El Cuento De La Luna (Privado)

por **Nick Maquiavelo** Mar Nov 19, 2013 11:01 am

"....Extraño, extraño este lugar... loco, loco este lugar. Iluminando las aventuras de este perro faldero de la oscuridad, la luces rodean su mirar, y los animales exclaman la piedad y la libertad.
Un círculo, el círculo del carrusel, la figura del anciano triste en el caballo del ojo mal pintado, la luna brillando confundiéndose entre los enormes ojos de aquellos muñecos dados a premiar...
La vida, gira y gira como el carrusel, la soledad y la agonía rápidamente nos persigue... ¡Corramos, corramos ya! persiguiendo aquellas estrellas que yacen libres en el cielo, la noche fría y oscura que cubre al niño y a su bocadillo chatarra caído... ¡Es la perdición, la perdición! ¿Donde estan mis padres, donde estarán? - se preguntaba recogiendo su premio, un soldadito de madera peleando y llevando su escopeta en lo alto - ¡Apuntando hacia la luna, hacia la luna estaba apuntando! Para asesinar este dolor. Para asesinar una maldición... ¡La transformación de una bestia de sangre en la noche!... ¡Escuchad, escuchad aquél sonido, aquél gruñido de dolor!..."

...Terminaba de leer Nick, aquél párrafo de "El Cuento De La Luna", un libro que había pedido prestado de la biblioteca en donde trabajaba, y que trataba de la historia de un niño cuyo destino había sido nacer bajo la luz de la luna, y que deseaba alcanzar y encontrar a su Madre lo antes posible, através de una cotidiana noche donde se vió abandonado en un canasto por primera vez en el Parque de Diversiones, y que desde ese día aquél parque se convirtió en su hogar....
Nick estaba bastanta emocionado tras la historia, de alguna u otra forma se sentia identificado con aquel niño perdido en el tiempo, dentro de un hogar de ensueño. Con una madre de ensueño...
¿Buscar a sus Padres? ...Algo imposible para Nick, el ya había visto sus cuerpos que yacían en la alfombra árabe, que Jean le había regalado a Nicole para su cumpleaños.

...Fue inevitable acceder a esas memorias, en especial si podían presentarse tan palpables y claras en la mente de Nick, su memoria fotográfica aveces podía ser un poco tortuosa..
Alzó la mirada de su libro, observando la Luna, mientras esuchó voces de niños y adultos a su alrededor, lejanas... pero estaban ahi...

Para concentrarse un poco más en su lectura, él había encontrado un lugar bajo un árbol donde se había acomodado para leer. Afortunadamente el no era el único que hacía eso dentro de un parque de diversiones vio a muchos otros esparcidos por las áreas verdes del parque asi como él leyendo, comiendo algo o conversando entre pequeños grupitos.

...Y observando un poco más el panorama, halló a una joven con la cabeza gacha también sobre un libro, y la vió muy concentrada en él, cuando de pronto divisó aquel mismo título: "El Cuento De La Luna", y esto hizo a Nick emocionarse en su interior, tras ver que había otra persona que quizás tendría las mismas preferencias de lectura que él...
La observó un poco más, mirando a su alrededor con algo de seguimiento... ¿Quién sería? ¿Podría llegar a conocerle?... Contempló con atención, pero intentando pasar desapercibido...
Aquella joven tenía el rostro sereno, pero se veía completamente emocionado en el centro de los ojos oscuros de la chica.

Nick se levantó con decisión, se había percatado ya que aquella persona no era ningún peligro, ni tampoco un ser sobrenatural. Por lo que sus pasos un poco tímidos y lentos llegaron hasta ella y se agachó frente a ella.

- Disculpa, me he dado cuenta que tenemos el mismo libro... - le mira esbozando una sonrisa ligera con ternura. - ..y...- hace una pausa tímida - ...me parece increíble pues... - le dedica una mirada al libro y luego la ve a ella - ...creí que solo existían en la biblioteca pública de París, donde yo trabajo.. ¿Puedo preguntar donde tú lo has conseguido? - le dijo con timidez mientras que se sobaba un poco el cuello sintiendo un leve dolor en él, tras estar tanto tiempo de cabeza en el libro...

Nick esperó a que la joven pudiese responderle bien, no sabía tampoco que reacción esperar debido a que el era muy tímido con todas las personas, pero esta vez fue diferente por la emoción de encontrar aquél título en las manos de otra persona...

por **Adele Caulfield** Miér Nov 20, 2013 10:33 pm

“We are all like the bright moon, we still have our darker side.”

Volver podría significar entregar un mensaje inadecuado, una señal de que esa pequeña batalla que había comenzado a librar hace un par de horas no terminaba con un final feliz para ella. Tenía entre los labios muchas palabras por decir y en su espíritu la falta de agallas para poder expresarlas, el destinatario de su enfado era siempre el mismo pero a su hermano todo eso parecía darle igual, después de todo su palabra es ley y como tal debe ser siempre respetada. La historia del libro que comenzaba a leer podía sonar optimista y esperanzadora, al menos en las primeras páginas, pero sin dudas no era del todo real y aquello era exactamente lo que necesitaba después de tal infernal almuerzo.

Aún podía sentir en sus oídos los gritos que subían de nivel a medida que la discusión avanzaba, querer alejarse no era una opción porque simplemente se encontraba en ese fuego cruzado del que nunca quiso ser parte. Durante toda la última semana había sido de ese modo, siempre el mismo modus operandi que quizás esperaba conseguir algo pero que hasta ahora no rendía frutos. Alguien tal vez debió enseñarle a su hermano que la violencia no es el único modo de conseguir las cosas, pero con un padre como el que ambos tuvieron aquello era un poco difícil. La imagen que tuvieron en casa era una constante agresión y fuera de ella una eterna actuación para que las apariencias se mantengan y así nadie pueda decir nada de esa familia. Claro, como si aquello sirviera de algo.

Sus ojos seguían en la misma página, había recorrido esa línea tantas veces y aunque registrara todas las letras no era capaz de realmente comprender el significado. Su francés no era malo, por el contrario, muchos incluso dudaban de su nacionalidad al escucharla, pero no era la falta de conocimiento del idioma lo que ahora dificultaba su total comprensión. Los pensamientos de Adele estaban puestos en un cabello oscuro y pequeños ojos que acompañaban a una gran sonrisa. Si está en ese parque de diversiones no es precisamente para divertirse, sólo quiere escapar y en aquel lugar está segura que nunca la buscarían, todos conocen la naturaleza solitaria de la muchacha. Pero su seguridad quizás está equivocada, la confianza que tenía en poder pasar desapercibida desaparece cuando una figura aparece frente a ella. Tiene que ser un enviado de su hermano, no hay otra opción.

El grito ahogado que deja escapar es apenas audible, sólo en su rostro se puede apreciar la mueca de terror que toda la situación le provoca. No es capaz de procesar las palabras que escucha durante varios segundos y sólo luego de que sigue el orden de pensamientos que el muchacho parece querer expresar es que finalmente descubre que está hablando del libro que ambos tienen entre sus manos. Uno que por cierto suelta con la impresión del momento y que ahora yace abierto justo a sus pies. — Yo… yo… — dice apenas se inclina para recogerlo antes de que él pueda notar su torpeza, tiene el rostro colorado hasta las orejas y el pelo algo revuelto por el movimiento. Al elevar los ojos encuentra los del chico y por un instante evalúa si responder su pregunta o salir corriendo. La primera opción gana.

— Me lo han regalado… mi hermano me pide leer cosas en francés y contrató un tutor para mí, es él quien me ha regalado el libro como estímulo para mejorar mi lectura. — sus palabras se escuchan suaves pero claras, está acostumbrada a no alzar la voz en presencia de otro hombre y de hecho no le hablaría de no ser porque fue él quien inició la conversación. — ¿Ha dicho usted que sólo se consiguen en la biblioteca? Este no tiene ningún sello, quizás Monsieur Grondin lo ha comprado en algún otro lugar… — una leve sonrisa, un atisbo de su escondida amabilidad, es una pequeña luz que florece pero que rápidamente se esfuma. Mueve los dedos con nerviosismo por sobre la tapa de ese libro que es lo que ahora los une, tiene muchas dudas pero no se atreve a plantearlas, sólo una es urgente y esa es la que expresa. — ¿Qué se siente trabajar en la biblioteca? —

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