Different game from war [Priv]

por **Keith Lanington** Vie Oct 31, 2014 11:21 am

Sinceramente no había noche alguna en la que pudiera conciliar el sueño. Él no sabía demasiado sobre como volver a ponerse en contacto con Alessa para preguntarle si ella había mandado a que lo mataran nuevamente, que perdiera la vida de sus sirvientes Phillipe y Cariele y que ahora mismo él mismo estaba queriendo persuadirla quizás si ella no habría sido, poder coger al culpable de sus pesadillas – Uhm…-Sinceramente creía inapropiado estar en la cama a medio día y sin ganas de hacer mucho que seguir viviendo por el mero hecho de que no hay otra cosa que no podría hacer. Si, parecía que tenía miedo pero no le quedaba otra que seguir tal y como estaba. De sus heridas se curó y pensó ir al mercado o al centro al menos para que pudiera darse cuenta de que nadie estaba solo. Bueno. Eso quiso pensar y seguiría pensándolo….aunque tenía un límite.

Simplemente para cuando ya estaba lejos de la cama y vestido salió por la puerta de su habitación con paso firme y bastón en mano aun por las molestias de la herida que tenía aun de la anterior agresión de un hechizo lanzado del revés. Aprendió la lección y era por eso que pensaba ir a la biblioteca para así poder tener en cuenta que estaba vivo y después leer algo más, informarse para que se usaban sus poderes. Entendió que ya nadie busca cuestiones mágicas a no ser que un mago asesino entonces sí que podría empezar la caza de brujas. Directamente, Keith no sabía por dónde empezar a buscar. Había aprendido lo suficiente como para saber quién está haciendo chantaje a él y a toda la gente a la que él se acerque.

Le resultaba patético el ir de boca en boca sin el poder de defenderse. Tan concentrado en sus palabras estaba que no se dio cuenta de que llego al hostal donde permitió que sus ojos vieran lo deteriorado que estaba. Bueno, no tanto pero simplemente no permitiría meterse ahí si no fuera por una emergencia. Gente de la clase baja y todos buscando alguna habitación donde cobijarse, hasta que vio a lo lejos un rostro femenino del cual pudo reconocer perfectamente, un rostro que había estado buscando.

Alessa Strauss, una mujer de sangre fría que había intentado asesinarlo semanas atrás y que por poco lo consiguió pero él fue el que la sedujo en su cama hasta que fue herido de un ataque descontrolado de muertos vivientes. Qué bueno, ahora se preguntaba el porqué de la visita de Alessa a un antro como en el que estaba ahora mismo, situándose en su punto de mira – De esta no te me escapas…-Dijo entre dientes un Keith que fue decidido a cazar a su blanco, ignorando si ella estuviera en uno de sus retorcidos trabajos de matar a gente. De esta no se escaparía y decidiría acabar con las pesadillas de una vez por todas, pero se escondió detrás de una columna cuando vio aparecer detrás de ella a Ragnar con las gemelas más buscadas por la inquisición.

¿Así que no estaban muertas? Esto entonces se pondría interesante de verdad. Unas hermanas que habían sido dadas por muertas y resulta que estaban vivas dando servicio a otro casi-criminal, aquel que era su amigo ya que hacía tiempo que ambos no se dirigían la palabra desde que metió a Ragnar en el círculo social de Delay.

por **Morgan Strauss** Jue Nov 13, 2014 9:54 pm

Todo estaba tranquilo, más que nunca en mucho tiempo y no es que se debiera a algo especial, sino que simplemente la asesina se estaba tomando algo más de tiempo para otras cosas que no fueran trabajo. Hacía muy poco que encontrar nuevamente a su hermano Ragnar, siempre tan único en su manera de ser que Alessa como era usual, le fastidiaba un poco pero lo protegía aun más. El encuentro con Ragnar había traído cosas buenas, pero sobre todo reflexiones para ella sobre cierto brujo. Keith no ocupaba sus pensamientos de una manera que le hiciera creer estar cayendo por él, pero si hermano le había hecho dudar de eso al decir que estaba completamente diferente; de hecho, si la germana lo pensaba detenidamente, desde que se encontrara con el brujo las cosas se habían tonada diferentes y pese a eso, no aseguraba que fuera por la presencia de ese individuo que solo una vio una vez.

Pensó más de una ocasión visitar nuevamente al brujo, pero se contuvo. No encontraba una necesidad real en de un momento a otro aparecer frente a él ¿Qué se suponía que le diría? ¿Le mataría realmente la segunda vez que se encontraran? ¿Las dudas y sospechas de su hermano se verían apoyadas ahora por ella misma? De alguna manera no pensaba en pasar vergüenza ni arriesgar su propio pellejo tratando de descubrir algo que al final olvidaría. Aferrada a esas creencias era que desterraba los pensamientos acerca de Keith y comenzó entonces a ayudar a Ragnar en sus propios asuntos. La presencia del mayor de los descendientes de los Strauss la calmaba y le llevaba a centrar sus pensamientos en otros puntos, impidiendo de esa manera que se preocupara por Keith.

Esa mañana en particular se levanto muy temprano para alistarse pues era necesaria su presencia en una reunión, muy especial, según palabras de Ragnar. La germana había tomado sus armas, las acomodo dentro de su vestido color azul oscuro y se dirigió entonces al hostal; sitio donde se llevaría a cabo la tan dichosa e importante reunión. Desde el punto de vista de Alessa, el hostal era un buen sitio para llevar a cabo operaciones de lo más bajo que pudiera existir; para ella no era verdaderamente una complicación trabajar en cualquier lugar que se le pidiera, tal y como podía hacer cualquier cosa en nombre de sus clientes.

Una vez que estuvo en el hostal, espero un rato porque apareciera su hermano y cuando finalmente lo hizo, no venía solo.
– Excelente, me haces esperar y no me dices nada de que es lo que venimos a hacer los cuatro aquí – se acerco a Ragnar y a modo de saludo beso rápidamente su mejilla – ¿Qué se supone que necesitas de mi? – no se daba cuenta de que en esos momentos era observada por alguien más, alguien en quien había pensado mucho en los últimos tiempos.

por **Keith Lanington** Vie Nov 14, 2014 5:58 am

Ragnar miraba a su hermana con una ceja levantada a modo de pregunta que prefirió ir a recepción, tomar la llave de la habitación reservada y coger a su hermana de la cintura como si fuera una de sus alocadas mujeres de compañía en las noches breves hasta llevarla a la habitación correspondiente. Entro una de sus doncellas, él arrastrando a Alessa dentro de la habitación y finalmente, Greta iba a entrar pero fue detenida por Keith, callándola la boca para así poder bajar hacia las escaleras de abajo y meterla debajo de las escaleras que llevaban hacia las habitaciones. Keith entonces se lo pensó mejor y saco a Greta, la cual comenzó a querer golpearle pero Keith la paro, le comento que la pagaría bien si hacia lo que él la pedía.

Greta como era tan ingenua e inocente, acepto y entonces Keith saco de su bolsillo un reloj de bolsillo que cuando lo abrió eran dos espejitos juntos, partió el objeto y Greta se quedó con uno de los espejitos, le comento que tenía que ponerlo en un lugar visible para que el pudiera verlo desde el otro espejo. Greta más o menos lo entendió y volvió a la habitación disculpándose por el retraso.

Greta colocó el espejito contra la pared y sobre la superficie de una cómoda donde el ángulo de visión daba a toda la habitación y Ragnar parecía mantener una actitud paciente. Greta se sentó en una silla cerca de su hermana que la miraba sin perder detalle.

-Bien Lessa, lo que te pido es simple…tengo un negocio entre manos demasiado grande y me urge quitarme algunos “baches” de por medio….-cruzo los brazos el hermano mayor de los Strauss mostrándose severo – y como eres una profesional espero que puedas hacer honor a los Strauss…-tosió lo bastante para aclararse la garganta y acercarse a su hermana para abofetearle la mejilla con el dorso de la mano, poniendo las manos sobre sus rodillas como medio de apoyo – pero no sé si últimamente estas bien capacitada como para poder…Tsk…aceptar dicho trabajo…-negó lentamente a modo de decepción, alejándose de Alessa para pasar cerca de Greta, acariciarle los cabellos cobrizos y sentir a esta temblar bajo su toque. Solo sonrió y pudo ver un objeto que antes no estaba en la sala.

Keith vio alejarse de Greta, no se había dado cuenta que el decorado del espejito estaba quebrándose de la fuerza con que lo apretaba, estaba furioso tras haberle visto abofetear a Alessa de esa manera. Entonces cayo en la cuenta de que esos “baches” él pudieran estar relacionado – Delay…-Entonces cayó en la cuenta. No hace poco se vio con Ragnar, contándole o pidiendo al brujo una manera de acceder al círculo de los Delay. Keith al tener confianza con Delay de pequeños, siempre había estado con Desari de pequeños pero Ragnar, había sido el más tímido. Podría entender que le quisiera pero

¿Para qué? Posiblemente ya estaría dentro del círculo social pero ¿Él? ¿Qué pintaba en todo esto? Podría ser que ahora su plan estuviera yendo hacia la primogénita de Delay, utilizándola y así poder vengarse de Delay y ¿Él? Keith ya no tenía tanto contacto con Desari desde que volvió a Rusia a proclamar a su hermana recién encontrada en la corte, ahora lo tenía un poco más con Alessa pero solo hubo una noche, quería que hubiera más.

Las conclusiones estaban semi atadas, todo estaba confuso. Keith fue rápidamente hacia un rincón en el que se ocultó con mantas. Siguió pensando si Desari había dicho algo sobre él. Era imposible. Lo único que no sabía bien si Ragnar estaba en sus cabales. Por lo que siguió viendo a través de espejito, solo pudo enfurecerlo más al ver que Ragnar tenía agarrada a Alessa del cuello de su vestido, intento salir en su búsqueda pero noto la ausencia de las gemelas -¿eh? –entonces cuando una sombra le cubrió la cara ahí las vio. Una Greta asustada por lo que haría y una Clarisse lista para ajustar cuentas – Bonsoir….-Dijo una Clarisse fría antes de noquear a Keith y dejarlo inconsciente.

Las gemelas eran tan listas que hicieron que unos hombres subieran a Keith sin ellas mancharse las manos hasta el interior de la habitación. Pusieron a Keith en la misma cama que estaba Alessa sentada mientras un Ragnar calculador y frio observaba como se iban el par de hombres – Mátale Alessa….-Rio Ragnar – Ya ves cómo te ha seguido tu perrito faldero hasta aquí….-Ragnar rio y Keith estaba inconsciente aun, o eso quería que pensaran.

por **Morgan Strauss** Mar Nov 18, 2014 5:55 pm

Notaba la tensión que parecía estar recorriendo el cuerpo de su hermano, pero no le presto mucha atención a eso porque debía centrarse en descubrir que era lo que necesitaba de ella. Desde que se habían encontrado, Ragnar solo le había llevado problemas, aunque más que problemas eran cosas en las cuales pensar y aunque eso no impedía en su trabajo, si le dejaba algo desconcertada.

Fue guiada por su hermano hasta una habitación, junto a las gemelas. La llamada Greta fue la ultima en entrar en la habitación y apenas estuvieron todos en un lugar determinado, Ragnar comenzó a explicar que era lo que estaban haciendo ahí; más específicamente que estaba haciendo ella ahí. Escucho las primeras palabras con atención pero antes de que su hermano continuara con las indicaciones, el dorso de la mano masculina impacto directamente contra su mejilla. La germana pudo notar el leve sabor a sangre que le quedaba en la boca debido a la fuerza del golpe y la mirada fría de ella fue a posarse sobre su hermano. En otras circunstancias no hubiese dudado ni un segundo en devolverle el favor, aunque fuera su propia familia pero en esos momentos ella era consciente de que las palabras de Ragnar eran verdaderas y se merecía por completo ese golpe.
– Sabes que cumpliré cualquier cosa que me pidas, la familia debe dejar todo de lado para encargarse de los negocios; así que no decidas por tu cuenta si estoy o no capacitada, porque lo estoy y más de lo que podrías estarlo tu – incluso con sus momentos de confundió, ella no era parecida a Ragnar que de alguna manera se había vuelto demasiado blando desde su punto de vista. Prueba de ello es que no era capaz de solucionar sus propios asuntos y tenía que pedirle ayuda a ella – Solo deberías decirme que es lo que quieres y entonces, sabes que será un trabajo hecho.

No podía permitirse mostrar debilidad, debía alejar de sus pensamientos todo aquello que amenazara con hacerle fracasar en sus labores y eso incluía por supuesto al brujo Keith. No presto atención a las gemelas porque ellas no le interesaban en lo más mínimo, todos los sentidos de Alessa estaban únicamente en su hermano, quien reacciono al parecer ante sus palabras y de manera amenazante le tomo del cuello del vestido.
– Vaya, al fin veo una reacción de verdadero hombre en ti. Finalmente estas dejando de actuar como un maldito cobarde y un inútil que no puede lograr por su cuenta sus propios objetivos – dijo con una sonrisa burlona en los labios, sin temor alguno sobre la manera en que fuera a reaccionar Ragnar. Su hermano por el contrario se notaba en calma, con una paz poco usual en él y de hecho termino por arrojar a Alessa a la cama antes de dar paso a las gemelas. En su enfrascamiento, había perdido de vista todo lo demás y no observo cuando las gemelas abandonaron la habitación pero ahora regresaban y no lo hacían solas.

Él cuerpo que cargaban dos corpulentos hombres era solo el de alguien que se había metido donde no debía, pero cuando fue puesto a su lado en la cama, la sangre de Alessa hirvió de ira. La germana desconocía el plan que su hermano tenía y tampoco sabía el por qué de la presencia de Keith en aquel lugar pero las cosas estaban llegando demasiado lejos.
– Ragnar, ¿Qué significa esto? – cuestiono, centrando los ojos en su hermano que dio indicaciones claras y concisas sobre lo que deseaba que hiciera. Alessa sonrió al escuchar lo que le pedía y se levanto con cuidado de la cama donde se encontraba Keith – Deberías dejar al brujo en paz si es que sabes lo que te conviene hermano – sus ojos estaban fijos en Ragnar – No voy a matarlo y si quieres acabar con él deberás hacerlo tu mismo, pero antes, tendrás que pasar sobre mi – la sonrisa se extendió mucho más por sus labios. No era usual que entre la familia se peleara pero tampoco era algo tan extraño. Quizás tampoco fuera lo correcto que ella buscara defender al brujo pero igual, no permitiría que alguien que la confundía tanto terminara muerto tan pronto; aún necesitaba descubrir que era lo que le atraía y confundía tanto de Keith.

por **Keith Lanington** Dom Dic 14, 2014 7:47 pm

La situación en aquella habitación había hecho a Keith un actor coeficiente por lo que estaba pasando. Supuestamente, estaba inconsciente sobre la cama y en la misma habitación donde Alessa parloteaba amenazas contra su hermano mayor. Aquello le dejo sorprendido de que Ragnar fuese de la misma familia que la mujer de la que estaba empezando a importarle. Daba igual, estaba teniendo un poco de tiempo para poder pensar que hacer y poder sacar del embrollo a Alessa y llevarla a un lugar prácticamente seguro. Pero en realidad le estaba costando encajar por donde podría salir sin que ambos estuvieran heridos.

Simplemente no sabía qué hacer. “Venga Keith” seguía pensando y pensando hasta que finalmente se le ocurrió. Se levantó de repente y conjurando unas palabras en lengua muerta, sus ojos se tornaron blanquecinos y fantasmales, mostrándose espectral y se quedó plantado susurrando aun aquellas palabras muertas. De su bolsillo saco un pequeño frasco del cual se rompió haciendo una explosión pequeña, creando confusión y en lo que consiguió reaccionar al olor a azufre, tomo a Alessa de la mano, abrió la puerta y salió con ella de aquella habitación. No se detuvo a pensar que habría pasado con Ragnar o con las gemelas o con cualquier cosa, pero siguió adelante sin mirar atrás.

Cuando estuvieron un poco más libres del humo, al pie de las escaleras dispuestos a bajar las escaleras, Keith escucho a Ragnar desde el fondo del pasillo como daba órdenes a una de sus gemelas para poder seguirlos, Keith no se detuvo – Vamos Alessa! –Grito tirando de ella una y otra vez hasta que salieron de aquel hostal y giraron por detrás yendo a parar a un callejón oscuro y desolado en el que solo se veían los ventanales traseros en donde se veía ropa húmeda colgada de finas cuerdas, suponiendo que fueran tendederos al aire libre – Agh…-Tosió un poco para poder sentirse humano, para sentir que su corazón estaba latiendo a mil por hora y sin darse cuenta, en un charco se vio aun reflejado sus ojos espectrales. Parpadeo y ya tenía de vuelta sus bellos ojos verdes.

Fue incorporándose lentamente, se apoyó contra la pared ladrillada de los edificios y se quedó mirando a Alessa. Parecía que no había sufrido ningún percance en la ida y repentinamente lo hizo. La rodeo con ambos brazos atrayéndola hacia el para poder plantarle un beso lento y duradero que los mantuvieran compartiendo aire poco a poco, demostrando la ansiedad que parecía haber surgido ella en él – Menudo bicho estas hecha….-Tuvo que sonreír sobre los labios ajenos mientras iba separándose lentamente de ella, acariciando su rostro y la miro fijamente – ¿Tu hermano es Ragnar? –Se lamio los labios con lentitud y se separó de ella para que pudiera coger más aire. Al parecer, aquel encantamiento explosivo le quito parte de su energía espiritual – Y otra cosa ¿Por qué me has defendido? O bueno prácticamente a tu modo…-Termino de respirar aceleradamente y la vio tranquilo, respirando el aire que entraba lentamente en sus pulmones.

por **Morgan Strauss** Sáb Dic 20, 2014 10:53 pm

Ragnar la observo con la misma frialdad que ella lo hacía y no le sorprendía para nada. La mejilla de Alessa estaba enrojecida por el golpe recibido antes, pero eso era todo lo que estaba dispuesta a soportar dentro de aquella habitación. Ragnar se metió con alguien que ella no estaba dispuesta a cederle porque de cierta manera el brujo era únicamente suyo y la germana haría lo que quisiera con él. No tenía intención alguna de ceder ante las palabras de su hermano y si es que se atrevía realmente a tratar de dañar al brujo o a ella, se vería en la necesidad de tratar de asesinarlo.

La tensión dentro de aquella habitación iba en aumento lentamente y justo antes de que llegara al limite para que se diera la explosión, la voz del brujo le hizo mirar en dirección a la cama. No entendía que estaba sucediendo, pero los ojos de Keith no lucían de manera normal y las palabras que mencionaba le recordaban a los hechizos que hizo contra ella cuando se encontraron por primera vez. La expectación dentro de la habitación duro apenas unos segundos pues una explosión, un olor desagradable y la confusión, fueron suficientes como para que ella y Keith terminaran fuera de aquel cuarto. La germana era prácticamente arrastrada por aquel hostal en dirección a la salida; Keith no soltaba su mano ni un segundo y ella se aferro a la mano del brujo, confiando en que todo estaría bien y que pronto saldrían de aquel embrollo en el que su mismo hermano la había obligado a meterse.

Antes de que salieran del hostal, la voz de Ragar retumbo por el lugar y cual jovencita que hace algo que no debe, Alessa rió.
– Te sigo brujo así que no te detengas – le aseguro mientras salían del hostal, pues aunque aquel hombre terminara por soltarle la mano, ella igual le seguiría solo para asegurarse de que nada malo le pasara. Ahora que Ragnar había dejado en claro que deseaba al brujo muerto, Alessa se vería en la necesidad de cuidare tanto como le fuera posible.

Se escabulleron entre los callejones, hasta encontrar uno lo suficientemente alejado y solitario como para que Ragnar no fuera a dar con ellos y si es que daba con ellos, no importaba, seguro que entre ambos podían solucionar la situación.
– ¿Te encuentras bien? – pregunto después de tomar aire y tranquilizar un poco su respiración. Le era indispensable saber si es que Keith se encontraba bien después de lo sucedido. Le sonrió cuando los ojos de ambos se encontraron y no se opuso para nada ante el final de la distancia entre ambos y mucho menos ante el beso que le daba aquel hombre. Alessa había tenido sus dudas, se sentía extraña y hasta vulnerable al lado del brujo; todo eso solo podía significar que aquel hombre significaba más para ella que cualquier otro y de cierta manera, eso le gustaba – ¿Bicho? ¿Así es como me dirás ahora? – susurró sobre aquellos labios que se alejaban de los suyos. Entrecerró los ojos ante el tacto de Keith en su rostro, pues había pasado por la zona que Ragnar golpea antes – Tengo una familia extraña y tu al parecer, tienes amigos que tratan de matarte cada vez que te ven; por suerte que he estado ahí, con mi hermano – suspiro por aquella pregunta que le hacía, se separo de él y fue a recargar su espalda contra la pared – No lo sé. Bueno, lo sé pero no estoy del todo segura de si sea una razón lógica o sea únicamente que… – le miro entonces fijamente – Me has embrujado ¿Verdad? – soltó aquellas palabras convencida. No encontraba una explicación más lógica a su interés y preocupación por él que el hecho de que aquel brujo le hubiese lanzado un hechizo que impidiera que pudiera pensar en alguien que no fuera él. Necesitaba escuchar que efectivamente estaba hechizada, porque de no ser así, solo existía otra respuesta y esa no le gustaría para nada a la germana.

por **Keith Lanington** Miér Ene 14, 2015 6:42 pm

Solamente una mirada del brujo hacia la germana le basto como para entender que había perdido la chaveta de repente - ¿Estás loca? ¿Cómo iba a poseerte o a hechizarte? Para eso necesito haberte puesto un objeto mágico y haberte susurrado algunas palabras, pero si quieres que lo haga, cogemos una habitación en un hotel y yo mismamente…-Se acercó repentinamente hacia Alessa para rodearle la cintura y aplacarla contra la pared – te susurro las palabras que desees oír de mis labios….-Susurro lentamente sobre un montón de cabellos oscuros y densos de los que se componía la hermosa cabellera de Alessa. Bien, ahora por el momento, estarían solos, habían despistado a Ragnar o eso era al parecer.

No estaban solos.

Sabia de las gemelas de Ragnar. Sabía de los movimientos bancarios de Ragnar debido a sus contactos en el banco Eliseo. Sabía que había sacado una gran suma de dinero para poder contratar a dos asesinas demasiado bien entrenadas.

Hizo como que agarraba una de las piernas de Alessa, traslado su mano detrás de la nalga izquierda de Alessa para susurrar algo en su oído “Coge la daga” e hizo aparecer por arte de magia un arma con el que ambos poder defenderse, al menos ahora lo estaría Alessa – No mires abajo … -Susurró de nuevo, para comenzar un baile entre ambos labios, ambos besándose pero Keith aprovechaba el acercamiento para proporcionar algo de tiempo, intentando que el animal que los vigilaba detrás de la esquina de donde se escondía se fuera de puro aburrimiento, pero al parecer, el animal no quería irse. Seguía quieto, como el guardián que protege algo sagrado pero esta vez, ellos eran la carne, seguramente tal y como mandó Ragnar. Que volviera con ellos vivos o muertos.

Ragnar. Menudo tipo. Había perdido la cabeza solamente porque había baches en el camino de su venganza. Que poco sabía. Estaba ciego, necesitaba ver que él podría ser de ayuda de cualquier propósito que Ragnar quisiera proponerse. Esta vez, Ragnar quería la venganza, quería venganza, oh si que sabía lo que pasó con aquella mujer que aunque no fuera su verdadera madre biológica, Ragnar la vengaría. Escucho lo de aquella noche, en aquella fiesta lo que paso. Delay. La mató. Cuando él tan solo era un inocente crio que se escondía entre los libros, se deleitaba con la belleza natural de la madre naturaleza y suspiraba los vientos por Desari cuando de hecho, él mismo, Keith no lo hacía. Keith se pavoneaba de lo ingenioso y atractivo que era a los seis años, pero Desari quería que Keith le prestase atención pero Keith no lo hacía. Él era de todas las niñas que había en la fiesta, pero era el mejor amigo que Ragnar pudo haber tenido. Ahora es diferente.

Pero Ragnar, oh pobre amigo. Ragnar se había perdido. Seguramente en algún lado del subconsciente del licano estaba aquel niño asustado queriendo que lo encuentren llorando en una esquina o debajo de una montaña de libros, ahogándose entre tanto conocimiento intelectual como de lucho u otro campo de batalla mental – Vamos bicho, vayamos a otro lugar…un poco más tranquilo y cuéntame…¿Te pidió matarme? ¿Sabes porque?

por **Morgan Strauss** Mar Ene 20, 2015 10:14 pm

Lo que salió de la boca de Keith no era precisamente lo que ella planeaba escuchar.
– Quizás si estoy loca – respondió, hablando mas para si misma que para el brujo con quien huyera y ¡Por Dios! había amenazado a su hermano y no fue solamente una amenaza cualquiera, sino que de verdad deseo rebanarle la garganta para que se desangrara, todo con de mantener a Keith vivo – ¿Seguro que no me has hecho nada? – enarco la ceja, notando nuevamente la cercanía del cuerpo masculino que no le disgustaba para nada. De hecho, de ser posible lo quería desnudo, aunque no era la mejor opción en esos instantes – ¿Crees que sería buena idea? Ragnar podría encontrarnos porque resulta que – le paso el dedo por el pecho – has secuestrado a su pequeña e inofensiva hermana – dijo en broma, permitiendo que el brujo se acercara mucho más a ella.

La repentina manera de actuar de Keith le inquieto, pero fueron las palabras que susurrara aquellas que la dejaron totalmente alerta.
– Solo ten cuidado a donde es que llevas esas manos, no querrás perder ninguna dedo antes de que te de permiso de llevarme a la cama ¿o si? – le dijo en tono bajo, mientras aprovechaba para morderle el lóbulo y buscar aquello que le indicaba. Ambos estaban protegiéndose y eso era agradable para la germana. Unicamente tuvo a su familia siempre y últimamente contaba solo con ella misma, así que tener a alguien que se notara preocupado por ella, era bueno.

Con el nuevo beso vinieron otras dudas. ¿Qué pasaría por la mente de Ragnar en esos momentos? ¿Qué pasaría con ella y Keith a partir de ese momento? ¿Se encontraba realmente dispuesta a dejar todo e incluso morir por aquel brujo? Si, lo estaba. Y entonces, las dudas desaparecieron y las razones que la llevaran a cometer semejante locura no importaron más.

Los labios de ambos se separaron pero nada ocurrió, nadie vino a atacarles e igual los dos se mantenían alerta a cualquier movimiento fuera de lo usual que indicara peligro. Suspiro y movio la cabeza en negativa. Conocía a su hermano demasiado bien y sabía que no descansaría hasta encontrarles.
– ¿A dónde se supone que vayamos? ¿Tu casa? ¿La mía? Sabes a la perfección que ahí nos encontrara rápidamente ¿Un hotel? – sonrió – ¿Qué dirían de ti? Llevando a una mujer como yo de acompañante – porque Alessa sabía a la perfección las mentiras y las verdades que se contaban de ella en las calles de París.

Una mueca de molestia apareció en su rostro y empujo con poco tacto al brujo, solo para comenzar a caminar y alejarse de él.
– Creo que sus deseos de verte muerto son más que obvios pero si deseas saber un motivo, la verdad es que no lo sé; Ragnar hablo de planes pero nada concreto y … – sus palabras se vieron interrumpidas ante el sorpresivo golpe que recibiera en el vientre. Aquel de quien se cuidaba Keith habían sido solo un rastreador, alguien que llevaba a las gemelas a completar el pedido de Ragnar. Asesinar a Keith y llevar a la germana de vuelta a él.

por **Keith Lanington** Sáb Feb 14, 2015 10:30 pm

-¡Alessa! –Keith grito alarmado de lo que pasaría, pero enseguida la vio en la pared siendo golpeada por un chacal, Keith se abalanzo contra este golpeándolo hasta morir, pero notó como alguien lo apuñalaba por detrás. Pudo ver en el reflejo del cristal de la ventana que tenía delante que Ragnar había cometido un grave error. Notó como Ragnar sacaba el pequeño e inofensivo cuchillo fuera de su cuerpo – No estarás muerto. Solo dormido. Necesito hablar con mi hermana y no la vuelvas a ver durante una temporada. – Con aquellas anotaciones, Keith fue golpeado contra la pared tras que Ragnar le tirase sin cuidado contra la pared, pero antes de quedar inconsciente, vio como agarraba a Alessa, la colgaba al hombro y se la llevaba de su lado.

¿Sería el fin para Lanington y Strauss?

Cuando Keith despertó, se encontró en una de las reconocidas habitaciones del hotel des Arenes y una de las gemelas estaba observándole. Estaba creyendo que veía a la dulce de las gemelas pero le había tocado la fiera e inaccesible Clarisse. Suspiro levantándose poco a poco de la cama en la que se encontraba, fue hacia la puerta y se encontró con que estaban cerradas. Suspiro hastiado.

¿Qué haría ahora mismo? Ya había notado que Clarisse no es tan accesible como lo es su hermana Greta.

Habitación 103

-Hey! –Ragnar estaba sentado en un hueco libre en la cama en donde estaba su hermana maniatada con cadenas en las muñecas hacia el cabecero de la cama. Ragnar no pudo evitar sonreír – Menuda escapada amorosa habéis hecho, eh? Deberíais participar en una versión radical de Julieta y Romeo, sois el típico canon de personajes que huyen por amor –Ragnar estaba burlándose de su hermana, pero no se detenía en tocarle cada parte de su cuerpo femenino, este se acercó mucho más a besar poco a poco su cuello, acariciándola el muslo lentamente pero solamente chasqueo la lengua.

– Esto no es divertido si no es reciproco - Rio después, volviéndose a sentar en donde estaba pero se sentó a horcajadas sobre las caderas de su hermana germana y sujetándole del escote con ambas manos, tiro y arranco mostrando el escote generoso del que no pudo mostrarse satisfecho, se acercó a besarla el cuello mientras se colocaba entre las piernas de su hermana y seguía con los besos, con caricias desde la rodilla hacia arriba por el muslo, moviendo mientras las caderas contra el sexo de su hermana – Alessa aahh…he estado esperando este momento….-Saco del interior de sus botas una pequeña navaja de la que hizo uso para cortar lo que era la tira del canalillo del sostén.

– Cosas molestas –Cuando lo rompió, sonrió satisfecho, se guardó la pequeña navaja y sus manos fueron hacia sus muslos yendo peligrosamente hacia el interior de sus faldas – Sabes que lo disfrutaste la otra vez….Si…..-Sonrió alejándose un poco de ella para finalmente coger de los laterales de su ropa interior – y como gemías….-susurro en su vientre plano, lamiendo parte de su vientre púbico y lentamente comenzó a bajarle la ropa interior, lentamente hasta que la vió y se la subió nuevamente.

Ragnar se puso sobre ella. Observando como estaría de… ¿Agitada? -¿Qué te pasa Lesi? ¿Ya no quieres hacerlo conmigo? Pues entonces dime todo lo que sepas del brujo….-Ladeo el rostro hacia un lado, colocándose bien cerca, haciendo que centro se rozara contra centro, la agarro de sus piernas para acercarla más a él – Dime….Alessa…-Susurraba algo excitado contra la piel de su hermana y con una mano estrujaba uno de los senos de Alessa, lamiéndole el cuello a la vez que seguía con leves movimientos de tortura contra sus caderas.

Pero el olor de la pólvora sonó de repente en el pomo de la puerta, arreglo lo máximo que pudo a su hermana, la soltó a regañadientes y sujetando el sostén roto con un brazo, se la llevó consigo, caminando hacia atrás y lo más cerca que tenía era una de sus navajas de caza cerca, se la puso cerca del cuello y observó cómo Keith entraba en escena.

-Me pregunto cómo has logrado salir querido hijo de puta….
-Ragnar…No quieras saber de dónde he conseguido esta arma, pero suelta a Alessa….ahora mismo –Apunto a Ragnar aunque tuviera a Alessa al borde de la muerte – Hazme caso, no quieras que te deje tuerto o algo mucho peor….-Enseguida se dio cuenta del estado en que estaba Alessa, el vestido roto y puede que algo más, probablemente la dignidad o algo que creyera firme que no pudiera pasar – Tiendes a crear un problema siempre cuando puedes pedirme ayuda con Desari…o con la venganza contra Delay ¿Es eso verdad? ¿Quieres vengarte por lo que le paso a la guarra de tu madre, verdad?

En aquel momento, el fuego se encendió dentro de Ragnar, queriendo quemar vivo a Keith con la mirada - ¡CALLATE! Y ¡Y SI! ¡QUIERO A DELAY MUERTO! Y A TI TAMBIEN!!

por **Morgan Strauss** Jue Mar 05, 2015 9:35 pm

Escucho su nombre de labios de Keith y después otro golpe que le hizo quedar en la inconsciencia. la huida que habían emprendido no llego a ser exitosa ahora que se encontraban nuevamente en las manos de Ragnar. Alessa no temía a su hermano, de verdad que amaba a Ragnar de una manera un tanto retorcida y extraña, así que sospechaba que él la amaba de la misma extraña manera. Lo que le preocupaba era de hecho, Keith.

Para cuando regresaba a la realidad y trato de moverse, noto que su cuerpo se mantenía en la misma posición y al abrir los ojos y tratar de moverse nuevamente, sitio como es que su cuerpo se encontraba imposibilitado de cualquier clase de movimiento, así que suspiro y miro en dirección a su hermano. Ragnar lucía tan superior como siempre y eso le hacía rabiar.
– Nadie ha dicho que he huido con él por amor, solo quería sacarlo de este lugar hermano – le miro con una enorme sonrisa en el rostro – No pienso dejar que le hagas nada, eso debería estar claro para ti, por eso es que buscaba la manera de que nos fuéramos y que nos dejaras en paz – la sonrisa se mantenía en sus labios, pero su cuerpo no se movía pese a las caricias que le otorgaba el mayor de sus hermanos – Ragnar, no pensaras que voy a darte lo que quieres cuando me has hecho enojar, ¿o si? – dijo en un tono algo burlón después de que se quejara de la carencia de reacciones por parte de ella.

Sus ropas dejaban de cubrir parte de su piel, todo por aquella manera en que su hermano quería tenerla para él en ese momento. No era tampoco que Alessa no le permitiera a su hermano esa clase de libertades, bien sabían ambos como eran las cosas entre ellos; el punto es que en esos momentos ella estaba molesta por lo que había hecho Ragnar.
– Has esperado este momento, pues yo estoy esperando a que me digas ¿Dónde esta Keith? ¿Qué has hecho con él? – dijo con un tono de voz firme que fue ignorado completamente por Ragnar y suspiro cuando las manos masculinas comenzaron a recorrer más interiormente su anatomía, pero aún así se mantuvo con la cabeza y lo más fría posible, tratando de hacer que su cuerpo no reaccionara a su hermano y terminara cediendo a lo que le pedía – Nadie ha dicho que no lo disfrute, además, no fui la única que lo disfruto Ragnar y eso lo sabes muy bien – los ojos de los hermanos se encontraron y la ropa volvió en parte al cuerpo de la germana – He dicho que estoy molesta contigo, y que quiero saber que has hecho con Keith – le sonrío entonces – Hermano, nadie ha dicho que no quiera hacerlo contigo pero no estoy de humor para lo que esperas, así que responde mis preguntas y deja de fastidiarme por hoy – pero él no parecía dar muestras de detenerse y necesito Alessa cerrar los ojos, para no ceder. Aquello de verdad que la sobrepasaba en gran medida y justo su cuerpo comenzaba a desear moverse y responder a aquellas seducciones masculinas, cuando el aroma a pólvora los alerto a ambos.

Con movimientos veloces por parte de su hermano, termino cerca de él, observando a la puerta y como es que el brujo entraba en escena, lo que hizo que se riera aunque tuviera una navaja tan cerca de su cuello. Definitivamente Alessa había terminado en el peor lugar; en medio de una disputa entre dos hombres que eran sumamente importantes para ella. Mientras Ragnar se movía, llevándola un tanto más lejos de Keith, escucho lo que el brujo tenía para decir y sintió como la ira de su hermano provocaba que se le tensara el cuerpo. Aquella situación iba de mal en peor y ella no podía hacer la gran cosa, estando entre las armas de ambos.
– Ragnar, tranquilízate hermano – dijo después de escuchar el grito del mayor de los suyos – Gritar y alterarte no te llevara a nada ¿Dónde esta todo tu entrenamiento? Eres un idiota por dejarte afectar de esta manera – noto nuevamente la tensión en su hermano – y matarme no te servirá de nada, me necesitas querido hermano, así que tranquilizante de una maldita vez y ya te dije que dejaras de fastidiarme – observo entonces a Keith y le sonrío – Brujo, te encanta meterte en problemas ¿verdad? – y dicho eso, dio otro paso hacía atrás, siguiendo a Ragnar, solo que en esa ocasión uno de sus pies se metió entre los de su hermano y se movió hacía el frente, aunque eso hizo que se provocara un corte más bien cerca de la mandíbula. El traspié que provoco en su hermano le permitió alejarse de él y ponerse más entre ambos, pero sin contar aún con completa libertad además de que por su cuello comenzaba a deslizarse un rastro de sangre.

por Contenido patrocinado

Different game from war [Priv]

Different game from war [Priv]

Re: Different game from war [Priv]

Re: Different game from war [Priv]

Re: Different game from war [Priv]

Re: Different game from war [Priv]

Re: Different game from war [Priv]

Re: Different game from war [Priv]

Re: Different game from war [Priv]

Re: Different game from war [Priv]

Re: Different game from war [Priv]

Re: Different game from war [Priv]