Todavía tienes mucho que aprender cariño [Calypso][+18]

por **Gloria Ferrá** Miér Ene 01, 2014 1:20 pm

Ya no quedaba tanto para el amanecer y Vanesa había terminado su turno. A lo largo de la noche había atendido a tres clientes diferentes, a cada cuál más duro, violento y cruel. La boca le sabía a semen. Tenía el cuerpo lleno de moratones y golpes. El cuello le ardía por las rozaduras de la cuerda con la que el último la había estad asfixiando. Le había apagado colillas en los pezones y le dolía al andar y al sentarse después de la violencia de las acometidas.

Había sido una de las noches más completas, satisfactorias y gozosas de su vida. La había disfrutado como una perra en celo, seguramente más que los hombres que la habían jodido de aquella manera.

Pero lo mejor estaba todavía por venir. Después de lavarse un poco en la tina y de ponerse un camisón se tendió en la cama a esperar. Tenía una cita con Calypso y dudaba muchísimo que la joven fuera a fallarle después de las ganas que le había demostrado por quedar bajo su tutela.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Vanesa mientras recordaba la escena. La chica había aparecido en su habitación, hablando de ser una perra sumisa y de aprender a disfrutar a través del dolor. Vanesa intentó ignorarla al principio, pero la insistencia de la joven la terminaron convenciendo. Aquella noche iba a ser su primera clase…

La sonrisa se hizo más grande al imaginarse lo que iba a pasar. Normalmente era ella quién suplicaba en una cama. La que ansiaba cada golpe, cada humillación y cada desprecio. Quién se quedaba malherida en la cama mientras el hombre se marchaba. Ahora los papeles iban a cambiar y la verdad es que Vanesa no tenía muy claro cómo hacerlo. Bueno, sí, había dejado listas algunas herramientas, pero aun así iba a ser raro todo muy raro.

Se puso en pie (no sin esfuerzo) y empezó a andar por la habitación, impaciente. Lo primero que iba a enseñarle era la importancia de la puntualidad…

por **Calypso Lauria** Miér Ene 01, 2014 2:19 pm

Nerviosa.Así era como la pequeña Calypso se sentía en esos momentos.Aparentaba estar tranquila,eso siempre,pero en su pecho aguardaba un nerviosismo capaz de volver loco a cualquiera.

Terminaba de prepararse en el pequeño dormitorio que compartía con otras dos muchachas cuando fue consciente de la hora.Llevaba un vestido de un solo tirante,de sedas y transparencias,parecido al que acostumbraba a llevar en palacio (aunque la pequeña no lo recordase), de un color tan blanco como el reflejo de la luna pero mucho más sensual de lo que su 'yo' de hace muchos años había portado una vez.Bajo este,se distinguían las curvas de la joven.No llevaba nada más.No le hacía falta,de eso estaba segura,no le hacían falta para estar con quien estaría en breves.

Había acudido a donde Madamme Ferrá,pues así era como acostumbraba a llamarla Calypso,en busca de aprendizaje.Nunca pensó que ser una cortesana fuese a darsele bien,y lo seguía sin pensar,por eso había acudido a ella.Amplias eran las historias en el burdel que hacían referencia al dolor que Vanessa era capaz de aguantar y aún más,las que contaban aquello de que esa cortesana ya madura disfrutaba siendo humillada,pegada,...Tenía que ganarse la vida de alguna manera en el gran París,y Calypso pensó,que siendo esto así y habiendose metido a este trabajo,lo mejor,sería por lo menos disfrutar de él.

De este modo,la pequeña salió a toda prisa de su dormitorio,descalza y con los rizos al aire y llegó por fin a la habitación donde se había citado con Madamme Ferrá y de la cual,no saldría sin quemaduras,rojeces,golpes,...

por **Gloria Ferrá** Miér Ene 01, 2014 3:41 pm

El fuego ardía con fuerza en la chimenea, caldeando una habitación que de otra forma estaría helada a aquellas horas de la madrugada. La sala era más bien pequeña y su único mobiliario consistía en una cama, un armario donde Vanesa guardaba sus pocos vestidos y una vieja y destartalada cómoda. No había ni caprichos ni lujos: al fin y al cabo cada centavo que había podido ahorrar lo tenía oculto en tabla hueca que había bajo la cama. El dinero que sería su salvación cuando se viera obligada a dejar aquella profesión porque tarde o temprano los hombres no la encontraran atractiva.

Al ser una habitación tan pequeña Vanesa no tardó ni un segundo en abrir la puerta cuando llamaron a ella. Era Calypso. El frágil y delicado vestido que llevaba apenas servía para ocultar (y bien sabía Vanesa que aquella era la idea) el hermoso cuerpo de su aprendiz. Oh, sí, Calyspso era hermosísima. Era joven y sensual y su rostro irradiaba carácter y fuerza. ¡Qué envidia! Ella misma había sido así en sus años mozos, pero ahora rondaba la treintena y una vida de esfuerzos y sacrificios habían hecho mella en ella.

-Llegas tarde-le espetó, seria y sin un ápice de compasión en la voz-. No vuelvas a hacerlo. Jamás. Empiezas a demostrar que amas tu trabajo cuando llegas antes de tiempo. Cuando sólo piensas en el placer que está por llegar…

La dureza del tono sorprendió a la propia Vanesa, que rara vez había hablado así a nadie. Alargó el brazo, cogió a Calypso del hombro y tiró de ella hacia dentro para cerrar la puerta tras ella de un portazo.

-Desnúdate y túmbate en la cama-ordenó la veterana prostituta-. ¿Has estado hoy con algún cliente?

por **Calypso Lauria** Miér Ene 01, 2014 4:01 pm

Se notaba la rudeza de los hombres con los que Vanessa acostumbraba a tratar.Aquella mujer era sensual y hermosa,pero de una manera diferente a la de la propia Calypso.Se notaba en ella el paso de el tiempo,como un reloj en el cual la arena va agotándose.

El sonido destartalado y viejo de la puerta al abrirse,le saco un pequeño grito a la joven que allí se encontraba.La de Calypso era una belleza poco vista,exótica,diría más de uno,pero ella misma pensó que eso a su tutora no la impresionaría;estaba equivocada.

Calypso bajo la cabeza y su rostro quedo escondido entre los rizos de su cabello,su mirada clavada en el suelo y el rubor de sus mejillas daban a entender que no había llegado tarde queriendo,sin embargo,se prometió a si misma que nunca más lo haría.-Perdón...Susurro con un pequeño hilo de voz,aún sin atreverse a mirarla.

El tirón de brazo que Vanessa le había propinado hizo que la joven terminase caída en el suelo.Parecía tan frágil como su vestido en eses momentos,daba la sensación de ser un pájaro enjaulado.Fue entonces,y sólo entonces cuando por fin alzó el rostro,y su mirada azul choco intensamente con la de la rubia.Aún no se explicaba porqué,pero con aquella mujer se comportaba de manera diferente,con respeto y adoración.Le gustaba que ella la humillara.-Pero...Alcanzó a decir la pequeña con algo de temor en su voz.-¿Así?¿Directamente?El rubor volvió de nuevo a rostro.-No,hoy no he estado con nadie.

por **Gloria Ferrá** Miér Ene 01, 2014 4:31 pm

Era preciosa. Cualquier hombre pagaría grandes sumas de dinero para que Calypso se abriera de piernas. Pero no parecía ser consciente de ello. Y si lo era cualquiera juraría que intentaba ocultarlo. Aunque el que estuviera allí frente a ella era un gesto inequívoco de que quería poner arreglo pronto a aquél problema.

-Sí-el tono fue igual de duro que antes. Y Vanesa, consciente de que aquello podía ser poco productivo intentó dulcificarlo y sonreírle un poco-. Sí Calypso. Tienes que aprender a obedecer y hacer lo que te digan, pequeña…-se agachó para ayudarla a ponerse en pie. Al hacerlo los golpes y los moratones le hicieron contraer un poco el rostro por el dolor-. Venga, arriba. Tienes un cuerpo hermosísimo. Todos los hombres estarán ansiosos de verte sin ropa de por medio… Y no temas por el frío, la habitación está calienta ya. Y de todos modos me encargaré personalmente de que no baje tu temperatura corporal…

Pero había otro tema pendiente, el de la clientela. A Vanesa la extrañaba que no hubiera yacido con nadie aquella noche.

-¿Pero por qué no has estado con alguien? ¿Nadie te ha reclamado? ¿O has intentado quitarte de en medio?-preguntó Vanesa con un pequeño punto de acusación en la voz-. ¡Y no me mientas! ¡O esta noche será todavía más dura de lo que crees!-pero tras la pulla, más parecida a la de una madre que a la de una profesora, volvió a relajar el tono y sonreír-. Aquí no nos gustan los que intentan librarse del trabajo, Calypso. Así que venga, desnúdate. La noche será larga y tenemos mucho que enseñarte todavía…

por **Calypso Lauria** Miér Ene 01, 2014 4:45 pm

En el burdel había varia gente que le tenía cariño y que deseaba proteger a la pequeña.Era por eso,que la chiquilla no podía siquiera imaginarse la cantidad de hombres que habían querido yacer con ella aquella noche.A algunos,los había rechazado ella misma,estaba demasiado temerosa,pues para ella,en un primer momento,solo había existido un amor,aquel que había compartido con un gitano;y otros,porque las demás prostitutas se habían encargado de abrirse de piernas para ellos,con miedo de que pudiesen dañar a la pequeña Calypso con su furia y fuerza.Así pues,la joven todavía no había ganado dinero gracias a su cuerpo,pero ella,Madamme Ferrá,le enseñaría a hacerlo.Al fin y al cabo,por eso estaba allí.

La pequeña vió el dolor de la mayor cuando su rostro se contrajo al intentar levantarla.Prefería a la Vanessa dura e imponente,necesitaba quitarse el miedo.Así pues,se quito el vestido que la cubría y se tumbo en la cama,tal y como ella le había ordenado.No cabía duda,su cuerpo era el más bonito y parecía la mismisa perdición de un angel.

-Nadie me ha reclamado,señora.Mintió con el rostro ruborizado,pensando que no la descubriría,y que en caso de hacerlo,el castigo la ayudaría a ser mejor.

por **Gloria Ferrá** Miér Ene 01, 2014 5:09 pm

Por fin la joven se desnudó y se tendió en la cama. Era una pena que alguien de su hermosura estuviera tendida en aquél antro cuando hubiera encajado mucho mejor sobre las blancas sábanas de alguna mansión. Sería una magnífica amante para cualquier príncipe europeo. Su cuerpo no tenía ni marcas ni cicatrices y sus pechos se mantenían firmes y duros. Menuda diferencia con la propia Vanesa.

La cortesana se sentó en la cama junto a ella y alargó la mano. Sus dedos se posaron en los muslos y poco a poco, con apenas un roce, empezó a subir la mano. De sus muslos pasó al monte de Venus. De ahí a las caderas. Luego llegó a los pechos, donde sí se detuvo un poco más. Los acarició, manoseó y luego pellizcó el pezón.

-Eres preciosa. Lo sabes-después de entretenerse con el seno siguió subiendo la mano hasta el cuello-. Pero eso no basta. Tienes que ser sumisa. Tienes que aprender a disfrutar de nuestro trabajo. Si lo haces serás la puta más rica de Francia. Todos caerán rendidos a tus pies y harán cola para poder follarte cada noche hasta que no se les levante más…

La mano se había quedado en el cuello. La había abierto y ahora lo abarcaba por completo.

-Pero antes tendrás que aprender a no mentirme. ¡Jamás!-y al gritar cerró la mano sobre el cuello, asfixiándola. A pesar de su aspecto Vanesa era fuerte, tenía que serlo para sobrevivir a las palizas que la sometían-. Recuerda el trato Calypso. Recuérdalo bien. Si quieres aprender tienes que entregarte a mí en cuerpo y alma…-se inclinó sobre ella y aflojó la presa sobre su cuello-. Tienes que ser mía…-le susurró al oído-. Y aprender a disfrutar con el dolor. Aprender que tras el dolor viene lo mejor…

Y tras decir aquello la besó en los labios. No le dio tiempo a responder, pegó su boca a la de ella conforme dejaba de hablar. La besó con ganas, con hambre de catar un cuerpo joven como el suyo. La besó, abrió los labios y le metió la lengua en su boca. Pero el beso acabó tan pronto como había llegado.

-Es la última vez que te lo digo, Calypso. Todavía estás a tiempo de irte, pero tendrás que darme tu palabra de que aceptarás nuestro trato…

por **Calypso Lauria** Jue Ene 02, 2014 3:59 pm

Seguía estando nerviosa,por mucho que supiese controlarse,era obvio que algo de su nerviosismo saltaba a la vista.¡Lógico!Estaba tumbada desnuda sobre la cama de una mujer prostituta que la iba a enseñar modales.¡Cualquiera lo estaría en su lugar!

Pudo observarla sentándose a su lado sobre la vieja cama,y la muchacha,cerró los ojos,dejándola hacer.Un escalofrio la recorrió cuando la mano de Vanessa llegó a su intimidad.Pensó que seguiría allí durante un tiempo y eso la excitó,sin embargo se equivocaba,pues esta se entretuvo en sus pechos.-No.No soy preciosa.Soy otra cortesana más de París.Las verdaderas preciosidades son las princesas de los cuentos,aquellas que viven en castillos.Replicó.Calypso podía ser muchas cosas,pero su modestia y humildad eran sin duda lo que más llamaba la atención.

Sus pezones empezaban a ponerse duros y más rosados ahora que Ferrá los había pellizcado.-¡Au!Se quejó y cuando su mano siguió subiendo hasta su cuello,disfrutó de la caricia.De un momento a otro,la caricia se había convertido en algo envenenado,la estaba asfixiando.Calypso se revolvió entre las sabanas,inquieta y temerosa por su vida.Intentó arañar y su uñas se clavaban en la cama y en todo lo que encontraban a su paso.Parecía una auténtica gata.Intentaba gritar pero no podía,y cuando estuvo a punto de hacerlo,un beso de parte de su 'tutora' la dejó sin habla.El beso la pilló por sorpresa,y abrió tanto los ojos,que sus pupilas se dilataron más que nunca.

Era la primera vez que la pequeña era besada por una mujer y se preguntaba que otras sorpresas podría atraer Madamme Ferrá.-Me has echo daño...Dijo sugetandose el cuello.

por **Gloria Ferrá** Vie Ene 03, 2014 8:24 pm

-¿Daño?-al decirlo Vanesa sonrió. Mientras lo hacía se le marcaron las cada vez más numerosas arrugas de su rostro-. ¿Quieres saber lo que es el auténtico daño, Calypso?

Mientras hablaba la cortesana se sentó a horcajadas sobre el estómago desnudo de su aprendiz. Pero en lugar de golpearla o volver a asfixiarla se quitó el camisón, única prenda que la cubría. Al hacerlo dejó a la vista un cuerpo que todavía era atractivo, con unas caderas estrechas y un pecho generoso aunque cada vez más caído. Pero Calypso también pudo ver la infinidad de marcas que adornaban la piel de la meretriz.

-Éstas de aquí son de puñetazos y puntapiés-se señaló los numerosos moratones del costado- Esto del cuello es porque me han ahorcado con una cuerda de cáñamo mientras me sodomizaban. ¿Lo de los pezones? Quemaduras hechas con un hierro de la chimenea al rojo vivo. Casi me ahogan cuando tres hombres se han vaciado en mi boca al mismo tiempo y han querido que me lo tragara todo…

Según recordaba lo ocurrido durante la noche el brillo en los ojos de Vanesa se hacía más intenso. No había ni asco, odio o miedo en la voz. Al contrario, cualquiera juraría que lo añoraba.

-No es dolor, mi pequeña. No es daño-al decir aquello se inclinó sobre Calypso y la volvió a besar en la boca. Mientras lo hacía sus manos se acercaron al delicado cuello de la joven-. Tienes que darte cuenta que es el placer más puro que vas a encontrar…-apoyó su frente sobre la de ella y sonrió con dulzura en lo que la miraba a los ojos-. Pero tienes que ser fuerte, mi vida. Y tienes que darme tu palabra de que, si recorres esta senda, te entregarás a mí y me harás caso siempre…

por **Calypso Lauria** Lun Ene 06, 2014 4:26 pm

-Sí,daño.Murmuro mientras dejaba de acariciarse el cuello para después mirarla.-No,no quiero saber lo que es el verdadero dolor,pero necesito saberlo.Necesito acostumbrarme a el.Dijo nerviosa,expectante ante la siguiente muestra de su profesora.

Cuando se puso a horcajadas sobre su vientre,Calypso se asustó.Su cuerpo era aún atractivo,pero tenía infinidad de marcas.Moratones,arañazos,marcas de cuerdas,... y por un momento se vio así misma de ese modo,en un futuro.No tenía otra opción que aceptar su destino,pues muy en el fondo de su mente,aquello le proporcionaba un placer incapaz de imaginar.

La mujer volvió a besarla,y una vez más,aquello pilló de improvisto a la muchacha,pero lo aceptó.-Te haré caso siempre...Lo prometo.

por **Gloria Ferrá** Lun Ene 06, 2014 5:03 pm

-Te tomo la palabra cariño…-le susurró al oído-. Y haré que te acostumbres a él…

Con el cuerpo todavía renqueante se puso en pie y fue al rincón donde había dejado una bolsa. De ella sacó varias cuerdas y un pañuelo en el que guardaba varias herramientas que, de momento, prefirió dejar fuera de la vista de Calypso.

-Vamos a empezar con algo sencillo, ¿vale? Voy a inmovilizarte…-y mientras lo decía usaba las cuerdas, con bastante pericia, para dejar a su aprendiz atada de pies y manos a la cama-. ¿Te duele? ¿Te sientes bien? Si hay algún nudo especialmente fuerte lo aflojaré, esta es sólo la primera clase…

En lo que esperaba una respuesta observó otra vez el cuerpo de Calypso y se mordió el labio inferior. Si la propia Vanesa fuera un hombre la estaría violando en aquél momento. Pero en lugar de eso alargó la mano para recorrer y acariciar el vientre de la chiquilla, así como sus generosos pechos.

-Otra pregunta Calypso. Alguna vez… ¿alguna vez te han penetrado por detrás?-mientras hablaba su mano descendió hasta la intimidad de la chica. Pero no se detuvo allí, si no que acarició el hueco entre las nalgas hasta llegar a un sitio que solía ser sólo de salida-. ¿Aquí? ¿Te han sodomizado?

por **Calypso Lauria** Lun Ene 06, 2014 5:13 pm

La observa moverse,y acercarse hasta una bolsa,no sabía que había allí,pero nada más verla sacar unas cuerdas pudo imaginarse el resto.

La ato de manos y pies a la cama.Aquello le gustaba,era como esa fantasía sexual que siempre esperabas que se cumpla pero temes admitirlo.-Sí,estoy bien.Se ruborizó levemente.-¿Y qué se supone que te hacen cuando te atan a la cama?Pregunto curiosa.

-No...Respondió algo avergonzada.-Nunca me han penetrado por atrás.La chica se sentía en confianza,pero aquello le resultaba algo extraño.Las caricias de Vanessa,sin embargo,la hicieron imaginarse siendo eso así.-¿Qué es sodomizar?Preguntó curiosa.

por **Gloria Ferrá** Mar Ene 07, 2014 4:35 am

-Ahora lo vas a ver…

Pobre, pobre Calypso. ¿Aún nadie había querido follar su culito? Seguramente ni siquiera le había hecho una felación a ningún cliente. ¿Cómo pensaba sobrevivir en aquél mundo entonces? Bueno, sí, los inicios de la propia Vanesa también fueron duros. Mucho. Y al principio se odiaba a sí misma… ¿Pero había sido tan inocente como Calypso? ¿De verdad le había costado tanto? Ella no había tenido a nadie que le enseñara, tuvo que valerse de sí misma…

Perdida en sus pensamientos la veterana prostituta sacó un palo del pañuelo. Estaba tallado y con la misma forma que un pene erecto. Había sido limado y barnizado con cuidado, de modo que no pudiera astillarse ni hacer daño (o un daño inapropiado) a nadie. La propia Vanesa lo había usado y sabía que era bastante seguro. A la par que placentero.

-Imagina que es la polla de un hombre…-mientras hablaba seguía acariciando con la mano libre la cara interna de los muslos de Calypso para luego ir, poco a poco, abriendo las nalgas de la chica-. A muchos hombres les gusta meterla aquí…-y justo al decirlo hundió el dedo meñique en culo de la chica. Apenas unos centímetros-. Pero como esa zona no está tan húmeda como ésta otra-mientras tenía el meñique en el recto de Calypso metió el pulgar en su vagina-. Suele ser buena idea humedecerlo bien antes…

Dicho aquello (y sin sacar los dedos de donde estaban) colocó el consolador frente a la boca de su aprendiz.

-Escupe encima y usa la lengua para humedecerlo. Lámelo y bésalo como si fuera la polla de un cliente. Mientras mejor lo hagas más fácil entrará aquí…-al decir aquello último hundió un poco más el meñique en el culo de Calypso-. Así que aplícate cariño. Por tu propio bien.

por **Calypso Lauria** Mar Ene 07, 2014 11:30 am

A la pobre Calypso ni siquiera le dio tiempo de responder.Mucho antes de que la muchacha pudiese abrir la boca para preguntar,pues en menos de dos segundos su 'maestra' se había abierto paso entre sus nalgas y había conseguido llegar a meter un dedo dentro de su ano.

Un sonoro quejido sonó en la habitación.La muchacha no estaba acostumbrada a estar atada en una cama,y menos a que le metiesen algo en el culo.Instantes más tarde,cuando Vanessa metió otro de los dedos en su vagina,.Supuso que entonces,Madamme Ferrá habría notado la humedad de su sexo y se avergonzó de ello.-¿Y...en que postura tengo que ponerme para que...me...me...?No era capaz de terminar la frase.Por un lado el echo de tener algo metido en su sexo la excitaba pero el otro dedo la molestaba,la hacía daño.Pero era un daño extraño,pues no la dolió tanto como se había imaginado.Sin embargo,cuando Ferrá le enseño el palo con forma de pene y la instó a chuparlo la chiquilla fue consciente del daño que le haría eso y lo humedeció a consciencia.Del mismo modo,el palo tenía forma de pene y aquello le daba algo de asco,pues no se imaginaba a ella misma chupandole la polla a un cliente.-Y...¿para qué van a quererla meter por...¡Ah!No pudo terminar de preguntar,pues el dedo de Vanessa se había hundido más en su interior.

por **Gloria Ferrá** Dom Ene 12, 2014 6:51 pm

Ver a Calypso quejarse al notar la mano de Vanesa entre sus nalgas era, como poco, excitante. Bueno, excitante y divertido. Y por eso había una enorme sonrisa dibujada en la cara de la veterana prostituta.

-Lo mejor suele ser estar a cuatro patas, como un perro, con el culo bien alto y la espalda flexionada…-hundió un poco más el dedo meñique entre las nalgas-. Para que te la puedan meter hasta el fondo… y tu morder la almohada si te duele más de la cuenta, claro.

Mientras hablaba Calypso lamía el consolador de madera. La chica se aplicaba con interés, sabedora de que mientras más mojado estuviera mejor iba a ser para ella. Sólo de imaginarse que la propia Vanesa era un hombre y tenía a una joven tan delicada haciéndole aquello… Seguramente ya hubiera eyaculado sobre la cara de la aprendiz.

-¿Qué por qué? Está más apretado y eso proporciona más placer al hombre…-apartó el consolador y se lo llevó a su propia boca para darle un par de lametones más. Sabía y olía a Calypso. Era embriagador-. Además, a las mujeres primerizas suele dolerles. Y a muchos hombres les gusta provocar dolor de una forma u otra… Lo que suele ser bueno si sabes disfrutarlo, claro. En fin, ahí vamos mi vida. Respira fuerte y gózalo.

Dicho y hecho. Apartó la mano con la que le había estado masturbando y le colocó el consolador entre las nalgas. De una sola vez pero lentamente empezó a metérselo por el agujero hasta llegar al final. Era bastante fino comparado con el pene de cualquier hombre, pero aun así la pobre Calypso iba a notarlo bien.

-¿Qué te parece cariño?-sonrió y dejó el trozo de madera donde estaba mientras le acariciaba los pechos con las manos-. ¿Te gusta?

por **Calypso Lauria** Lun Ene 13, 2014 12:59 pm

-¡Ah!Volvió a quejarse cuando la mujer hundió los dedos un poco más dentro de ella.La chica empezaba a respirar de forma menos tranquila,más agitadamente.No entendía porque a los hombres parecía gustarles tanto eso.Le costaba hablar,pero lo intentó.-Entonces,lo que les gusta,no es que este más apretado...Gimió cuando ella lo hundió más....lo que les gusta es ejercer fuerza sobre ti,tener ellos el mando.¿No?

Su tutora hablaba y hablaba,enseñandola,y la muchacha,empezaba a humedecerse y cuando el consolador entró en su recto no pudo ahogar un grito de dolor.Según como lo mirases,podrías encontrar atisbos de placer en su grito.

-No lo sé...Es extraño...No sé que es lo que tengo que hacer...Pronunció agitada y dudosa.

por **Gloria Ferrá** Sáb Ene 18, 2014 5:49 pm

-Sí, claro que les gusta ejercer la fuerza y el mando…-le dijo al oído-. A todo hombre le gusta hacer eso… Y lo cierto es que empiezo a entenderlos. Es muy… gratificante.

Era cierto. Para Vanesa, acostumbrada a ser tratada como un objeto y alguien sumisa, aquello era nuevo y divertido. Ahora entendía lo que le gustaba hacer a todos los hombres con ella. Esa sensación de poderío y fuerza. Ese oír a la mujer gritar de dolor… oh, ¿eso que había detectado en la voz de Calypso era placer? Sonrió un poco más.

-Gemir suele ser una buena idea…

Y antes de terminar de hablar empezó a mover el trozo de madera hacia afuera. Luego hacia dentro. Fuera. Dentro. Fuera. Dentro. Cada vez más rápido. Cada vez más violento.

-Grita lo que quieras…-decía mientras la seguía penetrando-. Llama a Dios, al demonio a tu amante… Y retuércete como una puta. Demuestra que todo esto te encanta…

por **Calypso Lauria** Dom Ene 19, 2014 9:50 am

-¿Tu también estás disfrutando?Preguntó justo antes de gemir extasiada.Su sexo empezaba a humedecerse,no sabía muy bien porqué,si por el placer,si por tener a Ferrá sobre ella,o porqué.

-¡Ahh!Comienza a gemir y a sudar cuando ella lo mueve dentro,nerviosa y siente dolor.

Aquella mujer la estaba volviendo loca,no sabía como comportarse,ni siquiera si seguir con aquello,todo lo que pasaba en aquellos momentos por su mente era confuso,no sabía si era dolor o placer,o ambas cosas,o ninguna de las dos,solo sabía que aquella noche no la iba a olvidar en mucho tiempo...

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