AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
2 participantes
Página 1 de 1.
Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
La noche había caído en aquella capital escocesa, yo ya había despertado y conmigo mi apetito. No quedaría mucho tiempo en la ciudad así que decidí darme una vuelta por Pigalle, hogar de bohemios y preciosas jovencitas que otorgaban favores por unas pocas monedas…siempre había mucha vida nocturna por allí, era interesante observar a los humanos disfrutando de placeres.
Baje por Montmartre hasta la plaza y entre por uno de los callejones. Extrañamente las calles estaban algo desiertas. Escuche una extraña música, algo totalmente distinto a todo lo que había escuchado antes…era atrevida, sensual y nada convencional, por supuesto esto despertó mi curiosidad. Me dirigí a aquel pequeño burdel guiado por el estridente sonido del violín. Al entrar una hermosa mujer de rasgos criollos y acento hispano me cogió del brazo preguntándome si deseaba beber algo, por supuesto yo quería bebérmela a ella pero opte por una copa de vino. Me pidió que me sentase y escogí una esquina poco iluminada con un largo sofá en forma de ele que cubría casi toda la pared.
La muchacha me dejo la copa encima de la mesa que tenía delante, me sonrió y se marchó, yo pensaba que se quedaría conmigo pero entonces comprendí por qué se iba. Un hombre robusto de aspecto puramente latino la cogió por la cintura y la llevo hacia una pequeña pista en medio de la sala. La música volvió a sonar, pero esta vez era distinta. El baile de aquellas dos criaturas no se hizo empezar, la mujer entregaba su cuerpo al pecado y el hombre lo aceptaba con fuerza y pasión. Nunca había visto nada igual, estaba impresionado por aquellos movimientos, yo también quería aprender aquella extraña danza.
Observe con atención cada movimiento, cada ritmo y golpe de fuerza hasta que…
Algo entro después…mejor dicho, alguien. Desde las sombras la observe, con aquellos movimientos tan sutiles de superioridad, con el Don Oscuro recorriendo sus venas y la muerte esperando en sus labios. No me extraño… ¡estaba en Escocia! Que más se puede esperar en esta ciudad
Miré a aquella persona a los ojos alzando la copa como un brindis y no me hice de rogar y me levante de mi sitio con la copa en la mano, me acerque sentándome en una de las sillas que se encontraban a su izquierda, deje la copa en su mesa.
-Controlar? No se puede controlar todo en este mundo ¿o sí?…- Sonreí amablemente - Disculpe, he sido un mal educado, le importa que me siente con usted?- no le dí opción tomando asiento a su lado sin dejar de sonreír, aquella noche estaba de cacería solo había ver que quien de los dos caería.
Baje por Montmartre hasta la plaza y entre por uno de los callejones. Extrañamente las calles estaban algo desiertas. Escuche una extraña música, algo totalmente distinto a todo lo que había escuchado antes…era atrevida, sensual y nada convencional, por supuesto esto despertó mi curiosidad. Me dirigí a aquel pequeño burdel guiado por el estridente sonido del violín. Al entrar una hermosa mujer de rasgos criollos y acento hispano me cogió del brazo preguntándome si deseaba beber algo, por supuesto yo quería bebérmela a ella pero opte por una copa de vino. Me pidió que me sentase y escogí una esquina poco iluminada con un largo sofá en forma de ele que cubría casi toda la pared.
La muchacha me dejo la copa encima de la mesa que tenía delante, me sonrió y se marchó, yo pensaba que se quedaría conmigo pero entonces comprendí por qué se iba. Un hombre robusto de aspecto puramente latino la cogió por la cintura y la llevo hacia una pequeña pista en medio de la sala. La música volvió a sonar, pero esta vez era distinta. El baile de aquellas dos criaturas no se hizo empezar, la mujer entregaba su cuerpo al pecado y el hombre lo aceptaba con fuerza y pasión. Nunca había visto nada igual, estaba impresionado por aquellos movimientos, yo también quería aprender aquella extraña danza.
Observe con atención cada movimiento, cada ritmo y golpe de fuerza hasta que…
Algo entro después…mejor dicho, alguien. Desde las sombras la observe, con aquellos movimientos tan sutiles de superioridad, con el Don Oscuro recorriendo sus venas y la muerte esperando en sus labios. No me extraño… ¡estaba en Escocia! Que más se puede esperar en esta ciudad
Miré a aquella persona a los ojos alzando la copa como un brindis y no me hice de rogar y me levante de mi sitio con la copa en la mano, me acerque sentándome en una de las sillas que se encontraban a su izquierda, deje la copa en su mesa.
-Controlar? No se puede controlar todo en este mundo ¿o sí?…- Sonreí amablemente - Disculpe, he sido un mal educado, le importa que me siente con usted?- no le dí opción tomando asiento a su lado sin dejar de sonreír, aquella noche estaba de cacería solo había ver que quien de los dos caería.
Azazel- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 24/02/2014
Re: Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
Huir es lo que mejor se me da, sobre todo en estos últimos días en los que desearía simplemente desaparecer, dejar de ser el centro de atención por la nueva corona que debe adornar mi 'real cabeza' desde la ultima semana cuando fui nombrada Condesa Lanarkshire & Vizcondesa de Arbuthnott. Hago cara de asco caminando por la banqueta lo suficiente rápido alejándome del palacio y su enésima celebración, pero no lo suficiente como para llamar la atención. Pensándolo bien, bajar por Princes Street Gardens con tremendo vestido llamativo que me aplasta los pechos horrores, sobre todo porque en ultimas fechas parecen no dejar de crecerme, las joyas que adornan mi cuello, lóbulos y anillos y demás no ha sido mi mejor idea, así que opto por guardarme las joyas reales de las manos en el bolso dejando solo la gargantilla, de milagro e aventada esa maldita tiara antes de emprender huida con esa insignificante pero valiosa ayuda de William, mi hermano. Ajusto la capa de terciopelo negro tapándome el cuerpo y cubriendo con la capucha mi característico cabellos rojo y de paso mi rostro.
Varios minutos después e llegado a lo que llaman 'la zona roja' ahí a donde mis hermanos les encanta ir pero no lo admiten cuando venimos a Edimburgo. Buscaría algún lugar para cenar algo y puede que después me fuera de caza a descargar la ira y adrenalina que aun me corrían por las venas. Pude haber pedido a mi hermano que me acompañara y beber con ese hombre que era todo un guerrero en cuanto a ese tema. La peculiar música de uno de los burdeles llamo mi atención. Ese seria mi lugar de escondite por esta noche, si era lo suficiente bueno mañana probablemente también lo sera.
En cuanto entre mire a una pareja, ella entregaba lividamente su cuerpo a él, no afirmaría que había afectado mi cuerpo porque según las -carraspeo y entono a mi madre en mi mente- 'Las reglas de etiqueta no lo permite'. Claro, era mentira ¿A quien en su sano juicio no le afectaba tremendo espectáculo? de caderas contoneantes, manos que apretaban pechos llenos y piernas y otras cosas frotándose frente a todos incitando al publico. Con tremendo espectáculo era imposible no mirar. Pase de largo con la cabeza en alto, tomando una de las mesas mas alejadas que vi.
Admito que soy débil ante el sexo masculino, ¡No! -niego cantarina- no, no me malinterpreten, no soy débil con cualquiera solo aquellos que se imponen ante mi, aquellos que lo logran… No fue solo su pregunta o su gloriosa voz, desde las sombras lo sentí llegar con esa parecencia agresiva y tan arrasadora.
–Me gusta el control…– sonreí obsequiándole toda mi atención –Sobre todo cuando puedes ejercerlo sobro 'alguien' mas– con un gesto de mi muñeca giro su mano en donde tiene el cigarrillo, doy una calada tocando con los labios la colilla y sus dedos, encojo un poco los hombros restando importancia al alejarme. Estoy acostumbrada desde que comencé a caminar y a balbucear a dar ordenes y ejercer control –Para nada, ya a tomado asiento seria una descortesía de mi parte el echarle de mi mesa. Sabe, usted parece prometerme muy buena compañía en esta velada.– soltando el humo poco a poco, le miro pasando mi lengua por mis labios humedeciéndolos. Exuda peligro, sensualidad…
Detengo a uno de los chicos que me mira con enormes ojos sorprendidos, yo no dejo de mirar los intensos ojos de mi interlocutor –Whisky con hielo– le regalo una rápida una sonrisas coqueta que lo dejara babeando un rato. Puede, y solo digo que puede que la vida sea tan dulce que me a obsequiado una noche memorable, un hombre peligroso en vez de una aburrida y patética celebración por un titulo real.
Varios minutos después e llegado a lo que llaman 'la zona roja' ahí a donde mis hermanos les encanta ir pero no lo admiten cuando venimos a Edimburgo. Buscaría algún lugar para cenar algo y puede que después me fuera de caza a descargar la ira y adrenalina que aun me corrían por las venas. Pude haber pedido a mi hermano que me acompañara y beber con ese hombre que era todo un guerrero en cuanto a ese tema. La peculiar música de uno de los burdeles llamo mi atención. Ese seria mi lugar de escondite por esta noche, si era lo suficiente bueno mañana probablemente también lo sera.
En cuanto entre mire a una pareja, ella entregaba lividamente su cuerpo a él, no afirmaría que había afectado mi cuerpo porque según las -carraspeo y entono a mi madre en mi mente- 'Las reglas de etiqueta no lo permite'. Claro, era mentira ¿A quien en su sano juicio no le afectaba tremendo espectáculo? de caderas contoneantes, manos que apretaban pechos llenos y piernas y otras cosas frotándose frente a todos incitando al publico. Con tremendo espectáculo era imposible no mirar. Pase de largo con la cabeza en alto, tomando una de las mesas mas alejadas que vi.
Admito que soy débil ante el sexo masculino, ¡No! -niego cantarina- no, no me malinterpreten, no soy débil con cualquiera solo aquellos que se imponen ante mi, aquellos que lo logran… No fue solo su pregunta o su gloriosa voz, desde las sombras lo sentí llegar con esa parecencia agresiva y tan arrasadora.
–Me gusta el control…– sonreí obsequiándole toda mi atención –Sobre todo cuando puedes ejercerlo sobro 'alguien' mas– con un gesto de mi muñeca giro su mano en donde tiene el cigarrillo, doy una calada tocando con los labios la colilla y sus dedos, encojo un poco los hombros restando importancia al alejarme. Estoy acostumbrada desde que comencé a caminar y a balbucear a dar ordenes y ejercer control –Para nada, ya a tomado asiento seria una descortesía de mi parte el echarle de mi mesa. Sabe, usted parece prometerme muy buena compañía en esta velada.– soltando el humo poco a poco, le miro pasando mi lengua por mis labios humedeciéndolos. Exuda peligro, sensualidad…
Detengo a uno de los chicos que me mira con enormes ojos sorprendidos, yo no dejo de mirar los intensos ojos de mi interlocutor –Whisky con hielo– le regalo una rápida una sonrisas coqueta que lo dejara babeando un rato. Puede, y solo digo que puede que la vida sea tan dulce que me a obsequiado una noche memorable, un hombre peligroso en vez de una aburrida y patética celebración por un titulo real.
- Vestido:
Jaelyn Sheridan- Cazador/Realeza
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 20/06/2014
Re: Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
Las mujeres escocesas, como olvido lo aguerrida que son y lo apasionadas que se vuelven, su sangre tan caliente que excita a uno cuando clava los dientes en su piel sedosas, y ahí estaba una que al parecer aceptaba el juego por completo…la vista va directo a su apretado vestido que le asfixiaba aquellos pechos, aunque tenía sus ventajas porque estas telas ceñidas dejaban entrever ciertos movimientos sutiles de las piernas y el bamboleo de los senos, haciendo que quien los mire divague sobre el tamaño real de aquel par de orbes. Que descaro de las mujeres usar prendas para seducirnos, muy descaradas. La mujer frente a mi tenía unos ojos felinos pero algo sosos, no eran como las putas de los burdeles le faltaba chispa ¿será virgen?...río al ver sus labios perfectamente proporcionados con la delicadeza de su rostro, esos labios que tomaban el final del cigarro solo para dar una calada "oh si nena un poco succiona el humo” reza la mente al verla tan concentrada que perdí mi concentración por ella, solo la risa fue consciente cuando su lengua paso por sus labios…por un momento me sentí incitado a hacerlo yo por ella. Sonrió con picardía cuando me quede sentado y en silencio. Al parecer le parecía buena idea seducirme... pero la pregunta rondaba ¿Qué cara mostraré con esta pequeña niña mimada?
–Para nada, ya a tomado asiento sería una descortesía de mi parte el echarle de mi mesa. Sabe, usted parece prometerme muy buena compañía en esta velada.– Por lucifer, como hubiera querido que me tirara de ahí para agarrarla con Ira y azotarla para que supiera que yo era quien tenía todo el control sobre ella, que si deseaba la haría bailar desnuda sobre aquella mesa solo para mi deleite, pero no, era una niña rica mimada que a lo mejor estaba mal follada por su noviecito y por eso va a esos tugurios. Que aburridas son las jovencitas, ¡ah! siempre olvidaba lo atrevidas que eran las vampiras…lo diferentes a una simple mujer humana, sí, eran completamente distintas…así dejearemos que el juego se dicté según sus palabras, al menos hasta que consiga su sangre –En qué posición os gusta ejercer control? A mí me gusta estar sobre esa persona respirándole en la nuca o de frente mientras le veo palidecer de susto por tenerme sobre ella, aunque también disfruto estando debajo, ya sabéis a veces no se sabe quién manda a quien por los hilos que se tiran sutilmente y ver a alguien deshaciéndose sobre mi mientras más tiro de ella– el doble sentido y la risa jocosa me acompaña cuando al mozo lo alcanzo a ver, indicándole con el dedo que también para mí un whisky pero sin hielos.
–Buscáis una buena velada, pero no podrás tenerla aquí porque no vamos a bailar tal como lo hacen los de la pista– inclino mi cuerpo hacia adelante lamiendo con la punta de lengua los labios mirándola con descaro, pero ella tiene esa maldita sonrisa que me place borrársela, Un calor leve nos envolvió. Deseo. Sus ojos felinos me llamaban a fundirme, oh… que peligrosas pueden llegar a ser las mujeres…no puedes resistirte a caer en lo que sabes que será una trampa…Mi mano derecha sacó un cigarro de la chaqueta para ponérselo en los labios a la fémina mientras devoraba al mío, cada calada encendía más al cigarro, dejando el humo a un lado pienso hacer uso de mis habilidades pero me detengo al verla mejor, y luego le susurro muy seductoramente –No te apetece bailar así, saber la fuerza que tiene esa danza al finalizar, es como un deporte de control, ambos deben estar en armonía y sincronizados y debe haber, algo, como os llamais vosotras…oh si, fogosidad y pasión, pues eso, si estáis tan cabreada porque no te hacen caso porque no bailas y te quitáis ese cabreo, o es que no eres tan buena como pretendes serlo controlando, sois tan refinada y educada que no podeis hacerlo– oh mi adorado “Lucifer” ha llegado a despertar la última puerta de mi infierno, la soberbia u orgullo.
Pero no es todo, el whisky nos llega y de un tajo me lo mando dejando el vaso en la mesa, Oh “Belcebú” ha aparecido, esta chiquilla ha abierto dos puertas de una eso sin mencionar a mí ya conocido “Asmodeo” cuan pecadora puede ser esta niña malcriada.
–Para nada, ya a tomado asiento sería una descortesía de mi parte el echarle de mi mesa. Sabe, usted parece prometerme muy buena compañía en esta velada.– Por lucifer, como hubiera querido que me tirara de ahí para agarrarla con Ira y azotarla para que supiera que yo era quien tenía todo el control sobre ella, que si deseaba la haría bailar desnuda sobre aquella mesa solo para mi deleite, pero no, era una niña rica mimada que a lo mejor estaba mal follada por su noviecito y por eso va a esos tugurios. Que aburridas son las jovencitas, ¡ah! siempre olvidaba lo atrevidas que eran las vampiras…lo diferentes a una simple mujer humana, sí, eran completamente distintas…así dejearemos que el juego se dicté según sus palabras, al menos hasta que consiga su sangre –En qué posición os gusta ejercer control? A mí me gusta estar sobre esa persona respirándole en la nuca o de frente mientras le veo palidecer de susto por tenerme sobre ella, aunque también disfruto estando debajo, ya sabéis a veces no se sabe quién manda a quien por los hilos que se tiran sutilmente y ver a alguien deshaciéndose sobre mi mientras más tiro de ella– el doble sentido y la risa jocosa me acompaña cuando al mozo lo alcanzo a ver, indicándole con el dedo que también para mí un whisky pero sin hielos.
–Buscáis una buena velada, pero no podrás tenerla aquí porque no vamos a bailar tal como lo hacen los de la pista– inclino mi cuerpo hacia adelante lamiendo con la punta de lengua los labios mirándola con descaro, pero ella tiene esa maldita sonrisa que me place borrársela, Un calor leve nos envolvió. Deseo. Sus ojos felinos me llamaban a fundirme, oh… que peligrosas pueden llegar a ser las mujeres…no puedes resistirte a caer en lo que sabes que será una trampa…Mi mano derecha sacó un cigarro de la chaqueta para ponérselo en los labios a la fémina mientras devoraba al mío, cada calada encendía más al cigarro, dejando el humo a un lado pienso hacer uso de mis habilidades pero me detengo al verla mejor, y luego le susurro muy seductoramente –No te apetece bailar así, saber la fuerza que tiene esa danza al finalizar, es como un deporte de control, ambos deben estar en armonía y sincronizados y debe haber, algo, como os llamais vosotras…oh si, fogosidad y pasión, pues eso, si estáis tan cabreada porque no te hacen caso porque no bailas y te quitáis ese cabreo, o es que no eres tan buena como pretendes serlo controlando, sois tan refinada y educada que no podeis hacerlo– oh mi adorado “Lucifer” ha llegado a despertar la última puerta de mi infierno, la soberbia u orgullo.
Pero no es todo, el whisky nos llega y de un tajo me lo mando dejando el vaso en la mesa, Oh “Belcebú” ha aparecido, esta chiquilla ha abierto dos puertas de una eso sin mencionar a mí ya conocido “Asmodeo” cuan pecadora puede ser esta niña malcriada.
Azazel- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 24/02/2014
Re: Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
Su mirada acaricia cada curva de mi cuerpo, el entallado vestido que le da una agradable visión de lo que mi cuerpo puede ofrecer pero no obtener con facilidad. A leguas se ve que el hombre frente a mi sabe lo que quiere y desea obtener. Eso es demasiada tentación para mí y puedo presumir que es igual para él, aun asi busca algo mas ¿Qué pretende encontrar mirándome de tal forma?
–Sabes, uno nunca terminad conocer el control absoluto… pero tengo bastante experiencia al respecto. En cuento a como me gusta… ejercerlo o que sea ejercido– omitiré el 'sobre mi' en voz alta para no escucharme demaciado urgida –Es depende de la situación, circunstancia y por supuesto lo mas importante, quien sea mi compañia. En este momento me gustaría estar sobre esa persona respirándole en la nuca, aunque también disfruto debajo, si amerita la ocacion y él miedo... ver el miedo en los ojos ajenos– desvió la mirada por un cuantos segundos sin parecer demaciodo obio que necesito un poco de serenidad, no es bueno que ande hablando de mas sobre mi doble vida como cazadora o de siquiera pistas de esta misma, a fin de cuentas todo el mundo debe seguie creerllendo que soy 'Una apretada, virginal y sosegada perfecta señorita casadera que ahora pertenece a la nobleza' ¡Por todos los dioses! De solo pensarlo me asquea de inmediato –Siempre me sorprendo de lo que puedo llegar a encontrar en noches como esta. Busco un poco de verdadera diversión si es que puedes ofrecérmela y no me malinterprete que en estos tiempos los hombre son algo finos ante las palabras de una mujer, me refiero a que ¿Quién dicta que no podamos hacer lo que hacen ellos? Ya sea aquí o en otro lugar– recito como si hablara de comun jugando con sus palabras tal cual ha hecho él mismo. A fin del día ¿Quién podria decir que puedes, donde y como hacer algo que te viene en gana? Y esos pensamientos son los que me llevan a meterme en problemas casi a diario.
Me gusta, no se inmuta, no me teme, seguro porque no me conoce ni sabe quien soy y eso es… todo se vuelve extraño, como si el tiempo se alentara, la sonrisa se borra de mis labios al sentir su lengua tocarme... el fuere aroma masculino viola mis sentidos apoderandose de ellos, tabaco, alcohol y algo mas, una aroma almizclado y embriagador...
… el corazón comienza a latirme a prisa, mis pulmones exigen mas oxigeno moviendo mis pechos arriba, abajo en acto reflejo. A nuestro alrededor algo cambia. Deseo. Sus dedos ofrecen sin preguntar un tabaco a mis labios, el que retiro por un momento para poder hablar –Me apetece más que bailar de esa forma en tu compañía.– dejo flotando las dulces y sensuales palabras en el aire en tono lascivo y firme, seguro entiende pero no me tomaría como una más de esas prostitutas que al primer flirteo de un hombre como el que esta frente a mí se derriten y le abren las piernas sin rechistar, pues él se está equivocando realmente si piensa que yo cederé así de fácil. Puede que mi cuerpo reaccione en perfecta sintonía a él pero mi espíritu y carácter no lo permitirán –¿Cómo sabes que estoy cabreada?– cuestiono calando a mi tabaco, este que me sabe… La impúdica carcajada escapa sin aviso ante sus graciosas palabras –Se nota que has pasado demasiado tiempo en compañía de niñas apretadas en algún otro país, es claro por tu acento que no eres de por aquí, así que no puedes venir a juzgar una escocesa como yo– Me levanto y acerco a él deslizando mis dedos por sus brazo derecho, subiendo despacio pasando y deteniéndome en sus hombros acariciando despacio su cuello por un momento –Las presentaciones no son necesarias, sin entrar en detalles ni intimidades… hay quienes así lo prefieren.–acercándome a su nuca susurro –Soy Jaelyn… – mi tono de voz a cambiado. Bajo, suave, acaramelado y sutil. –Pero puedes llamarme como mas te plazca.– Agrego alejándome tomando mi vaso bebiéndolo de un solo trago como lo ha hecho él. Es hora de jugar.
–Sabes, uno nunca terminad conocer el control absoluto… pero tengo bastante experiencia al respecto. En cuento a como me gusta… ejercerlo o que sea ejercido– omitiré el 'sobre mi' en voz alta para no escucharme demaciado urgida –Es depende de la situación, circunstancia y por supuesto lo mas importante, quien sea mi compañia. En este momento me gustaría estar sobre esa persona respirándole en la nuca, aunque también disfruto debajo, si amerita la ocacion y él miedo... ver el miedo en los ojos ajenos– desvió la mirada por un cuantos segundos sin parecer demaciodo obio que necesito un poco de serenidad, no es bueno que ande hablando de mas sobre mi doble vida como cazadora o de siquiera pistas de esta misma, a fin de cuentas todo el mundo debe seguie creerllendo que soy 'Una apretada, virginal y sosegada perfecta señorita casadera que ahora pertenece a la nobleza' ¡Por todos los dioses! De solo pensarlo me asquea de inmediato –Siempre me sorprendo de lo que puedo llegar a encontrar en noches como esta. Busco un poco de verdadera diversión si es que puedes ofrecérmela y no me malinterprete que en estos tiempos los hombre son algo finos ante las palabras de una mujer, me refiero a que ¿Quién dicta que no podamos hacer lo que hacen ellos? Ya sea aquí o en otro lugar– recito como si hablara de comun jugando con sus palabras tal cual ha hecho él mismo. A fin del día ¿Quién podria decir que puedes, donde y como hacer algo que te viene en gana? Y esos pensamientos son los que me llevan a meterme en problemas casi a diario.
Me gusta, no se inmuta, no me teme, seguro porque no me conoce ni sabe quien soy y eso es… todo se vuelve extraño, como si el tiempo se alentara, la sonrisa se borra de mis labios al sentir su lengua tocarme... el fuere aroma masculino viola mis sentidos apoderandose de ellos, tabaco, alcohol y algo mas, una aroma almizclado y embriagador...
… el corazón comienza a latirme a prisa, mis pulmones exigen mas oxigeno moviendo mis pechos arriba, abajo en acto reflejo. A nuestro alrededor algo cambia. Deseo. Sus dedos ofrecen sin preguntar un tabaco a mis labios, el que retiro por un momento para poder hablar –Me apetece más que bailar de esa forma en tu compañía.– dejo flotando las dulces y sensuales palabras en el aire en tono lascivo y firme, seguro entiende pero no me tomaría como una más de esas prostitutas que al primer flirteo de un hombre como el que esta frente a mí se derriten y le abren las piernas sin rechistar, pues él se está equivocando realmente si piensa que yo cederé así de fácil. Puede que mi cuerpo reaccione en perfecta sintonía a él pero mi espíritu y carácter no lo permitirán –¿Cómo sabes que estoy cabreada?– cuestiono calando a mi tabaco, este que me sabe… La impúdica carcajada escapa sin aviso ante sus graciosas palabras –Se nota que has pasado demasiado tiempo en compañía de niñas apretadas en algún otro país, es claro por tu acento que no eres de por aquí, así que no puedes venir a juzgar una escocesa como yo– Me levanto y acerco a él deslizando mis dedos por sus brazo derecho, subiendo despacio pasando y deteniéndome en sus hombros acariciando despacio su cuello por un momento –Las presentaciones no son necesarias, sin entrar en detalles ni intimidades… hay quienes así lo prefieren.–acercándome a su nuca susurro –Soy Jaelyn… – mi tono de voz a cambiado. Bajo, suave, acaramelado y sutil. –Pero puedes llamarme como mas te plazca.– Agrego alejándome tomando mi vaso bebiéndolo de un solo trago como lo ha hecho él. Es hora de jugar.
Jaelyn Sheridan- Cazador/Realeza
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 20/06/2014
Re: Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
Debía recordarme que algunas ocasiones puede volver el cervatillo y no el león, pero JODER por las coronas de lucifer, aquella mujer si ponía mi completo interés en ella tanto que los candados de las puertas infernales temblaban para abrirse de par en par todas a la vez, pero eso no es posible porque de serlo aquella mujer terminaría sobre la pista con dos agujeros en su cuello, dos en su vena femoral, dos en su espalda mientras que aquel salón se llenara de sangre por todas las paredes, techos y pisos. Sería una completa masacre. Aspiré el aroma del lugar buscando un punto para ver que puerta era la que más latía con fervor y pronto encontré la respuesta. Las mujeres fueran las que fueran al final tenían algo en común, no pueden ocultar sus emociones, sus cuerpos las delata.
Las palabras de la mujer sobre “como ejercer el control” sonsacó la carcajada cuando su lengua profirió la palabra que más me gustaba ¡oh si, nena, no sabes cuánto miedo me gusta provocar en hombres y mujeres porque su sangre sabe mejor! bien, en eso estábamos de acuerdo, como yo era un caballero mi deber consistía en complacer a las damas que me obsequiaban con su compañía así lo haría si ella quería jugar sobre la mesa o la pista así seria, no iba a defraudarla, pero sería a mi manera.
Su cuerpo entero me acepto, su pecho subía y baja aceleradamente pero sus voz, que picante al replicar cada palabra, al imponerse como una mujer de porte y clase, no aguante más y recostándome sobre la silla reía al momento de dejar las caladas del cigarro en un humo completo, hasta que las delicadas manos de la mujer me recorrían por el brazo, el cuello. Que agradable contacto. Las luces tenues del lugar escondían nuestras figuras del resto de curiosos, aunque no del todo disfrutábamos de una buena intimidad...¡Pero qué inquietas y traviesas eran sus manos! Sopesaba en mi mente con una risa y fue entonces que deje que aquella puerta se abriera completamente.
Me acerque para besarla…pero no lo hice, me aleje y me levante de mi silla, no dije una palabra. Mi mano recorrió el brazo de ella llevándola a la pista de baile para poner una mano sobre su cintura y la otra apresando su diestra, nuestros cuerpos pegados comenzaron una danza suave fue entonces que me atreví a acercar los labios a su oído –Mucho gusto Jaelyn, esta noche puedes llamarme Azazel– había dado mi nombre verdadero, milenios habían pasado y nunca di aquel nombre con el que podrían apresarme, y ahora lo estaba entregando en bandeja de plata. Cogí su brazo con suavidad para que se incorporas, la junte a mi cuerpo sosteniendo su cintura. Aparte su cabello dejando a la vista su cuello marfil, pase la punta de mi nariz desde su hombro hasta su oreja, despacio, sin prisas, deteniéndome en cada vello que se erizaba, apreciando cada aroma. Exquisita. Pero no demasiado para tentarme.
Me detuve detrás de su oreja, mis manos actuaron automáticamente haciéndola girar para que su espalda quede sobre mi pecho y sus manos cruzadas sobre el pecho de ella. Susurrando las respuestas que ella no quería escuchar, o quizás si –Seas escocesa, francesa, española, rusa o quien seas eres mujer y a todas ustedes hay algo que las delata, su propio cuerpo, estabas tan tensa que tus palabras eran duras como si quisieras buscar pelear para desahogarte, como si lo que realmente desearas es haberos ido al bosque a cazar a una presa digna de ti. La diversión la puedes encontrar en cada esquina, depende de qué tipo de diversión quieres buena o mala según tus condiciones de “mujer escocesa” quieran– la aleje tomándola de la mano casi hasta que su cuerpo quedo inclinado al suelo en forma diagonal –Por que debería mal interpretarte, sé qué clase de diversión puedo ofrecer una muy perversa y mala, pero ¿Qué clase de diversión me daría una mujer como tú?, te equivocas sin piensas que me junto con apretaditas virginales, no me van de ese tipo, prefiero mujeres sin tapujos y más liberales, no creo que seas mi tipo– se ríe levantándola del suelo tomando la pierna derecha para subirla hasta mi cadera subiendo mis manos por sus piernas y así inclinar ambos cuerpos hacia adelante –Deberías dejar de pensar que tienes el control, cuando ambos sabemos que no es así, alguien te controla, alguien te está presionando a hacer cosas que no quieres y te ves obligado a ello, decidme pues porque no estás en vuestra casa con vuestros padres y estas aquí deseando que alguien se ponga frente a ti y te domine para descargarte tu frustración– en ese momento la incorporé girándola entre mis brazos para alejarla del mismo viendo su rostro encarándola y desafiándola como siempre había disfrutado.
Las palabras de la mujer sobre “como ejercer el control” sonsacó la carcajada cuando su lengua profirió la palabra que más me gustaba ¡oh si, nena, no sabes cuánto miedo me gusta provocar en hombres y mujeres porque su sangre sabe mejor! bien, en eso estábamos de acuerdo, como yo era un caballero mi deber consistía en complacer a las damas que me obsequiaban con su compañía así lo haría si ella quería jugar sobre la mesa o la pista así seria, no iba a defraudarla, pero sería a mi manera.
Su cuerpo entero me acepto, su pecho subía y baja aceleradamente pero sus voz, que picante al replicar cada palabra, al imponerse como una mujer de porte y clase, no aguante más y recostándome sobre la silla reía al momento de dejar las caladas del cigarro en un humo completo, hasta que las delicadas manos de la mujer me recorrían por el brazo, el cuello. Que agradable contacto. Las luces tenues del lugar escondían nuestras figuras del resto de curiosos, aunque no del todo disfrutábamos de una buena intimidad...¡Pero qué inquietas y traviesas eran sus manos! Sopesaba en mi mente con una risa y fue entonces que deje que aquella puerta se abriera completamente.
PRIMER ACTO
La entrada de Lucifer (Superbia)
¡Os invoco, mi regente mayor, venid hacia mí y dadme ese poder que tanto desean mis enemigos probar!
La entrada de Lucifer (Superbia)
¡Os invoco, mi regente mayor, venid hacia mí y dadme ese poder que tanto desean mis enemigos probar!
Me acerque para besarla…pero no lo hice, me aleje y me levante de mi silla, no dije una palabra. Mi mano recorrió el brazo de ella llevándola a la pista de baile para poner una mano sobre su cintura y la otra apresando su diestra, nuestros cuerpos pegados comenzaron una danza suave fue entonces que me atreví a acercar los labios a su oído –Mucho gusto Jaelyn, esta noche puedes llamarme Azazel– había dado mi nombre verdadero, milenios habían pasado y nunca di aquel nombre con el que podrían apresarme, y ahora lo estaba entregando en bandeja de plata. Cogí su brazo con suavidad para que se incorporas, la junte a mi cuerpo sosteniendo su cintura. Aparte su cabello dejando a la vista su cuello marfil, pase la punta de mi nariz desde su hombro hasta su oreja, despacio, sin prisas, deteniéndome en cada vello que se erizaba, apreciando cada aroma. Exquisita. Pero no demasiado para tentarme.
Me detuve detrás de su oreja, mis manos actuaron automáticamente haciéndola girar para que su espalda quede sobre mi pecho y sus manos cruzadas sobre el pecho de ella. Susurrando las respuestas que ella no quería escuchar, o quizás si –Seas escocesa, francesa, española, rusa o quien seas eres mujer y a todas ustedes hay algo que las delata, su propio cuerpo, estabas tan tensa que tus palabras eran duras como si quisieras buscar pelear para desahogarte, como si lo que realmente desearas es haberos ido al bosque a cazar a una presa digna de ti. La diversión la puedes encontrar en cada esquina, depende de qué tipo de diversión quieres buena o mala según tus condiciones de “mujer escocesa” quieran– la aleje tomándola de la mano casi hasta que su cuerpo quedo inclinado al suelo en forma diagonal –Por que debería mal interpretarte, sé qué clase de diversión puedo ofrecer una muy perversa y mala, pero ¿Qué clase de diversión me daría una mujer como tú?, te equivocas sin piensas que me junto con apretaditas virginales, no me van de ese tipo, prefiero mujeres sin tapujos y más liberales, no creo que seas mi tipo– se ríe levantándola del suelo tomando la pierna derecha para subirla hasta mi cadera subiendo mis manos por sus piernas y así inclinar ambos cuerpos hacia adelante –Deberías dejar de pensar que tienes el control, cuando ambos sabemos que no es así, alguien te controla, alguien te está presionando a hacer cosas que no quieres y te ves obligado a ello, decidme pues porque no estás en vuestra casa con vuestros padres y estas aquí deseando que alguien se ponga frente a ti y te domine para descargarte tu frustración– en ese momento la incorporé girándola entre mis brazos para alejarla del mismo viendo su rostro encarándola y desafiándola como siempre había disfrutado.
Azazel- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 24/02/2014
Re: Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
Extraño pero cierto, tengo una clara conexión con él. El juego de miradas insinuadoras, carisias sugerentes y tono de voz me proveen de saber que esto terminara mucho mejor de lo que a comenzado y eso que solo llevamos unos cuantos minutos conversando. Mi respiración se vuelve pesada haciendo que el escote de mi vestido muestre y ofrezca mis cremosos pechos al desconocido. –Esta noche… bien solo por esta noche serás Azazel…-susurro recibiendo mi copa apartando mi cuerpo de su alcanze, pero es tarde. Le miro retadora, con la barbilla en alto, admirando al hombre, degustando su masculinidad, su aroma. Jamás me presento con mi apellido, ni con el que acostumbro usar y mucho menos con el que mi familia mientras ando haciendo a la salvaje en las calles de mi amada Escocia. Mis pensamientos quedan rezagados al dejar de sentir la carisias y darme cuenta que esta a escasos centímetros de mi susurrando juguetonamente una advertencia. Sonrio siguiendo el juego de sus paabras, quiere hacerme cabrear pero no lo lograra -¿Qué te apetece obtener esta noche?... o eres como yo que prefiere las sorpresas –mi tono de voz a cambiado. Suave, acaramelado y sutil. Dejando que me tome y lleve en aquella sensual danza –Así que te gusta mi cuerpo… si puede que a todas nos delate el cuerpo, veo que sabes leer mi cuerpo muy bien… ¿Qué mas has observado aparte de lo ‘tensa’ que estoy? –suspiro al sentir que me aleja, casi dejándome en el suelo. –No e sugerido que lo sea, tu tampoco eres mi tipo, solo mírate– arremeto de regreso su ofensa tonta, es demasiado simple, se que puedes ofrecerme mas en esta noche.
Nuestros cuerpo se amoldan a la perfección en el mismo instante en que me sujeta posesivo de la cadera alzando mi pierna. Sus dedos se entierran en mi piel a través de la tela. Haciéndome gemir sin esperármelo o siquiera controlarlo. Se burla fieramente de mi pero mi carcajada resuena retumbante al escuchar dominada. –Crees que podrías dominarme –tomo su cuello, pegándome a su cuerpo, dejando que mis pechos choquen contra su pecho percatándome de lo frio que tiene la piel –Tu ni nadie podrá dominarme, podrá someterme, puede que si, aun este bajo el control de mi familia pero ello no es lo suficiente como para que logren que acate todas sus reglas. Mírame solo mírame un momento… tu y yo somos parecidos… pero eres muy poca cosa para comprender quien soy- no aguanto mas y muerdo el labio inferior. Mi respiración es pastosa, agitada y lo suelto alejándome de él.
Su mirada acaricia cada curva de mi cuerpo, el entallado vestido que le da una agradable visión de lo que mi cuerpo puede ofrecer pero no obtener con facilidad. A leguas se ve que el hombre frente a mi sabe lo que quiere y desea obtener. Eso es demasiada tentación para mí y puedo presumir que es igual para él. Paso la punta de mi lengua mojando mis labios admirando la vestimenta. Pero eso cambia. Admiro y observo ciertos rasgos en él que no había percatado –¿Qué eres? No eres un humano común y corriente, tu piel es fría y no veo ni escuche tu respiración ni el latir e tu corazón. No eres un lobo eres algo mas- … … seré idiota… seré mas que estúpida e idiota. Como se me ocurrió decir tal cosa. ¡Mierda! E pasado los últimos diez años ocultando mi faceta y vengo y ¡¡AHHHHHHHHHHHHH Infiernos malditos!!
Acabo de joder mi noche, acabo de joder mi noche, que estúpida y tan prometedora que era junto a este… este… este hombre. Le miro cambiando completamente mi actitud de gatita en celo por aquella de guerrera a punto de atravesar el corazón de lobo que tantas veces lo he hecho… miro a mi alrededor. Hay demaciadas personas. Tomo el vaso… bebo… y sin tomar nada mas que el filo de la correa de mi bolso salgo por donde entre. Metiendo la mano debajo de mis faldones subiendolos mientras apresuro el paso, hasta meterme en un callejón obscuro, doy media vuelta y el esta ahí… no se en que momento se a movido tan rápido acorralándome contra una de las paredes –Quítate si no quieres lamentarlo- Amenazo clavando la punta de la daga de plata en su cuello.
Nuestros cuerpo se amoldan a la perfección en el mismo instante en que me sujeta posesivo de la cadera alzando mi pierna. Sus dedos se entierran en mi piel a través de la tela. Haciéndome gemir sin esperármelo o siquiera controlarlo. Se burla fieramente de mi pero mi carcajada resuena retumbante al escuchar dominada. –Crees que podrías dominarme –tomo su cuello, pegándome a su cuerpo, dejando que mis pechos choquen contra su pecho percatándome de lo frio que tiene la piel –Tu ni nadie podrá dominarme, podrá someterme, puede que si, aun este bajo el control de mi familia pero ello no es lo suficiente como para que logren que acate todas sus reglas. Mírame solo mírame un momento… tu y yo somos parecidos… pero eres muy poca cosa para comprender quien soy- no aguanto mas y muerdo el labio inferior. Mi respiración es pastosa, agitada y lo suelto alejándome de él.
Su mirada acaricia cada curva de mi cuerpo, el entallado vestido que le da una agradable visión de lo que mi cuerpo puede ofrecer pero no obtener con facilidad. A leguas se ve que el hombre frente a mi sabe lo que quiere y desea obtener. Eso es demasiada tentación para mí y puedo presumir que es igual para él. Paso la punta de mi lengua mojando mis labios admirando la vestimenta. Pero eso cambia. Admiro y observo ciertos rasgos en él que no había percatado –¿Qué eres? No eres un humano común y corriente, tu piel es fría y no veo ni escuche tu respiración ni el latir e tu corazón. No eres un lobo eres algo mas- … … seré idiota… seré mas que estúpida e idiota. Como se me ocurrió decir tal cosa. ¡Mierda! E pasado los últimos diez años ocultando mi faceta y vengo y ¡¡AHHHHHHHHHHHHH Infiernos malditos!!
Acabo de joder mi noche, acabo de joder mi noche, que estúpida y tan prometedora que era junto a este… este… este hombre. Le miro cambiando completamente mi actitud de gatita en celo por aquella de guerrera a punto de atravesar el corazón de lobo que tantas veces lo he hecho… miro a mi alrededor. Hay demaciadas personas. Tomo el vaso… bebo… y sin tomar nada mas que el filo de la correa de mi bolso salgo por donde entre. Metiendo la mano debajo de mis faldones subiendolos mientras apresuro el paso, hasta meterme en un callejón obscuro, doy media vuelta y el esta ahí… no se en que momento se a movido tan rápido acorralándome contra una de las paredes –Quítate si no quieres lamentarlo- Amenazo clavando la punta de la daga de plata en su cuello.
Jaelyn Sheridan- Cazador/Realeza
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 20/06/2014
Re: Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
El cuerpo de ella estaba más que perfecto para la ocasión, cada curva, cada pedazo de piel ubicado perfectamente, incluso aquello que no se podía observar tan claramente pero que inundaban el lugar con el aroma único… ¡su sudor! Esas pequeñas perlas que bajaban por su espalda y la hacía suspirar con cada leve gemido, sí, podía sentir como se eriza su piel bajo mi contacto, como su pecho subía y bajaba gritando por la piedad, pero como dije antes soy un caballero, claro que hay que definir qué es eso, porque claramente yo no soy ello. Su cuerpo sensual se movía al compás de la música pero en mi mente estaba otra tonada, una más letal y fiera en donde no se moviera sino más bien gritara al punto de desfallecer, pero no, aun no estaba lista ella, aun le faltaba coger más yo quería que cogiera más, más de aquel sabor de sorpresa con miedo y excitación, le falta uno y no podía dejarla así, la llevaría los extremos ahora. Su piel cálida me invitaba a fundirme con ella ahí en la pista, sus susurros ya estaban logrando su cometido y casi lo logra porque mis colmillos estaban a punto de enterrarse con fuerza en la curva de su cuello pero el regente del infierno, de la puerta que se abrió golpeaba con fuerza que no debía caer ante sus palabras, aun no. Desprendió sus labios de los míos relamiéndolos y entonces su voz nos envolvió.
–Que delicia de labios, que delicia de aroma que tienes, pero yo quiero más no me mal interpretes Jae pero no solo busco la sorpresas de la noche si algo que me haga decir “eso era lo que buscaba” pero sin esperármelo, muchas veces las sorpresas no son todas buenas algunas terminan en muerte y otras, bueno otras solo en decepción querida, por eso no estoy a tu nivel, porque tú te resignas con la mera expectativa de una buena noche mientras que yo no, tu eres quien está por debajo de mi pequeña saltamontes engreído– Más? Fuera de lo común? Es que acaso era un hombre común?... Sus manos me apresaron apretándome a su cuerpo, en ese momento estaba confuso, qué clase de juegos perversos pasaban por la mente de aquella señorita? Estaba impaciente por conocerlos. Estaba claro que ella siempre controla todo aunque en esta ocasión no le resultaría tan fácil puesto que no soy de esos que se dejan dominar tan fácilmente, no soy de aquello que arrastran los pantalones por un culo bonito, no y se lo demostraría si es que ella estaba acostumbrada a ese tipo de hombres le haría saber que el juego era diferente. Tomé la cintura de ella dejando que la mano resbalase sin intención hasta su trasero dejando que los dedos amasen la trémula carne un poco para subir a su espalda, una risa fue todo lo que ella consiguió de mí, una risa de indiferencia ante sus palabras y provocaciones, como amaba las provocaciones femeninas, debería recordarme no meterme mucho en ellas o terminaría bajo las faldas de las mujeres bebiendo de más. Habían pasado siglos desde que alguien me hubiese mordido de aquella manera, buscando lastimar mi ego de caballero pero ya dije que de eso no tengo ni una pizca. Que puedo decir salvo que estaba realmente anonadado…
Sentí miradas sobre nosotros pero que más daba? La mirada que me absorbía era la suya, resultaba intensa y malvada, que seductora y peligrosa, ella tenía algo que escondía y fue eso lo que terminó por revelarse al final de la noche “así que ella conoce a los lobos, debe ser una inquisidora, no ellos van tras todos, entonces una cazadora, eso es, es una vil perra cazadora de lobos” ahora entendía aquello que me había dicho sobre la dominación y el peligro que exudaba esa mujer. Sus ojos estaban abiertos de par en par como si buscara la explicación de mi existencia “oh si nena, estoy frio y no tengo latido de corazón pero ten por seguro que esta noche no la vas a olvidar”, sonreía mirándola partir ¿correr tras ella? No eso era de niños, tenía que hacer algo mejor, además tenía su aroma, ambos, muy bien grabados podía encontrarla en segundos.
La oía correr agitada, su corazón palpitaba acelerado buscando un poco de calma, más no lo encontró, para un ser de la noche un paso es como mil, para un mortal un paso en como una caminata de un caracol. La tuve contra aquella pared, mi mano en su hombro con la uña del pulgar justo en la clavícula, un poco más fuerte y podré rasgar la piel, pero ella tenía también un arma, que hermosa Jaelyn me sorprende realmente. Reí frente a ella tomando su muñeca con fuerza –Vamos suéltala o se te va a podrir la mano preciosa y no queremos eso, sabes que puedes hacerle buen uso a esos dedos, eso así me gusta– aquella arma cae al suelo, su estruendo es tal que me excita saber que la sangre de uno de los dos correrá –Ves que si puedo dominarte primor, ahora veamos, preguntas que soy yo verdad?– aquella uña rasga la piel delicadamente acercando la lengua a lamerla, si ese sabor metálico mezclado con la excitación, el peligro, el miedo y oh si, ese agarre de enfrentarme, dios aquella mujer estaba logrando que abra otra puerta.
–Quieres saber quién soy, entonces os voy a demostrar que yo, sí puedo domar a la pequeña perra cazadora que eres, porque yo soy, soy– aferré su cuerpo contra aquella pared subiendo una de sus piernas a mi cintura acercando los labios a su cuello lamiendo su sangre llena de éxtasis y fue ahí cuando la lengua tocó la vena principal sintiendo sus palpitaciones, me acerqué a su oído susurrando mi existencia –a vampyr– clave con fuerza los colmillos, los enterré aferrándome a su cintura con los dedos para evitar que se moviera, la inmovilice con mi cadera contra la de ella sintiendo sus dedos tirar de mis cabellos para alejarme, pero no podía, su sangre era fuego infernal pero tenía que parar o la terminaría matando y eso es algo que no queremos. Aparté los colmillos mostrándole su sangre correr por el mentón hasta la ropa, pero sobre todo lo filoso de los colmillos y lo grande que estaban palpitando por clavarse en ella nuevamente. Acerque los labios para besarla, que sienta su sangre correr en su lengua hasta lo más recóndito de su ser, la zurda la dejé en su nuca empujándola más contra la sucia pared evitando así que se alejara de mi tortura.
Ella debía pagar el precio por jugar con el demonio y tentar las puertas del infierno.
–Que delicia de labios, que delicia de aroma que tienes, pero yo quiero más no me mal interpretes Jae pero no solo busco la sorpresas de la noche si algo que me haga decir “eso era lo que buscaba” pero sin esperármelo, muchas veces las sorpresas no son todas buenas algunas terminan en muerte y otras, bueno otras solo en decepción querida, por eso no estoy a tu nivel, porque tú te resignas con la mera expectativa de una buena noche mientras que yo no, tu eres quien está por debajo de mi pequeña saltamontes engreído– Más? Fuera de lo común? Es que acaso era un hombre común?... Sus manos me apresaron apretándome a su cuerpo, en ese momento estaba confuso, qué clase de juegos perversos pasaban por la mente de aquella señorita? Estaba impaciente por conocerlos. Estaba claro que ella siempre controla todo aunque en esta ocasión no le resultaría tan fácil puesto que no soy de esos que se dejan dominar tan fácilmente, no soy de aquello que arrastran los pantalones por un culo bonito, no y se lo demostraría si es que ella estaba acostumbrada a ese tipo de hombres le haría saber que el juego era diferente. Tomé la cintura de ella dejando que la mano resbalase sin intención hasta su trasero dejando que los dedos amasen la trémula carne un poco para subir a su espalda, una risa fue todo lo que ella consiguió de mí, una risa de indiferencia ante sus palabras y provocaciones, como amaba las provocaciones femeninas, debería recordarme no meterme mucho en ellas o terminaría bajo las faldas de las mujeres bebiendo de más. Habían pasado siglos desde que alguien me hubiese mordido de aquella manera, buscando lastimar mi ego de caballero pero ya dije que de eso no tengo ni una pizca. Que puedo decir salvo que estaba realmente anonadado…
Sentí miradas sobre nosotros pero que más daba? La mirada que me absorbía era la suya, resultaba intensa y malvada, que seductora y peligrosa, ella tenía algo que escondía y fue eso lo que terminó por revelarse al final de la noche “así que ella conoce a los lobos, debe ser una inquisidora, no ellos van tras todos, entonces una cazadora, eso es, es una vil perra cazadora de lobos” ahora entendía aquello que me había dicho sobre la dominación y el peligro que exudaba esa mujer. Sus ojos estaban abiertos de par en par como si buscara la explicación de mi existencia “oh si nena, estoy frio y no tengo latido de corazón pero ten por seguro que esta noche no la vas a olvidar”, sonreía mirándola partir ¿correr tras ella? No eso era de niños, tenía que hacer algo mejor, además tenía su aroma, ambos, muy bien grabados podía encontrarla en segundos.
La oía correr agitada, su corazón palpitaba acelerado buscando un poco de calma, más no lo encontró, para un ser de la noche un paso es como mil, para un mortal un paso en como una caminata de un caracol. La tuve contra aquella pared, mi mano en su hombro con la uña del pulgar justo en la clavícula, un poco más fuerte y podré rasgar la piel, pero ella tenía también un arma, que hermosa Jaelyn me sorprende realmente. Reí frente a ella tomando su muñeca con fuerza –Vamos suéltala o se te va a podrir la mano preciosa y no queremos eso, sabes que puedes hacerle buen uso a esos dedos, eso así me gusta– aquella arma cae al suelo, su estruendo es tal que me excita saber que la sangre de uno de los dos correrá –Ves que si puedo dominarte primor, ahora veamos, preguntas que soy yo verdad?– aquella uña rasga la piel delicadamente acercando la lengua a lamerla, si ese sabor metálico mezclado con la excitación, el peligro, el miedo y oh si, ese agarre de enfrentarme, dios aquella mujer estaba logrando que abra otra puerta.
SEGUNDO ACTO
La entrada de Asmodeo (Luxus)
¡Oh mi señor Asmodeo dadme la fuerza para cumplir aquello que se espera de este sirvo, dadme tu poder para acabar con la virginal apariencia de los santos!
La entrada de Asmodeo (Luxus)
¡Oh mi señor Asmodeo dadme la fuerza para cumplir aquello que se espera de este sirvo, dadme tu poder para acabar con la virginal apariencia de los santos!
–Quieres saber quién soy, entonces os voy a demostrar que yo, sí puedo domar a la pequeña perra cazadora que eres, porque yo soy, soy– aferré su cuerpo contra aquella pared subiendo una de sus piernas a mi cintura acercando los labios a su cuello lamiendo su sangre llena de éxtasis y fue ahí cuando la lengua tocó la vena principal sintiendo sus palpitaciones, me acerqué a su oído susurrando mi existencia –a vampyr– clave con fuerza los colmillos, los enterré aferrándome a su cintura con los dedos para evitar que se moviera, la inmovilice con mi cadera contra la de ella sintiendo sus dedos tirar de mis cabellos para alejarme, pero no podía, su sangre era fuego infernal pero tenía que parar o la terminaría matando y eso es algo que no queremos. Aparté los colmillos mostrándole su sangre correr por el mentón hasta la ropa, pero sobre todo lo filoso de los colmillos y lo grande que estaban palpitando por clavarse en ella nuevamente. Acerque los labios para besarla, que sienta su sangre correr en su lengua hasta lo más recóndito de su ser, la zurda la dejé en su nuca empujándola más contra la sucia pared evitando así que se alejara de mi tortura.
Ella debía pagar el precio por jugar con el demonio y tentar las puertas del infierno.
Azazel- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 24/02/2014
Re: Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
Siempre se había murmurado que Jaelyn desearía al primer hombre que pudiera derrotarla.
Mis ideas me distrajeron lo suficiente como para permitir que me tomara desprevenida. Con uerza extraordinaria me manejo, solte mi daga sintiendo dolor sin expresarlo. Una sombra cayó sobre mi y él me atranco contra la pared. No me sometería, no me dejaría ¡NO! Casi pude sentir que le gruñía –Si, puede que le de muchos mejores usos a mis dedos pero no para tu deleite– mis pechos suben y bajan con fuerza, pegándose al de él, acorralada Si, sometida No, mientras él parece algo desconcertado, muy bien disimulado pero se lo dije, le dije que no soy como esas niñas babosa a las que esta acostumbrado, aún me esforzó en luchar con él, se que cada palabra que digo resuena en eco en su interior. –¿Dominarme? Ja! Sigue intentándolo. ¿Lo quieres Azazel? Pues ven a por ello– Le reto de nuevo.
La lengua húmeda, sensual, se desliza saboreando, el golpeteo de mi corazón no se detiene, agitando mi cuerpo, mi respiración, este hombre esta despertando mi cuerpo. La voz es bruta, baja, rasposa, varonil, profunda pero completamente peligrosa y eso me exita. Sus manos me someten de forma deliciosa, me manejan e hinca los dedos en mi piel, arrastrándome bajo él.
Un vampiro… el susurro él entre dientes, los ojos oscurecidos, la voz profunda resonando casi irreconocible. Me agarró el puño cuando intente golpear de nuevo y me apretó sometiéndome, temblé de solo sentir los labios en el cuello, siseando con furia. Un relámpago descendió repentinamente del cielo, él gruño con desesperación, hundiéndome profundamente los dientes en el cuello. Ahogue un grito al estremecerme de pies a cabeza y grite su nombre antes de cerrar por un momento los ojos… bebe ávidamente mientras mis manos se aferran a sus cabellos con fuerza, no por que desee alejarle y miro al cielo con los ojos engrandecidos por la conmoción…
… No me producía dolor. La piel se había sido desgarrada, las delgadas dagas se entierran con faclidad en mi pierl. Su mordisco me hacía entrar en éxtasis. El mordió una y otra vez descendiendo un poco por el cuello. Cada mordedura, cada vez que sus colmillos penetraban en mi piel la sensación era similar al empuje de un hombre en mi interior, bien no estaba segura, pero de lo que si estaba segura era de que se sentía de una forma muy parecida a como mis dedos jugaban entre mis muslos aquellas noches de invierno en las que una copa de wisky y la chimenea no eran suficiente para calentarme el cuerpo. El placer me aturdía. Era una agonía exquisita. Nunca había sido derrotada en una lucha cuerpo a cuerpo, ningún hombre había sido lo suficientemente fuerte y sentí en mi interior la profunda necesidad animal de un hombre poderoso como este que me pudiera complacer, fascinar y vencer. Mi mente se rebeló, recordándome lo que él era y lo que era yo y aun así no quería que terminara. Su mordida, hizo que mi cuerpo exigiera, se humedeciera, se sintiera vacío sin él impulsándose apretadamente en mi interior.
Por favor, por favor, sé lo suficientemente fuerte... por favor... ¿Podría un hombre tomar el control por una vez en la vida? Por fin, de esta manera, podría perder la posición dominante por una vez y dejarme someter y ser vulnerable a alguien. Lloriquee cuando lo sentí alejar los labios de mi cuerpo pero el beso me sorprende aun mas. Continuo, deslizo la lengua jugando con ambas, sintiendo el delicioso sabor metálico de mi propia sangre mezclarse con la saliva, sus manos y cuerpo no me dejan mover, es inmponente, deliciosamente manipulador.
Sus labios se alejan y mirándole de frente giro el cuello ofreciendo una ves mas mi cuello –Muérdeme … muérdeme de nuevo– susurro entrecortada, agitada pegándome al cuerpo de él. ¿Qué estoy diciendo? La verdad no lo se, solo se que lo necesito, un pococ mas, una mordida mas y se acabara la noche. Es una droga maldita –Azazel– gimoteo en protesta y orden frotando mi pequeño cuerpo junto al suyo. Estoy a punto de ser atrapada por una pesadilla yes cuando actuó despertando todos mis sentidos. Clava los dedos en mi piel, con los enormes colmillos mostrándose, mi sangre cayendo y hasta que tuerzo a un lado y dirigió el codo hacia su garganta. Empujándolo tambaleante sin lograr que se aparte. Otros dos golpes en sucesión rápida. Aunque no lo parecía soy lo suficiente rápida como para haberle roto el pómulo pero solo logro que el ria y divierta a lo que le aferro con los puños de la camisa y golpeo con toda las fuerzas su entrepierna con mi rodilla. –Nada de piedad–sonrió poniéndome en guardia.
Jaelyn Sheridan- Cazador/Realeza
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 20/06/2014
Re: Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
CENID DEL SEGUNDO ACTO
Danza con Asmodeo
¡Santos infiernos las puertas están retumbando, puedo oírlas chirriar, agolparse con fuerza para abrirse en par en par, Mi señor mantenga en vuestra casa el esplendor de la bella muerte, de la bella amante envuelta en sedas rojas y atadas al extremo de la pared. Dejad que los filosos dientes rasguen a gritos la piel endemoniada…Oh mi señor mantén el fuego encendido durante toda la velada!
Danza con Asmodeo
¡Santos infiernos las puertas están retumbando, puedo oírlas chirriar, agolparse con fuerza para abrirse en par en par, Mi señor mantenga en vuestra casa el esplendor de la bella muerte, de la bella amante envuelta en sedas rojas y atadas al extremo de la pared. Dejad que los filosos dientes rasguen a gritos la piel endemoniada…Oh mi señor mantén el fuego encendido durante toda la velada!
Me aceptó, su cuerpo se moldaba perfectamente bajos mis sangrientas caricias, se erizaba y volví a desprenderse aquel halo de vida podía olerlo a kilómetros, su piel resplandecía pidiendo a gritos algo que ella sabía que nadie podría darle más ella sabe que tampoco podrá darme lo que busco su mortalidad se lo impide pero a mí, no hay nada, nada que me impida destrozarla hasta el amanecer. El callejón nos ofrecía algo de intimidad para lo que dentro estaba ocurriendo, las sombras nos abrazaron como una amante que nos invitaba a fundirnos sin control como los animales que éramos; sus manos, ¡Pero qué inquietas y traviesas eran sus manos! Enseguida trataron de llevarme a la perdición, si fuera mortal estuviera jodido, lástima que hace años dejé de serlo, buscaron el caos en mi mente, y lo encontró la lujuria despertó con mayor fuerza palpitando por salir y enfrentarse a las puertas que la mujer mantenía ocultas tras la máscara de la fría indiferencia.
Mentirosa, sus ojos decían algo pero sus labios, sus carnosos labios gritaban otra. Desprendió sus labios de los míos relamiéndolos y entonces su voz nos envolvió, una voz que se tornó en la melodía que deseaba poder oír antes, una petición que se hace real, aquellos labios pidiendo y rogando por sentir nuevamente el dulce éxtasis de la muerte. ¡Atrevida, muy atrevida! A veces olvido lo pecaminosas que son las mujeres, pero esta humana solo era una inocente ovejita que jugaba a ser el lobo malo. ¡Manipuladora! Me encanta cuando juegan así las mujeres. Peligrosas como dinamitas y flojas como telas de seda. Que juego peligroso se estaba dando.
“Más” ella pedía más, sus ojos lo decían, sus labios que los humedecía y su cuello que se ofrecía descaradamente para probar los largo y filoso que puede ser los colmillos de un vampiro, susurré sobre su piel humedecida por la tensión que su corazón bombeaba a fuerza, su sangre me lo decía, sabía lo que quería, y se lo daría si ella lograba hacer que se lo diera. Lamí las heridas de su sensible piel notando los músculos tensos, algo estaba fuera de lo común, ¿común? ¿Es que acaso era común todo ello? aunque no tardaría en descubrir sus intenciones.
El pequeño dolor que acarreó su rodilla fue todo lo que necesité para gruñir, dejándome de rodillas y los ojos fijo en aquella empedrada calle que formaba el sucio callejón. La furia iba subiendo por todo el cuerpo hasta los ojos que comenzaron a brillar en el característico tono rojizo, ella lo había logrado, soltar a las siete puertas del infierno.
TERCER ACTO
La entrada de Amon (Ira)
¡Oh mi señor perdónala tú, porque yo no lo hare. Envía su alma al tormento eterno de las llamas del infierno porque yo sus huesos pulverizaré!
La entrada de Amon (Ira)
¡Oh mi señor perdónala tú, porque yo no lo hare. Envía su alma al tormento eterno de las llamas del infierno porque yo sus huesos pulverizaré!
Con parsimoniosa elegancia me puse de pie como si su golpe no hubiera dolido nada, como si solo hubiese sido un roce imperceptible. La mire relamiéndome los colmillos, ya no era el momento de la seducción ahora era la cacería y mi hambre había despertado, una hambre de ira y desolación; la miré acercándome con la mano le resté importancia a la actitud que todo mortal toma contra los de mi clase –Debías haberlo dicho antes, perra, que no te gustaba la piedad y te iba más el masoquismo, te hubiera recomendado los mejores burdeles de Europa y América también, incluso unas mujeres que haría que te sonrojaras solo de presenciar lo que son capaces de hacer, tan llenas de vida y lujuria que hace que los colmillos de uno se entierren con fuerza en toda sus carnes, en sus senos tomando sus pezones rozándolo con la punta de los colmillos hasta enterrarlos y oír como gimen, sus manos llevándote a la locura extrema– El tono de voz fue suave cargado con lujuria y sutileza, grave en donde debía poner mayor énfasis pero sobre todo fría y cortante, como si lo que le hice fuera lo más normal en las mujeres.
Me aparte de ella dando pasos hacia atrás, hacia las sombras invitándola, tentándola a que fuera ella quien asestara el golpe como la “disque” cazadora que era, para mi no era más que un conejito con traje de domina, quizás hasta menos. Reí para mis adentors y fue entonces que la oscuridad me devoró. Observé de donde estaba oculto como su cuerpo curvilíneo y debilidatado por la pérdida de sangre se movía, ella trataba de que no lo notara pero lo podái ver. Se adentró en busca de mi cabeza pero lo que encontró fue mi cuerpo pegado a su epsalda y la diestra alrededor de su cuello mientras mis pies en segundos la llevaron a tener el rostro contra la pared “Es tu turno de sentir, lo que es no tener piedad”, sonreía mirándola, mis manos fueron a donde querían a tomarle de los hombros par que me viera a los ojos, unos que estaban completamente segados en ira.
Fue entonces que el DOLOR que le infringí en todo su cuerpo me extasió. El aroma de sus músculos contraerse lentamente, envíe una oleada de dolor desde su sexo hasta sus pezones con fuerza –Te sienta esto Jaelyn– con desprecio la llame tomando su pierna izquierda, la tela del vestido lo rasgue hasta la altura de su monte, las uñas las repasé sobre la pálida piel que para extender el dolor en aquella zona tan íntima de la mujer y en su cabeza, volví a rasgar la piel con las uñas subiendo y bajando lenta y tortuosamente viendo como las líneas de su paso se volvían rojas, terminaría ahí una marca y sería la que con gusto ella llevaría. Me arrodille ante ella sin dejar de enviarle dolor a todo su cuerpo y fue entonces que los colmillos los repase por la zona que mis dedos estaban jugando hasta que alcance mi objetivo y clave los colmillos en la vena femoral fuerte y conciso mis colmillos se prendieron de la piel sin soltarla, succionaba y chupaba su sangre con sonora fuerza para que ella pudiera oir –Si volvéis a hacer algo estúpido como lo que hicisteis os desgarraré desde tu interior mona– me levanté mirándola desafiante con el resto de su sangre en todo mi mentón. El dolor no lo atenué si no que lo eleve más, su sexo estaba siendo atormentado por miles de agujas que perforaban sus carnes trémulas y rosáceas, estaba jugando con su mente y el dolor. Pero más que matarla era tenerla excitada, dominarla y tenerla de rodillas. Podía ver que sus piernas temblaban y no terminaría mucho para que quedara como quería.
Azazel- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 24/02/2014
Re: Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
Palabrería insulsa, estúpida y arrogante que sale de sus labios, que me recorre, claro habla pero no necesito un burdel, lo necesitaba a él y para ello debía ser interesante, todo lo fácil se va fácil –No necesito un burdel, te necesito a ti –afirmo sonriendo. Azazel, no, no, no, puede que sea virgen pero nada de eso me ara sonrojar, soy mucho más fría y poderosa, no fue entrenada para tonterías, fui entrenada para obtener lo mejor, nadie podía pasar sobre mí a menos que yo lo permitiera. Vamos Az, regresa el golpe que estoy preparada para regresarlo. Su tono de voz es suave cargado con lujuria y sutileza, grave en donde debía poner mayor énfasis pero sobre todo fría y cortante, como si lo que le hice fuera lo más normal en cualquier mujer, con cuantas no había hecho lo mismo. Pero yo no soy como las demás.
Me sentía algo mareada, tal vez débil pero eso no rompía ni por un segundo mi fortaleza, todo lo contraria, la adrenalina de mi cuerpo pedía más, no fui decepcionada porque en pocos segundos el tenia mi cuerpo de espalda pegado a su pecho mientras me sostenía con fuerza acomodándome a lo que debía. Sonríe mirándome y adoro esa sonrisa sínica de “lo sé todo, todo me pertenece y para mí no hay consecuencia alguna”
Cual látigo sentí el dolor comenzando a recorrerme el cuerpo, un dolor intenso pero soportable, un dolos escalofriante y completamente desconocido que le excitaba y descargaba a mi cuerpo adrenalina y deseo de mas. Su aliento era caliente en mi, e hizo que mi cuerpo se volviera líquido. Podía desearlo, tanto como deseaba a aquel amante sin rostro cada noche en mi lecho solitario. No, el dolor no solo me estaba excitando a mí. Era como si sus dedos estrujaran mis pezones. Encendiendo... No, no podía desear esto. El aire era bochornoso, fragante con el aroma del jazmín e incluso más húmedo de lo normal por la fuente de la esquina. No la tomaría, así que ¿por qué no disfrutar de esto por escasos momentos?
Basto escuchar mi nombre para que lograra su objetivo –Ah… –temblé de pies a cabeza gimiendo echado la cabeza hacia atrás, pegándola a la pared, no me importo que mi vestido fuera destrozado, el paso de sus uñas entre mis muslos me estaba volviendo loca pues era una zona de mi cuerpo que ningún hombre hacia tocado antes. Pese a que no lo era, su agarre parecía demasía suave, casi sutil, escuche una especie de gruñido y fue cuando pateó su pies contra los míos haciendo que separar las piernas. Estremeciéndome, se frotó implacablemente contra mi carne, entonces eche hacia atrás la cabeza y grite sintiendo que estaba a punto de correrme mientras él bebía de mi sangre. Estaba congelada, incapaz de ver, y por alguna razón eso me afectó aun más, por sólo oír sus reacciones, los gruñidos guturales brotando de lo profundo de su pecho. Sentí su violento acto, la fuerza en su descomunal cuerpo mientras me agarraba con fuerza a través de olas de placer y dolor.
–Si… si quisieras ah… ah… desgarrarme lo hubieses… hecho… ya… ah ah… –mi respiración era pesada, casi dificultosa por estar al límite y no poder llegar, mi obscurecida mirada por el deseo lo observaba igualadamente. –Te agrado… ah… demasiado… lo sé –podía decir misa de sus putas pero esta niña como me había llamado, le representaba un reto o diversión que hacía mucho no tenia –Ya para… por –no pude terminar mi frase al temblarme las rodillas y caer. De hecho, el dolor había sido la única cosa que me había impedido pedirle que me follara en ese mismo momento, o el masturbarme a sus pies hasta llegar a mi orgasmo o alcanzar su pantalón y descubrir cómo era chupar –Az –susurre con la voz temblorosa, me sentía aun mas mareada que antes. No aparte la vista de su expresión salvaje y lúgubre pues esto acababa de comenzar.
Me sentía algo mareada, tal vez débil pero eso no rompía ni por un segundo mi fortaleza, todo lo contraria, la adrenalina de mi cuerpo pedía más, no fui decepcionada porque en pocos segundos el tenia mi cuerpo de espalda pegado a su pecho mientras me sostenía con fuerza acomodándome a lo que debía. Sonríe mirándome y adoro esa sonrisa sínica de “lo sé todo, todo me pertenece y para mí no hay consecuencia alguna”
Cual látigo sentí el dolor comenzando a recorrerme el cuerpo, un dolor intenso pero soportable, un dolos escalofriante y completamente desconocido que le excitaba y descargaba a mi cuerpo adrenalina y deseo de mas. Su aliento era caliente en mi, e hizo que mi cuerpo se volviera líquido. Podía desearlo, tanto como deseaba a aquel amante sin rostro cada noche en mi lecho solitario. No, el dolor no solo me estaba excitando a mí. Era como si sus dedos estrujaran mis pezones. Encendiendo... No, no podía desear esto. El aire era bochornoso, fragante con el aroma del jazmín e incluso más húmedo de lo normal por la fuente de la esquina. No la tomaría, así que ¿por qué no disfrutar de esto por escasos momentos?
Basto escuchar mi nombre para que lograra su objetivo –Ah… –temblé de pies a cabeza gimiendo echado la cabeza hacia atrás, pegándola a la pared, no me importo que mi vestido fuera destrozado, el paso de sus uñas entre mis muslos me estaba volviendo loca pues era una zona de mi cuerpo que ningún hombre hacia tocado antes. Pese a que no lo era, su agarre parecía demasía suave, casi sutil, escuche una especie de gruñido y fue cuando pateó su pies contra los míos haciendo que separar las piernas. Estremeciéndome, se frotó implacablemente contra mi carne, entonces eche hacia atrás la cabeza y grite sintiendo que estaba a punto de correrme mientras él bebía de mi sangre. Estaba congelada, incapaz de ver, y por alguna razón eso me afectó aun más, por sólo oír sus reacciones, los gruñidos guturales brotando de lo profundo de su pecho. Sentí su violento acto, la fuerza en su descomunal cuerpo mientras me agarraba con fuerza a través de olas de placer y dolor.
–Si… si quisieras ah… ah… desgarrarme lo hubieses… hecho… ya… ah ah… –mi respiración era pesada, casi dificultosa por estar al límite y no poder llegar, mi obscurecida mirada por el deseo lo observaba igualadamente. –Te agrado… ah… demasiado… lo sé –podía decir misa de sus putas pero esta niña como me había llamado, le representaba un reto o diversión que hacía mucho no tenia –Ya para… por –no pude terminar mi frase al temblarme las rodillas y caer. De hecho, el dolor había sido la única cosa que me había impedido pedirle que me follara en ese mismo momento, o el masturbarme a sus pies hasta llegar a mi orgasmo o alcanzar su pantalón y descubrir cómo era chupar –Az –susurre con la voz temblorosa, me sentía aun mas mareada que antes. No aparte la vista de su expresión salvaje y lúgubre pues esto acababa de comenzar.
Jaelyn Sheridan- Cazador/Realeza
- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 20/06/2014
Re: Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
CLIMAX DEL TERCER ACTO
El encuentro de dos titanes
¡Dos razones poderosas, dos colosales señores que se mezclan sin dar tregua a la humanidad, solo su deseo por acabar es lo que los mueve, solo su maldito anhelo de destruir las almas los lleva a aliarse en un solo momento que puede significar, gran destrucción!
El encuentro de dos titanes
¡Dos razones poderosas, dos colosales señores que se mezclan sin dar tregua a la humanidad, solo su deseo por acabar es lo que los mueve, solo su maldito anhelo de destruir las almas los lleva a aliarse en un solo momento que puede significar, gran destrucción!
Sus palabras, podían significar la razón estúpida de la humanidad o podrían emular la valentía que aquel cuerpo rebelde exudaba con fuerza como su respiración agitada; sería mejor tomar la segunda opción porque en ella se veía como eso, una gran bocanada de valentía y coraje que se va mezclando hasta desaparecer con el deseo sexual; su cuerpo lo mostraba sin tapujo alguno, no tenía vergüenza al temblare las piernas de aquella manera y su lengua viperina moverse tan sensual al pronunciar las palabras entre los jadeos, sabiendo bien que esas no eran las que ella deseaba. Ya no podía oír nada más solo escuchaba el temblor de aquellas carnes, el contacto de sus rodillas contra el suelo, su respiración agitada así como su corazón con el que podría hacer danzas a su cuerpo.
Sin dejar de verla me acerqué a ella hasta la altura en que nuestros ojos se encontraban, aunque los de ella estaban tan sedientos, con un rostro tan lujurioso como el de las putas de los burdeles en América, solo con ver esas expresiones me deleitaba, quizás por ello la tomé del mentón con mis dedos para que me muestre más de ese rostro pervertido –Mentirosa, ¿parar? Pero si lo estas disfrutando, puedo oler tu excitación, puedo ver como tus piernas se retuercen para tratar de calmar a tu sexo que tiene hambre, aunque creo que mi hambre también despertó– al verla de aquella manera tan angustiada, excitada y con su sudor solo logra que me relama los labios lentamente sintiendo a mis colmillos desear clavarse en cada rincón de su piel.
La miré a los ojos, no la iba a dejar escapar, haría que pidiera ello, que lo suplique por pago de aquel dolor ella tendría que dar un dolor mayor, y ya sabía cuál. Invadí su cuerpo nuevamente con la orden del dolor pero esta vez, sus pezones como su sexo eran invadidos lentamente por intensas muestras de abuso, no solo eran las agujas chiquillas que se podían sentir ahora quemaba cada una de ellas, un ardor que la consumiría completamente; ataque a sus sistema enviándole señales de calor y falta de aire, a sus redondos senos los atormenté con mordidas y siendo tirados al igual que su intimidad, la mataría completamente –¿Quién dijo que no te partiría, Jaelyn?– Sin darle tregua tomé sus labios entre los mios acallando sus sonidos pero mi excitación ganó y fueron los colmillos que se incrustaron en aquella carnosidad, junto a mi lengua que azotaba la lengua de ella para morderla.
Me separé lo suficiente para dejar a dos de mis dedos introducirse a su boca jugando con su lengua, obligándola a que siga pensando en ese beso sangriento. Realmente se veía hermosa con su sangre saliendo de su cuerpo, con su excitación y respiración de aquella manera, no aguantaría más, ni ella ni yo –Pide que te rasgue toda, pídelo y quizás lo haga, te lleve a otro lugar y te haga sentir mejor de lo que ahora estás– susurré sin dejar de jugar con mis dedos en su boca, tocando su lengua, moviéndolos como si fuera mi lengua dentro de ella sin desconcentrarme en sus otras partes. Mi excitación estaba en su límite, así como mi ira
Azazel- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 24/02/2014
Temas similares
» Noches de Invierno || Privado FLASHBACK
» Con el invierno en los ojos | Privado
» Noches de Invierno y lluvia
» Pesadillas de invierno [privado]
» Día de Invierno [Privado con Joshua]
» Con el invierno en los ojos | Privado
» Noches de Invierno y lluvia
» Pesadillas de invierno [privado]
» Día de Invierno [Privado con Joshua]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour