Encajando en un mundo diferente || Privado

por **Devany Vixen** Miér Feb 12, 2014 12:04 am

Un vestido que le cubría más abajo de las rodillas, sin escote, realmente no se reconocía, esa no era ella, pero tampoco sabía exactamente por qué estaba haciendo aquello, se recogió el cabello de forma rígida mientras se maquillaba discretamente, apenas un poco de rubor en las mejillas y un tanto de colorete sobre los labios, frunció los labios delante del espejo y negó con la cabeza de forma tenue, apenas si un respiro le dio el oxígeno que se le escapaba con prisa de los pulmones. Se puso completamente rígida dejando que su espalda se enderezara, lo que tenía de reflejo en el espejo era un mal chiste, pero ahí estaba ella mientras suspiraba de nuevo y tomaba su bolso, algo pequeño, bastante discreto, salió como siempre por la puerta de atrás mientras se escuchaba el bullicio en el burdel y uno que otro jadeo que comenzaba a subir por las escaleras, cerró la puerta tras de sí mientras se internaba en la oscuridad que apenas comenzaba a cubrir una que otra callejuela en París.

Unos iban otros venían, algunos más se le quedaban viendo y ella simplemente se dedicaba a caminar, sin voltear, sin mirar atrás, intentando ocultar aquella vena que siempre saltaba en ella, el coqueteo natural, aquél en donde una sonrisa se curvaba en sus labios, un simple guiño de ojo hacía que los demás sonrieran, un movimiento ligero del hombro para hacer que el tirante descendiera de forma casual, y ahora, ahora caminaba con tanta seriedad que parecía que Devany Vixen se había quedado colgada en el ropero y esta "mujer" había querido venir a ocupar su lugar. En su mente sólo pasaba una figura, un nombre, una imagen que se dibujaba a la perfección, la causa por la cual ella intentaba hacer aquello, encajar en un mundo diferente, en un sitio que no era el suyo, comportarse como no lo hacía de forma común y mucho menos natural.

Llegó al Teatro, aquél donde hombres de gran porte se presentaban, mujeres que creían que el piso donde estaban no les merecían, señoritas que con una simple sonrisa pensaban que alguien caería a sus pies, sólo por ropa hermosa y gran dinero, en ocasiones así era, pero Devany no pertenecía ni a las señoras con gran apellido, ni a las señoritas que buscaban al príncipe azul, ella estaba muy lejos de aquello, pero intentaba mezclarse, con sonrisas fingidas y ligeras reverencias, donde no dejaba que nadie se acercara más allá de lo necesario, logró llegar hasta un apartado balcón en donde se veía a la perfección, ella había logrado comprar un palco, tenía el dinero suficiente para eso y más, pero se sentía vacía.

por **Manech Lemming** Vie Mar 07, 2014 1:27 pm

El dia se había convertido en noche, la luna descansaba en lo alto, el joven Lemming observaba la calle desde su ventana y la luna parecía hablarle desde lo alto ¿Qué haces detrás de esas cuatro paredes Manech? su contestación es simple… nada, no hace nada más que lamentar la muerte de su madre, su propio destino planeado desde antes de nacer, vivir en soledad… ¿cómo podría amarlo alguien si ni él se quiere así mismo?

Poco conoce de Paris aun cuando lleva casi más de un año habitando en la ciudad, todos los días es lo mismo el carruaje lo lleva de casa al trabajo y del trabajo a casa, nada cambia… su vida se ha convertido en una constante repetición; cuando era niño su mayor pasatiempo era explorar nuevos lugares (aunque realmente jamás se alejo de su jardín) pero siempre estaba en busca de una nueva aventura y ahora no era más que un mueble en esa habitación, una decoración más.

Lentamente sus pasos lo han llevado hasta el teatro, nunca ha sido fanatico del teatro pero hasta ahí ha llegado, duda en volver por su camino o entrar al lugar… – señor, será mejor que entre, la función está por comenzar – un hombre trabajador del lugar se acerca hasta él rompiendo el hilo de sus pensamientos, Manech tarda en contestar al hombre que lo mira extrañado… esta tan acostumbrado a esa mirad que ya no le molesta.

Entra por la puerta entregando su abrigo antes de seguir hacia delante, sus pasos lo llevan ahora hasta un palco que parece estar vacio de no ser por una joven que se encuentra sentada sola en el lugar, pensó en buscar otro lugar donde poder permanecer solo pero es de ello de lo que desea escapar de la soledad que lo esta asfixiando.

– Perdone… ¿estos lugares se encuentran ocupados? – levanta levemente la voz para que la joven pueda oírle, camina hacia el frente para ocupar una de las butacas pero se mantiene de pie, no se atrevió a acercarse más, su pena no se lo permitió.

por **Devany Vixen** Dom Mar 23, 2014 10:06 pm

Sus ojos iban y venían de uno a otro, buscando algo que le dijera que aquello estaba mal, que ese esfuerzo era en vano, que nada de aquello era verdad, que no tenía ni pies ni cabeza, las cosas no iban a ser diferentes por mucho que ella lo intentara, por más dinero que pagara todo iba a seguir siendo igual, quien la conociera en la calle la señalaría como la cortesana, por decir lo menos y estarían en todo su derecho, lo era y nunca la había avergonzado aquello, pero ahora, quería cambiar y no era por ella. El motivo principal ni siquiera se había enterado de lo que tenía pensado y nunca le diría.

Suspiró manteniendo el lugar en aquél balcón, podía observar a todos, aquellos que se ocultaban, unos más que miraban desconcertados de un lado a otro y los que sencillamente se encontraban tan o más perdidos que la misma Devany, aquello la hacía sentir un poco de consuelo consigo misma. Sus manos se aferraban a la falda del vestido y hacían suaves pliegues que eran muestra evidente del nerviosismo que ella estaba viviendo en aquél momento, sentía la boca seca, era como si de pronto toda la seguridad que tenía consigo misma hubiera decidido irse y abandonarla a su suerte para dejarla en vergüenza ante cualquiera, no se reconocía y justo cuando iba a ponerse de pie escuchó una voz que la hizo girar el rostro -No... No está ocupado...- mencionó viendo al caballero que hablaba -Si gusta puede sentarse...- dijo al ver que el hombre no tomaba asiento. Parecía que su plan de escape acababa de ser arruinado, suspiró largamente y le dedicó una media sonrisa, volviendo a acomodarse sobre aquél asiento.

Sus manos jugaban con sus dedos, y su pie bailaba haciendo que el tacón sonara levemente sobre el piso de madera, debía tranquilizarse pero no sabía como, nadie la reconocía ahí... O eso creía ella, debía comportarse o entonces alguien se acercaría a preguntar y no era lo que ella quería y mucho menos lo que necesitaba.

por **Manech Lemming** Lun Abr 07, 2014 9:38 pm

No sabe el porqué siguió adelante y le hizo caso al hombre para entrar a la siguiente función que no tardaría mucho más en comenzar, después de todo él nunca había sido un gran amante del teatro, incluso su padre consideraba innecesario presentarse a ese tipo de eventos la menos que tuviera que cerrar un negocio con el encargado de vestuario de esa obra, pero la mayoría de las veces se presentaban tras bambalinas y se disculpaban antes de que la función comenzara; el tiempo era dinero.

Manech por su parte tenía su propio motivo por el cual no pararse en el teatro, le resultaba un tanto deprimente ver a aquellos hombres y mujeres realizar sus sueños en una pequeña puesta en escena, muy diferente a él que cumplía con la voluntad de su padre desde el momento en que fue concebido, ellos habían tomado su decisión sin importar su historia de vida (sobre todo porque no la conocía) ellos cumplían sus sueños mientras que los suyos descansaban dentro de un cajón.

No miró a su acompañante a la cara al menos no al principio, solo se limitó a hacer un pequeño movimiento de cabeza para agradecerle antes de sentarse metiendo ambas manos en sus bolsillos encogiéndose un poco en el asiento, una parte de él gritaba desde su interior que era mejor salir corriendo de una vez por todas, que cada segundo que permanecería en el interior del lugar era un segundo más que desobedecía a su padre, se levanto levemente de su asiento pero antes de poder salir se percató de las manos de la joven tomando con fuerza su vestido, al parecer ambos estaban tan inseguros como nerviosos, las caretas se habían quedado afuera aquí ambos se estaban enfrentando a sus emociones reprimidas, al menos ese era su caso.

Se acomoda y vuelve acomodar buscando la posición que le mantenga aferrado a la silla, su corazón se encuentra tan intranquilo incluso puedo asegurar que en cada latido el pecho le dolía de la fuerza con la que le golpeaba su propio corazón, giro de nuevo el rostro a su acompañante que no parecía nada cómoda, por un segundo dudo en si hablarle sería correcto pero al menos era algo que podía hacer.

– ¿Se encuentra usted bien? – por fin rompe el silencio entre ambos aunque las notas de la orquesta han iniciado. – Mi nombre es Manech, Manech Lemming – se presentó como una forma de disculpa por haberse inmiscuido en donde no debía pero ya no era más un desconocido.

– No pretendo molestarle ni inmiscuirme en sus problemas pero puedo notar que no se encuentra del todo bien, entenderé si no desea contestarme o si prefiere que me retire – se levantó nuevamente de su asiento, haciendo una reverencia, esperando el veredicto

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