Heather McDowell ID

Las raíces de Heather provienen de su tierra y desde su primer soplo de vida ha estado intrínsecamente unida al lugar que le vio nacer, siendo un espíritu libre y vivaz, algo que proviene tanto de sus antepasados druidas como de los McDowell, aunque de la mezcla de esas dos sangres surgiera igualmente una joven singular, con múltiples facetas que al unirse conforman a alguien que aún no se ha encontrado del todo así misma.

Por un lado está la joven mujer de clase alta que sabe comportarse de acuerdo a la etiqueta y que inmediatamente tiene a los más solicitados caballeros solteros alrededor de ella solicitándole un baile o intentando capturar su atención. Y es que Heather es difícil de conquistar a pesar de que es sociable y generosa, y de que fácilmente atrae a las personas con su honestidad, belleza e ingenio.

Por el otro está la druidesa y la hechicera, que es como un pájaro que alegremente vuela de rama en rama deleitándose con cada una pero igualmente distrayéndose con cada pequeño detalle de la naturaleza que captura su atención. Sus emociones a veces se salen de control, provocando accidentes desafortunados debido a sus habilidades mágicas aunque igualmente el poder mágico latente en el interior de Heather es extraordinariamente intenso y aún no se ha manifestado en su completo potencial, encontrándose adormecido hasta el momento en el que despierte del todo y sea tan fulgurante y arrasador como lo previeron los antiguos dioses celtas.

La hechicera es una fuerza de la naturaleza, tanto interna como externamente, en su corazón los sentimientos son intensos, aunque proteje el mismo debido a las pérdidas que ha sufrido y el vacío que las mismas han dejado en ella por lo que inconscientemente sabotea la posibilidad de llegar a establecer lazos demasiado profundos con alguien y admitir que ese alguien le importa.

PODERES:

► PODERES INNATOS:

→ Hechicería: Habilidad para hacer que cosas sucedan, ya sean a favor o en contra de alguna persona, por medio de conjuros, hierbas y pociones. Esto incluye altos conocimientos de herbolaria que les permiten hacer también curaciones.

→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder les permite reconocer a licántropos y cambiaformas cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida.

► PODERES A ELEGIR:

→ Creación de Ilusiones: Habilidad que le permite crear ilusiones a su alrededor; imitará texturas, sonidos, olores, etc., desconcertando así a su oponente y brindándole una excelente arma defensiva. El poseedor de este don será capaz de entrar a la mente de su adversario con sus ilusiones.

→ Atmokinesis: Habilidad para controlar ocasional y relativamente el clima y los sucesos meteorológicos (Rayos, tempestades...).

→ Vigoris: Habilidad para insuflar energías a una persona, ya sea que esté moribunda o débil, traspasándole algo de su energía mediante un conjuro. Se requiere contacto físico y este poder no permite revivir a una persona muerta o evitar que muera si esta gravemente herida.


HISTORIA:

Nací en el Condado de Mayo, en Irlanda cerca del castillo de Ashford. Fui hija única pero nunca me sentí mal por ello, al contrario, no hubiera deseado compartir a mis padres con alguien más. Nunca fueron ellos demasiado expresivos en sus afectos pero durante mi niñez no faltaban los obsequios y las comodidades.

Mi padre era más bien tosco la mayor parte del tiempo, excepto en las celebraciones, parecía que el alcohol le volvía un hombre afectuoso, en dichas ocasiones solía decirme que me quería y se empeñaba en abrazarme en frente de quien fuera lo cual para mi resultaba bastante embarazoso ya que sabía que ellos no ignoraban que él estaba alcoholizado y no solo me abrazaba a mi sino a quien fuera que le pasara por delante y luego se ponía a cantar. Irónicamente durante el resto de mi vida ese sería el recuerdo más vívido que tendría cuando recordase a mi padre, inevitablemente escucharía la letra de esa canción.

Siempre aprendí con facilidad, aún desde temprana edad, mis tutores decían que tenía un coeficiente intelectual muy elevado aunque nunca le presté demasiada atención a eso, a mi parecer si resaltaba en lo que hacía era porque me lo proponía. Aunque si he de culpar a alguien de mis deseos de perfección es a mi madre ya que era ella quien me repetía que debía sobresalir en todo.

Quizás en el fondo siempre me esmeré en complacer a mis padres sin estar muy segura de haberlo logrado y sentí que no fue así porque ellos se divorciaron cuando cumplí los trece años. Mamá empacó nuestras cosas y dijo que volveríamos con los abuelos. Hasta el momento yo nunca les había visto e ignoraba todo acerca de ellos por lo que no estaba preparada para lo que encontraría al conocerles.

Durante muchas generaciones la familia de mamá estuvo compuesta por druidas. Mi abuelo era uno de los sumos sacerdotes de la comunidad y tanto él como la abuela fueron quienes me introdujeron en la filosofía druida: vive y deja vivir. Al principio me sentí como un pez fuera del agua pero poco a poco me sentí aceptada por el resto de los druidas y aprendí que amaban y respetaban a la naturaleza, a los niños, a los ancianos, a los artistas, sabían escuchar y celebrar la vida, pero lo que más me gustaba era el papel que tenía la mujer quien podía ser una sacerdotisa, maga, sabia, versada en yerbas y oráculos, y a la vez ser libre para amar y escoger el amante que su corazón desease. Hoy en día aborrezco que se mantenga la creencia de que somos brujas que merecen ser lanzadas en la hoguera.

Al comprender que llevaba en mi sangre la herencia de los druidas me introduje en el mundo de la magia. Descubrí que era capaz de realizar hechizos de todo tipo y que incluso contaba con algunas habilidades de las cuales hasta el momento no tenía idea, poco a poco fui aprendiendo a dominar mis habilidades aunque con algo de torpeza al principio pero animada por mi abuelo quien una vez me dijo que veía en mi el potencial para llegar a ser una gran hechicera. No puedo decir que no me agradase haber descubierto mi herencia, al fin sentía que pertenecía a un lugar.

Un día como cualquier otro me alejé de mi hogar para recoger agua del río sin tener la menor idea de que cuando regresara me encontraría con la escena más cruda que había visto jamás. Los druidas habían sido masacrados en su mayoría y otros capturados. Entre los cadáveres encontré a mi familia, la única razón por la que me encontraba a salvo era porque no había estado con ellos.

La pérdida me dejó en un estado catatónico durante varias semanas, para entonces ya tenía veintiún años y no estaba segura de que haría con mi vida. Regresé con mi padre y viví con él un tiempo pero mi ánimo no mejoraba por lo que le rogué que me permitiera viajar y cambiar de aire. Así fue como me dirigí a Francia, sin revelar mi naturaleza de hechicera a quienes me rodeaban. La Inquisición seguía arrasando con cualquiera que lo fuera y dichas personas eran torturadas todos los días o enviadas a la hoguera.

París es una ciudad singular pero de vez en cuando siento mucha nostalgia por Irlanda y unos deseos muy fuertes de regresar, es entonces cuando sin darme cuenta tarareo la canción de papá y de alguna manera inexplicable esta me brinda un extraño consuelo.

There's a leaf on a tree and it's swaying
And a girl 'neath the tree tears in her eyes.
There's a wolf on the run saying 'Where have ye gone?'
'Oh where have ye gone sweet love of mine.'


OTROS DATOS:

- Tras haber perdido a la mayoría de su familia Heather interrumpió la práctica de la hechicería, es como si hubiera perdido la motivación para hacerlo.

- Es una aficionada de la lectura fantástica y aunque no lo exprese en voz alta ni lo admita cree en la existencia de las hadas, los leprechauns y otras criaturas míticas.

- Adora la música y es una experta violinista.

-En situaciones muy emotivas puede perder brevemente el control de su habilidad de atmokinesis causando accidentes involuntarios.

-Siguiendo la tradición druida Heather no cree en los tabúes y dista mucho de ser costumbrista como la mayoría de las mujeres Europeas. Al contrario, cree en la libertad de las mujeres para amar a quienes escojan y por el tiempo que deseen sin necesidad de que exista un matrimonio de por medio.