No me acompañes si es para volver a mi prisión [priv]

por **Deirdre Mac Daill** Sáb Jul 04, 2015 8:59 pm

Estando en otra parte de su mente, ella estaba mirando en su balcón, de noche y en un fino camisón de noche bajo una gruesa bata de seda, sus cabellos estaban revueltos, no podía dormir realmente pues alguien le robaba el sueño. El tercer síntoma de la muerte de nuestros sueños es la paz. La vida pasa a ser una tarde de domingo, sin pedirnos cosas importantes y sin exigirnos más de lo que queremos dar. Pero, en verdad, en lo íntimo de nuestro corazón, sabemos que lo que ocurrió fue que renunciamos a luchar por nuestros sueños.

Crecemos en grandeza a través de sueños. Todos los grandes hombres son soñadores. Ven cosas en la suave neblina de un día de primavera o en el rojo fuego de una larga tarde de invierno. Algunos de nosotros dejamos que estos grandes sueños mueran, pero otros los alimentan y protegen; los cuidan a través de malos días hasta que los traen al calor del sol y la luz que siempre viene a aquellos quienes sinceramente esperan que sus sueños se hagan realidad.

Nunca seremos recolectores de esbeltas espigas o de flores si en los surcos nuestros diarios empeños carecen de la fuerza que les dan los sueños. Nunca estaremos a la altura de las estrellas que son las que nos guían como las de esta misma noche, aquellas que observaba Deirdre desde el balcón de su habitación, las mismas que esperaban que algo extraño e inhóspito aconteciera de repente. Busca refugio de nuevo en las sabanas de su cama pero enseguida se pierde en los ojos que siempre están mirándola y en las caricias que le da el captor de su corazón.

-Oh que odiosa es la espera por el ser amado, que tanto me gustaría que estuvieras aquí y ahora quitándome este odioso y cursi camisón –murmuro fijándose en su vestimenta. Realmente era odioso. Se quitó la bata y el camisón y volvió a ponerse la bata, tapándose todo su cuerpo para que no lo viera nadie excepto él, si venia al rescate de la soledad de aquella noche que iba aprisionándole el corazón enamorado.