Una Mañana en el Bosque - libre

por **Melodie Aissaguer** Sáb Dic 06, 2014 6:52 pm

El cielo se encontraba encapotado, a pesar de estar en pleno verano. Aun así los campos verdes de las afueras de Paris y el bosque, llamaban la atención de Ciara. Amaba las afueras de la ciudad porque le recordaban las tierras de su infancia, Por eso decidido salir a cabalgar. A pesar de sentirse cansada luego de haber pasado una noche trabajando como voluntaria en el Hospital.

Decidió pasar de camino por el orfanato, de solo pensar en ese lugar, su cuerpo se estremeció, porque era un lugar tétrico, colmado de sufrimiento. Ciara calificaba ese sitio como el lugar donde las familias pudientes, abandonaban los frutos del pecado, como la sociedad llamaba a los niños nacidos fuera del sagrado matrimonio. Allí tras pagar por el ingreso de la criatura, se sentían libres de pecado ya que lavaban así la deshonra de sus hijas. También era el sitio que el gobierno utilizaba para dejar a buen resguardo, todo pequeño huérfano de familias en situación de desamparo. Sentía, que era su deber devolver un poco de atención y consuelo a esos niños. Por todos los hijos que ella se negó a concebir. Recordó su pecado – así lo sentía, porque aunque jamás hubiera tenido un aborto, había usado todo método que llegaba a sus manos con tal de no permitir que aquella criatura pasara por el calvario de ser hijo de aquel despreciable hombre que fuera su difunto marido - . y aunque no fuera culpable en realidad de ofensa alguna, le dolía el alma aquellas antiguas decisiones, de allí la necesidad de devolver con acciones y aportes económicos, un poco del amor de madre que se había negado a dar.

Luego de pasar por el orfanato, dejar las provisiones, tomó el camino al bosque, allí se dedicó a inspeccionar unas plantas, algunos frutos y flores que se podían usar como remedios caseros, no eran muy bien vistos por los médicos, pero eran accesibles para la gente menos pudiente y ella estaba decidida a encontrar la forma de ayudarlos a pesar de sus limitaciones.

por **Lobo** Mar Dic 09, 2014 5:38 am

La noche no había sido la mejor que pudiera desear ningún hombre. Su cuerpo aun estaba terminando de sanar las heridas que aquellos tipos habían dejado sobre su piel, simplemente porque a su ama le había resultado divertido dejar que un grupo de vampiros lo usaran como su juguete particular aquella noche. Las marcas de dientes, de garras, de golpes, poco a poco iban sanando, pero él se seguía sintiendo igual por dentro, las heridas emocionales eran las que perduraban durante más tiempo. Había corrido a refugiarse en el bosque después de cumplir con las órdenes, tenía un rato libre y lo aprovecharía para respirar un poco de libertad, aquello que a su hermana se le negaba.

Había encontrado un pequeño riachuelo salido de a saber dónde, pero el agua estaba limpia, así que la usó para poder lavarse, y así al menos sentirse un poco mejor. Se frotó bien donde ya solo iban quedando cicatrices, dejando sus escuetas prendas a un lado. Estaba tranquilo hasta que escuchó los cascos de un animal acercarse. Frunció el ceño y metió sus ropas bajo un arbusto, cambiando luego lentamente hasta adquirir su forma animal de lobo, aquella en la que más cómodo se sentía cuando su alrededor era el bosque.

Despacio avanzó rodeando un árbol, viendo entonces a una mujer que cabalgaba a caballo y que se acercaba demasiado a su posición. Se relamió y alzó la cabeza, dejando escapar un aullido de advertencia que puso al corcel de lo más nervioso. Pretendía que se diera la vuelta y se marchara, pero al parecer había dado con un animal asustadizo, porque no tardó en comenzar a revolverse, alzándose sobre sus patas traseras para tirar a la jinete y poder salir corriendo.

Off: Con permiso (:

por **Melodie Aissaguer** Vie Ene 23, 2015 5:23 pm

Cada vez más cerca del riachuelo se encontraba, cuando unos ruidos cercanos a la orilla del camino comenzaron a poner nervioso al caballo, - soo…sooo… vamos pequeño – intentó calmar al animal, como si éste se tratase de su pequeño y asustadizo “bombon”, un poodle diminuto que solía acompañarla en sus paseos por la Plaza Tertre. Pero aquel caballo, ni era un perro, ni lograba calmarlo. Muy por el contrario, aquel animal, tenía una alzada que constituía un verdadero peligro, si por casualidad caía de la montura o si alguno de sus pies quedaba enganchado en los estribos. Cerró los ojos y se aferró del cuello del brioso animal. De solo pensar en terminar sus días como un montón de girones de telas y carne desgarrada, no paraba de temblar, - o vamos, mi suerte no puede ser tan funesta – se quejó.

En esos momentos el animal se paró en sus dos cuartos traseros. Ciara literalmente quedó, por un momento, colgada del cuello del animal. Pensó que allí terminaría su vida, pero para su suerte, se soltó en el momento exacto, rodó cayendo desmadejada entre unos arbustos. Por un instante perdido la conciencia, cuando por fin se pudo incorporar con dificultad, sosteniéndose de un tronco rugoso, pudo contemplar como su cabalgadura se alejaba al galope, como si hubiera descubierto un peligro, - magnifico, lo que me faltaba, quedarme aquí… en mitad de un bosque y sin forma de saber para donde debo ir - dijo en voz alta mientras soltaba un grito de amargura por su mala suerte, - maldición ¿puede empeorar la situación un poquito más? – susurró, con ironía, como si estuviera reprendiendo a su destino.

Ocupada en tratar de adecentar su apariencia y comprobar que su pierna derecha no tenía más que un leve rasguño, no se preocupó del ruido de los arbustos, un sonido que cada vez estaba más cerca de ella. Cuando levantó la vista y la fijó en el ser que desde el camino la contemplaba, su sangre se heló, - maldita lengua mía – susurró.

disculpas:

por Contenido patrocinado

Una Mañana en el Bosque - libre

Una Mañana en el Bosque - libre

Re: Una Mañana en el Bosque - libre

Re: Una Mañana en el Bosque - libre

Re: Una Mañana en el Bosque - libre