Show me what you do better.

por **Leonor Daxmins** Sáb Feb 15, 2014 10:00 am

Mientras la joven aguardaba sentada sobre la húmeda arena de la playa, teniendo de compañia al astro nocturno, en su forma mas brillante aunque no completa, por sobre su cabeza, siendo esta misma la única fuente de iluminación, regalándole aquel resplandor contra su nívea piel muerta.

Todo era obscuridad, todo era tranquilidad, al menos por el momento. Había sido ella misma quien había escogido ese lugar, para nada mas ni nada menos que un planeado enfrentamiento. ¿Por que? Por los simples deseos de aprender a defenderse, y no convertirse en una presa fácil para nadie. He ahí el motivo de su espera.

Los brazos de Leonor se estiraron hacía arriba, mostrando un leve aburrimiento, era bastante impaciente, y el esperar la ponía irremediablemente ansiosa, que casi no fue consiente cuando comenzó a mover sus dedos, enroscando pequeños mechones de su cabello en ellos, o cuando sus pies comenzaban a moverse hacia los costados, una y otra vez.

Finalmente dejó caer su cuerpo de espalda, recostándose con sus manos a los costados, observando el cielo en toda su magnificencia. A pesar de los nubarrones que se deslizaban, atrapando parte del manto estrellado, la mirada de la joven se hallaba perdida, intentando recordar su antiguo hogar, y cuando tiempo llevaba compartiendo la casa a la que había sido invitada por su protectora. ¿Unos días... un semana... un mes? La verdad ya ni siquiera ella lo recordaba, solo que no deseaba volver al bosque aún, se encontraba a gusto ahí, y sabía que podía servir de ayuda cuando no se encontrara trabajando de noche, por lo que todo cuadraba perfectamente para ella. Mantenerse ocupada, era lo que mas necesitaba en esos momentos.

Escuchaba pasos a lo lejos, pero no se sobresaltó, sabía perfectamente quien era, y solo aguardaría que se encontrara a una corta distancia para "recibirle" de mejor manera.
La noche serviría para camuflar todas las acciones que pudieran realizar, o todos los destrozos que sin duda causarían, y aún mas si se hubieran ido a un sitio mas privado de espacio. Ahí en la playa, estaba todo a su disposición para los ejercicios y también para correr a sus anchas; independiente de la situación, aquella noche estaba definitivamente, de su lado.

por **Gianella Massone** Mar Feb 18, 2014 10:16 pm

La paz comienza con una sonrisa.
Madre Teresa De Calcuta

Cuando las cosas van bien, se nota en el ambiente y en las personas que son parte de él. Hay un “algo” que en ocasiones no se puede explicar, pero que es visible para los demás y permite que los días más difíciles o ajetreados se vuelvan totalmente llevaderos gracias al cambio de mentalidad que implica no sentirse agobiado por los problemas. Se acrecienta la fortaleza y la voluntad de realizar actividades, animados por la paz interna que brota desde todo el cuerpo y se transmite a todo lo que interactúa con éste.

Después de tantas crisis, Gianella por fin había conseguido la estabilidad que hacía tiempo buscaba, y la había encontrado precisamente dejando de buscarla, como siempre pasa en la vida. Se sentía en paz consigo misma y con el resto aunque no dejaba de realizar lo que más le gustaba: acabar con malhechores tanto callejeros como de sombrero de copa. No sabía si llamarlo una pasión, pero el llegar a la Casa de la Esperanza y ver a los niños entusiasmados con sus historias y sus consejos le gratificaba en demasía. Se sentía en una armonía que no sabía a qué atribuir, pero que agradecía. Ella y todos los que convivían con ella lo agradecían.

Mientras descansaba en su habitación hace un par de días, recibió una visita que a esas alturas ya era ilustre: Leonor, su protegida favorita que llevaba poco más de un mes como inquilina le pidió un favor que le sorprendió pero que no tardó en aceptar. Bastó que se pusieran de acuerdo en el día y el lugar para luego continuar con una agradable conversación nocturna que acabó cuando la vampiresa tuvo que ir a protegerse de las luces del amanecer para estar preparada para la noche siguiente. La Loba tenía la aparente ventaja.

Intercaló sus labores habituales con recordatorios de Fei y un regalo de Léa, asegurándose de que Leonor se fuera primero al lugar acordado para poder planificar la “clase” sin que pudiera espiarle aunque sabía que no lo iba a hacer, ya que su petición era lo suficientemente seria como para no caer en esos juegos de niños. Se preparó a conciencia y llegó a la playa un par de horas después para poner a prueba la paciencia de su protegida. No tardó en identificarla a lo lejos desde una posición en que ésta no pudiera verla, y tampoco tardó en poner en práctica su plan: la confundió fingiendo unos pasos con sus zapatos para luego quitárselos y quedar en sigilo absoluto de movimiento, mas no de aroma; y solucionó aquello precisamente con el regalo de su compañera de armas en la Hermandad, una bomba de humo que deslizándose por la arena explotó nublando la vista y el olfato de la vampiresa de cabello rubio. Sabiendo que por la sorpresa se levantaría acudió aprovechando el alboroto, saltando hacia ella para atraparla, pero su objetivo se había movido justo a un costado. Con una sonrisa en el rostro se estabilizó en una pirueta y tomó distancia, sintiendo cómo el viento nocturno movía sus cabellos.- ¿Qué te pareció mi sorpresa, Leonor? – Amplió la mueca, enseñando sus colmillos como una niña lista para jugar, pero preparada como un soldado que va a la guerra.

Show me what you do better.

Show me what you do better.

Re: Show me what you do better.