Si quieres una esposa, tendrás que seguir mis consejos [Thoumas H.]

por **Rubí** Lun Nov 17, 2014 3:22 pm

El llanto aun lo escucho repetirse una y otra vez en mi mente, si por mi hubiera sido jamas me abría lavado las manos, claro eso hubiera sido realmente asqueroso si pensamos que había demasiada sangre y fluidos corporales jeje. Pero no seguiré pensando en eso, pues la dicha y alegría de traer un nuevo bebe a este mundo es una experiencia -suspiro ensoñada deteniendo mis pasos por el bosque- Es algo mágico, maravilloso, espectacular, y con cada palabra que mi cabeza piensa mi felicidad se infla mas y mas sintiéndome como una de esas hermosas aves que hay en el jardín botánico llamada pavo-reales. Muero por contarle a Thoumas la buena nueva. Una nueva gema a llegado a la familia.

Los arboles comienzan a menguar dejando el bosque atrás abriéndose paso a la explanada en donde alberga decenas de carrosas, un mercado improvisado, decenas y decenas de gitanas leyendo la mano y augurando el futuro de aquel que se dejara engatusar por la mayoría y en medio de aquel lugar alegre lleno de vida, estaba la gran carpa de circo gitano, en donde bailo desde hace unos meses teniendo un trabajo y algunas monedas a gastar a mi antojo.

Entre pequeños brincos que dan mis pies, sonrisas que regalo a mi paso mientras saludo con palabras igualadas llamando a cada uno por sus nombres llego a mi destino, la parte trasera de la carpa donde aguarda mi amigo de infancia. Thoumas. Mis ojos se abren enormes mirándolo con adoración, ensanchando la sonrisa como el gato rison de aquel libro que escuche contar a la rubia leer hace unas semanas en el orfanato, es como le recuerdo siempre con aquella melancolía, su inseparable violín y aquellos ojos hermoso llenos de misterio como el mar en una noche de tormenta y que decir de su cuerpo, un cuerpo que... detengo mis pensamientos, aunque sea gitana soy una señorita, eso siempre lo dicen mis hermanos.

Corro sin darme cuenta que me e aventado a sus brazos gritando su nombre como cada que lo veo -¡¡Thoumas!!- abrazada a su cuello con los pies volando, beso sus labios en un impulso descarado de aquellos que tanto me caracterizan y antes de que me rechace muerdo un poco su labio alejándome sonriendole como si acabara de besarme él por gusto propio -¿Adivina que?- mi mirada brilla mientras encojo los hombros a la altura de mi pecho con los puños cerrados -¡Fue niña! ¡Hay una nueva gitanita en la familia! ¡Le enseñare a bailar y a cocinar y a hacer un montón de cosas a mi nueva sobrina!- explico alzando las manos emocionadisima. Lo miro, no se si esta pasmado o asustado, asi que le tomo de la mano -Ven, ven hay que entrar- pido jalándolo mas a la de a fuerza que de gana llevándolo al interior de la carpa.

por **Mátyás/Thoumas Hendrick** Lun Dic 22, 2014 11:17 pm

Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene,
por un anfibio sendero
de cristales y laureles.

El silencio sin estrellas,
huyendo del sonsonete,
cae donde el mar bate y canta
su noche llena de peces.

Una fiesta en el campamento gitano, las flautas y panderetas sonando alrededor del fuego con las mujeres que danzaban, los aplausos y el corazón en gozo porque hace dos lunas había nacido un nuevo miembro de la caravana gitana, el circo estaba armonioso con las ancianas leyendo las manos y el patriarca que vigilaba de cerca a todos con una sonrisa muy amistosa, era una fiesta todo el lugar y sería así por un día más por lo que invitaron esta vez a un par de hermanos que viven algo alejados de la caravana, el patriarca los conoce bien desde su pasado, presente y quizás su futuro. Los dos hermanos llegan, uno de ellos rápido es hipnotizado por una bella gitana con la que baila mientras al otro los pequeños se le acercan a que entone una melodía con su violín dentro de la carpa lejos de la música alegre.

Las notas del viejo violín van dando vida con una sonrisa melancólica en los labios de Thoumas los pequeños danzan alrededor de él con sonrisas y aplausos, una melodía algo melancolita que se ve opacada por los cantos de los mayores, Thoumas se coloca a igual altura que los pequeños dándoles unas monedas en pago por no poder tocar como él sabía hacerlo, los pequeñines se alejan de él corriendo felices dispuestos a gastarse en dulces el premio recibido y antes de que él pudiera salir de la carpa del circo, unos brazos le rodean, tuvo que pararse en seco si no se caería con aquella pequeña jovencita que le abrazó.

Era una gitana, tan buena y dulce que siempre pasaba en el campamento ayudando a las mujeres a traer vida al mundo, una vieja amiga de infancia de cuando llegaron a aquella caravana pero la suerte los separo llevando a los dos hermanos a vivir lejos de ahí por el bien de todos, y ahora ella el robaba un beso, jamás le habían robado un beso así sobre todo por el hecho de que le mordió los labios, se sonrojó por completo negando un momento cuando se dejaba tirar de la pequeña gitana aún más adentro de la carpa –Rubi hola, años sin verte pequeña, espera, espera pequeña- por primera vez ríe tirando de la mano de ella para abrazarle cual pequeña hermanita a la que encuentra en años, y justo ahí entra el otro hermano –Y para mí no hay un beso así Rubi- se acerca codeando a Thoumas –Claro, claro es Thoumas el más lindo pero soy aún más guapo que él, o es que te gustan los tímidos Rubi- Thoumas le amonesta con un golpe en el hombro –Compórtate Mátyás, que no es otra mujer es Rubi, así que déjala en paz- la protege de su hermano aun con una risa, una verdadera sonrisa de felicidad, por vez primera él tenía algo que festejar en aquel momento, el estar en familia con su hermano y su amiga de infancia –Además Rubi es inteligente y no se iría contigo- se sonrojo por sus propias palabras negando ante su amiga y la risa de su hermano que se alejó con un ademán de su mano diciendo “adelante tortolitos follad si quieren”

por **Rubí** Lun Dic 22, 2014 11:21 pm

Un abrazo llega inesperado, un abrazo junto a su hermosa sonrisa que provoca algo cálido dentro de mi pecho cual fuego avivado, tórrido calentándome el cuerpo en gozo, alegría por su tacto y añoro hacia mi. Mátyás y sus irónicas palabras para molestar a su hermano lográndolo, me hace sonreír divertida; la relación que tengo con ambos hermanos es completamente contradictoria entre uno y otro, pues a Mátyás lo veo como un hermano, cómplice de fechorías, burlas y jugarretas mientras que a Thoumas... Por los dioses que es mi perdición, Thoumas tiene mi corazón, mente, cuerpo y alma en sus manos solo debe de pedir y yo estaré a sus pies. Suelto una carcajada negando pues esos besos y mis labios son solo y únicamente de Thoumas aunque el no quiera darse cuenta eso no me entristece, su felicidad es mi felicidad. Palabras en mi defensa y no reprendiéndome el atrevido beso que acabo de plantarle frene a unos cuantos provoca que sonreír aun mas siguiendo el juego de su hermano –Claro que soy inteligente –poniéndome de puntas sosteniéndome de su hombros digo con voz baja cerca de su oído –Porque me gustan los tímidos como tu –sonrió con la alegría palpitando mi corazón con fuerza en mi pecho. Miro a Mátyás sacándole la lengua con gesto gracioso sin soltar a Thoumas, pues aunque el es atractivo, no tiene aquello que me hace suspirar, delirar y fantasear cosas prohibidas con su hermano.

Suspiro deshaciéndome de sus brazos que todo aquel tiempo han permanecido en mi cuerpo.

Sin mas interrupciones lo jalo nuevamente dentro de la carpa, bailare para todos, en especial para él –¡Ven! ¡Ven! –pido mordiendo mis labios de forma picara mirándolo de frente al sujetarlo de la manga izquierda y el borde derecho de su pantalón atrayéndole a mi mientras camino hacia atrás –¿Me ayudas a cambiarme? –aun llevándolo veo a varios amigos que nos miran atentos, burlones, cuchicheando sobre mi comportamiento con mi amigo de infancia, nuevamente les saco a todos aquello la lengua y sonrió mirando a Thoumas, aparto algunos largos lienzos que sirven para improvisar una diminuta habitación en donde esta mis cosas –¿Me ayudas a aflojar mi corsset? –soltándolo me doy vuelta quedando de espaldas recogiendo mi cabello. Soy como una cabeza y media mas baja que el, es decir le llego al hombro y cada que lo beso debo tomar impulso y brincarle al cuello para tocar sus labios... exquisitos labios que toque hace unos minutos. –¿Thoumas? ¡Thoumas! ¡Thoumas! Me gusta pronunciar tu nombre –juego dándole distintas entonaciones –Puedo preguntar –dudo unos segundos –¿Es verdad que estas con una gitana? ¿Al fin has encontrado aquella predestinada a ti? Aquella que llena de dicha y alegría tu corazón –aguardo con el corazón latiendo desbocado, aguantando la respiración, una respuesta que ya se. Los cotilleos chismes y demás llegan siempre a mis oídos, puede que porque sea una de las hijas del patriarca de esta caravana, puede que sea porque ayudo a las parteras y ellas son realmente chismosas, o pude que sea porque aquí en el circo todos saben todo sobre aquellos que somos gitanos y no necesitas preguntar. Sin embargo yo no dejo de pensar en aquel que tiene las manos en mi mientras afloja los cordones, giro un poco mirándolo un instante aun sosteniendo mi cabello en alto.

por **Mátyás/Thoumas Hendrick** Miér Feb 11, 2015 11:29 pm

El viento otoñal llevando consigo notas antiguas, el dulce rostro de los niños marcados por sus lágrimas al ver a la hojas volar, que triste, que nostálgico como despiden a sus queridas hojas alejarse de ellos, las mismas que estaciones anteriores los guardaban del atosigante sol, ahora ellas se mueren lentamente dejando árboles tétricos con garras enormes cerca de los niños que juegan.
–Thoumas Hendrick–

La música en el aire contagiando a todos en risas y comentarios sobre una que otra nueva actividad o antiguo movimientos, los dos hermanos Hendrick se encuentran con una jovencita que parece más una polilla volando a la luz directa y dispuesta a quemarse en ella. Una luz equivocada con sendas de espinas y dolores ocultos. Thoumas, es el que niega con su cabeza las palabras de su hermano y la puesta en escena de él sobre la pequeña gitana que no es otra que una amiga de la infancia de ambos hermanos. Le regaña con un ligero golpe sosteniendo la mano de su amiga. Aquel beso dado o robado pero mejor lo toma con un beso entre fraternos, que le provoca una sonrisa la cual se ve opacada por el sonrojo y nerviosismo con el que la joven Rubí le susurra las palabras “gusto”, tanto es así su impresión que su viejo amigo, aquel violín cae abruptamente en el suelo haciendo que las cuerdas y apenas chillen.
Presurosamente trata de evitar que los viejos sepan lo que ha pasado, toma su violín de nuevo contra él como si ese viejo pedazo de madera lo pudiera proteger contra las mujeres. Aun siendo su amiga no deja de ser una mujer y muy bella ante la vista masculina tal como la desvestía Mattyas con la mirada a lo que Thoumas solo respondió entrecerrando sus ojos con la negación de “no puedes hacerlo”, su hermano solo se reía dejando a la mujer libre para que corra como el espíritu sin cadenas que era.

Thoumas no pudo siquiera decir palabra alguna cuando ya era llevado por la pequeña, quiso negarse y no moverse de su lugar al menos por varias horas cuando el color le haya vuelto al cuerpo y su alma al fin decida regresar. Pero todo nos exige acciones y momentos en los cuales se decide y este era uno de ellos; trató de pensar en la pequeña Rubí que conoció cuando ambos hermanos llegaron a la caravana de aquel viejo gitano que los recibió como hijos propios, en su mente estaba la pequeña con la que jugaba mientras aprendía a tocar el violín de sus padres de forma solitaria en el bosque, ahí estaba la misma niña que ayudaba a trepar por las frutas más maduras. Así se la imagino cuando estuvieron en aquella pequeña tienda.

Sus manos sudaban ríos de nerviosismo, su frente tenía el reflejo de su inquietud y su voz quebrada ante la petición de la pequeña –Y…yo…es…este…– niego dándose un golpe en la cabeza, como si con eso solucionará su disfuncionalidad de palabras –Rubí no creo que sea buena idea, este…ya sabes soy algo torpe con las manos en cuanto a ropa femenina se trata, porque no mejor me doy la vuelta y espero fuera de la tienda- una risa boba, más bien una risa de puro nervios al ver que la misma Rubí se alzaba los cabellos castaños y dejaba ver su piel con la tela intima, y más poro como decía el nombre de él en esa forma que lo alteraba aún más. La invitación de la joven no admitía negación alguna y cuando se movió para darle la espalda Thoumas enseguida dio un paso atrás haciendo caer algunas cosas a las que rápidamente trató de recogerlas –yo…lo…lo siento, déjame ordeno esto– acomodó todo para con todo el acopio de su fuerza y con ojos cerrados acercarse a donde estaba su amiga ayudándola a quitarse la ropa, cuando dejó las tiras flojas soltó abruptamente los cordeles dándose la vuelta para abrir sus ojos. Su rostro tenía un tinte rojo de vergüenza por haber tocado la espalda de la joven, incluso las manos le temblaban. –Yo no diría que tengo una novia Rubí, digamos que nadie ha podido comprenderme realmente, incluso pensé que ella podría pero no, al parecer esperan a un hombre como mi hermano ya sabes más seguro y decidido que a un idiota al que le tiemblan las manos cada vez que está cerca de una mujer– suspira pesadamente viendo sus manos como comenzaban a dejar de temblar poco a poco. –No es que no me gusten las mujeres, es solo que, no puedo hablarles y menos ser tan coqueto y pícaro o como dice Maty, tan directo y galante como ellas esperan, no es parte de mi– sonríe un poco pero con sus ojos aun en sus manos.

por **Rubí** Mar Feb 17, 2015 6:51 pm

Negativas, pretextos y nervios es lo que siento en todo el cuerpo de Thoumas, tristemente no es por mi en especifico ¡Dios, daría cualquier cosa porque solo mi presencia le pusiera en tan caótico comportamiento! Ser asa chica que no le dejara dormir por las noches, ser el objeto de sus mas obscuros pensamientos. Una imagen mental mía que: aprieta los muslos, morder mis labios y aplastar con los brazos mis pechos saboreando al hombre que con manos temblorosas desata los cordeles mucho mas rápido de lo que esperaba. Me quejo bajito por tener tan poco tiempo sus manos en mi, aleja las manos dejando floja la tela que aprisiona mi pecho. Suelto mi cabello y desato los faldones que cubren mis piernas sin mirarle aun –Tus manos no son torpes en nada, ni con la ropa femenina como dices – bajo todas las capas de tela que cubrían mi cuerpo escuchando tintineo y la tela rosar en golpe seco quedando desnuda de espalda a él. El frió se marca en cierta parte delantera y una traviesa idea se cuela en mi mente. Pego mi cuerpo a él mordiéndome los labios al aguantar la respiración deslizando las manos hacia enfrente para abrazarle –Solo necesitas practica, no te a costado tanto desatarme la ropa para quedar desnuda – dulce, bajo e incluso con una nota sensual recito las palabras intentando tentar a Thoumas y lo mas divertido es que se que no caerá. No lo veo como un reto, no, no, para nada pero ¿Quien podría afirmar que lo bueno se consigue fácilmente?. Muevo el torso de arriba a abajo frotando las endurecidas puntas de mis pezones en su espalda que emana calor. –Solo tu delgada camisa separa tu piel de mi piel – le aferro aun mas pegando mi cadera a el bajando las manos poco a poco hasta su vientre tragándome el gemido de sentir su duro torso –Y no te atrevas a salir corriendo Thoumas – gimo su nombre –Porque soy capaz de salir desnuda por ti – sentencio bajando mas las manos, por las caderas hasta su ingle derecha dibujando un pequeño circulo con el dedo.

Le suelto dándole la espalda yendo en busca de mi ropa mientras el pobre de mi amigo se calma. Si, le beso y le brinco encima y esas cosas pero nunca soy tan descarada con él. Un pequeño suspiro escapa de mis labios. Seguro es por la otra gitana de la que se habla aunque lo haya negado.

–Yo no dije que era tu novia – saco la falda llena de tintineantes cuentas respondiendo en un tono tranquilo como siempre –Dije que se rumorea y en verdad me haces sentir mal... porque... bueno no es que yo te entienda realmente... – me quedo callada. ¿Que te hace conectarte a ese nivel emocional con un hombre? asomo la cabeza mirándole, y regreso a lo mi ¿Donde habré dejado las escandalosas muñequeras? –Seguro y decidido lo es todo el mundo, es cuestión de enfoque – reprimo la misma carcajada de cuando dijo que toda mujer es desea un hombre como su hermano, hay por favor. –Te menosprecias Thoumas, no todas deseamos un prostipirugolfo que ande saltando de cama en cama, sin ofender. – se me ha pasado la mano en esa descripción pero es toda la verdad. Dejo de estar bobeando y me apresuro a cerrar la falda, me paso el torso de tela que me cubre los pechos y parte del torso sin abrochar. En mis tobillos hay muchas pulseras y por igual muñequeras adornan respectivas junto a parte de mis brazos. –Date vuelta... y no cierres los ojos ya estoy vestida – tomo su hombro y encontrándome con su mirada –¿Que paso con eso de que querías una mujer para ti, una esposa? ¿Y niños? ¿Y tu propia familia? Lamento decirte que los bebes se hacen entre dos y desnudos– descalza me subo a sus botas deslizando las manos por sus brazos hasta su palmas llevándolas hasta mi cadera, deslizando sus dedos por mi espalda hasta encontrar los pedazos de tela suelta que debe abrochar. Soltando sus manos agrego al sostenerme de sus hombros –Yo puedo ayudarte... pero debe ser nuestro secreto – muerdo su mentón siguiendo hasta sus labios. –Te enseñare... – Por los dioses, juraría que estoy lista para él.

por **Mátyás/Thoumas Hendrick** Mar Mar 24, 2015 8:17 pm

Canto de ave que llena los cielos, con el suave trineo de las mañanas cuando el sol sale, llenas mi alma de alegría la misma que en lágrimas se refleja y en melodías doy las gracias por aquel sentimiento, pero cuando estas abandonan mi cuerpo las aves callan y la luna se alza, una luna brillante y melancólica junto al sonido del silencio, un cruel destino para aquellos cuya vida está a unida a un violín.
–Thoumas Hendrick–

Aquella pequeña mirada bastaba para enrojecer a cualquier joven que frente a la dueña de esos ojos cálidos se mostraba. Los ojos de Thoumas se encontraban cerrados aun con su respiración agitada y sus puños ajustados, trató de mil manera no voltear o salir corriendo, conocía muy bien a su amiga y sabía que si ella se lo proponía todo lo que decía lo cumplía y no quería él ser el causante de una humillación pública por seguirle gracias a la timidez que representa el estar frente a una mujer, aunque ella era su amiga de infancia era una mujer que ganaba belleza y gracia a la mirada de los hombres “si tan solo fuera menos torpe y más valiente como mi hermano” pensó abriendo sus ojos pero fijados en el suelo; una ligera sonrisa apareció cuando en sus pensamiento la voz dulce de la joven lo irrumpe “será verdad, será verdad que no soy tan torpe” quiso voltearse pero cuando lo iba a hacer su cuerpo de detuvo congelándose completamente, paralizándose por completo.

La piel contra su piel, las manos de su amiga rodeándole y algo que se frotaba contra su espalda, aquella sensación le electrizó perdiendo el habla y la movilidad, se sentía como piedra, quiso reclamar y alejarse pero sus intenciones fueron predichas por su amiga, algo que no dudo que pasaría, la conocía muy bien mejor de lo que se podía imaginar –Rubí no– carraspeo negándose a girar –No huiré pero por favor po…pon…ponte algo de ropa o te…t…te…te resfriarás – tenía su rostro sonrojado y le temblaba las manos al terminar la frase justo cuando su amiga le ha soltado “que me pasa”su mente aún no está tranquila pero trata de aparentar el estarlo “piensa en otras cosas no en lo que sentiste, piensa en cascadas, hermosos prados con dientes de león volando al cielo y tu violín” su alma se calma junto a su cuerpo que retoma la movilidad, una que se interrumpe con las palabras de la jovencita.

–Novia– repite sonrojándose volteándose a donde estaba la dueña de aquella melodiosa voz escuchándole atento hasta que sus ojos se fijan en la silueta tras aquel biombo sonrojándose –Discúlpame yo– murmura con su corazón latiendo aprisa dándose vuelta hasta que esté ella vestida completamente –Rubí mi hermano es más seguro y atrae más mujeres que yo, mi música las aleja porque muestras sus verdaderas almas esa tristeza mientras que Maty muestra lo oculta sus mentes, ya sabes él es mente y yo corazón, un corazón que olvidan fácilmente– se ríe pasando la mano por sus cabellos –No he olvidado mis deseos de tener una familia pero ¿con quién? No quiero una mujer que solo me vea por esto que soy, quiero una mujer que toque mi alma que la entienda, quizás por ello no he ya sabes igual que Maty– nuevamente ríe negando “pero que estoy diciendo, si quizás Rubí y Maty ya…no” niega girándose mirando hacia el techo de la tienda –Sé que los bebes no nacen solos pero…– se sonroja hirviendo hasta el punto de comenzar a sudar frío.

Las mujeres son peligrosas, siempre se lo ha repetido su hermano incansables veces pero nunca lo creyó hasta que sintió las manos de aquella pequeña sobre las de él guiándolo a que le abroche nuevamente la ropa, su sonrojo creció expandiéndose por todo el rostro, tragó en seco de los nervios más cuando volvió a sentir la misma sensación extraña de hace momentos atrás –Rubí– murmura apresurándose a atar los hilos y botones de la ropa con el mismo nerviosismo –Me ayudarás ¿cómo?– baja la mirada pero sus ojos se van al escote de la chica y en los mismos segundos que le tomaron el ver sube la mirada nervioso –Quiero saber, quiero dejar de tartamuedear y ser tan tímido con las mujeres, quiero esa confianza que tienes tú y Maty, quiero aprender, prometo no decirle a nadie será nuestro secreto pequeña, pero dime como me ayudarás porque la verdad yo no…no…– el mordisco que sintió le arrancó las palabras –yo no soy bueno con las mujeres porque no he estado con ninguna no se ni besar Rubí– la miró a los ojos y su sonrojo creció, porque había confesado su secreto.

por **Rubí** Jue Abr 02, 2015 5:45 pm

Sus manos recorrerme la piel que se eriza calentándose al tacto de las manos masculinas vistiéndome aunque yo quiera arrancarnos la ropa y ... Hay dios, porque insiste en eso, me quita la inspiración. Dejo un casto beso en los labios de él sin cambiar de posición ni alejarme de sus labios –Lo primero que tienes que hacer es dejar de compararte con Mátyás, eso no ayuda en lo absoluto. Un corazón jamas olvida, es apasionado y los sentimientos que expresa suelen ser hermosos sean de la naturaleza que sean, pero eso depende de la persona, puede que necesites encontrar a la chica adecuada, ella volteara tu mundo de cabeza provocando que hagas cosas que jamas creíste poder hacer– cierro los ojos, con la respiración agitada, dejando que mis pechos se aplasten con suavidad con el duro y cálido pecho de él. Peleo conmigo misma internamente –¿Quieres que te diga como te ayudare o prefieres que te lo muestre? – acaricio sus hombros, deslizando hacia arriba tocando el inicio de su barba que me arranca gemido involuntario, mis dedos continúan su recorrido hasta su rostro hasta las cien –Cierra los ojos Thoumas – suplico gimiendo cada palabra acariciando su nombre, como si acabara de saborear una cucharada de dulce miel –Dices que jamas has besado a una chica, puede que no pero si que te han besado, yo lo he hecho hace un rato y por primera vez me e atrevido a morderte como muchas veces en mi sueños lo e imaginado – con el corazón agitado y los nervios a flor de piel me paro de puntas dejando que mi cálido aliento se mezcle con el de él frotando mis labios contra los ajenos entre cada palabra dicha –Te enseñare como le gusta ser tocada a una mujer, como debes besarle y aprisionarla entre tus brazos mientras la besas, tal cual lo haces en este momento – la diestra vuela a sus ojos para que permanezcan cerrados y la izquierda mantiene su brazo aferrándose a mi cuerpo –No pienses que soy yo, e dejado de ser Rubi y ahora mi cuerpo es tu violín, y mi voz son las notas que arrancas con tus ágiles y diestros dedos – siento su nerviosismo, sus temblorosas manos aun aferrándose, sus labios que pretenden decir sin lograr sus acostumbradas quejas. –Si deseas besarme puedes hacerlo – Casi puedo escuchar las notas de su violín, ir acelerándose en frenesí en busca de un poco de calma reconfortante para mi pobre amigo. Y si el no lo hace tengo que hacerlo, tengo que besarle, pero no uno de mis infantiles besos, un beso de verdad.

Notas enfervorecidas que aumentan en cada segundo, llenas de extraña tristeza constante e intensa, mas y mas, las cuerdas de otro violín se mezclan y –... Thoumas – susurro suplicante, mis labios separados se pegan a los de él... y las notas se silencian –Rubi, padre esta preguntando por ti. – empujo a Thoumas alentándonos, esa a sido la voz de Dorjan junto a los murmullos de Lorick –Son mis hermanos – las mejillas me arden, me giro en busca de los zapatos y si preguntar antes de salir de nuestro escondite le planto un piquito de beso antes de jalarlo del brazo mientras me pongo uno de los zapatos –Ya voy, un segundo – grito a mis hermanos, miro a Thoumas sonriendo –¿Tocaras para mi? ¿Para que baile para ti?... ¡AH! ¡tu violín! – le suelto, corro por donde hemos caminado terminando de ajustar el otro zapato regreso por mis pasos para tomar su violín y correr a su lado, entrego el valioso objeto en sus manos con sumo cuidado y corro fuera de la carpa del circo gritando que le veré un unos momentos.

Dirigiéndome a donde esta mi padre le brinco con los brazos abiertos, él me recibe, besa mi frente y ora una pequeña plegaria antes de desearme un feliz baile, no se porque hace eso. Enojo los hombros, beso su mejilla y corro cerca de la fogata que han encendido pegándome a Thoumas nuevamente, –Es mi turno... pero ¿Tocaran para mi después? o ¿Bailaran conmigo? tu puedes bailar con Jade Mátyás – ofrezco a mi hermana como cebo, bueno tiene la misma edad que ellos, y se sabe cuidar bastante bien. Los hermanos están reunidos y por alguna razón no me gusta esa sonrisa socarrona en los labios de Mátyás, algo sabe y presiento que no es porque Thoumas se lo haya dicho.

La música de inicio, mi cuerpo comienza a bailar junto al de mis hermanas mientras las palabras de Thoumas se repiten en mi mente una y otra vez: quiero una mujer que toque mi alma que la entienda; se que no soy esa mujer, pero se que si puedo ayudar a encontrar esa mujer... yo moriré de tristeza pero él, él sera jodidamente feliz y con eso me conformo.

por **Mátyás/Thoumas Hendrick** Vie Abr 24, 2015 9:10 pm

Dulce sonar del violín que entre notas tristes van tocando unas con mayor fuerza, el sabor del picante muere en las notas intermedias cuando la cuerda mayor se termina de rasgar pasando así a la tristeza, una que apaga todo, una que es tan fría como el invierno, la primavera se ha ido y ahora solo queda la soledad, tan fría que mata como las cuerdas y el canto del ave que no cesa.
–Thoumas Hendrick–

Nervios, tantos nervios se puede sentir como con la cercanía de un cuerpo femenino, uno que busca en todos los sentidos desorientar una cabeza que busca aferradamente un lugar solitario y vacío, que se esfuerza por no tener pensamientos impuros, todo por la causa de lo que representa aquella mujer. Las finas palabras acallan la mente él dejándole sin palabra alguna, solo puede asentir ante cada una de sus interrogantes, se siente como un tonto, un tímido y estúpido hombre. Su corazón palpita con fuerza que lo siente en su garganta a punto de terminar en el suelo, su cabeza le dice que no pero sus manos tiemblan aferrándose a la fina cintura de la joven, los labios le llaman, los ojos de ella cerrados y los de él también pero hace trampa y abre para contemplarla, la humedad de esos labios medios enrojecidos, se saborea sus propios labios dudando en hacer aquello que le ha pedido que haga, pero tiene que hacerlo, se convence de ello porque se lo ha prometido el “no negarse” durante las lecciones, y así las cree que ya son parte de las lecciones, pero le duele el pecho cuando la joven menciona sobre “los sueños”, en el silencio de su alma las medias y siente algo que le molesta, culpa y eso le lleva a dejarse llevar por la situación.

Cierra los ojos acercando los labios lento, aun tiembla por completo y el color se le ha ido del rostro pero una voz irrumpe en su mente, una voz y unas manos que lo alejan. Se ve en el suelo un poco confundido pero cuando vuelve a la realidad se ve salvado –Salvado por el otoño– ríe poniéndose de pie contemplado a su pequeña arreglarse y sonrojada, es la primera vez que la ve así, no miente, ya la había visto así pero nunca cuando esta de frente a él, la admira tan tierna y dulce que solo la sigue –Si Rubí si eso deseas tocaré para ti, daré el mejor show con mi violín y me aseguraré que los corazones más felices estén presentes para dar la mejor fiesta de todas. Siempre cumpliré tus deseos mi pequeña– se acerca a ella cuando el da el violín tomándole de la mano para dejar ese beso que no pudo dárselo en la frente.

Toma el violín entre las manos y cual rayo que parte los cielos las palabras de su amiga le llegan haciendo que se ponga aún más nervioso

No pienses que soy yo, he dejado de ser Rubi y ahora mi cuerpo es tu violín, y mi voz son las notas que arrancas con tus ágiles y diestros dedos
mi cuerpo es tu violín
mi voz son las notas que arrancas con tus ágiles y diestros dedos
mi cuerpo es tu violín
mi voz arrancas con tus dedos

La tensión se mostró evidentemente al tocar su violín y recodar las palabras que como eco le hacían mella en su mente, poco a poco fue tocando las cuerdas sintiendo la cercanía de su hermano que no paraba de verlo con el cinismo de “se algo” y sobre todo esa sonrisa en los labios como de orgullo por algo. Trató de alejar un poco a su amiga de todos, solo un poco de su padre y hermanos para que nadie sospechara de lo que ocurrí entre ellos –Rubí, muéstrame como tocar, como besar y como tratar a una mujer, quiero saberlo por por favor no se lo diagas a Maty ni a nadie también, no quiero que mi secreto de novato, ya sabes a que me refiero, se sepa por todos los campamentos– susurró las palabras evitando las miradas de todos por vergüenza. –Me has besado pequeña pero he sido tan torpe que no sé cómo responderlos, no sé qué hacer si estará bien lo que haré, no sé–.

–Las chicas bonitas me ponen muy nervioso– se sienta frente al fuego con el violín en mano que comienza a temblar porque no olvida las palabras de su amiga aun, siguen en él y eso le provoca más nervios el ver a su violín e imaginarse el cuerpo de su amiga y la situación en sí –Tocaré con ojos cerrados para que veas que es una melodía de mi corazón, espero que te complazca pequeña– a tono alto lo menciona cuando el padre de ella y los hermanos alzan las manos en saludo a él y su hermano, que se acerca a la hermosa gitana Jade a bailar.

por Contenido patrocinado

Si quieres una esposa, tendrás que seguir mis consejos [Thoumas H.]

Si quieres una esposa, tendrás que seguir mis consejos [Thoumas H.]

Re: Si quieres una esposa, tendrás que seguir mis consejos [Thoumas H.]

Re: Si quieres una esposa, tendrás que seguir mis consejos [Thoumas H.]

Re: Si quieres una esposa, tendrás que seguir mis consejos [Thoumas H.]

Re: Si quieres una esposa, tendrás que seguir mis consejos [Thoumas H.]

Re: Si quieres una esposa, tendrás que seguir mis consejos [Thoumas H.]

Re: Si quieres una esposa, tendrás que seguir mis consejos [Thoumas H.]

Re: Si quieres una esposa, tendrás que seguir mis consejos [Thoumas H.]

Re: Si quieres una esposa, tendrás que seguir mis consejos [Thoumas H.]