AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Insinuando una sonrisa [Privado]
2 participantes
Página 1 de 1.
Insinuando una sonrisa [Privado]
Era de madrugada cuando los pasos de una señorita dejaban huella en las calles de París, debido a la ligera nevada de la noche anterior. El Invierno llegó con menos rigor que el año pasado, siendo así que la gente estaba de mejor humor. Muchos temían por sus negocios y a algunos les preocupaba que la madera acumulada durante el año no alcanzara a mantener las chimeneas encendidas por el resto de la temporada. Pero a Juliette, que paseaba contenta con el frío calandole los huesos y la nariz roja cual granada, le encantaba el Invierno. Era una época de absoluta novedad para ella. Pocas veces en su vida presenció nevadas; esto se debía a que su ciudad natal era cálida y costera, con un Invierno tan apacible que pasaba inadvertido. París era diferente.
La gente era un poco más malhumorada, pero también inteligente. A donde quiera que veía, todos hablaban de política y religión. Las mujeres eran terriblemente bellas y los hombres increíblemente altos. Sin embargo, no podía detener su andar para saludarlos a todos. Deseaba llegar al burdel antes de que saliera el sol. La razón de esto era que trabajaba ahí como todas las demás cortesanas, pero no dormía en él. Su hermano insistía en que ella viviera con él, sin importar cuantos chismorreos causara su presencia en una "casa decente". Él decía que no era justo que se alejara de él sólo por lo que la gente pensara, y eso la animaba mucho. Por otro lado, tampoco era justo que ella llegara a la hora que quisiera mientras sus compañeras madrugaban y se preparaban para inspección matutina de Madame Bekett. Ella era una mujer realmente estricta, aunque algunas decían que tenía buen corazón.
— ¡¡Juliette!! —se escuchó el agudo saludo desde el interior del burdel, cuando la aludida llegaba. Una muchachita de cabello rubio platinado y ojos muy azules la abrazó con fuerza. Se trataba de Amy, una de las cortesanas más joven que ella hubiese conocido jamás. A Jully le caía muy bien, pero le preocupaba lo que ese trabajo pudiera causar en una chica de 14 años.
— Amy, ¿que tal dormiste? —preguntó, animada. Tras esto, las dos muchachas entraron al burdel y siguieron charlando. Al igual que Jully, Amy hablaba sobre cada detalle que le hubiera ocurrido minutos antes; lo que más las diferenciaba es que Amy no disfrutaba discutir, mientras que a Jully no le sabía del todo bien una charla hasta que hubiese un desacuerdo de ideas.
Depués de una hora, en la cual el burdel estaba oficialmente abierto, todas las chicas deambulaban perezosas por la enorme casa de estilo colonial; el sitio era colorido y muy cálido, incluso en aquella época del año. El tapíz interior era una mezcla de colores apetitozos y reconfortantes, y afuera estaba visiblemente pintado de naranja tostado, como el de un atardecer. Era un sitio poco común en París, donde los burdeles solían ser fríos, ópacos y nocturnos. En este burdel las cortesanas trabajaban de día y de noche, aunque el verdadero "placer" iniciaba al caer el sol. Mientras tanto, Juliette se hacía cargo de la pequeña taberna afiliada al burdel, que presumía de ser limpia y bien surtida en vinos, whisky y vodka. Disfrutaba esa parte del día en el que podía recibir a toda clase de gente, clientes del burdel o no.
La gente era un poco más malhumorada, pero también inteligente. A donde quiera que veía, todos hablaban de política y religión. Las mujeres eran terriblemente bellas y los hombres increíblemente altos. Sin embargo, no podía detener su andar para saludarlos a todos. Deseaba llegar al burdel antes de que saliera el sol. La razón de esto era que trabajaba ahí como todas las demás cortesanas, pero no dormía en él. Su hermano insistía en que ella viviera con él, sin importar cuantos chismorreos causara su presencia en una "casa decente". Él decía que no era justo que se alejara de él sólo por lo que la gente pensara, y eso la animaba mucho. Por otro lado, tampoco era justo que ella llegara a la hora que quisiera mientras sus compañeras madrugaban y se preparaban para inspección matutina de Madame Bekett. Ella era una mujer realmente estricta, aunque algunas decían que tenía buen corazón.
— ¡¡Juliette!! —se escuchó el agudo saludo desde el interior del burdel, cuando la aludida llegaba. Una muchachita de cabello rubio platinado y ojos muy azules la abrazó con fuerza. Se trataba de Amy, una de las cortesanas más joven que ella hubiese conocido jamás. A Jully le caía muy bien, pero le preocupaba lo que ese trabajo pudiera causar en una chica de 14 años.
— Amy, ¿que tal dormiste? —preguntó, animada. Tras esto, las dos muchachas entraron al burdel y siguieron charlando. Al igual que Jully, Amy hablaba sobre cada detalle que le hubiera ocurrido minutos antes; lo que más las diferenciaba es que Amy no disfrutaba discutir, mientras que a Jully no le sabía del todo bien una charla hasta que hubiese un desacuerdo de ideas.
Depués de una hora, en la cual el burdel estaba oficialmente abierto, todas las chicas deambulaban perezosas por la enorme casa de estilo colonial; el sitio era colorido y muy cálido, incluso en aquella época del año. El tapíz interior era una mezcla de colores apetitozos y reconfortantes, y afuera estaba visiblemente pintado de naranja tostado, como el de un atardecer. Era un sitio poco común en París, donde los burdeles solían ser fríos, ópacos y nocturnos. En este burdel las cortesanas trabajaban de día y de noche, aunque el verdadero "placer" iniciaba al caer el sol. Mientras tanto, Juliette se hacía cargo de la pequeña taberna afiliada al burdel, que presumía de ser limpia y bien surtida en vinos, whisky y vodka. Disfrutaba esa parte del día en el que podía recibir a toda clase de gente, clientes del burdel o no.
Juliette Talleyrand- Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 13/12/2013
Re: Insinuando una sonrisa [Privado]
Hay algo de mi sombra en tu sombra, hay algo de mi sueño en tu sueño, hay algo de mi frío en tu invierno.
Carmen N.
La noche se aproximaba y tal como ella el invierno hacia de las suyas, cualquier sentimiento que estuviese pasando por mi coraza, perdón, por mi cuerpo se hacia mas evidente. el frió era algo que me atormentaba pues como debía pasar mas tiempo en casa no tendría la mente distraída como acostumbraba hacerlo para no pensar en el legado de mi padre y aquellos problemas interiores por los que todos pasamos.
Camine lentamente por mi pequeña pero no humilde casa y me dirigí al ventanal del que siempre disfrutaba mirar, exhale por la boca un poco y limpie el vidrio para poder observar -Menudo frio..- me dije a mi mismo y observe a la gente que pasaba con gigantescos abrigos. - A donde se dirigen estos osos..-reí y me dirigí a mi habitación en busca de un buen abrigo y las botas. me observe en el espejo, sonreí y salí de mi pequeña casa.
camine sin rumbo por las calles hasta que la noche se tomo parís, mientras caminaba me encontré con el burdel, aquel lugar en que los cerdos iban a hacer de las suyas con hermosas y voluptuosas mujeres -Por que yo no..- pensé y entre, mas sin embargo no entraba en busca de sexo, no esta vez. al entrar en aquel lugar varias mujeres me siguieron con la mirada a las cuales simplemente les fruncí el ceño, no me gustaba pagar por sexo, prefiero tomarme el tiempo para seducir una mujer y tenerla por mis méritos en la cama, méritos que no fueran monetarios.
-Un whisky, por favor..- le pedí al mesero mientras observaba a una mujer que había acaparado mi atención, su hermoso rostro cordial y su cuerpo ajustado me habia robado la mirada.- gracias..- dije al recibir el trago- ¿como se llama aquella mujer?..- le pregunte al camarero sin quitarle los ojos de encima - Juliette, una de nuestras mas hermosas joyas..-respondió el viejo camarero y a lo cual asentí retirándome a una mesa.
me senté y encendí un cigarro sin retirarle la vista a aquella mujer por al menos un par de minutos.
Camine lentamente por mi pequeña pero no humilde casa y me dirigí al ventanal del que siempre disfrutaba mirar, exhale por la boca un poco y limpie el vidrio para poder observar -Menudo frio..- me dije a mi mismo y observe a la gente que pasaba con gigantescos abrigos. - A donde se dirigen estos osos..-reí y me dirigí a mi habitación en busca de un buen abrigo y las botas. me observe en el espejo, sonreí y salí de mi pequeña casa.
camine sin rumbo por las calles hasta que la noche se tomo parís, mientras caminaba me encontré con el burdel, aquel lugar en que los cerdos iban a hacer de las suyas con hermosas y voluptuosas mujeres -Por que yo no..- pensé y entre, mas sin embargo no entraba en busca de sexo, no esta vez. al entrar en aquel lugar varias mujeres me siguieron con la mirada a las cuales simplemente les fruncí el ceño, no me gustaba pagar por sexo, prefiero tomarme el tiempo para seducir una mujer y tenerla por mis méritos en la cama, méritos que no fueran monetarios.
-Un whisky, por favor..- le pedí al mesero mientras observaba a una mujer que había acaparado mi atención, su hermoso rostro cordial y su cuerpo ajustado me habia robado la mirada.- gracias..- dije al recibir el trago- ¿como se llama aquella mujer?..- le pregunte al camarero sin quitarle los ojos de encima - Juliette, una de nuestras mas hermosas joyas..-respondió el viejo camarero y a lo cual asentí retirándome a una mesa.
me senté y encendí un cigarro sin retirarle la vista a aquella mujer por al menos un par de minutos.
Kleiton Harris- Cazador Clase Media
- Mensajes : 76
Fecha de inscripción : 31/07/2013
Re: Insinuando una sonrisa [Privado]
El día, la tarde y la noche pasaron con desesperante lentitud. Casi no había clientes en esa parte del Burdel, lo que Jully lamentaba sin ton ni son. Sabía que sus compañeras estarían felices trabajando en la parte de arriba, encontrando clientes agradables, decentes y, con mucha suerte, apuestos. Ninguno de ellos era un amante, mucho menos un amigo. Eran todos hombres a los que el frío había llevado corriendo ahí, buscando el calor de una mujer. Hombres que tenían el dinero para costear a las costosas cortesanas de ese Burdel en particular. Y ella, la hermana de un comerciante honesto, no podía sino aburrirse.
No le molestaba su oficio ni las molestias que éste pudiera causarle, como verse con algunos hombres quisquillosos o tan vanidosos como la misma nobleza; sin embargos, en días como ese desearía quedarse en casa y leer o jugar con Adrien hasta coger sueño. Pero, se dijo muy seria, llevando una ronda más de bebidas a un encantador grupo de amigos, era el camino que eligió. Y no lo cambiaría por un día sin emociones. Al menos, así lo consideraba antes de captar la mirada de un joven muchacho, que apartado del resto, bebía y fumaba.
Al principio su aspecto juvenil le hizo preguntarse qué haría ahí, pero luego recordó que algunos hombres deseaban nuevas experiencias a temprana edad. Eso seguía sin responder, por otro lado, la cuestión de porque pasaba el rato solo en el bar en vez de buscar compañía femenina arriba.
— ¿Quién es el joven de ahí? —preguntó muy curiosa al encargado de la barra, que ahora se encargaba de limpiar los vasos de cristal con un paño limpio. El hombre siguió su mirada con discreción y una sonrisa se formó en su rostro. Le contó que acababa de llegar y que, minutos antes, preguntó por ella. Como si una pluma bajara por su espalda, se estremeció. ¿Sería eso a lo que todo mundo, incluido su hermano, llamaban hormonas? Lo sentía de vez en cuando con los clientes más fascinantes, pero nunca sin haber considerado antes el asunto monetario. Pidió, con todo el encanto del que fue capaz, otro trago de whisky y caminó con él hasta la mesa del joven, dejándolo frente a él.— La casa invita. —explicó, con una radiante sonrisa. Se suponía que debía volver a trabajar y conformarse con aquella breve vista del moreno, pero en vez de eso, se quedó de pie, mirándolo. ¿Cómo podía borrarse la sonrisa?— ¡Ah, mi nombre es Juliette! —aclaró, sabiendose tonta al pensar que él ya sabría su nombre. Enrojeció un poco y se corrigió.— Es decir... ¿Usted es...?
No le molestaba su oficio ni las molestias que éste pudiera causarle, como verse con algunos hombres quisquillosos o tan vanidosos como la misma nobleza; sin embargos, en días como ese desearía quedarse en casa y leer o jugar con Adrien hasta coger sueño. Pero, se dijo muy seria, llevando una ronda más de bebidas a un encantador grupo de amigos, era el camino que eligió. Y no lo cambiaría por un día sin emociones. Al menos, así lo consideraba antes de captar la mirada de un joven muchacho, que apartado del resto, bebía y fumaba.
Al principio su aspecto juvenil le hizo preguntarse qué haría ahí, pero luego recordó que algunos hombres deseaban nuevas experiencias a temprana edad. Eso seguía sin responder, por otro lado, la cuestión de porque pasaba el rato solo en el bar en vez de buscar compañía femenina arriba.
— ¿Quién es el joven de ahí? —preguntó muy curiosa al encargado de la barra, que ahora se encargaba de limpiar los vasos de cristal con un paño limpio. El hombre siguió su mirada con discreción y una sonrisa se formó en su rostro. Le contó que acababa de llegar y que, minutos antes, preguntó por ella. Como si una pluma bajara por su espalda, se estremeció. ¿Sería eso a lo que todo mundo, incluido su hermano, llamaban hormonas? Lo sentía de vez en cuando con los clientes más fascinantes, pero nunca sin haber considerado antes el asunto monetario. Pidió, con todo el encanto del que fue capaz, otro trago de whisky y caminó con él hasta la mesa del joven, dejándolo frente a él.— La casa invita. —explicó, con una radiante sonrisa. Se suponía que debía volver a trabajar y conformarse con aquella breve vista del moreno, pero en vez de eso, se quedó de pie, mirándolo. ¿Cómo podía borrarse la sonrisa?— ¡Ah, mi nombre es Juliette! —aclaró, sabiendose tonta al pensar que él ya sabría su nombre. Enrojeció un poco y se corrigió.— Es decir... ¿Usted es...?
Juliette Talleyrand- Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 13/12/2013
Re: Insinuando una sonrisa [Privado]
Sabia que tarde que temprano este momento llegaría. observe a la mujer y sonreí al ver al trago - Quien dijo que necesito que me inviten..eso es para perdedores, pero ya que lo sirvió no puedo rechazarlo..- tome el trago sin beber de el aun- pero haremos un trato antes..para no sentirme tan perdedor, yo me tomare hasta la mitad y usted beberá la otra mitad.. ¿Le parece bien? - hice lo dicho y le pase el trago- es su turno, madame.
Mi nombre es Kleiton, Kleiton Harris -sonreí maliciosamente y agregue- el placer es suyo..- troné los dedos para ordenar un par de tragos mas y apague el cigarro- Disculpe si hace un momento no le quitaba la mirada de encima, Juliette..-observo la llegada de los dos tragos y le paso uno a la señorita- El joven invita -mantuvo su gesto serio y continuo agregando- se que es una falta de respeto observar a alguien por mucho tiempo, pero uno debe admirar o criticar la belleza de vez en cuando. en este caso la estoy admirando -simule una sonrisa y bebí de mi whisky- Aunque bueno eso ya debe ser normal para usted, digo.. estamos en un burdel, ¿No? -no pude evitar soltar una corta carcajada y penetre los ojos ajenos con los míos
-No soy alguien de mucho hablar, pero hoy decidí darme un tiempo para mi aunque no este interesado en mas que una simple charla, por ahora..- deje los puntos claros ya que a una bella dama jamas se le debería observar con lujuria simplemente- Así que.. ¿por que no me acompaña y me cuenta sobre usted? -Sonreí y rodé los ojos ya que era algo tonto pensar que una mujerzuela se quedaría para simplemente charlar sabiendo que por cada segundo de charla eran francos que no llegaban a sus manos- su mirada no me engaña.. he acaparado su atención..- insistí en hacer quedar la mujer a toda consta.
bebí hasta el ultimo sorbo y reí entre dientes, no era bueno haciendo amistades y realmente no me importaba tenerlas, pero esta mujer me interesaba, nada singular, solo curiosidad y en parte deseo de darle la oportunidad de conocerme. no pude evitar sostener mi sonrisa por mis pensamientos tan egocéntricos.
Mi nombre es Kleiton, Kleiton Harris -sonreí maliciosamente y agregue- el placer es suyo..- troné los dedos para ordenar un par de tragos mas y apague el cigarro- Disculpe si hace un momento no le quitaba la mirada de encima, Juliette..-observo la llegada de los dos tragos y le paso uno a la señorita- El joven invita -mantuvo su gesto serio y continuo agregando- se que es una falta de respeto observar a alguien por mucho tiempo, pero uno debe admirar o criticar la belleza de vez en cuando. en este caso la estoy admirando -simule una sonrisa y bebí de mi whisky- Aunque bueno eso ya debe ser normal para usted, digo.. estamos en un burdel, ¿No? -no pude evitar soltar una corta carcajada y penetre los ojos ajenos con los míos
-No soy alguien de mucho hablar, pero hoy decidí darme un tiempo para mi aunque no este interesado en mas que una simple charla, por ahora..- deje los puntos claros ya que a una bella dama jamas se le debería observar con lujuria simplemente- Así que.. ¿por que no me acompaña y me cuenta sobre usted? -Sonreí y rodé los ojos ya que era algo tonto pensar que una mujerzuela se quedaría para simplemente charlar sabiendo que por cada segundo de charla eran francos que no llegaban a sus manos- su mirada no me engaña.. he acaparado su atención..- insistí en hacer quedar la mujer a toda consta.
bebí hasta el ultimo sorbo y reí entre dientes, no era bueno haciendo amistades y realmente no me importaba tenerlas, pero esta mujer me interesaba, nada singular, solo curiosidad y en parte deseo de darle la oportunidad de conocerme. no pude evitar sostener mi sonrisa por mis pensamientos tan egocéntricos.
Kleiton Harris- Cazador Clase Media
- Mensajes : 76
Fecha de inscripción : 31/07/2013
Re: Insinuando una sonrisa [Privado]
De cerca, la joven cortesana pudo observar que el hombre de la mesa era, quizás, incluso más joven que ella. Tenía rasgos delicados aunque un pronunciado ceño fruncido, lo que no agradaría del todo a muchas de las mujeres allá arriba; según ellas, el mal humor era un mal indicio para uno de "esos" negocios. A Juliette, por otra parte, le daba curiosidad la razón de su seriedad. Sonrió cuando él puso las reglas de un juego al que ella estaría encantada de involucrarse. Sin duda era hábil con los negocios y tenía muy en claro lo que quería.
— Me parece bien. —fue su única respuesta. Ya sentada a su lado, lo observó tener el privilegio del primer trago, y cuando él se lo indicó, ella tomó el segundo. Parpadeó entre divertida y asombrada cuando él se presentó, pues no esperaba tal conducta de un hombre tan joven.— Sí, ha acertado. Es un placer. —y rió, no podía evitarlo. Su risa era contagiosa, decían, pero ella sólo podía pensar que lo hacía como si todo fuese gracioso. Mientras veía llegar otra ronda, se le ocurrió decir:— Ha sido un deleite, en realidad, monsieur Harris. —se interrumpió cuando él volvió a hablar y una sonrisa de oreja a oreja apareció en su rostro. Algo en él la hacía sentir nerviosa, pero el buen humor no la abandonaba.— Hay muchos tipos de belleza, monsieur. Algunos hombres vienen aquí a admirarla, pero muchos se van sin haberla contemplado de verdad. —lanzó un suspiro.— A riesgo de elevar su ego, yo también pude contemplarla hoy.
Agradeció en cierto modo que él volviera a tomar la palabra, pues nunca le había dicho a un hombre, en especial a uno que no era implícitamente un cliente, que lo consideraba bello. La castaña intentó concentrarse en lo que el hombre decía, y así evitar que sus mejillas se llenaran de color. Para su sorpresa, él dijo justo lo que ella estaba ansiosa por escuchar. No iba ahí como un cliente del burdel, y sólo buscaba una charla. Juliette no podía negar que ese hombre le parecía atractivo, pero era su renuencia a la humildad, su obstinado ceño fruncido, sus alardes, era todo eso lo que le incitaba a quedarse ahí, sentada a su lado. Quería pasar el resto de la tarde con él, pero no estaba en sus manos proponerlo.
— Entiendo su posición. —murmuró, conteniendo una sonrisa y mirando fijamente la bebida que tenía entre las manos.— De alguna manera, me halaga que busque en mi una conversación. No muchas personas lo hacen, lo que es triste. —levantó la mirada y dejó que sus ojos del color del café más oscuro revelaran una pequeña chispa de diversión.— Pero me ha invitado a beber, a conversar con usted. Veamos, ¿qué le debo? —entrecerró los ojos como si estuviera analizando algo de suma importancia. Al cabo de unos momentos de tensión, volvió a sonreír y dijo:— Le debo mi nombre. Lo tiene a medias. Me llamo Juliette Talleyrand, tengo diecinueve años y vivo a las afueras de París, a veces.
— Me parece bien. —fue su única respuesta. Ya sentada a su lado, lo observó tener el privilegio del primer trago, y cuando él se lo indicó, ella tomó el segundo. Parpadeó entre divertida y asombrada cuando él se presentó, pues no esperaba tal conducta de un hombre tan joven.— Sí, ha acertado. Es un placer. —y rió, no podía evitarlo. Su risa era contagiosa, decían, pero ella sólo podía pensar que lo hacía como si todo fuese gracioso. Mientras veía llegar otra ronda, se le ocurrió decir:— Ha sido un deleite, en realidad, monsieur Harris. —se interrumpió cuando él volvió a hablar y una sonrisa de oreja a oreja apareció en su rostro. Algo en él la hacía sentir nerviosa, pero el buen humor no la abandonaba.— Hay muchos tipos de belleza, monsieur. Algunos hombres vienen aquí a admirarla, pero muchos se van sin haberla contemplado de verdad. —lanzó un suspiro.— A riesgo de elevar su ego, yo también pude contemplarla hoy.
Agradeció en cierto modo que él volviera a tomar la palabra, pues nunca le había dicho a un hombre, en especial a uno que no era implícitamente un cliente, que lo consideraba bello. La castaña intentó concentrarse en lo que el hombre decía, y así evitar que sus mejillas se llenaran de color. Para su sorpresa, él dijo justo lo que ella estaba ansiosa por escuchar. No iba ahí como un cliente del burdel, y sólo buscaba una charla. Juliette no podía negar que ese hombre le parecía atractivo, pero era su renuencia a la humildad, su obstinado ceño fruncido, sus alardes, era todo eso lo que le incitaba a quedarse ahí, sentada a su lado. Quería pasar el resto de la tarde con él, pero no estaba en sus manos proponerlo.
— Entiendo su posición. —murmuró, conteniendo una sonrisa y mirando fijamente la bebida que tenía entre las manos.— De alguna manera, me halaga que busque en mi una conversación. No muchas personas lo hacen, lo que es triste. —levantó la mirada y dejó que sus ojos del color del café más oscuro revelaran una pequeña chispa de diversión.— Pero me ha invitado a beber, a conversar con usted. Veamos, ¿qué le debo? —entrecerró los ojos como si estuviera analizando algo de suma importancia. Al cabo de unos momentos de tensión, volvió a sonreír y dijo:— Le debo mi nombre. Lo tiene a medias. Me llamo Juliette Talleyrand, tengo diecinueve años y vivo a las afueras de París, a veces.
Juliette Talleyrand- Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 13/12/2013
Re: Insinuando una sonrisa [Privado]
Analice todos y cada uno de los movimientos de mi compañera de turno, di varios sorbos a mi trago mientras escuchaba sus divertidas palabras. esta chica era bella y no podía negarlo era bastante inteligente o al menos eso irradiaba.
Mientras escuchaba sus halagos sonreí ya que era obvio que habíamos creado chispa, química y una letal atracción aunque ambos intentáramos negarlo a nuestros conscientes. ella seguía parloteando y eso me gustaba por que me demostraba su inocencia y su capacidad para llamar la atención, cosa que otros nunca lograban en mi.
deslice mi mano y atrape la de ella - Me parece un excelente pago..- deposite un beso en su muñeca y sonreí picaramente, cosa que nunca hacia.- para que saldemos deudas, le hablare de mi..- Me lleve un cigarro a los labios, lo encendí y fume sin retirar la mirada a la joven mujer- Ya le dije mi nombre..a ver.. mi edad no es importante ya que no mide mi madurez y por otro lado me merma importancia ante la gente.-reí ya que no me gustaba realmente contar mis cosas y volví a poner el cigarro en mis labios, lo retire y agregue- Mi hobbie y mi arte de vida es la espada..gracias a ella me sostengo, Mato para sobrevivir y ver sobrevivir..aunque vamos.. no entrare en detalles. - solte otra amplia risa- es que bueno mi vida no es que este llena de tantas cosas interesantes como la gente normal..
ordene otros dos tragos, quizás los últimos y tire la colilla del cigarro- Eres hermosa Juliette no se por que estas aquí teniendo miles de posibilidades, quizás no con el mismo resultado monetario..pero primero esta la dignidad, no crees? - enarque una ceja y volvi a mi gesto serio ya que había pisado terrenos que no me correspondían, mas sin embargo me interesaban.
-y sonríe.. te vez hermosa cuando lo haces.. no mas que yo pero bueno, algo es algo..- sonreí en modo de chiste-
Mientras escuchaba sus halagos sonreí ya que era obvio que habíamos creado chispa, química y una letal atracción aunque ambos intentáramos negarlo a nuestros conscientes. ella seguía parloteando y eso me gustaba por que me demostraba su inocencia y su capacidad para llamar la atención, cosa que otros nunca lograban en mi.
deslice mi mano y atrape la de ella - Me parece un excelente pago..- deposite un beso en su muñeca y sonreí picaramente, cosa que nunca hacia.- para que saldemos deudas, le hablare de mi..- Me lleve un cigarro a los labios, lo encendí y fume sin retirar la mirada a la joven mujer- Ya le dije mi nombre..a ver.. mi edad no es importante ya que no mide mi madurez y por otro lado me merma importancia ante la gente.-reí ya que no me gustaba realmente contar mis cosas y volví a poner el cigarro en mis labios, lo retire y agregue- Mi hobbie y mi arte de vida es la espada..gracias a ella me sostengo, Mato para sobrevivir y ver sobrevivir..aunque vamos.. no entrare en detalles. - solte otra amplia risa- es que bueno mi vida no es que este llena de tantas cosas interesantes como la gente normal..
ordene otros dos tragos, quizás los últimos y tire la colilla del cigarro- Eres hermosa Juliette no se por que estas aquí teniendo miles de posibilidades, quizás no con el mismo resultado monetario..pero primero esta la dignidad, no crees? - enarque una ceja y volvi a mi gesto serio ya que había pisado terrenos que no me correspondían, mas sin embargo me interesaban.
-y sonríe.. te vez hermosa cuando lo haces.. no mas que yo pero bueno, algo es algo..- sonreí en modo de chiste-
Kleiton Harris- Cazador Clase Media
- Mensajes : 76
Fecha de inscripción : 31/07/2013
Temas similares
» Una sonrisa por cada lagrima | Privado.
» Una sonrisa no tan dulce
» Sólo tu sonrisa [Priv. Alma]
» Tu sonrisa es lo mejor de la fiesta. (Priv. Sunshine)
» La sonrisa de la Gioconda [Priv. Kimariell Dimei]
» Una sonrisa no tan dulce
» Sólo tu sonrisa [Priv. Alma]
» Tu sonrisa es lo mejor de la fiesta. (Priv. Sunshine)
» La sonrisa de la Gioconda [Priv. Kimariell Dimei]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour