I will protect you [Privado]

por **Zasha Kozlov** Miér Ago 27, 2014 9:49 pm

Todo había terminado de la manera más abrupta posible y en poco tiempo. Cuando se encontró nuevamente con Dania creyó que el amor de tanto tiempo volvería a renacer entre ellos, pero estaba equivocado. Zasha había perseguido como a un ciego un simple recuerdo, su esposa, si es que aún podían considerarse de esa manera, era aun la mujer que recordaba pero las cosas que pensó sentir igual que antaño habían cambiado hasta hacerle ver que nada de eso era real. Se aferro a un sueño, a la ilusión de algo que no había sido y que podría ser nuevamente pero en que la realidad no era para nada de esa manera así que de manera muy sabía, habían separado sus caminos nuevamente. Existía la posibilidad de que algún día se reencontraran y volviera a tratarlo pero en el presente que vivían, era imposible.

Ambos habían desarrollado sus vidas de maneras muy diferentes, no se detuvieron para nada al estar separados así que simplemente deberían seguir como si nada; sabiendo la existencia del otro pero no insistiendo en encontrarse. El inmortal aceptaba ahora lo que antes le costaba tanto trabajo y eso aliviaba las cargas de su alma.

El movimiento brusco del carruaje en el que viajaba le hizo maldecir por lo bajo. Esa noche iba a ver a alguien muy especial en su vida; una humana que era su protegida y a quien llevaría a un baile en el Palacio Royal al cual irían como acompañantes. La vida de aquella humana era bastante peculiar pues en realidad Zasha se había convertido en su protector debido a que se volvió amigo de la madre de ella quien le comento que en su familia se acostumbrara llegar a cierta edad y ser convertidos en vampiros, lo cual esperaba sucediera pronto con su hija y entre una cosa y otra, el vampiro termino como protector de la joven humana a quien visitaba frecuentemente, además de pasar largas horas en compañía de ella ya fuera para hablar o para asistir a reuniones como a la que ahora irían.

Un buen rato paso antes de que el carruaje se detuviera frente a una elegante mansión y Zasha descendió de ella con velocidad. Estaba por tocar cuando la puerta se abrió y el mayordomo apareció frente a él recibiéndole amablemente como siempre solía hacerlo.
– Buenas noches, he venido por Patricia – y dicho eso el hombre entro en la casa, para ir a dar seguramente el aviso a la joven dama. Apenas habían pasado unos momentos cuando las pisadas veloces de quien reconocía como su protegida se escucharon y Zasha termino por sonreír, aguardando que apareciera con la sonrisa en el rostro tal y como siempre le recibía.

por **Patricia Montalvo** Jue Ago 28, 2014 9:16 pm

I WILL PROTECT YOU [PRIVADO]

♥

Vestido:

Echaba de menos cuando madre aun parecía tener afecto hacia mi persona. Hacía mucho tiempo que no se acercaba a mí sin que fuera por interés aparte de que solo pretendía cuidar de mi belleza exterior y no de lo que pudiera sentir por dentro. De todas maneras, sentía que no estaba sola en el mundo. Tenía a mi prometido, Mariano quien era muy reservado para sí mismo, tenía que sacarle las cosas. Luego estaba Walter, un afable artista que conocí en el Norte de Paris cuando estaba cansada de andar y a lo lejos, la Notre Dame se mostraba majestuosa. La cama bajo mi cuerpo botaba levemente conforme rodaba metida en mis pensamientos de las muchas personas que recién he conocido y que he podido mantener una conversación no tan lasciva como con otros caballeros de las muchas fiestas a las que hemos ido.

Precisamente, hoy, un miembro de la familia, cumplía sus 25 años y observaríamos como sería el proceso de selección. No es que aun sintiera extrañeza por los métodos de supervivencia de mi familia, es solo que ¿Por qué no crear por afecto? ¿Tanto importaba la pureza en los Montalvo? Por ejemplo, en mi caso, tengo que realizar una boda que no será oficial, tan solo para los ojos curiosos de Paris que nos verían de blanco y en cuanto a quedarme en cinta, dudo que Mariano ceda a esa petición, sino me veré obligada a ser desterrada, no podré estar más con mi…Bueno, con él. El Avalon pasaría por mi cara deformándola y en mi espalda escribirían algún apelativo ofensivo, después me echarían a la calle tan solo con lo que llevo puesto….pero seguiría siendo humana al fin y al cabo. Debo admitir que mi familia era un poco sádica con respecto a las medidas de procreación.

Veía a través de los ventanales el sol caer.

De un cielo azul sin apenas ni una nube, pasó a convertirse en un paisaje escarlata en el que el atardecer era el comienzo de la noche, de la oscuridad y en el momento que toda mi familia ardería en deseos de comenzar a hablar, arreglarse y divertirse en sus infinitas fiestas en busca de presas para comer. Me removí en mi misma al pensar que yo tendría que hacer eso algún día. Esta noche, mi primo había tenido suerte y cumplía sus veinticinco años, había tenido una hermosa niña a la que llamaron Catalina, pero la mujer que la llevo 9 meses dentro del vientre no podrá ver más a la recién nacida, mi primo se casará con alguien a quien no ama y por quien será transformado en lo que decida la matriarca. Podría llegar a ser un nuevo vampiro en la familia, pero si la matriarca decidía el otro camino, él bien podría seguir con su amor mortal, pero otra familia le substraería de su heredera. Era un poco injusto que un trato así sea diferente a como lo tiene que pasar una mujer Montalvo.

Mi madre, al ser una persona libidos y sensual, encandilaba a los hombres con su mirada y su talento, pero jamás les dejaba que llegaran a mas, pues ella encontraba fascinante la idea de ser un inmortal. En eso me reincorpore en mi cama, sentándome aun sobre el colchón y todo mi cabello desordenado. Después recordé que mi madre se enamoró de un hombre que la había hecho cambiar de opinión sobre lo que pensaba. Un inquisidor el cual la dejó sola sin un franco con el que poder intercambiar por un trozo de pan. Mi familia la expulso por ser tan efusiva con los juegos que tenía el amor, pero ellos, al saber que estaba embarazada de aquel inquisidor de importante apellido, le devolvieron su apellido, su familia volvió a hablarla como si no hubiera habido expulsión, entonces vi un rayo de esperanza al pensar en Walter. Tenía que admitirlo, era bien atractivo y no negaré que su apariencia tosca tenía cierto respeto.

Río. Río de saber que Walter tiene atractivo, pero no el porte y la elegancia que tiene aquel por quien suspiro cuando me encuentro más melancólica. Oh, sí, él además tiene talento para el piano, sus palabras son miel para mis oídos y deseaba estar con él. ¡Que gozo sería ser madre de sus hijos! Pero yo no tendré ese don si me convierto como él, entonces ya me dará igual, excepto que una vida sin él, es como vivir ya sin dinero y desterrada por las calles de París. Una vida con él, sería estar en el paraíso ya que todos saldremos ganando y yo más que nadie.

-¡Patricia! ¡¿Aun estas en ropas de cama?! –Mi madre alarmada me saco de mis pensamientos haciendo que sobresaltara y cayera por el lado de la cama - ¡Vístete! El Sr Kozlov vendrá enseguida para llevarte con él ya que en el carruaje conmigo no cabemos, hija –Conforme la escuchaba, vi que se había calmado un poco. Mi madre suspiró, vi que se relajó y salía con su despampanante apariencia de mi habitación. Maldije porque ya fuera la hora de tener que ir a cierto evento. No me desagradaba la idea de que Zasha fuera a recogerme como si fuera mi niñera particular –Jajaja…-Me reí ante esa idea. Se lo diré en cuanto le vea y nos echaremos unas risas consiguiendo que el trayecto fuera un poco más llevadero. ¿Qué vestido me pondría? – Mmm…-Levante del suelo para entregar mi camisón a Rosa María, me fui a darme un baño con sales de lavanda y me quede nuevamente pensativa, volviendo a ser sacada de mis pensamientos porque la hora apremiaba.

La verdad Rosa María tenía buen gusto con la moda. Sacó un hermoso vestido dorado con joyería a juego, pero el recogido fue un tanto sencillo. Un moño a media altura con adornos florales al comienzo de la nuca. Parecía uno de esos floreros que había plantado en mi lugar secreto, aquel que aun guardo en secreto –¡Patricia! ¡No te escabullas o te perseguiré hasta el fin del mundo! –Y si, aquella verdulera era mi madre que al parecer ya salía de la mansión para coger el carruaje junto con mis tíos y mi prima que había venido solo para fastidiar al destino horroroso que acechaba a mi primo. En fin.

-Señorita Montalvo…-Escuche como una de las doncellas abría la puerta- Ya está aquí…
-¿El Sr Kozlov? –Interrumpí al verme apremiada por la ilusión que tenía por verle, pero pensé otra cosa al ver asentir a la doncella – Dígale que espere…Aún no estoy lista…-Sonreí con ternura a la doncella.
-Bien, iré a decírselo a Emilio para que se lo diga al Sr Kozlov.
-Muy bien… -Termine de acicalarme y fui al joyero para poder coger el anillo con el emblema Montalvo – Así…-Me dije cuando vi la esencia de mi familia en una sola joya. Una joya que había pasado de generación en generación desde que la gente había descubierto la plata.

Tenía que aguantarme, mostrarme que podía con la ilusión –Compórtate Patricia…-me dije a mi misma, aguantando, pero ya vi que era imposible y lo que hice por fin en mucho tiempo fue correr escaleras abajo con el vestido recogido para poder observar lo elegante que se había puesto Zasha Kozlov. Lo que yo dije.

Nadie es tan elegante como él y tan…atractivo.

-Buenas noches Zasha…-Dije a la vez que hacia una reverencia al pie de la escalera. Sonriente y severa si me comparaba minutos atrás.

Noche – Palacio Royal – Patricia Montalvo / Zasha Kozlov

Lumsx

por **Zasha Kozlov** Dom Sep 28, 2014 3:20 am

Ciertamente la espera en la vida inmortal es mucho más corta que la espera de los humanos, por eso le había parecido tan corto el tiempo que pasara desde su llegada a la mansión; desde que diera anuncio a que estaba ahí por Patricia, su mente había viajado a los recientes acontecimientos que habían cambiado su percepción de todo. Durante tantos años en búsqueda de Dania se olvido de gustos más simples, del disfrute de asistir a bailes, observar alguna obra en el famoso teatro para vampiros y muchas más cosas que, ahora, tenía la oportunidad de disfrutar cual inmortal que ahora era libre. No se sentía del todo contento por haber descubierto que el amor que creyó sentir por Dania era únicamente una parte que se alimentaba por la obsesión que sentía para con ella. Su espíritu había descansado en cuanto decidieron cada uno ir por su lado, un enorme peso cayo de sus hombros y ahora se quedaba libre para “vivir” de la mejor manera, consciente de la existencia de Dania, pero sabiendo que separados ambos serían más felices.

Cuando los pasos de la mortal llegaron hasta sus oídos sonrió. Esa era una de las cosas que disfrutaba enormemente, la compañía de quien era su protegida. Si bien la existencia humana de Patricia tenía un punto de extinción, aún esperaba que fuera feliz con el hombre que le asignaran como esposo y que después de ser convertida, precisamente por él, continuara mostrando esa vitalidad que al inmortal hacía que le agradara su existencia efímera.

Dirigió la mirada a las escaleras que llevaban al punto donde él permanecía sentado y su protegida apareció a toda velocidad. Usaba un vestido dorado que iba muy acorde con ella, le hacía relucir de la manera en que Zasha siempre creía que lo hacía. Al ruso le divertía notar como cuando paseaban, mientras ella se quedaba en sus ensoñaciones, todos los hombres que pasaban a su lado se perdían en la belleza de su acompañante. La madre de Patricia, aquella mujer que le convenció en un inicio de cuidar de su hija era sin duda alguna la causante de que la Montalvo siempre fuera tan pulcra y hermosa. En más de una ocasión hablaron respecto a eso y ella hacía énfasis en que una Montalvo debía de lucir de esa manera si es que deseaba atrapar a un marido correcto y convertirse en lo que esperaba toda la familia. El ruso no podía culparla, conocía parte de su historia y ciertamente era que los Montalvo, tenían ideas muy particulares; aquella inmortal, amaba a su hija y esperaba que no pasara por las crueldades que ella debió afrontar, he ahí el porque de sus enormes esfuerzos.

– Buenas noches Patricia, luces preciosa en ese vestido – con lentitud se acerco hasta ella y tomando su mano deposito un beso en el dorso; todo antes de dedicarle una enorme sonrisa – ¿Estas lista para la fiesta? No sé si tu madre te lo habrá dicho, pero seré tu acompañante esta noche – rió – ya sabes como es ella, suele olvidar los detalles importantes – dicho eso ofreció su brazo a la mortal para que ambos salieran de aquella mansión y se dirigieran al carruaje que les llevaría a su destino final. Para Zasha era demasiado sencillo actuar natural, nunca había hecho otra cosa frente a esa mujer – y dime ¿Cómo has estado? ya que tenía algo de tiempo sin visitarte – después de la separación definitiva con Dania se había tomado un tiempo de todo, pero ahora estaba preparado para seguir adelante.

por **Patricia Montalvo** Lun Oct 20, 2014 8:30 pm

I WILL PROTECT YOU [PRIVADO]

♥

¿Por cuánto tiempo había soñado esta oportunidad de estar a solas con él? Demasiadas veces en realidad. No había soportado jamás la idea de irme con otro hombre que no fuera mi estimado Zasha – Bueno…- ¿Por dónde empezaba? Había subido con él al carruaje donde la fiesta daría comienzo, si, una fiesta que sería en honor del vigesimoquinto cumpleaños y de la elección de un familiar – Mi madre…oh si…se cómo es ella –Hable con desdén sobre ella, pero me di cuenta de lo mal que hice, me tape la boca con la mano como si quisiera arrepentirme de ello, pero en el fondo, poco me importaba – Ah Bueno…por dónde empezar –Reí nerviosa pues no sabía por dónde coger los cuernos al toro – Supuestamente me comprometieron con un Conde…-Aquello no salió demasiado vivaz al parecer estaba como encerrada en una prisión – En realidad…me siento como en una prisión que no me deja conocer el mundo exterior…-mire a Zasha empezando el camino en el carruaje.

– Y no parece estallar de ilusión por comprometerse conmigo pero…-encogí los hombros desanimada – Desconocía de los planes de madre y ahora se echa atrás….-miro a Zasha bastante preocupada- Zasha, lo lamento…es…estoy tan nerviosa que mi mente baila de todas las cosas que quiero contarte y no sé por dónde empezar…-Mis gestos manuales habían sido nulos hasta que finalmente intente darme aire con la mano, los nervios parecían ahogarme, me separe un poco el escote del vestido de mis senos para permitir el aire, estaba mejor, volví a mi posición de antes y no pude evitar acurrucarme temerosa en el hombro de Zasha, buscando la protección y calma que siempre me daba – Zasha….-me aferre con cuidado a su brazo, intentando no agobiarle demasiado por mi inseguridad – Zasha ¿Tu nunca me dejarías de lado o me dejarías que mi familia me desheredara, verdad? –Pregunte mirándole con cierta inseguridad en mis ojos. Tenía en cuenta que Zasha, había pasado por mucho y no sabía si aún estaba con ella, pero es que ahora era una oportunidad. La mayoría de las veces éramos tres, mi madre, él y yo. No podíamos estar a solas…nunca.

-La última vez que te vi fue cuando apenas cumplía los 23 años en aquella mansión que parecía una selva ¿te acuerdas? Todo tapizado con un extraño color lima que parecía que nos íbamos a contagiar de aquel color…-Termine riendo por recordar la última vez que celebre mi cumpleaños en casa de mi tía Teodora. Simplemente no había encontrado nunca una razón por la que seguir cumpliendo años si eran cerca de él, cerca de Zasha, cerca de mi alocada y atolondrada madre a la que, por poco que quisiera admitirlo, la amaba con el sentimiento más puro y profundo de mi corazón.

Noche – Palacio Royal – Patricia Montalvo / Zasha Kozlov

Lumsx

por **Zasha Kozlov** Miér Oct 22, 2014 9:21 pm

Le encantaba la compañía mortal de Patricia, era tan natural estar cerca de ella que algunas veces sentía que olvidaba incluso que cuando llegara el momento sería él quien terminara por llevarla a su mundo, un lugar donde ella nunca volvería a emanar esa calidez que sentía cuando se aferraba al brazo masculino. Era una pena que una vida como la de ella debiera llegar al final por su propia mano, pero siempre se decía, aquello no era un final sino el inicio de todo. No era como si fuera a dejar de ver a Patricia, de hecho, la vería más constantemente una vez que ella formara parte de su mundo.

Zasha no evito reír al hablar de la madre de la mortal. Ella era un inmortal bastante peculiar que se había ganado el afecto de Zasha de manera pronta y siempre había mostrado un gran amor por su hija, aunque actualmente parecía demasiado preocupada por sus propios asuntos.
– Tomare eso como que no ha informado nada de mi presencia esta noche, pero creo que es mejor, así espero haberte dado una agradable sorpresa – miro en dirección a Patricia, esperando porque respondiera sus preguntas sobre lo que había pasado con ella durante su ausencia. No pudo evitar molestarse de saber que el compromiso de la mortal ya se había llevado a cabo. Sabía que eso era algo que sucedería cuando llegara el momento y sin embargo, le parecía que todo se daba demasiado pronto para su gusto, como si de alguna forma hubiera podido mantenerla para él aunque eso era sin duda imposible – Así que ya paso y… ¿Cómo se llama tu prometido? – esa palabra le dejo un desagradable sabor en la boca, peor a beber sangre de alguien por mera necesidad sin realmente desear hacerlo – Ya estoy aquí Patricia, así que ahora podrás conocer tanto como quieras, sabes bien que tu madre no dirá nada si sales conmigo – le guiño el ojo de manera cómplice. Con ella siempre era un débil que aceptaba cumplirle los caprichos sin importar cuales fueran. Sonrió para tratar de mantenerla calma, no deseaba que se alterara por cosas sin sentido cuando el plan era que la pasaran bien después de tanto tiempo sin verse.

Una vez que estaban en el carruaje, no impidió que ella se tomara la libertad de ponerse cómoda en su brazo. Era agradable siempre estar cerca de una mujer, más si era Patricia así que cuando le hablo, preguntando sobre si le dejaría no pudo evitar sentirse terriblemente culpable. Le había dejado un tiempo mientras solucionaba lo de Dania y ahora que estaba de regreso, no pensaba dejarla a su suerte.
– Nunca te dejaría, perdona el que me mantuviera ausente pero eso no volverá a pasar te lo aseguro y tampoco dejaría que tu familia te desheredara, de hacerlo sabes que te llevaría conmigo ¿verdad? – Se lo dijo antes y se lo diría cuentas veces ella necesitara, no pensaba dejarla a la deriva por nada del mundo. Tenía un afecto especial por su madre, pero el cariño que sentía por esa humana superaba con creces el que sentía por su progenitora.

Escucho parte de los recuerdos que ella tenía y soltó una carcajada. ¿Cómo olvidar aquello? Los cumpleaños de la familia Montalvo no eran algo que pudiera olvidarse fácilmente y menos si eran los de su querida protegida.
– Por supuesto que lo recuerdo, ese color nunca me gusto y nunca me gustará – con la mano libre le levanto por el mentón y le hizo mirarle – Promete que no usaras ese color en ningún vestido, jamás. Si lo haces tendré que deshacerme de ese vestido de inmediato – soltó el mentón de su protegida, mientras el carruaje seguía andando en dirección a la celebración que se llevaría ese noche mientras que el inmortal esperaba que el camino resultase eterno y pudiera estar simplemente con ella de esa manera – Patricia, sospecho que esta noche no será suficiente para que hablemos tanto como quisiera ¿Mañana por la noche quieres que salgamos a otro sitio? – menciono de una manera que no dejara entrever mucha importancia, pero la verdad es que deseaba verla nuevamente todas las noches hasta que llegara el momento de hacerla parte de los suyos.

por **Patricia Montalvo** Vie Oct 24, 2014 6:40 pm

I WILL PROTECT YOU [PRIVADO]

♥

Que fuera eterno este momento
Que fuera eterno este momento
¡QUE FUERA ETERNO ESTE MOMENTO!

Deseaba y anhelaba que mi deseo se hiciera realidad. Temía por mi más allegado familiar por su destino pero estaba con Zasha. Tenía que preguntárselo – Mmm…-Me mostraba dubitativa, pero ¿Por qué? –Zasha, ¿Puedo preguntar como….? Bueno…quiero decir…-miré a otro lado, quería calmarme. Ya podía notar como mis nervios afloraban y yo, sabiendo que era dócil ante él y que le diría si enseguida, tampoco quería verme una facilona, al igual que el resto de las mujeres Montalvo. Yo era diferente. Tenía mi orgullo y dignidad. Me fui separando de donde estaba acurrucada pero no me distancie de Zasha.

Le miraba intentando buscar en su mirada alguna señal burlesca que me pudiera decir si me estaba mintiendo, aunque, me estaba cegando por la inseguridad y seguramente la ingenuidad aparecería, mostrándome a él dulce y coqueta, encogiendo los hombros tímida y terminando por esconder el rostro sonrojada para decirle que –Si…Claro...que si…-No se lo dije a la cara, pero, no podía, estaba sonrojada completamente - ¿es una cita? –Pregunte, mirándole y girando el cuello demasiado deprisa hasta que me hice daño, dándome un tirón en el cuello – Agh! Ay…ay…-Intente darme un leve masaje pero al parecer lo tenía encogido – Que patética parezco…-Dije para mí misma, sonrojándome aun mas de la torpeza en aquel instante.

– Lamento este momento tan ridículo…Zasha…-Giré mi mirada hacia él como pude, gire mi cuerpo hacia él para comenzar a reírme de mi misma, pero conocía el camino demasiado bien y sabía que había algún que otro bache en el camino, el tirón desapareció y cogí la mano de Zasha temiendo que nos hubieran llevado por otro lado distinto - ¿No has notado ningún bache? Llevamos un rato en el carruaje y se el camino hacia la mansión de mi primo…-torcí el gesto de mi boca, le solté la mano y quise mirar por la ventanilla, pero estaba completamente cerrada - ¿Ventanilla cerrada?-Pregunte poniéndome nerviosa – En el camino hay muuuchos baches…-Me senté al lado de Zasha, suponiendo que me estaba poniendo nerviosa e imaginando cosas que no eran. Tendría que estar nerviosa seguramente por estar con Zasha – A lo mejor ya me volví loca…-resople aburrida por todo, el carruaje seguía andando, Zasha a mi lado y mi cuello ya no parecía molestarme.

-¡Ah! Se me pasaba…-Intente buscar aquella libretita pequeña de hilo que hice manualmente en mis ratos libres, en ella había escrita nombres que formaban parte de mi vida, un boceto de Zasha, pero me concentré solamente en buscar el nombre de aquel que me pregunto antes – Mariano…Mariano de Gaudi…-Le dije finalmente mientras cerraba el cuaderno pero este volvió a caer de mis manos, quedando cerca de los pies de Zasha.

-……-¿Lo cogería? O ¿sería caballeroso y no vería el boceto tan poco digno de que se lo enseñe? Mire el cuaderno, parecía llamarme, diciéndome que me diera prisa antes de que lo cogiera Zasha, pero mi cuerpo parecía rebelarse y quedarse quieto ¡Era frustrante! - …mmm –Estaba pensativa, seguro que ahora el vestido me molestaría, empecé a moverme, moverme hacia el cuadernito pero ¡NO! El vestido se me engancho en el respaldo y cuando me desenganche, el cuadernito no estaba.

¡¿Dónde estaba!? Entonces, caí en la cuenta de quien lo había cogido.

Noche – Palacio Royal – Patricia Montalvo / Zasha Kozlov

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