AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Italia 23:25
Bajo la puerta de aquella casa en las afueras de la ciudad santa de los Estados Papales, un hombre que se encuentra cortando leña en la parte de atrás, aunque es una fachada pues lo que se encuentra realizando es una práctica el poder partir de un solo tajo a leño, lleva algunos aquel hombre pero nos e siente satisfecho y continua hasta que el relinchar de unos caballos le obligan a sí mismo a ponerse la camisa, la misma que absorbe el sudor de aquel cuerpo fornido y lleno de marcas.
Ingresa a su hogar molesto por haber sido irrumpido en su entrenamiento pero antes de siquiera poder abrir la puerta del frente y encarar a aquellos que se atrevían a visitarlo a esas horas de la noche roza sus botas con la fina textura de un sobre bajo el umbral de su puerta, al tomarlo asume que es de una misión pero poco a poco esa idea se va excluyendo cuando se percata del sello que guarda la nota dentro, no es del anillo del papa o de uno de los cardenales al contrario tiene el sello de un anillo que ya había visto y que esperaba que no sea cierto.
–Desgraciados infelices, porque me tienen que meter a mí y sobre todo porque tuvieron que ir donde el santo padre a pedir permiso– arruga la hoja arrojándola a la chimenea que aun arroja algo de calor, y ahora con este problema en mano alista su viaje a tierras francesas.
Francia – tres semana después
Tarde de aquel día caluroso de verano, el sol calienta las calles aun y en la estación del tren está un hombre con cara de pocos amigos, vestido de negro y de cueros, caminando con esas botas y el crucifijo en su pecho, al verlo todos piensan que es un nuevo “sacerdote” aunque no tiene la pinta de ser uno de ellos, pero el crucifijo lo hace ver como tal.
Una maleta que carga con armas otra con ropa, no permite ser llevado, va caminando hasta la zona de residencias de aquella ciudad infernal, su semblante se vuelve a cada segundo más serio, llega directo a la dirección que le han dejado y antes de tocar la puerta, toma aire, no es valor sino más bien el coraje para no romperles la cara a los dos hombres que le habían escrito y le han metido en un dilema, toca el timbre con el rostro y todo su ser tenso del problema que ahora significaba todo eso.
–Me las pagan, por qué Dios?, dime por qué?– trata de encontrar la explicación divina al tener que aceptar a una mujer que no le agrada desde ahora, y menos le agradará aun siendo inquisidora no es lo que él esperaba.
Bajo la puerta de aquella casa en las afueras de la ciudad santa de los Estados Papales, un hombre que se encuentra cortando leña en la parte de atrás, aunque es una fachada pues lo que se encuentra realizando es una práctica el poder partir de un solo tajo a leño, lleva algunos aquel hombre pero nos e siente satisfecho y continua hasta que el relinchar de unos caballos le obligan a sí mismo a ponerse la camisa, la misma que absorbe el sudor de aquel cuerpo fornido y lleno de marcas.
Ingresa a su hogar molesto por haber sido irrumpido en su entrenamiento pero antes de siquiera poder abrir la puerta del frente y encarar a aquellos que se atrevían a visitarlo a esas horas de la noche roza sus botas con la fina textura de un sobre bajo el umbral de su puerta, al tomarlo asume que es de una misión pero poco a poco esa idea se va excluyendo cuando se percata del sello que guarda la nota dentro, no es del anillo del papa o de uno de los cardenales al contrario tiene el sello de un anillo que ya había visto y que esperaba que no sea cierto.
Señor Ivanov
Le escrito esta carta para solicitarle un favor, como sabrá hemos sido notificados mi hermano y yo de que al parecer tenemos una hermana fémina con nuestro apellido, la misma que está inscrita entre los inquisidores aunque no como nosotros, por lo tanto le ruego a usted acepte ser el prometido de ella, como bien nos conocemos los tres y sabemos que no aceptará a menos que del alto mando de los inquisidores acepte, el mismo papa ha dado su permiso y hasta el cardenal, por tanto que será beneficioso para nuestra iglesia el que dos buenos y grandes inquisidores unan sus familias en un lazo de matrimonio.
Por lo tanto te dejo el pasaje para que regreses a Francia y así puedas conocer a la mujer que hará feliz tu vida de ahora en adelante. Emil espero que entiendas la situación pues nuestra hermana es más una de la quinta facción, como sabrás ahí solo entran determinados seres en este caso la fémina que lleva nuestra sangre es una de los que tu llamas “adoradores del demonio” “sus siervos”, en pocas palabras, una bruja.
Dejamos en tus manos el que puedas ayudarnos Emil.
En dios nuestra fe y en sus manos nuestra esperanza
Atentamente
Los Hermanos Caruso
–Desgraciados infelices, porque me tienen que meter a mí y sobre todo porque tuvieron que ir donde el santo padre a pedir permiso– arruga la hoja arrojándola a la chimenea que aun arroja algo de calor, y ahora con este problema en mano alista su viaje a tierras francesas.
Francia – tres semana después
Tarde de aquel día caluroso de verano, el sol calienta las calles aun y en la estación del tren está un hombre con cara de pocos amigos, vestido de negro y de cueros, caminando con esas botas y el crucifijo en su pecho, al verlo todos piensan que es un nuevo “sacerdote” aunque no tiene la pinta de ser uno de ellos, pero el crucifijo lo hace ver como tal.
Una maleta que carga con armas otra con ropa, no permite ser llevado, va caminando hasta la zona de residencias de aquella ciudad infernal, su semblante se vuelve a cada segundo más serio, llega directo a la dirección que le han dejado y antes de tocar la puerta, toma aire, no es valor sino más bien el coraje para no romperles la cara a los dos hombres que le habían escrito y le han metido en un dilema, toca el timbre con el rostro y todo su ser tenso del problema que ahora significaba todo eso.
–Me las pagan, por qué Dios?, dime por qué?– trata de encontrar la explicación divina al tener que aceptar a una mujer que no le agrada desde ahora, y menos le agradará aun siendo inquisidora no es lo que él esperaba.
Última edición por Emil Ivanov el Sáb Feb 13, 2016 12:05 am, editado 1 vez
Emil Ivanov- Inquisidor Clase Media
- Mensajes : 72
Fecha de inscripción : 01/05/2014
Re: Compromiso obligado || Privado + 18
** Tres semanas atras **
*Compromiso* Las palabras incuestionables de su hermano mayor parecen irreales, dichas en una lengua ajena a la comprensión de la joven que se ve graciosa con los labios abiertos y un gesto de asombro sin moverse ni una milésima al estar sentada frente a ellos en aquella salita de estar tomando té y wisky *¿Que?... ¿Compromiso?... Compromiso... ¿ Com.. pro.. mi.. so?* la palabra se repita una y otra vez desmadejándola en su cabeza intentando dar lógica a lo que acaba de escuchar, un significado a ese conjunto de silabas *¡¿Pero por qué quieren deshacerse de mi?! ¡Si acabo de encontrarlos! Es... ¿Porque? ¿Por qué soy su media hermana?* la incertidumbre es clara y la tensión en la habitación esta a punto de explotar cual pólvora entre los tres hermanos, mejor dicho entre la burlona sonrisa socarrona de Evan y la joven prometida en matrimonio a un completo desconocido. Todo parece avanzar en cámara lenta, la voz de Keane llega a sus oidos desde lejos explicando algunos pormenores, esta enfureciéndose *¡¡Esto es injusto!!*
** Francia. Tiempo actual **
Tres semanas y sigue con el enfado a flor de piel. En las ultimas semanas a tenido mas misiones desde que se le permitió el honor de ser un soldado al servicio de dios y así poder intentar redimir el pecado que carga día a día al ser una “Ramera del Diablo” como la llaman muchos en el cuartel. ¿Cómo si a ella le agradara ser tal cosa? No solo se ve su avance también ya va siendo fecha de que “su prometido” arribe a tierras francesas. Sigue negándose y evitando a sus hermanos, sobretodo a Evan... pone los ojos en blanco.
Un fuerte apretón del corset que le deja sin aire hace que plante los pies en la tierra y deje sus reflexiones y recuerdos - Hay - se queja bajito tocándose el pecho. Su dama se disculpa continuado su parloteo de lo afortunada que es al tener un prometido joven *Que tiene de bueno que sea joven? Puede ser feo, jorobado, o flaco huesudo o ñango o un depravado o...* hace cara de asco sin dar fin a los defectos que puede tener.
Podrá tener un apellido respetable, una clase social “adecuada”, el dinero y conectes precisos para poder comprarse un marido, porque eso expresivamente lo que están haciendo su hermanos, si el dinero no puede, seguro una carta y la vendicion del santo padre basta para que alguien la despose. Refunfuña al segundo que se escucha el timbre. Su dama le llama opinando negativa sobre lo que a decidido llevar aquel caluroso día. Sonríe mirándose al espejo: el corte del vestido es sencillo pero la tela de la espalda es traslucida y gran parte de sus costados al igual que parte de su prominente escote, el mismo que aprieta y deja ver con creces los exuberantes pechos que le concedió dios, mangas largas todo en tonos pálidos destacando el beige y el amarillo.
Baja las escaleras altanera a paso lento, mirando abrirse la puerta en espera del adefesio y la ofuscación de sus hermanos en cuento la vean tan atrevida *¡No me casare! Lo odiare por el resto de mi vida si se atreve a desposarme. Oh mi Dios, juro en tu nombre que si logran obligarme a casarme le are vivir un infierno* sus ojos se abren grandes al mirar a aquel recién llegado.
Ya puede comenzar a tragarse sus palabras y juramentos.
Última edición por Aphrodite Caruso el Mar Feb 10, 2015 12:18 pm, editado 1 vez
Aphrodite Caruso- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Fecha de inscripción : 25/01/2014
Re: Compromiso obligado || Privado + 18
Los hermanos y colegas de aquel amargado hombre haciéndole pasar para ofrecerle un trago, saben ellos que aquel que se viste con ropas oscuras y pase prácticamente solo no es de amigos fervientes y sobre todo de matrimonios, tratan de crear un momento ameno antes que la prometida baje, un jugo es lo que acepta tomando asiento en uno de los sillones, su ceño fruncido y sus labios una pronunciada curva de molestia y desagrado por todo, el lugar, las personas, las palabras…todo.
–Ustedes dos pagarán por esto, no pienso ni deseo este matrimonio y si accedí es por el santo padre que prácticamente me obligo y al único que no puedo reprocharle sus decisiones, ahora bien…– se ve irrumpido por el menor Caruso que buscaba de todas formas emulas las cualidades de la pequeña arpía inquisidora, la lista seguía y seguía igual que el interlocutor que caminaba y se paseaba por todo el lugar para intentar persuadir al prometido a aceptar a la “belleza” de hermana que tenía, pero así como un cuchillo que corta carne, las palabras de Emil fueron frías y tajantes –No crean que soy un idiota, se la clase de mujer que es su hermana, hice mi propia investigación, veamos si esta correcta, es una bruja bastarda a la cual tú Evan no la quieres pero Keane si porque es tan gentil y caballero, una arpía que fue secuestra y se enamoró de su secuestrador arrastrando por el fango el apellido Caruso, tiene pinta más de cortesana esa arpía que hace ahora lo que le venga en gana porque su secuestrador la abandono ya que no le servía para presionar a la iglesia, en conclusión, fue usada, abusada y tirada, ¿verdad?– fue todo lo que dijo en el momento que bajó la mujer y él se levantó de su puesto para hacer una reverencia a la mujer.
La mirada regresa al hermano mayor que con la diestra en el hombro del inquisidor lo calmo antes de que diga alguna palabra que arruiné el plan de él –Aphrodite este caballero amablemente acepto ser tu prometido, una unión que el santo padre ve con buenos ojos así que ahora porfavor compórtate y conócelo igual tu Ivanov – deja a la pareja sola cuando Emil le da la espalda chasqueando la lengua en desaprobación, pero en el momento que se volteaba alcanzó a ver a la mujer –Tan flaca y raquítica tenía que ser– masculla molesto toma su jugo hasta la última gota.
Se limpia con la manga de la chaqueta los restos del jugo ahora mirando con desdén a la mujer –Bien ahora que estamos metidos los dos en este barco te diré como serán las cosas– la mano de frente para cortarle a ella la posibilidad de hablar –Seremos esposos y más te vale comportarte a la altura, no estoy dispuesto a permitirte que arrastres mi apellido al fango, me respetarás y harás lo que te digo ¿Qué te use como mujer? No, eso no es algo que te deba molestar porque tocarte y hacerte mi mujer no es algo que me llame la atención, ¿Quedó claro?, harás lo que te diga seré tu esposo y dueño y si no lo cumples estarás sometida a castigos que utiliza la misma inquisición, los has visto así que mejor te aplacas conmigo o te aplaco a mi manera y no me vengas con tu frase de “soy mujer no me puedes tocar” una vez casada conmigo eres de mi propiedad, ¿entendiste verdad? Eso es todo– se acomoda la ropa sin dejar de mirar a la mujer
–Ustedes dos pagarán por esto, no pienso ni deseo este matrimonio y si accedí es por el santo padre que prácticamente me obligo y al único que no puedo reprocharle sus decisiones, ahora bien…– se ve irrumpido por el menor Caruso que buscaba de todas formas emulas las cualidades de la pequeña arpía inquisidora, la lista seguía y seguía igual que el interlocutor que caminaba y se paseaba por todo el lugar para intentar persuadir al prometido a aceptar a la “belleza” de hermana que tenía, pero así como un cuchillo que corta carne, las palabras de Emil fueron frías y tajantes –No crean que soy un idiota, se la clase de mujer que es su hermana, hice mi propia investigación, veamos si esta correcta, es una bruja bastarda a la cual tú Evan no la quieres pero Keane si porque es tan gentil y caballero, una arpía que fue secuestra y se enamoró de su secuestrador arrastrando por el fango el apellido Caruso, tiene pinta más de cortesana esa arpía que hace ahora lo que le venga en gana porque su secuestrador la abandono ya que no le servía para presionar a la iglesia, en conclusión, fue usada, abusada y tirada, ¿verdad?– fue todo lo que dijo en el momento que bajó la mujer y él se levantó de su puesto para hacer una reverencia a la mujer.
La mirada regresa al hermano mayor que con la diestra en el hombro del inquisidor lo calmo antes de que diga alguna palabra que arruiné el plan de él –Aphrodite este caballero amablemente acepto ser tu prometido, una unión que el santo padre ve con buenos ojos así que ahora porfavor compórtate y conócelo igual tu Ivanov – deja a la pareja sola cuando Emil le da la espalda chasqueando la lengua en desaprobación, pero en el momento que se volteaba alcanzó a ver a la mujer –Tan flaca y raquítica tenía que ser– masculla molesto toma su jugo hasta la última gota.
Se limpia con la manga de la chaqueta los restos del jugo ahora mirando con desdén a la mujer –Bien ahora que estamos metidos los dos en este barco te diré como serán las cosas– la mano de frente para cortarle a ella la posibilidad de hablar –Seremos esposos y más te vale comportarte a la altura, no estoy dispuesto a permitirte que arrastres mi apellido al fango, me respetarás y harás lo que te digo ¿Qué te use como mujer? No, eso no es algo que te deba molestar porque tocarte y hacerte mi mujer no es algo que me llame la atención, ¿Quedó claro?, harás lo que te diga seré tu esposo y dueño y si no lo cumples estarás sometida a castigos que utiliza la misma inquisición, los has visto así que mejor te aplacas conmigo o te aplaco a mi manera y no me vengas con tu frase de “soy mujer no me puedes tocar” una vez casada conmigo eres de mi propiedad, ¿entendiste verdad? Eso es todo– se acomoda la ropa sin dejar de mirar a la mujer
Emil Ivanov- Inquisidor Clase Media
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Fecha de inscripción : 01/05/2014
Re: Compromiso obligado || Privado + 18
Al entrar descarada con aires altivos, él hombre desconocido y seguro el prospecto de prometido que le han conseguido sus hermanos se levanta de su puesto haciendo una reverencia al momento en que hace acto de precencia *Al menos tiene educación el hombre* piensa devolviendo la reverencia mucho menos notoria de lo que él sujeto lo ha hecho. Su hermano mayor le llama pidiendo amablemente que me comporte y por igual se lo pide a Ivanov... *Asi que ese es su nombre mmhh.... ¿Por qué le ha pedido que el también se comporte? ¿Acaso e juzgado demasiado pronto su educación?* Evan sonríe burlón cuando Keane le empuja fuera de la habitación mientras les mira con los ojos ligeramente cerrados maldiciendo internamente, miro al tal Ivanov , sus cejas se alza al escuchar el + Tan flaca y raquítica tenía que ser + No era suficiente con aguantar al pesado de Evan, ahora ese también y lo peor de todo es que ni siquiera era de su familia. Que hable, que se canse de echar escoria por la boca que ella solo esperaria ahí para devolver el golpe - Permítame presentarme, mi nombre es Aphrodite Caruso, tal cual la diosa del amor, sexo y fecundación - dejándose caer sin elegancia mostrando mi descarado escote al hombre frente a la joven - Difiero por completo de usted - acentuó grosera y rezongona la ultima palabra - ¡No! no es TODO - Grita molesta, ese cabron que se a creído - “A una dama no se le toca” a una mujer SI ¿Y adivina que? Yo no soy una dama, tómalo literal, no soy una esclava para ser de TÚ propiedad, ¿en que mundo y época crees que vives? - Si sus hermanos creen que ella se quedaria de brazos cruzados, que equivocados estaban, joderia a este hombre hasta que se harte tanto que me la odise lo suficiente y de ser necesario la abandonase. Que mas da un chisme mas un chisme menos para la familia Caruso.
Poniendose de pie mirándole de pies a cabeza, saborea falsamente el cuerpo masculino - Según tu estoy “flaca” y “raquítica” jajaja, mírame - se paso las manos por los pechos apretándolos con sorna ante sus ojos ofreciéndose cual ramera - Ya quisieras poner tus manos en este cuerpo que a querido tener un sinfín de hombres - cruza los brazos, llevándose el dedo índice a los labios mientras le rodea admirando la vestimenta y porte de su futuro esposo, - Seguro eres uno de esos santurrones de la iglesia que no se les para ni porque vean a una puta hecha y derecha desnuda... o aun peor, eres un sodomita al que le gustan los hombres y por ello te sugirieron mis hermanos para no solo “salvar” de embarrar en el fango el apellido Caruso, si no también el Ivanov - su mirada le recorre de a cada recobeco lamiendose los labios hasta llegar a los ojos Obscuros, mirándolo desafiante ¿Quiere guerra? Se a encontrado a la persona adecuada.
Aguarda la respuesta dispuesta a noquearlo ya sea cuerpo a cuerpo o con magia *¿Porque un inquisidor apretado y malparido Keane? O acaso habrá sido jugarretas sucias de Evan para fastidiarme aun mas de lo que ya lo ha hecho* Una cosa es segura, no se moveré, no bajara la cabeza por nada y si se tiene que ir derecho a la calle sin apellido y ni un solo franco en la bolsa, ¡Que así sea!
Última edición por Aphrodite Caruso el Mar Feb 10, 2015 12:49 pm, editado 1 vez
Aphrodite Caruso- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Fecha de inscripción : 25/01/2014
Re: Compromiso obligado || Privado + 18
La mujer estaba provocando la furia del inquisidor que solo se frotaba la sien como si con ello quisiera olvidar cada una de las blasfemias que estaba escuchando, en ese momento parecía que la propia investigación había sido tan escueta como lo que estaba presenciando. La mujer era toda una hereje y ahora comprendía por qué deseaban casarla con alguien de bien para ver si podía volver a la senda de la rectitud y si no, la entregarían al fuego de la redención por mano de un cónyuge. Todo estaba claro ahora.
Aquella serpiente de pecado se contornea sensualmente, tocándose con descaro y alevosía para tentar el corazón puro del constructor de caminos de nuestro señor. Desvía la mirada, casi dándole la espalda mejor respirando con dificultad. Seguía siendo un hombre y la carne es débil pero su espíritu es aún mayor algo que le haría conocer a esa pecadora de lujuria. De su chaqueta sacó un crucifijo de plata bendecido por el mimo santo padre en agua bendita de la fuente sagrada del vaticano, donde se versa que cuando el pecado entra en contacto con esta agua quema y purificas las almas. Lo toma en su puño con fuerza rezando en latín.
-Tú, zorra de babilonia, provocadora de hombres, serpiente y concubina de lucifer. Como te atreves a hablar así a un hijo y hombre de Dios tu señor. Víbora rastrera, demonio infernal. Crees que esa demostración pagana de lujuria y tus palabras venenosas harán algo contra mí. Jamás, porque con Dios voy y con Cristo me encuentro en su gloria y santa paz. Pero tu no la tendrás porque has ensuciado tu nombre y apellido, lo has arrastrado por las calles de la vergüenza, vil meretriz de pocos centavos solo la lujuria te gana y te emborracha. Tú que has sido secuestrada, violada, ultrajada y utilizada como la gran ramera y ahora eres pisoteada por quien te mostró ese camino de pecados, y aún más, que lo sigas fervientemente ansiando volver a los brazos del demonio a que te siga prostituyendo como lo que eres una sucia y vil escoria. Ningún hombre te tomará enserio, ningún buen hombre te mirará a la cara solo a los mismos atributos que ahora bailas de lujuria ante este siervo de dios. Serás utilizada siempre, denigrada y tirada como una basura. Pero esa vida se te acabo. Tus palabras vulgares por ahora las dejaré pasar pero una vez en nuestro matrimonio cada ofensa, cada acto impuro tuyo te será lavado con un castigo hasta que de tu alma salga toda esa impureza- –
No la encara pues en su cuerpo de hombre reaccionaba a los estímulos femeninos pero él solo debía mantener en su mente los rezos en latín hasta que pudiera salir de ahí, hasta el matrimonio y hasta la eternidad. Trató de respirar, con ojos cerrados, contando en su mente hasta ver como su cuerpo va dejando atrás esa tensión producto de la mujer viperina que tenía enfrente. Si ella se ofendía no le importaba, solo quería cumplir la misión que el santo padre le encomendó. La penitencia de los hombres que siguen a Dios hasta el final.
Aquella serpiente de pecado se contornea sensualmente, tocándose con descaro y alevosía para tentar el corazón puro del constructor de caminos de nuestro señor. Desvía la mirada, casi dándole la espalda mejor respirando con dificultad. Seguía siendo un hombre y la carne es débil pero su espíritu es aún mayor algo que le haría conocer a esa pecadora de lujuria. De su chaqueta sacó un crucifijo de plata bendecido por el mimo santo padre en agua bendita de la fuente sagrada del vaticano, donde se versa que cuando el pecado entra en contacto con esta agua quema y purificas las almas. Lo toma en su puño con fuerza rezando en latín.
-Tú, zorra de babilonia, provocadora de hombres, serpiente y concubina de lucifer. Como te atreves a hablar así a un hijo y hombre de Dios tu señor. Víbora rastrera, demonio infernal. Crees que esa demostración pagana de lujuria y tus palabras venenosas harán algo contra mí. Jamás, porque con Dios voy y con Cristo me encuentro en su gloria y santa paz. Pero tu no la tendrás porque has ensuciado tu nombre y apellido, lo has arrastrado por las calles de la vergüenza, vil meretriz de pocos centavos solo la lujuria te gana y te emborracha. Tú que has sido secuestrada, violada, ultrajada y utilizada como la gran ramera y ahora eres pisoteada por quien te mostró ese camino de pecados, y aún más, que lo sigas fervientemente ansiando volver a los brazos del demonio a que te siga prostituyendo como lo que eres una sucia y vil escoria. Ningún hombre te tomará enserio, ningún buen hombre te mirará a la cara solo a los mismos atributos que ahora bailas de lujuria ante este siervo de dios. Serás utilizada siempre, denigrada y tirada como una basura. Pero esa vida se te acabo. Tus palabras vulgares por ahora las dejaré pasar pero una vez en nuestro matrimonio cada ofensa, cada acto impuro tuyo te será lavado con un castigo hasta que de tu alma salga toda esa impureza- –
No la encara pues en su cuerpo de hombre reaccionaba a los estímulos femeninos pero él solo debía mantener en su mente los rezos en latín hasta que pudiera salir de ahí, hasta el matrimonio y hasta la eternidad. Trató de respirar, con ojos cerrados, contando en su mente hasta ver como su cuerpo va dejando atrás esa tensión producto de la mujer viperina que tenía enfrente. Si ella se ofendía no le importaba, solo quería cumplir la misión que el santo padre le encomendó. La penitencia de los hombres que siguen a Dios hasta el final.
Emil Ivanov- Inquisidor Clase Media
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
*Eso es, aprende con quien estas tratando* pienso mirando como prefiere darme la espalda con la respiración agitada *Te tengo maldito blasfemo impuro [b][i]*no se que mierdas esta haciendo al darme la espalda si puedo ver mas haya, el no mirarme no evitara que note como su aura se torna de aquel tono pasivo a ese castaño marrón que se a la perfección que significa* La mas joven y bastarda Caruso es literalmente una bruja, una de las peores cuando la hacen enfadar. Su sonrisa se ensancha aun mas burlona permitiendo que rece su plegaria de insultos sádicos para ella - ¡Esta "zorra de babilonia, provocadora de hombres" y demás adefesios, sera tu esposa! - afirma llevando ambas manos a su fina cintura. La sonrisa desfachatada y burlona se dibuja en sus labios rosa coral - Tendrías que fornicar con la concubina de lucifer - las palabras parecen mas un cántico suave que una amenaza, mueve su muñeca elevándola hasta la nuca de él, susurrando la doble intención creando una nube erótica que cubra su percepción y mirada.- ¿Lo has pensado? esta vivoraenredando sus piernas en tu cadera... - las imágenes se materializan en su mente como humo.
- Ambos desnudos... frotando nuestros cuerpos -
Cada palabra que pronuncia se vuelve realidad en la mente del hombre frente a ella. Se acerco moviéndose como la vivora que no paran de decirle que es, hasta estar frente a el y sostenerse de los anchos hombros acercándose a su oído. Las imágenes cambian poco a poco, dejando que sus mas profundes deseos surgen poco a poco.
- Jamas tendrás paz una vez que me tomes... Dime que eres un hombre de verdad y no te derramaras en cuento te de la bienvenida entre mis húmedos muslos...-
La imagina debajo de él, con únicamente un camisón mas transparente que la misma brisa del aire, los fuertes empujes del cuerpo de él mueven sus pechos haciendo que separe los labios gimiendo por mas.
- Se que podrás follarme... muy duro -
Susurro suaves que se vuelven caricias melosas. Tan solo unos momentos antes había jurado que le aria vivir un infierno si el aceptaba desposara y todo ello sin conocerle. Se concentra en la ilusión que esta creando. Haciendo honor a como le llama esta arrodillada cual puta de babilonia a el desabrochando sus pantalones negros relamiéndose los labios.
*Juguemos mi débil cordero de dios. Porque ni violada, ni ultrajada, ni utilizada como la gran ramera y mucho menos pisoteada, nunca mas.* ¿Qué tanto era pedir o desear una vida tranquila? Era pedir mucho, algo normal, incluso en algún fugas momento llego a pensar en niños, pero parecía que Dios regañaba y se ensañaba en su contra.
Aphrodite Caruso- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
—Libro de Apocalipsis, capitulo II, vers. 1 y 2—
—Libro de Apocalipsis, capitulo II, vers. 1 y 2—
Aquella mujer con blasfemias tatuadas en su frente y todo su ser estaba llevando al límite de la paciencia de aquel Inquisidor, sus juegos y tonitos seductores no fue más que la gota que derramó el cáliz sagrado de su “buena fe”, aquello había sido impropio para él y para ella incluso para sus propios deseos de los cuales solo se encargaría después en la iglesia. Dejó que aquella demostración pagana e impura llegase a su fin en su mente rezaba a los altos cielos por un poco más, solo un poco más de esa preciosa sangre de Jesucristo para resistir y no romper a la mujer ahí mismo a golpes. Un respiro más profundo con ojos cerrados para evitar ver a la ramera de babilonia, apelativo que se ganó a pulso la mujer de parte del inquisidor, así el llamaría siempre.
Le tomó del brazo con fuerza zarandeándola, los dedos se le incrustaban con ira en la piel de la mujer y no le importo si luego le aparecieran marcas ahí es más deseo eso porque así sería una muestra de su pecado el cual él limpiaré a punta de castigos tanto físicos como emocionales, él la convertiría en una nueva oveja del rebaño, pero no se hizo esperar la sonrisa de la mujer y esas imágenes que le introducía en su cabeza fue todo, el dorso de la diestra chochó contra la mejilla izquierda de la mujer girándole el rostro mientras le soltaba el brazo con furia, si eso sería su matrimonio lo aceptaría pero no sería tan fácil –No voy a permitir que una vulgar ramera, tan sucia e impura como tu sea mi esposa, veo que tienes malas costumbres ramera y esas te las quitaré de ahora en más te dirigirás a mí con la cabeza baja y solo hablarás cuando yo te lo ordene si me desobedeces– se quitó el cinturón del pantalón, no tenía reparo en golpear a la mujer si fuera necesario con tal de sacarle los demonios que tenía dentro.
–Tienes una legión de demonios en tu cuerpo lo que te hace una zorra y peor aún una que se atrevió a entrar a la inquisición para manchar los santos habitos de los buenos hombres que están ahí pero tu exorcismo llegó maldita ramera de los infiernos– le tomó de la mano jalándola sin importarle protesta alguna de la mujer, se la llevó hasta el sillón donde la colocó contra este y su zurda sobre la nuca de la mujer mientras su diestra mantenía en lo alto el cinto que calló raudo y veloz contra la espalda y posaderas de la impía mientras rezaba los primeros salmos de exorcismo –In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti Amen. Te expulso de entre nosotros, quienesquiera que sean, espíritus sucios, todos los poderes satánicos, todos los invasores infernales, todas las legiones malvadas, asambleas y sectas; en el Nombre y por el poder de Nuestro Señor Jesucristo, que sean extirpados y sacados del cuerpo de esta sierva de Dios, dejad su alma y cuerpo tranquilo, no uses a este instrumento de dios para hacer tus maldades. Astuta serpiente, no te atreverás más a engañar a la raza humana, perseguir y atormentar a los elegidos de Dios y cernirlos como si fueran trigo. El Dios Mas Alto te ordena. Él, con quien, en tu gran insolencia, todavía reclamas ser su igual, abandonad este recinto y este cuerpo por toda la eternidad y regresa de dónde has salido, no regreses o sufrirás la condena del fuego de la mano de nuestro Señor al expulsarte a las entrañas del infierno– así como no ha parado de rezar, aquel cinturón no para de azotar el cuerpo de la joven, hasta que termina con un gran amen y la respiración toda agitada producto del cansancio.
–Serás mi esposa sí porque así Dios lo manda, pero jamás te tocaré, no hasta que tu gracia haya vuelto hasta que seas nuevamente rebaño de nuestro señor, este matrimonio es para espiar tus pecados cometidos con el castigo y la penitencia no para que trates de seducir a un buen hombre de Dios– le escupió esas palabras sin remordimiento ni tacto, volviéndose a poner el cinturón en su lugar ajustando su traje de inquisidor, peo sobre todo de hombre correcto y fiel a la santa madre iglesia.
Emil Ivanov- Inquisidor Clase Media
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
- Mirame y odiame:
La forma y dureza del jalón le confirma que efectivamente tendrá la fuerza suficiente para hacerla gritar, ya sea de placer o de dolor, es fuerte, cualquier mujer podría desearle simplemente al mirar su físico que se marca a través de su ceñida y obscura ropa, tiene músculos duros y la bruja al sentir el cuerpo masculino junto a ella se da cuenta que esta jodidamente bueno, pero no es como cualquier inquisidor humano. Puede verse a leguas. *¿Qué aras maldito?* se pregunta ansiosa. Aphrodite es una mujer fuerte, desidia, independiente pero sus gustos son peculiares, su vida siempre ha girado en torno a circunstancias fuera de lo común. Así que la respuesta de ella es distinta a lo que él puede pensar, el aventarla al sillón y el primer golpe que llega la hacen gemir. ¡Si! gemir - ¡Oh señor! - susurra con la voz quebrada apretando los puños temblando, moviendo el cuerpo respondiendo de forma afirmativa - ¡Oh si! ¡Así MAS! - grita temblando por el nuevo azote, el cinturón no para de azotar el cuerpo de la bruja y por igual no para de gemir y decir palabras bruscas, obscenas y sucias a oídos del inquisidor que imparte su castigo. Se detiene y ella se queja. Ahora su futuro prometido esta ajustándose la ropa como si nada hubiese pasada. Es su turno de responder.
Agitada, jodida y caliente por lo que él acaba de hacerlo sin saber o llegar a comprender que lo que piensa es un castigo, ella lo toma como placer puro. Se gira mirándolo con los ojos brillantes como una serpiente a punto de aventarse e inca los dientes en su presa. Se para de un brinco y tomándolo del cuello lo jala con fuerza tomándole por sorpresa haciendo que ambos caigan en el sofá, ella boca arriba y él completamente sobre ella cubriendo el voluptuoso cuerpo de la mujer. Sin pudor, ni consideración y mucho menos pena alguna su mano va a parar directo al lugar que ella menciona - Me dirigiré a ti con la cabeza gacha solo cuando te chupe la verga - abriendo los labios sonríe como la puta descarada que todos dicen que es. Le mantiene quieto con su habilidad de titiriteri Mueve la mano gimiendo al sentir, que aunque no esta del todo erecto si que esta duro - Mira, mira - se burla con la voz pesada, caliente relamiéndose los labios - Te gusta lo que has visto - mueve frotando con fuerza la palma de su mano, aferrando la derecha al cuello jalándolo con fuerza. Los labios chocan y antes de que él logre alejarse ella abre los labios en la que surge su lengua, húmeda, caliente, exigente lamiendo desde su mentón hasta los labios masculinos, acariciarlos, saboreando la salinidad de la piel - Podríamos fornicar como animales y a mis hermanos no les molestaría - lo esta provocando, quiere mas de ese hombre violento que acaba de azotarla. Le libera, dejando de utilizar su donde de titiritera, el cual es su favorito - Esto tendrás todos los días si te casas conmigo - amenaza apretando con fuerza donde su mano no a dejado de estimular el miembro - Así que mejor te aplacas conmigo o te aplaco a mi manera - el tono es bajo, lascivo, cínico y jugueton sin pizca de dolor por los azotes y a forma de burla repite exactamente las mismas palabras que ha usado anteriormente su prometido.
Le suelta, agitada, pasando su lengua por los labios dejando que mire como exuda deseo, sexualidad y claramente como se le antoja el hombre que se aleja de ella. Después de todo parece que esto del compromiso le causara gran diversión a la bastarda de los Caruso *Vamos, vamos muestrame de que estas hecho porque tus rezos no afectan a esta puta de babilonia... te voy a enseñar que tan ramera puedo ser* piensa sin quitarle la mirada
Aphrodite Caruso- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
La mujer rompió la paciencia del inquisidor, ahí estaba lo que tantas veces se había negado a que exista, aquello llamado de compromiso o matrimonio porque para él la única compañera que necesitaba en su vida era la Santa Madre Iglesia, y ahora esta arpía venía para romper ello, para sacarlo de sus casillas y colisionar su vida “Maldita la hora en la que acepto”, se reniega así mismo pero aun así cree que es una prueba divina que debe superar, una que no será tan fácil porque su cuerpo aún sigue siendo de un humano y por ende responde a los estímulos que recibe aunque su alma pura no lo desee y termine cediendo al agua fría. Los embrujos que ella realizaba sobre él surtían el efecto que ella quería, pero también surtían en la ira que en el hombre despertaba, las ansias de atravesar el cuerpo de aquella víbora con una rifle o una estaca directo a su corazón, aunque no sea una fría vampira, él comenzó a desear en incrustarle varias dagas y cosas puntiagudas en su cuerpo, sobre todo en la cavidad de su corazón, arrancárselo en un grito de piedad.
Escucharla gemir ante los azotes lo descolocaron pero más el tener la mano de esa impía en sus pantalones incitándolo a lo prohibido, las palabras de ella solo llenaron aún más el vaso de la ira, por más que se pedía por paciencia y calma más se encendía la mecha de aquel polvorín; empujo a la mujer con fuerza sobre ese sillón con el ceño completamente fruncido, los dientes apretados y sobre todo los puños cerrados como queriendo golpear a la mujer hasta matarla, trato de buscar en lo más profundo de su ser una pizca de tranquilidad pero se le había borrado al entrar a esa mansión de horror –TU, maldita escoria, zorra podrás fornicar como animal, como una cerda que eres por usar tales palabras con un hombre de Dios, una vez casados verás lo que es bueno para limpiar tu asquerosa suciedad, y quien va a aplacarse eres tú bajo mi mano y mis castigos, gritarás clemencia maldita puta que ha ensuciado la santa madre iglesia con su presencia, no eres digna de varón alguno, y para que sepas puede que a mi cuerpo tientes pero a mi alma jamás, veo que te gusta el dolor, en nuestra noche de bodas te daré dolor no sabes cuánto lo ansío ya, para que veas lo que los verdaderos inquisidores son capaces de hacer– le da la espalda con una leve gota de sudor que le cae por la espalda, el sudor de sus músculos tensos por la cercanía femenina, él jamás había estado en tal situación pero sobre todo el no fornicaba pues él había jurado mantenerse célibe por el resto de sus días.
Se acercó a la mujer tomándola de la garganta con fuerza marcando sus dedos en el cuello de ella, la levantó de aquel sillón donde sus piernas se mostraban por la tela del vestido y la posición en la que ella había escogido, la puso frente a frente a su rostro, ella había despertado a la bestia y ahora tenía que pagar las consecuencias –Fornicar como animales, claro como la serpiente que eres quieres fornicar, eres solo una cerda sucia mírate cómo estas con el castigo, apuesto que si introduzco mi mano saldrá llena de su asquerosidad, pero para que te sepas yo no fornico como un animal como tú y no te sirve de nada que uses tus ilusiones malditas de tu cuerpo desnudo contra él mío, mi alma jamás podrás tentarla, solo la carne podrás por los hijos de lucifer como tú no tienen poder para mi alma santa– soltó la garganta de la mujer y en ese momento plantó un beso todo salvaje en los labios de ella mordiéndole los labios y la lengua, era todo desenfrenado y sin sentido, como dos peleadores cada quien moviéndose a su ritmo.
Escucharla gemir ante los azotes lo descolocaron pero más el tener la mano de esa impía en sus pantalones incitándolo a lo prohibido, las palabras de ella solo llenaron aún más el vaso de la ira, por más que se pedía por paciencia y calma más se encendía la mecha de aquel polvorín; empujo a la mujer con fuerza sobre ese sillón con el ceño completamente fruncido, los dientes apretados y sobre todo los puños cerrados como queriendo golpear a la mujer hasta matarla, trato de buscar en lo más profundo de su ser una pizca de tranquilidad pero se le había borrado al entrar a esa mansión de horror –TU, maldita escoria, zorra podrás fornicar como animal, como una cerda que eres por usar tales palabras con un hombre de Dios, una vez casados verás lo que es bueno para limpiar tu asquerosa suciedad, y quien va a aplacarse eres tú bajo mi mano y mis castigos, gritarás clemencia maldita puta que ha ensuciado la santa madre iglesia con su presencia, no eres digna de varón alguno, y para que sepas puede que a mi cuerpo tientes pero a mi alma jamás, veo que te gusta el dolor, en nuestra noche de bodas te daré dolor no sabes cuánto lo ansío ya, para que veas lo que los verdaderos inquisidores son capaces de hacer– le da la espalda con una leve gota de sudor que le cae por la espalda, el sudor de sus músculos tensos por la cercanía femenina, él jamás había estado en tal situación pero sobre todo el no fornicaba pues él había jurado mantenerse célibe por el resto de sus días.
Se acercó a la mujer tomándola de la garganta con fuerza marcando sus dedos en el cuello de ella, la levantó de aquel sillón donde sus piernas se mostraban por la tela del vestido y la posición en la que ella había escogido, la puso frente a frente a su rostro, ella había despertado a la bestia y ahora tenía que pagar las consecuencias –Fornicar como animales, claro como la serpiente que eres quieres fornicar, eres solo una cerda sucia mírate cómo estas con el castigo, apuesto que si introduzco mi mano saldrá llena de su asquerosidad, pero para que te sepas yo no fornico como un animal como tú y no te sirve de nada que uses tus ilusiones malditas de tu cuerpo desnudo contra él mío, mi alma jamás podrás tentarla, solo la carne podrás por los hijos de lucifer como tú no tienen poder para mi alma santa– soltó la garganta de la mujer y en ese momento plantó un beso todo salvaje en los labios de ella mordiéndole los labios y la lengua, era todo desenfrenado y sin sentido, como dos peleadores cada quien moviéndose a su ritmo.
Emil Ivanov- Inquisidor Clase Media
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
Un beso... Un beso que la sorprende dejándola pasmada por un par de segundos antes de responder; pero no, no es un beso, es una lucha entre ambas bocas, no cede y contraataca al devolver la mordida con tal fuerza que saborea la sangre agena, pasando la diestra aferrando la nuca y la gemela cierra el puño aferrando su entallada camisa, chocando los dientes y buscado la lengua masculina, se pega completamente a él despertando el libido femenino en aquel voluptuoso y caliente cuerpo, esculpido de forma perfecta mostrando un claro homenaje de aquella diosa de la que a obtenido su nombre ... *es una puta* aquella voz de sus recuerdos llega con fuerza golpeándola *es una prostituta cualquiera* *solo tienes que verla para saber que es una ramera que le abre las piernas a cualquiera* *la perfecta puta de Babilonia* risas y el cuchicheo de voces se vuelve más y más atormentador en su mente. Lo empuja con fuerza sobrenatural dejando que caiga esta vez él en el sillón como momentos antes las rasposas manos la enviaron de regreso al sillón dejándola sonriente al subirsele la falda mostrando las torneadas y largas piernas.
Ya no hay sonrisa, esta molesta y él la pagara.-Te metiste con la bruja y que decir bruja ¡La puta equivocada inquisidor!- sentencia con los ojos que destellan, adquiriendo un brillo verdoso especial, literalmente.
Él claramente es mucho más fuerte que ella pero la bruja es astuta, ágil y maliciosa como una zorra. Susurrando extrañas palabras moviendo sus manos que las cubren de luminosos hilos rojos y verdes semi transparentes que se mantienen en movimiento, la muñeca gira dejando que entren en la cabeza de él, a lo que el reacciona respondiendo pero ella lo regresa manejando su cuerpo sentado con los brazos extendidos haciendo la forma de una cruz.
-Ahora te desabrocharás los pantalones y eso que tienes entre las piernas lo usaras para que me escuches gritar/[blur]-
Manteniendo el control mental y físico mirando morbosa como hace lo que le ordena -¿Casados? No, no- niega cayéndole listones de cabello frente a su rostro y por todos lados, el moño que sujetaba elegante su cabello ahora es sólo una maraña holgada que apenas los sostiene. -Para que esperar a la noche de bodas si ya lo tienes duro como una roca y yo estoy lista para recibirte en mi cuerpo- sonríe moviendo la cabeza como una maniaca sádica antes de que los botones de la espalda salgan despedidos por todos lados.
Se baja el vestido dejando un remolino a sus pies de tul y seda, con el diminuto cuchillo que lleva atado siempre ene el muslo derecho rasga la parte superior del corset dejando libre sus generosos pechos. Se muerde los labios saboreando el miembro que se expone a la vista, él también esta necesitado y no se refiere al inquisidor, si no a la polla que húmeda y roja en la punta ruega su atención...
[blur]-Para que quiero tu alma, si puedo tener tu cuerpo... Mi cuerpo desnudo contra el tuyo resbalando por el sudor de ambos-
Ella se inca a él creando una linea desde la base hasta la punta liberando más libido en el cuerpo masculino - ¡Apostemos! Anda después de que te lo chupe meterás la mano ... ah... y comprobarás que tan sucia... has hecho que me ponga.. Ah, ah, ah - Se relame los la labios rosas antes de sopla a la punta, y con los índice y pulgar de ambas manos aprieta donde se unen su si entrepierna con sus bolas.
Última edición por Aphrodite Caruso el Sáb Jun 20, 2015 11:00 pm, editado 3 veces
Aphrodite Caruso- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
El beso solo fue el inicio de la declaración de una guerra eterna, la batalla entre el bien y el mal estaba dando comienzo y quien diría que sería dentro de un mismo lugar donde ambos convergerían; así pues ambos inquisidores mostraron sus armas pero más aquel hombre que estaba sonriendo por haberle robado ese beso cargado con la ira, él sabía que desataría la furia de la bruja pero era ello lo que buscaba con tanto afán. Surcó en su rostro un gesto con el ceño fruncido y una delgada y dura línea en sus labios como una media sonrisa.
El espectáculo que la bruja estaba creando a costa de él provoco en el hombre una risotada cuando sus brazos se extendieron en cruz sobre aquel sillón, sus ojos no se despegaron de los de la mujer clavándole la mirada oscura sobre aquella clara, su diestra bajo a desabrochar sus pantalones tocándose el miembro erecto con suavidad. Escuchaba las palabras de la zorra sin siquiera prestarle mucha atención hasta que la vio desnuda frente a su sexo hinchado, entonces comenzó a reírse cuando ella acercó los labios, la risa podría acabar con todo aquello pero no, él no solo se limitaría a ello –Claro, no te importa el alma porque no la puedes tentar, solo tientas y manipulas a un cuerpo, la carne y nada más. Tú no puedes conseguir realmente excitar a hombre alguno que no se por medio de tus embrujos y cosas del demonio pero por ti mismo no puedes tener a un hombre– la risa socarrona se apaga para volver con ojos de furia hacia la mujer, tensa los músculos de su mandíbula completamente al sentir los toques de la mujer y sus suaves caricias, sus ojos los cierra e imagine las cosas más desagradables del mundo centrándose en aquel cristo crucificado que se encuentra en el mismo vaticano, la imagen de aquel altar tan imponente lo hace sonreír.
–Tu maldita bruja de los infiernos, solo carne podrás tentar, el demonio no tomará mi alma, esto que haces solo lo haces a la carne envuelta en tus hilos pero no es por mi gracia y gusto, solo me das repugnancia, porque jamás, escucha bien zorra, jamás tendrás por mi propia voluntad, siempre tendrás que usar tus artilugios y al final te sentirás vacía y sucia porque no me has excitado de verdad, porque tu cuerpo no me atrae y menos tú, este matrimonio es solo una fachada, acuérdate de esto. Todo esto es y será siempre como yo diga, no eres tu quien me maneja si no yo a ti ¿crees que esto lo haces tú? JA pobre ilusa, se da porque yo te lo permito, porque yo dejo que controles esto y me embrujes solo para que veas tu insuficiencia– la carne se vuelve flácida aunque no en su totalidad pues en sus pensamientos son contrarios a lo que su miembro recibe en atenciones y no le deja bajarse, por ello un suspiro sale de la garganta del inquisidor que se muere en un gruñido, sus dedos tomándose en puños del sillón y su cabeza hacia atrás para rezar en su mente, el perdón por el pecado que cometerá con aquella arpía.
El espectáculo que la bruja estaba creando a costa de él provoco en el hombre una risotada cuando sus brazos se extendieron en cruz sobre aquel sillón, sus ojos no se despegaron de los de la mujer clavándole la mirada oscura sobre aquella clara, su diestra bajo a desabrochar sus pantalones tocándose el miembro erecto con suavidad. Escuchaba las palabras de la zorra sin siquiera prestarle mucha atención hasta que la vio desnuda frente a su sexo hinchado, entonces comenzó a reírse cuando ella acercó los labios, la risa podría acabar con todo aquello pero no, él no solo se limitaría a ello –Claro, no te importa el alma porque no la puedes tentar, solo tientas y manipulas a un cuerpo, la carne y nada más. Tú no puedes conseguir realmente excitar a hombre alguno que no se por medio de tus embrujos y cosas del demonio pero por ti mismo no puedes tener a un hombre– la risa socarrona se apaga para volver con ojos de furia hacia la mujer, tensa los músculos de su mandíbula completamente al sentir los toques de la mujer y sus suaves caricias, sus ojos los cierra e imagine las cosas más desagradables del mundo centrándose en aquel cristo crucificado que se encuentra en el mismo vaticano, la imagen de aquel altar tan imponente lo hace sonreír.
–Tu maldita bruja de los infiernos, solo carne podrás tentar, el demonio no tomará mi alma, esto que haces solo lo haces a la carne envuelta en tus hilos pero no es por mi gracia y gusto, solo me das repugnancia, porque jamás, escucha bien zorra, jamás tendrás por mi propia voluntad, siempre tendrás que usar tus artilugios y al final te sentirás vacía y sucia porque no me has excitado de verdad, porque tu cuerpo no me atrae y menos tú, este matrimonio es solo una fachada, acuérdate de esto. Todo esto es y será siempre como yo diga, no eres tu quien me maneja si no yo a ti ¿crees que esto lo haces tú? JA pobre ilusa, se da porque yo te lo permito, porque yo dejo que controles esto y me embrujes solo para que veas tu insuficiencia– la carne se vuelve flácida aunque no en su totalidad pues en sus pensamientos son contrarios a lo que su miembro recibe en atenciones y no le deja bajarse, por ello un suspiro sale de la garganta del inquisidor que se muere en un gruñido, sus dedos tomándose en puños del sillón y su cabeza hacia atrás para rezar en su mente, el perdón por el pecado que cometerá con aquella arpía.
Emil Ivanov- Inquisidor Clase Media
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
Risas son lo que obtiene de aquel hombre con cara de persignado, cuerpo de pecado y alma incorrompuble pero eso no es problema para esta bastarda, ella no cree en la santa inquisición, en remediar su “problema” como llama el hermano a su don, aquel que le a permitido mantenerse con vida a costa de algunos otros. Ella no es como él, ella ha matado, maldecido, ha sido torturada, ha estado a punto de morir de hambre… Unos hermanos católicos y una vida con lujos, vestidos, sedas y piedras preciosas, a fin del dia piedras no la hacen alguien distinto, ella es Aphodite, una ves una niña huérfana criada en inmundicia e indecencias, lo que hace es solo lo que veía a diario así que ¿Qué mas da?, puede, de hecho, que ría todo lo que pueda porque ni asi podrá con ella *Ríe, vamos, ríe cuento puedas, porque la que reira al ultimo seré yo* su mirada se obscurece -Mirate, ni la polla te sirve aunque veas a una mujer de verdad desnuda ante ti ofreciéndose… abriendo los muslos para que te comas este coño que se moja por cualquiera mientras le den lo que necesite- toma la mano del hombre frotándola contra sus labios mayores -Mete tus dedos y muévelos- el cuerpo se mueve obediente, mientras tanto ella toma su rostro pasando la lengua por los labios, muerde y chupa gimiendo -Ahhh… mueve… los… mas… - gimotea despacio moviendo al ritmo contrario que él maneja y después de varios minutos simplemente aparta la mano que la estimulaba dejándola en la posición original. Sosteniéndose de los hombros frota su sexo contra el palpitante falo que a recuperado su dureza.
Alejándose de él le mira y nuevamente se arrodilla, deja un sonoro y satírico beso en la punta antes de masajear con los pulgares las collonturas donde su bolas diras se unen con el falo haciendo precio contraria. Lame dejándose llevar, tomando todo el tiempo del mundo, sopla un poco y con la diestra comienza a estimularle con fiereza antes de lamer la punta -Tienes buen sabor- gime en delirio necesitándole en su cuerpo, pero primero ara que se corra demostrando que es como cualquier otro bastardo hijo de perra -Dios bendito, no permitas que este se corra a la primera- blasfema con sorna metiéndoselo a la boca mamando con fuerza, excitándola mas y mas al moverse esa cosa enorme, al menos para ser un simple humano, en su boca, toma sus pecho y frota arriba abajo, una y otra vez dando pequeños lametazos a la punta -Vamos, sigue quejándote… haces que me inspire para comérmelo- Otro beso y continua su labor, a juego con su mano, su boca y sus pechos.
Que continúe insultándola, que se mantenga aferrado a sus creencias, que lloriquee como el marica que es, mientras sus hermanos no le interrumpan la bastarda Caruso mostrara a este inquisidor apretado y malparido como es estar con una mujerzuela, con la gran puta de babilonia. La suerte estaba echada y si él no se corría… pero si el si que se corría le haría la vida un infierno, total que ya estaban viviéndolo. ¿Por qué no disfrutar del purgatorio eterno?
Aphrodite Caruso- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
La suciedad de aquella mujer lo llenaba, sentía repulsión y asco al ver lo que ella hacía a su cuerpo, como lo tentaba y complacía pero en su mente jamás alejó los rezos a su dios y ángeles, pidiendo la ayuda incluso a la santísima virgen para que se apiaden de su alma, que dejen el cuerpo en manos de aquella serpiente de lucifer pero que su alma no toque, que no permitan que su alma pura se corrompa en aquellas garras.
Los dedos se movían con una habilidad única, como si lo hubiese hecho anteriormente, pero no, el jamás había oído aquel sonido tan nauseabundo y aquella fragancia que despedía la mujer, no, no, ella no era una mujer para sus ojos puesto que ella era solo el cuerpo del demonio nacido para tentar a las ovejas del rebaño de Dios. Sentía como sus dedos se inundaban de aquella sensación viscosa, húmeda y caliente que la mujer expedía, náuseas le produjo aquello. En su mente aún mantenía los rezos que aprendió durante toda su vida, él era un constructor y eso hacía, el creaba con sus manos caminos para llegar a nuestro señor Jesús que murió en la cruz para llegar así la padre todopoderoso, buscó en sus recuerdos aquellas figuras santas que de niño le atemorizaban para ahora afianzarse a ellos y pedirles la protección que esta prueba le estaba significando.
Cerró sus ojos pensando que aquel infierno había culminado, pero al parecer solo era el comienzo del verdadero calvario, la mujer al parecer no lo iba a dejar completamente libre después de todo ella se disponía a ser su dolor de cabeza. Frunció el ceño ante ese pensamiento ¿por qué había aceptado aquella misión? ¿por qué quería ser un mártir? ¿Por qué emulaba a los santos?. Suspiró roncamente al sentir las manos de ella en aquel lugar que nadie había alcanzado y que él mismo se había propuesto a ocultar hasta su muerte –Dios mío, aleja los pecados y tentaciones de mi alma, esta sierva tuya no conoce tu amor, respeto y temor hacia tu nombre, por ello actúa así porque esta poseída por el demonio, ayúdala a ganar esa batalla o envíala al infierno donde debe estar con las otras endemoniadas servidoras de lucifer– reza soltando el aire de sus pulmones con fuerza –Mi cuerpo puedes intentar tenerlo pero nunca por voluntad mia, nunca será por mi deseo, siempre serás tú la que haga todo esto para tener algo que no te será dado por cuenta propia, estás vacía, mientras otros te toman yo no te tomaré, no te miraré, no te tocaré, haré de cuenta que no existes, y si al lecho conyugal debemos llegar ten por seguro que en la habitación no estaremos los dos juntos, maldita hija de lucifer– cierra los ojos al sentir como lo llevaba a su cuerpo, y entre esos momentos su mente cree haber alcanzado el momento con sus santos, siente que la virgen le habla con respecto a dejar de sufrir por esa endemoniada mujer o terminar su calvario para limpiar su alma completamente de pecados y así seguir la senda de los santos. Abre los ojos y mira a la mujer asintiendo. Había tenido una epifanía santa –Hágase tu voluntad madre mía, que este calvario sea para gloria vuestra y para el bien de mi alma– cierra los ojos apretándolos nuevamente, su espalda siente una corriente eléctrica que le sube pero lo contiene, al pensar en su epifanía y lo bello de la virgen deteniendo aquella sensación de calambre y explosión que su cuerpo estaba experimentando.
Los dedos se movían con una habilidad única, como si lo hubiese hecho anteriormente, pero no, el jamás había oído aquel sonido tan nauseabundo y aquella fragancia que despedía la mujer, no, no, ella no era una mujer para sus ojos puesto que ella era solo el cuerpo del demonio nacido para tentar a las ovejas del rebaño de Dios. Sentía como sus dedos se inundaban de aquella sensación viscosa, húmeda y caliente que la mujer expedía, náuseas le produjo aquello. En su mente aún mantenía los rezos que aprendió durante toda su vida, él era un constructor y eso hacía, el creaba con sus manos caminos para llegar a nuestro señor Jesús que murió en la cruz para llegar así la padre todopoderoso, buscó en sus recuerdos aquellas figuras santas que de niño le atemorizaban para ahora afianzarse a ellos y pedirles la protección que esta prueba le estaba significando.
Cerró sus ojos pensando que aquel infierno había culminado, pero al parecer solo era el comienzo del verdadero calvario, la mujer al parecer no lo iba a dejar completamente libre después de todo ella se disponía a ser su dolor de cabeza. Frunció el ceño ante ese pensamiento ¿por qué había aceptado aquella misión? ¿por qué quería ser un mártir? ¿Por qué emulaba a los santos?. Suspiró roncamente al sentir las manos de ella en aquel lugar que nadie había alcanzado y que él mismo se había propuesto a ocultar hasta su muerte –Dios mío, aleja los pecados y tentaciones de mi alma, esta sierva tuya no conoce tu amor, respeto y temor hacia tu nombre, por ello actúa así porque esta poseída por el demonio, ayúdala a ganar esa batalla o envíala al infierno donde debe estar con las otras endemoniadas servidoras de lucifer– reza soltando el aire de sus pulmones con fuerza –Mi cuerpo puedes intentar tenerlo pero nunca por voluntad mia, nunca será por mi deseo, siempre serás tú la que haga todo esto para tener algo que no te será dado por cuenta propia, estás vacía, mientras otros te toman yo no te tomaré, no te miraré, no te tocaré, haré de cuenta que no existes, y si al lecho conyugal debemos llegar ten por seguro que en la habitación no estaremos los dos juntos, maldita hija de lucifer– cierra los ojos al sentir como lo llevaba a su cuerpo, y entre esos momentos su mente cree haber alcanzado el momento con sus santos, siente que la virgen le habla con respecto a dejar de sufrir por esa endemoniada mujer o terminar su calvario para limpiar su alma completamente de pecados y así seguir la senda de los santos. Abre los ojos y mira a la mujer asintiendo. Había tenido una epifanía santa –Hágase tu voluntad madre mía, que este calvario sea para gloria vuestra y para el bien de mi alma– cierra los ojos apretándolos nuevamente, su espalda siente una corriente eléctrica que le sube pero lo contiene, al pensar en su epifanía y lo bello de la virgen deteniendo aquella sensación de calambre y explosión que su cuerpo estaba experimentando.
Emil Ivanov- Inquisidor Clase Media
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
Pasa los labios chupando desde la base hasta subir a la punta tardando todo el tiempo, no lleva prisa alguna, rodea esta misma y roza los labios por el enorme, grueso y viril miembro succionando. Admira del hombre por tal tenacidad pero ello no impide que este disfrutando, puede que su de no le permita abandonarse pero su cuerpo es otra historia completamente distinta. La voz ronca que se vuelve mucho más grave a cada lamentan, a cada succión y a cada estimulo de sus manos, boca o pechos. Le escucha suspirar roncamente, quebrándosele la voz mientras continua insultándola en frases corridas y se pregunta ¿Cuántas mujeres le han tomado de esa forma? ¿Cuántas a usado para sus bajos instintos de hombre? ¿Seria distinto si ella fuera una inquisidora humana simple y común? El miembro se mueve inquieto en su boca trayéndola de regreso al presente. Sin separar los labios abre los ojos y lo mira directamente. Que continúe insultándola, que se mantenga aferrado a sus creencias y devociones, que no se quiebre como los demás. Le gusta pues representa un verdadero reto para ella, no se detendrá así sus hermanos entren por la puerta. Que proteste y lloriquee, que se aferre como el marica que es. Ambos poseen cuerpos pecaminosos, como no dejarse llevar por la euforia y salvajismo de lo que ambos quieren claramente.
- Te ayudare a que disfrutes un poco y dejes aun lado esos pensamientos tan … - sus labios lamen la punta en círculos, lamiendo enfrente y atrás en aquel orificio con el que se esparciría su semilla por toda ella antes de devorarla con frenesí, comiéndose aquella polla con desesperación, rozándole los dientes, lo siente frenético, mas y mas duro, palpitando, moviéndose inquieto, sabes que está cerca ¿Cuánto soportara más?
- Bésame... bésame como hace un momento… muérdeme! -
Ordena incorporándose, pasando la pequeña daga por el torso del hombre rompiendo la tela dejando la piel expuesta dibujando un sendero de tórridos y húmedas carisias bucales desde el falo erecto subiendo poco a poco hasta la manzana de Adán, continuando el recorrido, escuchando los acelerados latidos de aquel humano corazón, la respiración entrecortada de ambos, el aroma almizclado de sus sexos que inundan la habitación, aun masturbándole con fuerza y rapidez con la mano pegando los labios a los de él dejando que se pruebe a el mismo mientras la lengua de ella danza con cálidos y sensuales movimientos en el interior de la boca masculina.
– No hablaras a menos que sea para pronunciar sucias palabras, gemidos y rogar por mas ah! … deja de pensar y disfruta.-
Ordena mirándolo, metiéndose en su cabeza. La ropa se arremolina en su cadera dejando ver su trasero, y su torso denudo - ¿Quieres sentirme completamente desnuda? Duele tanto el necesitarte en mi interior… Juguemos a Ada y Eva en el paraíso - sonríe quitándose el fondo quedando completamente desnuda ante los ojos desorbitados furiosos y pecaminosos del hombre.
- ¿Cuentas te han tomado con sus labios? ¿A cuentas te has follado? -
Exige saber ordenando una respuesta silenciosa frotando sus pliegues que escurren lista para ser follada duro y saciar sus más bajos instintos. Si la azota, pega y somete terminara enamorada de aquel inquisidor, si hace bien su trabajo e Ivanov la odia a tal grado que la castigue todo el tiempo quien abra ganado la batalla será ella. Escucha al hombre responder sus preguntas y ella sonríe sínica y descarada resbaando poco a poco por la polla dura sintiendo como la enorme ciruela la abre – HA HA HA … la… la tienes… enorme!! - gimotea con los labios pegados a los de él sin aliento, dejando que la punta entre en ella.
Aphrodite Caruso- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
El hombre buscaba algún momento de consuelo, algo que pudiera alejarlo de aquel infierno pero aquella voz en su mente, aquella orden de santa maría virgen que se presente como eco en su perturbada mente lo descoloca; niega sudando por aquella presión que comienza a sentir en los lugares que no conocía, buscaba algún socorro en sus recuerdos o palabras proféticas de su santa biblia que le ayudaran a soportar ese tormento, aquel hombre estaba suplicando entre dientes cerrados que todo eso terminará que no se diera dicha consumación o sería su eterna perdición porque sería como entregar el alma al mismo lucifer.
Se maldice internamente, aún sigue en sus rezos entre susurros pidiendo la muerte de la mujer, él sabe que la golpeará hasta arrancarle esos demonios lujuriosos que pose, pero al menos por el momento se siente furioso hasta que las palabras de su padre acuden a su mente como un bálsamo fresco
“Solo cuando estés casado debes consumar el matrimonio, no antes, sería pecado, y debe ser con una buena mujer, decente y respetada como tu madre”
Aquello llegó como un rayo a su cabeza y su lívido comenzaba a descender, aunque su anatomía seguía endurecida y palpitando. Los besos de la mujer lo asqueaban y trataba de esquivarla a toda costa más aquella orden a la que se rehusaba a cumplir tuvo que ser realizada; sus manos se posaron una sobre la cadera de ella y la otra en la nuca, sus labios buscaron los de ella los besaba con voracidad, se los estaba comiendo con la lengua untándose con la saliva de ella mientras sus dedos se aferraban con fuerza a la carne de sus glúteos, muerde el labio inferior descendiendo por el mentón entre besos y mordiscos hasta el cuello es ahí donde muerde con fuerza, al menos un poco de saña como muestra de venganza, se separa mirándola furioso y le escupe sobre aquellos orbes maduros y suaves que se mostraban impúdicamente, se niega a contestarle pero sus labios no tuvieron reparo en soltar la verdad que lo caracterizaba –Si, si ha habido una mujer que ha hecho esto y más, una mujer que ha logrado calmar los impulsos lujuriosos que ahora tú quieres jactarte por tomarlo, ha y una mujer que te supera en todo y nunca, nunca podrás compararte con ella. Mi bella Virgen la cual me ordena no ceder ni caer en tus manos demonio– suelta aquellas palabras sin reparo alguno.
Le mira y le toma del cabello tirándolo con fuerza hacia atrás, el cuello de muestra ante él acercándose lentamente hasta tener la piel cerca de su nariz tomando el aroma de ella junto a su lengua que lame completamente aquel cuello delicado hasta el hombro donde vuelve a morder con fuerza dejando la huella de los dientes. Toma la muñeca de la mujer con fuerza clavando sus dedos en la carne de ella sometiéndola, la atrae hacia él exponiendo más aquel trasero, su diestra baja acariciando aquella redonda piel y es entonces que con violencia comienza a azotarla, la zurda se coloca sobre la nuca de ella para evitar que se aleje o cometa otro pecado, una, dos hasta cinco veces arremete contra ella azotándola, la mano le enrojece así como la piel de aquella víbora –Te voy a sacar los demonios maldita poseída y ramera de satanás, así tenga que castigarte a diario, tendrás cada cuatro horas sesiones de purificación ramera del infierno hasta que vuelvas a la senda correcta– aprieta los dientes sin dejar de azotarla –Vas a dejar de hacer estas suciedades perra, dejarás de exhibirte como una cualquiera, como una puta corriente que se caldea y chorrea por todas las calles atrayendo a incautos para arrancarles el alma– la maldice subiendo el tono e violencia de los azotes.
Se maldice internamente, aún sigue en sus rezos entre susurros pidiendo la muerte de la mujer, él sabe que la golpeará hasta arrancarle esos demonios lujuriosos que pose, pero al menos por el momento se siente furioso hasta que las palabras de su padre acuden a su mente como un bálsamo fresco
“Solo cuando estés casado debes consumar el matrimonio, no antes, sería pecado, y debe ser con una buena mujer, decente y respetada como tu madre”
Aquello llegó como un rayo a su cabeza y su lívido comenzaba a descender, aunque su anatomía seguía endurecida y palpitando. Los besos de la mujer lo asqueaban y trataba de esquivarla a toda costa más aquella orden a la que se rehusaba a cumplir tuvo que ser realizada; sus manos se posaron una sobre la cadera de ella y la otra en la nuca, sus labios buscaron los de ella los besaba con voracidad, se los estaba comiendo con la lengua untándose con la saliva de ella mientras sus dedos se aferraban con fuerza a la carne de sus glúteos, muerde el labio inferior descendiendo por el mentón entre besos y mordiscos hasta el cuello es ahí donde muerde con fuerza, al menos un poco de saña como muestra de venganza, se separa mirándola furioso y le escupe sobre aquellos orbes maduros y suaves que se mostraban impúdicamente, se niega a contestarle pero sus labios no tuvieron reparo en soltar la verdad que lo caracterizaba –Si, si ha habido una mujer que ha hecho esto y más, una mujer que ha logrado calmar los impulsos lujuriosos que ahora tú quieres jactarte por tomarlo, ha y una mujer que te supera en todo y nunca, nunca podrás compararte con ella. Mi bella Virgen la cual me ordena no ceder ni caer en tus manos demonio– suelta aquellas palabras sin reparo alguno.
Le mira y le toma del cabello tirándolo con fuerza hacia atrás, el cuello de muestra ante él acercándose lentamente hasta tener la piel cerca de su nariz tomando el aroma de ella junto a su lengua que lame completamente aquel cuello delicado hasta el hombro donde vuelve a morder con fuerza dejando la huella de los dientes. Toma la muñeca de la mujer con fuerza clavando sus dedos en la carne de ella sometiéndola, la atrae hacia él exponiendo más aquel trasero, su diestra baja acariciando aquella redonda piel y es entonces que con violencia comienza a azotarla, la zurda se coloca sobre la nuca de ella para evitar que se aleje o cometa otro pecado, una, dos hasta cinco veces arremete contra ella azotándola, la mano le enrojece así como la piel de aquella víbora –Te voy a sacar los demonios maldita poseída y ramera de satanás, así tenga que castigarte a diario, tendrás cada cuatro horas sesiones de purificación ramera del infierno hasta que vuelvas a la senda correcta– aprieta los dientes sin dejar de azotarla –Vas a dejar de hacer estas suciedades perra, dejarás de exhibirte como una cualquiera, como una puta corriente que se caldea y chorrea por todas las calles atrayendo a incautos para arrancarles el alma– la maldice subiendo el tono e violencia de los azotes.
Emil Ivanov- Inquisidor Clase Media
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
Sonríe gustosa, muerde sus labios sintiendo el dolor que enerva y convulsiona de placer aquel cuerpo moldeado por los dioses; es verdad, porque negar el placer si este mismo fue creado y propagado por el mismo dios de los cielos. Que satanás ni que nada. Conoce mucho sobre la iglesia, sobre el cristianismo, el catolicismo, la santa sede y todo lo que la iglesia desea enseñar, pero sus inicios eran paganos, para que mas si sabe que es una sucia pagana que solo le da gusto a sus hermanos al que crean que con oraciones y rezos estúpidos limpiaran una alma maldita como la de ella.
-Te dije que no hablarías más que para gemir y pedir más de esta ramera del mismísimo demonio-
Susurra pegando la frente a la de él cosiendo imaginariamente con un hilo rojizo semi-transparente la boca del hombre que no deja de azotarla. Sonríe, con eso le cerrara la boca. Ahora es tiempo de jugar. No esta acostumbrada a que sus amantes parloteen tanta estupidez y no piensa dárselas de esposa abnegada escuchando a su futuro esposo y mucho menos toda la sarta de tonterías que suelta este hombre ignorante referente a la iglesia.
Que pura y santa ni que nada. Si supiera que es mas porquería que nada… cuantos pecados se cierne y crean en la mismísima cede, en el mismísimo vaticano, en la que llaman la pura casa de dios. Patrañas.
Le ha dado demasiada libertad, ha sido demasiado benevolente con su futuro marido. Toma con sus manos el rostro del hombre bajo de ella y mirándolo fijamente a los ojos susurra en precisa orden sin permitir duda o reclamo.
-No miraras-
Ordena mirando a los ojos cegándolo con hilos rojizos en el hombre.
-No Escucharas-
Afirma tapando con sus manos los oídos del hombre.
-No hablaras-
Besa por ultimo los labios ya cosidos de si inquisidor.
Ahora el juego a comenzado y su marioneta esta lista. Es lo suficiente poderosa como para someterle, quitar toda voluntad por mas que él sea devoto, no puedes contra la magia siendo un simple humano, a fin de cuentas puede someter a cualquier humano común y corriente.
Mueve la cadera, preparándole, se sostiene de los hombros del hombre y entierra el enorme, duro y grueso miembro en ella haciéndola gritar comenzando a moverse. Las manos de él la sostienen de la cadera moviéndola mas y mas fuerte mientras los gemidos y el aroma del sexo inunda la sala de estar… hasta que las puertas son abiertas de golpe dejando ver a los hermanos Cariso una escena difícil de sacar de sus recuerdos.
Su pequeña hermana montando con furia a su futuro esposo entre gemidos y gritos pidiendo mas y mas.
Aphrodite Caruso- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
Tormento de los infiernos era aquel sufrimiento que estaba pasando, una prueba muy dura a la que aquel hombre se resignaba a perder tan fácilmente, aun con sus labios sellados, sus ojos que se apartan de la luz de su amada Virgen María, de aquellos oídos que no perciben sonido alguno, ahora está a merced de la misma oscuridad, de las manos del demonio convertido en una mujer; pero, gracias a los cielos que su mente no es cegada y aun ella pelea y lucha rezando a los santos y al mismo Señor Dios, perdón, perdón pedía y exigía la liberación de aquel cáliz amargo y difícil de aceptar.
Su infancia venía a su mente, cada uno de los consejos que le dio su padre para protegerse de aquel tipo de hechizos, cada amuleto y sello bendito que tenía, ahora se reclamaba la razón de haber evitado traerlos, confiando en su fuerza de voluntad junto al amor y pasión por su Santa Madre Iglesia, pero ahora nadie le ayudaría. Las manos fueron solas a la cadera de aquella arpía que no paraba de mostrase de la manera más desvergonzada posible, aun sin poder verla u oírla, podía olerla y sentirla, sobre todo en una parte de su cuerpo que sentía una húmeda presión, un goteo extenuante y movimientos escandalosamente vertiginosos.
“No me rendiré, Virgen santísima ruega pos nosotros santa madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro señor Jesucristo, amen”
Volvía a rezar, el ceño de su frente se fruncía por el repudio de aquel acto, incluso su mandíbula se tensaba y sus dientes castañeaban de la ira que se comenzaba a acumular, no podía emitir palabra alguna, pero no por ello dejaba de rezar, cada rezo en latín o español era evocado por él, incluso aquellos de los libros de exorcismos, todo con tal de alejar el pecado y el mal de su lado, pidiendo ayuda a los cielos, una ayuda divina que corte con aquel sufrimiento. Tal como el que estaba sintiendo su cuerpo, su miembro no paraba de papitar con fuerza se sentía muy caliente y caluroso, el sudor de su frente y espalda lo ponía tenso y molesto, pero nada podía hacer, hasta que todo ello terminar Maldita víbora si haces que se termine a ese punto te cortaré viva, arrancaré la piel de cuerpo envenenado con mis manos gruñe, un sonido ronco desde el fondo de su garganta.
Aquellas manos mueven aquellas caderas más a prisa al menos hasta que en unos momentos siente las manos de alguien tras de sí. El hechizo se rompe dejándolo a media faena, siente dolor en sus partes pudientes pero aun asi agradece la intrusión por parte de los hermanos mayores de aquella nefasta mujer, pero lo que manifestaron fue lo peor.
–Emil, el que hayas tenido este acto con mi hermana, no es de nuestro agrado y creo que el matrimonio debe oficializarse cuanto antes– había hablado el mayor de los hermanos, dejando al hombre frio sin poder responder, solo imaginando que en pocos días aquella ramera de los infiernos entraría a su familia.
–Emil, pensé que tenías mejores gustos sexuales que haberte acostado, tenido sexo, violado a nuestra nefasta hermana– las burlas del otro solo aumentan la rabia contenida del hombre que ha decidido el camino, uno oscuro y siniestro, la venganza
–Ustedes me quieren casar a la fuerza con esta perra a la que llaman hermana, bien acepto el matrimonio pero antes como ya hemos consumado parte del acto de noche de bodas, no importar si voy a la habitación de ella para termina lo que aquí comenzamos, no te importa, ¿verdad querida esposa?– mira a la mujer con una furia contenida y con la sonrisa de un inquisidor que está dispuesto a todo.
Su infancia venía a su mente, cada uno de los consejos que le dio su padre para protegerse de aquel tipo de hechizos, cada amuleto y sello bendito que tenía, ahora se reclamaba la razón de haber evitado traerlos, confiando en su fuerza de voluntad junto al amor y pasión por su Santa Madre Iglesia, pero ahora nadie le ayudaría. Las manos fueron solas a la cadera de aquella arpía que no paraba de mostrase de la manera más desvergonzada posible, aun sin poder verla u oírla, podía olerla y sentirla, sobre todo en una parte de su cuerpo que sentía una húmeda presión, un goteo extenuante y movimientos escandalosamente vertiginosos.
“No me rendiré, Virgen santísima ruega pos nosotros santa madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro señor Jesucristo, amen”
Volvía a rezar, el ceño de su frente se fruncía por el repudio de aquel acto, incluso su mandíbula se tensaba y sus dientes castañeaban de la ira que se comenzaba a acumular, no podía emitir palabra alguna, pero no por ello dejaba de rezar, cada rezo en latín o español era evocado por él, incluso aquellos de los libros de exorcismos, todo con tal de alejar el pecado y el mal de su lado, pidiendo ayuda a los cielos, una ayuda divina que corte con aquel sufrimiento. Tal como el que estaba sintiendo su cuerpo, su miembro no paraba de papitar con fuerza se sentía muy caliente y caluroso, el sudor de su frente y espalda lo ponía tenso y molesto, pero nada podía hacer, hasta que todo ello terminar Maldita víbora si haces que se termine a ese punto te cortaré viva, arrancaré la piel de cuerpo envenenado con mis manos gruñe, un sonido ronco desde el fondo de su garganta.
Aquellas manos mueven aquellas caderas más a prisa al menos hasta que en unos momentos siente las manos de alguien tras de sí. El hechizo se rompe dejándolo a media faena, siente dolor en sus partes pudientes pero aun asi agradece la intrusión por parte de los hermanos mayores de aquella nefasta mujer, pero lo que manifestaron fue lo peor.
–Emil, el que hayas tenido este acto con mi hermana, no es de nuestro agrado y creo que el matrimonio debe oficializarse cuanto antes– había hablado el mayor de los hermanos, dejando al hombre frio sin poder responder, solo imaginando que en pocos días aquella ramera de los infiernos entraría a su familia.
–Emil, pensé que tenías mejores gustos sexuales que haberte acostado, tenido sexo, violado a nuestra nefasta hermana– las burlas del otro solo aumentan la rabia contenida del hombre que ha decidido el camino, uno oscuro y siniestro, la venganza
–Ustedes me quieren casar a la fuerza con esta perra a la que llaman hermana, bien acepto el matrimonio pero antes como ya hemos consumado parte del acto de noche de bodas, no importar si voy a la habitación de ella para termina lo que aquí comenzamos, no te importa, ¿verdad querida esposa?– mira a la mujer con una furia contenida y con la sonrisa de un inquisidor que está dispuesto a todo.
Emil Ivanov- Inquisidor Clase Media
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Re: Compromiso obligado || Privado + 18
La menor de los Carusos sabe la verdad, aquel que ahora la folla con furia no se da cuenta que es lo que si verdadero ser y esencia es lo que desea en el fondo. Despertar los deseos ocultos de las demás personas es una de sus especialidades y como cualquier mortal él no ha sido la excepción, sus manos, su fuerza, su coraje, solo confirman lo que ya sabe, por supuesto no ha medido con exactitud y le han pasado a fastidiar a media faena dejándola con unas malditas ganas que se ira a sacar en cuento la dejen a solas.
Desliza las manos por las mejillas de él besando sus labios por ultima vez antes de romper los hilos dejando que sus hermanos intervengan. Poniéndose de pie cubriéndose con la ropa que le ha quitado a su prometido, haciéndose a un lado deja que sus hermanos enfrenten a su futuro esposo -Creo que es exagerado eso de que se tenga que oficiar lo antes posible, no es que…- pero el mayor de los hermanos la calla ordenandole que se cubra mientras Evan se burla de ella por encima vez en el día. Les escucha debatir pero ella simplemente se viste mirando de reojo como Ivanov se cubre discutiendo con la cara roja de la furia. Los labios rojos se curvan mirando que aun no puede deshacerse de su dolorosa erección. Le dolerán los huevos si no se ayuda con una manita después de largarse de la casa.
Ella escucha atenta pero ante la sorna del Danes ella voltea sonríete -Si se me permite opinar, no veo la urgencia exesiba de “consumar” nuestro matrimonio a menos que mi futuro querido esposo desee terminar lo que se a comenzado hace un rato -sonríe mirando que sigue en las mismas, duro como un roble y agrega ante la incomodidad del mayor de los Carusos -Sin embargo ya manifestó que ese no es su deseo ni hay prisa alguno… Por otra parte. Si me importa querido esposo. TODOS saben que un matrimonio se consume hasta que el hombre derrama su semilla en su esposa demostrando que es viril y puede ofrecer descendencia a ambas familias. No querras que pongan entre dicha tu hombría y con ello el honor de tu familia- la sonrisa mas burlona que puede ofrecer es obcequiada al inquisidor -Si me permiten, debo arreglarme, no es adecuado que una joven “desente” este en este estado frente a su futuro esposo, ¿Qué diría la gente? Se armaría un escándalo- sonríe dejando la mas dulce sonrrasa y sarcasmo a los hombres -Permiso - y asi cual quitada de la pena sale por las puertas rumbo a las escaleras y su habitación. Necesita con desesperación correrse y sacarse las ganas.
Ahora cabe mencionar: La bastarda Caruso 1, el santurrón Ivanov 0.
***
CERRADO
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Aphrodite Caruso- Condenado/Hechicero/Clase Alta
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