La muerte de Juan Leech

por **Olaus Worm** Mar Jul 08, 2014 11:46 am

El tiempo apremia para los viajantes que cruzamos el cielo nocturno con dirección a las luces de la ciudad que no duerme nunca. No he querido traer más que a dos de mis más fieles guerreros conmigo a la ciudad para ser lo mas discreto posible en buscar a Leech y cumplir en tiempo con la misión.

- ¿Dónde... en qué te has metido Leech?

Madin escucha lo que se me ha escapado y me mira inquieto, basta un gesto para que el comentario no vaya mas lejos. Suficientes problemas tengo con un vástago desaparecido como para que los otros se desconcentren. La situación es delicada en extremo; pues según pudo averiguar Vasanta, el impulsivo Juan fue directamente a París.

Debió escuchar lo que Kayyam me dijo, pero ¿como supo a donde debía buscar? Intento localizarlo, intento comunicarme con el telepáticamente pero no responde. Ya estoy muy cerca de la ciudad, cruzando por una zona del bosque hasta donde llega el rumor de París, pero no me es posible sentir la presencia de mi guerrero.

¡Justo ahora que mas fiel le necesitaba, se le ocurre adelantarse a las órdenes y salir a cazar a al Brujo cambia-pieles, cuando lo que Kayyam pretendía era manejar todo de la manera mas sutil! Si llegase a enterarse el viejo vampiro; Si se mal lograra!... SI SE MAL LOGRARA!!... Se enterará, por medio de Stirner (bien sé que tan solo es un espía del viejo) su "neonato" le dará el reporte, pero para entonces habrémos capturado a los Shifters y todo este problema habrá quedado atrás...

por **Max Stirner** Vie Jul 11, 2014 4:06 pm

Desde el cielo se adivina la ciudad iluminada como una constelación terrestre por puntos de luz. Aún no llegamos pero ya se sienten las energías dispares de la gran cantidad de seres que pululan por la ciudad por la noche. Somos una comitiva pequeña volando en formación en V siendo Olaus el vórtex. Vasanta y Varant a su derecha e izquierda, Holvit cuidando a Vasanta y yo detrás de Varant en la otra punta de la formación. No ha hecho falta más de una hora de vuelo desde el refugio de los Wormius para encontrarnos con aquella imagen imponente de París entre las sombras de la Noche.

La prisa acompañada por un silencio que nos oprime a todos es el sentimiento que impulsa nuestro vuelo, el cual se ve violentamente interrumpido cuando aquel que iba en la vanguardia de pronto se contrae dolorosamente y cae, como si perdiera toda fuerza. La fiel Vasanta deja escapar un grito mientras se lanza en desesperado vuelo para alcanzarle, Varant les sigue de cerca pero mirando circunspecto hacia todos lados, Holvit le imita cuidándose pues sospechan que alguien ha atacado a nuestro maestro.

Iniciamos lentamente el descenso; mientras me acerco al maestro le noto mas tranquilo; el dolor ya no crispa su rostro pero es ahora una mascara de pena, ante nuestras miradas trata de recomponerse mas el suelo no le sostiene y debe caer a la tierra, ayudado por su fiel amante. Nadie dice nada, sino que esperan a que el vampiro se recomponga. Parece de pronto mucho mas viejo que el mismo Kayyam, como devastado de pronto por los siglos que trae cargando sobre los hombros.

De su boca solo una frase emerge como un murmullo amargo: -" Leech ha muerto"

por **Olaus Worm** Dom Jul 27, 2014 12:46 pm

¡Una trampa! Kayyam nos está enviando a una trampa. Sólo de ese modo me podía explicar el que nos designaran para esta peligrosa misión. ¿Qué clase de poderes tendrá este brujo? Leech era uno de mis mejores vástagos, uno de los mas adelantados en todas las disciplinas. Debieron tomarlo por sorpresa. Seguro mas de uno... ¡Una emboscada
!

Sensaciones crecen de pronto sin raíces, producto de la sangre, de la esencia de la sangre que reabsorbo tras la muerte de un vástago. No una memoria, pero si sentimientos que generan ideas. Leech fue emboscado por el brujo. ¡Maldito brujo cambia-pieles!

Y sin embargo muchas cosas hay que meditar antes de dar el siguiente paso: Leech sabía donde ir a buscar, antes que yo les dijera nada, desapareció poco después de que Kayyam despertó. ¿Habrá escuchado nuestra conversación? O fue el mismo elder quién le envió por delante... ¿En que momento? Las respuestas permanecen ocultas pero ya se adivinan entre tantas preguntas.

- Varant... llévate a Holvit y a Stirner, vayan donde ese Shifter. ¡Quiero que lo preparen para enfrentar la justicia del clan Wormius!. ¡Pero sean cuidadosos al actuar! El cambiaformas no está sólo. Deben tener cautela en cada paso como el zorro al auscultar la nieve, no sea que caigan al agua y se pierdan como su hermano Juan.

Mi venganza será cruel y definitiva; pero ahora debo ser prudente antes de meterme en el túmulo de poder de ese brujo. Llegaré al fondo de esta conspiración, en cuanto el dolor en el pecho me permita levantarme. ¡Lo he perdido para siempre! Aún quisiera volver a mirar en sus ojos de nuevo... ilusionarme con que es mentira. Lo he perdido para siempre, como si nunca hubiera existido. Aquí llegan ya las sensaciones, las terribles sensaciones que tuvo Leech antes de morir.

- ¡Vayan por delante hijos míos! Que yo me uniré a ustedes en cuanto me haya repuesto.

por **Max Stirner** Lun Ago 04, 2014 6:56 am

Se ha puesto ya de pie y de nuevo parece un muchacho, alguien de edad indeterminada, sonriendo de manera un tanto melancólica. Comenzó a hablar como para sí mismo mientras nos alejábamos dejándolo con Vasanta.

"Como luz en al materia, como límpido oro es el ámbar precioso, cuando una fatal fuerza furiosa, envidiosa de su brillo, le precipitó."

Aún mientras volabamos a una gran distancia el fino oído de mi nueva naturaleza me permitió escuchar la despedida que Olaus hacía de su amigo; palabras que se quedarán conmigo por lo que me resta de eternidad: "No mueren los dioses. Muere la fe de la hueste ingrata de los mortales. Los dioses son imortales; de nuestras miradas los esconden nubes de plata"

Varant dirige ahora la comitiva reducida a tres. Su semblante de por si serio, parece ahora afectadísimo cuando se voltea a mirarme: - "La sangre del maestro es muy poderosa en ti, pero no creas que por ser más rápido o más fuerte tienes alguna ventaja sobre nosotros. Tenemos mucho tiempo refinando nuestas diciplinas. Si intentas algo, cualquier cosa que me parezca sospechosa, te arrepentirás." - ¿Será que tienen miedo de mi? Si bien es cierto que no hemos tenido mucho tiempo para medir nuestras habilidades lo poco que he visto del clan Wormius me asombra bastante, aunque nunca llegara a conocer a ese tal Leech, de el se decían grandes cosas. Era comprensible que el clan estuviese consternado por su pérdida y quisieran vengarlo, pero ¿a que venía la paranoia en mi contra?

Quizás tenga algo que ver con mi sangre, como sugiere Varant, con el hecho de que sea un vástago de Kayyam, como Olaus. Eso me daba mucho que pensar, y había oportunidad para ello ya que el resto del camino, nadie cruzó una sola palabra...

por **Olaus Worm** Jue Ago 14, 2014 5:39 am

De mi pasmo brota siempre indemne, un resquisio de imaginación perdida, y trazo con el planos en el fondo del desconocimiento, estructuro cosas en las raíces de la hipótesis y lo que no ha sucedido aún cobra para mi una presencia resplandeciente.

Los aullidos de los lobos cercándonos son la fatal confirmación de lo que he presentido ya, que Rahman nos ha abandonado. Que, superados en número, hemos sido entregados al enemigo a traición.

- ¿Tu también los oyes Vasanta? Nos llaman al último acto.

¿Por que querría el viejo vampiro desmantelar aquello que el reforzó como fuerte armazón de su poderío? Sabio fue Al-Hazred en desaparecer antes de sufrir el mismo el desengaño.

- Sólo tal vez si vives fuerte, tengas opción para elegír.

No me duele la pérdida de mi vida, me duele que todo, y con ello esta existencia, se pierda. Es la fuga abstracta del tiempo, no el correr concreto de los minutos lo que me pertenece, lo que me duele en el cerebro físico por la recurrencia repetida de lo siglos que lleva encima.

Es todo el misterio de que nada dure lo que martillea repetidamente cosas que no llegan a ser ira, pero que son nostalgia en el fondo absurdo de mis pensamientos.

(* el alma de Ole se yergue de donde se encontraba hendida, con parsimonía en una acostumbrada y lenta monotonía, invadido, a fuerza de considerar su situación por una tristeza difusa, angustiante, muy propia de si)

Y siempre con una constancia que viene del fondo del mundo, con una persistencia que aumenta metafísicamente, suenan, vibran, ¡suenan! los aullidos de los lobos a lo largo de la espina dorsal.

el cadáver de Leech me esta hablando a través de la transparencia que su falta ha dejado en mi alma. El remordimiento de lo que hice o no hice, sonidos en la noche, ruidos allá abajo en la ciudad adormecida.

Tengo ganas de gritar dentro de mi cabeza y parar, aplastar, partir ese imposible sonido que suena dentro de mí desde las gargantas ajenas. Torturador intangible.

Me enloquece tener que oír y por fin soy yo, en mi cerebro odiosamente sensible, en mi piel vulnerable y mis nervios desnudos, soy yo el aullido que se exiende por el filo de la noche negra

:U (Leer más)

por **Hagen** Miér Ago 20, 2014 4:31 am

Convoco al ángel de la destrucción, ángel enfurecido, que me relate con su lengua, le pido, la unificación de la materia; la creación que de la locura nace: el principio de todo desenlace: Partícula de polvo.

Un rayo perdido hecho de razón, inútil viso de salvación.

La conmoción de la ofrenda de un mundo ha llegado por un príncipe mórbido que anda un destino sin rumbo; que llorará sobre las ruinas pares de sus realidades.

La ira se eleva sobre mi e inunda el corazón de las cosas y vuelan por el viento mariposas que ya caerán muertas. Existe una explosión en cada núcleo, en cada corazón hay un mismo sueño. Va el alma desatada y cae en el abismo de la guerra.

Las cosas se exentan de su existencia y se miran sus sombras con musical demencia. En el sueño nocturno abandonado miro en el largo tiempo dilatado una bestia que ya no soy yo.

por **Epoch** Mar Oct 21, 2014 6:44 pm

Demasiada sangre se ha derramado ya esta noche a causa de esta guerra entre clanes. A tales alturas ha llevado el deseo de Kayyam por destruirme que ha mandado a sus vástagos contra el clan Hagen... ¡y tan caro ha pagado mi amigo Hans el protegerme de los Wormius! Esta noche, además del cadáver de Olaus, debo ver arder también a mis amigos Beckmann y Abbatoir, a grandes hombres como Lamarck, Dee y Lavoisier Así como a tantos otros lycan fieles al clan Hagen que han dado su vida en esta lucha.

Mientras Hans y su clan libran una batalla a muerte con los Wormius y la ciudad se enciende con los fuegos de la guerra; yo espero en silencio surcando el aire con todos los sentidos por un rastro, una pista que delate la presencia de un enemigo. Deseo con todas mis fuerzas que Hagen no se una a la lista de muertos con que el sol teñirá sus vestiduras doradas cuando amanezca.

Nada ha de quedar.

por Contenido patrocinado

La muerte de Juan Leech

La muerte de Juan Leech

Re: La muerte de Juan Leech

Re: La muerte de Juan Leech

Re: La muerte de Juan Leech

Re: La muerte de Juan Leech

Re: La muerte de Juan Leech

Re: La muerte de Juan Leech

Re: La muerte de Juan Leech