AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Una día cualquiera... {Libre}
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Una día cualquiera... {Libre}
Había pasado demasiado tiempo desde que se había atrevido a pasear a solas por la ciudad, acostumbrado a siempre ir acompañado de alguien, quizás, no era nadie comparado a los acaudalados compañeros del colegio a donde asistía, tenia oportunidad de reclamar un titulo que legalmente le correspondía, pero simplemente no tenia ganas de hacer alboroto con la familia de mi padre con respecto a ese tema, pero tenia el dinero suficiente para vivir una vida decente, sin tanta opulencia pero respetable, que mas daba un titulo si no tenia el dinero, además, estaba el factor de estarse cuidando del "¿que dirán?", y solo por seguir mis sueños, a escondidas, pero seguir aquel deseo de ser actor, para mi era mas importante recibir elogios honestos por algo que hacia de forma apasionada, a recibirlos solo por llevar un titulo nobiliario, eso se me hacia realmente patético, que le gustes a la gente por conveniencia y no por verdadero interés en tu persona.
Me gustaba salir a las calles parisinas, cuando no estaba estudiando o ensayando para la próxima puesta en escena o haciendo cualquier otra cosa, el centro de la ciudad ofrecía muchas opciones para distraerse, tenia pensado viajar al norte a visitar la catedral, pero quizás un poco mas tarde, de momento, los cafés del centro eran buena opción. Tomar un desayuno ligero y un buen café, buscar a alguien con con quien conversar, tal vez, o simplemente observar a la gente ir y venir por las calles, observar los coloridos vestidos de las damas y las elegantes ropas de los caballeros, los artistas vagabundos y músicos que intentaban impresionar a los transeúntes con sus interpretaciones.
Entre a uno de esos cafés, tomando asiento en una mesa solitaria fuera del local, para disfrutar de la vista, dejando el cuaderno que llevaba sobre la mesa y pidiendo solo un café caliente para empezar.
Me gustaba salir a las calles parisinas, cuando no estaba estudiando o ensayando para la próxima puesta en escena o haciendo cualquier otra cosa, el centro de la ciudad ofrecía muchas opciones para distraerse, tenia pensado viajar al norte a visitar la catedral, pero quizás un poco mas tarde, de momento, los cafés del centro eran buena opción. Tomar un desayuno ligero y un buen café, buscar a alguien con con quien conversar, tal vez, o simplemente observar a la gente ir y venir por las calles, observar los coloridos vestidos de las damas y las elegantes ropas de los caballeros, los artistas vagabundos y músicos que intentaban impresionar a los transeúntes con sus interpretaciones.
Entre a uno de esos cafés, tomando asiento en una mesa solitaria fuera del local, para disfrutar de la vista, dejando el cuaderno que llevaba sobre la mesa y pidiendo solo un café caliente para empezar.
Re: Una día cualquiera... {Libre}
El sol ya brillaba sobre las grandes calles de París y mi cuerpo lo sabía. Ya hacía desde algún tiempo que no necesitaba que alguien me tocara la puerta para levantarme ni necesitaba de algún tipo de alarma. Mi vida se había vuelto tan monótona que incluso en ocasiones abría los ojos al mismo tiempo en que salía el sol. Esta vez me ganó por algunos minutos.
Me levanté de la cama y como todas las mañanas me observé al espejo con tan solo mi bata de dormir encima.
-Un día mas... un día menos. Y tu sigues envejeciendo. -le dije a esa mujer que observaba en el espejo. Sin duda era bella, me encantaba verla todas las mañanas al despertar, pero siempre con el temor de encontrar alguna arruga o alguna imperfección sobre su rostro o su cuerpo. Esto no podía seguir así... ya no quería vivir con ese miedo, no quería envejecer nunca. Sin embargo, no había ninguna señal de mi criatura de la noche, ese único ser que podría ayudarme y darme la vida eterna.
Giré un poco la cabeza hacia la puerta de mi habitación en el burdel y vi un sobre que al parecer habían depositado en la madrugada por debajo de mi puerta. Debido a que yo solía bailar en las noches y atraerle mas clientes, el dueño del burdel me daba un pago fijo... mas no sabía si esa noche me había convencido algún cliente para un servicio mas especial (cosa que muy rara vez pasaba), así que para no arriesgarse, prefería no entrar a mi cuarto y simplemente darme mi pago por debajo de la puerta. Abrí el sobre y saqué los francos que contenía.
-Bueno... creo que después del fracaso en mi búsqueda en estas últimas noches, merezco mínimo un desayuno decente de consolación. -dije en voz alta mientras contaba el dinero que había recibido y luego me dispuse a cambiarme de ropa.
Como yo no era alguien de alta sociedad, mi ropa no era muy elegante, pero me gustaba vestir con lo que tenía. Un top que había fabricado yo misma a partir de una blusa guinda y un chaleco negro era suficiente para mi aunque las señoras me miraran extraño por las calles por enseñar la piel de mi estómago y mis brazos. Finalmente llegué a un café, no era el mas elegante, sin embargo era para lo que me alcanzaba por lo menos para poder degustar un delicioso café y quizás un emparedado.
Como era de esperarse mucha gente se me quedaba viendo y una que otra voz se escuchó por ahí. "Como si no supiera que hablan de mi..." pensé sonriendo orgullosamente mientras caminaba entre las mesas y buscaba una mesa para sentarme.
Por un momento me decepcioné y pensé que tendría que retirarme de aquel café, pues la mayoría de las mesas estaban ocupadas.
Me levanté de la cama y como todas las mañanas me observé al espejo con tan solo mi bata de dormir encima.
-Un día mas... un día menos. Y tu sigues envejeciendo. -le dije a esa mujer que observaba en el espejo. Sin duda era bella, me encantaba verla todas las mañanas al despertar, pero siempre con el temor de encontrar alguna arruga o alguna imperfección sobre su rostro o su cuerpo. Esto no podía seguir así... ya no quería vivir con ese miedo, no quería envejecer nunca. Sin embargo, no había ninguna señal de mi criatura de la noche, ese único ser que podría ayudarme y darme la vida eterna.
Giré un poco la cabeza hacia la puerta de mi habitación en el burdel y vi un sobre que al parecer habían depositado en la madrugada por debajo de mi puerta. Debido a que yo solía bailar en las noches y atraerle mas clientes, el dueño del burdel me daba un pago fijo... mas no sabía si esa noche me había convencido algún cliente para un servicio mas especial (cosa que muy rara vez pasaba), así que para no arriesgarse, prefería no entrar a mi cuarto y simplemente darme mi pago por debajo de la puerta. Abrí el sobre y saqué los francos que contenía.
-Bueno... creo que después del fracaso en mi búsqueda en estas últimas noches, merezco mínimo un desayuno decente de consolación. -dije en voz alta mientras contaba el dinero que había recibido y luego me dispuse a cambiarme de ropa.
Como yo no era alguien de alta sociedad, mi ropa no era muy elegante, pero me gustaba vestir con lo que tenía. Un top que había fabricado yo misma a partir de una blusa guinda y un chaleco negro era suficiente para mi aunque las señoras me miraran extraño por las calles por enseñar la piel de mi estómago y mis brazos. Finalmente llegué a un café, no era el mas elegante, sin embargo era para lo que me alcanzaba por lo menos para poder degustar un delicioso café y quizás un emparedado.
Como era de esperarse mucha gente se me quedaba viendo y una que otra voz se escuchó por ahí. "Como si no supiera que hablan de mi..." pensé sonriendo orgullosamente mientras caminaba entre las mesas y buscaba una mesa para sentarme.
Por un momento me decepcioné y pensé que tendría que retirarme de aquel café, pues la mayoría de las mesas estaban ocupadas.
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Una día cualquiera... {Libre}
Me acomode el cabello, pues se había desatado de la coleta baja que llevaba en la nuca, pasando el mechón de rubio pelo hacia atrás de mi oreja, medio sonriendo al mesero que amablemente me había llevado mi tasa de café.
Era extraña la forma de actuar de la gente, como había personas que me podrían confundir con una señorita intrépida vestida con ropas de hombre o simplemente un joven demasiado amanerado, aun que eso segundo era lo mas cercano a lo que soy, no por lo amanerado, mas bien por mi imagen androgina, acatado al hecho de mi edad y estatura. Quizás no iba a crecer mas, sin duda seria un hombre de baja estatura y muy delgado.
Sonreí nuevamente al observar a una pareja de jóvenes estudiantes que me miraban fijamente y baje la mirada para tomar la tasa de café entre mis manos, bebiendo despacio para no quemarme la boca, degustando el sabor amargo y reconfortante de la bebida, sin duda, mucho mejor que el chocolate caliente que preparaba la abuela.
Suspire cuando deje la tasa sobre la mesa, y comencé a comer el pastel, sin prestar atención a nada mas, aburrido de los cuchicheos constantes y platicas sin sentido que lograban llegar a mis oídos de las mesas vecinas.
Era extraña la forma de actuar de la gente, como había personas que me podrían confundir con una señorita intrépida vestida con ropas de hombre o simplemente un joven demasiado amanerado, aun que eso segundo era lo mas cercano a lo que soy, no por lo amanerado, mas bien por mi imagen androgina, acatado al hecho de mi edad y estatura. Quizás no iba a crecer mas, sin duda seria un hombre de baja estatura y muy delgado.
Sonreí nuevamente al observar a una pareja de jóvenes estudiantes que me miraban fijamente y baje la mirada para tomar la tasa de café entre mis manos, bebiendo despacio para no quemarme la boca, degustando el sabor amargo y reconfortante de la bebida, sin duda, mucho mejor que el chocolate caliente que preparaba la abuela.
Suspire cuando deje la tasa sobre la mesa, y comencé a comer el pastel, sin prestar atención a nada mas, aburrido de los cuchicheos constantes y platicas sin sentido que lograban llegar a mis oídos de las mesas vecinas.
Re: Una día cualquiera... {Libre}
Seguí caminando entre las mesas esperando encontrar alguna vacía, pero tan solo me encontraba con lugares ocupados por señoras muy bien vestidas o con hombres trajeados mirando hacia mi. Un mesero se me acercó y pensé que quizás quería correrme.
-Disculpe señorita, temo que ya no tenemos lugares... -me dijo amigablemente el mesero. Estaba en lo cierto, mas no estaba segura si lo decía en serio o tan solo lo decía para que me fuera y no molestase a la gente. Por si las dudas, en caso de que fuera lo segundo... no dejaría que me corrieran.
-Oh, no se preocupe -le conteste amablemente también, pues en cualquier caso aquel mesero tan solo estaba haciendo su trabajo. -Me sentaré... -giré buscando rápidamente un lugar vacío con la vista -¡AQUÍ! junto con ella. -saqué la silla que estaba acomodada frente a una persona que comía su pastel muy plácidamente.
-Yo no creo que usted conozca a esta persona... -dijo entre pequeñas sonrisas el mesero, seguramente le había causado gracia mi atrevimiento al interrumpir a aquella persona que degustaba su postre.
-Mire... -sonreí forzadamente tratando de no enojarme con ese hombre. -Me sentaré aquí cómodamente y esperaré una taza de café, en latté por favor, junto con un Croissant SIN cebolla. ¿Está anotando? -le dije ignorando las palabras de el mesero.
-Señorita, debe comprender que usted no pued---
-¡Por favor...! -alcé un poco la voz interrumpiendo al mesero y nuevamente hablé tranquila para proseguir con mi mandato. -...yo estaré aquí... tranquila... esperando mi orden. De otra manera, tendré que exigirla de un modo mas... INUSUAL, por no decir grosero. Y estoy segura que su gerente no quiere ver eso. -terminé de ordenarle poniendo fin con una sonrisa muy remarcada en mi rostro con tono de fastidio.
El hombre suspiró rendido ante la batalla, sabía que no podría ganarme por mas que lo intentara así que finalmente dirigió una mirada hacia la persona con quien había decidido yo compartir la mesa sin importar.
-Eh... ¿Le molesta, joven? -le preguntó el mesero algo tímido, ya que por lo visto no quería tener problemas y las miradas 'discretas' no dejaban de ver hacia nuestra ubicación. Mientras yo temía un poco por lo que aquella persona contestaría, tan solo deseaba poder desayunar.
-Disculpe señorita, temo que ya no tenemos lugares... -me dijo amigablemente el mesero. Estaba en lo cierto, mas no estaba segura si lo decía en serio o tan solo lo decía para que me fuera y no molestase a la gente. Por si las dudas, en caso de que fuera lo segundo... no dejaría que me corrieran.
-Oh, no se preocupe -le conteste amablemente también, pues en cualquier caso aquel mesero tan solo estaba haciendo su trabajo. -Me sentaré... -giré buscando rápidamente un lugar vacío con la vista -¡AQUÍ! junto con ella. -saqué la silla que estaba acomodada frente a una persona que comía su pastel muy plácidamente.
-Yo no creo que usted conozca a esta persona... -dijo entre pequeñas sonrisas el mesero, seguramente le había causado gracia mi atrevimiento al interrumpir a aquella persona que degustaba su postre.
-Mire... -sonreí forzadamente tratando de no enojarme con ese hombre. -Me sentaré aquí cómodamente y esperaré una taza de café, en latté por favor, junto con un Croissant SIN cebolla. ¿Está anotando? -le dije ignorando las palabras de el mesero.
-Señorita, debe comprender que usted no pued---
-¡Por favor...! -alcé un poco la voz interrumpiendo al mesero y nuevamente hablé tranquila para proseguir con mi mandato. -...yo estaré aquí... tranquila... esperando mi orden. De otra manera, tendré que exigirla de un modo mas... INUSUAL, por no decir grosero. Y estoy segura que su gerente no quiere ver eso. -terminé de ordenarle poniendo fin con una sonrisa muy remarcada en mi rostro con tono de fastidio.
El hombre suspiró rendido ante la batalla, sabía que no podría ganarme por mas que lo intentara así que finalmente dirigió una mirada hacia la persona con quien había decidido yo compartir la mesa sin importar.
-Eh... ¿Le molesta, joven? -le preguntó el mesero algo tímido, ya que por lo visto no quería tener problemas y las miradas 'discretas' no dejaban de ver hacia nuestra ubicación. Mientras yo temía un poco por lo que aquella persona contestaría, tan solo deseaba poder desayunar.
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Una día cualquiera... {Libre}
Seguía comiendo con tranquilidad, hasta que de la nada escuche un cierto bullicio cercano a donde estaba, levante el rostro encontrando a una mujer de por mas extravagante, el pelo rojo y la ropa que dejaba demasiada piel expuesta, los rumores de las señoras y señores que le miraban reprobando sus vestimentas, sonreí ligeramente ante el comentario de un sujeto en la mesa contigua, pero lo ignore y seguí comiendo, solo hasta que la joven se vino a sentar a mi mesa al ser acosada por el mesero que al parecer se sentía un tanto perturbado por sus ropas.
-Esta bien – conteste al hombre, sonriendo nuevamente, acomodando mi cabello nuevamente detrás de la oreja. Moví mi tasa y el plato para darle espacio a la chica -. Es molesto, ¿no?
Le pregunte, sin dejar de sonreír.
-Soy Adrian –estire la mano sobre la mesa para saludarle – ¿Y tu?
-Esta bien – conteste al hombre, sonriendo nuevamente, acomodando mi cabello nuevamente detrás de la oreja. Moví mi tasa y el plato para darle espacio a la chica -. Es molesto, ¿no?
Le pregunte, sin dejar de sonreír.
-Soy Adrian –estire la mano sobre la mesa para saludarle – ¿Y tu?
Re: Una día cualquiera... {Libre}
Me sentí aliviada de que aquella persona a quien yo había asegurado hace momentos antes era "mi amiga" frente al mesero, me permitiera sentarme en la misma mesa para que el mesero por fin tomara mi orden. Miré al mesero retadoramente después de escuchar la aprobación de mi acompañante y lo vi alejarse para traerme mi orden.
-Eh... gracias. -contesté algo avergonzada mientras veía como mi acompañante me daba un poco de espacio para acomodarme. Y es que desde que escuché la aprobación en el sonido de su voz me había hecho sorprenderme mucho, pues aunque su voz no sonaba de forma tan grave, de igual forma se podía apreciar que la persona realmente era un chico.
-Disculpa por haber dicho que eras.. ahm.. mi 'amiga' -le dije perdida entre mis pensamientos algo avergonzada. Ahora entendía porque aquel muchacho me había recalcado que era obvio que no la conocía.
Me quedé mirandole fijamente a su cara tan hermosa y fina, sus ojos claros eran tan intensos que habían logrado hipnotizarme y sus cabellos eran tan finos y cuidados que hasta lograban provocarme algo de celos. ¿Como un hombre podía ser tan... "hermosa"?
Cerré por un momento los ojos para ligeramente sacudirme de la cabeza mis pensamientos, pues no quería parecer grosera después de la ayuda involuntaria que él me había brindado.
-Sí, en ocasiones molesta que se comporten así con alguien que no luce como ellos quisieran... pero estoy acostumbrada. -apresuré a contestarle para luego estirar mi brazo tambien y saludarle de igual modo. -Lilith, mucho gusto. -sonreí mientras le daba un ligero apretón de manos. -Por cierto, luces bien.
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Una día cualquiera... {Libre}
-Un gusto Lilith y no te preocupes – dije sonriéndole, notando la confusión ante mi aspecto – Es normal que la gente me confunda con una chica intrépida vestida de joven – indique, mientras bebía de mi café.
Deje la tasa sobre la mesita, sin borrar la media sonrisa de los labios.
-Y… ¿a que te dedicas?- pregunte ladeando el rostro ligeramente, en un gesto infantil lleno de curiosidad, mantenía la mirada fija en ella, dejando que los mechones libres de mi cabello cubrieran mi rostro parcialmente – Yo soy actor y estudio leyes, aun que no es muy de mi agrado, sabes… La actuación, sin embargo es estupendo, regalar una sonrisa a quien la requiere.
Dije y aguarde a que el mesero dejara el café de mi compañera sobre la mesa, antes de seguir hablando, o mas bien, también para darle oportunidad a ella para hablar.
Deje la tasa sobre la mesita, sin borrar la media sonrisa de los labios.
-Y… ¿a que te dedicas?- pregunte ladeando el rostro ligeramente, en un gesto infantil lleno de curiosidad, mantenía la mirada fija en ella, dejando que los mechones libres de mi cabello cubrieran mi rostro parcialmente – Yo soy actor y estudio leyes, aun que no es muy de mi agrado, sabes… La actuación, sin embargo es estupendo, regalar una sonrisa a quien la requiere.
Dije y aguarde a que el mesero dejara el café de mi compañera sobre la mesa, antes de seguir hablando, o mas bien, también para darle oportunidad a ella para hablar.
Re: Una día cualquiera... {Libre}
Sonreí al notar lo acostumbrado que estaba de ser confundido con una chica y me hizo sentirme mas tranquila al saber que no estaba molesto con mi confusión.
Adrián era como un niño pequeño que podía alegrar el día de cualquier persona, o por lo menos eso me estaba ocasionando a mi al verlo tan animado tomando su café así como hace unos segundos comía felizmente su pastel. Su mirada tan expresiva al mirarme reflejaba gran curiosidad por mi persona, algo que por un momento temí, pues no sabía que reacción tomaría al enterarse sobre mi trabajo.
-Bueno... Estoy en busca de algo que es importante para mi -le contestó mirando fijamente al chico. -Pero en ocasiones también hago shows de baile. ¿Y tú? -finalicé sin dar muchos detalles acerca de mi trabajo.
Mientras mi nuevo amigo me hablaba sobre su vida, el mesero llegó con mi pedido sorprendido ante la plática que ahora estaba sosteniendo con Adrián. No pude ni quise esconder mi orgullo y tan solo le sonreía de manera hipócrita al hombre que me había querido correr de aquella mesa hace rato.
Le di las gracias al mesero mientras se retiraba y proseguí con la conversación.
-¿Sabes? yo tambien necesito de la actuación en mi trabajo a veces... jaja -bromeé mientras tomaba un poco de mi café y continué -Deberías dejar las leyes si no te gustan, ¿Porque perder tu tiempo en la Escuela de Leyes mientras puedes estar en una maravillosa obra de Teatro?
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Una día cualquiera... {Libre}
-Familia- conteste sonriéndole – El problema de ser el único varón heredero de mi familia – suspire pesadamente, y volví a beber de mi café, terminando el liquido en ese ultimo trago – Creo que necesito mas café -. Dije e hice señas al mesero para que se acercara.
-Debe ser divertido ser bailarín, ¿no?- pregunte mirándola fijamente, su cabello era sumamente llamativo, como sangre fresca y sus ropas, no eran usuales, no vestía como las damas que estaban en las otras mesas. No la juzgaba, simplemente me intrigaba, quizás de la misma forma en que yo le intrigaba a ella y a otros, el aspecto era sumamente importante, así como las habladurías – ¿Y que es eso importante que buscas en tu vida? – pregunte con curiosidad, aun que la platica se vio ligeramente interrumpida por el atento mesero – Otro café, por favor -. Pedí y volví a prestar mi total atención a Lilith.
-Debe ser divertido ser bailarín, ¿no?- pregunte mirándola fijamente, su cabello era sumamente llamativo, como sangre fresca y sus ropas, no eran usuales, no vestía como las damas que estaban en las otras mesas. No la juzgaba, simplemente me intrigaba, quizás de la misma forma en que yo le intrigaba a ella y a otros, el aspecto era sumamente importante, así como las habladurías – ¿Y que es eso importante que buscas en tu vida? – pregunte con curiosidad, aun que la platica se vio ligeramente interrumpida por el atento mesero – Otro café, por favor -. Pedí y volví a prestar mi total atención a Lilith.
Re: Una día cualquiera... {Libre}
Solté una ligera carcajada casi inaudible pero muy notoria en mi cara al sentir la mirada de Adrian mientras me preguntaba sobre mi oficio de bailarina.
-Muchísimo, es lo único que me mantiene animada y feliz durante mi búsqueda ya que a veces puede volverse un tanto... tediosa. -dije esta ultima palabra con una expresión de incomodidad en mi cara. Pues es que tener que soportar a tanta gente ebria durante cada noche en el burdel sólo para buscar a mi vampiro, solía ser fastidioso y molesto. Mi show de baile era lo único que me mantenía animada en ese burdel.
Adrian llamó al mesero mientras me hacía otra pregunta a la cual no quise contestarle mientras el extraño seguía ahí aunque... ¿Enserio debería contestarle?, ¿Debería confesarle lo que verdaderamente estaba buscando?
Dí una mordida a mi croissant mientras mi nuevo amigo pedía otro café y aproveché para pensar en una respuesta adecuada mientras el mesero se retiraba y después contestar.
-Bueno... Si te lo dijera quizás me tomarías por loca al igual que la mayoría de mis amigos a quienes les he confesado lo que quiero. -tomé un ligero sorbo a mi taza de café esperando una respuesta para saber que opinaba acerca de eso. -Pero bueno, para ser actor necesitas tener una mente "alocada", ¿No es cierto? -dejé mi taza sobre la mesa y le miré fríamente, quería que se diera cuenta de que lo siguiente que le iba a preguntar era algo serio.
-Dime Adrian.... ¿Has escuchado rumores sobre criaturas sobrenaturales?, ¿Crees en ellas?
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Una día cualquiera... {Libre}
Reí con ella, sin duda Lilith tenia una sonrisa agradable, aun que no era una mujeres de alta sociedad, lo sabia por la forma en que vestía, era mucho mas educada y amable que esas señoras, no juzgaba sin conocer antes o eso suponía y eso hablaba bien de ella.
Seguí comiendo de mi pastel hasta que este se hubo terminado, sin dejar de prestarle atención a sus palabras, mirándola con los ojos muy abiertos cuando ella hizo la pregunta.
-Bueno… creo que debo confesar que no soy una persona muy cuerda – conteste y solté una risilla. Me moví sobre mi asiento, cruzando las piernas, para estar en una mejor posición –. Yo se de que hablas y si, en mi trabajo o al menos en los teatrillos del Boulevard du Temple he visto a muchos de esos – indique – ¿Has escuchado alguna vez del “Theatre des Vampires”?
Pregunte y guarde silencio nuevamente, recibiendo el café que ponía frente a mí el mesero, quien se fue en silencio.
-Esta muy cercano a donde trabajo y dicen, la verdad no lo he comprobado, los actores de ahí son todos vampiros – levante los hombros ligeramente y enseguida tome la tasa dándole un ligero trago a la amarga y deliciosa bebida - ¿Buscas a alguno en especial?
Seguí comiendo de mi pastel hasta que este se hubo terminado, sin dejar de prestarle atención a sus palabras, mirándola con los ojos muy abiertos cuando ella hizo la pregunta.
-Bueno… creo que debo confesar que no soy una persona muy cuerda – conteste y solté una risilla. Me moví sobre mi asiento, cruzando las piernas, para estar en una mejor posición –. Yo se de que hablas y si, en mi trabajo o al menos en los teatrillos del Boulevard du Temple he visto a muchos de esos – indique – ¿Has escuchado alguna vez del “Theatre des Vampires”?
Pregunte y guarde silencio nuevamente, recibiendo el café que ponía frente a mí el mesero, quien se fue en silencio.
-Esta muy cercano a donde trabajo y dicen, la verdad no lo he comprobado, los actores de ahí son todos vampiros – levante los hombros ligeramente y enseguida tome la tasa dándole un ligero trago a la amarga y deliciosa bebida - ¿Buscas a alguno en especial?
Re: Una día cualquiera... {Libre}
"Yo sé de lo que hablas" me dijo, lo cual me hizo cruzar las piernas y ponerle atención especial en su mirada para escuchar detenidamente lo que tenía que decirme, pero sin esperar mucho ya que dudaba de que una persona común y corriente que acababa de conocer en un café me fuera a dar algún tipo de información importante acerca de lo que yo buscaba. Oh Sorpresa.
Mi cuerpo se paralizó inmediatamente y sentí como mis ojos se abrían un poco mas al escuchar "Theatre des Vampires".
-He escuchado algo de eso... -dije en casi un susurro y procedí a preguntar algo más después -¿E... existe realmente?, ¿Sabes... donde está? -pregunté aún con un tono de sorpresa en mi voz, pues haber confirmado la existencia de ese lugar algo información muy valiosa para mi.
Ignoré mi desayuno y me olvidé por completo de que aún tenía un poco de café en mi taza y tan solo observaba al joven beber de la suya, me interesaba lo que tenía para decirme acerca de todo eso.
-Eh... No. -respondí rapidamente a su pregunta y perdí mi mirada entre otras personas que estaban en el café para tranquilizarme un poco. Después de un corto silencio, volví a hablar. -Y nunca... ¿Has intentado entrar ahí a trabajar? -pregunté ansiosa e inmediatamente me interrumpí a mi misma, no quería que se notara mi ansiedad por conocer mas de aquel teatro. -¡Solo por curiosidad! Es decir... Si ahí dicen que hay vampiros es por algo ¿No crees?, ¿No te da curiosidad averiguar tu que eres actor?
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Una día cualquiera... {Libre}
-¡Oh no!… -dije dejando mi tasa sobre la mesita – Soy intrépido pero tengo limitaciones a mi locura – comente riendo ligeramente -. A decir verdad no me atrevería a acercarme a pedir empleo a ese lugar, supongo que si los rumores son ciertos, es probable de que me agarren de su cena o algo parecido y hasta donde se, todos los actores del teatro, incluido el director, son vampiros.
Dije con calma, como si realmente decir aquella palabra no fuera importante, quizás estaba tan acostumbrado a estar rodeado de gente extraña, que la palabra vampiro, venia a ser una mas en un extenso vocabulario histriónico.
-Lo que si me gustaría es ver alguna de sus obras – indique-, pero ahí solo accedes con invitación y no soy tan influyente como para que alguien me invite-. Suspire y guarde silencio, mientras miraba con detenimiento el fondo de mi tasa casi vacía.
Dije con calma, como si realmente decir aquella palabra no fuera importante, quizás estaba tan acostumbrado a estar rodeado de gente extraña, que la palabra vampiro, venia a ser una mas en un extenso vocabulario histriónico.
-Lo que si me gustaría es ver alguna de sus obras – indique-, pero ahí solo accedes con invitación y no soy tan influyente como para que alguien me invite-. Suspire y guarde silencio, mientras miraba con detenimiento el fondo de mi tasa casi vacía.
Re: Una día cualquiera... {Libre}
Era increíble la naturalidad con la que Adrian me hablaba de eso, como si supiera mucho del tema y estuviera seguro de su existencia, eso me hizo sentirme en confianza con el muchacho.
-Entonces... ¿Tu sí confías en su existencia? -le pregunté de manera dudosa, quizás y el no me consideraría tan loca como el resto de mis amigos en la Taberna. -Digo, muchas personas rumoran acerca de extrañas criaturas que deambulan entre nosotros pero realmente no muchos creen en ellos -dije finalmente mientras sonreía y tomaba un poco mas de mi café solo para esperar ansiosamente su respuesta.
A pesar de que ya había escuchado algún rumor acerca de un lugar donde todos los vampiros se reunían, no sabía por donde debía empezar a buscar. Pero la información que me había otorgado ahora mi nuevo amigo hizo que mis esperanzas brillaran de nuevo y quisiera saber más.
"Una estúpida invitación no se va a entrometer en mi camino... " pensé.
-Entonces solo invitan a personas influyentes y con mucho dinero... me recargué en mi silla y crucé las piernas mientras mi mente empezaba a hacer planes nuevamente -¿Sabes? Quizás yo... pueda conseguir una invitación.
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Una día cualquiera... {Libre}
-¿De verdad?-pregunte dejando mis manos sobre la mesa y echando el cuerpo hacia el frente, acercándome a ella – ¡Eso seria asombroso! – exclame y luego volví a sentarme correctamente, debido a la mala mirada de los señores de la mesa contigua, me encogí de hombros y seguí hablando -. Desde que soy actor y se de ese teatro, siempre tuve curiosidad de ver una de sus obras – indique -. Alguien me comento que antes solía ser una troupe, pero que no tuvieron tanto éxito, solo hasta que hicieron un cambio de administración y nació lo que se conoce como el Theatre des Vampires.
Dije y tome la tasa, apurando el café, aun que después me sonroje totalmente, casi escupiendo el líquido.
-¡Oh! Creo que me estoy adelantando a los hechos – dije – Aun no se si me invitaras y yo estoy mas que listo para ver – reí ligeramente, avergonzado por mi entusiasmo excesivo, aun que en mi cabeza aun rondaba aquel comentario, esa pregunta: “ ¿Tu sí confías en su existencia?”
“¿Y si pudiera decirle que yo no era un humano común y corriente?”
Creo que el pensamiento cruzo por mi mente desde que ella había hecho referencia a los vampiros, si ella creía en esos seres, suponía que no se reiría de la existencia de los seres como yo, pero no debía fiarme tan a la ligera.
Dije y tome la tasa, apurando el café, aun que después me sonroje totalmente, casi escupiendo el líquido.
-¡Oh! Creo que me estoy adelantando a los hechos – dije – Aun no se si me invitaras y yo estoy mas que listo para ver – reí ligeramente, avergonzado por mi entusiasmo excesivo, aun que en mi cabeza aun rondaba aquel comentario, esa pregunta: “ ¿Tu sí confías en su existencia?”
“¿Y si pudiera decirle que yo no era un humano común y corriente?”
Creo que el pensamiento cruzo por mi mente desde que ella había hecho referencia a los vampiros, si ella creía en esos seres, suponía que no se reiría de la existencia de los seres como yo, pero no debía fiarme tan a la ligera.
Re: Una día cualquiera... {Libre}
Dí un pequeño salto hacia atrás por el susto que me había causado Adrián al golpear la mesa. El chico se había emocionado ante la idea de que yo podría conseguir boletos y había hecho que la gente a nuestros alrededores nos volteara a ver rápidamente de manera molesta. Voltee a todas partes para que mi nuevo amigo se diera cuenta de la escena y al parecer entendió mi mensaje volviendo a tomar su posición.
Sonreí mientras lo escuchaba emocionado y me revelaba el pasado de aquel lugar, hasta que escupió el té y me habló avergonzado.
-Puedo intentar conseguir uno para ti también, es lo menos que puedo hacer después de que evitaras que me corrieran de aquí. -"Además me hace falta un actor que me presente a otros actores... más si son vampiros." pensé también al mismo tiempo que dejaba escapar una coqueta y traviesa sonrisa.
Mi desayuno se había terminado y el mesero no tardaría en venir a retirar los platos y la taza. La hora de retirarme se acercaba, mas aún quería quedarme a esperar a que él terminara y de paso conocer un poco mas a mi futuro acompañante antes de irme.
-Y dime Adrian... ¿Vives solo, con padres, casado? -pregunté finalmente de manera algo atrevida y divertida. Suponía que quizás ya existía un poco de confianza y podríamos ser amigos.
Sonreí mientras lo escuchaba emocionado y me revelaba el pasado de aquel lugar, hasta que escupió el té y me habló avergonzado.
-Puedo intentar conseguir uno para ti también, es lo menos que puedo hacer después de que evitaras que me corrieran de aquí. -"Además me hace falta un actor que me presente a otros actores... más si son vampiros." pensé también al mismo tiempo que dejaba escapar una coqueta y traviesa sonrisa.
Mi desayuno se había terminado y el mesero no tardaría en venir a retirar los platos y la taza. La hora de retirarme se acercaba, mas aún quería quedarme a esperar a que él terminara y de paso conocer un poco mas a mi futuro acompañante antes de irme.
-Y dime Adrian... ¿Vives solo, con padres, casado? -pregunté finalmente de manera algo atrevida y divertida. Suponía que quizás ya existía un poco de confianza y podríamos ser amigos.
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Re: Una día cualquiera... {Libre}
Me sentía apenado aun por la forma tan extrovertida en que había actuado, sonriéndole a un y mientras terminaba de beber de mi café le conteste.
- Vivo con mis abuelos paternos – dije – Y soy soltero, aun que creo que mis abuelos tienen a alguien en mente con quien comprometerme – suspire pesadamente, observando el fondo de la tasa ya vacía – No me gusta la idea de casarme y tener hijos, no va conmigo, ni con mis aspiraciones.
Comente, sin dejar de medio sonreír.
- Vivo con mis abuelos paternos – dije – Y soy soltero, aun que creo que mis abuelos tienen a alguien en mente con quien comprometerme – suspire pesadamente, observando el fondo de la tasa ya vacía – No me gusta la idea de casarme y tener hijos, no va conmigo, ni con mis aspiraciones.
Comente, sin dejar de medio sonreír.
Re: Una día cualquiera... {Libre}
-Oh se a lo que te refieres! -contesté de manera pesada y con clara desaprobación en mi cara mientras dejaba caer la espalda en la silla. -Trabajé con familias de alta sociedad y veía como las mujeres sufrían al ser "vendidas" de esa manera. -recordaba mis viejos años en las casas, cuando apenas era una niña y me contrataban como una sirvienta. -Y pensar que pude haber sido una de ellas... -finalicé al recordar lo que mi antigua tutora me había contado acerca de mi verdadera familia.
De pronto sentí como mis ojos se abrían con sorpresa al compás de mi mente al ocurrirseme una alocada idea.
-ESCÁPATE. -solté finalmente con una gran y exagerada sonrisa.
De pronto sentí como mis ojos se abrían con sorpresa al compás de mi mente al ocurrirseme una alocada idea.
-ESCÁPATE. -solté finalmente con una gran y exagerada sonrisa.
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Re: Una día cualquiera... {Libre}
-Y a donde podría ir yo - dije mirándole con la misma expresión de repentina sorpresa, cambiándola a una de pesades. Suspire largamente y aguarde en silencio, pensando en las posibilidades que tenia, era quedarme en casa de los abuelos y casarme y ser como esos hombres que después buscaban consuelo a su vida reprimida en mi. Me mordí el labio inferior y deje mi cuerpo caer laxo sobre el respaldo de la silla -. Si pudiera ser un gran actor - dije - quizás, creo que solo así podría escapar... Tendría la forma de mantenerme, olvidarme de mi familia y escapar, quizás a América.
Re: Una día cualquiera... {Libre}
Lo miré por un segundo con algo de lástima... Adrian era como todas esas mujeres reprimidas que yo había conocido en mis pocos meses de sirvienta en aquellas residencias.
-Pensé que... solo las mujeres de buena familia tenían esas dificultades. -dije en voz baja mientras bajaba la mirada. -¿Sabes? Yo también tengo unos arreglos que hacer en mi vida, a veces es desesperante... pero nunca pierdo la esperanza, espero que tampoco lo hagas. -Sonreí.
Saqué el dinero que traía para pagar mi desayuno y lo dejé sobre la mesa.
-Prometo que conseguiré una invitación para ese teatro, espero poder contactarte para llevarte conmigo Adrian. -le dije mientras me ponía de pie antes de retirarme.
-Pensé que... solo las mujeres de buena familia tenían esas dificultades. -dije en voz baja mientras bajaba la mirada. -¿Sabes? Yo también tengo unos arreglos que hacer en mi vida, a veces es desesperante... pero nunca pierdo la esperanza, espero que tampoco lo hagas. -Sonreí.
Saqué el dinero que traía para pagar mi desayuno y lo dejé sobre la mesa.
-Prometo que conseguiré una invitación para ese teatro, espero poder contactarte para llevarte conmigo Adrian. -le dije mientras me ponía de pie antes de retirarme.
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