AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
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Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
Recuerdo del primer mensaje :
No solía ser mala, es más, era una de las personas más buenas que había en todo paris, o eso solía decir mi madre adoptiva. Hacer aquellas cosas no eran propias de mi, pero ansiaba oír aquella opera. Ansiaba que las notas de música llegaran a mis oídos, que los violines, las violas, los cellos y los contrabajos, las flautas, la percusión, los oboes...todo...Ansiaba ver a los actores, las actrices, las bailarinas y bailarines, los decorados...oír los aplausos cuando los actores hacían su solo, y el público aclamaba un gran: bravo!...aunque saber que solo podían ser actores en aquella obra de Rossini me molestaba, por el hecho de que no habían mujeres, me encantaba poder oír un barítono. Me sacaba siempre una sonrisa intentar imitar aquella voz tan grabe. Tocaba la opera de Guillermo Tell. Era un estreno! Y yo...no quería perdermelo. Una obra de cuatro actos...No! No podía perdermela. Y por esa razón, por esa simple y estúpida razón estaba intentando colarme por el altillo del teatro. Me habían pillado ya los de seguridad por la entrada, y me habían avisado dos veces con una brusquedad innecesaria. No tenía dinero para pagarme la maldita entrada, y seamos sinceros, a la ópera solo iba la gente mas selecta. Yo no entraba en esa categoría, y ni una pieza de ropa de mi armario serviría para ver aquello. Simplemente tenía la esperanza de entrar sin que me vieran por cualquier sitio, sentarme aunque fuera detrás del telón y verla desde allí. Para mi sorpresa, conseguí colarme, de un modo u otro, pero a los diez minutos de pasear atónita entre los actores y bailarines...me volvieron a pillar. Tragué saliva y empecé a correr, pero acabaron cogiéndome por el brazo y lanzándome al suelo por la puerta trasera.
-Ah! Descarado! Solo! ...
Me cerraron la puerta en la cara y suspiré levantándome.
-Solo quiero deleitarme con su música...por favor...
Rogar no servía de nada. Solo tenía que volver a intentarlo. Oí pasos detrás de mi, así que me levanté cuanto antes, tal vez si se despistaban con la entrada de la gente, podía volver a colarme, y ya quedarme de una maldita vez.
No solía ser mala, es más, era una de las personas más buenas que había en todo paris, o eso solía decir mi madre adoptiva. Hacer aquellas cosas no eran propias de mi, pero ansiaba oír aquella opera. Ansiaba que las notas de música llegaran a mis oídos, que los violines, las violas, los cellos y los contrabajos, las flautas, la percusión, los oboes...todo...Ansiaba ver a los actores, las actrices, las bailarinas y bailarines, los decorados...oír los aplausos cuando los actores hacían su solo, y el público aclamaba un gran: bravo!...aunque saber que solo podían ser actores en aquella obra de Rossini me molestaba, por el hecho de que no habían mujeres, me encantaba poder oír un barítono. Me sacaba siempre una sonrisa intentar imitar aquella voz tan grabe. Tocaba la opera de Guillermo Tell. Era un estreno! Y yo...no quería perdermelo. Una obra de cuatro actos...No! No podía perdermela. Y por esa razón, por esa simple y estúpida razón estaba intentando colarme por el altillo del teatro. Me habían pillado ya los de seguridad por la entrada, y me habían avisado dos veces con una brusquedad innecesaria. No tenía dinero para pagarme la maldita entrada, y seamos sinceros, a la ópera solo iba la gente mas selecta. Yo no entraba en esa categoría, y ni una pieza de ropa de mi armario serviría para ver aquello. Simplemente tenía la esperanza de entrar sin que me vieran por cualquier sitio, sentarme aunque fuera detrás del telón y verla desde allí. Para mi sorpresa, conseguí colarme, de un modo u otro, pero a los diez minutos de pasear atónita entre los actores y bailarines...me volvieron a pillar. Tragué saliva y empecé a correr, pero acabaron cogiéndome por el brazo y lanzándome al suelo por la puerta trasera.
-Ah! Descarado! Solo! ...
Me cerraron la puerta en la cara y suspiré levantándome.
-Solo quiero deleitarme con su música...por favor...
Rogar no servía de nada. Solo tenía que volver a intentarlo. Oí pasos detrás de mi, así que me levanté cuanto antes, tal vez si se despistaban con la entrada de la gente, podía volver a colarme, y ya quedarme de una maldita vez.
Skylight Deveraux- Humano Clase Baja
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Fecha de inscripción : 13/11/2013
Re: Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
Sonreí nuevamente y me sobresalté al ver a los hombres que nos rodeaban empezar a andar. No podría acostumbrarme jamás a tan poca intimidad...los miré extrañada y con curiosidad. Había oído hablar de la guardia inglesa, y de que los soldados no se movían hicieras lo que hicieras. ¿Serían estos así? Me quité la absurda idea qe cruzó mi mente de probarlo y seguí andando cogida del brazo del hombre. Miré a mis alrededores mientras escuchaba sus palabras atentamente.
-M...no sabeis el hambre que tengo...me comería cualquier cosa, os lo digo, bueno..cualquier cosa no, pero daría lo que fuera por un trozo de pan recién hecho..bueno, lo que fuera no...ah! ya me entendeis...se que os estaréis riendo, no quiero ni mirar vuestra sonrisa de: está loca esta muchacha
Sonreí mientras giraba la cara para no mirarlo, sin saber ni siquiera que cara pondría. Lo mismo era yo que me emocionaba con nada, pero la ópera me había dejado tan buen sabor de boca que todo me hacía sonreir, incluso las tonterías que hacía, y mira que eran tontas...fruto de los nervios y las ganas de una buena cena como hacía años no la tenía.
-Yo tambien espero no haber perdido la práctica, pero si la he perdido me ocuparé de recuperarla en segundos, no os preocupeis.
Salimos por fin del teatro, y empezamos a andar por la calle, mientras las ráfagas de viento arremetían contra nosotros. Mi pelo se alborotaba, y mi abrigo fino apenas servía para tapar el aire.
-M...no sabeis el hambre que tengo...me comería cualquier cosa, os lo digo, bueno..cualquier cosa no, pero daría lo que fuera por un trozo de pan recién hecho..bueno, lo que fuera no...ah! ya me entendeis...se que os estaréis riendo, no quiero ni mirar vuestra sonrisa de: está loca esta muchacha
Sonreí mientras giraba la cara para no mirarlo, sin saber ni siquiera que cara pondría. Lo mismo era yo que me emocionaba con nada, pero la ópera me había dejado tan buen sabor de boca que todo me hacía sonreir, incluso las tonterías que hacía, y mira que eran tontas...fruto de los nervios y las ganas de una buena cena como hacía años no la tenía.
-Yo tambien espero no haber perdido la práctica, pero si la he perdido me ocuparé de recuperarla en segundos, no os preocupeis.
Salimos por fin del teatro, y empezamos a andar por la calle, mientras las ráfagas de viento arremetían contra nosotros. Mi pelo se alborotaba, y mi abrigo fino apenas servía para tapar el aire.
Skylight Deveraux- Humano Clase Baja
- Mensajes : 49
Fecha de inscripción : 13/11/2013
Re: Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
Reí ante las divagaciones de Skylight, era ciertamente muy graciosa, me caía muy bien. La miré con una sonrisa y le respondí;
-Oh, lady Skylight, vuestro humor me encanta, a veces en la locura esta la mayor felicidad de las personas. –Dije, con una amplia sonrisa.
En ese momento por mis pensamientos se cruzó Leothir…sus imágenes de nosotros juntos haciéndonos cosquillas en la nieve, de yo lanzándole bolas de nieve, de ella subiéndose sobre mis hombros…tantas cosas, tantas imágenes tan dolorosas aparecían en mi mente de repente…desvié la mirada hacia un lado, mientras salíamos la fría noche que hacía en esa noche de invierno en París. Escuché sus palabras y le respondí;
-Os creeré, Skylight. Por cierto, ¿Durante cuánto tiempo tocaste el violín? Te hago esta pregunta para ponerme a pensar que canciones podría tocar contigo…será una noche interesante cuando vengas a tocar junto a mí. –Dije, mirándola con una sonrisa.
Ciertamente tenía razón con las palabras que le decía, me encantaba tener compañía cuando tocaba un instrumento, después de todo, hace mucho tiempo que no tenía compañía de nadie en lo que hacía. Miré a Skylight unos segundos y me fijé en su cuello y como su sangre bombeaba…su aroma me llego y sentí la sed fluir en mí.
Me resistí unos momentos tomando aire del frío invierno mientras entrabamos poco a poco al hotel, volviendo a sentir ese calor que salía por las estufas del lugar. Una vez que entramos uno de los soldados se acercó al mayordomo y este no se demoró más de unos minutos en llevarnos hasta una mesa para dos, en una sala del hotel que estaba llena de tapices hermosos por todas las murallas, perfectamente decorado, y un poco más lejos, pasando unas especies de murallas de enredaderas, el resto de las mesas; estábamos en una zona exclusiva. Miré a Skylight y le dije;
-Y este es el Hotel Des Arenes, mi lady. El mejor hotel de la ciudad, probablemente la mejor cena de la ciudad, también. Para mí es un honor teneros aquí esta noche, y espero veros muchas noches más por aquí. –Dije, mirándola con una amplia sonrisa, llena de verdad.
Decía la verdad en cada una de mis palabras. Aquella chica humana, Skylight, me estaba cayendo bien de manera espectacular, además de que era ciertamente muy guapa…pero bueno, eso no era importante por ahora. La miré a los ojos y sonreí.
-Oh, lady Skylight, vuestro humor me encanta, a veces en la locura esta la mayor felicidad de las personas. –Dije, con una amplia sonrisa.
En ese momento por mis pensamientos se cruzó Leothir…sus imágenes de nosotros juntos haciéndonos cosquillas en la nieve, de yo lanzándole bolas de nieve, de ella subiéndose sobre mis hombros…tantas cosas, tantas imágenes tan dolorosas aparecían en mi mente de repente…desvié la mirada hacia un lado, mientras salíamos la fría noche que hacía en esa noche de invierno en París. Escuché sus palabras y le respondí;
-Os creeré, Skylight. Por cierto, ¿Durante cuánto tiempo tocaste el violín? Te hago esta pregunta para ponerme a pensar que canciones podría tocar contigo…será una noche interesante cuando vengas a tocar junto a mí. –Dije, mirándola con una sonrisa.
Ciertamente tenía razón con las palabras que le decía, me encantaba tener compañía cuando tocaba un instrumento, después de todo, hace mucho tiempo que no tenía compañía de nadie en lo que hacía. Miré a Skylight unos segundos y me fijé en su cuello y como su sangre bombeaba…su aroma me llego y sentí la sed fluir en mí.
Me resistí unos momentos tomando aire del frío invierno mientras entrabamos poco a poco al hotel, volviendo a sentir ese calor que salía por las estufas del lugar. Una vez que entramos uno de los soldados se acercó al mayordomo y este no se demoró más de unos minutos en llevarnos hasta una mesa para dos, en una sala del hotel que estaba llena de tapices hermosos por todas las murallas, perfectamente decorado, y un poco más lejos, pasando unas especies de murallas de enredaderas, el resto de las mesas; estábamos en una zona exclusiva. Miré a Skylight y le dije;
-Y este es el Hotel Des Arenes, mi lady. El mejor hotel de la ciudad, probablemente la mejor cena de la ciudad, también. Para mí es un honor teneros aquí esta noche, y espero veros muchas noches más por aquí. –Dije, mirándola con una amplia sonrisa, llena de verdad.
Decía la verdad en cada una de mis palabras. Aquella chica humana, Skylight, me estaba cayendo bien de manera espectacular, además de que era ciertamente muy guapa…pero bueno, eso no era importante por ahora. La miré a los ojos y sonreí.
Alejandro Máximo- Vampiro/Realeza
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Fecha de inscripción : 23/11/2013
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Re: Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
Reí alegre y lo miré con una gran sonrisa esbozada en mi rostro. Enarqué una ceja aún manteniendo la sonrisa y negué.
-Así que, monsieur, pensáis de verdad que estoy loca? Muy bonito, si señor, ahora sabemos porque soy tan feliz
Reí de nuevo mientras me aferraba más aún a su brazo al salir a la calle. No era por el frío, ni mucho menos. La razón por la cual apretaba más su brazo, era por miedo, por así decirlo, por miedo a que en realidad todo fuera un sueño, me hubiera imaginado la ópera, y despertara agarrada a mi almohada. Si era mi almohada, todas mis sonrisas se esfumarían, querría decir que me echaron definitivamente del teatro, y que nada había pasado. Suspiré y negué. Pensé en lo que me decía, había tocado desde muy pequeña, la verdad.
-Desde los cinco años hasta los siete, desde entonces, he ido practicando poco a poco, pero hace mucho de eso, ya no tengo tiempo apenas..bueno, ahora si...de todos modos, con esos dos años y medio, aprendí muchísimo, y muy rápido, mi madre estaba muy orgullosa de mi...
Y entonces, al recordar a mi madre, me vinieron las imágenes. Un día, ella, con su sonrisa radiante, me daba el beso de buenas noches...tras ello, se iba...y al bajar, gritos incesantes de mi padre, nervioso, y ella, intentando tranquilizarlo. Era un buen hombre..y ella, una buena mujer, pero ella había hecho algo, mi padre se lo recriminaba..y entonces, la puerta de entrada...y tras ello...unos brazos cálidos, los de mi padre, y sus lagrimas, me abrazaban y me levantaban de la cama. No sabía que hacíamos, ni donde íbamos, ni porqué mi madre no estaba con nosotros. El frio de la noche me golpeó el rostro. Mi padre se dirigía al río. Alguien habló, una sonrisa, con dientes mas largos de lo normal, se extendía en su rostro. Me aferré a mi padre con miedo, y éste me abrazó más...pero alguien hizo que me separara...solo recuerdo a mi padre en el puente, siendo atacado por algo...varias criaturas...y mi madre...con el...y la sangre recorriendo rio abajo...Me sobresalté al pensar en aquellas imágenes y tragué saliva mientras respiraba descompasadamente. Negué y miré a mis alrededores. Sin darme apenas cuenta, ya estabamos en el hotel. Lo miré todo y empecé a tranquilizarme, cuando el calor de dentro llegó hasta mi. Al entrar, el olor a comida, a limpio, y a lujo, inundaba mis fosas nasales.
-Esto es...es precioso monsieur...jamás imaginé que podría entrar aquí....
Le sonreí leve
-Así que, monsieur, pensáis de verdad que estoy loca? Muy bonito, si señor, ahora sabemos porque soy tan feliz
Reí de nuevo mientras me aferraba más aún a su brazo al salir a la calle. No era por el frío, ni mucho menos. La razón por la cual apretaba más su brazo, era por miedo, por así decirlo, por miedo a que en realidad todo fuera un sueño, me hubiera imaginado la ópera, y despertara agarrada a mi almohada. Si era mi almohada, todas mis sonrisas se esfumarían, querría decir que me echaron definitivamente del teatro, y que nada había pasado. Suspiré y negué. Pensé en lo que me decía, había tocado desde muy pequeña, la verdad.
-Desde los cinco años hasta los siete, desde entonces, he ido practicando poco a poco, pero hace mucho de eso, ya no tengo tiempo apenas..bueno, ahora si...de todos modos, con esos dos años y medio, aprendí muchísimo, y muy rápido, mi madre estaba muy orgullosa de mi...
Y entonces, al recordar a mi madre, me vinieron las imágenes. Un día, ella, con su sonrisa radiante, me daba el beso de buenas noches...tras ello, se iba...y al bajar, gritos incesantes de mi padre, nervioso, y ella, intentando tranquilizarlo. Era un buen hombre..y ella, una buena mujer, pero ella había hecho algo, mi padre se lo recriminaba..y entonces, la puerta de entrada...y tras ello...unos brazos cálidos, los de mi padre, y sus lagrimas, me abrazaban y me levantaban de la cama. No sabía que hacíamos, ni donde íbamos, ni porqué mi madre no estaba con nosotros. El frio de la noche me golpeó el rostro. Mi padre se dirigía al río. Alguien habló, una sonrisa, con dientes mas largos de lo normal, se extendía en su rostro. Me aferré a mi padre con miedo, y éste me abrazó más...pero alguien hizo que me separara...solo recuerdo a mi padre en el puente, siendo atacado por algo...varias criaturas...y mi madre...con el...y la sangre recorriendo rio abajo...Me sobresalté al pensar en aquellas imágenes y tragué saliva mientras respiraba descompasadamente. Negué y miré a mis alrededores. Sin darme apenas cuenta, ya estabamos en el hotel. Lo miré todo y empecé a tranquilizarme, cuando el calor de dentro llegó hasta mi. Al entrar, el olor a comida, a limpio, y a lujo, inundaba mis fosas nasales.
-Esto es...es precioso monsieur...jamás imaginé que podría entrar aquí....
Le sonreí leve
Skylight Deveraux- Humano Clase Baja
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Re: Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
Reí ante las palabras de Skylight sin responderle, me divertía verla feliz. Recordaba las veces en que yo había estado llena de vida como ella…recordaba cómo había paseado con Leothir a través de los campos mientras jugábamos, ¿Aquellos tiempos no habían sido hermosos? Pero ahora se veían tan lejanos…pero bueno, tarde o temprano los tiempos buenos volverían, o moriría en el transcurso a estos.
Luego escuché sus palabras y asentí con atención. Yo llevaba decenas de años tocando el piano, por lo que podía tocar desde algo básico hasta algo extremadamente complejo por el simple hecho de ser un vampiro, pues podíamos alcanzar velocidades con los dedos que jamás un humano alcanzaría, así como crear instrumentos con una precisión que ni él más versado de los artesanos humanos podría. Quizás algún día en el futuro le regalara a Skylight uno de esos violines, me preguntaba que sería capaz de hacer ella con eso en el futuro…obviamente, si es que era lo suficientemente buena, en una decena de años podría ser una de las mejoras compositoras de violín del siglo humano, pero eso ya se vería.
La miré con interés al ver su reacción al entrar al lugar, los asientos, todo le debía parecer algo casi de un sueño. Mi única intención era hacerla feliz, incluso con un acto tan simple como llevarla a comer. Nos sentamos mientras en menos de cinco minutos ponían una diversidad de carnes, vegetales y mariscos y pescados frente a Skylight, dejando que eligiera que comería, mientras al frente de nosotros ponían dos copas de vino, y, sirviéndonos, la miré;
-Hago un brindis por tenerte aquí conmigo esta noche, Skylight, y espero que esta no sea la última noche que te vea por aquí. También brindo por nuestros planes futuros, y porque tú, y todos los que trabajen en esto en el futuro puedan arreglar su situación económica, y así, en el futuro, sacar a muchas personas de la pobreza a través de un trabajo sano y bien hecho. –Dije, con una sonrisa, levantando un poco la copa que tenía.
Por ahora el futuro se veía esperanzador, y solo quedaba esperar ver que pasaría. Probablemente en las siguientes noches me encargaría de ver qué sucedería con los materiales para generar el pan, además de buscar a un maestro panadero para que le enseñara el oficio a la pequeña Skylight y buscar un lugar cerca del mercado para entablar el local, cosa de asegurarse de que a largo plazo, todo quedara en orden.
Luego escuché sus palabras y asentí con atención. Yo llevaba decenas de años tocando el piano, por lo que podía tocar desde algo básico hasta algo extremadamente complejo por el simple hecho de ser un vampiro, pues podíamos alcanzar velocidades con los dedos que jamás un humano alcanzaría, así como crear instrumentos con una precisión que ni él más versado de los artesanos humanos podría. Quizás algún día en el futuro le regalara a Skylight uno de esos violines, me preguntaba que sería capaz de hacer ella con eso en el futuro…obviamente, si es que era lo suficientemente buena, en una decena de años podría ser una de las mejoras compositoras de violín del siglo humano, pero eso ya se vería.
La miré con interés al ver su reacción al entrar al lugar, los asientos, todo le debía parecer algo casi de un sueño. Mi única intención era hacerla feliz, incluso con un acto tan simple como llevarla a comer. Nos sentamos mientras en menos de cinco minutos ponían una diversidad de carnes, vegetales y mariscos y pescados frente a Skylight, dejando que eligiera que comería, mientras al frente de nosotros ponían dos copas de vino, y, sirviéndonos, la miré;
-Hago un brindis por tenerte aquí conmigo esta noche, Skylight, y espero que esta no sea la última noche que te vea por aquí. También brindo por nuestros planes futuros, y porque tú, y todos los que trabajen en esto en el futuro puedan arreglar su situación económica, y así, en el futuro, sacar a muchas personas de la pobreza a través de un trabajo sano y bien hecho. –Dije, con una sonrisa, levantando un poco la copa que tenía.
Por ahora el futuro se veía esperanzador, y solo quedaba esperar ver que pasaría. Probablemente en las siguientes noches me encargaría de ver qué sucedería con los materiales para generar el pan, además de buscar a un maestro panadero para que le enseñara el oficio a la pequeña Skylight y buscar un lugar cerca del mercado para entablar el local, cosa de asegurarse de que a largo plazo, todo quedara en orden.
Alejandro Máximo- Vampiro/Realeza
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Re: Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
Lo cierto es que estar rodeada de lujos como aquellos se me hacía muy grande. La comida, el hotel, la música de fondo, las velas, el simple hecho de estar allí incluso llegaba a incomodarme. No por ser yo quien era, el quien era y el sitio el que era, si no...porque yo era una chica sencilla. No sabía comer marisco. Solo me fijé en la carne, y su guarnición con verduras. olía de maravilla, aunque todo aquello era exagerado. Cogí la copa de vino con timidez y alcé la copa levemente.
-Brindar por tenerme aqui no, Monsieur, brindo yo por la oportunidad que me dais de vivir nuevas experiencias, de poder catar lo que los paladares más finos tienen, y poder tener un empleoo digno y decente, donde además, podré ganarme parte de las comidas, pues el pan es indispensable. Monsieur...gracias por todo
Sonreí leve y brindé. Tras ello, probé el vino, era frutal, estaba bueno, pero si bebía lo más mínimo, me subía enseguida. Empecé a comer lentamente. Me moría de hambre, pero sabía guardar las formas, y mas en un sitio como aquel. Sin saber porque, tal vez al estar en un sitio donde no me sentía muy comoda, no sonreía tanto, como si el proporcionarme lujo no me hiciera feliz...y me sentía mal, porque apenas se notaba todo lo agradecida que estaba por todo.
-Brindar por tenerme aqui no, Monsieur, brindo yo por la oportunidad que me dais de vivir nuevas experiencias, de poder catar lo que los paladares más finos tienen, y poder tener un empleoo digno y decente, donde además, podré ganarme parte de las comidas, pues el pan es indispensable. Monsieur...gracias por todo
Sonreí leve y brindé. Tras ello, probé el vino, era frutal, estaba bueno, pero si bebía lo más mínimo, me subía enseguida. Empecé a comer lentamente. Me moría de hambre, pero sabía guardar las formas, y mas en un sitio como aquel. Sin saber porque, tal vez al estar en un sitio donde no me sentía muy comoda, no sonreía tanto, como si el proporcionarme lujo no me hiciera feliz...y me sentía mal, porque apenas se notaba todo lo agradecida que estaba por todo.
Skylight Deveraux- Humano Clase Baja
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Re: Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
Choqué su copa con un suave golpecito luego de que ella dijera aquellas palabras y la miré con una sonrisa, luego, miré su aura y algo me llamó la atención, ¿Todavía se sentía incómoda? ¿O era otra cosa lo que no le hacía estar feliz? Podía ver en los colores de su aura como aún no se veía totalmente feliz como cuando estábamos en la ópera, si no que tenía un semblante diferente. Miré lo que se serviría, y le comenté;
-Despreocúpate, Skylight, aquí nadie nos verá, este sector es más privado que el resto. Si te preocupa el cómo comer, normalmente se parte de afuera hacia adentro con el servicio, y si te molesta ocuparlo, no lo hagas, pues a mí no me molesta, después de todo, yo no ceno en la noche, prefiero cenar antes que cenar a esta hora. Por ahora, la única recomendación que puedo darte Skylight, es que seas feliz, te tranquilices, te recuestes sobre la silla, y tomes vino para sentirte más tranquila, luego de una o dos copas te sentirás en casa. Y para empezar, comienza a contarme ¿Qué te ha parecido la ópera? –Dije, mirándola con interés.
Sabía que el vino la haría tranquilizarse más y entrar en confianza, quizás después podríamos bailar y quién sabe…quizás me terminaría alimentando de ella esa noche, pero aún no quería averiguar que pasaba si algo así ocurría, pues quería asegurarme de que ella estaría bien y en confianza, pues después de todo, de verdad quería que ella trabajara para mí, y así poder formar mi propio negocio en el futuro, algo no muy ambicioso, pero que sí ayudaría a muchas personas de bajos recursos, tales como Skylight.
-Despreocúpate, Skylight, aquí nadie nos verá, este sector es más privado que el resto. Si te preocupa el cómo comer, normalmente se parte de afuera hacia adentro con el servicio, y si te molesta ocuparlo, no lo hagas, pues a mí no me molesta, después de todo, yo no ceno en la noche, prefiero cenar antes que cenar a esta hora. Por ahora, la única recomendación que puedo darte Skylight, es que seas feliz, te tranquilices, te recuestes sobre la silla, y tomes vino para sentirte más tranquila, luego de una o dos copas te sentirás en casa. Y para empezar, comienza a contarme ¿Qué te ha parecido la ópera? –Dije, mirándola con interés.
Sabía que el vino la haría tranquilizarse más y entrar en confianza, quizás después podríamos bailar y quién sabe…quizás me terminaría alimentando de ella esa noche, pero aún no quería averiguar que pasaba si algo así ocurría, pues quería asegurarme de que ella estaría bien y en confianza, pues después de todo, de verdad quería que ella trabajara para mí, y así poder formar mi propio negocio en el futuro, algo no muy ambicioso, pero que sí ayudaría a muchas personas de bajos recursos, tales como Skylight.
Alejandro Máximo- Vampiro/Realeza
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Re: Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
No me había fijado, pero si que era cierto que habían una variedad de cubiertos, casi todos iguales, pero con pequeñas diferencias. Y yo...claro...no hice más que mirarlos. Miré los ojos del joven y me quedé algo extrañada.
-Monsieur...vos no comeis? ¿Soy la única que va a comer algo ahora? ...me...me siento mal, yo...no quiero tantos lujos...yo solo...
Suspiré sin saber que decir. No quería que se lo tomara a mal, ni mucho menos. Agarré la copa de vino con cuidado y me la bebí de un trago. Si se trataba de relajarse, confiaba en que aquello lo hiciera, y si no, al menos alguien tendría la noche divertida.
-Bueno, si lo hago mal lo siento...me estoy mareando de oler todo lo rico que hay en esta mesa sin probarlo...monsieur, con vuestro permiso, cogeré, este tenedor, porque me apetece, porque es mas grande y cabe mas comida, y porque es el que está en el medio, y empezaré a partir la carne con este cuchillo, que tambien es grande y afilado, y parece de carne...porque yo lo digo, y porque son mis normas...y si alguien tiene algo en contra, lo siento.
Sonreí leve y empecé a comer. Mi paladar enriquecía con cada pieza que se introducía en mi boca. Ese sabroso manjar hacía que mis tripas se pelearan por cada trozo que caía en su interior.
-Monsieur...vos no comeis? ¿Soy la única que va a comer algo ahora? ...me...me siento mal, yo...no quiero tantos lujos...yo solo...
Suspiré sin saber que decir. No quería que se lo tomara a mal, ni mucho menos. Agarré la copa de vino con cuidado y me la bebí de un trago. Si se trataba de relajarse, confiaba en que aquello lo hiciera, y si no, al menos alguien tendría la noche divertida.
-Bueno, si lo hago mal lo siento...me estoy mareando de oler todo lo rico que hay en esta mesa sin probarlo...monsieur, con vuestro permiso, cogeré, este tenedor, porque me apetece, porque es mas grande y cabe mas comida, y porque es el que está en el medio, y empezaré a partir la carne con este cuchillo, que tambien es grande y afilado, y parece de carne...porque yo lo digo, y porque son mis normas...y si alguien tiene algo en contra, lo siento.
Sonreí leve y empecé a comer. Mi paladar enriquecía con cada pieza que se introducía en mi boca. Ese sabroso manjar hacía que mis tripas se pelearan por cada trozo que caía en su interior.
Skylight Deveraux- Humano Clase Baja
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Re: Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
Solté una carcajada ante sus palabras, pues me explicaban todo. La miré con una sonrisa y le dije así;
-Tranquilízate Skylight, a veces, hay gente a la que le toca la suerte, y a ti te ha tocado la suerte de estar aquí conmigo, y que te haya decidido ayudar. Ahora come tranquila, y disfruta la comida y el ambiente en el que estas, pues no tienes nada más de que preocuparte, y no, mi lady, yo no comeré nada. –Dije, mientras tomaba de mi copa de vino, ocultando mi sonrisa.
Sabía que ahora se relajaría más, de hecho, verla tomarse el trago de vino al seco fue muy gracioso, y le serví otra copa llena como si nada. La observé comer con una sonrisa, relajado, pues ella se encontraba feliz y eso era suficiente. Recordé la ópera al escuchar un pequeño grupo de instrumentos tocando al fondo del salón, y le comenté a Skylight;
-Si vuelve a haber alguna ópera aquí en París, no dudaré en invitarte de nuevo, Skylight, pues me gustaría que me acompañaras. Por cierto, ¿Vives con tu familia? Espero que la pregunta que te hago no te moleste, es que estaba pensando algo…probablemente durante los siguientes días encuentre a las personas que trabajarían contigo, y una vez que los tenga, contrataré a un maestro panadero para que les enseñe el oficio a ustedes, y luego, puedan comenzar a trabajar en óptimas condiciones, pero, estaba pensando que en el futuro podría arrendar una casa o alago así para que todos ustedes vivan juntos, en mejores condiciones, comprarles ropas y etcéteras, pues es muy importante que tengan buena presentación en la panadería, si es que no les molesta, claro. –Dije, comentándole mi plan.
Algunas personas eran ‘’rehusas’’ a cambiar de hábitos, pero realmente necesitaba que todos los que estuvieran participando de mi proyecta tuvieran visiones de cambio, pues necesitaba gente con capacidad de adaptarse a los cambios del mercado, y sobre todo, al como actuaríamos en el próximo tiempo para el negocio.
-Tranquilízate Skylight, a veces, hay gente a la que le toca la suerte, y a ti te ha tocado la suerte de estar aquí conmigo, y que te haya decidido ayudar. Ahora come tranquila, y disfruta la comida y el ambiente en el que estas, pues no tienes nada más de que preocuparte, y no, mi lady, yo no comeré nada. –Dije, mientras tomaba de mi copa de vino, ocultando mi sonrisa.
Sabía que ahora se relajaría más, de hecho, verla tomarse el trago de vino al seco fue muy gracioso, y le serví otra copa llena como si nada. La observé comer con una sonrisa, relajado, pues ella se encontraba feliz y eso era suficiente. Recordé la ópera al escuchar un pequeño grupo de instrumentos tocando al fondo del salón, y le comenté a Skylight;
-Si vuelve a haber alguna ópera aquí en París, no dudaré en invitarte de nuevo, Skylight, pues me gustaría que me acompañaras. Por cierto, ¿Vives con tu familia? Espero que la pregunta que te hago no te moleste, es que estaba pensando algo…probablemente durante los siguientes días encuentre a las personas que trabajarían contigo, y una vez que los tenga, contrataré a un maestro panadero para que les enseñe el oficio a ustedes, y luego, puedan comenzar a trabajar en óptimas condiciones, pero, estaba pensando que en el futuro podría arrendar una casa o alago así para que todos ustedes vivan juntos, en mejores condiciones, comprarles ropas y etcéteras, pues es muy importante que tengan buena presentación en la panadería, si es que no les molesta, claro. –Dije, comentándole mi plan.
Algunas personas eran ‘’rehusas’’ a cambiar de hábitos, pero realmente necesitaba que todos los que estuvieran participando de mi proyecta tuvieran visiones de cambio, pues necesitaba gente con capacidad de adaptarse a los cambios del mercado, y sobre todo, al como actuaríamos en el próximo tiempo para el negocio.
Alejandro Máximo- Vampiro/Realeza
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Re: Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
Empecé a comer, me daba igual el tenedor que debía coger. Intenté seguir las instrucciones, pero seguramente lo estaba haciendo mal, así que simplemente...comí. Escuché lo que decía, mientras le daba otro trago al vino. Hice una mueca, odiaba el vino, y empezaba a subirme, como solían decir. Dejé la copa y suspiré negando. Claro que vivía sola, pero estaba muy a gusto...además, la casa donde yo residía era la única propiedad que tenía, y era un legado de mi madre adoptiva.
-Lo cierto es que vivo sola, Monsieur, pero, estoy muy bien...agradezco todo lo que hacéis o queréis hacer por mi, pero me gustaría seguir residiendo en mi casa...no quiero abandonarla ni venderla, es lo más preciado que tengo, no por su valor económico, si no sentimental...y...bueno...no soy perfecta ni mucho menos, pero mi...mi madre ...me enseñó a hacer la masa del pan, no creo que necesite muchos días para aprender, es algo que todo pobre debería saber, ¿no creeis?
Sonreí leve y volví a darle un trago a aquello. Odiaba las conversaciones serias, y ésta, por supuesto, lo era.
-¿Podemos hablar de algo más alegre, monsieur? os lo agradecería...
-Lo cierto es que vivo sola, Monsieur, pero, estoy muy bien...agradezco todo lo que hacéis o queréis hacer por mi, pero me gustaría seguir residiendo en mi casa...no quiero abandonarla ni venderla, es lo más preciado que tengo, no por su valor económico, si no sentimental...y...bueno...no soy perfecta ni mucho menos, pero mi...mi madre ...me enseñó a hacer la masa del pan, no creo que necesite muchos días para aprender, es algo que todo pobre debería saber, ¿no creeis?
Sonreí leve y volví a darle un trago a aquello. Odiaba las conversaciones serias, y ésta, por supuesto, lo era.
-¿Podemos hablar de algo más alegre, monsieur? os lo agradecería...
Skylight Deveraux- Humano Clase Baja
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Fecha de inscripción : 13/11/2013
Re: Ah...¿Hay que pagar? (Alejandro Máximo)
Escuché atentamente las palabras de Skylight y me interesó más pues…quizás podía arreglar la casa de ella e invitar más personas, pero bueno…dudaba de que ella fuera a hacer eso. Escuché todas sus palabras y le respondí;
-Vale, es bueno saberlo Skylight, solo te preguntaba por el hecho de que he conocido casos peores de pobreza en el cual las personas no tienen ni un lugar donde vivir…pero bueno, me alegro de que no sea así para ti. Ahora bien, ¿Qué deje de hablar cosas serias dices? Pues dime que te gustaría hablar, a mí no se me ocurre que en este momento. –Dije, con una amplia sonrisa mientras bebía un poco de mi vino.
Quería dejar que ella llevara la conversación, pues eso me demostraría como solía actuar, cuáles eran sus mayores intereses y aficiones, pues lo que primero preguntaría sería probablemente lo más importante para ella, o bueno, eso me parecía a mí.
-Vale, es bueno saberlo Skylight, solo te preguntaba por el hecho de que he conocido casos peores de pobreza en el cual las personas no tienen ni un lugar donde vivir…pero bueno, me alegro de que no sea así para ti. Ahora bien, ¿Qué deje de hablar cosas serias dices? Pues dime que te gustaría hablar, a mí no se me ocurre que en este momento. –Dije, con una amplia sonrisa mientras bebía un poco de mi vino.
Quería dejar que ella llevara la conversación, pues eso me demostraría como solía actuar, cuáles eran sus mayores intereses y aficiones, pues lo que primero preguntaría sería probablemente lo más importante para ella, o bueno, eso me parecía a mí.
Alejandro Máximo- Vampiro/Realeza
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