Dark Waltz {Yves} Flashback

por **H. Victoria Kettleburn** Miér Jun 04, 2014 5:15 pm

Meses atrás. Humana aún.

Una mariposa de alas arrancadas… ¿podía seguir llamándose mariposa? ¿Sería Victoria la misma después de que Hippolyte acabara con ella con la misma facilidad con la que caía la noche? Así llegaban las interrogantes a la mente de la prisionera a medida que las manos de su carcelero oprimían su cuello, cortando paulatina y tortuosamente el flujo de oxígeno. Siempre hacía eso antes de irse, dejarla tambaleando al borde de la muerte sólo para que no olvidara que no era más que una posesión entre sus manos y que como tal podía ser utilizada, modificada o derechamente eliminada. Bajo ese supuesto, ¿seguía siendo persona?

—Respira, respira. Todo pasará. Hagas lo que hagas, no lo mires —intentaba concentrarse la prisionera enfocando su vista nublosa en el techo de su celda. Él la estaba asfixiando y ya le costaba respirar. Si llegaba a tensarse, cerraría su último camino de aire y sería su fin.

Él tomaría entre sus oídos el sonido de la agonía de los labios de Victoria y se sentiría satisfecho por la noche; ella lo había aprendido. Apenas recibió aquello soltó su agarre y cayó abruptamente al piso empedrado el cuerpo debilitado de la desnuda mujer, observándola desde arriba como el dueño que era. ¿Cuánto y cómo podía desfigurarse una persona en cautiverio? De una enferma manera a Hippolyte le fascinaba ser la prueba viva de aquel degeneramiento, y estaba seguro de que Victoria podía distorsionarse aún más. Quería que el sonido de la percusión de las barras de metal le aterrase tanto como verse privada de la luz de la única e ínfima ventana que mantenía en su prisión.

La joven ni siquiera se molestó en intentar ponerse de pié; el dolor se lo impedía. Sólo se aventuró a levantar su cabeza para mirar a su captor. A él le molestaba de sobremanera que no lo viese a los ojos cuando la humillaba. ¿Qué le soltaría esta vez?

—Es indudable que humana sea tu especie, pero eres todo, menos una persona.

No había sido tan malo como ella había esperado, pero no mostró su alivio sino cuando el sujeto se marchó de las mazmorras. Sólo entonces pudo cerrar los ojos y suspirar ante el resentimiento de su piel, de su dignidad. Por poco la había matado, otra vez. Volvió a ver nacer su mirada y ahí estaban sus harapos esparcidos a pedazos por el reducido lugar que la contenía. Había perdido la cuenta de la cantidad de veces que había unido los trozos con lo que tuviera a la mano para cubrirse del frío y de la exposición de su carne. Al volver a vestirse y sentirse tan lejos de casa como nunca, le hizo sentido lo que mencionó el hombre antes de irse. Tal vez estaba en lo cierto, pero eso no hacía que dejara de temerle.

—Me encierra en solitario porque sabe que el silencio me asusta, pero… la soledad es bienvenida ante alguien que te hace sentir sola —retrocedió en cuchillas hasta arrinconarse entre las paredes más alejadas de la entrada y a la vez más cercanas a la ventana— Las ratas viven más como personas que yo. Y apuesto que soy más cobarde que ellas. —miró hacia la luna unos segundos hasta depositar su vista sobre el piso otra vez porque le dolía demasiado verla libre.— Es que la debilidad no nos la perdonan. Es por eso que pagamos.

Victoria sintió sus ojos aguarse, pero no les permitió el desahogo. Sus abuelos tenían motivos para llorar; ella no. Qué vergüenza si lo hacía. Hasta que ellos estuvieran a salvo, ella no tendría aquel derecho; se lo había autoimpuesto. Ellos querrían oírla cantar, alegrar la hora del té. A su padre, como le gustaba llamarlo, le gustaban los valses en especial, pero su Victoria tenía su repertorio manchado de abatimiento. Pero tenía que hacerlo. Helena sabía que si no podía ponerse de pié, al menos debía hacer como si pudiera hacerlo para así, algún día, llegar a creérselo.

No lloraría. Cantaría un vals, aunque fuera uno oscuro.

We are the lucky ones
We shine like a thousand suns
When all of the colour runs together

I'll keep you company
In one glorious harmony
Waltzing with destiny forever

Dance me into the night
Underneath the moon shining so bright
Turning me into the light