AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Macabre jeu [Jarko]
Página 1 de 1.
Macabre jeu [Jarko]
1, 2 La parca esta aquí
3, 4 aviéntale la calavera
4,5 ¡La fobia te sujetara!
6,7 Debes tener miedo porque viva no estas…
3, 4 aviéntale la calavera
4,5 ¡La fobia te sujetara!
6,7 Debes tener miedo porque viva no estas…
¡Tiene miedo! Corría como si la noche se fuera, la tristeza del cielo se abre como una boca queriendo devorar a la demente, su corazón consumado por el llanto de una pequeña muñeca deteriorada, perseguida por el sombrerero a quien cada vez que le liberaba de su jaula salía huyendo. Ya su cabeza enferma no cabía para otra pesadilla, así como en el cielo escapan las estrellas de que alguien se las pueda robar. Sin embargo en sus ojos una pregunta existe, pero no sabe formularla, solo la ironía y la demencia comprendía.
Gritando con diversión, gritaba de miedo y de alegría, saludaba a la agonía de un correr, su autor la embelleció de un vestido negro, unos botines cual pequeña se reflejaba dulce con esas medias, era realmente hermosa, su finura detallada con el brazo de su autor, parecía un regalo para la naturaleza, representando ese moñito pequeño en su cuello, sosteniendo entre sus manos esa calavera que el sombrero le obsequio para asustarla, realmente le daba pavor pero se aferraba a ella, necesitaba sentir su corazón en lo que sus cabellos largos eran acariciados por esas manos friolentas, apenas descarmenados fue que en ese momento logro escapar. ¿Quién podría pensar que esa pequeña posee la muerte? Caía sobre la vida misma, muestra como una muñeca neurótica tiene una humanidad distorsionada.
Pero un vacio inerme y radica a su alrededor, su templo recibe las oleadas del viento, demasiado silencioso, desvanecía el ritmo hasta emprender paso por paso, sujetando a la calavera, suplantando la muñeca decapitada que le fue arrebatada, observando a su alrededor, en unas horas ya había perdido el camino y ella solo seguía corriendo, presintiendo una soledad repleta, el paraje era solitario, parecía abandonado, suciedad por todas partes, esa pestilencia de viejo y la putrefacción de animales que se arrastraban donde haya humedad, ¿Qué era ese lugar? Y en sus ojos se destellan las lágrimas, una infinita tristeza se transformaba en miedo, alertándose de un sonido, no sabía que era y corrió a esconderse en un edificio derrumbado, parecía una casa y detrás de unos barriles se sentó, abrazándose a sus piernas y la calavera a un lado.
Sus ojos se cerraron con fuerza, el mal se acercaba, presentía un terror, su corazón pronto dejo de escuchar, sus manos entraron en un temblor junto con su demás templo, negaba varias veces ya que en su interior solo dominaba el pánico. ¡No, escalofríos! Su respiración se agita, sus dedos son removidos y el aleteo de un ave se asemeja, ya está cerca, lo siente y enfrente de ella un cuervo negro se posa, camina picoteando el suelo, hace la muñeca señas de que se callara, había peligro, y esa ave se puso encima de la calavera…¡NOOO! ¡Aclama escuchar el latir de su corazón! ¡NOO! La pesadilla aun continua! ¿Sera el sombrerero que la ha encontrado? ¿Milo descabellado porque no se puede escapar de el? Entornando un laberinto su mente, se queda petrificada con su sufrimiento, las lagrimas no dejan de deslizarse de sus orbes, que ya no se siga acercando, que se aleje porque conocer a la muerte le aterra, demente muñeca que trata de guardar silencio.
Invitado- Invitado
Re: Macabre jeu [Jarko]
No, no estaba para nada feliz. Había salido de discutir con mi hermano por su estúpida desaparición por ir tras las faldas de una mujer. Aquella murió en el viaje y a mí no me afectó en lo absoluto ¿Por qué habría de hacerlo? Estaba acostumbrado a que mi hermano cambiara de pareja constantemente y que pasara de una histérica a otra en apenas un parpadeo. Quizás él se sentía mal, pero parece que lo iba a superar pronto porque de regreso había traído consigo a su gemela.
Lo cierto es que yo no tenía nada que hacer en esa mansión en la que vivimos desde que llegamos a París. Akseli se había largado sin dejar rastro y me había dejado en la completa ignominia con respecto a su paradero. Y Lanna, jaa, Lanna era igual a mi hermano pero con una necesidad de atención que ya me tenía harto. Se suponía que debía servirnos en silencio, pero al contrario de lo pactado, permanecía cuestionándome y quejándose de lo mal que yo la hacía sentir, de lo ignorada que la mantenía e incluso de lo frío que la trataba. Pero no podía hacer nada, su sangre me tentaba en demasía y si flaqueaba en mi trato con ella, me sería imposible resistirme y terminaría alimentándome de ella sin poder detenerme.
Caminé durante mucho tiempo, recorriendo cada calle parisina a mi antojo hasta encontrar una presa que se me antojara. Pero mi enojo era tal que no veía a nadie lo suficiente y continuaba “barriendo” la ciudad como si cada paso pudiera despejarme de la ira. Pero yo sabía que no era posible y que sólo la sangre o el asesinato podrían otorgarme la estúpida y temporal catarsis que necesitaba. Los prostíbulos eran buena opción, pero no era sexo lo que quería, sino sangre en mis manos, sin importar más. Fue entonces cuando la vi, una especie de vampiro vestida como una muñeca que abrazaba una horrenda calavera como si fuera su muñeca. Era una escena tétrica para cualquiera que se la cruzara, era como un pequeño demonio que corría como si la persiguiera una parca que sólo existía en su cabeza. Y viéndola, aspiré su olor para ubicarla mientras la seguía con calma.
No tenía necesidad de seguir a nadie, pero la curiosidad creció en mí tan poderosamente que supe que mi don del rastreo sería útil para ubicarla a ella, a la inmortal que actuara como fantasma sin rumbo pero con un temor que no podría describir.
Sus pasos me llevaron a un edificio en ruinas -como era lo más predecible- y yo avancé abriéndome paso entre zancadas casi mudas hasta que alguna piedra rodaba en el impacto. Abrí mi mente, mis sentidos y así escuché el caos de su cerebro ¿Por qué la había seguido? Si ella estaba loca, como todas a las que alguna vez seguí, sólo terminarían provocando más en mí algún sentimiento difícil de controlar. Pero aun así no pude detenerme y observé como se veía aterrada por el cuervo sobre su calavera. Solté una risa, una seca, corta, pero burlona y grosera al mismo tiempo — ¿Qué demonios te pasa? Levántate de ahí— ordené con más gracia que mando, buscando que aquella frase imperativa me mostrara más luz acerca de ella, a quien llamaría pequeño demonio por lograr en mí esa extraña impresión.
Lo cierto es que yo no tenía nada que hacer en esa mansión en la que vivimos desde que llegamos a París. Akseli se había largado sin dejar rastro y me había dejado en la completa ignominia con respecto a su paradero. Y Lanna, jaa, Lanna era igual a mi hermano pero con una necesidad de atención que ya me tenía harto. Se suponía que debía servirnos en silencio, pero al contrario de lo pactado, permanecía cuestionándome y quejándose de lo mal que yo la hacía sentir, de lo ignorada que la mantenía e incluso de lo frío que la trataba. Pero no podía hacer nada, su sangre me tentaba en demasía y si flaqueaba en mi trato con ella, me sería imposible resistirme y terminaría alimentándome de ella sin poder detenerme.
Caminé durante mucho tiempo, recorriendo cada calle parisina a mi antojo hasta encontrar una presa que se me antojara. Pero mi enojo era tal que no veía a nadie lo suficiente y continuaba “barriendo” la ciudad como si cada paso pudiera despejarme de la ira. Pero yo sabía que no era posible y que sólo la sangre o el asesinato podrían otorgarme la estúpida y temporal catarsis que necesitaba. Los prostíbulos eran buena opción, pero no era sexo lo que quería, sino sangre en mis manos, sin importar más. Fue entonces cuando la vi, una especie de vampiro vestida como una muñeca que abrazaba una horrenda calavera como si fuera su muñeca. Era una escena tétrica para cualquiera que se la cruzara, era como un pequeño demonio que corría como si la persiguiera una parca que sólo existía en su cabeza. Y viéndola, aspiré su olor para ubicarla mientras la seguía con calma.
No tenía necesidad de seguir a nadie, pero la curiosidad creció en mí tan poderosamente que supe que mi don del rastreo sería útil para ubicarla a ella, a la inmortal que actuara como fantasma sin rumbo pero con un temor que no podría describir.
Sus pasos me llevaron a un edificio en ruinas -como era lo más predecible- y yo avancé abriéndome paso entre zancadas casi mudas hasta que alguna piedra rodaba en el impacto. Abrí mi mente, mis sentidos y así escuché el caos de su cerebro ¿Por qué la había seguido? Si ella estaba loca, como todas a las que alguna vez seguí, sólo terminarían provocando más en mí algún sentimiento difícil de controlar. Pero aun así no pude detenerme y observé como se veía aterrada por el cuervo sobre su calavera. Solté una risa, una seca, corta, pero burlona y grosera al mismo tiempo — ¿Qué demonios te pasa? Levántate de ahí— ordené con más gracia que mando, buscando que aquella frase imperativa me mostrara más luz acerca de ella, a quien llamaría pequeño demonio por lograr en mí esa extraña impresión.
Jarko Nygard- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 158
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Localización : Helsinki, Finland
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Macabre jeu [Jarko]
Vesania de la muñeca de los cuervos...
Allí en lo oscuro, el tormento de su fobia estaba aniquilando el pensar ya que se transforma en una metrofobía, sus trastornos riman, se asemejan a una estrofa espantosa y anormal permanece. ¡Frío! ¡Tiritera pavorosa!El pájaro negro le mira fijo y esos orbes le petrifican, ella parece un tímpano de hielo, todo quedo en pleno silencio hasta resonar esos pasos, muy tenaz, presionando con fuerza sus piesesitos, ¡Pak, pak, pak!Se imagina las posturas de los zapatos, gruesos y con despliegues paulatinos, un caos de suspenso, ¡Tiene que ser él! ¡Maldito milo descabellado! ¡No, No! Pronto, muy pronto se acerca, huele a malicia, la peste reinaba el aura, existiendo una muda desesperación, porque dicen que está loca, ¿Lo está? ¡No, Ella no lo está!Porque solo está dormida en un dantesco paraje; se destruye su poca cordura si es que un día llego a poseer, no está demente por asustarse de esa presencia, ni ciega por el cosmo de sombras que trasluce su mirada y las palabras que el silencio alerta cuando ella inverosímil hablara.
¿Quién eres? Intentaba expresar con el atuendo disparatado pero fue utópico, no produjo alguna palabra más que el grito atronador— ¡Ahh! ¡Ahh...h! —Se cubre los oídos, posando la cabeza en las rodillas y se mece, cual poseída niña aniquilando el mirar, haciendo un coro con esa sinfónica risa que para la muñeca solo era una letra mas — Ellos siempre descontentos, me quieren matar, mi booom, booom, no hace booom, ¿Por que, por que no se callan? —no es que ande cuerda, la psique le persigue, aquella calavera danzante le causa pánico. Musitando al viento que se asemeja a esa muerte, siendo esclava de ese encuentro que no parece ser pesadilla sino es la cruda realidad aunque no lo comprenda... — ¡No es real, no es real, que el cuervo aletee o que la calavera hable si esto es real— ¡Condenada le dijeron, y solo ella pedía libertad dentro, leal es a su trastorno, la locura persiste en abrazarle eternamente, siendo un reflejo del espejo de su mente!
Y con la absurda posición, de repente el cuervo emitió un sonido turbador pero no era temor por el ave, ama a la naturaleza a pesar de su condición, adora a los animalillos aunque padezca de comprensión— ¡Vete, el cuervo te comerá!... ¡Retrocede, dice que en vez de ese cráneo, tu cabeza sera!— desquiciado sonar, tétricas y temerosas palabras desprendidas con un engaño que solo los locos sabrían.— ¡Cállate, no me sigas mirando!... ¡Que no me sigas mirando! — Aquel rostro escondido entre sus rodillas, presionando con un deje de fuerza las palmas hacía los oídos, negando consecutivamente hasta que en un instante se quedo petrificada, inmóvil, viendo hacia el frente y se apodero de unos enormes y siniestras pupilas; oscuridad, miseria, odio presentía pero, ¿Como ella sabría tal aberración? No tiene idea de lo que hace y observa, solo se ató a ese cuervo y le ordeno que atacara a la muerte, fue que desplegó sus negras alas y voló hacia el, enfocando el pico que con amenazas atacaba obligandole a retroceder.
¡Truak, truak!Violento picotea esa carne, no es por el vino, ni por la agonía, era simplemente enfocar la fobia de la muñeca a su esencia, a su esquelético templo que ya demasiada tortura tiene con ella misma aún perdida en el limbo de una cuerda floja. Y mientras el pájaro actuaba al control de la muñeca la calavera era acariciada por la sedosa piel de sus manos, plasmándose sin ningún parpadeo en la batalla por escuchar ya un desmembrado corazón y la maquillada sonrisa diabólica que goza por aferrarse a su latir...¡No esta muerta!¡No lo esta! ¡Es la muerte que lo silencia y es por ello que la corre!
Invitado- Invitado
Re: Macabre jeu [Jarko]
Si hago memoria, jamás me cruce con criatura tan extraña como la que tenía delante de mis ojos. Lucía como una niña perdida, pero como esas que dicen que ven los mortales justo antes de morir, como si aquello fuera una monstruosa representación de la muerte que los abriga con todo menos con calma. Como esas sacadas de las historias de terror que se cuentan los humanos para aterrorizarse entre ellos por mero masoquismo.
La escuché gritar mientras me acercaba en silencio y con el ceño fruncido. La vi cubrirse los oídos y mecerse como una demente, de modo literal, y aun así seguí avanzando, llevado por el deseo de descubrir que era lo que realmente le sucedía. Sobre todo porque en miles de años, nunca vi un vampiro realmente esquizofrénico. —Boom te está haciendo la cabeza— musité sin entender absolutamente nada, hasta el punto que mis ganas de reír empezaban a volverse incontenibles. Quizás era cruel, sí, sobre todo considerando que ella pedía que se callaran. No sabía de quienes hablaban, porque todo estaba en silencio, pero eso era la mayor prueba para notar el desequilibrio mental que tenía aquella chica con la apariencia típica de los países de oriente. —Los cuervos aletean, listilla, como cualquier ave— dije entre sonrisas que pronto se convirtieron en una burlona carcajada.
— ¿Qué el cuervo me comerá, dices? — pregunté con ligera sorpresa y miré al cuervo que en efecto estaba en ese lugar, observando sin comprender nada tal como yo lo hacía, pero atraído hacia la muerte como era normal en su naturaleza. Lo atraía el lugar, la chica, su juguete. Todo en conjunto era una espantosa mezcla que ahuyentaría a cualquiera que estuviera en sus cinco sentidos. Menos a mí, porque si atraía a la locura, seguramente era porque también yo mismo estaba loco. Aunque no en la misma proporción que ella, claramente —Mira esto— me acerqué al animal y cuando él pretendió atacarme, lo tomé en pleno vuelo entre las manos, sin presionarlo demasiado pero sin dejarlo tampoco en libertad. El ave no había sido más rápida que yo y se hallaba apresada entre mis manos. Su pico se clavaba en la piel de mis dedos de forma inútil y en algún momento pareció comprender que no tenía sentido y se detuvo, quedándose inmóvil, casi entendiendo que su pico poco lograría contra aquella piel que se asemejaba al mármol y cuya dureza sobrepasaba su propia fuerza. —Aquí está el animal que dices entre mis manos. Tómalo tú, abre las manos y agárralo— dije acercándome a ella e inclinándome justo al frente. Y no lo hacía así por ser amable. Lo que realmente estaba haciendo era acercarle su propio horror a la cara, como si pretendiera que el cuervo tuviera la facilidad de arrancarle los ojos, si es que yo no le arrancaba la lengua primero por todo su drama.
—Estás demasiado demente para ser un vampiro. Hasta ahora conoces algo de la muerte, pero quizás yo pueda presentártela toda— le susurré, sin sonrisa alguna en mis labios y con ganas de destrozar el cuervo, el cráneo de su muñeca y luego, el suyo propio.
La escuché gritar mientras me acercaba en silencio y con el ceño fruncido. La vi cubrirse los oídos y mecerse como una demente, de modo literal, y aun así seguí avanzando, llevado por el deseo de descubrir que era lo que realmente le sucedía. Sobre todo porque en miles de años, nunca vi un vampiro realmente esquizofrénico. —Boom te está haciendo la cabeza— musité sin entender absolutamente nada, hasta el punto que mis ganas de reír empezaban a volverse incontenibles. Quizás era cruel, sí, sobre todo considerando que ella pedía que se callaran. No sabía de quienes hablaban, porque todo estaba en silencio, pero eso era la mayor prueba para notar el desequilibrio mental que tenía aquella chica con la apariencia típica de los países de oriente. —Los cuervos aletean, listilla, como cualquier ave— dije entre sonrisas que pronto se convirtieron en una burlona carcajada.
— ¿Qué el cuervo me comerá, dices? — pregunté con ligera sorpresa y miré al cuervo que en efecto estaba en ese lugar, observando sin comprender nada tal como yo lo hacía, pero atraído hacia la muerte como era normal en su naturaleza. Lo atraía el lugar, la chica, su juguete. Todo en conjunto era una espantosa mezcla que ahuyentaría a cualquiera que estuviera en sus cinco sentidos. Menos a mí, porque si atraía a la locura, seguramente era porque también yo mismo estaba loco. Aunque no en la misma proporción que ella, claramente —Mira esto— me acerqué al animal y cuando él pretendió atacarme, lo tomé en pleno vuelo entre las manos, sin presionarlo demasiado pero sin dejarlo tampoco en libertad. El ave no había sido más rápida que yo y se hallaba apresada entre mis manos. Su pico se clavaba en la piel de mis dedos de forma inútil y en algún momento pareció comprender que no tenía sentido y se detuvo, quedándose inmóvil, casi entendiendo que su pico poco lograría contra aquella piel que se asemejaba al mármol y cuya dureza sobrepasaba su propia fuerza. —Aquí está el animal que dices entre mis manos. Tómalo tú, abre las manos y agárralo— dije acercándome a ella e inclinándome justo al frente. Y no lo hacía así por ser amable. Lo que realmente estaba haciendo era acercarle su propio horror a la cara, como si pretendiera que el cuervo tuviera la facilidad de arrancarle los ojos, si es que yo no le arrancaba la lengua primero por todo su drama.
—Estás demasiado demente para ser un vampiro. Hasta ahora conoces algo de la muerte, pero quizás yo pueda presentártela toda— le susurré, sin sonrisa alguna en mis labios y con ganas de destrozar el cuervo, el cráneo de su muñeca y luego, el suyo propio.
Jarko Nygard- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 158
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Localización : Helsinki, Finland
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Macabre jeu [Jarko]
Está la llama inmóvil, congelada: noche de escarcha es ya mi aldea un sueño en un viaje… ¡Ave de paso!
Al oscurecer la vista, las voces resonaron como eco, no es el grito del cuervo, ni es el chillido de la muñeca, son los espíritus del mal que renacen de las plumas del pajarraco, melodía que perturba la mente, esta intranquila la demente, ni su propio temblor le salva de ese paraje que relucía un descenso, desmoronándose el corazón, muriendo, está ya muerto su corazón y es que por eso se aferra al destierro de ese ser que le arrebato el latir de su rubí, de ese amado corazón. —¡Cállate, cállate…cállate! —Ya muy pronto se diseco la agonía, el cuervo había atacado y llovía soledad convirtiéndose en terror aquel alejamiento, observo como demando el insecto movible, y sus ojos se agrandaron como los de un sapo perdido.
Se desvaneció la sombra de la muñeca, desmembró los hilos que tejió en el cuervo, y dejo que actuara por su libre albedrío porque sus lágrimas pronto fueron derramándose, fue el licor que necesitaba para alimentar al cuervo, al ver que preso quedo en la mano de esa monstruosidad, sin percatarse estaba deslizando dos dedos hacia los ojos del cráneo cadavérico, enmascarando lo que es incomprendido, elevándose que se halla de pie, con un odio irracional, amenazando su enfado aunque ella crea que es normal. —¡SUELTALO! ¡SUELTALO! —siameses gritando la euforia del dolor que padece ese cuervo, a ella le clavan esos dedos que sujetan al ave, ella siente el miedo, la muerte ahorcándole.
Y cuando este le ofreció al ave, ella de inmediato, porque no había razón alguna, extendió su pequeño brazo y con la palma espero que le fuera entregado, sin prestar atención a sus palabras, acaricia el cuerpecito del animalillo y le besa, dejando que volara lejos…
—¡No quiero escucharte, vete, que te vayas! —Al menos alguien pudo escapar, pero la muñeca se protegía con el cráneo, como si esos huesos le servirían de escudo contra esa bestia. —¡No quiero, aléjate, solo pido que des vuelta y te largues! — Lo vislumbra pisando las calaveras, creyéndose rey de la miseria, ella por instinto se avienta contra él, como solía hacerlo con su creador cuando le torturaba, apoderándose de esa cabeza, pasando a ser ese un nuevo cráneo para presionar. —¡MIRAME...MIRAME! —inconsciente demanda, teñidas esas pupilas del carmín, emergiendo la persuasión, pensando en que si no se iba, podría pedirle que le trajera un corazón se lo implantara, una idea descabellada para una absurda niña que ni comprende que es ser un vampiro o que es lo que ejecuta para sobrevivir. —¡QUIERO UN BOOM…Y LO QUIERO YA! —la última demanda forjo, aferrándose como puede a él, contando entre acertijos mentales un deseo que quizás será su último por desgarrar.
Invitado- Invitado
Re: Macabre jeu [Jarko]
En teoría, o para los ojos de cualquiera, era una niña, extraviada y desquiciada pero niña al fin y al cabo. Aunque su apariencia no engañaba a la dureza de mi carácter y sentí deseos de destruirla como el mejor remedio a sus propios males y a los que pudiera causar a otros. Ella era un desastre de algún idiota que se le ocurrió convertirla en vampiro ¿Qué tanto le había pasado para que se comportara así? No pensaba averiguarlo, pero tampoco quería soportarlo durante demasiado tiempo, menos aun cuando sentí que ese “Cállate” fue dirigido hacia mí y realmente me molesté. No obstante la miré desde arriba, desde mi metro ochenta y seis de estatura que no era poca cosa y menos aún comparado con la soberbia que solía caracterizarme, y la analicé con la ceja enarcada, esperando que hiciera algo que me llevara a inmovilizarla por las malas y detener el fluir de la sangre en su cerebro atrofiado.
—Primero tienes miedo del cuervo y ahora gritas que lo suelte. Puedo hacer ambas cosas, oprimirlo hasta que muera y luego soltarlo, dejarlo caer para que lo conserves como el cráneo que llevas contigo, pequeña desquiciada— respondí de mala gana, presionando apenas los dedos en el animal para que desesperara y perdiera energía de a pocos, sin morir todavía. Sin embargo creí ponerla a prueba al entregarle el animal y lo deposité débil en la palma de su mano una vez se hubo puesto de pie. Quise destrozarlo frente a ella, obligarla a beber su sangre aún tibia y no permitirle siquiera rechistar nada. No así sencillamente la miré, buscando una actuación que la cubriera de locura y que ocultara algo realmente más profundo. Pero lamentablemente no fue así, lo supe cuando la vi besar al alado que se fue en cuanto tuvo ocasión de hacerlo. Justo como debió hacer ella.
Se abalanzó contra mí de pronto, como un cachorro furioso que no distingue un perro de un lobo y cree que todo son juegos. Y me quedé inmóvil, permitiéndole chocar su pequeño cuerpo contra la dureza que había adquirido el mío y que permanecería inalterable pese al torpe choque. — ¿De verdad crees que puedes hacer algo contra mí? — susurré burlón todavía, moviéndome, yendo a pasos lentos tras de ella como si pretendiera acecharla y hablándole en un tono bajo y amenazante al oído. Había leído su mente, era un caos y yo jugaría con ella hasta llevarla al límite —Estás muerta y el corazón que quieres no latirá jamás en tus manos. Corre ahora, busca alguien y aliméntate. Y baja la voz, no querrás que te escuchen y vengan por ti ¿No es así? — cuestioné a su oído, aún inclinado desde atrás hacia ella, girando la carta que ella antes gritara con desespero ¿Quiénes eran “ellos”? su pellejo era salvado por mi temporal curiosidad.
—Primero tienes miedo del cuervo y ahora gritas que lo suelte. Puedo hacer ambas cosas, oprimirlo hasta que muera y luego soltarlo, dejarlo caer para que lo conserves como el cráneo que llevas contigo, pequeña desquiciada— respondí de mala gana, presionando apenas los dedos en el animal para que desesperara y perdiera energía de a pocos, sin morir todavía. Sin embargo creí ponerla a prueba al entregarle el animal y lo deposité débil en la palma de su mano una vez se hubo puesto de pie. Quise destrozarlo frente a ella, obligarla a beber su sangre aún tibia y no permitirle siquiera rechistar nada. No así sencillamente la miré, buscando una actuación que la cubriera de locura y que ocultara algo realmente más profundo. Pero lamentablemente no fue así, lo supe cuando la vi besar al alado que se fue en cuanto tuvo ocasión de hacerlo. Justo como debió hacer ella.
Se abalanzó contra mí de pronto, como un cachorro furioso que no distingue un perro de un lobo y cree que todo son juegos. Y me quedé inmóvil, permitiéndole chocar su pequeño cuerpo contra la dureza que había adquirido el mío y que permanecería inalterable pese al torpe choque. — ¿De verdad crees que puedes hacer algo contra mí? — susurré burlón todavía, moviéndome, yendo a pasos lentos tras de ella como si pretendiera acecharla y hablándole en un tono bajo y amenazante al oído. Había leído su mente, era un caos y yo jugaría con ella hasta llevarla al límite —Estás muerta y el corazón que quieres no latirá jamás en tus manos. Corre ahora, busca alguien y aliméntate. Y baja la voz, no querrás que te escuchen y vengan por ti ¿No es así? — cuestioné a su oído, aún inclinado desde atrás hacia ella, girando la carta que ella antes gritara con desespero ¿Quiénes eran “ellos”? su pellejo era salvado por mi temporal curiosidad.
Última edición por Jarko Nygard el Lun Mayo 04, 2015 12:55 am, editado 1 vez
Jarko Nygard- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 158
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Localización : Helsinki, Finland
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Macabre jeu [Jarko]
"No juegues con el dolor de una pequeña, y más si esta esquizofrénica, nunca se sabe si el delirio atentara contra tu voluntad"[1].
Siente refugio con la textura del calcio putrefacto de ese cráneo, percibiendo la maldad que se adentra en el ser de la muñeca y le esta dañando, representando esa escultura la humanidad disecada y los pensamientos perdidos de la demente, hablando el alma y la fragilidad de su psique, un enfrentamiento entre el monstruo y la metrofobia.
Y su risa procaz no debió de resonar, la esquizofrenia manipulo la aberración en cuanto sus manos estrujaba esa cabeza, oía ese sustituido cráneo, como un estupida burbuja y ella ruega y gime con un ardiente quemazón feroz y ridícula, queriendo entender ¿Cuando acabara? Pues lo que en su boca cruel es, una monstruosa asesina, «¡Mi sangre y mi carne!» piden linfa, liberan llanto y la risa le delata y afirmaba las habladurías de ese insecto horroroso.
Demandando al averno que el corazón que dejó de interpretar mediante una armonioso melodía, lo brindara aquel que como piedra se posaba, por más que la muñeca estrangule su cabeza no causaba efecto, y debería de ser lo contrario, la neófita que era, estaba enojada y no lograba entenderlo, hasta él, ya que sus estados de ánimos eran intercambiados, si reía era porque quería llorar, si gritaba porque el deseo de guardar silencio le mentaliza para calmar el horror. —¡Eres malo, muy malo…!—Y su instinto le orilló a correr, fue que el pánico renació como un fénix. —¡No es cierto! ¡No, no! él nos los dijo, él nos lo prometió, no, yo... yo estoy viva, escucho mi corazón, ¡Escuchalo! esta latiendo con mesura, ¡Mientes! Tu, tú quieres como todos los demás quitarmelo, no, no…
Rota la farola del supuesto equilibrio, tropieza y cae, realmente no era de su entendimiento el alimentarse, el tener que destacar como “vampiro” o simplemente decirle que muerta se hallaba porque ella no acepta, vive en el pasado, vive solo cuando su corazón latía y para ella sigue latiendo, fue que de ese modo, creó una ilusión, siendo causa del desgarre mental, el trauma que le sujetaba al mandato del milo descabellado, forjando el error del pavor y se figura a su creador represando por desobedecerlo...
Siendo un caos, voces de la verdad retumban en espiral, un cisne negro se muestra en frente, desplumado de la manera más vil, intenta avanzar al lago, con esperanza la ilusión anhela cavar una tumba, mientras que en los aires pavimentados de fuego traslucen, incontable fue la agonía, enferma y débil condición dominan a la pequeña, tirita al percatarse de que su titiritero descuartico al delicado cisne.
Ya que sin aceptarlo, ella era el cisne, huía de las atrocidades que ese adicto vampiro cometía contra la que dejó de ser una inocente niña, para ser una majareta, es como es porque así lo estipula su amo.
1. ↑Pesadillas de una muñeca esquizofrénica.
Invitado- Invitado
Re: Macabre jeu [Jarko]
Que me dijeran que era malo no era ninguna novedad para mí. No obstante, mi actitud iba mucho más allá, porque no se limitaba a querer dañar, sino más bien a intentar corregir. En el fondo sabía que su mal no podía ser reparado, que el daño de su cabeza no podía ser echado para atrás y que sus gritos continuarían resonando hasta que alguien, con mano misericordiosa de este mundo, acabara con la existencia de tremendo horror que representaba esa niña. Pero mi terquedad al descubrir tan extraña criatura me llevaba a retar los límites de mi propia paciencia, con tal de presenciar los estados de demencia que había podido atravesar un inmortal en tan poco tiempo. No sólo había sido convertida joven, sino que además, sus años como vampiro eran una completa miseria, se notaba a leguas.
Mirarla era como traer a la vida todas las leyendas de demonios en oriente, de esos de los que decían que aparecían de repente y asesinaban mientras sonreían y jugaban con las partes de los cuerpos que mutilaban. Con gusto destrozaría a su creador lentamente, porque había que ser muy idiota para crear algo como eso, como ella. Sin embargo, algún efecto lograron mis palabras y la vi removerse con desespero, queriendo escapar de mi presencia y vociferando cosas aún más inentendibles que las primeras ¿A quién se referiría con “Él”? ¿Acaso se trataba de ese creador que evocaba en mi mente tras intentar imaginar lo enfermo que era? — ¿Qué les prometió? — cuestioné, omitiendo la pluralidad de su frase, al creer que esos otros eran el cuervo o la diabólica especie de muñeca que apegaba a su regazo.
Me acerqué a ella, era imposible que huyera de mí, de mi don de rastreo, de mi sed de curiosidad y morbo por la locura. Pero no fue necesario perseguir demasiado, porque pronto tropezó y su cuerpo tiritó en el suelo. Mejor aún de lo que esperaba, su locura la hacía torpe, vulnerable, débil y en conjunto, un blanco fácil para cualquiera que pudiese desear aniquilarla. Incluso, era la primera vez que veía tropezar a un vampiro. La pequeña estaba realmente mal, desorientada desde sus pensamientos hasta sus acciones.
—No hay nada peor que un muerto que cree que vive. Tu corazón late igual que el de esa mezcla de trapos y osamenta que te niegas a soltar— musité estando más cerca de ella, hasta que me incliné y tomé una de sus piernas por el tobillo y la halé por el suelo, arrastrándola hasta el punto inicial donde se había sucedido la escena del cuervo —No comprendo cómo puede aún vivir alguien tan demente. Pero hoy voy a descubrirlo, o a solucionarlo—.
Mirarla era como traer a la vida todas las leyendas de demonios en oriente, de esos de los que decían que aparecían de repente y asesinaban mientras sonreían y jugaban con las partes de los cuerpos que mutilaban. Con gusto destrozaría a su creador lentamente, porque había que ser muy idiota para crear algo como eso, como ella. Sin embargo, algún efecto lograron mis palabras y la vi removerse con desespero, queriendo escapar de mi presencia y vociferando cosas aún más inentendibles que las primeras ¿A quién se referiría con “Él”? ¿Acaso se trataba de ese creador que evocaba en mi mente tras intentar imaginar lo enfermo que era? — ¿Qué les prometió? — cuestioné, omitiendo la pluralidad de su frase, al creer que esos otros eran el cuervo o la diabólica especie de muñeca que apegaba a su regazo.
Me acerqué a ella, era imposible que huyera de mí, de mi don de rastreo, de mi sed de curiosidad y morbo por la locura. Pero no fue necesario perseguir demasiado, porque pronto tropezó y su cuerpo tiritó en el suelo. Mejor aún de lo que esperaba, su locura la hacía torpe, vulnerable, débil y en conjunto, un blanco fácil para cualquiera que pudiese desear aniquilarla. Incluso, era la primera vez que veía tropezar a un vampiro. La pequeña estaba realmente mal, desorientada desde sus pensamientos hasta sus acciones.
—No hay nada peor que un muerto que cree que vive. Tu corazón late igual que el de esa mezcla de trapos y osamenta que te niegas a soltar— musité estando más cerca de ella, hasta que me incliné y tomé una de sus piernas por el tobillo y la halé por el suelo, arrastrándola hasta el punto inicial donde se había sucedido la escena del cuervo —No comprendo cómo puede aún vivir alguien tan demente. Pero hoy voy a descubrirlo, o a solucionarlo—.
Jarko Nygard- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 158
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Localización : Helsinki, Finland
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Macabre jeu [Jarko]
Y la caja de madera al fondo de su memoria sufre un sobresalto, un pequeño vaivén en los espasmos cerebrales, un humo, un puñado de remembranzas le revuelven bajo telarañas, todo es borroso, nada sirve hacerse una lobectomía para dejar de pensar pero su amo haría todo para volverle a la locura, como un tesoro por el horror, así como esa sonrisa confundida por la tristeza, reflejándose como una sombra de un conejo asustadizo, envuelto en sus pesadillas por miedo de ser cazado, respondiendo a sus palabras con el pavor de que le castigaría si permanecía muda— ¡Nos lo prometió! Nos dijo que vivas estaríamos, si, si tan solo le obedecíamos, que el dolor tendriamos que soportar si juntas queríamos estar— el tono de su voz era como acariciar a una serpiente con el peligro a que le mordieran, un caos de bestialidad que le orillaron a tiritar, sollozando por haber perdido a su cráneo, por haber caído y recibir el daño. Comenzando a ser pesados sus párpados, el insecto, ese murciélago con ojos rojos como ella lo diría, le miraba fijamente, con esas pupilas brillantes pero inexpresivas…¡Que no le siga mirando! No es un bicho, ni una deformista, teme a desaparecer en el primer parpadeo.
Se está yendo como un humo, alarmandose por la presión en su tobillo, ella no grita, solo continúa, cerrando los ojos con fuerzas en lo que es golpeada por las imágenes abstractas en su irraciocinio.— Nos dijo que nos protegería de una mancha gigante, la veo, ahí está, avanza hacia mí como una mariposa con colmillos…—lleva sus antebrazos a cubrir sus ojos, gimoteando, entonando el llanto de sus padres al morir, su corazón inconscientemente latia con rapidez, algo extendía sus alas y ella era devorado cruelmente, aunque su hermana como una bruma le envolvió, llorosos esos ojos, escurriendo las lágrimas sangrientas por la horrorosidad...
Desviando el rostro al escondite del inicio al ser llevada como un gusano. — Me asusta la mancha le dije, me asusta esa mariposa con colmillos, o el murciélago que vive en mis ojos, me asusta dormir y ya no intento en hacerlo...me atemoriza saber que cuando termine la vida, estaré desintegrándome con el extraño palpitar del olvido. En el medio del caos, en la antimateria desintegrando, deformando el tiempo y el espacio. Me arde el pecho. Él avanza rompiendo el cielo en gajos, directo a mi pecho, como una daga mortal, que no perdona ni un levísimo momento de duda, o de inanición.— por un instante ella parecía hablar, refiriéndose a ella, por la pequeña atrapada en monstruos que radican y se hace llamar trastorno.
Y sus garras se incrustaron en el suelo, arañando este por afilar el cristal y estallar el calvario de no tener la menor idea de lo que significaban las palabras ajenas, esencialmente sentía la necesidad de cortarle la lengua, hablaba mucho, realizaba tantas preguntas que por ende no sabia que lo eran, quemarle las manos porque milo descabellado demandó de que solo sus falanges deberían de ser plasmadas en la piel, fue que se aferraba a un sonar para suplantar el de su corazón que le anunciaba que la fobia seguiría si no se alejaba aquel, sangrando por el intento de lucha hacía sí misma, esperando que al cambio de estado le llevará a correr de nueva cuenta.
Se está yendo como un humo, alarmandose por la presión en su tobillo, ella no grita, solo continúa, cerrando los ojos con fuerzas en lo que es golpeada por las imágenes abstractas en su irraciocinio.— Nos dijo que nos protegería de una mancha gigante, la veo, ahí está, avanza hacia mí como una mariposa con colmillos…—lleva sus antebrazos a cubrir sus ojos, gimoteando, entonando el llanto de sus padres al morir, su corazón inconscientemente latia con rapidez, algo extendía sus alas y ella era devorado cruelmente, aunque su hermana como una bruma le envolvió, llorosos esos ojos, escurriendo las lágrimas sangrientas por la horrorosidad...
Desviando el rostro al escondite del inicio al ser llevada como un gusano. — Me asusta la mancha le dije, me asusta esa mariposa con colmillos, o el murciélago que vive en mis ojos, me asusta dormir y ya no intento en hacerlo...me atemoriza saber que cuando termine la vida, estaré desintegrándome con el extraño palpitar del olvido. En el medio del caos, en la antimateria desintegrando, deformando el tiempo y el espacio. Me arde el pecho. Él avanza rompiendo el cielo en gajos, directo a mi pecho, como una daga mortal, que no perdona ni un levísimo momento de duda, o de inanición.— por un instante ella parecía hablar, refiriéndose a ella, por la pequeña atrapada en monstruos que radican y se hace llamar trastorno.
Y sus garras se incrustaron en el suelo, arañando este por afilar el cristal y estallar el calvario de no tener la menor idea de lo que significaban las palabras ajenas, esencialmente sentía la necesidad de cortarle la lengua, hablaba mucho, realizaba tantas preguntas que por ende no sabia que lo eran, quemarle las manos porque milo descabellado demandó de que solo sus falanges deberían de ser plasmadas en la piel, fue que se aferraba a un sonar para suplantar el de su corazón que le anunciaba que la fobia seguiría si no se alejaba aquel, sangrando por el intento de lucha hacía sí misma, esperando que al cambio de estado le llevará a correr de nueva cuenta.
Invitado- Invitado
Temas similares
» Danse Macabre [Privado]
» Macabre Pleasures || Privado
» Macabre whispers || Privado
» Macabre Games | Privado
» Danse Macabre - Privado
» Macabre Pleasures || Privado
» Macabre whispers || Privado
» Macabre Games | Privado
» Danse Macabre - Privado
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour