AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
The chess play | The World War of the Black Swans
2 participantes
Página 1 de 1.
The chess play | The World War of the Black Swans
- IMPORTANTE CONSULTAR ANTES COMENZAR LA LECTURA:
- Antes de que dé inicio a segunda parte de la trama Black Swan Trade Empire "BSTE". Considero que es necesario iniciarlos en el "Sistema de anotación" que se emplea en el ajedrez; y que a su vez encontrarán dentro de las respuestas de este tema. Su empleo es sencillo funciona de la siguiente manera: "Sistema de coordenadas" usando letras (de la "a" a la "h" ) que identifican las columnas de izquierda a derecha del jugador de las piezas blancas y números (del 1 al 8 ) que se ocupan de las líneas horizontales desde la base de las blancas. Las iniciales de las piezas en nuestro idioma son: R= rey, D= dama, T= torre, C= caballo y A= alfil. Si no se escribe ninguna inicial se entiende que es un peón el que se mueve; sin embargo, para evitar posibles confusiones usaré la palabra "P" para representarlos. Las capturas de las piezas pueden (y serán en este tema) expresadas con el signo "x". Además, encontrarán otros signos comunes, como lo son:0 - 0= Enroque corto
0 - 0 - 0= Enroque largo
+ = Jaque
Como apoyo distinguiré las piezas blancas de las negras dentro del textos de la siguiente manera.
Las blancas estarán en azúl y negritas
Las Negras estarán en rojo y negritas
Son las hazañas de las piezas sobre el tablero y nada más lo que atrae el interés del espectador y lo excita.
Guil Russek
Guil Russek
Principios de marzo de 1803, Mansión de los Nottinghams
Era el vigésimo quinto día en el que Chelsea White despertaba sin el calor de Scott; la cama le parecía extremadamente amplia, pero se negaba a adoptar otro dormitorio más cálido en lo que Scott terminaba los negocios en Países Bajos y regresara. El motivo de su necedad era bastante simple. Creía oler el cuerpo sudado de su mellizo, luego de que hicieran el amor. La por ahora provisional líder de los Nottinghams solía levantarse tarde en ausencia de Scott; además, no desayunaba, ni tampoco merendaba. Salía de sus aposentos regularmente para tomar el té en los jardines acompañándolo de una galletas o pequeños bizcochos de vainilla. Aquel día no tenía planes para hacer una excepción. Se levantó tarde y con desgana, caminó a media habitación y dejó caer su camisón negro de escote generoso que le encantaba a Scott y que usaba después de hacer e amor. Quedó totalmente desnuda, sus brazos también cayeron y cerró sus ojos. La alcoba de Chelsea, pero que realmente podía considerarse de los mellizos, era amplia; tenía tres puertas, la principal de acceso a un costado de la cama King size estilo Luis XIV; una segunda detrás de un amplio y grande espejo de cuerpo completo que se conectaba con los aposentos de Scott y paralelamente la puerta de un cristal quemado como la obsidiana y era el acceso al baño exótico, de una amplia bañera casi como una piscina ovalada de tres metros de largo por dos de ancho y bordes de piedras de granito azules y verdes; ademas, del decorado con plantas que crecen alrededor de los lagos. Frente a la cama estaba ubicado un amplio tocador de tres espejos persas con bordes de oro y que ella mandaba a pulir semanalmente. Toda la habitación estaba tapizado con alfombras rusas y los candelabros eran de forma de araña estilo francés. Junto al tocador, del lado derecho, estaban los ventanales con cristales divididos en cuatro por figuras de narcisos bien trabajadas por los sopladores de vidrios griegos. Los maravillosos ventanales se abrían como si se tratasen una una cuarta puerta, que no era de acceso, si no de salida al elegante balcón de donde se podía apreciar los jardines; las barandillas eran gruesas, de estilo renacentista y en mármol. Dentro, a la izquierda del tocador estaba el retrato que Eugène Delacroix había hecho para ellos tres años atrás. El tono de la pared era de un blanco ostión, según le había dicho el decorador de interior el verano pasado.
— Ama, Lady Hilary acaba de llegar —escuchó la voz de Rachel, su ama de llaves. Una señora de ojos profundos, de cuarenta cinco años, con canas y labios pequeños, delgada y con el cuerpo la espalda ligeramente encorvada; la voz se escuchó queda, la puerta era gruesa y de roble; segundos después tocó la puerta para asegurarse que su ama le había escuchado—, la he llevado a la sala de estar, ahora está tomando té —prosiguió al tiempo que Chelsea se acurrucaba abrazándose y preguntándose a qué se debía la inesperada y no anunciada visita de su prima y líder de los Yorkshires—. Bajaré de inmediato. Llévala a los jardines y ofrécele muffins —ordenó en voz alta para que del otro lado Rachel pudiera escucharla sin problema—. Así lo haré ama —y se retiró. Chelsea suspiró y abrió el armario cogiendo el primer vestido que alcanzó en la mano. Era de confección italiana, amarillo con muchos pliegues de arriba hacía abajo, bastante elegante. Se vistió olvidándose de la ropa interior. Fue al tocador y se perfumó con lo mejor que tenía; una fragancia italiana de aromas silvestres, con rosas y narcisos hecho en Venecia. A diferencia de Hilary, Chelsea creía que los italianos tenían más habilidad y verdaderos genios en la elaboración de perfumes. Por supuesto, ella sabía que no hablarían de eso. Se calzó unas zapatillas de tacón medio y salió de su alcoba en pasos apresurados hacía los jardines pero fue en el gran salón principal donde la encontró. Con una rápida mirada fulminó a Rachel, algo que realmente no hacía con frecuencia; entonces Chelsea se dirigió a Hilary con una sonrisa sincera; después de todo se había formado entre ambas casas, tal vez una alianza no establecida formalmente.
—Buenas ¡eh!—hizo una pausa mirando el techo y llevándose el dedo índice de la mano izquierda al mentón como si no supiera la hora, saber que era mediodía o la hora del té—, tardes, ¡claro! —se acercó a su prima que se levantó, ambas extendieron sus manos y se abrazaron, luego, se besaron en ambas mejillas. Chelsea nunca dejó de sonreír con la misma sinceridad con la que inició y las manos de Hilary—. ¡Bienvenida Lady Hilary! —soltó su mano y rodeó la mesa de té que se había improvisado para a tender a Hilary. Aunque eran primas y podían saltarse el protocolo, comenzando tutearse. Mas Chelsea iniciaba siempre así ya que sentía se burlaba por unos momentos de ella. Más tarde la llamaría sólo Hilary—. Considero yo que tomar el té en los jardines será más armónico y agradable para ti, que este salón —sugirió posando sus manos en la silla esperando la respuesta de Hilary y deseando que accediera a su petición. Y no era porque Chelsea tuviera algo que ocultar, si no porque su costumbre de tomar el té en el jardín era ya una tradición que no quería erradicar.
— Ama, Lady Hilary acaba de llegar —escuchó la voz de Rachel, su ama de llaves. Una señora de ojos profundos, de cuarenta cinco años, con canas y labios pequeños, delgada y con el cuerpo la espalda ligeramente encorvada; la voz se escuchó queda, la puerta era gruesa y de roble; segundos después tocó la puerta para asegurarse que su ama le había escuchado—, la he llevado a la sala de estar, ahora está tomando té —prosiguió al tiempo que Chelsea se acurrucaba abrazándose y preguntándose a qué se debía la inesperada y no anunciada visita de su prima y líder de los Yorkshires—. Bajaré de inmediato. Llévala a los jardines y ofrécele muffins —ordenó en voz alta para que del otro lado Rachel pudiera escucharla sin problema—. Así lo haré ama —y se retiró. Chelsea suspiró y abrió el armario cogiendo el primer vestido que alcanzó en la mano. Era de confección italiana, amarillo con muchos pliegues de arriba hacía abajo, bastante elegante. Se vistió olvidándose de la ropa interior. Fue al tocador y se perfumó con lo mejor que tenía; una fragancia italiana de aromas silvestres, con rosas y narcisos hecho en Venecia. A diferencia de Hilary, Chelsea creía que los italianos tenían más habilidad y verdaderos genios en la elaboración de perfumes. Por supuesto, ella sabía que no hablarían de eso. Se calzó unas zapatillas de tacón medio y salió de su alcoba en pasos apresurados hacía los jardines pero fue en el gran salón principal donde la encontró. Con una rápida mirada fulminó a Rachel, algo que realmente no hacía con frecuencia; entonces Chelsea se dirigió a Hilary con una sonrisa sincera; después de todo se había formado entre ambas casas, tal vez una alianza no establecida formalmente.
—Buenas ¡eh!—hizo una pausa mirando el techo y llevándose el dedo índice de la mano izquierda al mentón como si no supiera la hora, saber que era mediodía o la hora del té—, tardes, ¡claro! —se acercó a su prima que se levantó, ambas extendieron sus manos y se abrazaron, luego, se besaron en ambas mejillas. Chelsea nunca dejó de sonreír con la misma sinceridad con la que inició y las manos de Hilary—. ¡Bienvenida Lady Hilary! —soltó su mano y rodeó la mesa de té que se había improvisado para a tender a Hilary. Aunque eran primas y podían saltarse el protocolo, comenzando tutearse. Mas Chelsea iniciaba siempre así ya que sentía se burlaba por unos momentos de ella. Más tarde la llamaría sólo Hilary—. Considero yo que tomar el té en los jardines será más armónico y agradable para ti, que este salón —sugirió posando sus manos en la silla esperando la respuesta de Hilary y deseando que accediera a su petición. Y no era porque Chelsea tuviera algo que ocultar, si no porque su costumbre de tomar el té en el jardín era ya una tradición que no quería erradicar.
________________________________________________________________________________
CODE BY NIGEL QUARTERMANE
Última edición por Chelsea White el Mar Sep 08, 2015 2:49 pm, editado 3 veces
Re: The chess play | The World War of the Black Swans
Con vestido francés rosa y un perfume Chauteè le Toux. La líder de la casa Yorkshire emprendió el viaje de un día a Nottingham. Por supuesto, Hilary no llegaría con ojeras a causa de no dormir en el trayecto. Se había llevado un carruaje cerrado, el más cómodo que tenía la familia para dormir en el trayecto. De reserva llevaba un vestido lila que pensaba ponerse al llegar a Nottingham. El plan era sencillo. Llegaban, rentaban un cuarto, se bañaba se vestía, se perfumaba con Chauteè le Toux y salía a la casa de sus primos a la hora del té. Para el trayecto, Hilary llevó La Galatea de Miguel de Cervantes, la obra original escrita en español un idioma que dominaba a la perfección. La líder de los Yorkshires no había hecho un viaje largo desde que había enviudado; al menos uno que le tuviera que exigir cambiarse de atuendo. Realmente creía que desde que Arley había regresado de Cambridge, él se encargaría de hacer los viajes como lo hacía Scott en la casa Nottinghams; pero todo lo que creía se había venido abajo cuando descubrió que no tenía el control de Arley, que él era la mayor amenaza de la familia.
Salió a las seis de la mañana y a las seis de la mañana del otro día ya estaba en Nottingham. Rentó una habitación y llevó a cabo cada uno de los detalles que se había planteado antes de visitar a sus primos. Con su vestido de lila y ya perfumada le llegó el primer recuerdo del agresivo comportamiento de su hermano y eso la estremeció. Sintió mucho miedo y se abrazó para darse valor. Ver como asesinaba a Jacob, como pasaba entre su cadáver la había aterrorizado. Pero como Arley lo dijo, efectivamente era un traidor, después de indagar en el cuarto encontró las cartas entre él y Chelsea; creyendo ingenuamente que entre ellos existía también un romance. Furiosa arrasó con las cosas que pensó habían sido importantes para Jacob y quemó las cartas que más que traicionar a la familia, la traicionaban a ella por ser su amante. Empero, Hilary desconocía la relación incestuosa de sus primos y la fidelidad pura de Chelsea para su hermano. —¿Cuál es tu verdadero propósito sobre el ducado? —recordó sus propias palabras que dijera en el jardín, recriminando a Arley después de que éste le lastimara física y mentalmente—. Dos Yorkshires somos muchos en esta mansión —le respondió con descaro desarmándola frente a la servidumbre. Ya el ducado Dianceht no le importaba más, pero no podía desobedecer a Arley hasta que éste estuviera muerto. Por eso estaba dispuesta a persuadir a Chelsea a que el decadente ducado Dianceht era una gran inversión; además, quería descubrir si su hermano acertaba en decir que buscarían el matrimonio para hacerse del ducado. Pero había otra parte en ella que le gritaba pidiera ayuda a sus primos, tomara la salida fácil, contarles los planes que conocía por ahora de Arley, que quería matarlos y quedarse con el ducado. Sin embargo, meditaba en la idea de que posiblemente eso era lo que Arley esperaba que hiciera. Entonces se frustraba y contenía esos gritos de impotencia por reconocer que nunca podría anticiparse a una mente que psicópata, sin hombre sin alma, que parecía no demostrar vulnerabilidad, que no le podían intimidar porque no entendía y no sentía el temor, no se podía discutir con él o persuadirlo. Arley siempre estaba un paso adelante.
Llegó a la hora del té, justo como lo había planeado ya que era un momento en el que podía pedir a Scott privacidad con su prima e involucrarla en el juego de su hermano. –¿y sí no juego la maldita partida de ajedrez? –pensó pero pronto negó la idea con la cabeza al tiempo en que abrían la puerta del carruaje y brindaron una mano para ayudarla a bajar. —Bienvenida Lady Hilary White —dijeron los guardias de los Nottinghams arrodillándose y bajando la cabeza como si se tratara de la mismísimo reina—. ¿Por qué no tengo guardias como ustedes? —ironizó torciendo la boca—. —Bienvenida mi Lady. El amo Scott no se encuentra pero la recibirá mi ama —dijo el ama de llaves, Hilary no pudo contener su alegría por semejante suerte al no estar Scott y extendiendo sus brazos sonrió. Rachel, el ama de llaves la llevó hasta el salón de descanso—. Mi lady ¿quisiera tomar té? —preguntó mientras Hilary se acomodaba en un sillón—. Sí, que sea negro —Rachel se fue y pronto ambientaron el lugar como un salón de té, llegó la sirvienta que se encargaría de atender directamente a Hilary y un Guardian cerca de la chimenea.
No tardó en bajar Rachel, para ese momento ella tenía las piernas cruzadas por debajo del vestido y tomaba muy a gusto el té. —Mi ama me pidió llevarla a los jardines, considera que allá estarán más a gusto —expresó el recado de Chelsea—. No, la esperaré aquí —se dirigió como si le hubieran ofendido. Rachel se quedó allí, pero no insistió. Después de varios minutos por fin apareció Chelsea vestida de amarillo y con los cabellos sueltos pero bien peinada—. No seas estricta con ella, yo me empeñé en quedarme —dijo luego de ver como la miró. Chelsea mostró su sonrisa y la invadió con sus palabras corteses y para concluir el protocolo familiar que las llevó a besarse en las mejillas.
Cuando Chelsea estaba ya de frente a ella y había sugerido nuevamente el jardín. Hilary se colocó a un lado de ella y le tomó del brazo comenzando a caminar a la puerta principal. —Me imagino que has de tener unos jardines hermosos, pero si vamos allá Chelsea querida, me temo que no me sacarás —rió brevemente y sin hacer un escándalo, justo como la sociedad de alta alcurnia lo solicita en una dama—. Ya pasaron muchos años desde que nos reunimos; fue cuando enviudé —hizo una pausa para fingir un luto y una tristeza que nunca existió en ella realmente—, y eso no puede olvidarse nunca. Pero, ya te imaginarás que mi presencia aquí tiene un propósito —continuó deteniéndose al pie de las escaleras—. ¿Recuerdas cuando jugábamos ajedrez?, nunca a las muñecas u otros tipos de juegos infantiles que otras familias hacían que sus niñas jugaran. No, nuestros padres nos hacían jugar ajedrez —se detuvo para sonreír justo como lo hacía Chelsea—. Arley es… un maestro además es muy incomodo y frustrante jugar con él y saber de ante mano que perderás, extraño el ajedrez, ¿pero jugarlo con la servidumbre?, de ninguna manera —hizo un gesto despectivo lo que le valió tener que guardar silencio y dar oportunidad a que Chelsea opinase—. Por supuesto que no vine a jugar una partida contigo, aunque no te miento. Sería agradable mientras discutimos el motivo que me trajo a tu casa.
Salió a las seis de la mañana y a las seis de la mañana del otro día ya estaba en Nottingham. Rentó una habitación y llevó a cabo cada uno de los detalles que se había planteado antes de visitar a sus primos. Con su vestido de lila y ya perfumada le llegó el primer recuerdo del agresivo comportamiento de su hermano y eso la estremeció. Sintió mucho miedo y se abrazó para darse valor. Ver como asesinaba a Jacob, como pasaba entre su cadáver la había aterrorizado. Pero como Arley lo dijo, efectivamente era un traidor, después de indagar en el cuarto encontró las cartas entre él y Chelsea; creyendo ingenuamente que entre ellos existía también un romance. Furiosa arrasó con las cosas que pensó habían sido importantes para Jacob y quemó las cartas que más que traicionar a la familia, la traicionaban a ella por ser su amante. Empero, Hilary desconocía la relación incestuosa de sus primos y la fidelidad pura de Chelsea para su hermano. —¿Cuál es tu verdadero propósito sobre el ducado? —recordó sus propias palabras que dijera en el jardín, recriminando a Arley después de que éste le lastimara física y mentalmente—. Dos Yorkshires somos muchos en esta mansión —le respondió con descaro desarmándola frente a la servidumbre. Ya el ducado Dianceht no le importaba más, pero no podía desobedecer a Arley hasta que éste estuviera muerto. Por eso estaba dispuesta a persuadir a Chelsea a que el decadente ducado Dianceht era una gran inversión; además, quería descubrir si su hermano acertaba en decir que buscarían el matrimonio para hacerse del ducado. Pero había otra parte en ella que le gritaba pidiera ayuda a sus primos, tomara la salida fácil, contarles los planes que conocía por ahora de Arley, que quería matarlos y quedarse con el ducado. Sin embargo, meditaba en la idea de que posiblemente eso era lo que Arley esperaba que hiciera. Entonces se frustraba y contenía esos gritos de impotencia por reconocer que nunca podría anticiparse a una mente que psicópata, sin hombre sin alma, que parecía no demostrar vulnerabilidad, que no le podían intimidar porque no entendía y no sentía el temor, no se podía discutir con él o persuadirlo. Arley siempre estaba un paso adelante.
Llegó a la hora del té, justo como lo había planeado ya que era un momento en el que podía pedir a Scott privacidad con su prima e involucrarla en el juego de su hermano. –¿y sí no juego la maldita partida de ajedrez? –pensó pero pronto negó la idea con la cabeza al tiempo en que abrían la puerta del carruaje y brindaron una mano para ayudarla a bajar. —Bienvenida Lady Hilary White —dijeron los guardias de los Nottinghams arrodillándose y bajando la cabeza como si se tratara de la mismísimo reina—. ¿Por qué no tengo guardias como ustedes? —ironizó torciendo la boca—. —Bienvenida mi Lady. El amo Scott no se encuentra pero la recibirá mi ama —dijo el ama de llaves, Hilary no pudo contener su alegría por semejante suerte al no estar Scott y extendiendo sus brazos sonrió. Rachel, el ama de llaves la llevó hasta el salón de descanso—. Mi lady ¿quisiera tomar té? —preguntó mientras Hilary se acomodaba en un sillón—. Sí, que sea negro —Rachel se fue y pronto ambientaron el lugar como un salón de té, llegó la sirvienta que se encargaría de atender directamente a Hilary y un Guardian cerca de la chimenea.
No tardó en bajar Rachel, para ese momento ella tenía las piernas cruzadas por debajo del vestido y tomaba muy a gusto el té. —Mi ama me pidió llevarla a los jardines, considera que allá estarán más a gusto —expresó el recado de Chelsea—. No, la esperaré aquí —se dirigió como si le hubieran ofendido. Rachel se quedó allí, pero no insistió. Después de varios minutos por fin apareció Chelsea vestida de amarillo y con los cabellos sueltos pero bien peinada—. No seas estricta con ella, yo me empeñé en quedarme —dijo luego de ver como la miró. Chelsea mostró su sonrisa y la invadió con sus palabras corteses y para concluir el protocolo familiar que las llevó a besarse en las mejillas.
Cuando Chelsea estaba ya de frente a ella y había sugerido nuevamente el jardín. Hilary se colocó a un lado de ella y le tomó del brazo comenzando a caminar a la puerta principal. —Me imagino que has de tener unos jardines hermosos, pero si vamos allá Chelsea querida, me temo que no me sacarás —rió brevemente y sin hacer un escándalo, justo como la sociedad de alta alcurnia lo solicita en una dama—. Ya pasaron muchos años desde que nos reunimos; fue cuando enviudé —hizo una pausa para fingir un luto y una tristeza que nunca existió en ella realmente—, y eso no puede olvidarse nunca. Pero, ya te imaginarás que mi presencia aquí tiene un propósito —continuó deteniéndose al pie de las escaleras—. ¿Recuerdas cuando jugábamos ajedrez?, nunca a las muñecas u otros tipos de juegos infantiles que otras familias hacían que sus niñas jugaran. No, nuestros padres nos hacían jugar ajedrez —se detuvo para sonreír justo como lo hacía Chelsea—. Arley es… un maestro además es muy incomodo y frustrante jugar con él y saber de ante mano que perderás, extraño el ajedrez, ¿pero jugarlo con la servidumbre?, de ninguna manera —hizo un gesto despectivo lo que le valió tener que guardar silencio y dar oportunidad a que Chelsea opinase—. Por supuesto que no vine a jugar una partida contigo, aunque no te miento. Sería agradable mientras discutimos el motivo que me trajo a tu casa.
Última edición por Hilary White el Sáb Jun 27, 2015 1:24 am, editado 1 vez
Hilary White- Humano Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 23/04/2014
Re: The chess play | The World War of the Black Swans
Había algo muy profundo en la visita de Hilary, Chelsea podía percibirlo y no se trataba de una intuición al negarse ir al jardín y caminar hacía las escaleras. Lo veía en sus ojos y en las marcas de manos que tenía en su cuello; un tipo de evidencia que podía delatar un posible atentado sufrido por Hilary. —Y la casa Nottinghams te acompañó en tu luto—agregó aunque sabía que esa cara de tristeza era fingida. Muchos ya hablaban de la infeliz vida de Hilary con Lord Comrad. En la cama Scott había sugerido alguna vez que Hilary pudo haber planeado todo; pero de haberlo hecho había puesto su vida en peligro, le debatía Chelsea—. ¿Ajedrez? —le sorprendió el comentario—, ¿has venido a jugar ajedrez? —dijo y soltó una risa idéntica a la que hiciera Hilary momentos antes—. Sí, me imagino que debe de ser frustrante, pero si te realmente quieres jugar una partida mientras conversamos los temas que has traído a exponer, vayamos al cuarto de ajedrez —se adelantó sola a las escaleras y dirigió su mirada a Rachel—. Has que suban carritos de té para cada una de nosotras. Quiero té verde y Lady Hilary tomará —hizo una pausa para que su prima decidiera, luego, miró a Hilary—. Acompáñame —dijo y estando un paso adelante subieron los escalones de mármol pulcros y de un corte mediano. Llegaron al primer nivel, giraron sobre su propio eje y continuaron subiendo. La mansión de los Nottinghams era una edificación estilo renacentista de tres pisos. Cuando llegaron al segundo piso, Chelsea se detuvo para no tener atrás a su prima—. Espero que esto no haya mermado tu espíritu competitivo —dijo en broma y continuaron por el rellano alfombrado de un azul crema con figuras en un azul oscuro—. Este pasillo es el más oscuro —se quejó la provisional líder de los Nottinghams y se detuvo a encender las luces; posteriormente continuaron. Dejaron atrás dos habitaciones vacíos y llegaron a uno a la izquierda de Chelsea.
La habitación era pequeña, hecha especialmente para partidas de ajedrez; y era evidente no solo por el tablero cimentado en medio de la habitación, si no porque literalmente sólo podían estar dos personas dentro sin sentirse sofocadas. La puerta era de un cristal muy ancho y no tenía picaporte, la única forma de cerrar el espacio era por dentro con un seguro especial. La base donde estaba ubicado el tablero estaba hecha de mármol y éste de un cristal muy particular. Las piezas del ajedrez eran rubis pulidos en el caso de las negras y zafiros claros representaban las blancas. La puerta tenía una perfecta vista por fuera, pero del interior no podía verse absolutamente nada. Esto era pensado para que pudieran ver a los mellizos jugar ajedrez sin que estos se distrajeran de ver quien los veía; y no sólo los privaba de la vista. Dentro de la habitación no podía escucharse absolutamente nada del exterior, esto no solamente era por el grueso de la puerta si no también de los mismo muros que constituían el armado del la habitación de ajedrez. No había ventanas; estaba tapizado de rojo y las paredes eran blancas. El único modo para contactar a las personas que estaban en el interior era golpeando cualquier esquina de la puerta con un tubo de cobre predispuesto frente a la puerta, el golpe generaba una vibración que hacía tintinar unas campanas ubicadas por dentro en las esquinas de la puerta. —Encontrarás todo absolutamente limpio, incluyendo las piezas que las mando a pulir dos veces por semana. Aunque si te sincero no he entrado aquí desde que nuestros padres fallecieron —Chelsea entristeció, pero a diferencia de su prima, entristeció de verdad. Perder a sus padres había sido un duro golpe para ella, los quería realmente—. Scott y yo venimos a la habitación después del sepelio, y cuando me senté y tomé mi pieza. No pude moverla; ni siquiera el maldito tablero. Ahí estaba mi impotencia, nunca iba a derribar la base de mármol con mis manos desnudas, así como no podría traer de vuelta a mis padres —los ojos de Chelsea se habían perdido en el tablero, estaban ausentes en el recuerdo—, después me solté a llorar, Scott me abrazó y ya nunca más regresamos aquí —regresó al presente e hizo aparecer de nuevo la hermosa sonrisa que le caracterizaba—. Te parece si esperamos a que traigan los carritos con el té antes de entrar, porque una vez que estemos dentro ya no saldremos es una de las reglas del salón de ajedrez —Chelsea rió—, pero que conveniente, aquí vienen— dijo.
Mientras Rachel colocaba dos carritos, uno en cada costado de las sillas que ocuparían, Chelsea tomó la mano de Hilary. —Blancas o negras —hizo un gesto para acompañar su duda. Realmente lo que escogiera Hilary era irrelevante—, bien, seré las negras. Las blancas son los záfiros —informó y volteó a ver a Rachel—. El carrito con el té de Lady Hilary a la derecha, el mío a la izquierda —dijo con amabilidad, Rachel dedicándole una sonrisa asintió e hizo lo que se le pidió—. El chef les preparó jugo de naranja, les he dejado una jarra en cada carrito y una bandeja de muffins—agregó saliendo de la habitación—. Agradécele al Chef por mí —sonrió, Hilary entró a tomar su lugar—. ¿Quiere que la niña Cristal sea su asistente en el té —sugirió Rachel tomando del brazo a Chelsea— No, nosotras nos atenderemos —Chelsea le besó la mejilla y entró al salón de ajedrez una vez que la vio llegar hasta las escaleras donde Cristal estaba lista por si la respuesta hubiera sido un si. Estando adentro puso el seguro, miró por unos instantes a Hilary y después caminó hasta su asiento; una silla victoriana con cojín y respaldo de piel de oso, cómoda y cálida—. ¡Que inicie la partida!
La habitación era pequeña, hecha especialmente para partidas de ajedrez; y era evidente no solo por el tablero cimentado en medio de la habitación, si no porque literalmente sólo podían estar dos personas dentro sin sentirse sofocadas. La puerta era de un cristal muy ancho y no tenía picaporte, la única forma de cerrar el espacio era por dentro con un seguro especial. La base donde estaba ubicado el tablero estaba hecha de mármol y éste de un cristal muy particular. Las piezas del ajedrez eran rubis pulidos en el caso de las negras y zafiros claros representaban las blancas. La puerta tenía una perfecta vista por fuera, pero del interior no podía verse absolutamente nada. Esto era pensado para que pudieran ver a los mellizos jugar ajedrez sin que estos se distrajeran de ver quien los veía; y no sólo los privaba de la vista. Dentro de la habitación no podía escucharse absolutamente nada del exterior, esto no solamente era por el grueso de la puerta si no también de los mismo muros que constituían el armado del la habitación de ajedrez. No había ventanas; estaba tapizado de rojo y las paredes eran blancas. El único modo para contactar a las personas que estaban en el interior era golpeando cualquier esquina de la puerta con un tubo de cobre predispuesto frente a la puerta, el golpe generaba una vibración que hacía tintinar unas campanas ubicadas por dentro en las esquinas de la puerta. —Encontrarás todo absolutamente limpio, incluyendo las piezas que las mando a pulir dos veces por semana. Aunque si te sincero no he entrado aquí desde que nuestros padres fallecieron —Chelsea entristeció, pero a diferencia de su prima, entristeció de verdad. Perder a sus padres había sido un duro golpe para ella, los quería realmente—. Scott y yo venimos a la habitación después del sepelio, y cuando me senté y tomé mi pieza. No pude moverla; ni siquiera el maldito tablero. Ahí estaba mi impotencia, nunca iba a derribar la base de mármol con mis manos desnudas, así como no podría traer de vuelta a mis padres —los ojos de Chelsea se habían perdido en el tablero, estaban ausentes en el recuerdo—, después me solté a llorar, Scott me abrazó y ya nunca más regresamos aquí —regresó al presente e hizo aparecer de nuevo la hermosa sonrisa que le caracterizaba—. Te parece si esperamos a que traigan los carritos con el té antes de entrar, porque una vez que estemos dentro ya no saldremos es una de las reglas del salón de ajedrez —Chelsea rió—, pero que conveniente, aquí vienen— dijo.
Mientras Rachel colocaba dos carritos, uno en cada costado de las sillas que ocuparían, Chelsea tomó la mano de Hilary. —Blancas o negras —hizo un gesto para acompañar su duda. Realmente lo que escogiera Hilary era irrelevante—, bien, seré las negras. Las blancas son los záfiros —informó y volteó a ver a Rachel—. El carrito con el té de Lady Hilary a la derecha, el mío a la izquierda —dijo con amabilidad, Rachel dedicándole una sonrisa asintió e hizo lo que se le pidió—. El chef les preparó jugo de naranja, les he dejado una jarra en cada carrito y una bandeja de muffins—agregó saliendo de la habitación—. Agradécele al Chef por mí —sonrió, Hilary entró a tomar su lugar—. ¿Quiere que la niña Cristal sea su asistente en el té —sugirió Rachel tomando del brazo a Chelsea— No, nosotras nos atenderemos —Chelsea le besó la mejilla y entró al salón de ajedrez una vez que la vio llegar hasta las escaleras donde Cristal estaba lista por si la respuesta hubiera sido un si. Estando adentro puso el seguro, miró por unos instantes a Hilary y después caminó hasta su asiento; una silla victoriana con cojín y respaldo de piel de oso, cómoda y cálida—. ¡Que inicie la partida!
Re: The chess play | The World War of the Black Swans
La atención en la casa Nottinghams la había encontrado mucho más superior a la de los Yorkshires; y no fue difícil saber el por qué. Existía mucha calidez entre la servidumbre y sus primos. La casa Yorkshires estaba regida por protocolos, además de la presencia de Arley que influenciaba mucho en los sirvientes; y no era por lo que acababa de hacer, si no por la propia actitud de falta de sentimientos y sensibilidad, los cambios se generaron desde antes ahora que lo pensaba con detenimiento Hilary; claro, fue cuando regresó a la casa siendo una viuda y adoptando de nuevo el apellido y tomando las riendas de la casa Yorkshires como administradora general. Por un momento sintió envidia hacia sus primos, pero rápidamente cambió su actitud criticándolos por la falta de carácter para poner a raya a su servidumbre. Los criados eran criados y se trataban como tal. —Yo quiero lo mismo que estaba tomando —no agradeció, ¿por qué había de hacerlo?, así que siguió a su prima sin más. La mansión era hermosa, después de tantos años, lo había olvidado. Se decía que entre las tres mansiones de los White, no sólo estéticamente la más espléndida y magistral; también la mejor evaluada dentro del mercado europeo. Las escaleras se le hicieron pesadas a Hilary que no podía creer que de niña las subía sin cansarse, para cuando llegaron al primer piso sus tobillos ya estaban cansados pero no claudicó, no lo haría frente Chelsea y menos aún cuando sabía que se atrevió a poner un espía en la casa Yorkshires y que era en su ilusoria idea también amante de su prima; con todo siguió sin quejarse.
—Para nada —respondió a la broma de Chelsea y continuó con ella por el rellano deteniéndose cada que su prima lo hacía. Entonces finalmente lo vio, el famoso salón de ajedrez de los Nottinghams. Creado específicamente para que los jugadores fueran observados desde afuera de la puerta de cristal y los jugadores ignoraran quien estaba en el exterior—. De acuerdo, esperemos el té —y como si Hilary la hubiera invocado apareció Rachel con los carritos del té. Preparó todo y después de que Hilary eligiera las blancas fue a tomar su lugar ignorando el exterior. Pero estando ahí, meditó lo que su prima le había confesado sobre sus padres. Le había abierto el corazón y ella no le correspondió, se comportó como Arley o incluso peor, Arley por lo menos no sabía lo que era sentir, ella lamentablemente sí. Ahora comprendía por qué Arley no podía hacer la tarea que estaba destinada a hacer Hilary; y por otra parte comprendió que debía ser más sensible con ella, después de todo cuando había mencionado lo de su enviudamiento Chelsea le dedicó palabras consoladoras. Si Hilary no se bajaba a la sensibilidad de Chelsea le sería muy difícil poder manipularla.
—Por supuesto, que gané la mejor —dijo tomando la primera pieza de un juego que estaba destinado a perder por ordenes de Arley y que seguía sin comprender, o más bien su orgullo no quería aceptarlo. Pd4; fue su jugada—. Sus mercados se han fortalecido mucho en Europa, el puerto de los Grøelschkøj les ha servido bastante según he escuchado —dijo mientras acercaba el carrito más a ella, sin que éste hiciera el más mínimo ruido gracias a la alfombra. Hilary dejó salir el aire en un gesto de alguien quién está a punto de hacer una hazaña y sacando el aire piensa darse valor; tomó la tetera, -¿por qué tengo que hacer esto?- pensó molesta y siendo muy cautelosa para no quemarse, pues era la primera vez en su vida en servirse por sí sola el té y aunque no se quemó casi llenó la taza al punto de desbordar el líquido—. Maldición—dijo al derramar un poco de té de la tetera al ponerla de nuevo en su lugar; tomó rápidamente la servilleta para limpiar su desastre y luego, continuó su pesada empresa de prepararse el té ahora con la travesía que representaría endulzarlo a su gusto. Cogió la cuchara y le agregó dos, después, meneó asegurándose de que el azúcar no se asentara en la taza y finalmente lo probó. Aún no estaba a su gusto pero decidió dejarlo así, tomó un muffin con una servilleta para endulzar su paladar y volvió a dar un sorbo pero no resultó, seguía sintiendo su té sin azúcar y sin querer hizo un gesto aceptando que su té no sabía bien—. Escuché que eres una buena perdedora —dijo para distraer a Chelsea que seguramente disfrutaba de ver a su prima hacer todo un desastre por prepararse una taza de té.
—Para nada —respondió a la broma de Chelsea y continuó con ella por el rellano deteniéndose cada que su prima lo hacía. Entonces finalmente lo vio, el famoso salón de ajedrez de los Nottinghams. Creado específicamente para que los jugadores fueran observados desde afuera de la puerta de cristal y los jugadores ignoraran quien estaba en el exterior—. De acuerdo, esperemos el té —y como si Hilary la hubiera invocado apareció Rachel con los carritos del té. Preparó todo y después de que Hilary eligiera las blancas fue a tomar su lugar ignorando el exterior. Pero estando ahí, meditó lo que su prima le había confesado sobre sus padres. Le había abierto el corazón y ella no le correspondió, se comportó como Arley o incluso peor, Arley por lo menos no sabía lo que era sentir, ella lamentablemente sí. Ahora comprendía por qué Arley no podía hacer la tarea que estaba destinada a hacer Hilary; y por otra parte comprendió que debía ser más sensible con ella, después de todo cuando había mencionado lo de su enviudamiento Chelsea le dedicó palabras consoladoras. Si Hilary no se bajaba a la sensibilidad de Chelsea le sería muy difícil poder manipularla.
—Por supuesto, que gané la mejor —dijo tomando la primera pieza de un juego que estaba destinado a perder por ordenes de Arley y que seguía sin comprender, o más bien su orgullo no quería aceptarlo. Pd4; fue su jugada—. Sus mercados se han fortalecido mucho en Europa, el puerto de los Grøelschkøj les ha servido bastante según he escuchado —dijo mientras acercaba el carrito más a ella, sin que éste hiciera el más mínimo ruido gracias a la alfombra. Hilary dejó salir el aire en un gesto de alguien quién está a punto de hacer una hazaña y sacando el aire piensa darse valor; tomó la tetera, -¿por qué tengo que hacer esto?- pensó molesta y siendo muy cautelosa para no quemarse, pues era la primera vez en su vida en servirse por sí sola el té y aunque no se quemó casi llenó la taza al punto de desbordar el líquido—. Maldición—dijo al derramar un poco de té de la tetera al ponerla de nuevo en su lugar; tomó rápidamente la servilleta para limpiar su desastre y luego, continuó su pesada empresa de prepararse el té ahora con la travesía que representaría endulzarlo a su gusto. Cogió la cuchara y le agregó dos, después, meneó asegurándose de que el azúcar no se asentara en la taza y finalmente lo probó. Aún no estaba a su gusto pero decidió dejarlo así, tomó un muffin con una servilleta para endulzar su paladar y volvió a dar un sorbo pero no resultó, seguía sintiendo su té sin azúcar y sin querer hizo un gesto aceptando que su té no sabía bien—. Escuché que eres una buena perdedora —dijo para distraer a Chelsea que seguramente disfrutaba de ver a su prima hacer todo un desastre por prepararse una taza de té.
Última edición por Hilary White el Sáb Jun 27, 2015 12:30 pm, editado 1 vez
Hilary White- Humano Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 23/04/2014
Re: The chess play | The World War of the Black Swans
—Claro —complemento a Hilary y se preguntó que la traería a Nottingham. Sabía que Arley contraería matrimonio con la Condesa Dayanara Montero, y no por que la invitaran sino por Jacob su espía, de padres con mucha influencia y dueña de un condado muy importante y valioso para las rutas comerciales con la Nueva España y el resto de colonias españolas. Pero no creía que se trataría de la invitación. Era cierto que no llegó en un plan agresivo, no lo percibió Chelsea; pero tampoco estaba acompañada por alguna hipocresía, esa intuición femenina se lo decía, o al menos por ahora. Vio la jugada de su prima y de reojo como tomaba la tetera con temor; Cf6—. Entonces se trata de comercio —dijo un tanto decepcionada, aunque después supuso que la conversación tomaría otro tono y podría interesarle así que siguió el rol que le correspondía como anfitriona y oyente—. Es verdad, Dinamarca nos ha favorecido bastante; sobre todo ahora que la Iglesia se apoderó de los primordiales puertos del Sacro Imperio Germánico forzándonos a transportar los bienes de Kiev y del mismo imperio por tierra hasta Dinamarca. Aunque los puertos españoles son más rentables he escuchado —mantuvo una sonrisa divertida. Sabía que de todas las White, Hilary había sido demasiado consentida; pero no llegó a creer que fuera una inútil para prepararse por propia cuenta una taza de té—. Reconozco la derrota en el juego cuando es inminente, es cierto; pero recuerdo que a ti no te gusta perder y aunque me sucede ocasionalmente lo mismo se controlar mi carácter —dijo todo eso mientras cogía la tetera sin problema alguno, servía con elegancia y lo endulzaba con tres cucharadas de azúcar demostrándole a Hilary lo fácil que era prepararse una taza de té y hablar a la vez. Ahora sólo le quedó soplar un poco, movía con la cuchara y cuando lo creyó conveniente le dio dos sorbos; su té estaba perfecto—. Agrégale más azúcar; dicen que lo mejor lo encuentras en América, que es el más dulce… Es el que consumen ustedes ¿no? Creo que con dos cucharadas tu té estará en su punto o más cercano a tu gusto —no pudo evitar un tono que delataba diversión así que se cubrió su sonrisa con la taza dando pequeños sorbos.
—En veintidós jugadas te venceré —aseguró dejando su taza en el carrito— , así que podrías empezar a contarme los verdaderos motivos que te traen aquí, querida prima. De ese modo podemos concluir nuestra charla y la partida de ajedrez al mismo tiempo —Chelsea puso sus codos en los bordes de cristal de unos diez centímetros que estaban alrededor del tablero; unió sus manos y descansó sobre ellas su cabeza dedicándole una sonrisa. Pc4; movió Hilary y sin ver la jugada al instante Chelsea hizo su movimiento; Pe6 —retomando su postura de descanso—. ¿No?, iremos a los jardines después. Por cierto, no pretendo ser insidiosa pero no hace mucho, en un viaje que hice con Scott a Paris conocimos a la futura esposa de Arley —los ojos de Chelsea brillaron con astucia. Salvo los Yorkshires, ningún miembro de la familia la conocían por lo que esas palabras debían picar la curiosidad de su prima y hacerla hablar de una buena vez. Chelsea era verdaderamente asombrosa para determinar cuando le querían engañar, mentir, esconder cosas o información; en pocas palabras, era como si pudiera ver la verdad a través de sus ojos y por mucho que Hilary fuera una gran actriz y pudiera disimular con gran apremio una mentira, tarde o temprano se delataría. La líder de los Yorkshires bajo la vista y dio dos sorbos a su té, Chelsea sonrió al descubrir algo. Lo próximo que diría Hilary iba a ser una mentira. Cc3; Ab4, respondió de inmediato Chelsea mientras cruzaba las piernas por debajo de su vestido, echando su cuerpo al respaldo y comenzó a mover la pierna suspendida en el suelo de adelante a atrás.
—En veintidós jugadas te venceré —aseguró dejando su taza en el carrito— , así que podrías empezar a contarme los verdaderos motivos que te traen aquí, querida prima. De ese modo podemos concluir nuestra charla y la partida de ajedrez al mismo tiempo —Chelsea puso sus codos en los bordes de cristal de unos diez centímetros que estaban alrededor del tablero; unió sus manos y descansó sobre ellas su cabeza dedicándole una sonrisa. Pc4; movió Hilary y sin ver la jugada al instante Chelsea hizo su movimiento; Pe6 —retomando su postura de descanso—. ¿No?, iremos a los jardines después. Por cierto, no pretendo ser insidiosa pero no hace mucho, en un viaje que hice con Scott a Paris conocimos a la futura esposa de Arley —los ojos de Chelsea brillaron con astucia. Salvo los Yorkshires, ningún miembro de la familia la conocían por lo que esas palabras debían picar la curiosidad de su prima y hacerla hablar de una buena vez. Chelsea era verdaderamente asombrosa para determinar cuando le querían engañar, mentir, esconder cosas o información; en pocas palabras, era como si pudiera ver la verdad a través de sus ojos y por mucho que Hilary fuera una gran actriz y pudiera disimular con gran apremio una mentira, tarde o temprano se delataría. La líder de los Yorkshires bajo la vista y dio dos sorbos a su té, Chelsea sonrió al descubrir algo. Lo próximo que diría Hilary iba a ser una mentira. Cc3; Ab4, respondió de inmediato Chelsea mientras cruzaba las piernas por debajo de su vestido, echando su cuerpo al respaldo y comenzó a mover la pierna suspendida en el suelo de adelante a atrás.
Re: The chess play | The World War of the Black Swans
Era más que evidente que Chelsea se preparaba sus propios tés por la facilidad con la que se desenvolvía en esa labor de la servidumbre. —Claro —fueron sus palabras y agregó las dos cucharadas que Chelsea le sugirió; su prima era bastante inteligente y sin prepararse tomó una postura agresiva, y no se trataba en el juego de ajedrez al sacar su caballo; más bien era la oración insinuante; una obviedad sobre el control de los Yorkshires del azúcar de America, tanto en la administración de rutas a otras naciones, como la misma producción de la caña. El argumento de Chelsea encaraba directamente lo espetado por Hilary sobre Dinamarca. Hilary probó el té, estaba en su punto y movió una pieza—. Te escuchas muy segura —respondió al comentario de su prima al asegurar vencerla en veintidós movimientos. -Maldita, lo peor es que si ganarás. Pero no te daré el privilegió de que lo hagas en veintidós movimientos-pensó irritada-, Al demonio con Arley, no perderé-caviló; pero de inmediato cambio de idea. A su mente llegó la imagen de su hermano asfixiándola con ojos de un verdadero asesino psicótico, se sintió atrapada en esa imagen y creyó le faltaba el aire como en aquella ocasión.
Pero no fue hasta que Chelsea mencionó lo de Dayanara cuando logró escapar de esa prisión que la había encasillado. La líder de los Yorkshires alzó la vista. —¿París?; oh, por supuesto. Pidió un vestido parisiense —mintió y volvió a bajar la mirada para ver todas y cada una de las piezas, concentrándose más en el juego que en lo demás. Dc2 —volvió a levantar la mirada ¿París?, ¿qué la llevaría allá cuando el vestido ya se había comprado y era italiano?, no tenía sentido; Pd5 movió Chelsea con bastante prisa—. ¿Te enteraste de que las rutas comerciales de Escocia están libres?, eran rutas de los Londinenses, pero la Iglesia decidió no comercializar más con ellos —cambió de tema para no seguir pensando en la mentira sobre que conocían a Dayanara, no podía ser. CxPd5; así también cambio de estrategia en el juego, siendo ella la que capturaba la primera pieza aunque se tratara de un simple peón—. Queremos las rutas escocesas —dijo con firmeza y dirigió su vista a los ojos de Chelsea que nunca claudicaron en ese enfrentamiento de miradas que la líder de los Yorkshires inició—, así como todos los bienes que se puedan generar —hizo referencia a las rutas; Chelsea sólo sonrió. PexPd5; jugó Chelsea que parecía meditar la exigencia de Hilary más que las jugadas en sí. Ag5; arrastró el alfil como queriendo rayar el tablero; sin embargo, no le hizo nada. El cristal era grueso y muy especial para mantenerse en optimas condiciones; pensando en Scott y Chelsea cuando los hacían jugar de niños y arrastraban las piezas, si es que lo hicieron.
—¿Cuándo dará Scott su consentimiento para efectuarse tu compromiso? —preguntó para distraerle un poco sobre el tema de Escocia. Era consciente de la suspicacia de su prima, no quería que sospechara los intereses detrás de ese conjunto de oraciones exigiendo unas tierras. Ph6; Ah4; Pc5; 0-0-0; el silencio era incuestionable pero para nada incomodo, un silencio jugando ajedrez nunca lo sería pese a que se discutieran negocios, Hilary alzó la vista a su prima y la notó turbada, como si estuviera en jaque.
Pero no fue hasta que Chelsea mencionó lo de Dayanara cuando logró escapar de esa prisión que la había encasillado. La líder de los Yorkshires alzó la vista. —¿París?; oh, por supuesto. Pidió un vestido parisiense —mintió y volvió a bajar la mirada para ver todas y cada una de las piezas, concentrándose más en el juego que en lo demás. Dc2 —volvió a levantar la mirada ¿París?, ¿qué la llevaría allá cuando el vestido ya se había comprado y era italiano?, no tenía sentido; Pd5 movió Chelsea con bastante prisa—. ¿Te enteraste de que las rutas comerciales de Escocia están libres?, eran rutas de los Londinenses, pero la Iglesia decidió no comercializar más con ellos —cambió de tema para no seguir pensando en la mentira sobre que conocían a Dayanara, no podía ser. CxPd5; así también cambio de estrategia en el juego, siendo ella la que capturaba la primera pieza aunque se tratara de un simple peón—. Queremos las rutas escocesas —dijo con firmeza y dirigió su vista a los ojos de Chelsea que nunca claudicaron en ese enfrentamiento de miradas que la líder de los Yorkshires inició—, así como todos los bienes que se puedan generar —hizo referencia a las rutas; Chelsea sólo sonrió. PexPd5; jugó Chelsea que parecía meditar la exigencia de Hilary más que las jugadas en sí. Ag5; arrastró el alfil como queriendo rayar el tablero; sin embargo, no le hizo nada. El cristal era grueso y muy especial para mantenerse en optimas condiciones; pensando en Scott y Chelsea cuando los hacían jugar de niños y arrastraban las piezas, si es que lo hicieron.
—¿Cuándo dará Scott su consentimiento para efectuarse tu compromiso? —preguntó para distraerle un poco sobre el tema de Escocia. Era consciente de la suspicacia de su prima, no quería que sospechara los intereses detrás de ese conjunto de oraciones exigiendo unas tierras. Ph6; Ah4; Pc5; 0-0-0; el silencio era incuestionable pero para nada incomodo, un silencio jugando ajedrez nunca lo sería pese a que se discutieran negocios, Hilary alzó la vista a su prima y la notó turbada, como si estuviera en jaque.
Hilary White- Humano Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 23/04/2014
Re: The chess play | The World War of the Black Swans
AxPc3 sonrió, por un momento Hilary le había arrancado su hermosa sonrisa, pero el haber recuperado su expresión sincera que dedicó a Hilary desde que la saludó; no se trató por el error de ésta al hacer al atrevido enroque que hizo que el alfil eliminara al principal defensor de su enroque; más bien fue por recordar la mentira de su prima y lo divertido que sería sorprenderla por la escandalosa escena de la condesa en París. —Scott tendrá sus razones, quizás ve en el Lord algo más que beneficios económicos y un título. No todo se resuelve con un matrimonio —dijo echándole en cara indirectamente su critica por el matrimonio de Arley con la condesa en un tono un tanto infantil. Dxc3; Pg5—. Los Montero deben de querer ahhh… ¿cómo lo llaman a eso de dar como un tributo al prometido para desposar a la hija?—atrajo la atención de su prima que jugó Ag3—. Como sea, la prometida de Arley paseaba muy a gusto con el duque Ballester, ¿querrán expandirse hasta los territorios del duque? —sonrió con malicia observando y disfrutando como se alteraba Hilary—. Tranquila —era turno de Chelsea para mover y el momento indicado, Pcxd4—. No somos espías, tal vez nos confundimos con la señorita Montero; porque al duque lo conocemos muy bien — Dxd4; capturó otra pieza Hilary.
Chelsea cogió su taza, el té ya no estaba tan caliente para tener que soplar así que con toda confianza bebió. Observó con detenimiento como estaba el tablero hasta ese momento. ¿Por qué pedir Escocia como si les perteneciere a los Nottinghams?, como si fuera una herencia o se les cediera automáticamente por el abandono de los Londinenses, o mejor dicho la Iglesia. Cc6; su mirada se perdió en el tablero mientras daba sorbos al té. Da4 seguía moviendo su prima dándose quizás ya cuenta del grave error que fue enrocarse, ese enroque iba a ser su perdición; a menos que Chelsea hiciera una mala jugada poniendo de nuevo en equidad el juego. Pero también podía equivocarse, Hilary podía estar pensando en otra cosa totalmente ajena; Af5—. Llevamos doce movimientos, ¿te has dado cuenta?, diez más y esto habrá terminado —soltó una risa traviesa.
—¿A qué va todo eso de Escocia? —dijo al fin la pregunta que Hilary esperaba. Pe3; Tc8; Ad3— Digo, toda Inglaterra sabe que esas tierras son un desastre. Su misma nobleza prefiere pasar sus años París que vivir entre bárbaros — Dd7 movió y sintió el azúcar asentada. Volvió a tomar la tetera y se sirvió más té, agregó sólo una cuchara y meneó—. En un par de años se hará respetar la acta de Unión y el ridículo experimento que se hizo de poner un Rey en Escocia terminará —bebió y cerró sus ojos; Rb1—, que delicia—dijo justo cuando Hilary movió; luego, dejó el té en su carrito y tomó un muffin; mas no comió, lo dejó de nuevo en el plato. Axd3 + —¡Jaque!—exclamó y recargó en el borde del cristal su codo descansando su cabeza en la palma extendida de su mano que cubrió su mejilla izquierda; posteriormente sonrió con curiosidad—. Hay más, ¿cierto? Sí, por supuesto, una de las rutas que tenemos con los Grøelschkøj es escocesa y se apoderaron de las tierras de un ex-Conde. Además, se dice que el ducado de los Dianceht no pasa por un buen momento. Construyendo un puerto en ese ducado les ayudaría a librarse de la piratería que sufre España y que indirectamente también a ustedes —al parecer ya lo había resuelto, de ser así todo tenía sentido. Pero quedaba una cosa, descifrar el por qué había actuado Hilary de este modo, ¿por qué no apoderarse simplemente del ducado?
Chelsea cogió su taza, el té ya no estaba tan caliente para tener que soplar así que con toda confianza bebió. Observó con detenimiento como estaba el tablero hasta ese momento. ¿Por qué pedir Escocia como si les perteneciere a los Nottinghams?, como si fuera una herencia o se les cediera automáticamente por el abandono de los Londinenses, o mejor dicho la Iglesia. Cc6; su mirada se perdió en el tablero mientras daba sorbos al té. Da4 seguía moviendo su prima dándose quizás ya cuenta del grave error que fue enrocarse, ese enroque iba a ser su perdición; a menos que Chelsea hiciera una mala jugada poniendo de nuevo en equidad el juego. Pero también podía equivocarse, Hilary podía estar pensando en otra cosa totalmente ajena; Af5—. Llevamos doce movimientos, ¿te has dado cuenta?, diez más y esto habrá terminado —soltó una risa traviesa.
—¿A qué va todo eso de Escocia? —dijo al fin la pregunta que Hilary esperaba. Pe3; Tc8; Ad3— Digo, toda Inglaterra sabe que esas tierras son un desastre. Su misma nobleza prefiere pasar sus años París que vivir entre bárbaros — Dd7 movió y sintió el azúcar asentada. Volvió a tomar la tetera y se sirvió más té, agregó sólo una cuchara y meneó—. En un par de años se hará respetar la acta de Unión y el ridículo experimento que se hizo de poner un Rey en Escocia terminará —bebió y cerró sus ojos; Rb1—, que delicia—dijo justo cuando Hilary movió; luego, dejó el té en su carrito y tomó un muffin; mas no comió, lo dejó de nuevo en el plato. Axd3 + —¡Jaque!—exclamó y recargó en el borde del cristal su codo descansando su cabeza en la palma extendida de su mano que cubrió su mejilla izquierda; posteriormente sonrió con curiosidad—. Hay más, ¿cierto? Sí, por supuesto, una de las rutas que tenemos con los Grøelschkøj es escocesa y se apoderaron de las tierras de un ex-Conde. Además, se dice que el ducado de los Dianceht no pasa por un buen momento. Construyendo un puerto en ese ducado les ayudaría a librarse de la piratería que sufre España y que indirectamente también a ustedes —al parecer ya lo había resuelto, de ser así todo tenía sentido. Pero quedaba una cosa, descifrar el por qué había actuado Hilary de este modo, ¿por qué no apoderarse simplemente del ducado?
Re: The chess play | The World War of the Black Swans
Chelsea había sonreído después de haber capturado un simple peón, lo que significaba que la pregunta que le había hecho no tuvo un impacto profundo. La partida comenzó a parecerle pesada y eso la irritó; entonces llegó la insinuación de Chelsea acerca de la deshonra sobre Arley y que sí fue un golpe fuerte en comparación al suyo. —Pero cómo te atreves a decir semejante locura, los Montero son unos nobles y no dejarían que Dayanara se paseara sola con quien sea —realmente estaba exaltada y ver que Chelsea lo disfrutaba la ponía verdaderamente furiosa. Tal vez su hermano no valoraba las relaciones, pero si estaba dispuesto a desposar a la hija de los Montero era porque respetaba el protocolo; no solamente el establecido por ella como líder de Yorkshires, también el de la sociedad. Así que si Hilary había creído tener fortuna cuando se efectuó el compromiso, de ser cierto lo que la venenosa lengua de Chelsea decía, la deshonra no los impactaria sólo socialmente si no también económicamente—. Si, eso debe ser —agregó cuando Chelsea suavizó las cosas. La imagen de Arley regresó a su mente y eso hizo que se quedara aún ahí cuando ya pretendía irse. Al empezar a calmarse contempló a su prima tomando su té totalmente concentrada, la pregunta era: ¿en qué?, Chelsea consiguió desorientarla llevándola a su terreno, de eso era consciente Hilary, debía retomar el control, no podía irse sin plantar la semilla del plan de Arley. Bajó su mirada al tablero para reagrupar sus ideas y se dio cuenta de algo; la partida la estaba perdiendo, el enroque iba ser su perdición si Chelsea no se equivocaba. Sintió de nuevo frustración; el juego estaba destinado a perderlo según lo pidió Arley, pero no esperaba que Chelsea ganara por sus propios méritos; Hilary hubiera querido ser consciente de hacer un error, su error; pero ese enroque lo había pensado como un cambio de estrategia ofensivo, para ganar y sin embargo, Chelsea la desarmó. Hilary no dejaba de sentirse molesta, para su gracia Chelsea volvió a fanfarronear sobre ganar en veintidós movimientos la partida; trató de tranquilizarse ignorándola así que mejor se dio vuelta al carrito del té, no estaba dispuesta a seguir siendo la burla de Chelsea así que no optó por aventurarse a prepararse otra taza de té. Tomó el vaso y se sirvió jugo hasta la mitad, luego lo tomó de un sólo sorbo imaginándose que era whisky.
Cuando menos lo esperó ya estaba en jaque, vio el tablero de un lado a otro, pensando que hacer. Pero la curiosidad invadió a Chelsea, ¿si había más?, claro pero ahora venía lo más importante, saber decirlo. Txd3. —¿Sabes que Escocia desconoce que el Imperio comercial de los Cisnes Negros está dividido en tres casas? —respondió con una pregunta que evidentemente desconcertó a Chelsea que no tardó en agilizar el juego. Df5; Pe4; Cxe4—; Arley se entrevistó con el mayordomo y guardián de la paralizada economía Dianceht. La duquesa enviudó hace un par de años y no ha conseguido, o mejor dicho parece no tener intención en incrementar su economía; supongo que enviudar le ha afectado —remarcó lo último con cinismo; después de todo Hilary era una viuda. Ra1 y Chelsea no movió. Hilary vio el tablero, seguía en desventaja pero si ponía en jaque a su prima en la siguiente jugada tenía grandes posibilidades de remontar; sin embargo, Chelsea no se lo permitió 0-0 se enrocó prediciendo la jugada de Hilary; Chelsea, como Arley iban un paso más adelante. Los siguientes movimientos se hicieron rápidos, no se dijo nada. Ambas estaban concentradas en el juego, era como si no se hubieran dicho nada desde que entraron ahí. Td1; Pb5; Dxb5; Cd4; Dd3; Cc2 +—. ¡Jaque! —dijo Chelsea después de efectuar un brillante movimiento que asombró a su prima.
Hilary soltó un sonido despectivo mientras giraba a ver la puerta de cristal que les negaba contemplar lo que sucedía en el exterior. —Fuimos invitados a un evento que hará la duquesa, iremos, o más bien irá Arley y presentará a Dayanara. Aunque claro, también se encargara de hacer un tratado —informó regresando al juego Rb1 y en respuesta Chelsea movió lo que fue para Hilary desde el inicio de la partida su odioso caballo; Cb4 —Debes de perder la partida —pareció escuchar la voz de Arley, eso la hizo estremecerse mas se concentró mejor en el tablero. Ya había perdido la partida, podía hacer quizás dos o tres movimientos más, pero el mate estaba próximo; entonces se dio cuenta de algo, ese era el momento apropiado para rendirse, Arley lo hubiera hecho. La líder de los Yorkshires alzó la vista hacía Chelsea que esperaba el movimiento. —Me has ganado —y tiró su rey simbolizando la debilidad de los Yorkshires—. Tienes razón, teniendo las rutas de Escocia evitaríamos la piratería; pero como te mencioné respetaremos las rutas de los Grøelschkøj, así que Chelsea… Escocia es Yorkshires —se levantó, hizo a un lado el carrito del té y salió del salón de ajedrez. Ya en el rellano se sintió liberada de toda presión que representó el juego y la conversación con su astuta prima.
Cuando menos lo esperó ya estaba en jaque, vio el tablero de un lado a otro, pensando que hacer. Pero la curiosidad invadió a Chelsea, ¿si había más?, claro pero ahora venía lo más importante, saber decirlo. Txd3. —¿Sabes que Escocia desconoce que el Imperio comercial de los Cisnes Negros está dividido en tres casas? —respondió con una pregunta que evidentemente desconcertó a Chelsea que no tardó en agilizar el juego. Df5; Pe4; Cxe4—; Arley se entrevistó con el mayordomo y guardián de la paralizada economía Dianceht. La duquesa enviudó hace un par de años y no ha conseguido, o mejor dicho parece no tener intención en incrementar su economía; supongo que enviudar le ha afectado —remarcó lo último con cinismo; después de todo Hilary era una viuda. Ra1 y Chelsea no movió. Hilary vio el tablero, seguía en desventaja pero si ponía en jaque a su prima en la siguiente jugada tenía grandes posibilidades de remontar; sin embargo, Chelsea no se lo permitió 0-0 se enrocó prediciendo la jugada de Hilary; Chelsea, como Arley iban un paso más adelante. Los siguientes movimientos se hicieron rápidos, no se dijo nada. Ambas estaban concentradas en el juego, era como si no se hubieran dicho nada desde que entraron ahí. Td1; Pb5; Dxb5; Cd4; Dd3; Cc2 +—. ¡Jaque! —dijo Chelsea después de efectuar un brillante movimiento que asombró a su prima.
Hilary soltó un sonido despectivo mientras giraba a ver la puerta de cristal que les negaba contemplar lo que sucedía en el exterior. —Fuimos invitados a un evento que hará la duquesa, iremos, o más bien irá Arley y presentará a Dayanara. Aunque claro, también se encargara de hacer un tratado —informó regresando al juego Rb1 y en respuesta Chelsea movió lo que fue para Hilary desde el inicio de la partida su odioso caballo; Cb4 —Debes de perder la partida —pareció escuchar la voz de Arley, eso la hizo estremecerse mas se concentró mejor en el tablero. Ya había perdido la partida, podía hacer quizás dos o tres movimientos más, pero el mate estaba próximo; entonces se dio cuenta de algo, ese era el momento apropiado para rendirse, Arley lo hubiera hecho. La líder de los Yorkshires alzó la vista hacía Chelsea que esperaba el movimiento. —Me has ganado —y tiró su rey simbolizando la debilidad de los Yorkshires—. Tienes razón, teniendo las rutas de Escocia evitaríamos la piratería; pero como te mencioné respetaremos las rutas de los Grøelschkøj, así que Chelsea… Escocia es Yorkshires —se levantó, hizo a un lado el carrito del té y salió del salón de ajedrez. Ya en el rellano se sintió liberada de toda presión que representó el juego y la conversación con su astuta prima.
Hilary White- Humano Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 23/04/2014
Re: The chess play | The World War of the Black Swans
Hilary seguía poniendo resistencia en el juego, esperaba un error que Chelsea no cedería ni por condolencia. —Me resulta difícil creerlo —repuso, ¿cómo podía ser posible eso?, la reina de Escocia era un chiste y como lo había mencionado Chelsea, no faltaba mucho para que se hiciera respetar el tratado de Unión y la Gran Bretaña desplazaría a esa mujer, con suerte la nombrarían duquesa, por lo tanto, Escocia no existía como nación a los ojos de Chelsea, ¿desconocerlo?; se generó un movimiento de piezas antes de que Hilary continuara—. No todas las viudas sufren la perdida de su esposo —dijo con ironía—, ¿cierto Hilary? —concluyó enrocándose en el juego—. Me sorprende que Arley haya conseguido esa entrevista. Escuché que la duquesa se había atrincherado —las piezas volvieron a moverse con rapidez—. ¡Jaque —sentenció que ya estaba más que dispuesta para decir mate. Pero de forzarla al mate traería la consecuencia de alargar la partida a veintitrés o veinticuatro movimientos, por lo que quedaría como fanfarrona, pero, un mate lo valía—. Por lo que mencionas la casa Yorkshires no son los invitados… es la familia White —sonrió con malicia pero Hilary al parecer la ignoró. Hilary hizo una jugada más y después de la respuesta instantánea por parte de Chelsea, la líder de los Yorkshires simplemente se rindió.
—Informaré a Scott de tu petición, pero Hilary —se levantó saliendo de la habitación y poniéndose enfrente de su prima—; no esperes realmente tener Escocia, después de que la Iglesia se llevara el poder a los Estados Pontificios nosotros, los Nottinghams, nos apoderamos de Gran Bretaña… no olvides ese detalle —dijo con seriedad y regresaron a las escaleras por el largo rellano. Bajaron sin intercambiar palabra y cuando llegaron a la entrada Rachel se acercó. —El chef ha preparado Raviolis con ternera en honor a mi Lady y se servirá vino de Burdeo rosado me parecehizo una reverencia a Hilary. —Lady Hilary no comerá, tiene pendientes. Manda a Johan por los caballos del carruaje de Lady Hilar, ah y a Cristal a que limpie el salón de ajedrez PERO que no toque ninguna pieza del tablero —ordenó en tono cortés. —Como diga ama—y se retiró.
—Nos veremos Hilary, quizá más pronto de lo que te imaginas—soltó una pequeña risa y siguiendo el protocolo se besaron en ambas mejillas. —Mi ama, el carruaje de Lady Hilary está preparado —y con esas palabras fue acompañada hasta su carruaje y partió de inmediato. Chelsea estuvo unos minutos en la puerta principal, luego, regresó al salón de ajedrez; no precisamente para acomodar las piezas, si no más bien para reconstruir la conversación y encontrar el truco detrás de todo lo que se dijo e hizo. Tenía que haber algo oculto, descifrarlo antes de que Scott llegara. Llegó a la habitación, Cristal ya se había llevado los carritos, así que lo único que hizo fue entrar, cerrar la puerta y sentarse en el asiento de Hilary y comenzó a recrear todo, no movió ninguna pieza pero movía sus manos por encima del tablero simulando que lo hacía y comenzó a decir todo lo que Hilary había dicho, inclusive articuló las mismas expresiones y en tono a la misma altura su voz y cuando concluyó sólo sonrió. —Así que los Yorkshires están débiles. Si nos hacemos de los puertos de Escocia nos aventuraremos a España y a America. La mejor opción es tener un tratado comercial con el ducado Dianceht, es el ducado más vulnerable de todos, será fácil manipular a la duquesa. La construcción de puertos en ese ducado nos facilitará las relaciones que con los necios de los Highlanders. ¿Y por qué no, nos apoderamos de él? Hilary dijo que es viuda, Scott podría casarse con ella y hacer lo que nos plazca con esas tierras, si el ducado prospera sin comercio es por lo que generan sus tierras sacaremos provecho de eso—se echó a reír y se preguntó, ¿por qué los Yorkshires simplemente no se apoderaron del ducado?—, esto le encantará a Scott.
—Informaré a Scott de tu petición, pero Hilary —se levantó saliendo de la habitación y poniéndose enfrente de su prima—; no esperes realmente tener Escocia, después de que la Iglesia se llevara el poder a los Estados Pontificios nosotros, los Nottinghams, nos apoderamos de Gran Bretaña… no olvides ese detalle —dijo con seriedad y regresaron a las escaleras por el largo rellano. Bajaron sin intercambiar palabra y cuando llegaron a la entrada Rachel se acercó. —El chef ha preparado Raviolis con ternera en honor a mi Lady y se servirá vino de Burdeo rosado me parecehizo una reverencia a Hilary. —Lady Hilary no comerá, tiene pendientes. Manda a Johan por los caballos del carruaje de Lady Hilar, ah y a Cristal a que limpie el salón de ajedrez PERO que no toque ninguna pieza del tablero —ordenó en tono cortés. —Como diga ama—y se retiró.
—Nos veremos Hilary, quizá más pronto de lo que te imaginas—soltó una pequeña risa y siguiendo el protocolo se besaron en ambas mejillas. —Mi ama, el carruaje de Lady Hilary está preparado —y con esas palabras fue acompañada hasta su carruaje y partió de inmediato. Chelsea estuvo unos minutos en la puerta principal, luego, regresó al salón de ajedrez; no precisamente para acomodar las piezas, si no más bien para reconstruir la conversación y encontrar el truco detrás de todo lo que se dijo e hizo. Tenía que haber algo oculto, descifrarlo antes de que Scott llegara. Llegó a la habitación, Cristal ya se había llevado los carritos, así que lo único que hizo fue entrar, cerrar la puerta y sentarse en el asiento de Hilary y comenzó a recrear todo, no movió ninguna pieza pero movía sus manos por encima del tablero simulando que lo hacía y comenzó a decir todo lo que Hilary había dicho, inclusive articuló las mismas expresiones y en tono a la misma altura su voz y cuando concluyó sólo sonrió. —Así que los Yorkshires están débiles. Si nos hacemos de los puertos de Escocia nos aventuraremos a España y a America. La mejor opción es tener un tratado comercial con el ducado Dianceht, es el ducado más vulnerable de todos, será fácil manipular a la duquesa. La construcción de puertos en ese ducado nos facilitará las relaciones que con los necios de los Highlanders. ¿Y por qué no, nos apoderamos de él? Hilary dijo que es viuda, Scott podría casarse con ella y hacer lo que nos plazca con esas tierras, si el ducado prospera sin comercio es por lo que generan sus tierras sacaremos provecho de eso—se echó a reír y se preguntó, ¿por qué los Yorkshires simplemente no se apoderaron del ducado?—, esto le encantará a Scott.
Temas similares
» Once upon a time a World War of Black Swans
» Who are the Londinenses? | The World War of the Black Swans
» Impasse ~#The World War of the Black Swans
» The Begins | The World War of the Black Swans
» Luz fracturada ~#The World War of the Black Swans
» Who are the Londinenses? | The World War of the Black Swans
» Impasse ~#The World War of the Black Swans
» The Begins | The World War of the Black Swans
» Luz fracturada ~#The World War of the Black Swans
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour