Welcome To The Show ~ [Privado]

por **Yuri Alekséyevich** Vie Ago 08, 2014 9:22 pm

El ruiseñor enjaulado en prisión de oro, seguía siendo un rehén, seguía atrapado en aquella mansión, tras cuatro paredes y lujos inconmensurables. Una tras otra las horas morían sobre la marcha de aquel antiguo reloj. Los ojos de Yuri ansiosos no dejaban de contar los segundos esperando a que llegara el medio día. Sus pequeños pies se balanceaban en la silla esperando a que dieran la orden de salir. Iniciarían el recorrido por el circo y posteriormente seguiría el parque de diversiones. Ente sus manos descansaba Patrick, el payasito maltrecho que había recibido como trofeo en sus primeras “misiones”

Finalmente un par de soldados le condujeron hasta el carruaje, la sonrisa en sus labios era más que obvia y denotaba cierto impulso por arribar cuanto antes hasta aquellos lugares fantásticos, esta vez no se aburriría durante el viaje, porque a pesar del sofocante calor y la fastidiosa fachada de sus escoltas Yuri sabía que bien valdría la pena soportar tales cosas. El carruaje dio rienda suelta y se internó en las calles de París, el pequeño observó en las callejuelas la multitud de personas que iban de un lado a otro, por su mente inocente cruzó la idea si ellos también se dirigían hacia el mismo sitio.

El chofer apresuró el paso de los caballos y de mala gana accedió a ir un poco más rápido. Se detuvieron a un par de calles lejos del tumulto y aun así ya podía escucharse la fiesta de todos aquellos extraños. Yuri camino entre las personas solitario, los escoltas venían detrás suyo, ninguno de esos hombres se quedaría a cuidar de él, pero tampoco podían dejarle abandonado a su suerte. Para este paseo habían citado a una dama para que acompañase al chiquillo, la identidad de la misma sería revelada hasta que se presentara ante ellos, los soldados iniciaron la búsqueda con la mirada mientras veían al niño correr impaciente.

Un descuido le provocó chocar con una señorita de sonrisa amable y mirada cálida. Ella ayudó al pequeño a levantarse ofreciendo su mano. Yuri rió y aguardó un par de segundos. En la distancia al uno de los soldados notó el encuentro y les alcanzo cuestionando de inmediato a la joven. Yuri se adelantó a responder que ella sería su acompañante por el día de hoy, tomó la mano ajena y le apretó ligeramente esperando que siguiera el juego, una mentira blanca no tenía nada de malo.

-Descuida, ella es... - mantuvo la respuesta oculta.

El soldado de mala gana arqueó una ceja y llamó a su compañero murmurando un par de cosas, ambas figuras esperaron la respuesta de la joven, mientras Yuri le veía deseando que no le delatara.

por **Shlainn Ravencroft** Sáb Ago 09, 2014 9:16 pm

Había sido una mañana tranquila, y a pesar de que todavía no amanecía Sarah se había levantado temprano para ir a casa de una chica perteneciente al gueto que se llamaba Mezalin, esta chica le había pedido a Sarah que le acompañara a visitar el circo que estaba en el centro de París ya que uno de los malabarista al parecer era un chico que Mezalin había conocido en la niñez y quería verle.

Sarah no acostumbraba a visitar esos lugares pero accedió de buena gana ya que le pareció algo romántico aquel posible recuentro, fue que así las dos mujeres se encaminaron a dicho lugar, llegaron como a medio día ya que se habían ido caminando y era una distancia algo larga, al llegar Mezalin se adelantó un poco para poder buscar al supuesto muchacho mientras que Sarah empezó a recorrer el sitio, ya habían muchas personas ahí y en ocasiones era difícil caminar.

Mientras tanto su mente empezaba a divagar pero aquellos pensamientos eran tristes ya que recordaba a alguien muy especial para ella, así caminando dejó de tomar atención al camino y fue que sintió que había chocado con ella un niño, después de ayudarle a levantarse y cuando se acercaron aquellos hombres cuestionándole, Sarah concluyó que protegían al pequeño, pero antes de que la dama pudiera decir algo, aquel niño se adelantó y hablo con ellos.

Sarah estaba algo sorprendida de lo que había escuchado, y al sentir la mano del niño apretando un poco era la muestra de que no era ninguna broma.

-Yo cuidaré de el, no tienen que preocuparse doy mi palabra de que estará bien. – la voz de Sarah era con seguridad y amabilidad al mismo tiempo, aunque en su mente no sabía realmente lo que estaba haciendo, era un problema haber dicho semejante cosa ya que si algo le pasaba al niño ella tendría problemas, pero sentía que tenía que ayudarle ya que no se veía feliz de estar con esos tipos.

Sin siquiera esperar la respuesta de los hombres, Sarah se dirigió hacia el niño - ¿no vamos ya?, esta por empezar la función y tal vez quieras comer algo antes así que hay que darnos prisa... – Se dio la media vuelta con el niño y empezó a caminar, antes de alejarse demasiado volteó un poco y dijo – Al término volveremos a este lugar para que regrese con ustedes... – y apresurando discretamente el paso se alejaron de ahí.

Ya estando en un sitio “seguro” (donde no estuvieran nadie de los acompañantes de aquel pequeño) Sarah agachándose a una altura semejante a la del niño, le cuestionó con amabilidad – No se tus razones para que hicieras lo que hiciste y ni siquiera te conozco, pero fue notorio que no querías estar con esas personas... y como estaré contigo un buen rato creo que será mejor presentarnos... Mi nombre es Sarah... – Le volvió a sonreír como cuando le ayudó a levantarse - ¿Cómo te llamas? ...

por **Yuri Alekséyevich** Mar Ago 26, 2014 2:35 pm

Trató de mantenerse sereno, ocultando su ligero nerviosismo sabía bien que si lo atrapaban en su pequeña mentira lo pagaría encerrado o sin comer, como cuando fallaba en la ejecución de las misiones. Para suerte de Yuri la mujer respondió a tal aseveración poniendo su vida en riesgo hasta cierto punto, no sabía hasta ese entonces la dimensión de la situación. Una ligera mueca en forma de sonrisa se dibujó en sus labios al escucharle hablar. Los huestes se miraron el uno al otro murmurando algo, no estaban del todo convencidos, pero tampoco estarían dispuestos a cuidar de él por más tiempo, uno de ellos de mala gana contestó aprobando el gesto y se retiraron.

El tumulto iba en aumento, se anunciaba la primer llamada para dar inició a la función, caminó de la mano de la joven sin decir palabra alguna, estaba apenado de cierto modo por inmiscuirla en tal situación hasta que ella se detuvo. Aclaró la garganta antes de hablar y agachó la mirada un par de segundos.

-Quiero pedirte una disculpa por mentir de ese modo, no quiero ser un problema.- dijo en voz baja y se acercó para darle un pequeño beso en la mejilla.

Al notar la reacción sonrió ampliamente, al parecer una mentira inocente de vez en cuando no le hacía daño a nadie. Asintió y estiro la mano dando un fuerte apretón.

-Mucho gusto Sarah, me llamo Yuri.-

No habría problema alguno ahora, todo transcurría de manera normal, el pequeño llevó su mano al bolsillo de su camisa y entre sus dedos sintió el frío tacto de un par de francos. Sabía que de algún modo tenía que remunerar su atrevimiento.

-Aguarda aquí un segundo.- dijo y echó a correr entre el gentío, con el dinero adquirió dos manzanas con caramelo y regresó nuevamente a donde la joven le esperaba.

-Esto es para ti.- dijo entregándole aquel obsequio. –Vamos, es hora de entrar.-

Se toparon con la presencia de un extraño en la entrada de la gigantesca carpa, Yuri elevó sus ojos para toparse con la mirada de aquel sujeto corpulento quien de mala gana le afirmó que debía pagar para poder entrar, de otro modo agotaría su paciencia. El niño llevó nuevamente las manos a los bolsillos buscando un par de francos más.

-Tome, ¿esto es suficiente?- inquirió arqueando una ceja. Aquel hombre le observó un tanto asombrado, como era posible que un pequeñajo como él manejara con tanta facilidad el dinero y sin chistar, esa inocencia delataba su posición social, la cual era extrañamente vista en ese tipo de lugares. El desconocido no dejó de mirarle ni un segundo y echó un vistazo a la joven que le acompañaba.

-Ella viene conmigo.- dijo y se ladeo el rostro para dedicarle una sonrisa a su acompañante. El estruendo de una voz grave anunciando la segunda llamada provocó que más personas se congregaran en la fila, tanto esfuerzo hasta ahora invertido ¿Sería posible que no les dejaran entrar?

por **Shlainn Ravencroft** Jue Sep 04, 2014 12:14 am

Aquel niño apenado se había disculpado, en ese instante Sarah sintió ternura hacia el y solo sonrió de nueva cuenta respondiendo.

-No te preocupes y no digas tal cosa, además gracias a eso podemos conocernos...

La chica escuchó como aquel contestaba a su pregunta, aquel nombre le parecía muy dulce y lindo para un niño de la edad de aquel, creía que le quedaba adecuadamente. Minutos después el niño le dijo que esperara, Sarah se levantó y vio como aquel se alejaba un momento para luego traer un rico dulce.

-oh, muchas gracias Yuri – contestó la chica tomando la manzana cubierta de caramelo, hacía tiempo que Sarah no comía algo así, caminaron hacia la entrada de la carpa pero al parecer no les sería fácil el acceso.

El guardia del sitio alegaba el pago de las entradas y Yuri le había dado el dinero fácilmente, mientras que Sarah observaba todo detenidamente, no perdía detalle tanto de su acompañante como del hombre corpulento.

“se queda mirando mucho a Yuri... puede ser peligroso, será mejor no alejarme de él”.

-Disculpe os dejaría pasar o ¿hay algún inconveniente en ello?

Preguntó la dama con determinación, se estaba asombrando de mostrar tal cosa puesto que no era común en ella, pero tenía que hacerlo para poder cuidar por el momento del chico aunque, viendo como manejaba su propio dinero podría verse que era también independiente en otros aspectos, eso le daba algo de calma pero aun así.

Mientras aquel hombre seguía con la actitud de no dejarlos pasar, la muchedumbre se estaba impacientando por ingresar a la carpa ya que estaban escasos minutos para iniciar la función, fue que uno de los encargados del circo, un hombre vestido con una rara gabardina y sombrero que al parecer era el maestro de ceremonias interrumpió y le dijo a aquel.

-No demores a la gente, si ya te pagaron déjalos entrar – esto no lo hacía por cortesía, sino porque los actores se estaban preocupando por la reputación del circo.

No querían dejar una mala apariencia en el lugar, pero aquel hombre los hizo pasar de mala gana sin dejar de observar a Yuri.

Cuando entraron los dos y tomaron un buen asiento, Sarah le dijo a Yuri en voz baja.

-habrá que tener cuidado con ese sujeto, no creo que tenga buenas intenciones..

por **Yuri Alekséyevich** Lun Sep 22, 2014 3:54 pm

A sus espaldas los reclamos del gentío aumentaban considerablemente, exigían su derecho para adentrarse a la función, mientras Yuri escuchaba detenidamente como la joven reafirmaba sus palabras, era un tanto extraño quizás, pero sintió un alivio al encontrarse a su lado aunque pocas veces necesitaba de algún adulto para sentirse seguro. Un hombre de apariencia siniestra y con un genio no mejor que el de aquel encargado se aproximó a ellos para dar la orden de dejarlos pasar, ciertamente ese tipo de lugares nunca eran del todo bien vistos, una queja más y seguramente los echaban de la capital. De mala gana asintió y retiró el cordón para ceder el paso, el pequeño avanzó de la mano de su acompañante notando la mirada incesante del mismo.

Haciendo caso omiso de esto se sentó lado de Sarah y sonrió.

– ¿Así que también lo has notado? En efecto, debemos ser muy cuidadosos – añadió en un secreto.

En cuestión de segundos los murmullos inundaron el interior de la carpa, hombres y mujeres de todas las edades sin importar los estándares, aunque la mayoría de ellos pertenecientes a la clase baja se congregaban a admirar el espectáculo que no tardaría en dar inicio. El pequeño se mostraba entusiasmado, moviendo las piernas sin césar, de atrás hacia adelante, sus orbes azules se concentraron en cada alma ahí reunida. Suspiró ligeramente al identificar a niños de su edad de la mano de sus padres, no era la primera vez que se topaba con este “inconveniente” sin embargo nunca había sido gran problema, pues siempre había mostrado ser un poco más maduro que cualquier otro chico de su edad.

Las luces disminuyeron su brillo paulatinamente hasta crear un aspecto dantesco, ahí sumidos en la oscuridad, una voz grave se hizo escuchar por medio del altavoz.

¡Damas y caballeros! Sean todos bienvenidos al Cirque De Morgue, y que fantástico show les tenemos preparado.

Asombrado, abrió un poco más los ojos y en un ademán pidió a Sarah aproximarse a su altura.

– ¿Estas lista? –

Sin esperar respuesta alguna, un par de luces de colores iluminaron el centro de la tarima, el mismo caballero que ayudó a dejarles pasar previamente se encontraba ahora ataviado de forma un poco más elegante. Al mismo tiempo y de la nada un par de trapecistas descendieron de las alturas logrando que Yuri separara ligeramente los labios fascinado por lo que veía. Payasos multicolores y una caravana de animales desfilaban alrededor de aquel caballero, uno tras otro se fueron presentando, esto apenas estaba iniciando y sin embargo para Yuri habría sido suficiente, esto era algo que no se veía todos los días.

– ¡Fantástico! – susurró sin dejar de admirar la primicia del espectáculo.

por **Shlainn Ravencroft** Sáb Sep 27, 2014 10:46 pm

Sarah estaba un poco sorprendida por la capacidad de observación y la respuesta dada a su cuestionamiento por parte de Yue, pues no era común que un niño contestara de esa manera, solo con eso pude añadido a lo anterior visto que ese niño no era como los demás aunque parecía tener buenos sentimientos y ser travieso como todos los demás.

Mientras tanto se iban llenando los lugares vacíos y al final las luces se concentraron en el maestro de ceremonias quien daba inicio a la función, Sarah miró un poco al chico quien le había hablado.

-Por supuesto – contestó ella a la pequeña pregunta con una sonrisa en su rostro.
Durante unos minutos la gitana se sentía algo incómoda ya que no estaba acostumbrada a frecuentar funciones de circo pero, quedó un poco contagiada por el entusiasmo de Yuri y eso hizo que disfrutara del espectáculo, más eso no impedía que discretamente vigilara hacia todos lados por causa del cuidador de la entrada de la carpa.

Conforme transcurría la función y cambiaban los espectáculos al momento en que llegaron los malabaristas, Sarah se quedó un poco curiosa mirando a aquellos hombres y mujeres actuando mientras se preguntaba ¿Cuál de todos ellos era el enamorado de su amiga Mesalina? Y ¿Se había podido dar su reencuentro?.

Aunque esos pensamientos le causaban ternura por ciertos instantes le parecían tristes al recordar el primer encuentro con aquella persona de quien se enamoró y de no poder saber sobre él, pero no quería que Yuri se diera cuenta de su cambio de humor, así que moviendo ligeramente la cabeza sonrió como si nada hubiera pasado.

por **Yuri Alekséyevich** Dom Sep 28, 2014 3:19 pm

Sobre las tarimas decoradas les miró posarse, veía como arrojaban los objetos al aire y la gracia con que estos caían y volvían a girar en el círculo que era producido por el movimiento diestro de sus manos. Yuri al igual que los otros pequeños que se encontraban ahí eran los más admirados de presenciar ese tipo de actos. No perdió ni un segundo de vista aquellos movimientos, mantuvo ambas manos apretadas como señal de su ligero nerviosismo ¿Qué pasaría si fallaban?

En la mente del pequeño el mundo era concebido por la forma en que él había sido tratado, así que erróneamente suponía que si los malabaristas erraban serían castigados como a él en un par de ocasiones. Y al unísono todos los espectadores soltaron una ligera exclamación. El malabarista principal, un hombre bastante apuesto y con vestimenta llamativa realizó el último lanzamiento manteniendo a todos en expectativa. Un grito colectivo se hizo escuchar pensando que algo saldría mal. Silencio. El eco de los aplausos inundó el interior de la carpa, el acto de apertura estaba terminando con éxito y Yuri se unió a esta celebración.

Metió las manos a los bolsillos nuevamente y sonrió al notar que aún contaba con algo de dinero. Sus ojos cristalinos se posaron en la mirada de la chica.

-¿Todo en orden Sarah? Me preguntaba si te gustaría comer conmigo algunos caramelos cuando termines tu manzana ¿O no te ha gustado? veo que aún no la terminas-

Espero sigiloso su respuesta arqueando una ceja, quizás no estaba del todo cómoda cuidando de él, después de todo la inocencia del pequeño le había “obligado” a quedarse a su lado por el resto de la tarde. El maestro de ceremonias anunciaba la participación de los elefantes amaestrados y las luces se centraron nuevamente en aquel sujeto.Un murmullo suave por parte del gentío se hizo escuchar, todos estaban a la espera del siguiente acto.

por **Shlainn Ravencroft** Sáb Oct 04, 2014 11:05 pm

Sarah estaba concentrada en sus pensamientos pero eso no le impedía estar al pendiente de Yuri ya que era su responsabilidad, vio como aquel apretaba sus puños al tiempo que los malabaristas hacían su acto, ¿acaso el sentía miedo por ellos?, no se sabía pero le causaba ternura el pensar eso, estaba concentrada hasta que Yuri la sacó de ese lapsus al hablarle, aquella contestó sonriendo con amabilidad.

-Todo esta en orden. – Luego hizo una pausa y le platicó – te confesaré algo, vez todos esos malabaristas, pues bien uno de ellos es el prometido de una amiga mía, no se quien sea, las dos vinimos aquí para que ella pudiese encontrarse con esa persona, pero tengo curiosidad ... por eso he estado algo distraída.-siempre de manera amable y alegre.

Continuaban los espectáculos ahora los elefantes hacían su entrada, a la joven le parecía interesante como era que manejaban aquellos animales pero por otro lado le preocupaban si es que le trataban bien o mal, esperaba que no fuesen tratados de mala gana.

Terminando el espectáculo con los elefantes anunciaron el de las fieras, Sarah extrañamente se emocionó un poco, si algo le encantaban eran los felinos aunque fuesen unas fieras. Mientras se terminaba su manzana de caramelo.

por **Yuri Alekséyevich** Lun Oct 20, 2014 6:04 pm

El pequeño vio la comisura que se delineaba en las facciones de Sarah, esta mueca agradable le regresó en cierto modo la paz a Yuri, extrañamente pensaba que si todos mostraban una sonrisa en el rostro era porque las cosas marchaban a la perfección, suspiro apenas y confiando en el semblante de su compañera decidió disfrutar del espectáculo. Aquellas enormes bestias con grandes orejas desaparecieron por completo del escenario, un par de minutos en pausa bastaron para mirar a la chica nuevamente.

– ¿De verdad? – Sonrió –Debe ser muy difícil mantener el equilibrio con aquellos objetos, girando en el aire y sabiendo que muchas personas te observan, yo no podría lograrlo– Río ampliamente.

Una atmosfera mortecina apenas centelleaba por los colores de los reflectores, el murmullo de las personas era un cantico sórdido a los oídos del niño y la mujer. De repente todo cayó. Un par de tigres blancos con pequeñas capas carmesí y bordes dorados sobre sus lomos caminaban hacia el centro del lugar, aparentemente en calma se mantuvieron erguidos en su cuatro patas, Yuri se impresionó al verles tan cerca.

– ¡Wow! ¿Ya viste eso Sarah? ¿No son increíbles? – dijo mientras giraba el rostro, en un intento por conseguir que sus miradas se cruzaran.

Para hacerles compañía a aquellos felinos, un hombre joven de cabello rubio se presentó como el domador, sujeto a su pantalón portaba un látigo, acomodó tres pequeñas tarimas formando un semicírculo alrededor de las bestias, el público se mantuvo callado y el suspenso por saber que pasaría después pesaba en el ambiente. El chiquillo no perdía detalle alguno, sus pequeñas manos apretaron ligeramente los bordes de sus rodillas demostrando un ligero nerviosismo ¿Qué sentiría aquel hombre al tenerles tan cerca? Dentro de esta escena la vida de Yuri no estaba muy lejos de asimilarse a lo que observaba, aquellos vampiros y licántropos eran aún peores que este par de tigres y sin embargo por su mente la palabra temor nunca había aparecido.

El domador tomó el látigo en su diestra y con un movimiento ágil lo sacudió sin alcanzar a tocar al animal, el sonido que esto provocó fue estruendoso e indujo a que el niño se sobresaltara. No pudo evitar sonreí apenado por el pequeño susto y un aplauso se hizo escuchar, pues con esta acción el domador había logrado que el felino se montara sobre una de las tarimas.

por Contenido patrocinado

Welcome To The Show ~ [Privado]

Welcome To The Show ~ [Privado]

Re: Welcome To The Show ~ [Privado]

Re: Welcome To The Show ~ [Privado]

Re: Welcome To The Show ~ [Privado]

Re: Welcome To The Show ~ [Privado]

Re: Welcome To The Show ~ [Privado]

Re: Welcome To The Show ~ [Privado]

Re: Welcome To The Show ~ [Privado]

Re: Welcome To The Show ~ [Privado]

Re: Welcome To The Show ~ [Privado]