AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Blessing Moon || Terra
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Blessing Moon || Terra
Una vez fueron amantes a escondidas, pero uno tenía promesas que cumplir y el otro no, era tan solamente un ente que vagaba por doquier. Ahora el vampiro tenía obligaciones, menos tiempo para pensar en su longevidad eterna la cual disfruta sin pavor. Le sonríe a las sombras aunque estas le ensombrezcan la poca luz que tenía. Andaba por el bosque para poder despejar su mente de Mara, de Scarlett aunque fuera por una noche. Necesitaba parar el tiempo y ver todo lo que ha vivido desde que estaba en Paris, desde que empezó a conocer a personas demasiado interesantes que no estaban con él.
Por los jardines del olvido que aumentaban conforme caminaba, él estaba sinceramente perdido entre tantos recuerdos. Caminando por los bosques, llego a lo que parecía una capilla abandonada que, no recordaba que hubiera estado ahí desde un principio. Quizás no lo vio en sus múltiples paseos, pero ¿Quién sabe? Cuando uno se concentra en una cosa, lo demás deja de existir. Su manera de ver las cosas del mundo eran tan retrograda que aún se pensaba que estaba en el siglo XIII, que aún estaba por casarse con Marie. Marie! Era pesada en su mente, la pesaba en su corazón y ella no parecía querer salir de sus pensamientos. ¿Tan fuerte le lanzo el hechizo del amor? ¿O él fue el débil que se dejó hechizar? Marié tenía su encanto, tenía su belleza etérea y esos cabellos oscuros pero que sus ojos blancos con su iris de color azul, lo tenían bajo el control de la que ya no está con él.
Se dirigió hacia la capilla que estaba casi en runas, pero eso a él no le importaba. Era como si…fuera el reflejo del paisaje que adornaban sus pensamientos, sus sueños, sus índoles más deseadas pero que jamás llegaría a tener por ocioso. Llegó a sentarse en las escaleras que estaban rotas y la luna se reflejaba delante suya, sobre aquel hermoso rio que estaba demasiado en calma. Miraba a todos lados, miraba por doquier. Sentía que no estaba solo de repente, una sensación conocida le recorría su cuerpo sin un descanso, pero intento mantenerse seco, quieto, sin emoción alguna que demostrar pues en ese aspecto, había cambiado bastante.
Por los jardines del olvido que aumentaban conforme caminaba, él estaba sinceramente perdido entre tantos recuerdos. Caminando por los bosques, llego a lo que parecía una capilla abandonada que, no recordaba que hubiera estado ahí desde un principio. Quizás no lo vio en sus múltiples paseos, pero ¿Quién sabe? Cuando uno se concentra en una cosa, lo demás deja de existir. Su manera de ver las cosas del mundo eran tan retrograda que aún se pensaba que estaba en el siglo XIII, que aún estaba por casarse con Marie. Marie! Era pesada en su mente, la pesaba en su corazón y ella no parecía querer salir de sus pensamientos. ¿Tan fuerte le lanzo el hechizo del amor? ¿O él fue el débil que se dejó hechizar? Marié tenía su encanto, tenía su belleza etérea y esos cabellos oscuros pero que sus ojos blancos con su iris de color azul, lo tenían bajo el control de la que ya no está con él.
Se dirigió hacia la capilla que estaba casi en runas, pero eso a él no le importaba. Era como si…fuera el reflejo del paisaje que adornaban sus pensamientos, sus sueños, sus índoles más deseadas pero que jamás llegaría a tener por ocioso. Llegó a sentarse en las escaleras que estaban rotas y la luna se reflejaba delante suya, sobre aquel hermoso rio que estaba demasiado en calma. Miraba a todos lados, miraba por doquier. Sentía que no estaba solo de repente, una sensación conocida le recorría su cuerpo sin un descanso, pero intento mantenerse seco, quieto, sin emoción alguna que demostrar pues en ese aspecto, había cambiado bastante.
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
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Fecha de inscripción : 11/11/2011
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Re: Blessing Moon || Terra
Los recuerdos iban y venían sin cesar, aun despertaba gritando en medio de la noche o en las mañanas, a cualquier hora donde cerrara los ojos dejando a los sueños entrar, era desesperante no poder dormir como alguien normal ¿lo era? era verdad la normalidad se fue de mi hace mucho y no recuerdo solo fragmentos pequeños y entre ellos el rostro de un hombre que me pedía mi nombre, no lo recordaba y así pase por días hasta que él mismo llego diciéndome
Era todo lo que tenía eso junto a la información de él.
Esa palabra inquieto todos mis sentidos poniéndome de punta los cabellos, la nuca me picaba pensando que era lo que el hombre acaba de decir aunque la verdad no prestaba atención a todo ese parloteo que dejaba entrever, solo me percate de sus dientes, aquellos grandes colmillos que no paraba de observar. Él hombre me insistía sobre la luna pero no quería escucharle de verdad, solo quería salir de ahí y eso fue lo que ocurrió hasta que esa noche de luna llena aquel mismo hombre está al final de la noche conmigo pero no tenía ropa…
Desde ahí comprendí lo que era y lo que tenía que hacer.
Camine por las noches frías con precipitaciones de lluvia, abrazándome por él frio, sabía que tomaría el aroma de perro mojado pero no quería quedarme en la casa, tenía que salir a correr y gracias a los cielos que la luna estaba metida. Anduve por los callejones escuchando a ratas, seres de baja calaña alimentarse, matar, alimentando los placeres, de todo tipo hubo por ahí hasta que por una de las sendas me llevaron a la parte de atrás de la catedral, miré y le reconocí, era él. Sonreí porque el único rostro conocido que tenía durante mucho tiempo.
Con sigilo me acerco hasta estar tras de él con las manos en la cadera
—Vaya vaya pensé que los chupasangre no visitan las iglesias, ¿acaso estás tras de mi Benvolio?— enarco una ceja con el pie golpeando el suelo en pose de exasperación.
“Terra Reed”
Era todo lo que tenía eso junto a la información de él.
“Lamento tu pérdida, tu hermano ha fallecido y la verdad has perdido la normalidad como mujer estas infectada con la mordida de un lobo”
Esa palabra inquieto todos mis sentidos poniéndome de punta los cabellos, la nuca me picaba pensando que era lo que el hombre acaba de decir aunque la verdad no prestaba atención a todo ese parloteo que dejaba entrever, solo me percate de sus dientes, aquellos grandes colmillos que no paraba de observar. Él hombre me insistía sobre la luna pero no quería escucharle de verdad, solo quería salir de ahí y eso fue lo que ocurrió hasta que esa noche de luna llena aquel mismo hombre está al final de la noche conmigo pero no tenía ropa…
Desde ahí comprendí lo que era y lo que tenía que hacer.
Camine por las noches frías con precipitaciones de lluvia, abrazándome por él frio, sabía que tomaría el aroma de perro mojado pero no quería quedarme en la casa, tenía que salir a correr y gracias a los cielos que la luna estaba metida. Anduve por los callejones escuchando a ratas, seres de baja calaña alimentarse, matar, alimentando los placeres, de todo tipo hubo por ahí hasta que por una de las sendas me llevaron a la parte de atrás de la catedral, miré y le reconocí, era él. Sonreí porque el único rostro conocido que tenía durante mucho tiempo.
Con sigilo me acerco hasta estar tras de él con las manos en la cadera
—Vaya vaya pensé que los chupasangre no visitan las iglesias, ¿acaso estás tras de mi Benvolio?— enarco una ceja con el pie golpeando el suelo en pose de exasperación.
Terra A. Reed- Licántropo Clase Media
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Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: Blessing Moon || Terra
¿Qué era lo que se esperaba Benvolio de un dios que no le escuchaba en absoluto? Pensó, que aquella criatura encerrada en las más altas de las torres, lo que le convirtió aquella noche y que le maldijo para toda la eternidad podría darle las gracias o simplemente maldecir a la distancia.
Voces y más voces, el pasado revocaba su atención de inmediato.
Aquella melodiosa pero enfadada voz le distrajo de sus pensamientos, subiendo el rostro de las oraciones en aquella capilla y con una pícara sonrisa observo la exasperación del pasado formada en una hermosa mujer, que conoció tiempo atrás – Te ves bien Terra –Dijo mientras se levantaba del asiento de piedra, frio como su alma en toda la eternidad que tenía recorrida. Acabo estando a un milímetro del rostro de Terra gracias a su súper velocidad, le agarró de la nuca para acercarla a su rostro y acabar por besarla en la mejilla. No se andaría esta vez con sandeces de tipo romántico con ella, no con Terra.
- Dime ¿Encontraste a tu hermano? –Rio suavemente cuando de repente se separó y le tomo de la mano para besársela apropiadamente – Vamos, vayamos a otro lado ya que nada de la iglesia amas – Tiro de ella sin apenas ni un poco de cuidado y fue llevándola por las calles de Paris, ambos caminando como si fuera una pareja de enamorados cosa que no lo eran – Hace poco he recibido noticias de que un joven con el perfil de tu hermano ha llegado a Paris….-la mira de reojo – Pero desconozco si es en realidad tu hermano – Benvolio hablaba con la voz en la paz y no pretendía alterarla, situaba su guardia en cada una de las personas que pudiera estropear la velada de aquella noche.
Se detuvieron cuando estuvo cerca de la plaza central, allá en donde se expandía con belleza nocturna y sus farolillos, las últimas personas que pretendían regresar a sus casas. Benvolio se sentó en el borde de una fuente hermosa que se alzaba con una estructura elegante, barroca de unos angelitos de donde salía agua poco a poco. Observo a Terra detenidamente y sonrió - ¿Has estado bien Terra? La última vez que te vi te fuiste dejándonos a todos gravemente preocupados, pero claro, eso que te importa – Dijo mientras seguía observándola detenidamente sentado en aquel asiento de mármol de la fuente. Había estado preocupado por ella, si, desde que un grupo y él la ayudaron a sacarla del peligro, de lo que le pudiera haber pasado si no llega a ser por ellos.
Voces y más voces, el pasado revocaba su atención de inmediato.
Aquella melodiosa pero enfadada voz le distrajo de sus pensamientos, subiendo el rostro de las oraciones en aquella capilla y con una pícara sonrisa observo la exasperación del pasado formada en una hermosa mujer, que conoció tiempo atrás – Te ves bien Terra –Dijo mientras se levantaba del asiento de piedra, frio como su alma en toda la eternidad que tenía recorrida. Acabo estando a un milímetro del rostro de Terra gracias a su súper velocidad, le agarró de la nuca para acercarla a su rostro y acabar por besarla en la mejilla. No se andaría esta vez con sandeces de tipo romántico con ella, no con Terra.
- Dime ¿Encontraste a tu hermano? –Rio suavemente cuando de repente se separó y le tomo de la mano para besársela apropiadamente – Vamos, vayamos a otro lado ya que nada de la iglesia amas – Tiro de ella sin apenas ni un poco de cuidado y fue llevándola por las calles de Paris, ambos caminando como si fuera una pareja de enamorados cosa que no lo eran – Hace poco he recibido noticias de que un joven con el perfil de tu hermano ha llegado a Paris….-la mira de reojo – Pero desconozco si es en realidad tu hermano – Benvolio hablaba con la voz en la paz y no pretendía alterarla, situaba su guardia en cada una de las personas que pudiera estropear la velada de aquella noche.
Se detuvieron cuando estuvo cerca de la plaza central, allá en donde se expandía con belleza nocturna y sus farolillos, las últimas personas que pretendían regresar a sus casas. Benvolio se sentó en el borde de una fuente hermosa que se alzaba con una estructura elegante, barroca de unos angelitos de donde salía agua poco a poco. Observo a Terra detenidamente y sonrió - ¿Has estado bien Terra? La última vez que te vi te fuiste dejándonos a todos gravemente preocupados, pero claro, eso que te importa – Dijo mientras seguía observándola detenidamente sentado en aquel asiento de mármol de la fuente. Había estado preocupado por ella, si, desde que un grupo y él la ayudaron a sacarla del peligro, de lo que le pudiera haber pasado si no llega a ser por ellos.
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
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Fecha de inscripción : 11/11/2011
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Re: Blessing Moon || Terra
Si de recuerdos se tratasen entonces si entraría aquel sujeto que se atrevía a tomarme con aquella impropia manera, pero ¿Qué podría ser considerada impropio? sin con aquel mismo vampiro que sirve a la iglesia en contadas ocasiones hubieron muchos acontecimientos que se podrían catalogar como tal, pero eso solo en la memoria de ese chupasangre y mía quedaría. Su agarre me dejó sin palabras pero con un sentimiento que comenzaba a florar lentamente hasta llenar mis ojos con este.
La ira, si, él sabía muy bien mi espíritu rebelde que mostraba en cada combate que tenía y sobre todo a esas muestras de afecto, su beso y su mano tomando la mía tirándome por la calle como si fuésemos alguna pareja, mis pies se movía pero antes de llegar a la fuente solté abruptamente su agarre dejando un buen espacio entre los dos, los dientes gruñendo chasqueándolos, las puños cerrados y en un segundo que cerré los ojos me abalancé sobre el propinando un izquierdazo a su mandíbula. Me alejé un poco riéndome caminando hasta estar entre las piernas de él parada con las manos en la cintura.
—Que te crees para besarme, lo que pasamos fue hace mucho Ben, no es para que me tomes la mano y me andes tirando, el que hayamos disfrutado algunas noches tu y yo no es para que me trates cual meretriz tuya, vete olvidando de eso— poso mis manos sobre los hombros de él acercando mis labios a ambas mejillas besándole —Muchos rumores sobre mi hermano he seguido, desde Italia, España, Rusia y ahora en París, no sé si creer, creo que mejor me rindo a esta batalla, quizás ya está muerto o se ha olvidado de mi así como yo lo hice en esos años, a lo mejor ya está casado y tiene hijos— apreté los puños más fuerte de lo que podía sentándome junto a él sobre aquella pileta pensando en lo que había perdido de memoria —No sé qué soy Ben, perdí la memoria y no se aun, son vagos recuerdos como pesadillas, no duermo, no vivo por el temor de esos sueños monstruosos, y si ya está muerto él— a penas como un susurro dejo es palabra inquietante, mirando directo a los ojos de aquel servidor para la iglesia que toma sangre de seres inocentes.
La ira, si, él sabía muy bien mi espíritu rebelde que mostraba en cada combate que tenía y sobre todo a esas muestras de afecto, su beso y su mano tomando la mía tirándome por la calle como si fuésemos alguna pareja, mis pies se movía pero antes de llegar a la fuente solté abruptamente su agarre dejando un buen espacio entre los dos, los dientes gruñendo chasqueándolos, las puños cerrados y en un segundo que cerré los ojos me abalancé sobre el propinando un izquierdazo a su mandíbula. Me alejé un poco riéndome caminando hasta estar entre las piernas de él parada con las manos en la cintura.
—Que te crees para besarme, lo que pasamos fue hace mucho Ben, no es para que me tomes la mano y me andes tirando, el que hayamos disfrutado algunas noches tu y yo no es para que me trates cual meretriz tuya, vete olvidando de eso— poso mis manos sobre los hombros de él acercando mis labios a ambas mejillas besándole —Muchos rumores sobre mi hermano he seguido, desde Italia, España, Rusia y ahora en París, no sé si creer, creo que mejor me rindo a esta batalla, quizás ya está muerto o se ha olvidado de mi así como yo lo hice en esos años, a lo mejor ya está casado y tiene hijos— apreté los puños más fuerte de lo que podía sentándome junto a él sobre aquella pileta pensando en lo que había perdido de memoria —No sé qué soy Ben, perdí la memoria y no se aun, son vagos recuerdos como pesadillas, no duermo, no vivo por el temor de esos sueños monstruosos, y si ya está muerto él— a penas como un susurro dejo es palabra inquietante, mirando directo a los ojos de aquel servidor para la iglesia que toma sangre de seres inocentes.
Terra A. Reed- Licántropo Clase Media
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Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: Blessing Moon || Terra
Solo los corazones destrozados se destrozan más de lo que están ya destrozados. Las palabras de la fémina de ojos atrayentes eran culpables de que él no concentrara el orden de las palabras, el orden de la frase que quería hacer de respuesta – Terra, ¿Qué sientes en tu corazón? ¿Qué te dice tu corazón? –Murmuro estando en intimidad con la mujer que conocía de haber estado con ella en el pasado – Busca en tu interior, respira hondo y siente la sangre de tu sangre, hazme caso –Dicto con simpática como poder buscar el momento adecuado o la técnica de poder saber si su preocupación estaba en alguna parte – Si se hubiera casado, lo hubieras leído en el periódico el nombre de tu hermano en la sección de casamientos o de muertes de la semana – rio – Eso siempre funciona, pero bromas aparte Terra – Continuo observándola detenidamente.
– Tu mente, por un lado está estancada y recordará, mejor es no forzar al olmo pues este no te dará peras de inmediato y sobre tu hermano parece que no buscaste bien – Dijo insistiéndole en que si era una perrita contratada aparte por lo de la calaña del vampiro, tendría que saber cómo encontrar aunque fuera una pista que le llevara a otra y así hacer un camino que llevara hasta su hermano - ¿Tan poco te gusto nuestro encuentro intimo aquella vez? –Pregunto el vampiro creando cierto ambiente cómico entre ambos. Se rio y recordó aquella vez que Terra estuvo debajo de su cuerpo y que si, a lo mejor no fue…da lo mismo – Terra, sabes que disfrutaste aquella noche –Dijo el vampiro burlón, situándose en la línea de la navaja para tentarla y que seguramente se llevaría un segundo puñetazo, se recuperaría enseguida pero eso podría resultar a ser algo realmente molesto a su vez.
-Por favor, no me vuelvas a pegar, si no tendré que arrestarte –Termino medio en broma, suspirando medio aburrido - ¿No fumaras verdad? Me he dejado el paquete en la otra chaqueta y esto está demasiado aburrido – De repente pudo ver a un borracho que deambulaba por las calles sin rumbo – Me pregunto si mientras vigilamos la zona podre darme un aperitivo –Observo que el hombre se metía en el interior de un callejón, escucho como caía al suelo y Benvolio no dudo en usar su rápida velocidad para abalanzarse hacia su objetivo, lo atrapo y encerró en el callejón, bebió del borracho hasta dejarlo muerto sobre el suelo y enseguida estuvo de nuevo al lado de Terra - ¿Me echaste de menos?
– Tu mente, por un lado está estancada y recordará, mejor es no forzar al olmo pues este no te dará peras de inmediato y sobre tu hermano parece que no buscaste bien – Dijo insistiéndole en que si era una perrita contratada aparte por lo de la calaña del vampiro, tendría que saber cómo encontrar aunque fuera una pista que le llevara a otra y así hacer un camino que llevara hasta su hermano - ¿Tan poco te gusto nuestro encuentro intimo aquella vez? –Pregunto el vampiro creando cierto ambiente cómico entre ambos. Se rio y recordó aquella vez que Terra estuvo debajo de su cuerpo y que si, a lo mejor no fue…da lo mismo – Terra, sabes que disfrutaste aquella noche –Dijo el vampiro burlón, situándose en la línea de la navaja para tentarla y que seguramente se llevaría un segundo puñetazo, se recuperaría enseguida pero eso podría resultar a ser algo realmente molesto a su vez.
-Por favor, no me vuelvas a pegar, si no tendré que arrestarte –Termino medio en broma, suspirando medio aburrido - ¿No fumaras verdad? Me he dejado el paquete en la otra chaqueta y esto está demasiado aburrido – De repente pudo ver a un borracho que deambulaba por las calles sin rumbo – Me pregunto si mientras vigilamos la zona podre darme un aperitivo –Observo que el hombre se metía en el interior de un callejón, escucho como caía al suelo y Benvolio no dudo en usar su rápida velocidad para abalanzarse hacia su objetivo, lo atrapo y encerró en el callejón, bebió del borracho hasta dejarlo muerto sobre el suelo y enseguida estuvo de nuevo al lado de Terra - ¿Me echaste de menos?
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
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Re: Blessing Moon || Terra
El seguía preguntando por aquellos recuerdos, negué poniéndome de pie con las manos en la cintura con una postura un poco quebradiza, enarque una ceja mientras me mordía el labio inferior, le di la espalda como si no me importara nada de lo que decía, sobre todo en cuanto al mi hermano se trataba; en mis pensamientos estaban muchas ideas de que a lo mejor él ya ha conseguido una nueva vida, una nueva esposa, una familia y que tampoco me recodaba como yo, regresé la mirada a aquel vampiro relamiéndome los labios como si fuésemos a tener una batalla
—Ben, mi hermano también sufrió lo que yo, él también me ha olvidado así como yo lo hice, aun no recuerdo mucho de él, ni su rostro por lo que mi corazón solo me dice que continúe, que siga en lo que quiero y eso es lo que haré— me acerqué a él tocándole la nuca con las uñas clavándoselas conforme acercaba mi rostro al propio, sus labios tan cerca de mí dejando así que mi otra mano, sobre todo el pulgar acaricie sus labios abriéndolos para poder ver esa sonrisa oculta —Si me gustó o no nuestros encuentros es algo que debes averiguar, sobre todo cuando me estoy contra una pared inmovilizada con ciertos colmillos en mi cuello y sus manos entorno a mi cintura— me rio acercando sus labios a los míos besándole lentamente para darle un mordisco.
Rompo el beso y le dejo una palmadita en su mejilla como si fueran pequeños golpes riéndome dándole la espalda a él pegándosela al pecho de él con la risita del sarcasmo e ironía —Uy sí, me arrestarás, me pondrás esposas o grilletes o me vas a atar las manos con cuerdas, Benvolio eres un fetichista, muy atrevido para trabajar para la iglesia, que pervertidos hay dentro de las filas de la inquisición— empujo mi trasero a su cadera riéndome más —si puedo fumar pero depende del cigarro que me lleve al boca— me alejo de él negando por sus costumbres.
—Benvolio— le regaño cruzándome de brazos, ante todo no podía ceder tan fácil, era una loba y como tal debía mantenerme, una loba que lucha siempre —Por favor ten más cuidado con eso, no quiero tener que ser llamada a confesar, ya sabes cómo se ponen de intensos para interrogar a un lycan— bufo tan frustrada como molesta —¿Quién podría extrañarte o echarte de menos? eres solo un vampiro pícaro y pervertido— me rio más fuerte caminando alejándome de él
—Ben, mi hermano también sufrió lo que yo, él también me ha olvidado así como yo lo hice, aun no recuerdo mucho de él, ni su rostro por lo que mi corazón solo me dice que continúe, que siga en lo que quiero y eso es lo que haré— me acerqué a él tocándole la nuca con las uñas clavándoselas conforme acercaba mi rostro al propio, sus labios tan cerca de mí dejando así que mi otra mano, sobre todo el pulgar acaricie sus labios abriéndolos para poder ver esa sonrisa oculta —Si me gustó o no nuestros encuentros es algo que debes averiguar, sobre todo cuando me estoy contra una pared inmovilizada con ciertos colmillos en mi cuello y sus manos entorno a mi cintura— me rio acercando sus labios a los míos besándole lentamente para darle un mordisco.
Rompo el beso y le dejo una palmadita en su mejilla como si fueran pequeños golpes riéndome dándole la espalda a él pegándosela al pecho de él con la risita del sarcasmo e ironía —Uy sí, me arrestarás, me pondrás esposas o grilletes o me vas a atar las manos con cuerdas, Benvolio eres un fetichista, muy atrevido para trabajar para la iglesia, que pervertidos hay dentro de las filas de la inquisición— empujo mi trasero a su cadera riéndome más —si puedo fumar pero depende del cigarro que me lleve al boca— me alejo de él negando por sus costumbres.
—Benvolio— le regaño cruzándome de brazos, ante todo no podía ceder tan fácil, era una loba y como tal debía mantenerme, una loba que lucha siempre —Por favor ten más cuidado con eso, no quiero tener que ser llamada a confesar, ya sabes cómo se ponen de intensos para interrogar a un lycan— bufo tan frustrada como molesta —¿Quién podría extrañarte o echarte de menos? eres solo un vampiro pícaro y pervertido— me rio más fuerte caminando alejándome de él
Terra A. Reed- Licántropo Clase Media
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Re: Blessing Moon || Terra
Malditas sean las mujeres.
El roce de la licantropa estaba llevando al vampiro a la perdición, a la mismísima perdición que le llevaría a hacer cosas indecentes, vamos, lo que hacen los amantes, quiso rodearle cuando esta se rozaba contra su polla, pero al final se fue alejando de él y termino su tortura. Después de ir y volver de tomarse un aperitivo, siguió a Terra un poco mas tan solo para correr e interceptar una flecha que se incrusto en el hombro del vampiro, protegiendo a Terra del ataque, habiéndola abrazado y terminando agachados ambos para salvarse de que ella fuera herida – Agh! – Gimoteó por el dolor, pero él sin miedo alguno, tomo la flecha y se la saco entera, la tiro y estaba mareándose – Terra, tenemos que salir de aquí, alguien nos quiere muertos y mi vista esta obscure…ciend…ose…-Para finalizar, el vampiro cayo inconsciente en el suelo, sintiendo como último recurso los adoquines de la calle contra su mejilla.
- Flashback –
Situándose en primera línea, Benvolio estaba luchando contra un ser que quería arrebatarle la vida, un ser que estaba dispuesto a estar de parte del próximo a ser un siervo de la noche, pero Benvolio tras ser mordido y maldecido con la vida eterna, aniquilo sin piedad y sin humanidad alguna. Fueron tiempos oscuros y en los que Benvolio quería entrenar para poder recuperar su antiguo ser o su antiguo yo. Su humanidad. Era lo único que le quedaba pero con órdenes y mandatos de la inquisición a la que entro años después, hacían que no pudiera recuperarla tan fácilmente.
Cuando Marie murió, ya no tenía ninguna raíz alguna. Marie murió para el cuándo esta se enteró de que se había casado con uno de sus peores enemigos y cuando lo hizo, la visito en la noche para después asustarla o eso era lo que no quería que sucediera. Entonces otra noche que volvió, la violo y desde entonces no ha vuelto a tener tacto alguno con el sexo opuesto excepto que siempre estaba garantizada su galantería. Con algunas no funcionaba demasiado bien al parecer.
- Fin Del flashback –
-¡NO! –El asustado Benvolio despertó en lo que parecía la habitación de una trastienda, una habitación que en su cabida era enorme. Tenía una ventana en lo alto de la pared que parecía la luz del suelo, es decir, más bien la visión de los pies sobre sus cabezas ¿Estarían en algún sótano o algo? Descubrió a si mismo cubierto con vendas, olio el aroma femenino y resulta que Terra estaba a su lado, igual cubierta con vendas. Dormía – Terra –Murmuro lentamente, inclinándose hacia ella, retirándole un mechón de su rostro mientras la veía durmiendo – Te ves hermosa callada –sin importarle el estado de su compañera, se acercó para posar sus labios sobre los ajenos – Devuélveme el pecado de tus labios – susurro antes de besarla – Te protegeré, Terra si me lo permites hasta que encuentres a tu hermano –Susurro en el oído de esta, acariciándole la mejilla – Terra….Remolona –metió la mano en el interior de las sabanas e indago hacia su ropa interior, comenzando a mover las manos en aquel centro sexual femenino – O déjate llevar por tus deseos –susurro nuevamente sobre sus labios, indagando a su vez en el interior de aquella ropa interior.
El roce de la licantropa estaba llevando al vampiro a la perdición, a la mismísima perdición que le llevaría a hacer cosas indecentes, vamos, lo que hacen los amantes, quiso rodearle cuando esta se rozaba contra su polla, pero al final se fue alejando de él y termino su tortura. Después de ir y volver de tomarse un aperitivo, siguió a Terra un poco mas tan solo para correr e interceptar una flecha que se incrusto en el hombro del vampiro, protegiendo a Terra del ataque, habiéndola abrazado y terminando agachados ambos para salvarse de que ella fuera herida – Agh! – Gimoteó por el dolor, pero él sin miedo alguno, tomo la flecha y se la saco entera, la tiro y estaba mareándose – Terra, tenemos que salir de aquí, alguien nos quiere muertos y mi vista esta obscure…ciend…ose…-Para finalizar, el vampiro cayo inconsciente en el suelo, sintiendo como último recurso los adoquines de la calle contra su mejilla.
- Flashback –
Situándose en primera línea, Benvolio estaba luchando contra un ser que quería arrebatarle la vida, un ser que estaba dispuesto a estar de parte del próximo a ser un siervo de la noche, pero Benvolio tras ser mordido y maldecido con la vida eterna, aniquilo sin piedad y sin humanidad alguna. Fueron tiempos oscuros y en los que Benvolio quería entrenar para poder recuperar su antiguo ser o su antiguo yo. Su humanidad. Era lo único que le quedaba pero con órdenes y mandatos de la inquisición a la que entro años después, hacían que no pudiera recuperarla tan fácilmente.
Cuando Marie murió, ya no tenía ninguna raíz alguna. Marie murió para el cuándo esta se enteró de que se había casado con uno de sus peores enemigos y cuando lo hizo, la visito en la noche para después asustarla o eso era lo que no quería que sucediera. Entonces otra noche que volvió, la violo y desde entonces no ha vuelto a tener tacto alguno con el sexo opuesto excepto que siempre estaba garantizada su galantería. Con algunas no funcionaba demasiado bien al parecer.
- Fin Del flashback –
-¡NO! –El asustado Benvolio despertó en lo que parecía la habitación de una trastienda, una habitación que en su cabida era enorme. Tenía una ventana en lo alto de la pared que parecía la luz del suelo, es decir, más bien la visión de los pies sobre sus cabezas ¿Estarían en algún sótano o algo? Descubrió a si mismo cubierto con vendas, olio el aroma femenino y resulta que Terra estaba a su lado, igual cubierta con vendas. Dormía – Terra –Murmuro lentamente, inclinándose hacia ella, retirándole un mechón de su rostro mientras la veía durmiendo – Te ves hermosa callada –sin importarle el estado de su compañera, se acercó para posar sus labios sobre los ajenos – Devuélveme el pecado de tus labios – susurro antes de besarla – Te protegeré, Terra si me lo permites hasta que encuentres a tu hermano –Susurro en el oído de esta, acariciándole la mejilla – Terra….Remolona –metió la mano en el interior de las sabanas e indago hacia su ropa interior, comenzando a mover las manos en aquel centro sexual femenino – O déjate llevar por tus deseos –susurro nuevamente sobre sus labios, indagando a su vez en el interior de aquella ropa interior.
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
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Re: Blessing Moon || Terra
Conversando de lo más tranquilos con él hasta que un ataque me sorprendió, el me había tumbado y estaba sobre mi quise regañarle por ese asalto pero luego el aroma a sangre y narcóticos invadió mi sistema, había peligro y se podía oler. Él se tumbó en el sueño mientras mis garras aparecían, literalmente claro, una mujer saltó sobre una de las gárgolas de la catedral riéndose y entonces en segundos estaba frente a mí, se ría y comenzó a lanzarme golpes y puños atacándome, uno a uno recibí sus golpes y le devolví otros aunque los rasguños y golpes no parecían hacerle nada, aspiré su aroma y era una vampira.
Retrocedí cuando un puño en mi estómago me arrancó el aire y antes de darme cuenta estaba de rodillas al suelo escupiendo y ahogándome del dolor, la muy maldita había sido más que rápida y ahora tenía un arma en la frente esperando lo peor pero no, no fue nada hasta que oí conmoción tras de ella mientras desaparecía completamente maldiciendo, entonces fui consciente sus puños tenía cuchillos y eran certeros esos puños en atacar mis puntos más delicados, casi sentí el estómago revolverse, el hombro hacerse añicos y la cara, sabía que tendría un moretón luego. Cuando traté de poner de pie y ayudar a mi compañero me percate que eran inquisidores que estaban ayudándonos llevándonos hasta una casa…pero no supe más el dolor me ganó.
Estaba soñando con un joven de cabellos castaños y una sonrisa enigmática, unos labios que se acercaban a mi mejilla y los besaba, sus manos me acariciaban lentamente la cintura subiendo por le espalda hasta la nuca y luego sus labios sobre los míos, sabían deliciosos, aunque comenzaron a ponerse frio, miedo, mucho mido sentí al no poder ver bien su rostro, grito y pataleo con fuerzas tratando de aferrarme a él pero solo oigo un susurro en su nombre, su nombre es…es… —ETHAN—
Desperté gritando y me encontré con la mano intrusa del inquisidor justo en mi intimidad, arque una ceja y lo miré, para luego mirarme, tenía vendas en el cuerpo sobre todo en el estómago y hombro con el pecho, me las arranqué dejándome solo con bragas y me puse sobre él besándole lentamente los labios con los ojos cerrados, me alejé riéndome —Que atrevido Ben, eres un vampiro muy pícaro y atrevido, insinuarse así con tu compañera que dormitaba y no estaba consciente, acaso pensabas violarme Ben, pensabas tomarme mientras dormía y te corrías en mi interior, que pervertido eres— le devuelve los besos meciéndose sobre él creando una fricción como en antaño tenían luego de cada cacería —Al parecer una mujer estaba tras de ti Ben, quien era— gemí ronroneándole como si fuera una inocente gatita.
Retrocedí cuando un puño en mi estómago me arrancó el aire y antes de darme cuenta estaba de rodillas al suelo escupiendo y ahogándome del dolor, la muy maldita había sido más que rápida y ahora tenía un arma en la frente esperando lo peor pero no, no fue nada hasta que oí conmoción tras de ella mientras desaparecía completamente maldiciendo, entonces fui consciente sus puños tenía cuchillos y eran certeros esos puños en atacar mis puntos más delicados, casi sentí el estómago revolverse, el hombro hacerse añicos y la cara, sabía que tendría un moretón luego. Cuando traté de poner de pie y ayudar a mi compañero me percate que eran inquisidores que estaban ayudándonos llevándonos hasta una casa…pero no supe más el dolor me ganó.
Estaba soñando con un joven de cabellos castaños y una sonrisa enigmática, unos labios que se acercaban a mi mejilla y los besaba, sus manos me acariciaban lentamente la cintura subiendo por le espalda hasta la nuca y luego sus labios sobre los míos, sabían deliciosos, aunque comenzaron a ponerse frio, miedo, mucho mido sentí al no poder ver bien su rostro, grito y pataleo con fuerzas tratando de aferrarme a él pero solo oigo un susurro en su nombre, su nombre es…es… —ETHAN—
Desperté gritando y me encontré con la mano intrusa del inquisidor justo en mi intimidad, arque una ceja y lo miré, para luego mirarme, tenía vendas en el cuerpo sobre todo en el estómago y hombro con el pecho, me las arranqué dejándome solo con bragas y me puse sobre él besándole lentamente los labios con los ojos cerrados, me alejé riéndome —Que atrevido Ben, eres un vampiro muy pícaro y atrevido, insinuarse así con tu compañera que dormitaba y no estaba consciente, acaso pensabas violarme Ben, pensabas tomarme mientras dormía y te corrías en mi interior, que pervertido eres— le devuelve los besos meciéndose sobre él creando una fricción como en antaño tenían luego de cada cacería —Al parecer una mujer estaba tras de ti Ben, quien era— gemí ronroneándole como si fuera una inocente gatita.
Terra A. Reed- Licántropo Clase Media
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Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: Blessing Moon || Terra
Benvolio no hacia más que reír mientras sujetaba la cintura de Terra, su compañera de trabajo que sí, se la iba a tirar aunque tuviera que forzar por primera vez a una mujer pero cuando hizo aquella pregunta, de “quien era” se quedó helado que su misma condición sobrenatural – Es…-suspiro – Alguien que al parecer no me quiere cerca de ninguna mujer –Dijo extrañado pero cogiendo fuertemente las nalgas de Terra, dando la vuelta en la cama para poder ponerse sobre la loba , pero termino colocándose al lado de Terra, tumbado porque él si no bebía sangre humana no se curaba demasiado rápido.
Entonces entro una muchacha que enseguida atrapo llevándola a la cama, cogió su muñeca y comenzó a beber. Dejo de tomar de aquel vitae al ver que se curaba un poco más rápido, la joven seguía viva pero la dejo en su lugar en la cama – Quieres algo de comer? -Pregunto de espaldas cuando se ponía la camisa, comenzó a escuchar jaleo en lo que quizás sería la cocina – Debes de estar hambrienta. Quien nos cogió a salvo debió de pensar que perdiste sangre a lo mejor demasiado. –Se sentó en el hueco de la cama cerca de donde estaba Terra y le observo el cuerpo – Podría violarte ahora mismo pero no quiero que ..-suspira – Ella me huela. Es temible, pero la puedo entender perfectamente –Tomo uno de los senos de Terra, los comenzó a masajear y le dio igual, se volvió a poner encima de Terra, abriéndole las piernas como si nada, rozándose contra ella – Dime ¿Quién era ese Ethan? –Rio de la manera más socarrona que hubiera en la vida - ¿Alguien que no conozca? –Pregunto comenzando a pararse, retirando algunos cabellos del rostro desaliñado de Terra.
En realidad estaban prácticamente a solas.
De quien había succionado un poco de sangre, ahora estaba durmiendo, débil y si él quería, bebería un poco más pero no era el momento. No quería ensuciar las sabanas en las que estaban ambos. Quería jugar un poco con Terra pero no se movió hasta que recibiera la contra-respuesta si él le dijo –más o menos- quien era esa “mujer”. Después tendría que lidiar con ella si es que salía vivo después.
Entonces entro una muchacha que enseguida atrapo llevándola a la cama, cogió su muñeca y comenzó a beber. Dejo de tomar de aquel vitae al ver que se curaba un poco más rápido, la joven seguía viva pero la dejo en su lugar en la cama – Quieres algo de comer? -Pregunto de espaldas cuando se ponía la camisa, comenzó a escuchar jaleo en lo que quizás sería la cocina – Debes de estar hambrienta. Quien nos cogió a salvo debió de pensar que perdiste sangre a lo mejor demasiado. –Se sentó en el hueco de la cama cerca de donde estaba Terra y le observo el cuerpo – Podría violarte ahora mismo pero no quiero que ..-suspira – Ella me huela. Es temible, pero la puedo entender perfectamente –Tomo uno de los senos de Terra, los comenzó a masajear y le dio igual, se volvió a poner encima de Terra, abriéndole las piernas como si nada, rozándose contra ella – Dime ¿Quién era ese Ethan? –Rio de la manera más socarrona que hubiera en la vida - ¿Alguien que no conozca? –Pregunto comenzando a pararse, retirando algunos cabellos del rostro desaliñado de Terra.
En realidad estaban prácticamente a solas.
De quien había succionado un poco de sangre, ahora estaba durmiendo, débil y si él quería, bebería un poco más pero no era el momento. No quería ensuciar las sabanas en las que estaban ambos. Quería jugar un poco con Terra pero no se movió hasta que recibiera la contra-respuesta si él le dijo –más o menos- quien era esa “mujer”. Después tendría que lidiar con ella si es que salía vivo después.
Benvolio D'Argouges- Inquisidor Clase Alta
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Re: Blessing Moon || Terra
Ahí estaba lo que siempre hacía el, seducir y pretender que las mujeres caían a sus pies, rodé los ojos por aquella actitud levantándome para comenzar a vestir mis prendas, le di la espalda sin tomar en cuenta sus palabras mientras cerraba los botones del vestido riéndome ante su negativa de responder por la mujer que nos había atacado. Mire en la cama a la doncella que aún seguía respirando y me acerque a ella y toque su pulso negando ante las marcas de colmillos en ella. Me volví ante aquel vampiro con una mano en mi cadera y la otra apuntándole directamente al rostro —Acaso te has vuelto loco, esta con el pulso muy bajo, y no me vuelvas a tocar Benvolio sin que te lo autorice, mira como la dejaste, acaso no piensas en lo que le puede pasar, pero claro que van a pensar ustedes los chupasangre. Has algo para ayudarla, tiene el pulso muy bajo— coloque ambas manos sobre las caderas, el escote del vestido aún no estaba todo abrochado, deje dos botones.
Aquel era el juego que teníamos él y yo, jamás sernos fáciles, pero ahora tenía que pensar muy bien en lo que aquella mujer me había dicho, pues no estaba solo en la mira de ella si no todo aquel que estaría cerca de mí. Suspiré cuando me senté en la cama para acomodarme los zapatos mirando con una ceja enarcada a Ben —Ben quien era ella, parece ser que quien tiene más secretos aquí eres tú porque sabes de quien se trata pero no quieres decírmelo, acaso una esposa celosa, vaya que te conoce las infidelidades Ben— una risa sardónica mientras termino de acomodar mis cabellos sin tomar mucha importancia a sus palabras —No se quien es aquel hombre que llamas ha de ser algún amigo tuyo o de tu noviecita, quien sabe. Además, por qué me preguntas, ni que te importar a cuantos me llevo a la cama o cuantos pasan por ella— el sarcasmo a flor de piel cuando me volteo y lo enfrento cara a cara.
—No tengo hambre la verdad, solo quiero salir de aquí, sabes que los lobos odiamos lugares encerrados, nos asfixia — me toco la garganta riéndome saliendo de aquel lugar por unas escaleras que daban a un salón, el recinto en si parecía ser de piedra, en forma medieval, enarqué una ceja ante tal deslumbre de dinero y lujos —Un castillo— pregunte bufando y rodando los ojos, era lo que más me molestaba, no saber a ciencia cierta donde esta —Maldita sea Benvolio, donde demonios estamos, no me gusta esto ya— le reclame en una postura ofensiva quitándole la mano que tenía sobre mi brazo, no quería que me tocara ni que estuviera cerca hasta que me dijera dónde demonios estábamos metidos.
Aquel era el juego que teníamos él y yo, jamás sernos fáciles, pero ahora tenía que pensar muy bien en lo que aquella mujer me había dicho, pues no estaba solo en la mira de ella si no todo aquel que estaría cerca de mí. Suspiré cuando me senté en la cama para acomodarme los zapatos mirando con una ceja enarcada a Ben —Ben quien era ella, parece ser que quien tiene más secretos aquí eres tú porque sabes de quien se trata pero no quieres decírmelo, acaso una esposa celosa, vaya que te conoce las infidelidades Ben— una risa sardónica mientras termino de acomodar mis cabellos sin tomar mucha importancia a sus palabras —No se quien es aquel hombre que llamas ha de ser algún amigo tuyo o de tu noviecita, quien sabe. Además, por qué me preguntas, ni que te importar a cuantos me llevo a la cama o cuantos pasan por ella— el sarcasmo a flor de piel cuando me volteo y lo enfrento cara a cara.
—No tengo hambre la verdad, solo quiero salir de aquí, sabes que los lobos odiamos lugares encerrados, nos asfixia — me toco la garganta riéndome saliendo de aquel lugar por unas escaleras que daban a un salón, el recinto en si parecía ser de piedra, en forma medieval, enarqué una ceja ante tal deslumbre de dinero y lujos —Un castillo— pregunte bufando y rodando los ojos, era lo que más me molestaba, no saber a ciencia cierta donde esta —Maldita sea Benvolio, donde demonios estamos, no me gusta esto ya— le reclame en una postura ofensiva quitándole la mano que tenía sobre mi brazo, no quería que me tocara ni que estuviera cerca hasta que me dijera dónde demonios estábamos metidos.
Terra A. Reed- Licántropo Clase Media
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Fecha de inscripción : 21/11/2014
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