Rashâd Al–Farāhídi

Nombre completo: Rashâd ibn Essâm Al–Farāhídi.
Apodos: “Al–Amir”, "Sidi".
Fecha de nacimiento: 07/julio/1100.
Fecha de muerte: 07/julio/1135.
Edad real: 700 años.
Edad aparente: 35 años.
Especie: Vampiro.
Poderes:
*Innatos:
→ Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.
→ Sanación acelerada.
→ Percepción del aura de otros seres.
*Adquiridos
→ Bloqueo mental.
→ Hemokinesis.
→ Confusión.
*Adquiridos por vampiros mayores de 400 años:
→ Infligir dolor por medio de la mente.
→ Manipulación de la memoria.
Tipo y Clase Social: Aristócrata de Segunda Clase – Clase alta.
Lugar de origen: Curtea de Argeș, Antiguo Principado de Valaquia; Rumania.
Orientación sexual: Bisexual – Soltero.
Ocupación actual: Comerciante de telas, especias y gemas traídas desde Medio Oriente.

Mide 1.90 mt. Excesivamente alto para la época y su país de origen, se destacó entre los suyos gracias a su figura atlética y poderosa, propia de él incluso antes de ser convertido en un inmortal. Su mirada es profunda y penetrante, de tonos verdes y grises, que utiliza tanto para seducir como para torturar. Tiene labios delgados, siempre curvados en una mueca irónica, tras los cuales sus afilados colmillos están siempre listos para hundirse en la carne de su presa. Su piel, otrora de un intenso tostado mate, hoy luce apenas bronceada, producto de la maldición de los Vampiros, gracias a la cual su cuerpo da la impresión de haber sido tallado directamente en el mármol, tanto por la dureza y frialdad de sus músculos como por la belleza sobrehumana que lo identifica. Su cabello es castaño claro con suaves matices rubios; lo ha usado de todos los largos posibles, aunque su predilecto es el corte a ras de nuca. Todo su cuerpo revela su actitud dominante, su entera falta de piedad y, sobre todo, que es invencible en un combate de cuerpo a cuerpo. Todavía no ha sobrevivido nadie para afirmar lo contrario.

Fue educado como un príncipe por lo cual nunca tuvo por costumbre exteriorizar sus emociones, rasgo distintivo que mantiene hasta el día de hoy. En su breve existencia humana, se caracterizó por ser una persona honesta, de carácter firme y decisiones justas, aunque ello implicara ciertos rasgos de crueldad. Sin embargo, al convertirse en Muerto Viviente, esos sentimientos humanos fueron paulatinamente desterrados de su personalidad vampírica, dando paso a un inmortal cada vez más sanguinario, cruel, egoísta y despiadado. Es capaz de torturar, desollar, masacrar y asesinar sin culpa, no importándole si su enemigo es un niño, un anciano o un combatiente con experiencia. Su sed de poder, su odio cada vez más encarnizado contra los Hombres lo han convertido en un asesino letal, frío y calculador. No siente ninguna afiliación por la raza humana y, aunque admite las bondades de su condición actual, todavía no ha sido capaz de fundar su propio clan, pues tampoco confía en los de su propia especie. Renuente a convertir a los humanos en vampiros, sólo ha creado dos “hijos” en siete siglos de vida. Amó una sola vez en su vida y fue traicionado.

Sus antepasados pertenecen a los primeros beduinos musulmanes en pisar territorio europeo. Su bisabuelo se asentó en la región de Valaquia fundando allí el primer Califato europeo, mucho antes de que la misma Rumania se constituyera como tal. Es hijo del Califa Essâm ibn Tamîm Al–Farāhídi y de sayyidat Azahara bent Ibrahim Abufehle, la primera de las cuarenta esposas que el príncipe llegó a tener.

Si bien Sidi Essâm I era un hombre de carácter gentil, jamás permitió que su heredero viviera fuera de las rígidas normas musulmanas; desde su más tierna edad, Rashâd fue separado de su madre y educado en un mundo de hombres, acostumbrándose así a tomar decisiones difíciles sin la menor culpa. Ya durante sus primeros años de vida, fue considerado una eminencia en el conocimiento de la naciente tradición musulmana, siendo considerado uno de los jóvenes más piadosos del Califato y un líder natural para su pueblo, que lo consideraba un modelo a seguir en todo orden de cosas.

No obstante, no pasó mucho tiempo antes de que Europa viera con malos ojos a la religión de Mahoma, y la zona rumana no quedó exenta de tal odio. Así fue como los valaquios, amparados por la naciente y poderosa iglesia de Roma, declararon al Cristianismo como la única religión. En principio, esta presión fue solapada; se dejaron de visitar las casas de los musulmanes, luego se les prohibió comerciar; más adelantes se les obligó a vivir sólo en ciertas zonas, para finalmente, con el estallido de las primera Cruzadas, la guerra finalmente asoló a Curtea de Argeș, en donde el Califa Essâm I, pese a demostrar ser un hombre justo, fue declarado enemigo del Dios cristiano y condenado a sufrir muerte por purificación en la hoguera, lo que ocurrió poco tiempo después de que Rashâd cumpliera los 18 años de edad.

Desde entonces, y siempre respaldado por su tío paterno (el shayj Abdel Hakîm), fue Rashâd quien debió hacerse cargo de lo que quedó de su Califato y de las concubinas de su padre que sobrevivieron a la masacre, incluida su madre. Desde entonces, él guarda un profundo rencor contra los cristianos, a los cuales ha asesinado cada vez que irrumpieron en su territorio. Con el tiempo, los conocimientos heredados de su padre y su indecible olfato para los más lucrativos negocios, consiguió dar al Califato de Valaquia un esplendor todavía mayor al que había logrado su bisabuelo, sidi Hassîm I. Pese a ello, su relación con los valaquios cristianos fue siempre hostil y desconfiada, pero no volvieron a tener enfrentamientos de sangre, gracias a un pacto comercial que Rashâd, ya nombrado Gran Califa, y el voivoda Béla el Benevolente firmaron cinco años después de la masacre.

Habiendo logrado una relación de respeto entre cristianos y musulmanes, se hizo cada vez más frecuente en la zona la presencia de caravanas beduinas, las que introdujeron en Rumania productos tan apetecidos como el café, las gemas y la seda, mucho antes de que éstos se difundieran por la Europa del Oeste (que se consideraba mucho más avanzada y, por tanto, civilizada que el resto del mundo). Durante muchos años, se mantuvo esta tradición y Rashâd forjó el nombre que lo haría famoso entre su gente.

Aquéllos, probablemente, fueron los años más prósperos de la ciudad, pues tanto Béla como Rashâd contribuyeron a que Curtea de Argeș lograra crecimiento intelectual y económico. Pero todo estaba a punto de cambiar fatídicamente.

Poco después de celebrar su cumpleaños número 35, en una de las tan comunes caravanas que transitaban la zona fue que llegó la misteriosa mujer que cambiaría la vida del líder musulmán. Por supuesto a todos en el Califato les sorprendió que fuera la única caravana que llegara de noche a su territorio y que pidiera utilizar los aposentos subterráneos de la ciudadela. Sin embargo, las especias y tesoros que traían acabó con todas las desconfianzas iniciales.

Así fue cómo empezó todo.

Cada noche, Rashâd se reunía con los varones beduinos y comerciaba con ellos. Ciertamente al joven le llamó profundamente la atención el que todos fueran tan hermosos, de tan extraordinaria palidez, y de tan profundo y exquisito conocimiento en la tradición de Mahoma, pero nadie lo deslumbró tanto como la hija virgen del Jeque beduino. En el principio, Rashâd intentó resistirse a la pasión que la extraña le producía, pero conforme los días pasaron y, amparado en los consejos de su tío, fue cediendo a las insinuaciones que la mujer cada vez hacía más evidentes. Sayyidat Azahara fue la única que desconfió de las virtudes de la extraña; no obstante, Rashâd, acostumbrado a escuchar sólo los consejos de otros hombres, ignoró las sentidas advertencias de su madre y propuso al Jeque sellaran un pacto de alianza con un matrimonio entre Rashâd y la hija del Beduino, a lo que el nómada accedió con excesiva felicidad.

Rápidamente se concertó la fiesta del matrimonio, la que, por supuesto, debería celebrarse de noche según las costumbres de la caravana. Siete días duró la celebración, pero sólo cuando los novios se retiraron a sus aposentos fue que se descubrió la verdadera naturaleza de los invitados. La novia, develada ya como una vampiresa, no tuvo miramientos para matar a todo el cortejo matrimonial frente a Rashâd que, estupefacto y horrorizado, no pudo hacer nada por evitar la muerte de su querido tío y su amada madre. Poco a poco, los gritos de horror se expandieron por toda la ciudadela musulmana, dando paso a una cruenta carnicería que acabó para siempre con el Califato de Valaquia.

El mismo Rashâd estuvo a punto de correr la misma suerte de su gente, pero la extraña (que nunca reveló su verdadero nombre) se había enamorado realmente de él, por lo que le otorgó la dolorosa vida inmortal. Durante varios días, el Califa se revolcó en el más indecible dolor y perjuró de todos aquellos que facilitaron su terrible padecimiento. Sin embargo, ella no se quedó con él, ni lo hizo parte de su Clan; en cuanto comprobó que él se había convertido en vampiro y, sin palabra alguna de por medio, lo abandonó en medio de un mar de cadáveres y una ciudad completamente en ruinas.

Con el tiempo, y en base a ensayo y error (acompañados de los más terribles sufrimientos) descubrió qué podía y qué no podía hacer. Con el paso de las semanas, debió huir de los restos de su Califato y, gracias a rumores y cuentos, dio con la ubicación de un Maestro Sufi, Ian el Gentil, al cual acabó convirtiendo primero en esclavo de sangre y luego en compañero inmortal; desde entonces, ha sido el único aliado y la única persona en quien Rashâd confía ciegamente.

El resto de su historia se ha perdido irremediablemente; sólo se sabe que en los últimos diez años ha fijado su residencia en la moderna ciudad de París, donde finge ser un acaudalado comerciante de telas y especias traídas desde Oriente Medio, siempre acompañado y aconsejado por Ian, ahora llamado el Sabio.

No tiene claro qué objetivo lo retiene en París, pero si las historias son ciertas, pronto desatará el horror y la muerte en la Ciudad del Amor y la Belleza.

► Familiares:
*Padre:
Essâm ibn Tamîm Al–Farāhídi (+).
Califa de Valaquia.
*Madre:
Azahara bent Ibrahim Abufehle (+).

▶ No tiene hermanos.

► Otros familiares:
▶ Abdel Hakîm ibn Tamîm Al–Farāhídi (+).
Tío.

► Se ha vuelto cada vez más cruel, despiadado y sanguinario, conforme suma siglos de “muerte viva”.
► 300 años después de haber sido convertido en vampiro, creyó enamorarse y transformó a su amada en vampiresa, pero, arrepentido, la abandonó a su suerte; nunca supo si ella logró sobrevivir.
► Sigue buscando a la inmortal que lo traicionó. Mandó a tallar para ella un fino solitario, joya que envenenó y que espera darle a su amada como venganza por el asesinato de su pueblo.