¿Quién eres?

por **Lya Kurosaki** Sáb Mar 28, 2015 4:30 am

Acababa la hora de almuerzo y era hora de salir a hacer unos mandados, claro estaba que solía mandar a alguna criada por obviedad pero estos mandados eran especiales, iba una tienda de la que era cliente frecuente para conseguir ciertos aditamentos que le ayudaban en la creación de nuevas pócimas de conjuro. Conocía el camino de memoria y demoró lo usual en llegar a la tienda, saludando al encargado con una amable sonrisa y pidiendo unas cuantas cosas que tenía enlistadas en una notita prolijamente doblada. En cuanto tuvo todo lo que necesitaba pagó y agradeció, despidiéndose con una cálida sonrisa para salir del lugar.

En cuanto estuvo afuera miró las calles, tan abarrotadas siempre en esta zona, tanta gente, tantas auras, tanto descontrol. Miró hacia un lado y partió su camino, el cual decidió desviar al ver unos cuantos árboles más allá, oh, la Plaza Tertre, siempre tan bella y casi aislada del tumulto, aunque también solía ser frecuentada por una buena cantidad de personas, no era lo mismo, el ambiente, las voces, el sonido, todo era más calmado y daba un aire de paz bastante bello. Sonrió para sí misma y en cuanto llegó al lugar fue a sentarse a una banca por mero gusto de contemplar, por el simple placer de estar ahí, sin embargo su paz se vio interrumpida pronto, había algo extraño, algo le incomodaba aunque no sabía muy bien qué era, pero había un no sé qué perturbándola, ¿Cómo si alguien le observara, quizás? No estaba realmente segura, pero una especie de intuición le decía que algo pasaría.

por **Mickaella Sunder** Vie Abr 03, 2015 8:06 pm

La habia visto.Habia visto el rostro de una joven que le seria de gran utilidad,bueno,ambas se ayudarian mutuamente,pero la vision habia sido rapida y muy borrosa y apenas recordaba nada.Solo habia tenido tiempo de memorizar un pelo castaño,largo y sedoso y unos ojos rasgados muy hermosos,un nombre curioso pues era la primera vez que lo oia, "Lya".Tambien habia escuchado su nombre.Salio a la calle en su busqueda,sabia que andaba cerca pero por mas que miraba los rostros no conseguia encontrarla lo cual hacia que su ansiedad creciese por segundoss. ¿Por que sentia que era tan importante encontrarla?

Habia salido como una exalacion de su casa,tan rapido que ni siquiera sus padres pudieron retenerla,esos padres que enojados le habian gritado desde la puerta que a donde se creia que iba tan deprisa y sin escolta,pero de nada habia servido pues yo ya estaba en la calle buscando a la joven desconocida.El rostro cada vez era menos nitido pero la sentia tan cerca que no iba a rendirse, sabia que estaba alli, notaba su presencia y de repente....la vio.

Estaba sentada tranquilamente en un banco y en sus manos sostenia una bolsita donde sin duda no guardaba las cosas tipicas que la gente solia comprar,pues tambien era una tienda frecuentada por mi.¿Asique la muchachita era una hechicera como yo eh?Aquello era cada vez mas interesante...Aun no sabia como presentarse ante ella,asique decidio ir por la via rapida, no le gustaba andarse por las ramas.Se acerco lentamente pero con paso firme hacia ella, buscando su mirada hasta que la encontro y clavo sus ojos en los de ella.Queria que supiese que iba en su busca,y que no tenia nada que temer.Cuando se encontro lo suficientemente cerca como para no tener que alzar la voz le sonrio con ternura para tranquilizarla.

-Hola Lya, ¿cómo estas?

por **Lya Kurosaki** Miér Abr 22, 2015 10:24 am

Algo pasaría, algo pasaría, algo pasaría. No podía quitarse esto de la cabeza, alguien cambiaría el rumbo del día… y pronto su suposición se volvió cierta, a lo lejos, al voltear, pudo ver a una joven ¿De su edad quizás? Le daba esa sensación. Cuando la desconocida se fue acercando, pudo distinguir mejor su aura y saber que no era una amenaza, por lo que esperó en silencio a que ella llegara sin hacer nada, solo manteniendo su mirada fija en la contraria mientras analizaba un poco su aura para cerciorarse de que lo que quería no eran problemas.

Pronto la joven apareció frente a ella, sonriéndole de una manera tranquilizadora y quizás un poco maternal a su parecer, saludándola por su nombre como si fueran viejas conocidas, ante lo cual Lya sonrió relajada y se levantó de su lugar para hacer una pequeña reverencia en cortesía, después de todo estaban en un lugar público y si alguien le viera prefería que no fuera para tener algo malo que decir, de más estaba decir que esto era para cuidar su posición, al fin y al cabo se había convertido en el rostro de su hogar con la muerte de su madre y ya estaba del todo acostumbrada a ello. Mientras esto pasaba pensaba en el porqué de conocer su nombre y lo único que se le vino a la cabeza es que ella era una hechicera, una compañera como podría llamarle, ¿Cuánto tiempo iba desde que había conocido una? Pues ahora parecía que ésta quería conocerla a ella y esto le provocaba curiosidad.

Hecha la reverencia, Lya se enderezó aun sonriente, con ambas manos sujetando su bolsa por delante de ella y posición cortés. – Buenas tardes señorita, ¿Con quién tengo el placer de hablar? – Preguntó en tono amable, sin estar muy segura de qué era lo que quería la joven pero queriendo saber, antes que nada, el nombre de la contraria, preguntándose de paso cómo sabría su nombre. Según recordaba, su madre tenía una habilidad que ella nunca pudo aprender, llamada atmokinesis. Quizás esta joven también tuviera un poder diferente a los que ella poseía, aunque realmente no estaba segura de cuál era la gama total de estos pues más que su madre y su hermana no había tenido mucho contacto con ninguna otra persona de su clase.

Una vez la contraria le hubo contestado a su nombre, Lya asintió. – ¿Qué le parece si nos sentamos y me explica qué asuntos le traen a mí? – Preguntó con cortesía, señalando con una mano el asiento tras ellas, además, sentada era más fácil aparentar una actitud menos llamativa y más fácil poner una ilusión sobre ellas para evitar miradas curiosas.

por **Mickaella Sunder** Sáb Mayo 09, 2015 5:17 pm

Su actitud amable me invito a realmente continuar con la necesidad de ayudarle y ayudarse a si misma, pues queria,es mas, necesitaba por que habia tenido esa vision sobre ella y por que presentia que era una buena opcion acercarse la una a la otra.Siguio el protocolo adecuado dada la condicion social de ambas.

-Me llamo Mickaella Sunder, pero puede llamarme Mickaella.

Volvio a observarla detenidamente para estar segura de si era ella, pero no habia ninguna duda.Se sento donde ella indicaba con la elegancia y el sigilo de una gata que anda tras un delicioso raton.Cruzo los tobillos por debajo de la falta y reposo las manos una encima de la otra sobre su falda color marfil.No sabia como explicarle lo que habia pasado, la razon de que hubiese interrumpido en su dia como un elefante en una chatarreria, pues ni ella misma lo sabia,pero sentia que era lo correcto, lo que debia hacer.
La mire con una suave sonrisa y acercandome ligeramente a ella, la mire a los ojos y le comente en un susurro.

-Sabe que soy, pues usted es lo mismo que yo, asique estoy segura de que sabe que nosotros no hacemos las cosas sin una buena razon, ¿no es cierto?

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