El Principio de Todo (Melinda Stelle)

por **Ehity Aline** Dom Feb 09, 2014 5:56 pm

"El supremo arte de la guerra es doblegar al enemigo sin luchar."
Sun Tzu

Camine por las calles de parís, mientras que el resto de la gente trataba de no pisar los charcos de agua, pero a mí no me importaba tanto, no después de la información que pude conseguir de mi informante, era interesante, nunca espere a que Iglesia se tomara la molestia de ir detrás de una joven bruja, ni más ni menos por una simple baratija.
-Raro, muy raro- miro a las personas pasar a su alrededor, mirándola con curiosidad, pero sin decir ni comentar algo, al menos que ella este alejada, pero no le importaba si hablaban o no.
Un objeto mágico, de tantas otras que existen, en manos de una joven bruja, fácil de localizar, buscada por la Santa Inquisición, a ella le sonaba mas como una vil trampa, claro que el contrato que le dio el Padre Carlos no le era atrayente, suerte que le dio la suficiente información para que partiera.
Mira con atención a la panadería la verdad era más grande de lo que pensaba, miro a la gente entrara y salir del edificio, mucha gente para su gusto, al parecer le costaría identificar a su objetivo. Solo que la encontró en una oscura callejuela que estaba al lado de la Panadería.
-¿Un verdadero reto?- siento como una macabra sonrisa se extiende por mi rostro, extasiada al pensar en eso- Solo espero que lo sea- mira a la gente a su alrededor, nadie le prestó la suficiente atención como para escuchar sus palabras.
Sonriendo aun mas extasiada, dispuesta a apropiarse del objeto, solo para fastidiar a la Inquisición, solo esperaba que le mandara a un verdadero luchador, capaz de darle pelea, no a un monje al que no podría tocar sin romper.
-El juego ha comenzado- miro a la bruja, y suelta una risita- esto será divertido, solo espero que nuestro compañero entre pronto, o se volverá aburrido- se le acerca, preparando sus armas, divertida al a la bruja mirándola con curiosidad - Ven, ratoncito, ven a jugar conmigo, será divertido- Suelto una macabra risa, disfrutando del repentino temor que aparece en sus ojos marrones.
Jure en silencio encontrar sus más profundos temores y usarlas contra ella, saboreando la idea, más que extasiada, más que divertida.

por **Melinda Stelle** Miér Feb 19, 2014 2:53 am

Sabía que iba a pasar, sabía que su alma ese día entraría en batalla, y ciega de cordura o harta de escapar decidió hacer frente a un enemigo sin bando, a una luchadora nata. Ella tenía todas las de perder, por mucho que Volk le había enseñado no estaba a la altura de un ser que se dedicaba a matar y cazar a las personas. Era inútil pensar en una victoria pero si en una puesta en escena de sus habilidades aprendidas y en una huida a tiempo.

La vió antes de aparecer en la panadería, la vio en sueños, con sus cabellos ondulantes y su fragancia tosca inundando todo el habitáculo con su presencia. Su falsa modestia, su ridícula pose educada, su mirada...eso era lo que mejor recordaba, su mirada osada que guarda más de lo que muestra. Intenta estar a la altura de algo, algo que ella solo sabe, y sin embargo tan lejos de su fin no encuentra su vereda. Y cuando la tuvo frente a ella no sintió miedo, no mostró ningún sentimiento, a pesar de un pasado parecido y de semejantes dolores, ella era su rival.

La daga ya estaba en su mano como el lobo le había enseñado, su mano no temblaba y su mirada tampoco, nítida se sembró en las pupilas de ella sin vacilar mientras el mostrador separaba sus cuerpos. Su mente quedo vacía, la bruja estaba esperando a salir y la humana estaba debajo de la cama asustada, pero la ignoró, la valentía no era su fuerte y por mucho que gritase aquella mañana, su voluntad no iba a ser escuchada.

por **Ehity Aline** Jue Feb 20, 2014 7:46 pm

"A los que con armas vencen, los vencen muchas veces los vicios."

Séneca

Su mirada no delataba miedo, no mostraba nada, un pozo sin fondo sin sentimientos, eso la sorprendió, ya que la mayoría de las criaturas que cazaba, al ver que eran los cazados y no cazadores, el miedo los embriagaba, no a todos, pero si la mayoría. La estudio con atención, dejando a un lado el juego un momento, para enfocarse y encontrar puntos débiles o desprotegidos, pero alguien la había entrenado, lo comprendió tarde, un error que le pudo haber costado la vida si no le hubiera puesto la atención necesaria.
Miro la daga de reojo, la tomaba sin vacilar, sin temor, pero sabía que ella en el fondo no era material de asesina, no podría matarla si su vida no estuviera en peligro, y aun así, escaparía antes de acabar con ella, pero le dio la impresiono de que no era débil, ni mucho menos, era una sobreviviente, le dio merito por eso.
Volvió su mirada a sus ojos, otra vez no encontró lo que esperaba, pero aun así saco sus dos cuchillas, dejando a la vista, ya que la pistola o la escopeta haría mucho ruido, y no le gustaba atraer innecesariamente a la gente, en especial si eran niños, que, por curiosidad, vendrían a revisar, ni atraer a la policía, no quería su mirada en ella.

Camino hacia ella, sujetando las cuchillas con fuerza. Estudiándola, se sorprendió mucho cuando una sensación de inquietud se instalo en su pecho, no sabía cómo explicarlo, era como si la conociera, pero no lograba identificarla, aun así siguió avanzando , para cumplir con su cometido, pensando que ese sentimiento solo era provocado por el poder de la bruja para distraerla y poder escapar. Pero no importaba, por que tendría la baratija mística, y nadie se interpondría en su camino.
Inspirando, levanto su mano derecha, tirando el objeto, esperando a que cumpla con su objetivo de neutralizar la daga de la bruja.

por **Melinda Stelle** Lun Feb 24, 2014 4:35 pm

La cuchilla se clavó en su brazo creando una mueca de dolor en su cara. Su primer instinto fue coger la zona dolorida para calmarla pero su mente trabajo mas rápido que su propio reflejo y se dijo a si misma que tenía que aguantar,tenía que ser fuerte y tenía que demostrar que ella era una superviviente, gente como ella había masacrado a su clan, podría darse la circunstancia de que la que tenía enfrente fuese fruto del castigo de su propia vida, pero ella no iba a pagar las consecuencias de una trágica vida, ella debía luchar por la suya, por cumplir su metas y seguir adelante.

Cogió la cuchilla incrustada en su piel, y con cierta mueca de suplicio la arranco de allí dejándola caer al suelo, haciendo que su choque metálico se oyese en toda la estancia. Nunca había matado a nadie y no tenía intención de ello. Pero nunca se sabía donde la vida te llevaba, ¿era necesario derramar sangre para salvar su vida? quizás eso ocurriese aunque sería el último recurso que utilizaría. Clavó su mirada en la mujer que venía en su busca y una media sonrisa se dibujo en su rostro para evidenciar que ella no iba a ser una victima mas en su lista.-Buen intento, pero ¿acaso crees que con esto conseguirás lo que has venido a buscar?-su voz sonó melodiosa, como si con ella quisiese calmar la tensión que se había instaurado allí.

Melinda no sabía que quería de ella, si quería verla muerta, en un calabozo o entregada a la inquisición. Solo había visto a ella emerger de las sombras para atacarla, su vida paso ante sus ojos mientras el descanso intentaba poseerla esa noche, dio gracias a su don incontrolable por avisarla de la llegada de la cazadora aunque el desenlace de todo ello lo tendría que labrar con sus propias manos.

-A...T..-hizo una pausa entre las dos letras para que ella se diese cuenta de que conocía más de ella de lo que pensaba, que sabía de su pasado, de su historia. Quería pillarla por sorpresa, pillarla de imprevisto mientras sostenía con mas fuerza aún la daga entre sus dedos blanquecinos por la harina. El cuerpo tensó, la espalada erguida, la adrenalina corriendo por sus venas mientras su mente encubría a al bruja y subyugaba a la humana de su interior."Aún no, aún es pronto para salir, frialdad Melinda"

por **Ehity Aline** Sáb Mar 15, 2014 9:07 pm

El infierno no está en el remordimiento, está en el corazón vacío.
Khalil Gibran

Sintió su corazón golpetear con euforia cuando vio la sangre brotar de su herida, pero se controlo y saco otra cuchilla, observando cómo sacaba el arma y la botaba al suelo. La miro interesada, a parte de su expresión de dolor, no tuvo ninguna reacción.
Se sorprendió mucho cuando la bruja saco la cuchilla de su brazo, pero puso su mejor cara en blanco, esperando que no se dé cuenta de sus sentimientos. Inspirando, le devuelve la sonrisa y niega con la cabeza- Claro que no,¿ cómo crees?- le da un toque de ternura y suavidad a su voz.
Se acerco un poco más, hasta que esas dos simples letras se clavaron como dagas en su corazón, dejándole sin aliento y congelándola por unos segundos. No paso mucho tiempo para que el dolor se convirtiera en odio y rencor, en una fría furia , que si no fuera por su riguroso y casi tirano entrenamiento de su maestro le impuso, se hubiera dejado llevar y atacarle.
Niega con la cabeza, concentrándose en mantener la calma y dejar sus sentimientos en un profundo rincón de su corazón-"frialdad, Ehity, frialdad, recuerda las palabras de tu maestro"- Inspiro profundamente, dejando que la calma y el hielo se instalaban en su centro, apagando momentáneamente sus emociones, como las nubes que tapaban el sol, haciendo que no calentaran.
La miro con atención, parecía como si tuviera su propia batalla interior, y le susurro- ¿quieres saber lo que quiero de ti, mi pequeña bruja?-su voz no sonaba como quería, sin la sensualidad que deseaba, pero siguió hablando- Bueno, tendrás que venir a mí-le tendió la mano, aún con el cuchillo, sabiendo que estaba mal y rompía una de las reglas primordiales que le enseñaron.

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