La misteriosa Kaya

por **Kaya** Sáb Mar 22, 2014 4:10 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Kaya.

▲EDAD▲

20 aparentes (40 reales).

▲ESPECIE▲

Cambiaformas felina

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Cambiaformas clase baja.

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual.

▲LUGAR DE ORIGEN▲

De las afueras de París (Francia).

▲HABILIDADES/PODERES▲

→ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana. → Atributos: Longevidad. Sus demás atributos dependen de los animales en que se transforma. Los cambiaformas no pueden convertirse en varios animales que no tengan nada en común entre sí, pueden transformarse hasta en tres animales distintos siempre y cuando pertenezcan a la misma familia de animales. → Transformación: Habilidad de cambiar de forma humana a animal y viceversa. Cuando el cambiaformas está en su forma transformada aumenta un 50% su potencia física. Se transforma en Gato común oscuro y en Jaguar y Pantera Negra. → Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento, si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves. → Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros cambiaformas o licántropos cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida y su característico olor. → Telepatía y comunicación con los animales: Habilidad para comunicarse con otros cambiaformas por medio de la mente (cuando están transformados) y con otros animales que no sean parte de su raza (incluidos los Licántropos). Funciona únicamente a cortas distancias. → Rastreo: Poder de rastrear la localización de un objeto o criatura. El personaje puede descubrir la situación de cualquier persona a la que conozca, donde quiera que esté el blanco en un radio de veinte kilómetros. → Bloqueo mental: Es la habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Joven cambiaformas de muchas facetas suele adaptarse en todo momento a su entorno, convirtiéndose en la curiosa jaguar o en la cauta pantera negra o un poco de ambas, según las circunstancias que se den y en las personas que la rodean – las que no serán muchas a causa de su carácter asocial e independiente tras haber vivido su vida en los bosques.- De naturaleza solitaria ha vivido desde la muerte de sus padres, a una pronta edad sola sin más ayuda que la de sus dientes y garras, por lo que aunque para ella la familia sea muy importante, se vio obligada a crecer sin amparo y protección de sus mayores, siendo lanzada al mundo cruel de las bestias con solo diez años.

Y como cambiaformas felina, posee muchos rasgos de sus panteras, siendo estas muy contrarias y diferenciadas entre sí. El majestuoso Jaguar representa su lado más curioso y aventurero y valiente. Confiada, todo lo que suponga un reto o un nuevo descubrimiento o hasta misterio, allí que irá ella sin contemplaciones. Sin embargo su misteriosa oscura pantera es más bien lo contrario. Cauta, desconfiada, y huidiza si no ve su éxito asegurado, intentara evitar la confrontación. Obviamente, con excepciones. Ya que si llegan a entrar en su territorio no duda en sacar aquel lado territorial de toda pantera y la fiereza mortal que estas poseen. Con el jaguar el sacar las garras no asegura lucha, no obstante con la pantera, representa la asegurada muerte de su contrario.

Como parte mortal de sí misma, definitivamente no es lo suyo andar rodeada de mortales. Ella prefiere andar entre bestias, cambiaformas o licántropos – que dentro de sí habitan bestias- ya que son más fáciles de tratar. Son básicamente instinto animal, no como los humanos con los que debes de comportarte según unas reglas, normas y hay un protocolo para cualquier nimiedad. En la selva la única ley es la del más fuerte, sencillamente mucho más fácil que todas aquellas leyes humanas, la que algunas veces para procurarse ropas, debe seguir a regañadientes. Paciente y tranquila es como acostumbra a mostrarse, aunque por dentro esté hirviendo de odio y rabia, ya que sabe que está mal visto que las mujeres sean agresivas o gruñonas- A su parecer las mujeres también tienen derecho a manifestar su desacuerdo. Como cuando sus fieras, no aceptan el macho cambiaformas que las seduce y entre gruñidos y zarpazos se lo dicen amablemente.- En ocasiones divertida, amable, dulce y protectora sobretodo con los más indefensos, como niños o cachorros, a los que protegerá como la más ferviente madre de cualquier peligro. Es demasiado testaruda hasta el punto en que no ceja en su empeño de conseguir algo hasta tenerlo entre sus patas. Suele ser caprichosa en lo que son sus deseos e irremediablemente orgullosa. Si de pequeña conseguía lo que quería, ahora no será menos y nada, ni nadie puede decirle que hacer, ni sus propias fieras. Polifacética, es sin duda, la palabra perfecta para describirla. Si hubiera sido otra especie de cambiaformas, indudablemente habría sido un camaleón.

HISTORIA

El fin se presentó una noche en la que nadie, ni su propia madre -la hija heredera del gran terreno que desde sus ancestros ocuparon los suyos- pudo adivinar. En unos rugidos, los gritos de su padre humano fueron silenciados, dando la inequívoca orden a la pantera madre Katsya y a la pequeña criatura de solo hacía diez años que los habían descubierto y venían a por ellas. A eliminarlas. Desde los inicios de la prohibida relación, Katsya – la madre de Kaya- lo había sabido, su madre, procedente de líneas puras de sangre cambiaformas felinos no habría aceptado jamás una unión fuera de su especie, la mezcla de sangre y menos con un mortal. Su instinto le había dicho que matara a aquel que era su perdición, su debilidad. Sin embargo finalmente la parte más humana, se había dejado llevar resultando que finalmente tuvo que llevar la relación a escondidas de todos los suyos, escondiendo también tras un año el fruto de aquel amor; la pequeña Kaya.

Todo había salido bien. Durante diez años no ocurrió nada. Por suerte los miembros de “la manada” de su “familia” vivían separados entre sí, cada uno en sus extensos territorios, siendo poco común ver una unión de ambos o simplemente encuentros accidentales. Es así, que aquella reunión inesperada de las nueve panteras que se unieron contra la hija de quien era considerada la líder, los pillaron por sorpresa y inevitablemente el primero en caer fue el humano, que con un cuchillo no pudo hacer más para salvar su vida. Al menos sus gritos dieron la alarma y dieron el tiempo necesario que madre e hija huyeran.

Huyeron por todo el bosque, hasta los primeros rayos del sol en que Kaya abandonada al cansancio, tras aguantar toda la noche corriendo con sus cortas patas, cayó rendida al suelo. Katsya, oliendo a los demás más cerca de lo esperado solo pudo hacer que proteger a su retoño y en un breve tiempo, abriendo un surco en el suelo con sus garras, echó a la pequeña cambiaformas en él, escondiéndola echándole tierra y ramas para disimular el lugar. Justo terminó su tarea se encontró de frente con su familia, incluida su madre, la que la acusó de traidora a su propia raza y a su clan. Katsya aguantó, hasta que amenazaron a Kaya y allí, perdiendo los nervios, con un salvaje coraje nacido del deber de proteger a su pequeña, arremetió contra las nueve panteras. Mató a tres de ellas e hirió a su propia madre, antes que fuera esa misma la que la llevó a la muerte, ahogándola, hasta romperle el cuello.

Tras la muerte del humano y de Katsya, demasiado vulnerables las panteras restantes volvieron a sus tierras, celebrando aquellas muertes y la inminente muerte de la pequeña al encontrarse sin protección ante los peligros, que por sí sola no podría vencer. Kaya solo cuando no oyó a nadie en aquel claro, fue que salió del escondite del que su madre le había obligado a restar escondida hasta que no hubiera peligro, encontrándose con el cuerpo desgarrado de su madre, muerta, igual que su padre. Dicen que las panteras no lloran, o por lo menos no se les escucha llorar, no obstante el dolor de Kaya, fue visible en sus gruñidos lastimeros, en los que se despedía de su madre y en solitario, empezaba una nueva vida, sin más protección que la de sí misma.

Los primeros años en solitario, fueron la peor prueba de supervivencia con la que se encontró. Siendo inestable todavía el poder transformarse en una pequeña niña, y sin saber cómo volver luego a sus pieles de nuevo, muchas veces se vio cercada por grandes depredadores, hasta que logró por si sola controlar sus poderes. Aprendió a cazar observando a los demás depredadores salvajes y observando también a los cazadores que cazaban y vendían ciervos y conejos en los pueblos, empezó a imitarlos, ganándose el dinero para poder proporcionarse ropa, para cuando andaba como una niña. Huidiza, en las noches si no cazaba pequeños animales, se escondía en madrigueras, encontrándose con las primeras peleas y heridas, que por suerte sanaban rápido, siempre que se encontrara bien alimentada.

Pasaron los años y la pequeña, fue creciendo, hasta convertirse en el terror del bosque de sus alrededores. La gran bestia salvaje, que siempre que tenía que luchar, ganaba. Tras muchos entrenamientos gracias a algunos amigos salvajes, como linces y algún jaguar con los que llegó a entablar cierta “amistad” y protección mutua, se vio capaz de volver a los terrenos de donde huyó de pequeña y donde dieron muerte a su madre, para ir en busca de venganza.

La venganza fue llevada a cabo una noche igual que la noche en que perdió a su familia. Las demás panteras apenas les importaron, ella solo tenía en mente ir en busca de su abuela, la asesina de su propia sangre y su madre. La líder de las panteras, encontró la muerte tras una intensa lucha en los colmillos de Kaya que partiéndole los huesos, terminó con su vida de un solo golpe. Tras la muerte de la líder de las panteras, el clan se rompió y todos huyeron a sus territorios mientras que Kaya volvió a adueñarse y a apoderarse de los terrenos de su ancestral familia, volviendo a la vieja cabaña que había sido el escondite de sus padres y donde ella ahora acude cuando cansada de andar por los bosques, busca un refugio seguro.

DATOS EXTRA

-En ocasiones hace de cazadora y vende los animales en el mercado de las afueras de París para poder así procurarse ropa.
-Vive en el bosque, donde los días de lluvia se refugia en una vieja cabaña abandonada, la que antes fue ocupada por ella y sus padres.
-No se acuerda mucho de sus padres. Si de lo que sentía al lado de ellos, lo que le transmitian y en ocasiones todavía en sus sueños oye los gruñidos apacibles de su madre. Para ella la familia, es lo más importante y lo único que no debería jamás faltar en la vida de uno.
-No se acuerda del apellido de su padre, renunciando al de su madre, cuando su propia madre la mató sin consideración alguna, simplemente por mantener la pureza de su linaje.
-Cuenta con muchos amigos salvajes, entre ellos tres linces y un jaguar a los que protege.
-Llega a tolerar a los que son como ella y hasta a los licántropos, a los que alguna vez ha visto en luna llena. A los demás, tiene grandes reservas hacia ellos.
-Solo llega a usar su piel de gato común cuando pasea por París y no puede aparecerse como pantera, sin jugarse el abrigo de su piel.
-Suele cuidar su imagen, yendo a la par siempre de la brillante y suave piel de sus fieras. La poca ropa que posee, es de la mejor calidad. No suele contentarse, si no es con lo mejor.

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