AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Herbal Magicam || Privado
2 participantes
Página 1 de 1.
Herbal Magicam || Privado
“Lo que te aseguro es que será único, y lo único no es ni mejor ni peor, simplemente es eso: único.”
— Ildefonso Falcones
— Ildefonso Falcones
Tres días antes…
Los días se volvían cada vez más fríos, mientras el otoño seguía su curso. Las fechas volvían a acercarse a la peor época del año; Según la bruja. Las personas parecían estar comenzando a prepararse para el invierno. Las ropas debían ya ser gruesas para que el frio no pasara a la piel y enfermara a los nobles trabajadores. Se recubrían con guantes las manos, para que estas no sufrieran prematuramente los males por el frio del pronto invierno. Aitziber ya extrañaba la primavera, esperaba que los días no fueran tan largos. Ya deseaba volver a ver las flores y ver como el cálido sol se volvía a apoderar de parís.
Aunque los arboles perdieran sus hojas, se sabían que volverían a nacer mas verdes y sanas que nunca. Mientras tanto, la bruja estaba ocupada, ordenando todos los rincones de su tienda. Realizaba un inventario en busca de los faltantes para poder ordenarlo en el próximo viaje hacia oriente, el cual sería el último del año. Debía estar preparada y pedir todo lo que necesitara, pues hasta verano no volverían a llegar nueva mercancía para ella. Para suerte de Aitziber, había algunas cosas que podría solicitarlas a brujos locales, que se dedicaban a cultivar hierbas que podrían llegar a ser de utilidad en su tienda. Ya en unas ocasiones había realizado unos pequeños pedidos a una joven bruja, que comenzaba con ese antiguo arte. Le había ido muy bien con sus productos, sus clientes habían quedado encantados con la calidad y ella con el cómodo precio que le ofrecía la talentosa principiante.
Se propuso enviarle una Carta con las hierbas que necesitaría para un buen inventario en el invierno:
Carta escribió:Estimada Legard
Muy buenas tardes, antes que todo, quiero mandarle un gran saludo. Le envió la siguiente carta, en solicitud de sus servicios de hierbas locales, para poder tener una diversidad adecuada para el próximo invierno.
Esperando su respuestaAitziber D` Lemoine
Cosette le había respondido al día siguiente, informándole de una cita pautada para tres días después en donde le entregaría todo lo que ella había solicitado. Acordado luego en un par de cartas mas el lugar adecuado para su encuentro, Aitziber ordeno a su cochero mantener una carreta disponible para las hierbas que deberían ir a buscar en los próximos días.
Ya trascurrido los tres días. Había llegado el día y antes del amanecer Aitziber estaba despierta. Sentía como el frio de la madrugaba entraba a su cuerpo, pero pronto termino cubriéndose con gruesos ropajes que la protegían del frio. Cuando el sol salió, ella se retiro de su mansión acompañada por su conductor y fiel empleado de la familia Lemoine por hace muchos años.
Cuando llegaron al lugar citado por la bruja Cosette ya eran las 10am. La bruja estaba allí, con una agradable puntualidad, Aitziber se bajo del carruaje. Tenía un grueso vestido azul, cubierto por una capa gruesa de piel que la protegía del frio — ¡Gracias por esperar! — Sonrió suavemente. Ciertamente estaba algo emocionada, retiro con sus manos enguantadas la capucha que mantenía protegida su rostro y cabeza — ¿Has esperado mucho por nosotros? — pregunto ladeando un poco su pequeña cabeza. Sus cabellos estaban sueltos, estos comenzaban a tener un largor que hace tres años atrás tenia, pero que por desgracia, tuvieron que ser cortada por un evento infortunado — En esta temporada los caminos se ha vuelto un poco dificultoso — se quejo un poco. Tratando de disculparse por la tardanza. Julián esperaba en el carruaje fielmente. Era como un perro protector, que esperaría las órdenes de su amo y eso era para ella, ciertamente admirable.
Aitziber D’ Lemoine- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 643
Fecha de inscripción : 01/10/2011
Localización : Venezuela
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Herbal Magicam || Privado
Cosette se encontraba ordenando las estanterías de su tienda cuando escuchó unos golpecitos en el cristal de la ventana, como si alguien la golpeara con pequeñas piedrecitas. Se giró curiosa y detrás del cristal vio a su inseparable Hibou, que llevaba en el pico una carta sellada. Sonrió al verle mientras se acercaba a la ventana. Abrió los pestillos y el ave entró volando hasta el mostrador, donde dejó caer el sobre. La bruja se acercó de nuevo al mostrador y acercó la mano a la cabeza del animal, acariciándolo.
-Siempre tan atento, amigo mío. -El búho entornó los ojos ligeramente, disfrutando de las caricias de su ama. Cosette era la única persona que sabía su secreto. Siendo niña le había visto transformarse en humano una vez, tan sólo una, pero fue suficiente para que entre ellos se creara un vínculo de amistad y afecto que había perdurado intacto desde entonces. Recogió la carta del mostrado e Hibou alzó el vuelo para posarse en un perchero junto a la puerta. La carta la enviaba una bruja que, al igual que ella, tenía una tienda. No era la primera vez que Cosette le vendía alguna que otra cosa, pero esta vez adjuntó una lista de hierbas que necesitaba. La leyó un par de veces y después comprobó lo que tenía en el almacén. Faltaban algunas, otras no eran suficientes, pero más de la mitad de las especias podían estar listas para su entrega. Pasó el resto de la tarde calculando el tiempo necesario para cosechar las que le faltaban y contestó a la carta de D'Lemoine.
Con un silbido Hibou volvió al mostrador y Cosette dejó la carta junto a su pico para que la llevara a su destinatario. En cuanto el cambiante salió por la ventana la bruja cerró los pestillos para evitar que el frío del otoño entrara en la tienda y se puso manos a la obra.
Tres días más tarde
El encuentro estaba programado para encontrarse en las afueras de París. El encargo había aumentado tanto de tamaño que Cosette no podía llevarlo ella sola. Su esposo tenía otros quehaceres esa mañana, por lo que tuvo que alquilar un coche para llevar todos los paquetes. Todos estaban cuidadosamente envueltos con un papel grueso de color marrón y atados con un fino cordel de yute. El cochero la miró un tanto extrañado, pero, bien por educación o por miedo a perder el encargo, no hizo comentarios al respecto. Una vez llegaron al lugar indicado paró el coche y Cosette bajó a tierra firme.
No tuvo que esperar mucho hasta que vio acercarse otro coche por el camino. Aquella debía ser la carreta de D'Lemoine. Cuando paró el coche se acercó lentamente mientras se ajustaba mejor el abrigo.
-No, acabo de llegar -dijo devolviéndole la sonrisa mientras terminaba de acercarse al carruaje recién llegado. -Ya lo creo que son dificultosos, los caballos de mi carruaje han resbalado un par de veces. Menos mal que no hay peligro de caerse a los lados del camino -Recordó el sobresalto que le produjo el movimiento brusco del coche y como instintivamente había alargado las manos para sujetar los paquetes, que iban y venían con los baches del cambio. -Por suerte, la mercancía no ha sufrido daños -Miró hacia el carruaje, señalando el lugar donde se encontraba el pedido.
-Siempre tan atento, amigo mío. -El búho entornó los ojos ligeramente, disfrutando de las caricias de su ama. Cosette era la única persona que sabía su secreto. Siendo niña le había visto transformarse en humano una vez, tan sólo una, pero fue suficiente para que entre ellos se creara un vínculo de amistad y afecto que había perdurado intacto desde entonces. Recogió la carta del mostrado e Hibou alzó el vuelo para posarse en un perchero junto a la puerta. La carta la enviaba una bruja que, al igual que ella, tenía una tienda. No era la primera vez que Cosette le vendía alguna que otra cosa, pero esta vez adjuntó una lista de hierbas que necesitaba. La leyó un par de veces y después comprobó lo que tenía en el almacén. Faltaban algunas, otras no eran suficientes, pero más de la mitad de las especias podían estar listas para su entrega. Pasó el resto de la tarde calculando el tiempo necesario para cosechar las que le faltaban y contestó a la carta de D'Lemoine.
Estimada mademoiselle D'Lemoine:
Le envío mis más sinceros saludos. En respuesta a su misiva, podría tener el cargamento listo en tres días desde hoy. Le agradezco profundamente la confianza depositada en mi persona para esta tarea.
Atentamente,
C. Legard
Con un silbido Hibou volvió al mostrador y Cosette dejó la carta junto a su pico para que la llevara a su destinatario. En cuanto el cambiante salió por la ventana la bruja cerró los pestillos para evitar que el frío del otoño entrara en la tienda y se puso manos a la obra.
Tres días más tarde
El encuentro estaba programado para encontrarse en las afueras de París. El encargo había aumentado tanto de tamaño que Cosette no podía llevarlo ella sola. Su esposo tenía otros quehaceres esa mañana, por lo que tuvo que alquilar un coche para llevar todos los paquetes. Todos estaban cuidadosamente envueltos con un papel grueso de color marrón y atados con un fino cordel de yute. El cochero la miró un tanto extrañado, pero, bien por educación o por miedo a perder el encargo, no hizo comentarios al respecto. Una vez llegaron al lugar indicado paró el coche y Cosette bajó a tierra firme.
No tuvo que esperar mucho hasta que vio acercarse otro coche por el camino. Aquella debía ser la carreta de D'Lemoine. Cuando paró el coche se acercó lentamente mientras se ajustaba mejor el abrigo.
-No, acabo de llegar -dijo devolviéndole la sonrisa mientras terminaba de acercarse al carruaje recién llegado. -Ya lo creo que son dificultosos, los caballos de mi carruaje han resbalado un par de veces. Menos mal que no hay peligro de caerse a los lados del camino -Recordó el sobresalto que le produjo el movimiento brusco del coche y como instintivamente había alargado las manos para sujetar los paquetes, que iban y venían con los baches del cambio. -Por suerte, la mercancía no ha sufrido daños -Miró hacia el carruaje, señalando el lugar donde se encontraba el pedido.
Cosette Legard- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 08/12/2014
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Herbal Magicam || Privado
“Hay dulzura infantil en la mañana quieta”
A la bruja le alivio saber que no había tenido percance hasta llegar hasta acá y mucho mas al darse cuenta que no había tardado tanto en llegar. Le gustaba ser puntual y se sentía contenta al darse cuenta que aun lo era, porque era para ella importante mostrar una buena impresión ante su posible nueva socia que le estaría distribuyendo en esos tiempos difíciles.
Dedico una mirada al carruaje en donde venia la mercancía, ella le indicaba donde estaban sus preciada adquisición. Sintió cierta emoción que recorrió todo su cuerpo, junto con una pequeña sensación del frio de la madrugada — No sabe cuando me alegra que todo haya salido bien — dijo con simple sinceridad. Miro a la joven y sonrió antes de caminar unos tres pasos hacia el vehículo en donde estaban las especies — ¿Puedo verlas primero? — no era que desconfiara de ella, era la simple emoción que no la podía detener.
Era como un infante en navidad, deseando husmear sus regalos antes de tiempo — Ven Julián, vamos a cargar las plantas a nuestro carruaje — el hombre asintió ante la orden de la señorita, comenzó a acomodar todo lo necesario para inducir la mercancía a su nuevo dueño. Aun tenía un largo camino por recorrer, Aitziber quería asegurarse que todo estuviera bien antes de montarlos a su carruaje, pues en ese momento seria el indicado para solucionarlo con varias mentes dispuestas a dar sugerencias.
— ¿Qué es lo que me ha traído, señorita Legard? — le pregunto a la bruja mientras se quedaba cerca del carruaje. Poso sus manos en la orilla del vehículo y sonrió suavemente — Estas niñas parecen muy alegres hoy — susurro riendo suavemente, re refería a las esencias, notaba cierta carga energética, muy buena y saludable, lo que siempre buscaba en su mercancía. Le alegraba poder tener a una joven como ella y le aliviaba mucho saber que las mentes jóvenes se interesaran por un arte tan hermoso como la herbologia.
Aitziber D’ Lemoine- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 643
Fecha de inscripción : 01/10/2011
Localización : Venezuela
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Herbal Magicam || Privado
A pesar de que estaba bien entrada la mañana el calor no era suficiente para poder andar sin abrigo alguno. Los caballos movían las patas una y otra vez como si quisieran entrar en calor después de la larga caminata desde la ciudad. De los ollares salían grandes volutas de vaho cada vez que respiraban, al igual que de los orificios nasales de las personas que allí se reunían. El cielo estaba parcialmente cubierto de nubes que en ocasiones dejaban pasar algunos tímidos rayos de Sol. Uno de ellos fue el que obligó a Cosette a entrecerrar los ojos.
-Claro, se las enseñaré -contestó mientras acompañaba a Aitziber hasta su carruaje. El cochero se había bajado de la parte delantera y se había alejado ligeramente del transporte dejando cierta intimidad a las dos hechiceras. Cosette se acercó a la puerta y la abrió, dejando los paquetes de hierbas a la vista. Después se apartó para que mademoiselle D’Lemoine pudiera acercarse a mirar. El hombre que había venido con ella, que, por lo que la bruja supo entonces se llamaba Julián, se acercó tras ellas para ayudar a mover los paquetes de un carruaje a otro.
Esperó pacientemente a un lado mirando los paquetes que había preparado ella misma el día anterior. Todos estaban perfectamente envueltos, con los mismos dobleces en el papel y los lazos proporcionalmente iguales, dependiendo del tamaño del paquete. En la parte de abajo del montón estaban los más grandes mientras que en la de arriba se encontraban los más pequeños.
-Estos de aquí tienen diente de león, uno de ellos contiene las hojas secas y el otro las flores -dijo señalando dos paquetes de mediano tamaño. -Ambos están molidos ya para poder consumirlos más fácilmente. Estos otros -siguió mientras se apoyaba en el marco de la puerta para poder inclinarse un poco dentro del carruaje -contienen cola de caballo, romero y jengibre. -
Apoyó todo su peso en el borde de la puerta mientras observaba como Aitziber miraba los paquetes. Se la veía entusiasmada y eso alegró a Cosette. Le gustaba su trabajo, y si los clientes terminaban satisfechos sentía que lo había hecho bien, lo que la impulsaba a seguir adelante. Sonrió ante el comentario de la bruja. Ella misma también notaba esa energía en las plantas y sabía que si era buena las plantas tenían mejores resultados en la medicina.
-Me gusta cuidar las plantas, siempre son muy agradecidas y es algo muy relajante. Además, tienen mejores resultados a la hora de trabajar con ellas -le confesó. Se quedó callada unos segundos. -No es habitual ver ese tipo de energía en las plantas -comentó, sin darle mayor importancia pero curiosa por la habilidad de la mujer.
-Claro, se las enseñaré -contestó mientras acompañaba a Aitziber hasta su carruaje. El cochero se había bajado de la parte delantera y se había alejado ligeramente del transporte dejando cierta intimidad a las dos hechiceras. Cosette se acercó a la puerta y la abrió, dejando los paquetes de hierbas a la vista. Después se apartó para que mademoiselle D’Lemoine pudiera acercarse a mirar. El hombre que había venido con ella, que, por lo que la bruja supo entonces se llamaba Julián, se acercó tras ellas para ayudar a mover los paquetes de un carruaje a otro.
Esperó pacientemente a un lado mirando los paquetes que había preparado ella misma el día anterior. Todos estaban perfectamente envueltos, con los mismos dobleces en el papel y los lazos proporcionalmente iguales, dependiendo del tamaño del paquete. En la parte de abajo del montón estaban los más grandes mientras que en la de arriba se encontraban los más pequeños.
-Estos de aquí tienen diente de león, uno de ellos contiene las hojas secas y el otro las flores -dijo señalando dos paquetes de mediano tamaño. -Ambos están molidos ya para poder consumirlos más fácilmente. Estos otros -siguió mientras se apoyaba en el marco de la puerta para poder inclinarse un poco dentro del carruaje -contienen cola de caballo, romero y jengibre. -
Apoyó todo su peso en el borde de la puerta mientras observaba como Aitziber miraba los paquetes. Se la veía entusiasmada y eso alegró a Cosette. Le gustaba su trabajo, y si los clientes terminaban satisfechos sentía que lo había hecho bien, lo que la impulsaba a seguir adelante. Sonrió ante el comentario de la bruja. Ella misma también notaba esa energía en las plantas y sabía que si era buena las plantas tenían mejores resultados en la medicina.
-Me gusta cuidar las plantas, siempre son muy agradecidas y es algo muy relajante. Además, tienen mejores resultados a la hora de trabajar con ellas -le confesó. Se quedó callada unos segundos. -No es habitual ver ese tipo de energía en las plantas -comentó, sin darle mayor importancia pero curiosa por la habilidad de la mujer.
Cosette Legard- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 08/12/2014
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Herbal Magicam || Privado
El bosque siempre era un buen lugar de reunión, los sonidos del bosque parecían armoniosos, despertaban junto con el sol, que poco a poco comenzaba a iluminar el lugar con más fuerza. Camino junto con la bruja hasta el carruaje en donde estaban las hierbas que había solicitado. Realmente no necesitaba verlas, confiaba en la eficiencia de la joven, pues su talento delataba que no había porque desconfiar en ella. Aun así era una necesidad de verlas, tocarlas y apreciarlas. Aitziber en ese momento era como una niña en víspera de navidad, la cual no soportaba el hecho de tener que esperar un momento más para ver sus preciados obsequios.
Todo estaba tan perfectamente ordenado, parecían realmente regalos. Escuchaba atentamente las indicaciones de la bruja, mientras asentía y veía los paquetes que ella misma le señalaba. — La gente estará muy contenta y agradecida por poder obtener estos productos — se había quedado mirando uno de los paquetes medianos, ese seria excelente para aquellas jóvenes estresadas por los compromisos de la vida diaria y de sus edades. Relajaría el cuerpo y aclararía la mente para tomar la mejor decisión.
— Todo esta entrelazado — comento sonriendo un poco al verla cara a cara — Es como una red tejida y siempre hay un propósito para todo — con la mirada le indico al cochero que comenzara a montar el pedido a su carruaje. — la persona que compre uno de tus trabajos lo ha estado esperando desde hace mucho tiempo; tal vez no sabremos exactamente la razón de cómo funciona esto. Las plantas saben mucho más que nosotros y solo debemos ser mediadoras para que lleguen a la persona que la ha estado esperando— suspiro largamente. Era una reflexión algo extraña, que tal vez pocas personas entenderían, esperaba que ella lo hiciera. Todo varios de los paquetes para acercarlos a su carruaje y ayudar al cochero para terminar mucho más rápido el trabajo. El hombre quiso reprocharle, pero era algo difícil decirle que no a Aitziber, ella hacia lo que quería del a forma que lo quería, sin esperar.
Todo estaba tan perfectamente ordenado, parecían realmente regalos. Escuchaba atentamente las indicaciones de la bruja, mientras asentía y veía los paquetes que ella misma le señalaba. — La gente estará muy contenta y agradecida por poder obtener estos productos — se había quedado mirando uno de los paquetes medianos, ese seria excelente para aquellas jóvenes estresadas por los compromisos de la vida diaria y de sus edades. Relajaría el cuerpo y aclararía la mente para tomar la mejor decisión.
— Todo esta entrelazado — comento sonriendo un poco al verla cara a cara — Es como una red tejida y siempre hay un propósito para todo — con la mirada le indico al cochero que comenzara a montar el pedido a su carruaje. — la persona que compre uno de tus trabajos lo ha estado esperando desde hace mucho tiempo; tal vez no sabremos exactamente la razón de cómo funciona esto. Las plantas saben mucho más que nosotros y solo debemos ser mediadoras para que lleguen a la persona que la ha estado esperando— suspiro largamente. Era una reflexión algo extraña, que tal vez pocas personas entenderían, esperaba que ella lo hiciera. Todo varios de los paquetes para acercarlos a su carruaje y ayudar al cochero para terminar mucho más rápido el trabajo. El hombre quiso reprocharle, pero era algo difícil decirle que no a Aitziber, ella hacia lo que quería del a forma que lo quería, sin esperar.
Aitziber D’ Lemoine- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 643
Fecha de inscripción : 01/10/2011
Localización : Venezuela
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Herbal Magicam || Privado
—Nunca lo había pensado de ese modo —comentó acerca de las últimas palabras de Aitziber. Se quedó callada durante algunos segundos, recapacitando. Quizá tuviera razón y todo estaba destinado, lo que significaba que los seres humanos no eran capaces de tomar decisiones sobre su vida. Eso explicaría los poderes que algunas personas poseían para visualizar el futuro de otros y el suyo mismo. Y aunque eso no lo hacía menos meritorio, sí le resultaba más verosímil, más sencillo de predecir.
—Espero que seamos buenas mediadoras y que todas estas plantas lleguen a las personas predestinadas entonces —comentó, sonriendo.
Observó a la mujer mientras cargaba con algunos de los paquetes. Parecía emocionada, ansiosa por abrirlos y ver lo que contenían. Cosette le ayudó a cargar algunos a su carruaje después de que Julián cogiera algunos otros detrás de su señora. No pesaban demasiado pero sí eran bastante farragosos de apilar de una manera que ocuparan el menor espacio posible. Al moverlos, los aromas de las plantas llegaron hasta el rostro de la bruja, recordándole cada paso del proceso que había llevado a cabo hasta aquel momento.Era tal el conocimiento que había adquirido durante toda su vida que era capaz de averiguar la naturaleza de las plantas con tan solo olerlas, a pesar de que secas y machacadas todas parecían iguales.
Caminaba detrás de Aitziber y Julián observandoles a ellos y el camino a la vez. Sentía curiosidad por la profesión de la bruja, hasta ahora no había conocido a nadie más que trabajara en algo similar a lo que ella hacía y le resultaba difícil poder contrastar opiniones o adquirir nuevos conocimientos. Aceleró el paso para ponerse al lado de Aitziber mientras llegaban hasta el otro carruaje.
—¿Lleva mucho tiempo trabajando con plantas? —se atrevió a preguntar. Sentía una curiosidad sana, como la de los niños que sólo quieren aprender.
—Espero que seamos buenas mediadoras y que todas estas plantas lleguen a las personas predestinadas entonces —comentó, sonriendo.
Observó a la mujer mientras cargaba con algunos de los paquetes. Parecía emocionada, ansiosa por abrirlos y ver lo que contenían. Cosette le ayudó a cargar algunos a su carruaje después de que Julián cogiera algunos otros detrás de su señora. No pesaban demasiado pero sí eran bastante farragosos de apilar de una manera que ocuparan el menor espacio posible. Al moverlos, los aromas de las plantas llegaron hasta el rostro de la bruja, recordándole cada paso del proceso que había llevado a cabo hasta aquel momento.Era tal el conocimiento que había adquirido durante toda su vida que era capaz de averiguar la naturaleza de las plantas con tan solo olerlas, a pesar de que secas y machacadas todas parecían iguales.
Caminaba detrás de Aitziber y Julián observandoles a ellos y el camino a la vez. Sentía curiosidad por la profesión de la bruja, hasta ahora no había conocido a nadie más que trabajara en algo similar a lo que ella hacía y le resultaba difícil poder contrastar opiniones o adquirir nuevos conocimientos. Aceleró el paso para ponerse al lado de Aitziber mientras llegaban hasta el otro carruaje.
—¿Lleva mucho tiempo trabajando con plantas? —se atrevió a preguntar. Sentía una curiosidad sana, como la de los niños que sólo quieren aprender.
Cosette Legard- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 08/12/2014
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Herbal Magicam || Privado
Era un proceso algo engorroso, pero se hacía fácil con tres personas moviendo las cosas, terminarían rápido a este paso. Aitziber nunca había sido de las personas que se quedaban quieta, debía ayudar así fuera un poco, así había sido desde niña, por eso se había involucrado tan joven en los negocios de su padre, mientras que sus otras hermanas estaban en otras cosas, ella preferiría ir ver cómo era el movimiento del día a día. Gracias al trabajo duro había nacido en un lugar de prestigio, con una hermosa madre y un grandioso padre, que se preocupaba siempre por su bienestar.
Escucho los pasos de la bruja acercándose rápidamente había ella, volteo su rostro y la espero con una pequeña y cálida sonrisa en sus labios. Se acomodo a su paso, haciendo que sin quererlo sus pasos estaban coordinados. Escucho su pregunta y no tuvo molestia de responder al momento, espero dejar la caja en la carreta que Julián arreglaría — Mi padre importa y exporta todo lo que tenga que ver con especias para los restaurantes y mercados — respondió. Quedaban apenas unas cuantas cajas, sabía que su compañero podría con ellas, así que se dedico en sociabilizar con la joven. — Desde joven estoy alrededor de plantas y especies, pero desde hace unos tres años abrí mi propia tienda y me separe de los negocios de mi padre; aunque sus contactos me ayudaron a avanzar rápido —
Había tenido suerte de tener apoyo de su familia, aunque al principio preferían que estuviera más interesada en buscar algún pretendiente, ella se había enfocado en su tienda, para tratar de tener cierta estabilidad económica y no depender de nadie. Era algo revolucionario para la época y muchas críticas podrían aparecer en el camino, pero entre más avanzaba en su decisión, quedaba satisfecha de sus resultados. En ocasiones perdía dinero, en otras ganaba, todo era parte de la vida.
Escucho los pasos de la bruja acercándose rápidamente había ella, volteo su rostro y la espero con una pequeña y cálida sonrisa en sus labios. Se acomodo a su paso, haciendo que sin quererlo sus pasos estaban coordinados. Escucho su pregunta y no tuvo molestia de responder al momento, espero dejar la caja en la carreta que Julián arreglaría — Mi padre importa y exporta todo lo que tenga que ver con especias para los restaurantes y mercados — respondió. Quedaban apenas unas cuantas cajas, sabía que su compañero podría con ellas, así que se dedico en sociabilizar con la joven. — Desde joven estoy alrededor de plantas y especies, pero desde hace unos tres años abrí mi propia tienda y me separe de los negocios de mi padre; aunque sus contactos me ayudaron a avanzar rápido —
Había tenido suerte de tener apoyo de su familia, aunque al principio preferían que estuviera más interesada en buscar algún pretendiente, ella se había enfocado en su tienda, para tratar de tener cierta estabilidad económica y no depender de nadie. Era algo revolucionario para la época y muchas críticas podrían aparecer en el camino, pero entre más avanzaba en su decisión, quedaba satisfecha de sus resultados. En ocasiones perdía dinero, en otras ganaba, todo era parte de la vida.
Aitziber D’ Lemoine- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 643
Fecha de inscripción : 01/10/2011
Localización : Venezuela
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Herbal Magicam || Privado
Mientras el hombre terminaba de traspasar los paquetes restantes, ambas hechiceras se concentraron en entablar una conversación. Las dos habían tenido, al parecer, una infancia similar rodeada de plantas, aunque con enfoques totalmente distintos. Mientras que Cosette se había criado en el mundo de la herbología dentro de un pequeño local, Aitziber había conocido las especias del mundo culinario a un nivel superior. Muy probablemente conocería plantas de lugares tan lejanos que darían vértigo sólo de pensarlo.
—Suena interesante —comentó. —Debió conocer muchos tipos de plantas en su niñez. Yo también crecí rodeada de ellas. —Señaló los paquetes, enfatizando así sus palabras. —Pero parece que nunca deja una de aprender cosas nuevas, ¿no cree?
Cosette adoraba vagar por los caminos del bosque con su cesta bajo el brazo en busca de nuevas plantas. Rara vez encontraba ejemplares nunca vistos puesto que no solía variar sus rutas. También las aprovechaba para abastecer su despensa de aquellas que no podía cultivar en su huerto.
—Yo continué con el negocio de mi familia, al igual que hizo mi madre. Y la suya antes que ella. Supongo que en algún momento alguna generación optará por seguir su camino, pero por el momento sigue en pie.
En realidad, no se veía a sí misma haciendo otra cosa. Le gustaba su trabajo, la tranquilidad que le brindaba y la satisfacción de ayudar a los que acudían a ella. Quizá era porque no había tenido la oportunidad de dedicarse a otra cosa, los usos medicinales de las plantas era lo único que había conocido desde la cuna.
—¿Qué clase de tienda es la suya? ¿Vende también a restaurantes o se ha centrado en otro mercado?
—Suena interesante —comentó. —Debió conocer muchos tipos de plantas en su niñez. Yo también crecí rodeada de ellas. —Señaló los paquetes, enfatizando así sus palabras. —Pero parece que nunca deja una de aprender cosas nuevas, ¿no cree?
Cosette adoraba vagar por los caminos del bosque con su cesta bajo el brazo en busca de nuevas plantas. Rara vez encontraba ejemplares nunca vistos puesto que no solía variar sus rutas. También las aprovechaba para abastecer su despensa de aquellas que no podía cultivar en su huerto.
—Yo continué con el negocio de mi familia, al igual que hizo mi madre. Y la suya antes que ella. Supongo que en algún momento alguna generación optará por seguir su camino, pero por el momento sigue en pie.
En realidad, no se veía a sí misma haciendo otra cosa. Le gustaba su trabajo, la tranquilidad que le brindaba y la satisfacción de ayudar a los que acudían a ella. Quizá era porque no había tenido la oportunidad de dedicarse a otra cosa, los usos medicinales de las plantas era lo único que había conocido desde la cuna.
—¿Qué clase de tienda es la suya? ¿Vende también a restaurantes o se ha centrado en otro mercado?
Cosette Legard- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 08/12/2014
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Herbal Magicam || Privado
Tal cometario le hizo pensar en su niñez, no puedo evitar ladear un poco su cabeza hacia un lado mientras recordaba diferentes escenas de cuando ella era niña. Muchas de ellas se trataba de ella y su padre en el estudio de él, mirando los recibos de pedidos y el anotando todo en una pequeña libreta que siempre cargaba con él. Todo eso la hizo sonreír cálidamente, habían sido buenos tiempos para ella y le habían ayudado a formarse como una exitosa empresaria, con tan poca edad
— siempre debemos estar abiertas a nuevas experiencias; es cierto nunca dejamos de aprender cosas nuevas. Eso nos hace cada día mejores — su padre y ella no trabajaban juntos. Se quiso apartar de su lado hace mucho tiempo para poder abarcar otras ramas diferentes y expandir su negocio a un sentido diferente. Pero estaba segura que él estaba feliz de que ella hubiera podido encontrar una gran pasión en lo que él hacía y poder seguir su legado.
— Mi padre es una gran competencia, el se encarga de abastecer a gran parte de los mejores restaurantes de Francia y sus alrededores; comparada con el soy apenas una pequeña comerciante. Uno de mis cuñados le ayuda, ya es algo viejo y necesita ayuda — explico tranquilamente — Mi tienda se centra más a la persona promedio, la que necesita algo para la cocina, para condimentar alguna carne o algún amor — rio suavemente y guiño pícaramente el ojo. — Cuando desee puede ir, esta invitada a disfrutar una taza de té en mi tienda— añadió esperado que aceptara tal invitación, hecha con cierto cariño, ya que sentía cierta empatía por ella, tal vez porque trabajaba en el mismo ámbito que Aitziber.
— siempre debemos estar abiertas a nuevas experiencias; es cierto nunca dejamos de aprender cosas nuevas. Eso nos hace cada día mejores — su padre y ella no trabajaban juntos. Se quiso apartar de su lado hace mucho tiempo para poder abarcar otras ramas diferentes y expandir su negocio a un sentido diferente. Pero estaba segura que él estaba feliz de que ella hubiera podido encontrar una gran pasión en lo que él hacía y poder seguir su legado.
— Mi padre es una gran competencia, el se encarga de abastecer a gran parte de los mejores restaurantes de Francia y sus alrededores; comparada con el soy apenas una pequeña comerciante. Uno de mis cuñados le ayuda, ya es algo viejo y necesita ayuda — explico tranquilamente — Mi tienda se centra más a la persona promedio, la que necesita algo para la cocina, para condimentar alguna carne o algún amor — rio suavemente y guiño pícaramente el ojo. — Cuando desee puede ir, esta invitada a disfrutar una taza de té en mi tienda— añadió esperado que aceptara tal invitación, hecha con cierto cariño, ya que sentía cierta empatía por ella, tal vez porque trabajaba en el mismo ámbito que Aitziber.
Aitziber D’ Lemoine- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 643
Fecha de inscripción : 01/10/2011
Localización : Venezuela
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Herbal Magicam || Privado
—Me encantaría visitar su tienda. —contestó. En sus labios se dibujó una sonrisa sincera. Ya estaba ansiosa por ver el local donde trabajaba la bruja. —Quizá pueda darme ideas sobre cómo guarda las plantas, o sobre cómo las conserva. Cada uno tiene sus propios… secretos, o algo así.
Miró hacia su carruaje y vio que Julián sacaba los últimos paquetes del interior. Quedaban dos cajas, las más grandes, que no iba a poder transportar a la vez. Tendría que hacer al menos dos viajes para llevarlas hasta el carruaje de Aitziber. Cosette miró el lugar donde se estaban apilando los paquetes transportados y valoró la estabilidad de la montaña. Se sintió en la necesidad de reordenar algunos que probablemente caerían en uno de los baches del camino. Lo hizo de manera rápida, como si ya no tuviera derecho a tocarlos por el simple hecho de que no le pertenecían. Pero ella era así, ordenada y perfeccionista. Debía serlo trabajando en una tienda donde el orden de los productos marcaba la diferencia entre la cura de un resfriado o la posible neumonía derivada.
Se hizo a un lado cuando el hombre llegó con el anteúltimo paquete que movía de manera ágil, como si no pesara más que cien gramos. Ella misma se las había visto y deseado para sacarlo de la tienda, y sin la ayuda del cochero no habría sido capaz de cargarlo.
—Tiene una gran ayuda, Madame. —Señaló a Julián con la cabeza de manera discreta. —Esos paquetes pesan una barbaridad, no cualquiera los levantaría tan fácilmente —comentó, aunque Cosette no se caracterizaba precisamente por la fuerza de sus brazos. —Al menos yo creo que pesan. —Rió después al ver de nuevo la facilidad del hombre.
El Sol se había elevado ya lo suficiente para calentar el mundo. Apenas se veía ya vaho cuando hablaban y la bruja aflojó ligeramente su abrigo, sin desabrochado aún. Ahuecó la bufanda dejando que un poco de aire fresco le rozara el cuello, una brisa agradable que le erizó el vello de la nuca y que le produjo un escalofrío.
—Acabo de recordar una mezcla de plantas que descubrí hace no mucho y que en infusión sabe deliciosa. Creo que se la llevaré cuando visite su tienda, así podrá probarla —dijo emocionada. —Además, por los ingredientes que lleva es una buena forma de prevenir los resfriados invernales. Creo que le gustará.
Miró hacia su carruaje y vio que Julián sacaba los últimos paquetes del interior. Quedaban dos cajas, las más grandes, que no iba a poder transportar a la vez. Tendría que hacer al menos dos viajes para llevarlas hasta el carruaje de Aitziber. Cosette miró el lugar donde se estaban apilando los paquetes transportados y valoró la estabilidad de la montaña. Se sintió en la necesidad de reordenar algunos que probablemente caerían en uno de los baches del camino. Lo hizo de manera rápida, como si ya no tuviera derecho a tocarlos por el simple hecho de que no le pertenecían. Pero ella era así, ordenada y perfeccionista. Debía serlo trabajando en una tienda donde el orden de los productos marcaba la diferencia entre la cura de un resfriado o la posible neumonía derivada.
Se hizo a un lado cuando el hombre llegó con el anteúltimo paquete que movía de manera ágil, como si no pesara más que cien gramos. Ella misma se las había visto y deseado para sacarlo de la tienda, y sin la ayuda del cochero no habría sido capaz de cargarlo.
—Tiene una gran ayuda, Madame. —Señaló a Julián con la cabeza de manera discreta. —Esos paquetes pesan una barbaridad, no cualquiera los levantaría tan fácilmente —comentó, aunque Cosette no se caracterizaba precisamente por la fuerza de sus brazos. —Al menos yo creo que pesan. —Rió después al ver de nuevo la facilidad del hombre.
El Sol se había elevado ya lo suficiente para calentar el mundo. Apenas se veía ya vaho cuando hablaban y la bruja aflojó ligeramente su abrigo, sin desabrochado aún. Ahuecó la bufanda dejando que un poco de aire fresco le rozara el cuello, una brisa agradable que le erizó el vello de la nuca y que le produjo un escalofrío.
—Acabo de recordar una mezcla de plantas que descubrí hace no mucho y que en infusión sabe deliciosa. Creo que se la llevaré cuando visite su tienda, así podrá probarla —dijo emocionada. —Además, por los ingredientes que lleva es una buena forma de prevenir los resfriados invernales. Creo que le gustará.
Cosette Legard- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 08/12/2014
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» Why Not — Privado
» It's okay [Privado]
» I want it all {Privado}
» Das Aufeinandertreffen [privado]
» ~~ Red ~~ Privado
» It's okay [Privado]
» I want it all {Privado}
» Das Aufeinandertreffen [privado]
» ~~ Red ~~ Privado
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour