a pesar de eso, dolía y escocia de narices.
Anduvo unos pasos más que los que marcaba Scarlett, no la dirigía la palabra a menos que fuera para darla una orden que esperaba que la acatara inmediatamente por ser el más veterano de los dos. Suspiro lentamente mientras se para en el sitio, intentando ver a esa persona que lo llamo y ahí estaba. Se quedó de hielo.
-Marie…
¿Era ella en realidad? ¿Cómo era posible?
Entonces, la imagen que vio de ella era de felicidad. Escucho en sus pensamientos las palabras “se feliz” con esa típica voz suya…y finalmente desapareció en la nada, disminuyendo su opacidad hasta que ya no la sentía en absoluto. ¿Habría cruzado la luz? ¿Le habría dolido? ¿Le…dejo finalmente? ¿Por qué no le dio explicaciones del porqué de su muerte? ¿Quizás porque estaba haciendo de niñera de una humana? Miro fijamente a Scarlett, después escucho el sonar metálico de un colgante, Benvolio volteo su mirada hacia donde fue aquel sonido, vio el colgante que le regalo antes de que se casaran. Era un amuleto protector que el hizo con su magia, un colgante que Benvolio por haberse dormido, se le había olvidado dárselo y se había ido corriendo hacia el templo donde los demás soldados esperaban nuevas misiones que hacer.
¿Cómo era posible? Típico.
Miro de reojo por encima de su hombro y vio a Scarlett. Seguramente se lo tendría que haber imaginado algo que no era posible aun. Demasiado evidente la frase de “Se feliz” y que ahora estuvieran a solas de nuevo y después esos recuerdos a su mente. Suspiro terminando por levantarse, para incorporarse y mirar a Scarlett, saco la pistola de debajo de su chaqueta de cuero, en silencio, orgulloso levanto la cabeza para después ponerla mirando al lado, su mirada se situó enfrente, apuntando en la cabeza de Scarlett. Ríe.
-Estas muerto…-Dijo para terminar disparando a un vampiro que iba a atacar a Scarlett por detrás, como si de un pasatiempo fuera en la vida que estaban viviendo en estos momentos. Se fue acercando a Scarlett, vio como Sombra se acercó a él para morderlo de nuevo, pero Benvolio lo aparto de nuevo, se quedó cerca de Scarlett para poder revisar en su mirada si estaba en shock por el susto -….Sobrevivirás…-Lentamente beso su frente por inercia, suspira después para cortar la cabeza con una daga del vampiro que disparo. Saco una nota de la chaqueta que sobresalía y se fue levantando. Se puso al lado de Scarlett para que ambos la leyeran.
-Aquí no estamos seguros…debemos ir a otra parte…-Suspira lentamente, tomando la mano de Scarlett por la suya, pero el mordisco del perro de Scarlett le mordió, soltó la mano de su acompañante esa noche y comenzaba a maldecir demonios por su boca -¡AHG!¡Maldito perro! –Murmuro con rebeldía del dolor que le causo ese profundo mordisco en su parida mano. Bien sabía que se regeneraba por sus dotes de sanación, pero a pesar de eso, dolía y escocia de narices.
Anduvo unos pasos más que los que marcaba Scarlett, no la dirigía la palabra a menos que fuera para darla una orden que esperaba que la acatara inmediatamente por ser el más veterano de los dos. Suspiro lentamente mientras se para en el sitio, intentando ver a esa persona que lo llamo y ahí estaba. Se quedó de hielo.
-Marie…
¿Era ella en realidad? ¿Cómo era posible?
Entonces, la imagen que vio de ella era de felicidad. Escucho en sus pensamientos las palabras “se feliz” con esa típica voz suya…y finalmente desapareció en la nada, disminuyendo su opacidad hasta que ya no la sentía en absoluto. ¿Habría cruzado la luz? ¿Le habría dolido? ¿Le…dejo finalmente? ¿Por qué no le dio explicaciones del porqué de su muerte? ¿Quizás porque estaba haciendo de niñera de una humana? Miro fijamente a Scarlett, después escucho el sonar metálico de un colgante, Benvolio volteo su mirada hacia donde fue aquel sonido, vio el colgante que le regalo antes de que se casaran. Era un amuleto protector que el hizo con su magia, un colgante que Benvolio por haberse dormido, se le había olvidado dárselo y se había ido corriendo hacia el templo donde los demás soldados esperaban nuevas misiones que hacer.
- colgante:
¿Cómo era posible? Típico.
Miro de reojo por encima de su hombro y vio a Scarlett. Seguramente se lo tendría que haber imaginado algo que no era posible aun. Demasiado evidente la frase de “Se feliz” y que ahora estuvieran a solas de nuevo y después esos recuerdos a su mente. Suspiro terminando por levantarse, para incorporarse y mirar a Scarlett, saco la pistola de debajo de su chaqueta de cuero, en silencio, orgulloso levanto la cabeza para después ponerla mirando al lado, su mirada se situó enfrente, apuntando en la cabeza de Scarlett. Ríe.
-Estas muerto…-Dijo para terminar disparando a un vampiro que iba a atacar a Scarlett por detrás, como si de un pasatiempo fuera en la vida que estaban viviendo en estos momentos. Se fue acercando a Scarlett, vio como Sombra se acercó a él para morderlo de nuevo, pero Benvolio lo aparto de nuevo, se quedó cerca de Scarlett para poder revisar en su mirada si estaba en shock por el susto -….Sobrevivirás…-Lentamente beso su frente por inercia, suspira después para cortar la cabeza con una daga del vampiro que disparo. Saco una nota de la chaqueta que sobresalía y se fue levantando. Se puso al lado de Scarlett para que ambos la leyeran.
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 149
Fecha de inscripción : 11/11/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
¿Qué era lo que estaba pasando? La misión se estaba tornando visiblemente extraña y eso solo provocaba que Scarlett se pusiera de malas y que Sombra se sintiera ansioso.
– Y ahora… ¿A donde piensas llevarme? ¿Qué demonios esta sucediendo?…. Benvolio… – cuando la mano del inmortal se cerro sobre la de ella, su perro no dudo en morderle y una sonrisa se dibujo en sus labios – Es bastante dedicado cuando se trata de defenderme – su mano paso lentamente por la cabeza del animal, que continuo en su sitio, gruñendo a Benvolio.
Le siguió, no había nada más que hacer. Aún a pesar de que andaba detrás de aquel inquisidor estaba dispuesta a dispararle directo a la cabeza si es que osaba querer dañarle o engañarle, pero hasta esos momentos no había mostrado intentar alguna de esas cosas así que simplemente opto por darle una oportunidad.
Avanzaba sin saber que era lo que estaba sucediendo, hasta que él se detuvo y escucho que llamaba a alguien; pero ella no veía nada ni nadie.
– ¿Todo bien? – llevo su mano hasta el arma que tenía, mirando de un lado a otro para buscar una amenaza potencial pero Sombra parecía quieto, mirando al frente como si al igual que el inmortal estuviese viendo algo que ella era incapaz de ver – ¿Quién es Marie? – pregunto. No se movería ni un ápice hasta que aquel inmortal le dijera que estaba sucediendo y sino recibía la respuesta o le mataba simplemente se iba de aquel lugar – ¡Estoy hablando contigo! – le vio moverse nuevamente y avanzo lento en dirección a él.
Aquello estaba cansando a pasos agigantados. Noto como levantaba algo y parecía sumido en sus propios pensamientos, lo que le hizo mostrarle una mueca de evidente molestia.
– Con un demonio… ¿Qué es lo que esta pasando?
Se pregunta recibió como respuesta la amenazad del arma ajena, pero para cuando él apuntaba a su cabeza. Scarlett le hacía también; si iba a matarle entonces no sería la única en morirse.
Estaba por disparar cuando algo le impidió hacerlo, quizás la voz de Benvolio o algo más… no lo sabía, pero para cuando oyó el sonido del arma ajena y posteriormente escucho el golpe de algo detrás suyo caer, se giro. Detrás de ella estaba otro vampiro, uno del que no se percato… ni siquiera Sombra lo había hecho.
– Eres un idiota… pude haberte disparado, creí que ibas a asesinarme – le miro y le señalo amenazante con el dedo – No me digas que sobreviviré, porque solo provocaras que me moleste mucho más. Vanidoso, tonto… desconsiderado… – despotricaba en su contra, tanto que cuando se inclino para sacar la nota solo miro el papel uno segundos – No quiero leerla… hazlo tu y dime que dice – y sin más le dio la espalda, maldiciendo a ese inmortal.
– Y ahora… ¿A donde piensas llevarme? ¿Qué demonios esta sucediendo?…. Benvolio… – cuando la mano del inmortal se cerro sobre la de ella, su perro no dudo en morderle y una sonrisa se dibujo en sus labios – Es bastante dedicado cuando se trata de defenderme – su mano paso lentamente por la cabeza del animal, que continuo en su sitio, gruñendo a Benvolio.
Le siguió, no había nada más que hacer. Aún a pesar de que andaba detrás de aquel inquisidor estaba dispuesta a dispararle directo a la cabeza si es que osaba querer dañarle o engañarle, pero hasta esos momentos no había mostrado intentar alguna de esas cosas así que simplemente opto por darle una oportunidad.
Avanzaba sin saber que era lo que estaba sucediendo, hasta que él se detuvo y escucho que llamaba a alguien; pero ella no veía nada ni nadie.
– ¿Todo bien? – llevo su mano hasta el arma que tenía, mirando de un lado a otro para buscar una amenaza potencial pero Sombra parecía quieto, mirando al frente como si al igual que el inmortal estuviese viendo algo que ella era incapaz de ver – ¿Quién es Marie? – pregunto. No se movería ni un ápice hasta que aquel inmortal le dijera que estaba sucediendo y sino recibía la respuesta o le mataba simplemente se iba de aquel lugar – ¡Estoy hablando contigo! – le vio moverse nuevamente y avanzo lento en dirección a él.
Aquello estaba cansando a pasos agigantados. Noto como levantaba algo y parecía sumido en sus propios pensamientos, lo que le hizo mostrarle una mueca de evidente molestia.
– Con un demonio… ¿Qué es lo que esta pasando?
Se pregunta recibió como respuesta la amenazad del arma ajena, pero para cuando él apuntaba a su cabeza. Scarlett le hacía también; si iba a matarle entonces no sería la única en morirse.
Estaba por disparar cuando algo le impidió hacerlo, quizás la voz de Benvolio o algo más… no lo sabía, pero para cuando oyó el sonido del arma ajena y posteriormente escucho el golpe de algo detrás suyo caer, se giro. Detrás de ella estaba otro vampiro, uno del que no se percato… ni siquiera Sombra lo había hecho.
– Eres un idiota… pude haberte disparado, creí que ibas a asesinarme – le miro y le señalo amenazante con el dedo – No me digas que sobreviviré, porque solo provocaras que me moleste mucho más. Vanidoso, tonto… desconsiderado… – despotricaba en su contra, tanto que cuando se inclino para sacar la nota solo miro el papel uno segundos – No quiero leerla… hazlo tu y dime que dice – y sin más le dio la espalda, maldiciendo a ese inmortal.
Scarlett Duchannes- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 24/10/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
Las risas que Benvolio forzó a salir, estaban justificadas, aquella actitud tan dulce de Scarlett la hacían tener una imagen demasiado tierna, tanta que estaba le enternecía su seco corazón, aquel que perdió hace tiempo, pero Marie apareció con un “sé feliz”
¿Esperaba acaso que sus sentimientos ahora virasen hacia nuevas expectaciones? ¿Hacia rincones que estaban obviamente lejos de su alcance? ¿Hacia miradas desconocidas que no sabría fiarse de ellas? Solo la única cuestión por la que apareció su ex – amada seguramente era para que él se preguntara ¿Por qué seguir el camino en soledad? Aunque…bueno, él no estaba en soledad. Tenía a Mara, aquella princesita que encontró desolada y al borde de una muerte segura a pesar de que ya burlo a la muerte una vez. Todos los de su especie lo hacían, hasta que se enternecían con el fulgor del alba.
Detrás de una sonrisa hay tristeza ocultada, allá en donde se pide que se pague por todos los pecados por los que una persona haya podido pasar durante todo su linaje incluso hasta los que llegan hasta épocas remotas. Desorganizados sentimientos como en los que estaba metido ahora mismo Benvolio intentando asimilar el hecho de que su verdadero amor ya no existía sobre la tierra, pero aquel olor que dejo su amada le llevo hacia Scarlett, pero no fue el fantasma quien desprendió el olor, flotando hasta llegar a dicha persona, sino, la misma Scarlett, al escucharle decir esas palabras olio igual que ella. ¿Tendría que seguir su camino con una mujer solamente por su olor corporal? Pero era atrayente, jazmín, azaleas, o algún aroma exótico que no pudiera decir que no.
Termino por tomar a Scarlett del brazo, darle la vuelta en el sitio y tras rodearle la cintura lentamente, acabo acercándola a él para así callar alguna queja ajena con un profundo y apasionado beso, un ataque canino le venía encima, pero él fue más rápido y con sus poderes [Dolor mental] mantuvo al perro mientras Benvolio se ocupaba de rodear con el otro brazo a Scarlett, seguir con el beso mientras poco a poco iba finalizándolo, pero aun estando cerca de aquella silueta femenina- ¿Me consideras idiota aun?-murmuro mirando a aquellos ojos marrones de los cuales había estado perdido por unos minutos.
Tosió.
Se separó para quedarse frente a ella y después comenzó a leer la carta que al leer la primera línea, su cuerpo se helo más de lo que estaba de por sí. Parece que el pasado estaba ahí para sorprenderle cada vez más o simplemente para hacerle saber que no podía escapar de él. Su cara de sorpresa dejo su rostro y apareció una de indiferencia. La carta fue destruida lentamente mientras miraba al frente con arrogancia, para después guardarse los trozos de pergamino dentro de su chaqueta de combate-…..No hay que ensuciar las calles…-Dijo mientras se acercó a Scarlett-…prepárate…-susurro-…Vamos a reunirnos con unos viejos amigos…-Con esas palabras la sonrisa, pero no una simple sonrisa, sino, una sonrisa macabra apareció en aquel pálido rostro y estaba decidido patear en el culo al pasado para que no volviera más y pudiera andar hacia el futuro.
¿Esperaba acaso que sus sentimientos ahora virasen hacia nuevas expectaciones? ¿Hacia rincones que estaban obviamente lejos de su alcance? ¿Hacia miradas desconocidas que no sabría fiarse de ellas? Solo la única cuestión por la que apareció su ex – amada seguramente era para que él se preguntara ¿Por qué seguir el camino en soledad? Aunque…bueno, él no estaba en soledad. Tenía a Mara, aquella princesita que encontró desolada y al borde de una muerte segura a pesar de que ya burlo a la muerte una vez. Todos los de su especie lo hacían, hasta que se enternecían con el fulgor del alba.
Detrás de una sonrisa hay tristeza ocultada, allá en donde se pide que se pague por todos los pecados por los que una persona haya podido pasar durante todo su linaje incluso hasta los que llegan hasta épocas remotas. Desorganizados sentimientos como en los que estaba metido ahora mismo Benvolio intentando asimilar el hecho de que su verdadero amor ya no existía sobre la tierra, pero aquel olor que dejo su amada le llevo hacia Scarlett, pero no fue el fantasma quien desprendió el olor, flotando hasta llegar a dicha persona, sino, la misma Scarlett, al escucharle decir esas palabras olio igual que ella. ¿Tendría que seguir su camino con una mujer solamente por su olor corporal? Pero era atrayente, jazmín, azaleas, o algún aroma exótico que no pudiera decir que no.
Termino por tomar a Scarlett del brazo, darle la vuelta en el sitio y tras rodearle la cintura lentamente, acabo acercándola a él para así callar alguna queja ajena con un profundo y apasionado beso, un ataque canino le venía encima, pero él fue más rápido y con sus poderes [Dolor mental] mantuvo al perro mientras Benvolio se ocupaba de rodear con el otro brazo a Scarlett, seguir con el beso mientras poco a poco iba finalizándolo, pero aun estando cerca de aquella silueta femenina- ¿Me consideras idiota aun?-murmuro mirando a aquellos ojos marrones de los cuales había estado perdido por unos minutos.
Tosió.
Se separó para quedarse frente a ella y después comenzó a leer la carta que al leer la primera línea, su cuerpo se helo más de lo que estaba de por sí. Parece que el pasado estaba ahí para sorprenderle cada vez más o simplemente para hacerle saber que no podía escapar de él. Su cara de sorpresa dejo su rostro y apareció una de indiferencia. La carta fue destruida lentamente mientras miraba al frente con arrogancia, para después guardarse los trozos de pergamino dentro de su chaqueta de combate-…..No hay que ensuciar las calles…-Dijo mientras se acercó a Scarlett-…prepárate…-susurro-…Vamos a reunirnos con unos viejos amigos…-Con esas palabras la sonrisa, pero no una simple sonrisa, sino, una sonrisa macabra apareció en aquel pálido rostro y estaba decidido patear en el culo al pasado para que no volviera más y pudiera andar hacia el futuro.
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 149
Fecha de inscripción : 11/11/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
Estaba molesta y frustrada. Había terminado en aquella misión no solo con un vampiro sino que también ese vampiro le confundía e incluso cuando se había visto amenazada por él, fue incapaz de dispararle. La inquisidora agradecía internamente que le hubiese salvado de aquel vampiro que trato de asesinarle, pero se encontraba terriblemente confundida ¿Por qué no pudo disparar? ¿Qué le había impedido asesinarlo? Aquel hombre era un vampiro y para ella nunca existió dificultad en eliminar a un chupasangre, no tenia mucho que ver con que fuera inquisidor al igual que ella ya que, si en un inicio eso influyo a soportarle, ante la amenaza estaba permitido que se defendiera pero no lo hizo.
Descargo parte de su frustración en aquellas ofensas que solo provocaban una sonrisa en aquel vampiro al cual el solo hecho de mirar le llenaba de frustración. Esperaba el momento de decir que dejara de mirarle como si fuese a romperse, que no la viera como una chiquilla y por tanto no requería de que le viera como si tuviera intenciones de cuidarle. Para cualquier otro esas podían ser exageraciones, más para ella era lo que aquellos ojos transmitían cada vez que se centraban en los suyos y por eso preferid no verle, la molestia le llevaría luego a decirle esas cosas y ya creía haber dicho suficiente para una sola misión con alguien como él.
Benvolio tomo su brazo y Scarlett sintió el frío de los dedos del vampiro.
– ¿Ahora qué? – pregunto solo para terminar cerca de él y con sus labios atrapados entre los de aquel inmortal, sus manos hicieron por alejarle de ella pero era inútil intentar mover a alguien que parecía de piedra. La sorpresa del beso y su molestia ante este disminuyeron un poco, haciendo incluso que le respondiera por unos segundos, durante aquellos que se separaban ya de los suyos. Permanecieron unos momentos cerca del otro y los ojos de Scarlett estaban en los ajenos.
– Si vuelves a hacer eso – el sonrojo llego entonces a sus mejillas, muestra del enojo y la vergüenza – te matare – sentenció solo para separarse de él, con la sensación de aquel beso en los labios.
– ¿No vas a leerla para mi? – cruzo los brazos, aguardando porque le dijera que contenía esa carta. Como respuesta a su interrogante solo recibió un rostro frío y le vio acercarse de nuevo a ella por lo que en un acto de ligero nerviosismo al creer que le besaría de nuevo, dio un paso atrás –¿Qué pasa? – finalmente después de todo, recibió una respuesta que le dejo al igual que las demás, con dudas; solo que en esta ocasión el vampiro parecía decidió a algo y ella asintió – Siempre estoy preparada, así que vamos – sonrío mientras Sombra se ponía entre ambos, de una manera que denotaba que no le agradaba la cercanía de Ben con su dueña – y Sombra lo esta igual, así que indicamos el camino y vayamos.
Descargo parte de su frustración en aquellas ofensas que solo provocaban una sonrisa en aquel vampiro al cual el solo hecho de mirar le llenaba de frustración. Esperaba el momento de decir que dejara de mirarle como si fuese a romperse, que no la viera como una chiquilla y por tanto no requería de que le viera como si tuviera intenciones de cuidarle. Para cualquier otro esas podían ser exageraciones, más para ella era lo que aquellos ojos transmitían cada vez que se centraban en los suyos y por eso preferid no verle, la molestia le llevaría luego a decirle esas cosas y ya creía haber dicho suficiente para una sola misión con alguien como él.
Benvolio tomo su brazo y Scarlett sintió el frío de los dedos del vampiro.
– ¿Ahora qué? – pregunto solo para terminar cerca de él y con sus labios atrapados entre los de aquel inmortal, sus manos hicieron por alejarle de ella pero era inútil intentar mover a alguien que parecía de piedra. La sorpresa del beso y su molestia ante este disminuyeron un poco, haciendo incluso que le respondiera por unos segundos, durante aquellos que se separaban ya de los suyos. Permanecieron unos momentos cerca del otro y los ojos de Scarlett estaban en los ajenos.
– Si vuelves a hacer eso – el sonrojo llego entonces a sus mejillas, muestra del enojo y la vergüenza – te matare – sentenció solo para separarse de él, con la sensación de aquel beso en los labios.
– ¿No vas a leerla para mi? – cruzo los brazos, aguardando porque le dijera que contenía esa carta. Como respuesta a su interrogante solo recibió un rostro frío y le vio acercarse de nuevo a ella por lo que en un acto de ligero nerviosismo al creer que le besaría de nuevo, dio un paso atrás –¿Qué pasa? – finalmente después de todo, recibió una respuesta que le dejo al igual que las demás, con dudas; solo que en esta ocasión el vampiro parecía decidió a algo y ella asintió – Siempre estoy preparada, así que vamos – sonrío mientras Sombra se ponía entre ambos, de una manera que denotaba que no le agradaba la cercanía de Ben con su dueña – y Sombra lo esta igual, así que indicamos el camino y vayamos.
Scarlett Duchannes- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 24/10/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
No avanzo más de dos losas del camino que le llevaría hacia su cita. Giro sobre sus pies en aquel lugar, esperando a que todo fuera un error -… ¿Sabes una cosa, humana? –Burlo acercándose varios pasos hacia aquel rostro de muñequita de porcelana, sus labios volvieron a acercarse a los ajenos para no besarlos sino quedarse a un milímetro de ellos-….Nunca…me amenaces pues no vaya a ser que tus amenazas se trasformen a fin de ponerse en tu contra….-Con una sonrisa zalamera acabo por apoyar los labios sobre los ajenos una vez más, sus manos se apoyaron sobre a ambos lados de su cabeza, colocándolas sobre el hueso temporal de la estructura craneal que estaba esa vez cubierto por un sedoso cabello cobrizo, en el cual enredo parte de sus dedos conforme aumentaba la profundidad del beso. Tenía que parar, no habría misión ni leches si continuaba con besos aterciopelados bajando poco a poco hasta acabar clavando sus colmillos sobre la yugular de su compañera de esa noche.
-¡Agh! –Sus manos alejaron el rostro ajeno antes de que fuera demasiado tarde, reservaría su arte de la seducción para atraer la muerte sobre convictos que si merecieran de su tacto de la muerte -…Vamos…-Termino por sentirse acalorado, pero estaba muerto y era un sentimiento que no recordaba demasiado. Fue entonces dirigiendo el camino hasta donde el olor de aquella carta le conducía, hasta el Rio del Senna consiguió llegar, pero nada en la oscuridad de la noche pudo llegar a ver.
–Manten…-suspiro, se sentía inquieto, pero se mantuvo cerca de Scarlett -….Mantente alerta…puede estar por cualquier parte, debajo del puente, encima de un edificio…o de algún farol que adorne la calle con su débil fulgor …-Los pasos eran de él y de Scarlett, lo reconocía pues los taconeos de aquellas botas resonaban más que las suyas propias -…Anda más lento….alertarás al enemigo…-Su cuerpo volvió a girarse para quedarse frente al de Scarlett -….y lo ahuyentarás ….-miro al perro-….No podemos hacer nada si sombre ladra cada vez más y más….-murmuro ya frustrado, pensando en que gracias a las onomatopeyas de quienes les acompañaban esa noche ya tenía la fuerte convicción de que ahuyentarían a su enemigo, alejándolo de su pistola y la pólvora envenenada que iba dentro de balas de plata, listas para ser disparadas aquel que osara enturbiar sus objetivos de la misión.
Termino por coger a Scarlett en brazos, no le costaba nada, apretó el agarre tras su espalda y por debajo de sus piernas, sintiendo aquella vista seno-rial sobre sus ropas de cuero y de inquisidor. Anduvo con ella en brazos por un largo tiempo hasta que llegaron a la estación para después volver por un callejón y volver al mismo punto de partida. Él había seguido el aroma de…. –Mierda….-Él había sido el imbécil. Había seguido el aroma que desprendía el papel pero que creía que le estaba conduciendo a su objetivo, puso a Scarlett en el suelo, ignorando si podía levantarse por ella misma o no, él le dejo ahí, su rostro estaba tenso y no mostraba ninguna emoción, cosa que nadie podía saber si había fallado en su olfato o no….o Simplemente, aquella persona a la que tenía que perseguir, le estaba tomando el pelo. Bien había estudiado de una habilidad no muy común en la raza de los vampiros pero que solía darse el caso, que su raza podía hacer que los sentidos se confundieran, que su olfato no oliera más de si o que se dejara guiar por uno mismo o que su visión no fuera por donde él creía que se desplazaba.
Su arma sacó y los trozos de aquella carta, los alejo, tirándolos al vacio del aire para ver como aquellos trozos de pergamino, volaban sin tener un rumbo fijo, moviendo aleatoriamente hasta terminar en el suelo justo al lado de unas botas manchadas por el barro de los bosques, el cuero estaba desgastado y en la suela de goma, había incrustadas la tierra y la hierba por la que habrían pasado aquellos pies. Entonces, de repente entre las sombras, a más de 5 metros desde donde estaba Benvolio con Scarlett, salió alguien que era muy, pero que muy conocido para Benvolio. Parecía que el pasado volvía a atacarle sin previo aviso. Ahí estaba.
El "pequeño" Fred, que fue llevado a un mercado de esclavos, y del cual no volvió a saber de él. Fred o como le solían llamar, era el hombre de piedra, tenía fuerza propia y era duro como el acero, como si su piel fuera ya de por si las armaduras de la época medieval, que tanto esfuerzo invertían los herreros de entonces, pero ahí estaba. Era un armario andante y su aspecto se había adulterado, había crecido tanto en altura como en proporción muscular. Obviamente sabía que era igual que él. Otro vampiro pero que seguramente no pertenecía a la inquisición.
-Fred….. –Solamente no sentía miedo, es más, sujetaba su pistola con suma calma pero con firmeza -….¿Qué tal han sido tus años de esclavo? –murmuro lentamente, esperando una respuesta y deseando que su compañera no hiciera ninguna estupidez.
-¡Agh! –Sus manos alejaron el rostro ajeno antes de que fuera demasiado tarde, reservaría su arte de la seducción para atraer la muerte sobre convictos que si merecieran de su tacto de la muerte -…Vamos…-Termino por sentirse acalorado, pero estaba muerto y era un sentimiento que no recordaba demasiado. Fue entonces dirigiendo el camino hasta donde el olor de aquella carta le conducía, hasta el Rio del Senna consiguió llegar, pero nada en la oscuridad de la noche pudo llegar a ver.
–Manten…-suspiro, se sentía inquieto, pero se mantuvo cerca de Scarlett -….Mantente alerta…puede estar por cualquier parte, debajo del puente, encima de un edificio…o de algún farol que adorne la calle con su débil fulgor …-Los pasos eran de él y de Scarlett, lo reconocía pues los taconeos de aquellas botas resonaban más que las suyas propias -…Anda más lento….alertarás al enemigo…-Su cuerpo volvió a girarse para quedarse frente al de Scarlett -….y lo ahuyentarás ….-miro al perro-….No podemos hacer nada si sombre ladra cada vez más y más….-murmuro ya frustrado, pensando en que gracias a las onomatopeyas de quienes les acompañaban esa noche ya tenía la fuerte convicción de que ahuyentarían a su enemigo, alejándolo de su pistola y la pólvora envenenada que iba dentro de balas de plata, listas para ser disparadas aquel que osara enturbiar sus objetivos de la misión.
Termino por coger a Scarlett en brazos, no le costaba nada, apretó el agarre tras su espalda y por debajo de sus piernas, sintiendo aquella vista seno-rial sobre sus ropas de cuero y de inquisidor. Anduvo con ella en brazos por un largo tiempo hasta que llegaron a la estación para después volver por un callejón y volver al mismo punto de partida. Él había seguido el aroma de…. –Mierda….-Él había sido el imbécil. Había seguido el aroma que desprendía el papel pero que creía que le estaba conduciendo a su objetivo, puso a Scarlett en el suelo, ignorando si podía levantarse por ella misma o no, él le dejo ahí, su rostro estaba tenso y no mostraba ninguna emoción, cosa que nadie podía saber si había fallado en su olfato o no….o Simplemente, aquella persona a la que tenía que perseguir, le estaba tomando el pelo. Bien había estudiado de una habilidad no muy común en la raza de los vampiros pero que solía darse el caso, que su raza podía hacer que los sentidos se confundieran, que su olfato no oliera más de si o que se dejara guiar por uno mismo o que su visión no fuera por donde él creía que se desplazaba.
Su arma sacó y los trozos de aquella carta, los alejo, tirándolos al vacio del aire para ver como aquellos trozos de pergamino, volaban sin tener un rumbo fijo, moviendo aleatoriamente hasta terminar en el suelo justo al lado de unas botas manchadas por el barro de los bosques, el cuero estaba desgastado y en la suela de goma, había incrustadas la tierra y la hierba por la que habrían pasado aquellos pies. Entonces, de repente entre las sombras, a más de 5 metros desde donde estaba Benvolio con Scarlett, salió alguien que era muy, pero que muy conocido para Benvolio. Parecía que el pasado volvía a atacarle sin previo aviso. Ahí estaba.
El "pequeño" Fred, que fue llevado a un mercado de esclavos, y del cual no volvió a saber de él. Fred o como le solían llamar, era el hombre de piedra, tenía fuerza propia y era duro como el acero, como si su piel fuera ya de por si las armaduras de la época medieval, que tanto esfuerzo invertían los herreros de entonces, pero ahí estaba. Era un armario andante y su aspecto se había adulterado, había crecido tanto en altura como en proporción muscular. Obviamente sabía que era igual que él. Otro vampiro pero que seguramente no pertenecía a la inquisición.
-Fred….. –Solamente no sentía miedo, es más, sujetaba su pistola con suma calma pero con firmeza -….¿Qué tal han sido tus años de esclavo? –murmuro lentamente, esperando una respuesta y deseando que su compañera no hiciera ninguna estupidez.
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 149
Fecha de inscripción : 11/11/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
Le miro firme una vez más, se vampiro era un creído que sentía que todo lo que hacía y decía era lo correcto. Los braza de la inquisidora se cruzaron sobre su pecho y enarco la ceja.
– ¿Qué es lo que sé, vampiro? – no se movió ni un centímetro a pesar de que estaban nuevamente muy cerca, demasiado para el gusto de ella que ya había sido besada una vez por ese inmortal. Le sonrió algo burlona – Yo amenazo a quien me plazca, no me dirás que hacer o que no hacer – terminaba de decir aquello cuando nuevamente sus labios y su rostro fueron apresados por los fríos del vampiro y aunque trato de apartarse le era imposible. Conforme más trataba de alejarse, más cerca terminaba de él y el beso se volvía más profundo. Así fue hasta que terminara soltando su rostro en lo que parecía más un empujón que nada – Eres un bruto – se limpio los labios con la mano hasta sentir como se lastimaba un poco por la fuerza que usaba.
Después de todo aquello fue que iniciaron el camino hacía donde quiera que les guiara aquella nota que Benvolio decía poder seguir y que supuestamente les guiaría hasta su presa de esa noche.
– Deberías estar centrado en la misión en lugar de estar haciendo cosas inútiles y que solo molesten a otros – pese a que no le agravada sentirse besada por aquel inmortal, ni que no tenia otra opción más que seguirle. Andaba a su lado e ignoro aquellas palabras que le daba como si ella fuese una simple chiquilla que no supiera lo que estaba haciendo. Si bien Scarlett seguramente era mucho más joven que él, no era para que se diera aquellos aires de ser el único que sabía como llevar a cabo una misión, ella siendo humana había podido arreglárselas hasta esos momentos sin ayuda nadie así que solo ignoro aquellas palabras y continuo andando sin más.
– No estamos haciendo mucho ruido, no digas esas cosas porque estas de delicado – iba a proseguir diciendo que Sombra no ladraba solamente cuando él se acercaba a ella pero al final termino en los brazos del vampiro y le golpeo el pecho – deja que camine por mi cuenta – Sombra gruño ligero y solamente Scarlett debió hacerle una señal para que permaneciera callado nuevamente y con tal de que aquel vampiro dejara de quejarse le permitió que le llevara de aquella manera – esto es lo más tonto que he debido hacer en alguna misión – le miro – por eso detesto tener que trabajar con compañeros como tu, así que solo llévame hasta donde se supone que esta nuestra misión y después vete, no quiero verte cerca – solo dijo aquello antes de volver a la seriedad del momento e ignorar por completo al inquisidor aquel.
De un momento a otro fue dejada en el suelo y se levanto con calma mirando en dirección a Benvolio y aguardando a que Sombra se pusiera a su lado, vigilando siempre a su dueña y aquello que existía a su alrededor. Por la actitud de aquel inmortal pudo deducir que algo no estaba bien con aquella nota o el sitio al cual se dirigían pero solo suspiro.
Su fiel perro se tenso a su lado y esa fue una señal que no pudo ignorar. De manera veloz saco el arma y apunto junto a Ben su arma en dirección a aquel que se aparecía frente a ellos y a quien aparentemente aquel conocía.
– Un amigo tuyo… interesante – sonrió, aguardando para ver que era lo que se llevaba a cabo ahora entre aquellos dos, aunque si algo amenazaba con salir mal no dudaría en asesinar a aquel que quien Ben llamo Fred.
Scarlett Duchannes- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 24/10/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Espejismo del pasado [Ben]
Benvolio estaba más tranquilo de lo normal. Observaba la cara de aquel que era su antiguo compañero en la orden de los templarios, pero no parecía ser el mismo hombre que huyo y fue vendido como esclavo. Parecía mucho más humano que alguien como el -¿Dónde has estado Fred? –Lanzo Benvolio aquella pregunta como si pretendiera robar tiempo antes de matar a su antiguo compañero.
-En Persia, África…Todos los países de tierras áridas que puedas imaginar…Estuve enamorado de una mujer que al pareció me dejo con las ganas y aun la estoy buscando, pero eso es secundario la verdad…-Suspiro colocando los brazos a ambos lados de su cuerpo, relajando su pose mientras seguía observando a Benvolio y después miraba a su acompañante -..Es como Marie,, o se parece más o menos…aunque ella tenía los cabellos más claros, ojos azules..
-Sí, ya sé cómo era Marie Fred, pero dime, ¿Qué haces aquí?
Fred solamente suspiro profundamente, apoyándose contra una pared. Vio como Benvolio daba señales a su compañera inquisidora para que bajara el arma pero que no la guardara, entonces fue cuando Fred comenzó a recordar el motivo de su búsqueda y del porque se había cruzado con Benvolio esa noche –Como te dije, estuve buscando a una mujer, con la cual luche hace 280 años en las tierras áridas de Jerusalén, pero debió partir por un problema personal o familiar que de repente le surgió de la nada. Después estuve vagando por numerosas ciudades, de posada en posada, ocultándome de la luz solar. Conocí a unos tipos que se relacionaban con los Bombarda pero me enteré que te adelantaste con su linaje y la novia con la que contrajo matrimonio–Aquello le hizo reír de sobremanera-..De hecho, no pensé que hubiera aun descendientes de aquellos dos alquimistas de bombas y explosivos…
-…-Suspiro sin molestarse por lo que decía. Aquello le resultaba demasiado ameno y si era sincero consigo mismo, echaba de menos volver a matar a aquellos que le dejaron solo en aquella sala, dejándole a su suerte -..Bueno ¿Has terminado? O ¿Quieres que te mate de una vez?
-No, la verdad es que quisiera colaborar contigo y tu amiga…En verdad me gustaría encontrar a aquella mujer y retarla en un combate cuerpo a cuerpo...
-No estoy para resolver problemas de matrimonio….aunque si te quieres deshacer de ella debe ser sobrenatural o una hereje que haya ido en contra de Dios…-Termino por reír, miro de reojo a su compañera Scarlett-…La verdad, deberías decidir si matarte ahora o dejarte ir para que puedas ir por tu jardín de las mariposas y de los unicornios..
-Benvolio…No te deshonres con palabras vanas que sabes que todos podíamos deshonrarte con palabras aún más viles y crueles. Jaques sabia de Marie, por eso le dijo que moriste aquella noche. Espero que te hayas vengado de él..
-Jajajajajajaja…-Aquella risa salió estrepitosa y sarcástica, pero parecía llena de júbilo, tanto, que hasta Fred se recoloco sobre la pared del escalofrió que había sentido -…Oh si, y con su hermano también fue bastante delicioso, escuchar a Adrien suplicarme mientras le enredaba por el cuellos sus intestinos y le hacía comerse su corazón antes de que su cuerpo se diera cuenta de que su órgano vital estaba ausente…Y como me miraba colgado desde una pared…Delicioso no puedo evitar recordarlo y reírme…-Benvolio había entrado en un estado personal en el que solo él y Fred existían por compartir el recuerdo, pero se dio cuenta de Scarlett quien estaba a su lado con aquel perro -..Eh…¿Qué? –Dio un paso hacia adelante para ponerse delante de ella, protegiéndola – Deberías irte ahora Fred.
-¿Qué me das a cambio si lo hago?
-Buscaré a tu vagina anhelante pero también quiero algo…de ti
-¿El qué?
-Información, obviamente.
-En Persia, África…Todos los países de tierras áridas que puedas imaginar…Estuve enamorado de una mujer que al pareció me dejo con las ganas y aun la estoy buscando, pero eso es secundario la verdad…-Suspiro colocando los brazos a ambos lados de su cuerpo, relajando su pose mientras seguía observando a Benvolio y después miraba a su acompañante -..Es como Marie,, o se parece más o menos…aunque ella tenía los cabellos más claros, ojos azules..
-Sí, ya sé cómo era Marie Fred, pero dime, ¿Qué haces aquí?
Fred solamente suspiro profundamente, apoyándose contra una pared. Vio como Benvolio daba señales a su compañera inquisidora para que bajara el arma pero que no la guardara, entonces fue cuando Fred comenzó a recordar el motivo de su búsqueda y del porque se había cruzado con Benvolio esa noche –Como te dije, estuve buscando a una mujer, con la cual luche hace 280 años en las tierras áridas de Jerusalén, pero debió partir por un problema personal o familiar que de repente le surgió de la nada. Después estuve vagando por numerosas ciudades, de posada en posada, ocultándome de la luz solar. Conocí a unos tipos que se relacionaban con los Bombarda pero me enteré que te adelantaste con su linaje y la novia con la que contrajo matrimonio–Aquello le hizo reír de sobremanera-..De hecho, no pensé que hubiera aun descendientes de aquellos dos alquimistas de bombas y explosivos…
-…-Suspiro sin molestarse por lo que decía. Aquello le resultaba demasiado ameno y si era sincero consigo mismo, echaba de menos volver a matar a aquellos que le dejaron solo en aquella sala, dejándole a su suerte -..Bueno ¿Has terminado? O ¿Quieres que te mate de una vez?
-No, la verdad es que quisiera colaborar contigo y tu amiga…En verdad me gustaría encontrar a aquella mujer y retarla en un combate cuerpo a cuerpo...
-No estoy para resolver problemas de matrimonio….aunque si te quieres deshacer de ella debe ser sobrenatural o una hereje que haya ido en contra de Dios…-Termino por reír, miro de reojo a su compañera Scarlett-…La verdad, deberías decidir si matarte ahora o dejarte ir para que puedas ir por tu jardín de las mariposas y de los unicornios..
-Benvolio…No te deshonres con palabras vanas que sabes que todos podíamos deshonrarte con palabras aún más viles y crueles. Jaques sabia de Marie, por eso le dijo que moriste aquella noche. Espero que te hayas vengado de él..
-Jajajajajajaja…-Aquella risa salió estrepitosa y sarcástica, pero parecía llena de júbilo, tanto, que hasta Fred se recoloco sobre la pared del escalofrió que había sentido -…Oh si, y con su hermano también fue bastante delicioso, escuchar a Adrien suplicarme mientras le enredaba por el cuellos sus intestinos y le hacía comerse su corazón antes de que su cuerpo se diera cuenta de que su órgano vital estaba ausente…Y como me miraba colgado desde una pared…Delicioso no puedo evitar recordarlo y reírme…-Benvolio había entrado en un estado personal en el que solo él y Fred existían por compartir el recuerdo, pero se dio cuenta de Scarlett quien estaba a su lado con aquel perro -..Eh…¿Qué? –Dio un paso hacia adelante para ponerse delante de ella, protegiéndola – Deberías irte ahora Fred.
-¿Qué me das a cambio si lo hago?
-Buscaré a tu vagina anhelante pero también quiero algo…de ti
-¿El qué?
-Información, obviamente.
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
- Mensajes : 149
Fecha de inscripción : 11/11/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» ¿Un espejismo?
» Vil espejismo [Privado]
» En ciertos oasis el desierto es sólo un espejismo. | Gabriella de Beaucaire.
» Vil espejismo [Privado]
» En ciertos oasis el desierto es sólo un espejismo. | Gabriella de Beaucaire.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour