Abadia "La fille de la nuit", Descripcion (no postear)

A la salida de Paris rumbo a la campiña francesa, justo ante de llegar a los viñedos cercanos, un desvio en el camino real, conduce a un sombrio bosque, en donde la vegetacion a crecido sin intercesion de la mano del hombre y en donde los caminos han desaparecido. La unica forma de deambular por el es a pie. Extraños rumores sobre fantasmas y oscuros seres siempre han rodeado al bosque "Les Enfants".

En mitad del mismo y como coronandolo aun se puede vislumbrar una enorme construccion desvencijada por el paso del tiempo y por los caprichos de la madre naturaleza. Es el campanario de una vieja abadia abandonada, la cual durante el medievo fue cuartel general de los franciscanos franceses, los cuales fueron masacrados tras la caida de los templarios franceses; y posteriormente un orfanato el cual tras un misterioso incendio acabo con todas las criaturas de su interior; y mas tarde el lugar en donde los afectados por la terrible peste negra eran incinerados para que no pudiesen contagiar al resto. Todo esto quizas, tal vez si o tal ve no, ha dado lugar a la leyenda negra del bosque de "los niños".

En la actualidad la Orden de La Rosa Cruz, la utiliza como punto de reunion secreto y a la par como alojamiento temporal para los hermanos que la puedan necesitar.

La abadia cuenta en su entrada principal con una pequeña explanada en donde antaño los visitantes que llegaban a caballo podian dejar atados en los postes a sus monturas. En la actualidad no hay rastro de los postes y la explanada esta cubierta por todo tipo de vegetacion. Las puertas de la abadia permanecen fuertemente cerradas, pese al tiempo que denotan tener, la llave de las mismas la posee Francesc Touluse, su dueño...

En su interior la galeria principal en donde se oficiaban las misas se encuentra abandonada completamente, las vidrieras ahora rotas, estan tapadas con maderas y algunos de los bancos de madera fueron usados antaño como materia prima de bastas hogueras, tan solo parece quedar a salvo el pulpito desde donde el sacerdote oraba a sus hermanos franciscanos.

Justo tras el atril el hueco de una puerta da acceso a un pequeño pasillo que conduce directamente a la parte trasera de la capilla. El cementerio de la misma rodeado por los altos muros de esta, se encuentra ahora casi sin lapidas y las pocas que hay se esfuerzan por hacerse notar entre la abundante vegetacion. A simple vista poco mas hay que se pueda ovserbar en la capilla, pues es mas que patente que ha sido saqueada varias veces en la historia. Junto al cementerio aun queda las ruinas abandonadas del antiguo edificio en donde los franciscanos habitaban y el que posiblemente se uso posteriormente como orfanato, pues ahora se encuentra calcinado en su totalidad, tan solo quedan cimientos.

Pero, junto al atril en una columna bien disimulado, hay un pequeño hueco (tapado por una imagen de marmol ennegrecido de Maria Magadalena) por el cual se desciende hasta el sotano de la abadia. Alli una puerta de roble, practicamente recien puesta (pues se nota que es mas nueva que el resto del escaso moviliario de la abadia) guarda el acceso...al templo masonico.

Una enorme sala abovedada se encuentra tras la puerta de roble pesado. La bóveda de piedra tiene pequeñas estrellas de mármol incrustadas sobre la misma, dando la sensación a quien la observe de contemplar el mismo firmamento.

El suelo estaba engalonado con losas de mármol de color negro y blanco intercaladas, asemejandose a un tablero de ajedrez (haciendo referencia al largo sendero que el hombre ha de recorrer durante su transición hacia la sabiduría). Dos enormes columnas custodian la entrada a la sala masónica, Jaquín y Boaz (los guardianes de la eterna sabiduria).

A la izquierda de Boaz dos escalones y sobre estos coronándolos una silla de madera en donde se debe de sentar el guardian del templo. A la derecha de Jaquin dos bandos de madera, el primero para los maestros del tercer grado y detrás de ellos en el siguiente banco, sus aprendices del prime grado.

En el centro de la sala y colgando de la bóveda una lampara de acero con tres candelabros, los cuales simbolizan los dones principales de un iniciado, la Fuerza, la Belleza (hace claramente referencia a la bondad interior) y como no la sabiduría.

A la izquierda de la lámpara otros dos bancos de madera, el primero para los maestros del cuarto grado y tras estos sus aprendices del segundo grado. A la derecha de la lampara y elevado sobre un nuevo escalon se encuentra otro banco de madera, este reservado para los compañeros de las demas logias invitadas a las ceremonias.

Y finalmente y al otro extremo de la sala antecediendo sobre el enorme altar que ocupa toda la anchura de la sala , dos piedras situadas sobre pedestales hace las veces de guardias del mismo. A la izquierda una piedra de mármol en bruto sin pulir y a la derecha una piedra ya pulida con forma de cubo (representan los dos estados del ser humano, el de la oscuridad y el de la iluminación). En medo de estos otro pedestal sostiene un antiquisimo libro con los bordes dorados, asemajandose a las primeras biblias, es el altar de los juramentos para las ceremonias de nuevos iniciados.

El altar mayor, enarbolado por tres escalones (los cuales representan los tres ultimos grados de la logia, en donde se ha de haber despojado de todas las vanidades humanas y de la completa oscurad, para poder ser ascendidos) y sobre este una silla de madera recubierta por un manto de seda con el simbolo masonico grabado en ella (repesenta la iluminación superior), en donde se sienta el gran maestre de la logia.

Tras el altar en la pared se encuentran tallados a la izquierda el simbolo de la luna (la oscuridad) y a la derecha el simbolo del sol (la iluminación), ambos aluden a la eterna lucha del caos contra el orden.