Like I'm gonna lose you | {Terra} +18

por **Ludwig Martocci** Jue Nov 03, 2016 5:29 pm

Like I'm gonna lose you

- ¡Hannah! –Ludwig se despierta en mitad de la noche, repitiendo un nombre del pasado y que pasó a otra vida. Su rostro perlado de sudor inminente pasa de su frente hasta terminar en su mentón y cuello, su respiración es agitada, sus movimientos cautelosos ¿Qué había sido?

¿Una pesadilla? ¿Cuántas más iban con esta noche? ¿Con esa noche en la que Ludwig seguía desnudando sus sentimientos a base de más lágrimas de dolor y tristeza? Un dolor que hacía quererse arrancar el corazón, un dolor equitativo a la inmensidad de las estrellas oscuras del firmamento.

¿Cuántas más noches debía de sufrir el castigo por su arrepentimiento?

¿Por haberla dejado a su suerte?
¿Por no haber podido hacer nada?
Si hubiera sido un licántropo como su mejor amigo, no estaría en esta situación. La mayoría de las veces se maldice, se odia, se detesta por cómo ha nacido y no haber nacido un humano para poder ser como su mejor amigo, un licántropo y así salvar a su amada de aquella rara enfermedad. Pero no serviría de nada.

Nunca sirvió de nada durante todos estos años que ha vivido en París y que al parecer seguirá viviendo en el mismo lugar hasta que la tierra se coma sus huesos podridos al morir.

De repente llaman a la puerta. Una de las sirvientas le llama y cuando él, con bata alrededor de su cuerpo y bien atado abre la puerta para ver que quiere la sirvienta, esta le dice que han encontrado en los establos a una nauseabunda entre los pajares, que los caballos están inquietos.

Molesto, se peina y se viste con lo primero que pilla en el armario, baja con la sirvienta y cuando llegan a los establos observa que es una mujer, de cabellos dorados y rostro apaleado, herido y magullado por algunas muecas de sangre – Madre mía – Ludwig murmura al ver a la muchacha con los ojos cerrados – Hay que curar esas heridas o se infectarán Bridgitte –Dijo a su sirvienta – Trae el equipo sanitario –Y en cuanto dijo aquello su sirvienta se puso enseguida a buscar el equipo médico, rápido para poder actuar enseguida el proceso de curación.

BY ORIANI~© SAVAGE-THEMES & THE CLOSETTO

por **Terra A. Reed** Dom Nov 13, 2016 3:51 pm

El sol pega con fuerza en mis y los estruendosos ruidos que son más como el relinches de bestias monstruosas es lo que apenas puedo oír, el cuerpo duele demasiados sobre, sentí algo cálido correr por mi espalda y muslos, la cabeza la sentí embotada y por ellos los mareos que se estaban dando junto al dolor de cabeza infernal que iba creciendo a pasos agigantados, trato de levantarme pero es imposible, empujo mi cuerpo pero nada, solo hay dolor y pequeños fragmentos de la noche anterior.

La noche anterior.
Noche de luna llena, por los bosques tratando de saciar el hambre y otro apetito, al parecer esta luna llena caía justo en la etapa de celo de la loba, y eso lo ponía aun peor por el estado de ánimo que se mandaba, sus garras destruían árboles y eso solo atraía a gente no tan deseada y entre ellos un grupo de cazadores; la pelea fue dura entre ambos grupos, aunque la loba estaba sola, balas, golpes, sangre y cuerpos destrozados era todo lo que quedó hasta más entrada la madrugada momento en que la loba tuvo que huir pues una bala de planta había entrado en su hombro y tenía varios rasguños en su lomo producto de los cuchillos de aquellas bestias, solo pudo correr entre el bosque buscando algún lugar donde lamer sus heridas, pero no lo encontró hasta que el la mañana llegó y su cuerpo femenino se mostraba ante la vista de todos.

Una pequeña casa parecía estar ante sus ojos cansados, lo que parecía un lugar perfecto.

Hay ruido a fuera, escuché pasos y una voz que gritaba algo, pero realmente no entiendo muy bien, uso mis manos para levantar mi cuerpo pero el dolor y cansancio me vence dejándolo caer nuevamente en aquella comodidad —Solo, déjenme dormir un momento, así se me pasará el dolor y el celo— susurré entrecortadamente abirneod los ojos para visualizar mejor, pero solo veía de manera borrosa una silueta —¿Eres un hombre o una mujer? Si eres un hombre no te vayas a pasar de vivo y si eres mujer deberías tener cuidado conmigo— reí y el dolor volvía así como un poco de sangre que escupí por los golpes recibidos la anterior noche.

Mi cabeza daba mil vueltas tratando de encajar los fragmentos de lo ocurrido, solo tenía un aroma algo agradable, dulzón y tranquilo y eso, eso no era bueno.

por **Ludwig Martocci** Sáb Dic 03, 2016 7:27 pm

Like I'm gonna lose you

No habría momento para dudar ni para quedarse quieto. Ludwig apretaba en la herida, pretendiendo detener la hemorragia hasta que su enfermera pudiera llegar con el equipamiento médico. Ludwig repetía en su cabeza que debía de calmarse, su sirvienta en quince minutos llego de nuevo a su lado. Este le dijo lo que había que hacer y después de saber que algún instrumento de plata había hecho efecto en la mujer, decidió hacer las cosas a la vieja usanza logrando así ver que la herida de la mujer estaba sanando satisfactoriamente.

Fuera lo que fuera, no era como él. Él mismo no se curaba tan rápido, o al menos eso sabia de los de su raza. La sirvienta tomo la iniciativa de buscar prendas propias que estuvieran en buen estado, Ludwig tenía trajes de su madre que los guardaba por si este le daba alguna hija. Risa le daba al pensar en eso, pero lo que trajo su sirviente estaba bien planeado.

-Bien hecho Bridgitte – Ludwig premió a su sirvienta por la toma de iniciativa y entre él y Bridgitte vistieron a la desconocida con mucho cuidado. Ludwig cogió en brazos a la desconocida y la llevó a una habitación que comunicaba con la propia, una habitación de invitados acomodada para casos como estos. Con la ayuda de Bridgitte y una sirvienta más, Ludwig pudo entrar fácilmente en la habitación, puso a la hermosa mujer de cabellos dorados sobre la cama y con cuidado la soltaba sobre el lecho. Por un rato se quedó observándola con firmeza. Parecía plácidamente dormida. Aunque lo mismo estaría haciéndose la dormida. No lo sabía con claridad.

Entonces, sin venir al caso, las tripas de Ludwig sonaron. Enseguida ordeno que trajeran el desayuno o algo para picotear a los dos. Ludwig se quedaría sentado en un cómodo diván delante de la cama, observando de cerca a la desconocida y procurando no entrar nuevamente en los brazos del eterno y placentero Morfeo. La verdad, no quería sentirse como un inútil. Haría todo lo que estuviera en su mano, para así poder ayudar a su ahora invitada.

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por **Terra A. Reed** Mar Dic 13, 2016 6:45 pm

Huele a algo delicioso, tan rico que ya me ruge el estómago estoy salivando por comenzar a comer algo pero sé que es el sueño, uno tan suave y cómodo que parece que estoy flotando entre nubes o plumas. Gimo un poco removiendo mi cuerpo sobre la cama, aun siento el dolor de las heridas de anoche pero no es tan fuerte como antes solo siento alguna especie de venda.

Me levanto de golpe y el dolor se vuelve más punzante y me enmudece de momento, mi visión es borrosa pero se va aclarando lento por lo que distingo una silueta, percibo el aroma de la habitación y es nueva, no es mi hogar ahora lo comprendo, dejo caer aquella sabana y me pongo de pie rápido algo tambaleante, camino hasta la silueta que gracias a gaia no está muy lejos. Mis manos tocan su rostro, su cuello, sus labios, es un hombre —¿tú me vestiste?— susurro, bajo las manos por su cuello hasta su cuello y siento que traga algo ¿comida? —Aliméntame por favor— abro la boca, pero soy inconsciente de lo que digo o hago.

Espera, aquel hombre me vistió, me llevo a la cama y estaba mirándole y ahora yo le digo que me alimente. Me aparto rápido, tenía algo de fiebre y el celo no ayudaba mucho —Mejor tráeme comida que pueda digerir y algo más suelto si no mis heridas no cerraran y será molesto tener alguna cicatriz, eso y si puedes por favor dejarme sola unos momentos— aquel hombre huele delicioso, no se si es su perfume o lo que esta comiendo pero para mis sentidos no ayudaba en nada —Te lo pagaré cuando vayas al hotel de parís, ahí te atenderé mejor que nadie, aunque soy solo una camarera— que estoy diciendo, le estoy diciendo mi vida.

Sonrío y sin importarme nada me quito la ropa delante de él, muestro mi espalda y hasta mis piernas, me meto en la cama de nuevo tratando de no caer producto de las heridas, necesito mejor descansar y una ducha bien fría o de lo contrario terminaré violando a aquel pobre hombre caritativo y eso no se lo merece él.

por **Ludwig Martocci** Mar Ene 03, 2017 7:33 pm

Like I'm gonna lose you

Ludwig estuvo a punto de caer preso del sueño hasta que por fin las sirvientas entraron por la puerta con un suculento manjar de comida para el desayuno. De tortitas, fruta hasta deliciosos bollos recién salidos del horno con algo de embutido y huevo duro, preparado para partirlo con la parte trasera de la cucharilla. El café por la mañana entraba de escándalo y después el zumo de naranja. Ya estaba con las energías a tope, estaba comiendo un trozo de bizcocho en cuanto escucho gemidos provenientes de la cama.

Tenía un trozo de pan tragando por su garganta hasta que la mujer le hizo quedarse helado, la mujer se le acerco quejándose en gemidos, alucinando, lo mismo a causa de la fiebre estaría delirando pero Ludwig no podía ignorar la belleza corporal de la mujer que se le transparentaba a través de la fina tela de la sabana, hasta que su entrepierna bajo el pantalón se vio entrometida con la visión celestial del cuerpo desnudo de la desconocida, sin sabana y esta estaba sobre la cama delirante y tentándole a hacer que sus pecados salieran a la luz en ese momento.

– Iré a por algo pa-para la fiebre –Dijo viéndose comprometido, yendo hacia el exterior de la habitación y pidiendo a las sirvientas más ropa, toallas y algo para la fiebre de la mujer que recién se había despertado.

Con un poco más de calma, con todo lo que había pedido, entro en la sala con una de las sirvientas, precisamente con la que le había ayudado a curar a la desconocida que ahora estaba delirante en la cama – Vamos Bridgitte –Tomo el ungüento de la sirvienta y lo unto con cuidado sobre las heridas de la desconocida – Tranquila –Dijo a la bella mujer de cabellos de oro – Estás a salvo. Primero debe bajarte la fiebre, sino la-la comida la rechazarás…-Se le estaba haciendo difícil la tarea al tener la mujer completamente desnuda frente a él – Bridgitte, vístela y átala a la cama para que pueda descansar. Yo te ayudo – Con lo dicho, ataron a la mujer después de vestirla para que el ungüento hiciera su efecto – Me quedaré contigo, te hemos atado para que el ungüento curativo te baje la fiebre y así puedas ingerir algún alimento, poder recuperarte, pero…confía en mi –decía Ludwig con la esperanza de que la desconocida le hiciera caso - Por cierto, me llamo Ludwig, pero todos me llaman Lu.

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por **Terra A. Reed** Vie Ene 13, 2017 10:33 pm

Su voz profunda solo levanta más mi celo, estoy perdida, mis ojos le siguen hasta que abandona la habitación es lo que más agradezco en ese momento y no pueda percibir la excitación que llevaba; cierro los ojos y él está en el pensamiento besando mi cuerpo, pensar en ello me enciende nuevamente pero solo trato de resistir y ello, ello es lo que hace que la fiebre siga subiendo. Estaba delirando por violar a aquel hombre de una vez por todas.

Muerdo mi labio con fuerza cuando regresa, la mujer que le acompaña también esta hermosa y huele deliciosos su cuerpo arroja una fragancia a duraznos tan apetitosa como fresca, tenía el aroma de las doncellas, las manos de la joven solo despiertan más mi deseo y la ropa es tan molesta por el calor que siento en ese instante; las cuerdas tiran de mis muñecas y tobillos pero hay una sensación extraña que inunda mi cuerpo completamente, tiro de las cuerdas, suelto un gemido, la fiebre no bajaba ni aumentaba, sabía lo que era, las heridas y el celo juntos no ayudan a que baje nada. Miro al hombre, repaso su nombre en mi mente, sonrío y miro a sus ojos —Lu— jadeo al arquear la espalda.

La doncella se sonroja y mira a su señor en un momento sin saber qué hacer, le guiño el ojo complaciente y ella solo puede salir corriendo sonrojada dejándonos nuevamente solos —La fiebre se me bajará si antes se me quita el celo ¿quieres ayudarme con ello?— humedezco los labios removiendo mi cuerpo sobre las sábanas sin dejar de ver a los ojos al hombre; suelto un gemido nuevamente al tirar de las cuerdas de las muñecas —Puedes llamarme Terra, entonces Lu, me ayudarás con mi problema o traerás a tu doncella nuevamente, si es así deberías abandonar la habitación puede que lo que le haga a ella te sonroje o te quite el color del rostro— la expresión en el rostro del hombre quedó como para un cuadro estoico .

Muerdo mi labio inferior, con solo verle de pie asombrado por mis palabras, con sus ojos devorando mi cuerpo, sé que no es inmune lo veo a través del bulto en su pantalón.

por **Ludwig Martocci** Vie Feb 03, 2017 7:43 pm

Like I'm gonna lose you

No sabría cómo detenerse sus ganas de rozar ese cuerpo suave y delicado que según la paciente estaba en celo. Ludwig llevo una mano hacia el hombro de Terra pero Se sintió orgulloso y feliz entonces, feliz de estar con ella, orgulloso de su gracia y su porte señorial. Pero ahora, el primer contacto con su cuerpo, armonioso y extraño y perfumado, produjo en él un agudo latido de lujuria. Sus sentidos se removieron en sus entrañas reproduciendo todo tipo de imágenes en su cabeza.

Se sabe cuan poco dura en la mujer la ardiente llama del amor, cuando la mirada y la mano, no son capaces de avivarla de continuo. Podría simular una pasión que no sintiera, pero no podría simular una que le arrasara como el fuego. Procuró no tener demasiada pasión. La pasión es dejarse ir, transformarse en un sujeto pasivo….pero pronto caería a la tentación, retiró la mano, no mucho podría hacer ahora mismo. Ella estaba enferma y él se limpiaría las manos. Llamo a una de sus sirvientas, la más hermosa de todas y la hizo quedarse al lado de Terra.

-Quédate mientras yo preparo un ungüento – Dijo mientras Ludwig se iba de la habitación dejando a solas a la sirvienta con Terra.

Marie, la sirvienta bella de ojos azules y cabellera cual rayos de sol observaba con determinación a Terra envueltas en sábanas - ¿se encuentra bien? –Marie puso la mano sobre la frente ajena pero no vio o notó que esta tuviera algo de fiebre pero sí que estaba algo acalorada - ¿Qué puedo hacer por usted? –Sin darse cuenta, se dejó llevar y se sentó en un lado en la cama, cerca de Terra y acariciándole los mechones rubios y sudados que estaban sobre la frente perlada de sudor. Marie era de las que se preocupaban enseguida por los que estaban enfermos y la primera en ayudar - ¿Tiene calor? –Pregunto con cierta curiosidad, pero al estar vestida Marie bajó un poco la sabana de Terra para que tuviera menos calor – Así debe de tener menos calor –Dijo queriendo estar haciendo lo correcto.

Pero el amor suele ser ciego, claro, y en este caso, acompañado de un aliciente que en la vida de algunas mujeres se vuelve una obsesión: no hay nada que incremente más la lujuria que lo prohibido, y creo que era la motivación principal de la joven Marie, una bella mujer tumbada, atada para que el ungüento hiciera efecto pero indefensa mientras que una sirvienta no tenía nada más que ideas pecaminosas y repentinas. Echo una rápida mirada a lo que era el umbral de la puerta pero no venía nadie. Deslizo sutilmente la mano por el interior de la sabana a lo que era al interior del sumiso camisón con el que habían vestido a Terra.

Dirigió la mano hacia lo que era uno de los senos de Terra, lo acaricio por un rato habiendo a su vez jugado con el pezón para después dirigir esa mano traviesa por el abdomen de Terra hacia el interior de sus muslos, ahí, en aquel rincón secreto en el que había la tentación por lo que Marie abrió un poco las piernas de Terra, observándola mientras, vigilando también el umbral por si llegaba alguien….Marie seguía en su exploración que comenzó a indagar dos dedos en el interior de la cavidad vaginal de Terra y ella misma, ahí en ese lugar gimió de la sensación de estar….”Masturbando a alguien”

-¡MARIE! –Ludwig soltó un grito llamando a Marie, llamándole la atención. La sirvienta Marie volvió en sí misma y después salió corriendo de la habitación.

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por **Terra A. Reed** Lun Feb 13, 2017 10:32 pm

Las sogas las tiro con más fuerza en busca de la calma para mi cuerpo que no para de calentarse cada segundo más con la mirada fuerte y penetrante de aquel hombre que no hace nada más que verme deseándome pero sin atreverse a ello. Sonrió casi en una risa al arquear más la espalda y rozar mis piernas entre si para llamar su atención, pero no funcionó al contrario llamó a su doncella. Al menos ella sería más fácil de seducir.

La doncella con su charla deja que yo pueda engañarla, tiro más las sogas lo que arranca gemidos de placer de mis labios y ese pobre cordero se acerca más y más tanto que le es imposible resistirse a tocar mi piel. Su toque es suave aunque algo tembloroso, se ve que es su primera vez con una persona de su mismo sexo, sonrío a ella y relamo los labios invitándola a más pero antes de poder consumar aunque sea un beso su señor nos ha interrumpido y ella avergonzada y temerosa huye dejándome de nuevo acalorada, mascullo molesta y miro al hombre muy furiosa —Vamos si no tuviste los pantalones para hacerlo tu al menos deja que la chica lo haga con eso me habrán ayudado, ya te dije— regaño a aquel hombre que se ve que no conoce como es mi condición realmente.

Miro su entrepierna que sigue abultada, sonrío por ello con una ligera pizca de picardía y lujuria —Al parecer la tarea de queda grande o pequeña aquello que ocultas en tus pantalones, eso solo hace ver que no eres lo suficientemente hombre para complacer a una mujer como yo y eso que estoy atada ¿Qué más ayuda puedes pedir?— ronroneo, restriego y contorsiono mi cuerpo sobre la cama para incitar y dar la invitación a aquel hombre.

por **Ludwig Martocci** Vie Mar 03, 2017 6:10 pm

Like I'm gonna lose you

Ludwig no estaba preparado para lo que la mujer le pedia en ese momento. Sentia que podria perderse en el descontrol de estos actos pecaminosos.

Su poca experiencia en esto le llevaba a la vergüenza, al limite en el que no sabria como seguir y se ridiculizaria al instante. Sin embargo no queria profanar ese cuerpo - no se enfade señorita pero tampoco tengo mucha experiencia en esto, no quiero dejarla con las ganas no sabria como seguir la verdad - sus maneras de disculparse eran demasiado formales que llegaban al limite de lo aburrido como su dilatada inexperiencia. Siente que ahora tuvo algun tipo de relacion anterior pero no era nada importante. Seguia aquella mujer queriendole provocar, y ya no podía ocultar el bulto que sobresalia por debajo de sus pantalones. No estaba fuera del todo pero lo estaba provocando.

Salio de su estancia para poder relajarse un rato pero enseguida volvio al interior, cerro las puertas tras de si con pestillo para cuando volvio al lado de la mujer este la desatara, se quito toda la ropa que cubria su fornido cuerpo para ponerse entre las piernas de la mujer, le arranco el camison convirtiendolo en un vestido hajado, le puso los brazos sobre la cabeza con una mano mientras que con la otra indagaba dedos en su interior, lamia su cuello, acompañaba aquel arrebato de lujuria con movimientos de cadera incitando la entrada hasta que finalmente, la penetro comenzando a moverse lentamente en su interior.

La sensación que era estar dentro de la mujer era increible. No es que fuese virgen, pero apenas podria disfrutar de algo asi, nunca sintio con nadie algo asi, estaba comenzando a experimentar algo que jamas tendria en su vida y poco a poco, los movimientos de cadera fueron en aumento.

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por **Terra A. Reed** Lun Mar 13, 2017 4:15 pm

Su primera excusa me excita y calienta mi cuerpo de una manera muy sobrenatural, siento como los pezones queman así como mi piel que se agita debajo de tantas telas. Sus ojos me devoran se que él también lo desea tanto como él pero se reprime, el celo no me deja pensar claro solo quiero tenerlo entre mis piernas hasta poder calmar la calentura de mi cuerpo luego pensaré en las consecuencias.

Muerdo mi labio con fuerza con la reacción que su entrepierna sufre con mis movimientos sensuales, que no son otra que retorcerme de placer en aquella cama con las cuerdas tirando con fuerza que se marca en mi sensible piel, ya veo las marcas rojas en las muñecas que con solo verlas me excitan más, estoy a punto de gritar con que me siga viendo y él lo entiende que sale dejando que gima a boca abierta. Regresa con esos ojos de deseo, ya lo está queriendo también; sus dedos exploran mi intimidad que está completamente húmeda los escucho hurgar en mi interior más profundo que hace que gima y muerda mis labios abriendo más las piernas para él, elevo las caderas moviéndolas a su ritmo deseando más. Mi lengua respasa sobre mis labios húmedos de tanto deseo.

Sus manos, sus piernas que tratan de inmovilizarme, su lengua que baja por mi desnudo cuerpo me están matando y grito, grito de placer tan alto al notar que va entrando en mi de un golpe, me retuerzo debajo de él moviéndome con locura, froto mi cuerpo contra él, clavo las uñas en su torso bajando hasta su vientre suplicándole más, más de esos movimientos fuertes, busco sus ojos y veo su frente sudada —Quítate esas ganas de virgen— lo último lo susurre a su oído que lamo y bajo por el borde del rostro hasta los labios que tomo con desespero besándolo frotando el rebote de mis senos contra su torso —Quiero hacerlo de otra manera también— jadeo sacando su miembro de mi interior.

De pie sobre la cama me agacho mirando hacia la puerta, mis manos sobre la sábana mojada así como mis rodillas, le miro por encima de mi hombro y ronroneo —Vamos, sé que lo deseas tanto como yo—, respiro muy agitada, mi cuerpo literalmente esta ardiendo entre jadeos y gemidos al sentir sus manos en mi piel que solo la hacen sentir miles de pequeños orgasmos.

por **Ludwig Martocci** Lun Abr 03, 2017 5:45 pm

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Las sorpresas que le brindaba esa tarde la persona que apenas hace unas horas que la rescato de una muerte casi segura ahora le estaba intentando tentar con posiciones que jamás había hecho a una dama. En su vida se le había dado la oportunidad de hacer tales cosas, pero sonrió y sujetándole de una nalga, le azoto la otra con toda la palma de la mano.

- ¿t-te gusto eso? –Pregunto por si había sido algo estúpido o habría servido en algo en el placer de la mujer, por lo que simplemente se sujetó de la nalga que aun sujetaba y su miembro aun erecto se fue introduciendo en el interior de ella, más y más profundo en aquella cavidad vaginal, volvió a gemir como lo hizo la primera vez, situándose directamente cerca de ella, pegado a su pelvis y moviéndose rítmicamente dentro de ella, gimiendo y gimiendo la azotaba inconscientemente en las nalgas y como pudo, con una mano se agarraba de uno de sus senos, la otra mano estrujaba una de las nalgas, soportando los escalofríos que le pudiera transmitir aquellas sensaciones inmensas de placer.

¿Cómo es que nunca había experimentado algo así?

Posiblemente como era un señorito y poco afianzado a las ganas de tener aventuras por posible temor al rechazo o algo similar jamás ha hecho algo así, pero estaba sintiéndose tan relajado que sus preocupaciones estaban poco a poco convirtiéndose en difusas, estaban desapareciendo, su cuerpo se relajaba y solo centraba todos sus esfuerzos en seguir embistiendo aquella cavidad vaginal que tanto le estaba gustando penetrar una y otra vez.

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por **Terra A. Reed** Jue Abr 13, 2017 5:26 pm

Suspire con fuerza mordiendo mi labio inferior lo más que podía hasta casi desearlo hacer sangrar, mi cuerpo se contraía completamente deseando sentir de nuevo a aquel hombre, sus ojos con la expresión de su rostro me excitaban más tanto que estaba a punto de explotar por ver su sorpresa ante mi insinuación. Quería que el fuera más rápido y violento como los que comparto maldición de luna, pero su trato solo erizaba mi piel con sus caricias.

Oir que preguntaba ello hizo que suelte una risilla con la ceja enarcada como si le dijera “habas en serio” pero ya entendí en ese momento, aquel hombre era más un jovencito modoso de los que jamás habían disfrutado del sexo en toda su gloria —Claro que me gustó que no lo ves— mordí mi labio inferior al sentir como iba entrando más y más, como se movía contra mi cuerpo, como me hacía gemir más alto con cada embestida y sus palmadas que iban haciendo calentar mi piel en el tono rojo, mis pezones todos duros ante su mano clavándose en la palma de su mano —Puedes sentir lo mucho que me gusta esto con solo sentir mi humedad— murmuré arqueando la espalda moviendo el cuerpo más aprisa contra él —Vamos, muévete más, muévete más rápido y salvaje, despierta tu lado animal— grite junto a los gemidos de placer que estaba desbordando.

Me levanté pegando mi espalda más a su pecho, sintiendo como se enterraba más en mi interior, tomé su mano que estaba en mi seno llevándolo a mi intimidad frotando esos dedos contra la humedad que corría entre los dos sin dejar de mover mi cuerpo contra él. Ahí arrodillados los dos en la cama sin dejar de movernos retándole entre jadeos, tomé su cabeza girando la mía para besarle los labios y así acallar nuestros gemidos los dos juntos. El celo me estaba nublando el juicio

por **Ludwig Martocci** Miér Mayo 03, 2017 7:39 pm

Like I'm gonna lose you

Ludwig hizoncomo le pidio, sus movimientos contra la humedad ajena iba haciendose mas notorio, mas y mas notorioz se movia con mucha mas fuerza contra ella. Seguia ritmicamente en aquella nueva posicion, improviso y le levanto una pierna para profundizar mas y aquello le hizo sentir un escalofrio por todo su cuerpo, mientras la besaba la penetraba, gimiendo ahora sin controlarse, le daba practicamente igual que enseguida decidio cambiar la posicion o el juego.

Ludwig salio de Terra y arrancando un trozo de tela de la sábana, vendo los ojos a Terra para que no supiera lo que haria con ella en ese instante.

La tumbo boca arriba y con la rosa que habia en el jarron de la mesilla de noche, la fue pasando como caricias de terciopelo por su tersa piel en extasis, los petalos pasaban por la piel ajena mientras lo seguian besos de los labios de Ludwig, recorriendo cada rincon de aquel cuerpo, poco a poco llegando hasta el clitoris que paso varias veces por ahi los petalos de la rosa, haciendoles sutiles caricia para despues comenzar él mismo a lamer lentamente el sexo femenino dejando a la rosa descansar por el momento, seguía, poco a poco, metio dos dedos de golpe en aquella cavidad vaginalz para Ludwig era como introducir los dedos en dulce caramelo, un caramelo exquisito del cual querria beberse toda la colmena.

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por **Terra A. Reed** Sáb Mayo 13, 2017 3:50 pm

Gimo con fuerza por sentir sus salvajes embestidas que hacen que mi cuerpo se estremezca con cada empujón que da, siento como va entrando hasta el último rincón, como toca y desgarra cada frontera de mi sexo humedecido sobre excitándome, puedo ver como los fluidos nos empapan los muslos a ambos así como el sonido erótico de nosotros dos follando como un par de animales, animales que somos en el fondo.

La nueva posición me desquicia, los ojos vendados elevan más mis sentidos extasiándome completamente, mis pezones se endurecen y arden por el deseo de sus besos, su saliva quema en mi piel así como esa suave caricia que riega. Puedo olerla es una flor silvestre, abro mis piernas para él y solo puedo gemir tan algo como si fueran gritos, gritos de placer al sentir su lengua. Mis manos se aferran con fuerza de su cabeza y mis caderas comienzan a moverse rítmicamente con su caricia, no puedo parar de gemir hasta sentir esa sensación de furor, la corriente que corre por todo mi cuerpo, las piernas que se tensan, los dedos que se entumecen y el vientre se contrae, desde el fondo puedo sentir mi voz deseando gritar con toda fuerza así como una explosión que siento por todo mi cuerpo —LUDWIIIIIIG— el orgasmo más fuerte que he tenido con un grito hasta quedar agónica y desfalleciente sobre la cama.

Aguardo unos segundos sonriendo como una idiota por tan semejante maravilla de placer, retiro la venda mirándole a los ojos al hombre relamiéndome los labios —me hiciste llegar tan deliciosamente, ahora quiero que te acabes en mi cuerpo— lo empujo sobre la cama viendo su dureza, avanzo hasta quedar sobre él introduciendo su falo en mi cuerpo, abriendo la boca al sentir como va abriendo más mi sensible interior. Me muevo con fuerza gritando por la sensación.

por **Ludwig Martocci** Sáb Jun 03, 2017 8:48 pm

Like I'm gonna lose you

Ahora en el juego se habían cambiado las tornas.

ÉL estaba en la cama y ella estaba ahora bailando, montando sus caderas rítmicamente y seguía sorprendiéndose por cómo se complementaban el uno con el otro, pero no, ahora lo comprendía, Ludwig salió del cuerpo de la mujer para sacarla de la cama cogida del brazo, con cuidado pues vio que se tambaleaba y en cuanto él mismo se sentó en el borde de la cama, arrodillo a la mujer en el frio mármol – Chúpamela – Mandó de manera inmediata, Ludwig ahora estaba inflamado con la necesidad también de llegar al clímax, ¿y si eso fuese posible?

Movía las caderas mientras le iba introduciendo su falo en la boca ajena mientras le sujetaba de sus hebras doradas con cuidado de no hacerla demasiado daño, se la introducía lentamente, a veces le golpeaba el glande con la superficie de sus pómulos y se la volvía a introducir en la cavidad bucal, pero mientras él mismo le invadía su boca para una felación, Ludwig acariciaba su espalda hasta donde llegara, le conseguía golpear sus nalgas como podía y podría parecer alguien inquieto pero se había desatado su curiosidad y ahora estaba llevando a su acompañante de aquel momento de nuevo hacia la cama, la tumbo boca abajo, le ato las manos hacia atrás de nuevo con el trozo de tela con el que le había vendado los ojos y levantándole el trasero fue introduciéndole su falo erecto y que estaba a punto de explotar si no lo hacía pronto.

Comenzó de nuevo a mover su falo en el interior de ella, sacándolo de vez en cuando, golpeándola le producía placer, pero enseguida consiguió atraparle ambos senos con ambas manos y medio colocándola de pie la embestía, la apoyó en el poste de la cama en donde ya notaba que su punto álgido estaba por desbordarse. Salió de ella, con suavidad le dio la vuelta y besándola con profundidad iba con una mano masturbándose hasta que su semen fue prendándose en el cuerpo de la mujer que estaba entre él, sus besos y el poste de la cama.

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por **Terra A. Reed** Mar Jun 13, 2017 9:52 pm

El sabor de su falo tenía un toque salado con la unión de nuestros cuerpos, mis ojos lo miran desquiciada dilatados completamente por el aroma del sexo de los dos, podía olerlo él también comenzó a desearlo más y más como para dolerle. Mi boca lo recibió y fue mi lengua la que lo trató de manera especial rodeándole, cuando lo retiró no le permití alejarlo mucho porque aun deseaba saborearlo, le aparte la mano chupando más de su falo, mi lengua no se detuvo recorriendo su duro miembro, se sentía de manera diferente y eso alimentaba más a mi celo y ahora quería a fuerza que nuestra noche terminara con nuestros orgasmos.

Me tomó por sorpresa que el fuer más asertivo, sus manos calentaban más mi cuerpo lo estaba deseando tanto que perdía el control de mis sentidos, estaba por estallar, aguardo unos momentos más muerdo mi labio inferior con fuerza al sentir como invade mi cuerpo, estoy más sensible en algunos puntos y más en mi sexo que lo recibe algo apretado por mi orgasmo, su invasión volvía a dar cosquillas y el placer que me humedeció rápido no puedo soportar más tengo que soltarlo nuevamente pero se hace imposible y, mis manos atadas solo me excita más y más por imposibilitarme; gruño al verlo sobre mi hombro, sus manos me tocan de una manera suave pero con algo de rudeza al tirar de mis pezones, grito grito con fuerza al sentir una punzada en mi punto íntimo, la cabeza de su miembro lo golpea con fuerza y no puedo más, estallo cuando se retira sintiendo como él deja su semen sobre mí, es tibio y solo le sonrío al ver su regalo en mi cuerpo. Verlo me calienta más.

Respiro agitada por el segundo orgasmo que tuve con él mis dedos toman su semen llevándolo a mi boca para chuparlo probando su sabor —delicioso— jadeo respirando agitada mirando sus ojos, acerco mis labios a los de él besándole demandando a que sea más intenso el beso y más profundo todavía, necesito satisfacer a mi cuerpo, rompo aquella atadura y lo empujo a la cama rozando mis senos sobre su pecho —Estoy hambrienta y mi celo no cesara hasta que este satisfecha y como loba eso es muy difícil— muerdo su labio separándome de él —Necesito salir a encontrar otro macho un lobo que me tome y me quite esta hambre que tengo, no te ofendas guapo lo haces bien pero quiero más lo necesito mi cuerpo necesita no solo dos buenas folladas— le lanzo un beso pero hay dolor en mis heridas que aún no han sanado del todo, y lo peor que esa noche sería luna llena, la última del mes y la última de mi celo.

por **Ludwig Martocci** Lun Jul 03, 2017 6:56 pm

Like I'm gonna lose you

Ludwig sentía que ese podría ser un adiós, pero había disfrutado tanto lo que acababa de experimentar que no querria que ella se alejara de su lado ni por un instante o que simplemente no fuera con otra persona - ¡NO! Espera! – Dijo tomándola de la mano – Aún estás herida y necesitas descansar. Puedo ayudarte con tus necesidades, pero por favor no te vayas ahora - Le soltó la mano y rápidamente se puso los pantalones para ir hacia la puerta de la habitación y cerrarla con llave.

- Ven – Dijo mientras le ponía la sábana por encima para cubrirle el cuerpo, la tomo de la mano y yendo con ella fue hasta una estantería de la que tiro de un libro que luego volvió a la estantería y de repente un pasadizo se abrió ante ellos. No había mucho que iluminar pues hacia donde se dirigía con Terra de la mano no estaba demasiado lejos. Llegaron a una sala de cuatro paredes de piedra en la que enseguida Ludwig pudo ver unos grilletes pero antes se puso cara a cara frente a la muchacha – Puedo ayudarte. Ambos somos seres distintos a los humanos y lo puedo notar en tu aura, este aura que te ata a la luna a la vez que a la tierra. Creo que unos grilletes no te van a servir de mucho pero está sala en particular es imposible salir. Los arañazos en las paredes son de seres peligrosos antes que tu pero han salido bien al día siguiente – Y sin pensárselo demasiado llevó a Terra para ponerle los grilletes aunque no sirvieran de mucho. Había una cama perfectamente acomodada para este tipo de ocasiones pero Ludwig no se quedaría ahí mismo para ser testigo de lo que en realidad fuese la muchacha – Recuerda que tienes heridas por lo que quiero que te cures y descanses si es que puedes. Mañana ya te dejaré irte si es que gustas hacerlo…..o no –encogió los hombros esperanzado por que fuera la segunda opción de que no se fuera, había tenido un momento especial con la muchacha aunque a lo mejor no lo fuera para ella por estar descontrolada por completo.

- Bueno, te dejo – Con aquello dicho, Ludwig se acercó hasta la joven y le beso de manera apasionada, rodeándole con las manos cada nalga a la vez que se las estrujaba. Se detuvo. No quería seguir si no tendría que volver a empotrarla contra alguna superficie y no sabía porque esta joven precisamente le estaba volviendo completamente loco. No de manera afectuosa ya que la conoce de la mañana pero sino de puro deseo carnal y de follar hasta el amanecer, pero no estaba bien tampoco, ¿Qué podría decir la gente? Los rumores corrían demasiado deprisa en su familia y por nada del mundo quería ver su reputación mancillada por un acto apasionado como el sexo.

BY ORIANI~© SAVAGE-THEMES & THE CLOSETTO

por **Terra A. Reed** Jue Jul 13, 2017 8:44 pm

Estar atada con aquellos grilletes me excitó tanto que no controle mi cuerpo en ese momento, sus manos que me tocaban de aquella manera hicieron estremecer cada poro de m piel que exudaba en ese momento el intimo encuentro que tuvimos, solo recodarlo hizo que mi sexo palpitar con fuerza que se contrajera por dentro deseando más mojándome aún más de la situación, no podía soportar y el aroma del sexo inundo mi olfato mi propio celo se incrementó más y como buena loba que soy también exude esas feromonas para él que lo atrajeran más que lo incitaran a continuar

Me sostuve de las cadenas tirando de estas haciéndolas sonar con fuerza a la par que mi cuerpo se arqueaba y contraía conforme la sabana resbalaba por mi cuerpo dejándome completamente desnuda frente a él —¿eso es todo lo que dirás? Estas seguro de dejarme así atada y con estas necesidades por suplir— jadeo llamándolo con la lengua contra los labios sonriéndole de manera picara mostrándole mi sexo completamente humedecido deseoso de tenerle a él —Sabes que mi aroma puede atraer a otros machos para tener el lujo de aparearse conmigo, lo sabes— susurré sensualmente mostrándole el cuerpo desnudo y los estragos que hacía conmigo su presencia —Soy una hija de la luna, una loba y por esa razón hay meses en que sentirla nos vuelve locos con deseos de aparearnos hasta la mañana pero no hay muchos machos que soporten el calor de una loba ¿quieres probarlo? Hoy fue el último día de luna y mi cuerpo siente los estragos que dejó podemos follar hasta que el sol salga del nuevo día ¿quieres?— susurré nuevamente mirándole directo a su polla.

por **Ludwig Martocci** Jue Ago 03, 2017 7:23 pm

Like I'm gonna lose you

Ludwig miro a la licantropa de una manera en la que cualquier humano se replantearía las cosas un par de veces al menos. Aquel día estaba siendo algo extraño pero no tuvo más remedio que aceptar, que asentir a lo que pedía la licantropa sin sorprenderse de más pero tenían que hacer un alto para poder comer algo.

– Vale, hagamos un trato. Ahora mismo, si mal no recuerdo lo último que he visto ha sido la hora del reloj que marcaban la una y media de la tarde y ahora mismo deberíamos comer algo para poder entrar en estómago y para cuando hayamos comido algo SOLIDO, si usted gusta bella dama, yo encantado estaré de poder complacerle las veces que usted desee, porque donde usted aquí me puede ver, soy más fuerte de lo que aparento o puedo dar a entender a simple vista - Diciendo aquello de esa manera, Ludwig observaba a la mujer desnuda frente a su persona y como esta le miraba la polla como si no tuviera los pantalones puestos cuando en realidad si que los llevaba consigo puestos.

- Ahora vuelvo – Dijo el cambiaformas de manera divertida. Volvió por donde vino dejando el entrepaso abierto para poder oler, sentir a la licantropa y como gritaba porque alguien le diese una buena follada. Rebuscando entre sus cosas, encontró un artefacto divertido que se lo confisco a una de sus doncellas. Era una especie de cadenas de bolas unidas entre si y de madera resistente. Ludwig pidió a la doncella para entonces que le diera una demostración y vio como la doncella se daba placer a si misma con ellas.

Entonces las cogió y volviendo hacia donde estaba la mujer, Ludwig se arrodillo justo donde estaba el sexo abierto frente a su cara y lentamente fue metiéndole aquellas bolas de madera – No te muevas, o te hare daño…- Diciendo esto fue lentamente metiéndoselas dentro de su vagina, se las iba metiendo y sacando, una y otra vez divirtiéndose Ludwig viendo cómo reaccionaba la loba ante tal objeto de placer.

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por **Terra A. Reed** Dom Ago 13, 2017 5:27 pm

Aquella sensación estaba provocando que mi sexo se empapara nuevamente, no podía mantener las caderas quietas y solo las movía rozando mi clítoris contra sus dedos haciéndome gemir más fuerte, sentía aun el poder de la luna sobre mí y eso me estaba enloqueciendo completamente hasta no poder soportarlo. El hormigueo crecía así como el hambre y deseo de devorar a un hombre, las piernas se tensan, tiro de las cadenas haciéndolas sonar, no puedo quedarme quita, no puedo obedecer a sus órdenes muevo mi cuerpo insatisfecho contra el deseando que lo calme por completo pero nada no hay respuesta de su parte más que la sonrisa y el que introduzca aquello en mi de manera lenta.

Gruño, protesto, tiro más fuerte las cadenas —maldición saca eso y follame ahora, quítame las cadenas y follame duro o no responderé de que vengan otros machos a querer a darme lo que no puedes— apretó los dientes cerrando los ojos teniendo un orgasmo que solo acrece más mi deseo de apareamiento —Por lo que más quieras suelta estas cadenas y follame que tengo que hacer para que entiendas que necesito follar todo el día hasta acabar este celo— gruñí más fuerte y entre el tirar de las cadenas rompi con la fuerza las que sujetaban mis piernas colocándolas sobre los hombros de él moviendo mi cadera incitándolo con el aroma de mi empapado sexo —Mira ves como estoy de húmeda deseando que me tomes por completo y tu me haces esperar, a una hembra como yo no se le hace eso y ahora quiero que seas mi macho y me tomes de una maldita vez— tire las de la mano soltándome pegando sus labios a mi sexo mientras yo gemía de puro placer, se podía oír por todo el lugar mis gritos de placer y deseo.

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